El gasto en salud por persona se incrementó en más de 5 dólares en 2016. Como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) el gasto en educación y salud supera el 3 por ciento.
Nicaragua mejoró entre 0.2 y 0.3 puntos porcentuales el gasto en Educación y Salud como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) el año pasado, según el Nicaragua en cifras publicado por el Banco Central.Según cifras oficiales, el año pasado el gasto gubernamental en Educación ascendió al 3.1 por ciento del Producto Interno Bruto, lo que significó una mejoría con relación al 2.8 por ciento en el que se mantuvo en 2014 y 2015. El gasto gubernamental en Educación se refiere principalmente a lo asignado a través del Ministerio de Educación.
El Producto Interno Bruto alcanzó el año pasado los 13,230 millones de dólares, lo que representó un crecimiento de 3.78 por ciento con respecto a los 12,747.7 millones de dólares del año anterior.Por su lado, el gasto en Salud también experimentó una leve mejoraría al pasar de 3.1 por ciento del Producto Interno Bruto en el 2015 a 3.3 por ciento el año pasado. El gasto gubernamental en Educación se refiere principalmente a lo asignado a través del Ministerio de Salud.Además el gasto gubernamental en Salud por persona pasó de 63.4 dólares a 69.1 entre 2015 y 2016, equivalente a un aumento absoluto de 5.7 dólares.Comparado con 2014, hay un aumento acumulado de casi nueve dólares porque en ese año el gasto per cápita era de 60.9 dólares.
Cinco países latinoamericanos buscan estrategias ante la ola de nacimientos de niños de madres menores de 15 años.
Representantes de los ministerios de Salud y Educación de Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay acordaron ayer en Asunción un marco regional estratégico para reducir el embarazo adolescente, dado que dos de cada tres nacimientos de madres adolescentes en América Latina se registran en el Cono Sur.
Los cinco países del Cono Sur suscribieron ayer, con apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), ese marco regional, que se basa en estrategias que han demostrado ser efectivas, como garantizar el acceso a anticonceptivos de larga duración.
Otra estrategia es reforzar la educación integral de la sexualidad, no sólo a través de las instituciones educativas, sino también en otros espacios, ya que la mayor parte de las adolescentes que quedan embarazadas lo hacen después de haber abandonado la escuela.
«La escuela es un factor protector frente al embarazo, pero tenemos que garantizar la calidad educativa. En muchos países no hay educación de calidad, y las adolescentes no ven en la escuela su proyecto de vida, y prefieren abandonarla y trabajar», declaró Alma Virginia Camacho, asesora regional de salud sexual y reproductiva de UNFPA, que estuvo presente en la presentación.
La tasa de fecundidad adolescente en el Cono Sur, donde 1 de cada 5 es madre, duplica al promedio mundial, y es la segunda mayor del mundo, sólo superada por la de África subsahariana.
El embarazo en niñas y adolescentes multiplica el riesgo de enfermedades y mortalidad, tanto de la madre como del bebé, y tiene impactos negativos en la continuidad educativa, que pueden llevar a menores oportunidades laborales y una situación de pobreza. Además, están ligados a factores sociales y económicos que evidencian desigualdades en el acceso a servicios, las condiciones de vida o el nivel económico, dijo Camacho.
«Las adolescentes del quintil (20%) de la población con menores ingresos tienen 3 o 4 veces más posibilidades de quedarse embarazadas que las del quintil de más ingresos. También hay más embarazos adolescentes en el área rural que en la urbana, y en poblaciones indígenas o afrodescendientes», expresó.
De hecho, entre el 35% y el 44 % de las niñas que son madres antes de los 14 años vive en pareja al momento del parto.
El dato suena paradójico: en los últimos 4 años el gobierno mexicano ha gastado más de 47.500 millones de pesos, unos US$2.400 millones, para mejorar los edificios de sus escuelas.
Es la mayor inversión de la historia para el mantenimiento de los planteles que se consiguió con la cotización de bonos de deuda en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Pero el dinero no es suficiente para mejorar la evaluación del sistema educativo del país.
De entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México tiene el peor desempeño en el aprendizaje de ciencias, lectura y matemáticas.
Son deficiencias que pretenden erradicarse con la Reforma Educativa promulgada en 2013.
Sin embargo, cuatro años y miles de millones de pesos después, el país sigue en el último lugar en la evaluación educativa de la OCDE.
Y es que el dinero, por sí solo, ha sido insuficiente coinciden especialistas y autoridades.
De hecho, según organizaciones civiles existen por lo menos cuatro temas que mantienen el rezago en el sistema educativo del país:
Malas condiciones de las escuelas, problemas en la capacitación de los maestros, control de la disidencia sindical en los instituciones educativas en cuatro estados y la exclusión que padecen miles de alumnos que no pueden concluir sus estudios.
Sin mantenimiento
Hasta ahora, la inversión histórica en el presupuesto se concentra en dar el mantenimiento que por varios años dejó de aplicarse a los planteles.
Un tema urgente de atender pero es sólo un paso, le dice a BBC Mundo David Calderón, presidente ejecutivo de la organización Mexicanos Primero, una de las más activas en el tema educativo del país.
Derechos de autor de la imagenRonaldo Schemidt/AFPImage caption En el país existen miles de escuelas sin baños o en condiciones deplorables.
«El rubro de infraestructura es el que tiene avances más visibles, hay una diferencia importante con respecto a lo que se hacía», explica.
«El cambio sí se nota, de un abandono y ausencia histórico bestial ahora hay un mínimo de infraestructura que no es la adecuada, tardará en llegar al resto del sistema».
Algo en lo que no coinciden por completo las autoridades.
«Establecimos un nuevo modelo de infraestructura ligado al nuevo modelo educativo, no puedes separar los temas», explica a BBC Mundo Héctor González de la Garza, director del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED).
Es el área de la Secretaría de Educación Pública (SEP) encargada de aplicar la inversión histórica en el mantenimiento de las escuelas.
«Mejores maestros con todo el proceso de capacitación y de evaluaciones que se realizan junto con el concepto de mejores escuelas ya está dando resultados tangibles en este momento».
Dinero insuficiente
La calidad de los planteles es una parte del rezago en el sistema educativo mexicano.
Derechos de autor de la imagenGetty ImagesImage caption Se estima que la inversión en infraestructura educativa será cercana a los US2.400 millones.
En 2012, cuando inició el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, no estaba claro el número de escuelas –ni sus condiciones de operación- que existían en el país.
Un censo realizado durante más de un año en casi todo el país reveló que casi la mitad de los 150.000 planteles no tenían drenaje.
Además, una quinta parte carecía de agua potable y en más de 40.000 no había baños o electricidad.
En esto se concentran los recursos. «Componer sanitarios es muy evidente, pero hay que arreglar la instalación hidrosanitaria y eléctrica que no necesariamente se ve pero que es indispensable», explica el funcionario.
«Debe tener agua para acceder al programa de bebederos, arreglar muros, pisos, techos, paredes, barandales, todo lo que implique seguridad para alumnos y maestros».
Sin embargo, a pesar de la cuantiosa inversión no será posible resolver los problemas en todos los planteles, advierte David Calderón.
Un estudio de Mexicanos Primero revela que el 59% de las escuelas del país operan en malas condiciones. Remediar los problemas de todas no será posible en este gobierno.
Derechos de autor de la imagenPatricia Castellanos/AFPImage caption La suspensión de clases en algunos estados afecta al sistema educativo de México.
«Se necesitarían otros seis años para que las escuelas salgan de una situación precaria a una aceptable«, insiste.
El director del INIFED reconoce que la histórica inversión no alcanza para todo.
El programa Escuelas al 100, el mecanismo para aplicar los recursos, está dirigido a unos 33.000 planteles, los que se consideran “con mayores necesidades”.
El resto de las escuelas serán atendidas en la medida que se apliquen recursos oficiales de cada gobierno estatal.
Disidencia sindical
Otro de los temas que explican los problemas del sistema educativo mexicano es la capacitación de los maestros.
En el país existen 440 escuelas normales pero según datos de Mexicanos Primero sólo 17 de ellas tienen un nivel superior de educación.
El resto no cumple con los estándares internacionales, y en muchas de ellas existe un profundo activismo político que sustituye a las clases, afirma Calderón.
Parte de la responsabilidad es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el ala disidente del sindicato de maestros.
El grupo se opone a la Reforma Educativa y desde su promulgación, en 2013, impide que se aplique en los estados donde la disidencia tiene mayor presencia: Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.
Uno de los temas donde más hay resistencia es en la evaluación de los maestros, que forma parte central de la Reforma.
Derechos de autor de la imagenJULIO CESAR AGUILAR FUENTESImage caption La protestas de maestros descontentos con la reforma educativo son frecuentes en México.
La CNTE bloquea la aplicación de exámenes y también suspende con frecuencia las clases en miles de planteles.
El resultado es, afirma Mexicanos Primero, un bajo desempeño escolar de los alumnos en las entidades con dominio de la disidencia.
«La formación de maestros sigue estando casi en el mismo estado que cuando empezó la reforma, se va a crear un desajuste», advierte Calderón.
Y en esto poco ayuda el dinero. «Mucho del efecto positivo de tener mejores escuelas no va a fructificar hasta que no haya mejor formación de los maestros».
«Si no cambias la lógica de las relaciones de aprendizaje tendrás un mejor escenario para el mismo fracaso, el logro de aprendizaje depende sustancialmente de las relaciones de aprendizaje entre alumnos y maestros».
Indígenas, los más vulnerables
Uno de los problemas de fondo es la forma como durante décadas se impartieron las clases en México, con base en un modelo de memorización y no de entender lo que se estudia.
Image caption A pesar de la «inversión histórica» hay problemas estructurales que no van a ser solucionados.
Es una de las razones de la evaluación negativa del país ante la OCDE.
Pero también de la exclusión de miles de niños en las escuelas. De hecho de cada 100 estudiantes de educación básica sólo 57 logran ingresar al bachillerato.
El caso más grave ocurre en las comunidades indígenas. Según Mexicanos Primero sólo 2 de cada 10 estudiantes de esos alumnos aprenden lo que se espera en los programas escolares.
Una de las razones es el abandono histórico que padecen. Las escuelas con peores condiciones en el país, por ejemplo, se encuentran en comunidades indígenas.
Los maestros en esos planteles reciben menos apoyo que sus compañeros de otros lugares, y el presupuesto para mantener las escuelas ha sido mínimo.
Esto empieza a remediarse ahora pero «el dinero no va a bastar, nos vamos a engañar si pensamos que mucho cemento produce mejor aprendizaje«, advierte David Calderón.
«Apenas se crean las condiciones mínimas de convivencia, seguridad y resguardo de los niños. Es una deuda de justicia».
Los programas respaldados por el FMI están diseñados para ayudar a que las economías vuelvan a ponerse de pie, pero ¿qué impacto tienen sobre el gasto social?
Nuestro estudio más reciente muestra que el gasto en salud y educación generalmente ha estado protegido en los programas para países de bajo ingreso. De hecho, un análisis basado en más de 25 años de datos (1988–2014) hace pensar que el gasto público en salud como proporción del PIB se mantuvo en promedio sin cambios, mientras que el gasto público en educación aumentó 0,32 puntos porcentuales.
Estas conclusiones resaltan el firme compromiso del FMI con la protección del gasto en salud y educación y de los más vulnerables durante difíciles reformas económicas. De hecho, en muchos países con programas respaldados por el FMI —desde Tanzanía hasta Honduras y la República Kirguisa—, el gasto público per cápita en salud y educación aumentó a un ritmo considerablemente mayor que el ingreso per cápita.
La protección del gasto social es fundamental porque las mujeres, los jóvenes, los adultos mayores y los pobres a menudo carecen de la capacidad de negociación política necesaria para promover su bienestar económico. Protegiendo la salud y las capacidades de los grupos vulnerables, el crecimiento será más pujante, más duradero y más inclusivo.
El año pasado, extendimos la aplicación de la tasa de interés cero a todos los préstamos concesionarios del FMI, para ayudar a los países de bajo ingreso a lidiar con shocks futuros y para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. No obstante, el financiamiento más accesible no es suficiente por sí solo para garantizar un crecimiento más duradero e inclusivo.
El éxito de los programas para países de bajo ingreso depende cada vez más de dos factores clave; a saber, (i) niveles mínimos de gasto público en salud, educación y redes de protección social y (ii) medidas de reforma específicas para proteger a los grupos vulnerables.
Según nuestros datos, los niveles de financiamiento mínimos se aplicaron en casi todos los programas para países de bajo ingreso, y que más de las dos terceras partes de los objetivos de dichos programas se cumplieron. En otros programas respaldados por el FMI, se tomaron medidas para fortalecer las redes de protección social. En Honduras, por ejemplo, el gobierno utilizó una transferencia de dinero ampliada para amortiguar el impacto de su programa de ajuste fiscal (2014).
En términos generales, los programas respaldados por el FMI han ayudado a impulsar el gasto social habilitando más financiamiento de donantes y promoviendo reformas tributarias que generan fuentes más sólidas y confiables de ingresos públicos.
Asimismo, brindamos asistencia técnica directa en ese sentido: ayudamos a más de 130 países por año a generar un mayor nivel de ingresos públicos, que puede utilizarse para nuevas inversiones en hospitales, escuelas e iniciativas de reducción de la pobreza.
Me alegra poder decir que, como lo reconocen todos los países miembros, la labor del FMI ya se ha hecho sentir en los países de bajo ingreso en los últimos años. Pero, al mismo tiempo, nos consta que necesitamos lograr mejoras en varios ámbitos:
Aun así, si bien notamos un progreso significativo entre nuestros países miembros, también reconocemos de forma clara que se pueden realizar mejoras en las siguientes tres áreas, que podríamos llamar las “tres des”: definir, diseñar y dar resultado.
En primer lugar, debemos definir las metas de los programas de manera explícita, sobre la base de nuestras experiencias recientes. En Kenya, por ejemplo, las metas incluían el costo de los tratamientos antirretrovirales, el gasto en educación pública primaria y secundaria, y las transferencias de efectivo a niños y adultos mayores en situaciones de vulnerabilidad. Con esas metas específicas, el programa de 2011 de Kenya funcionó de manera más focalizada y eficaz. Esto es algo que va a servirnos de ejemplo.
En segundo lugar, necesitamos mejorar el diseño de las redes de protección social. Un buen ejemplo es el caso de Haití, donde los programas incrementaron el gasto en reducción de la pobreza, y donde el préstamo del FMI otorgado tras el huracán Matthew se destinó a reconstruir los servicios sociales básicos. Nuestro objetivo es aumentar la cantidad de programas con medidas concretas para proteger a los grupos vulnerables.
En tercer lugar, tenemos que lograr que nuestras iniciativas den mejor resultado ampliando nuestra colaboración con los gobiernos y los socios para el desarrollo. En Bangladesh, por ejemplo, colaboramos estrechamente con el Banco Mundial para medir el impacto de un aumento del precio de los alimentos y de la energía sobre la red de seguridad social. Recurriendo al mejor conocimiento especializado, sabemos que podemos mejorar significativamente la calidad de nuestros propios análisis económicos y diseño de programas.
El paso final, desde ya, es combinar estas “tres des” con mayor agilidad. Por ejemplo, el FMI actuó rápidamente para entregar USD 380 millones en asistencia financiera a los países afectados por la crisis del ébola, fondos inmediatamente disponibles para luchar contra la devastadora enfermedad.
Como dice el proverbio africano: Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado.
Reconozco que aún queda por hacer para lograr un mayor grado de inclusión y justicia económica. Colaborando estrechamente con socios y países miembros, ampliaremos los progresos ya alcanzados.
A pesar de su diversidad, la ciudad de Nueva York cuenta con uno de los sistemas de educación público más segregados en la nación, es por eso que la canciller de Educación, Carmen Fariña, anunció cambios en la política de admisión, que podría beneficiar a estudiantes de familias pobres o desamparadas a tener acceso a mejores escuelas.
«A ver si podemos en todas las escuelas de esta ciudad tener mejor representación de grupos que algunas veces en las escuelas no se ve», explicó Fariña.
El cambio de política más grande afectará aproximadamente una quinta parte de las 1,800 escuelas de la ciudad. Ya no se les permitirá dar prioridad a los estudiantes que durante el proceso de admisión han tomado un recorrido o que se han reunido con un representante de la escuela a la que quieren ingresar. La instancia gubernamental dice que esto favorece a los estudiantes más privilegiados, cuyas familias hablan inglés y tienen el tiempo para navegar por el proceso de admisión.
«La regla más importante para los padres que están escuchando esto hoy es que si estás aplicando para middle school o high school el año que viene, puedes aplicar en el ordenador. No tienes que llenar muchísimos papeles, no tienes que ir a las escuelas para llenar los papeles, lo puedes hacer en el ordenador, en la biblioteca de su barrio, o en la escuela donde va su hijo», detalló la Canciller educativa.
Esta crisis toca a cerca de la mitad de escuelas públicas en la ciudad donde se registra que el 90% de sus estudiantes son de origen hispano o afroamericano.
Algunos paterfamilia comentaron al respecto: «Se siente como humillado, se siente triste porque se siente que lo aislan, pero todos somos iguales.»
El plan busca agregar 50,000 estudiantes más en los próximos cinco años para asistir a escuelas que el Departamento de Educación clasifica como diversas. Pero para ser considerado diverso, una escuela sólo necesita tener un 10% de estudiantes que no son negros o hispanos.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidió hoy a los maestros de escuelas públicas que terminen la huelga que comenzaron el pasado 11 de mayo y vuelvan a las clases para garantizar la educación de más de ocho millones de niños.
«Hago un llamado a todos los maestros del país para que vuelvan a clases y juntos garanticemos la educación de los niños y jóvenes de Colombia», dijo Santos en una alocución.
La huelga de los profesores, que ya casi cumple un mes y que han acompañado de numerosas manifestaciones, se debe a que los educadores piden aumentos salariales y mejores condiciones para las escuelas públicas.
Decenas de miles de maestros de todo el país se manifestaron ayer en Bogotá para reclamar mejoras laborales y hoy volvieron a concentrarse, en menor número, en la céntrica Plaza de Bolívar y algunos accedieron a la colonial Iglesia de San Francisco.
El presidente dijo que en las negociaciones con ellos les anima «el mejor espíritu de concertación y de mejoramiento de las condiciones de los maestros», pero aseveró que en materia de educación la prioridad son los niños, que dijo que no deben salir perjudicados.
Por ello, detalló que el Ministerio de Educación emitió una directiva «que establece que los maestros deberán reponer las clases para recibir el salario de las semanas o días no trabajados».
El gobernante también recordó que la educación ha sido una prioridad en sus siete años de Gobierno.
«Desde hace cuatro años es el sector que más presupuesto recibe. Y durante mi Gobierno lo hemos duplicado», subrayó.
El mandatario aseveró que también los profesores han sido una prioridad, por lo que ha impulsado la nivelación salarial, han creado programas de becas y capacitación, además de que con el programa «Todos a aprender» se han beneficiado más de 100.000 docentes.
También se refirió a los paros cívicos que se han vivido en las últimas semanas contra el «abandono estatal» en el que consideran que viven los habitantes de la ciudad de Buenaventura y el departamento del Chocó, ambos en al costa del Pacífico.
La media de la población joven en la Unión Europea con un nivel máximo de ESO se ha situado en el 16,5%, frente al 20,6% de 2007.
Desde hace años, las estrategias educativas de la UE van encaminadas a mejorar la preparación de la población joven para contribuir a la sociedad del conocimiento. Según explican desde el Instituto de Estudios Económicos (IEE), la apuesta de la Unión Europea consiste en aumentar la proporción de universitarios, pero también de alumnos de Formación Profesional y reducir, sobre todo, el porcentaje de población que sólo cuenta, como máximo, con la enseñanza secundaria obligatoria. De hecho, ya se han producido notables progresos en la UE. En 2016, el promedio de población joven con un nivel máximo de educación secundaria inferior se ha situado en un 16,5%, cuando en 2007 todavía se llegaba a un 20,6%.
FUENTE: IEE
En una comparación europea, se observa que todavía hay una serie de países, entre ellos el nuestro, con elevadas cifras de jóvenes entre 25 y 34 años que sólo han logrado un nivel educativo máximo de ESO. España ocupa el primer lugar con un 34,7%, la misma cifra que se registraba en 2007. No obstante, hay que subrayar que la tasa española de universitarios entre la población joven española no ha dejado de crecer alcanzando un 41% en 2016, al tiempo que se han conseguido importantes avances en la reducción de las tasas de abandono escolar. Malta comparte con España un 34,7%, mientras que Portugal se sitúa en un 30,5%, figurando a continuación Italia (26,1%) y Rumanía (23,6%). Bulgaria, Bélgica y Dinamarca superan levemente la media europea. Por debajo del promedio figura el Reino Unido con un 15,1%, así como Dinamarca, Hungría y los Países Bajos con tasas en torno al 14%. Alemania registra un 12,9%, al tiempo que Suecia y Austria superan el 11%. Finlandia (9,4%) e Irlanda (8,9%) son los dos países de la antigua UE-15 con las cifras más bajas. Cierran la clasificación cinco miembros de reciente adhesión destacando Eslovenia (5,9%), Polonia (5,8%) y Croacia (5,5%).
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