Estudiantes de la Universidad de San Carlos reinventan la Huelga de Dolores y recorren las calles de esa casa de estudios.
A diferencia de años anteriores, la edición del 2021 de la Huelga de Dolores de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) es atípica, pues los estudiantes no recorrerán las 18 calles del Centro Histórico como tradicionalmente lo hacen, y en cambio desarrollan actividades en el campus universitario.
De acuerdo con integrantes del Comité de Huelga, este año algunas actividades son atípicas por la emergencia causada por el coronavirus, y debido a que la Huelga atrae a miles de guatemaltecos optaron por no salir de la Usac; sin embargo, si hacen exigencias al Gobierno, principalmente relacionadas con el combate de la pandemia y el proceso de vacunación.
Batz, representante del Comité de Huelga, dijo: “es importante reconocer la necesidad del mensaje crítico y analítico del estudiante san carlista a través del instrumento centenario como la Huelga de dolores, por eso estamos en el campus universitario como una herramienta histórica que ya se había implementado en los años 80, cuando los estudiantes determinaron caminar dentro del campus para el resguardo de su integridad por amenazas del Estado, pero en este caso tenemos una amenaza mundial como es la pandemia”.
Agregó que se tomaron todas las medidas de seguridad necesarias para evitar contagios entre los participantes, quienes, con la sátira que los caracteriza, llevarán mensajes contra el Gobierno.
Sin embargo, otros grupos optaron por salir a las calles y concentrarse en la Plaza de la Constitución, donde hubo complicaciones en el tránsito, informó Amílcar Montejo, portavoz de Emetra.
Origen
Durante décadas, el Viernes de Dolores ha sido conmemorado por estudiantes de la Usac con el desfile bufo, carrozas alegóricos y sátira para denunciar hechos importantes que afectan a la sociedad.
El historiador guatemalteco Fernando Urquizú comentó que esta celebración surge de la conmemoración de hechos de gran importancia como la firma de independencia, y que se ha se ha caracterizado por denunciar de “manera jocosa, pero elegante”.
Agregó que con el paso del tiempo ha ido evolucionando para bien y para mal, “pero esta tradición sigue siendo el canal para muchos estudiantes para denunciar en contra del Gobierno”.
Estudiantes de varias facultades participaron en un viacrucis en el campus universitario. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila Solís)
Entre las demandas de los estudiantes está la agilización del proceso de vacunación. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila Solís)
Los estudiantes que participan en la Huelga de Dolores declararon a la Santa Chavela rectora magnifica y vitalicia de la Usac, debido a la captura del rector Murphy Paiz. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila Solís)
Con un viacrucis, los estudiantes evocan a las víctimas de la pandemia y axigen acciones claras en el combate de la enfermedad. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila Solís)
Para prevenir contagios de coronavirus, los estudiantes optaron por no salir de la Usac. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila Solís)
Algunos estudiantes si salieron a la Sexta Avenida de la zona 1. (Foto Prensa Libre: Municipalidad de Guatemala)Fuente: https://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/una-huelga-de-dolores-diferente-con-la-pandemia-de-fondo-y-sin-salir-de-la-universidad/
Explicó que menos del 1% de las alertas por Covid pasan a ser casos positivos. “Si se cumplen los protocolos la escuela es un espacio seguro”, manifestó el ministro de Educación.
Si se cumplen los protocolos la escuela es un espacio seguro”, arrancó el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta en nota hoy a la mañana. “Creemos que los protocolos nos confirman que es posible sostener el regreso cuidado a la presencialidad”, avaló.
«Vemos con preocupación lo que pasa en los países de la región. En nuestro país todavía no recibimos este impacto, pero todos sabemos que es indefectible que va a golpear a nuestro país», adelantó Trotta en referencia a las discusiones sobre cuando se deberá dar el cierre que esta semana dividieron al gabinete nacional.
“Llegado el momento de suspender la presencialidad el acuerdo es que no se adopte en una provincia en su totalidad, o toda la Argentina, si no en la mínima unidad geográfica posible”, precisó el ministro. La misma regla de cierres quirúrgicos es la que prime en todas las áreas. El gobierno de Alberto Fernández entiende que ya no es posible una cuarentena generalizada.
“La escuela se ha constituido en un espacio donde se detectan casos sospechosos. Pero menos del 1% de los sospechosos pasan a ser casos positivos”, iluminó Trotta ante las denuncias de algunos gremios de que se esconden las cifras. El ministro insiste en que las alertas son estudiadas en su totalidad, pero que los contagios son pocos.
“Frente ante un caso sospechoso o positivo, tienen que cargarlo en una sistema que dialoga con el sistema de salud”, manifestó en diálogo con Wake Up (Delta 90.3), insistiendo en que todo caso es registrado. Y confía en que abril sea clave para la campaña de vacunación en nuestro país, permitiendo sortear la segunda ola con menor impacto.
«Hemos vacunando a un tercio de los docentes y auxiliares de todo el sistema educativo obligatorio. Esto fue posible porque la vacuna de Sinopharm no puede ser utilizada en mayores de años 59 años, que es donde tenemos que poner el foco. Los mayores de 59 son el sector de la población que hay que contener más que cualquier otro. Frente a esta segunda ola de coronavirus, el gran desafío es disminuir la tasa de mortalidad”, cerró el ministro.
Este 25 de marzo se celebró en Venezuela el primer año de la puesta en marcha de los programas «Cada familia una Escuela» y «Universidad en Casa» que implementaron tanto el Ministerio de Educación como el Ministerio de Educación Universitaria luego que el gobierno nacional mediante el Decreto N° 4.160 declarara el Estado de Alarma en todo el Territorio Nacional, dadas las circunstancias de orden social que ponen gravemente en riesgo la salud pública y la seguridad de los ciudadanos provocada por la pandemia del COVID-19 , decreto que además permitió al ejecutivo nacional suspender la presencialidad de estudiantes y trabajadores en las instalaciones educativas del país.
Ambos programas han buscado mantener los estudios y la formación de los niños y jóvenes venezolanos desde sus hogares implementando diversos medios donde prevalece la virtualidad del educador y el educando, los cuales han pasado por diversas modificaciones y se le han incorporado mejoras según las experiencias acumuladas a lo largo de un año, aunado a su inserción dentro del sistema denominado 7×7 que consiste en mantener 7 días continuos de cuarentena y 7 días de flexibilización donde la ciudadanía puede salir a realizar sus actividades de forma normal pero resguardando las medidas de Bioseguridad, lo que permitió que los estudiantes y sus representantes pudieran asistir a tener un momento de asesoría pedagógica en los centros educativos.
Luego de alcanzar cierto nivel de aplanamiento de las curvas de contagio en noviembre 2020 (reducción y estabilidad), el Ejecutivo empezó a proyectar la posibilidad de que en el primer trimestre del 2021 se podría regresar al aula de clases bajo estrictas normas de bioseguridad y enmarcados dentro del sistema 7×7, sin embargo, con la aparición y expansión de la llamada cepa brasilera en el país la cual es altamente contagiosa, el gobierno nacional decreto el pasado domingo 21 de marzo dos semanas de confinamiento y, este 25 marzo se anuncia la suspensión hasta nuevo aviso del proyecto de retorno al aula de forma presencial, con lo cual se estima que el proceso educativo seguirá llevándose a distancia para preservar la salud tanto de maestros, profesores, estudiantes y familiares hasta finales del año escolar.
Durante la alocución, el presidente Nicolás Maduro, anunció al país que entre abril y mayo de este año se vacunaría a todos los trabajadores de educación como parte del programa de vacunación contra el COVID-19. En el mismo acto de celebración, el ministro de educación Aristóbulo Istúriz acotó que, las asesorías pedagógicas se mantendrán en escuelas, liceos y universidades durante las semanas de flexibilización, así también el Ministro de Educación universitaria César Trómpiz informaba que, a mediados de abril se abrirá el proceso de registro para los jóvenes interesados en cursar estudios universitarios y donde el MPPEU estima participarán unos 400.000 aspirantes.
Redacción: Equipo OVE || Fuente: Acto celebración del primer aniversario del Programa “Cada casa una escuela”. 25/03/2021
Uno de los efectos colaterales de la guerra en Siria ha tenido por protagonistas a las niñas, principales víctimas de un matrimonio temprano que ya afecta al 26 por ciento de las mujeres, el doble que antes de que estallase el conflicto hace ya diez años, según la ONG Plan International.
Siria ocupa el puesto 150 de la lista de 153 que elabora el Informe Global de Brecha de Género 2020 y que analiza los peores países del mundo para ser niña o mujer. La guerra no ha hecho sino exacerbar situaciones de violencia machista, abusos, acoso sexual o matrimonio infantil forzado.
Antes del conflicto, el 13 por ciento de las mujeres sirias contraían matrimonio siendo menores de edad, pero el dato se ha duplicado y asciende incluso hasta el 29 por ciento si se tiene en cuenta únicamente a las refugiadas que viven a día de hoy en Jordania y Líbano, según un estudio de Plan.
También han empeorado los datos de trabajo infantil, al tiempo que han aumentado la cifra de hogares encabezados por mujeres. Un 39 por ciento de las familias de sirias en Jordania están encabezadas por mujeres y los ingresos de estos hogares pueden ser hasta un tercio más bajos que aquellos en los que hay hombres.
La directora general de Plan International España, Concha López, ha lamentado que «el conflicto en Siria sigue marcando la vida de millones de niños, y especialmente niñas y adolescentes, cuya infancia ha sido arrebatada y cuyos derechos continúan vulnerándose de forma constante».
La ONG ha lanzado un «llamamiento urgente» para que tanto las autoridades locales como la comunidad internacional «protejan los derechos de los niños y niñas que viven en Siria y de los que viven en los países vecinos para asegurarles un futuro digno a través de la educación, el trabajo y el acceso a los servicios básicos».
El cierre prolongado de escuelas y el impacto socioeconómico de la pandemia preocupa especialmente, en la medida en que las niñas y adolescentes son quienes corren más riesgo de no volver nunca más a clase. La ONU estima que 2,5 millones de niños y niñas de entre 5 y 17 años no están escolarizados y 1,6 millones corren el riesgo de abandonar la educación.
Plan ha reclamado programas centrados en la atención de niñas, adolescentes y mujeres y que sus voces se escuchen de cara al desarrollo futuro. En este sentido, ha recordado que en las últimas conversaciones de paz organizadas en Ginebra solo el 15 por ciento de los participantes eran mujeres.
el viernes 26 de marzo de 2021, Luis Bonilla-Molina en el ciclo de entrevistas sobre las Ciencias Sociales en Lezzy Vargas, Directora del Centro de Estudios de Educación Emancipadora y Pedagogía Crítica (Cepec) de la Universidad Bolivariana de Venezuela, dialoga con Lezzy Vargas, Directora del Centro de Estudios de Educación Emancipadora y Pedagogía Crítica (Cepec) de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
La etnia más antigua de Honduras se enfrenta al Estado y a empresas madereras al oponerse a la tala indiscriminada. Son apenas unos 20.000 indígenas en un territorio que posee uno de los mejores pinares del país. Más de un centenar de ellos han sido víctimas mortales de esa violencia que enfrentan todos los días los defensores ambientales en América Latina.
Ángela Murillo y José María Pineda necesitan un día completo para llegar desde San Francisco Locomapa en el departamento de Yoro, a la ciudad de San Pedro Sula, al norte de Honduras. En bus, a pie o en mula, tienen que atravesar caminos inexistentes donde el Estado no llega con unos mínimos servicios básicos. Pertenecen a uno de los pueblos originarios más antiguos de América Latina, el Tolupán, y el territorio donde viven se caracteriza por tener uno de los mejores bosques de pino del país y ser una región rica en oro, óxido de hierro y plata.
“No somos pobres, el sistema nos ha empobrecido”, cuenta Pineda en videollamada. El líder tolupán tiene 61 años y trabaja por la defensa del territorio desde hace más de 30, cuando las empresas madereras y mineras empezaron a dejar los cerros pelados, extrayendo los recursos de manera ilegal en un territorio cuyo título de propiedad pertenece al pueblo Tolupán. Un documento que data de 1874 y que la ley hondureña actual no reconoce.
Los tolupanes denuncian que la deforestación de sus bosques se inicia a través de los planes anuales de manejo forestal, aprobados por el Instituto de Conservación Forestal (ICF), y otorgados a poderosas madereras como Velomato o Inmare, propiedad de terratenientes locales. Pineda ya ha sido acusado en tres ocasiones del delito de obstaculización de la ejecución de un plan de manejo forestal. Unos procesos de criminalización donde fue defendido por el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), una organización que acompaña a los tolupanes en la defensa de sus derechos. “Si no fuera por este apoyo, ya llevaría ocho años de estar preso”, recalca el líder.
Un tercio de los bosques vírgenes que quedan en el mundo se encuentra en tierras administradas por pueblos indígenas o que les pertenecen
Agrupados en 31 tribus, repartidas por los departamentos de Yoro y de San Francisco Morazán, los tolupanes cuentan con una población de unas 20.000 personas. Cada tribu cuenta con un consejo directivo que decide sobre la gestión de los recursos naturales. Sin embargo, las 996 familias de las 19 comunidades que forman el municipio de San Francisco de Locomapa se encuentran parcialmente divididas. Su Consejo Directivo ha sido acusado de negociar los bosques a espaldas de las asambleas. Y cuando se dieron cuenta, dice Pineda, ya tenían las máquinas en el territorio, sin informarles de los derechos que tienen como pueblo y vulnerando el derecho a la consulta previa, libre e informada. Así, Pineda y Murillo, junto a buena parte de la comunidad, conformaron un Consejo Preventivo de Tribu, como manera de seguir luchando y protegiendo el territorio sin atender a los intereses empresariales, tanto nacionales como internacionales.
“Un trabajo que vale la pena”, dice Murillo, que a sus 42 años ya ha pasado también por uno de estos procesos de criminalización por parte de las empresas. “Nos mandan amenazas continuas, gasean a las comunidades y asesinan a nuestras compañeras”, y recuerda a través de la videollamada el asesinato en 2013 de la lideresa María Enriqueta Matute, junto a dos compañeros más, a manos de sicarios.
Es la alarmante realidad que viven los tolupanes, denunciada reiteradamente por Naciones Unidas como parte de esa violencia que enfrentan todos los días los defensores ambientales en América Latina por luchar contra un modelo extractivista, impulsado por unos Estados que no tienen en cuenta los derechos de los pueblos. Particularmente en Honduras donde, así como la activista Berta Cáceres fue asesinada hace cinco años por defender un río de una empresa hidroeléctrica, más de 100 indígenas tolupanes han pagado con su vida por luchar contra el despojo forestal en las últimas décadas, según el MADJ.
No respetan los límites con las fuentes de agua. Además, si marcan un árbol, se llevan tres. Estas empresas son incontrolables”
JOSÉ MARÍA PINEDA, LÍDER INDÍGENA
“Recibimos discriminación, destierro y muerte cuando buscamos defendernos. Queremos una vida digna, no como la de ahora. Se sorprenderían si vieran cómo vivimos aquí, a pesar de estar rodeadas de tanta riqueza”. Y luchan, no solo por la salida de las empresas de los territorios, sino también contra la contaminación de los ríos, por el abandono estatal en educación, sanidad y demás servicios básicos, y por el racismo que sufren a la hora de exigir sus derechos. “Es una odisea llegar al hospital más cercano, a ocho horas de camino. Y cuando llegas, ves como primero atienden a la persona andina antes que a la indígena”, asegura Murillo.
“Recuerdo las palabras de Matute cuando le preguntaba si tenía miedo”, dice Pineda, “ella me decía que no, porque quería que sus hijos vivieran de manera libre en esta tierra”. Y también evoca las palabras de otro compañero asesinado cuando estaba frente al sicario: “No me mates, porque yo también defiendo tus derechos”. Y el sicario le disparó en la cabeza. “Estas palabras y la lucha de los caídos nos dan más fuerza. Si no nos defendemos nosotros, nadie más lo va a hacer”.
Al hablar sobre si la justicia existe en Honduras, ambos ríen. “Vale más la vaca de un rico que un indígena. Tenemos la madera detrás de la casa, pero no tenemos dinero para salvarla”, dice Pineda. “El Gobierno es responsable de las vidas que han dado los compañeros y compañeras, porque no nos ha protegido y nos ha matado”, destaca Murillo.
El territorio donde viven los tolupanes se caracteriza por tener uno de los mejores bosques de pino de Honduras
Honduras es un país señalado por organizaciones defensoras de derechos humanos por negar la existencia de los pueblos indígenas y facilitar las condiciones del extractivismo. “Al sistema no le interesa que nosotros vivamos, más bien que desaparezcamos para hacer uso de estos territorios”, afirma Pineda. De poco o nada sirve estar bajo el amparo del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), firmado también por el propio país, que exige no adelantar proyectos en sus territorios sin un consentimiento tácito. Sin embargo, un informe de Intermón señala que cerca del 20% de las concesiones mineras y de producción de energía e hidrocarburos se encuentran en tierras indígenas.
La importancia de los bosques
Naciones Unidas recordó el pasado 3 de marzo,Día Mundial de la Vida Silvestre, que la pérdida anual de bosque equivale a una superficie mayor que la de Dinamarca y que esta destrucción implica, no solo una merma enorme de la biodiversidad, sino también un freno menos al avance del cambio climático y la destrucción del sustento de millones de familias en el mundo. Hoy, Día Mundial de los Bosques, lo vuelve a reiterar poniendo en valor los conocimientos de las comunidades ancestrales que los han gestionado a lo largo del tiempo. Un aspecto reforzado por un nuevo estudio publicadoen la revista Frontiers in Ecololgy and the Environment que afirma que más de un tercio de los bosques vírgenes que quedan en el mundo se encuentra en tierras administradas por pueblos indígenas o que les pertenecen. La investigación insta al reconocimiento universal de sus derechos a la propiedad de la tierra, a elaborar políticas que tengan en cuenta su rol en la conservación y a reducir urgentemente la deforestación para frenar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Todo lo contrario de lo que sucede en territorio tolupán.
Lugar donde descansan los restos de José Salomón Matute y Juan Samael Matute, miembros del pueblo tolupán asesinados en febrero de 2019.FOTOS CEDIDAS POR EL MADJ
“Cuando la empresa entra en el bosque nosotros nos quedamos con la deforestación indiscriminada. Esto significa que el río y la quebrada van a desaparecer. Si dejamos que esto continúe así, vamos a desaparecer también”, destaca Pineda. “No respetan los límites con las fuentes de agua. Además, si marcan un árbol, se llevan tres. Estas empresas son incontrolables”. Efectivamente, el negocio de la explotación de la madera en territorio tolupán no es nada transparente. Así lo señala una investigación del Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD) que asegura que de enero a mayo de 2019 se habrían cortado 13.499 árboles, 4.500 más de lo previsto en el Plan de Manejo.
Naciones Unidas recuerda que la pérdida anual de bosques equivale a una superficie mayor que la de Dinamarca
Los recientes huracanes Iota y Eota vinieron a agravar la situación. Causaron la pérdida de casas y escuelas, la destrucción de caminos y cultivos de café, maíz y yuca. Y se sumaban a los efectos de una pandemia que no pueden asegurar que haya llegado al territorio, porque no hay acceso a pruebas. “Todo esto nos ha dejado en una miseria total. Nos curamos con la naturaleza, porque es imposible acceder a los servicios de salud. Entonces, si nuestro entorno desaparece, nosotras también con él”, dice la lideresa tolupana. Un cúmulo de factores que han hecho que, ante la falta de oportunidades, muchos jóvenes se hayan visto obligados a migrar en busca de mejores condiciones de vida.
La educación en tiempos de pandemia
La dificultad para acceder a los servicios básicos se extiende a la educación. No tienen recursos para poder comprar un teléfono y las pocas personas que tienen uno, raramente pueden conectarse a la red. “Como pueblo tolupán estamos fuera del sistema porque no tenemos esa capacidad y nos preocupa tener un grupo de personas analfabetas en un futuro”, afirma Pineda.
Más de 100 indígenas tolupanes han sido asesinados por la defensa de sus bosques, según denuncia el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ)FOTOS CEDIDAS POR EL MADJ
Hace unos meses, a raíz de la falta de acceso a la educación en este pueblo, desde el área de formación del MADJ se inició un proyecto de una escuela de alfabetización que tuvo buen resultado. “Los indígenas tolupanes no han tenido la oportunidad de poder formarse. El primer curso fue muy bien, con más de 50 personas, entre ellas un hombre de 85 años que no falló a ninguna clase, a pesar de estar a más de dos horas y media de camino montaña arriba”, explica por videollamada Darwin Alachán, coordinador del equipo operativo del MADJ. A pesar de que la pandemia obstaculiza el inicio del segundo módulo, Alachán recalca la importancia de que estos procesos se sostengan en el tiempo, a pesar de que las comunidades tengan que salir a otros territorios por la falta de energía eléctrica en las áreas del pueblo Tolupán. De esta manera, se podrán ir consolidando proyectos como el de la radio comunitaria, estancada debido al asesinato de Juan Samael Matute, a quien se le había formado en nuevas tecnologías.
Una formación educativa que también pasa por el respeto a la lengua y la cultura tolupana. En su lengua, el tol, tolupán significa “ser lleno de color producto de la tierra”. Este idioma está en situación crítica de extinción, según el Atlas UNESCO de las lenguas del mundo en peligro. “Se mantiene vivo entre los ancianos, pero la juventud apenas habla palabras sueltas. No queremos perder nuestra cultura propia, esa es nuestra riqueza”, señala Pineda.
En medio de los mejores bosques de pino de Honduras, los tolupanes sueñan con tener por fin la radio comunitaria, viviendas dignas, educación y sanidad de calidad, y que sus hijos e hijas puedan disfrutar de una vida libre. Esos sueños que ya tenían María Enriqueta Matute y la propia Berta Cáceres, quien también estuvo al lado del pueblo Tolupán, tal y como recuerda Murillo. “Son ejemplos de mujeres valientes indígenas que han dado su vida por un derecho que nos pertenece a todas. Las generaciones venideras vamos tras sus pasos, con la conciencia de continuar protegiendo los bosques y la vida”.
El feminismo ha sabido construir su historia a través de la elaboración de una genealogía de luchas intergeneracionales y la metáfora de las olas aparece siempre en el relato de esta historización. Las olas, como sinónimo de movimientos constantes, nos permiten vislumbrar una lucha que no se detuvo, que a lo largo de la historia resistió y combatió incansablemente a la opresión patriarcal.
El feminismo identificado con la “segunda ola”, también conocido como “feminismo radical”, surge hacia fines de los años 60 y se extiende bajo el lema de “lo personal es político”, intentando por todos los medios llevar lo privado a la arena política. Esta etapa marca el comienzo de una fuerte reflexión colectiva sobre las raíces profundas del patriarcado y la necesidad de la liberación de la mujer de la opresión, por su propia condición de género. Para estas feministas su lucha fue a la vez un desafío político y una ética personal.
En América Latina, a mediados de los años 70, salvo en algunos países del sur, donde por las dictaduras existentes los movimientos de mujeres fueron parte de la resistencia, se comienzan a delinear el Movimiento Feminista y de Mujeres, con muchas de las características que en la actualidad presenta este gran colectivo de lucha y resistencia.
Desde el Aquelarre de las insumisas, como espacio que se propone tejer redes para organizarnos y visibilizar nuestras luchas por otros mundos posibles, entendemos que recuperar nuestra historia de resistencias feministas nos posibilita vislumbrar un futuro de esperanza donde no quepa el patriarcado, ni ninguna otra forma de opresión ni violencia.
Por tal motivo las invitamos al ciclo: “Historia del feminismo- Segunda Ola”, el día Sábado 27 de marzo del 2021 en los siguientes horarios:
13.00 hs. México
14.00 hs, Colombia- Perú
15.00 hs, Venezuela
16.00 hs. Argentina- Chile- Uruguay
Se transmitirá por el Facebook del Aquelarre de las Insumisas
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