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Soy muy viejo para aprender

Por: Mariana Sofía Jiménez Nájera

El edadismo, además de ser la forma de discriminación más aceptada del mundo, es un grave obstáculo para el aprendizaje continuo de los adultos mayores.

Discriminación por número: el edadismo

Cuando conocemos a alguien por primera vez y por mera curiosidad le preguntamos: “¿de qué edad me veo?”, y si la persona contesta que aparentas una edad más joven, nos sentimos orgullosos de ello; pero si contestan que te ves mayor de lo que realmente eres, podemos sentirnos decepcionados y hasta ofendidos.

Las cremas faciales antiarrugas, espectaculares con la moda de hoy y hasta las películas en cartelera siempre retratan a protagonistas jóvenes; los medios de comunicación promocionan que el ser joven determina el valor de las personas. Desde siempre ha existido el rechazo hacia los adultos mayores, pero ha sido tan normalizado que pasamos por alto el elefante rosa que ocupa la habitación entera: el edadismo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el edadismo como “los estereotipos (cómo pensamos), prejuicios (cómo sentimos) y discriminación (cómo actuamos) hacia otras personas o nosotros mismos basados en la edad”. Mientras que este tipo de discriminación afecta a todas las personas desde la niñez en adelante, este es mucho más notable en el sector de la tercera edad; donde globalmente, 1 de cada 2 personas discrimina a otros basados en la edad. Lo cual resulta irónico, porque nadie se salva del envejecimiento y al final, sería como discriminarse a uno mismo.

Pensémoslo. Cuando vemos a una persona mayor utilizando las redes sociales del momento nos impresionamos, o también cuando les hablamos de manera lenta y pausada desde el primer momento lo consideramos como un estilo de “etiqueta” hacia estas personas. Estos son algunos ejemplos de edadismo que hemos adoptado y estandarizado, pero debemos tener en cuenta que puede tener consecuencias negativas en la salud, bienestar y derechos humanos de la persona; incluso en la percepción de ellos mismos.

A causa de cómo los medios de comunicación han retratado al sector de la tercera edad a lo largo de los años, los estereotipos que los caracterizan se enfocan en el deterioro de su salud mental y física, retratándolos como incompetentes, inútiles, olvidadizos, no atractivos, aislados, etc. Esta mentalidad es muy dañina por lo que se ha demostrado que personas que adoptan esta manera de pensar llegan a morir alrededor de 7.5 años antes de lo que lo harían otras con una perspectiva más positiva hacia el envejecimiento.

No puedes enseñarle trucos nuevos a un perro viejo… ¿o sí?

Siendo la forma de discriminación más aceptada en el mundo (incluso más que el racismo y el sexismo) según la OMS, el edadismo demuestra que bloquea a las personas para seguir desarrollándose en nuevas áreas, o como dice la frase: “no puedes enseñarle nuevos trucos a un perro viejo”. Lo cual está equivocado ya que, sin importar nuestra edad, toda la vida podemos seguir aprendiendo, incluso se ha creado un concepto para eso, el cual es el aprendizaje a lo largo de la vida.

Anteriormente, se pensaba que el cerebro era una estructura rígida al llegar al final de la etapa de desarrollo a los 25 años de edad. Empero, estudios han demostrado que no es así, y que nuestro cerebro en realidad continúa desarrollándose toda la vida. Incluso, a una edad avanzada, el cerebro todavía es capaz de crear nuevas conexiones neuronales para responder a nuestro entorno; sin embargo, para lograrlo debemos continuar aprendiendo continuamente, ya que al no hacerlo el cerebro se encoge y las conexiones comienzan a disiparse.

Debido a lo que nos han adoctrinado sobre la vejez, podemos pensar que es imposible aprender cosas nuevas como resultado del deterioro físico y cognitivo. También, aunque existen padecimientos que deterioran el proceso cognitivo de las personas como el Alzheimer o la demencia, esto no sucede para todas las personas; dejando libre el camino para aprender. Asimismo, existen deficiencias físicas, como por ejemplo, no es lo mismo correr un maratón en tus veintes que a tus cincuentas, eso no impide que puedas realizar este tipo de actividades, solo serán en menor intensidad.

¿Y por qué una persona mayor debería de aprender si ya sabe cómo trabajar o está cómodamente retirado? Fácil, para tener un buen estado emocional y tener una mente y cuerpo sano para esta etapa de la vida. Cabe recalcar que no es suficiente con mantener una mente sana, sino que debemos hacerla crecer. Hemos escuchado que, con el fin de evitar el declive cognitivo, las personas mayores deben activar su mente a través de actividades como crucigramas o manteniendo una dieta saludable, sin embargo, aprender habilidades que hagan crecer el cerebro es mucho más beneficioso que mantenerlo activo. De hecho, estudios comprueban que aprender habilidades del día a día (usar un smartphone, aprender un idioma, pintar, etc.) mejoran los procesos y habilidades cognitivas de adultos mayores.

Otra razón para continuar aprendiendo durante esta etapa de la vida, es para que la persona pueda vivir su independencia. En vista de que todo hoy en día es tan cambiante y dependiente de la tecnología, es necesario actualizarse constantemente en las nuevas tendencias para no incentivar la dependencia funcional en otras personas y poder hacer las cosas uno mismo.

El edadismo en el aprendizaje

No obstante, siendo el prejuicio más aceptado en el planeta, el edadismo presenta diversos obstáculos cuando se trata de aprendizaje. No solamente existe la barrera interna que hace que una persona se menosprecie por su edad, sino que también existen barreras externas.

Se dice comúnmente que los infantes son como esponjas que absorben habilidades y aprendizajes muy rápido, lo cual se debe parcialmente a que los infantes son constantemente animados por sus familiares y maestros en entornos estimulantes donde se le da la máxima prioridad a su desarrollo cognitivo. Por otro lado, para los adultos mayores es todo lo contrario, puesto que ellos por lo general se encuentran en entornos desalentadores para su aprendizaje y el acceso a recursos y maestros es mínimo.

Otro obstáculo que puede ser muy desmoralizante para continuar aprendiendo a edad avanzada, es el trato que en muchas ocasiones se les da a estas personas en el campo laboral. Desafortunadamente, es a ellos a quienes se les dan menos oportunidades para seguir afinando sus habilidades por medio de capacitaciones, ya que hay preferencia por los empleados más jóvenes.

La negatividad que ocasiona el edadismo puede ser extremadamente desmotivante para muchas personas y hacerlas dudar de ellas mismas, creando en los adultos mayores un sentimiento de rechazo hacia el aprendizaje y pensar que “son demasiado viejos para aprender”.

No todo se torna gris

El tiempo es un gran maestro. Es gracias al paso de los años que atravesamos por diferentes etapas de nuestras vidas, las cuales significan nuevas experiencias y enseñanzas que ayudan a que nuestras habilidades incrementen. Algunas de estas son:

  • Vocabulario: Será más extenso y floreado, y mejorarán tus habilidades de comunicación con el tiempo.
  • Razonamiento inductivo: Basándote en la experiencia adquirida, será más sencillo resolver problemas y tomar la mejor decisión más rápido.
  • Matemáticas: Tendrás más tiempo practicando matemáticas que las personas más jóvenes.
  • Optimismo: En general, los adultos mayores tienen una perspectiva más positiva de su entorno, a diferencia de los jóvenes.
  • Satisfacción: Te sentirás más contento con lo que has realizado a lo largo de tu vida, lo cual impulsará que quieras continuar aprendiendo nuevas cosas.

Es importante hacer hincapié en que es gracias a la tecnología que existe hoy en día que el aprendizaje se puede obtener a través de diversos medios como: cursos, MOOCs, audiolibros, etc., lo cual hace que aprender nuevas habilidades sea más accesible a través de una infinidad de plataformas. Asimismo, en los últimos años se han visto esfuerzos de parte de universidades en todo el mundo para integrar programas académicos (y muchos de bajo costo) para adultos de la tercera edad.

Debemos aprender a valorar y apreciar cada etapa de nuestras vidas, incluyendo la vejez. Las personas no tenemos una fecha de caducidad para el aprendizaje, y siempre podremos descubrir un nuevo talento o algo en lo que no sabíamos que teníamos facilidad para hacer. Dejemos que la vida nos sorprenda y evolucionemos constantemente, y como dijo el cantante británico David Bowie: “Envejecer es un proceso extraordinario en el cual te conviertes en la persona que siempre debiste ser”.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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“Nadie lo ignora todo, nadie lo sabe todo. Por eso aprendemos siempre”

Por: Karina Fuerte

 

El aprendizaje es un proceso que nunca acaba, todas las personas somos aprendices de por vida.

La semana pasada pude finalizar un objetivo que tenía pendiente desde hace mucho tiempo: la publicación del reporte Edu Trends sobre aprendizaje a lo largo de la vida. Inicié el primer borrador del reporte en el 2019, empecé a hacer entrevistas, visité varias universidades (principalmente en España), tuve un sin fín de videollamadas con personas interesantísimas, intercambié información por correo con otras tantas, y leí. Leí mucho. Pero luego llegó el 2020 y con él, la pandemia.

Con la llegada de la pandemia guardamos en una carpeta este reporte para dar prioridad a lo que acontecía en ese momento. Cuando por fin pude retomar el proyecto, habían pasado tantas cosas que no me fue posible simplemente continuar donde me quedé. ¿Cómo retomarlo así nada más, cuando el mundo había cambiado tanto?

Retomar el reporte me costó mucho más trabajo que iniciarlo. Tenía todavía más preguntas que cuando lo empecé a escribir. Pero este proceso de relectura y reescritura, en un mundo pospandemia, me reafirmó la importancia de escribir sobre este tema.

No quiero extenderme mucho más, pues me parece raro escribir sobre algo que yo misma escribí. Si quieren saber más sobre este reporte antes de descargarlo, les recomiendo el artículo que Andrés García Barrios escribió al respecto. Él, mejor que nadie, pudo resumir en un par de cuartillas, de qué va este reporte y su relevancia. Aprovecho para agradecer a Andrés por sus palabras, pero sobre todo, por el acompañamiento durante los últimos meses.

Para quienes quieran echar un vistazo previo a este reporte Edu Trends sobre aprendizaje a lo largo de la vida, a continuación, les comparto el prefacio.


Prefacio

Nadie ignora todo,
nadie sabe todo.
Por eso aprendemos siempre.

Paulo Freire

Inicio este mensaje con palabras del filósofo y educador brasileño Paulo Freire, no solo porque quedan como anillo al dedo al tema que analizaremos en las siguientes páginas, sino para que nos sirvan como humilde recordatorio de que el aprendizaje es un proceso que nunca acaba, que todas las personas somos aprendices de por vida.

El primer esbozo de este reporte nació en 2019, en aquel mundo prepandemia que hoy parece tan lejano, y en el que ignorábamos la crucial experiencia que estábamos por vivir como humanidad. Durante los peores meses de la pandemia de COVID-19 este reporte pasó a modo hibernación, pues había muchas otras prioridades que atender; sin embargo, el tema estuvo siempre rondando en mi cabeza (y creo que nunca saldrá de ella).

Cuando retomé el proyecto y reinicié mis lecturas de investigación, fue agridulce darme cuenta de lo mucho que ignoraba sobre la historia del aprendizaje a lo largo de la vida. Escribir este reporte fue un proceso fascinante e incómodo a la vez, pues advertí que conocía solo una mínima parte de lo que abarca ese concepto, ese nombre de moda que tanto escuchamos últimamente: lifelong learning. Durante este tiempo aprendí mucho y desaprendí todavía más. A cuatro años de aquel primer borrador, les presentamos el resultado de ese proceso intermitente de aprendizaje/desaprendizaje que culmina en este reporte.

El aprendizaje es una necesidad social, nos dice Peter Jarvis; los seres humanos aprendemos a ser y a estar en el mundo. Solo recientemente ―quizás a raíz del alud de información que permite la tecnología― la humanidad empieza a revalorar la sencillez de la vida diaria y de sus lecciones permanentes. Las enseñanzas de la vida, la escuela de la vida, han vuelto a hacer su aparición con gran fuerza. Hoy más que nunca, después de lo vivido desde 2020, necesitamos reaprender todo esto. He ahí la relevancia de la tendencia que esperamos poder reivindicar en el presente reporte. Demostrar que se trata de mucho más que una palabra de moda es el objetivo de las páginas que vienen a continuación.

 

Karina Fuerte
Editora en jefe, Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx

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¿Por qué hemos dejado de leer?

Por: Mariana Sofía Jiménez Nájera

 

Existen muchas razones por las cuales dejamos de leer, sin embargo, el uso constante de la tecnología en nuestra vida diaria ha afectado nuestra capacidad de atención. Te invitamos a saber por qué y cómo regresar al hábito de la lectura.

Solía ser una persona que se consideraba lectora. Desde la primaria hasta terminar mi carrera profesional, para mí siempre fue normal acudir a la biblioteca y rentar un libro para leer en mi tiempo libre, ahí mismo leía la parte de atrás y si me interesaba lo llevaba conmigo. Sin importar reseñas negativas en internet o si a la mitad del libro lo encontraba aburrido, no dejaba de leer hasta que lo terminara.

Pero en los últimos años mi hobby por la lectura ha ido en declive, no leo las cantidades de novelas que leía anteriormente. Mientras que fui adquiriendo nuevas responsabilidades y pasatiempos, es entendible; pero ha sido algo que internamente me ha causado mucho ruido. Esto lo he externado a familiares, amigos y compañeros de trabajo, solo para darme cuenta que a la mayoría de ellos les pasaba lo mismo. Muchos estamos en el mismo dilema, y es aquí donde me pregunté: ¿por qué hemos dejado de leer?

La lectura en México

A pesar de que la gama de materiales de lectura se ha ampliado hacia lo digital, la lectura en México se ha reducido. Según datos del Inegi, en el 2023 el 68.5 % de los mexicanos mayores de 18 se consideran lectores, leyendo un promedio de 3.4 libros en el último año. Otro aspecto que llama la atención es que del porcentaje de lectores, tan solo 27.1 % logra comprender todo lo que lee.

La lectura y su comprensión en los mexicanos ha declinado en los últimos años.

Este último dato sobre la comprensión lectora es curioso, no solo es que no se lee, sino que no se está comprendiendo el contenido. Y dejando de lado la infinidad de razones por las que las y los mexicanos no leen (falta de estímulos para leer durante la infancia, falta de recursos económicos y tiempo, desinterés, entre muchos otros), hay una en específico que puede ser el caso para muchos de nosotros que ya no leemos con la regularidad de antes: el impacto de los dispositivos tecnológicos en nuestra capacidad de atención.

¿Culpamos a la tecnología?

Todos tenemos la elección de qué tanto utilizar nuestros dispositivos tecnológicos y podemos implementar medidas como temporizadores que cierran aplicaciones después de cierto tiempo o evitar revisar el celular frecuentemente. Nuestros dispositivos solo nos notifican, somos nosotros los que nos distraemos con dichos mensajes. Un estudio realizado por Maxi Heitmayer encontró que el 89 % de las interacciones con smartphones las inicia el usuario, mientras que el 11 % son interacciones impulsadas por notificaciones.

«La manía de nuestras vidas en línea revela lo siguiente: continuamos deslizando a través de nuestros celulares porque nunca estamos completamente satisfechos», comenta Andrew Sullivan en su artículo, el cual reflexiona sobre cómo la tecnología ha transformado nuestras vidas. Son tantos los mecanismos que se han inventado para tenernos enganchados como el infinite scroll o los algoritmos que están tan apegados a nuestros gustos, que no es sencillo dejar de ver nuestras pantallas. Según Electronics Hub, el promedio mundial de la cantidad de tiempo que una persona ve la pantalla de su celular al día es de seis horas con 37 minutos.

Además, la información que recibimos son artículos cortos o videos de máximo un minuto, que poco a poco se van apilando; ocasionando que perdamos la noción del tiempo y pensando que te darás un descanso de cinco minutos, cuando en realidad pasó media hora sin darte cuenta. Este tiempo se podría utilizar leyendo un libro o haciendo otra actividad.

Las interrupciones en las tecnologías nunca paran y no tienen horario, por lo que nuestro cerebro, el cual se está acostumbrando a la era digital, hace que nuestra atención se divida en intervalos mucho más cortos y evita que nos concentremos profundamente. No ayuda el hecho de que el multitasking es la normalidad hoy en día, y la lectura es una actividad que requiere nuestra total atención si se quiere tener una buena comprensión lectora.

Asimismo, no es sorpresa que con la saturación de información nuestra capacidad de atención se reduzca cada vez más. En su libro, Gloria Mark afirma que en el 2023, la capacidad de atención de las personas es de 75 segundos, donde las personas pueden poner su total atención en una pantalla por 47 segundos. Adicionalmente, al distraerse del trabajo activo, puede tomar hasta 25 minutos volver a concentrarse en lo que estaban trabajando originalmente.

Nuestra paciencia también se ha visto afectada, sobre todo en las nuevas generaciones. Por ejemplo, anteriormente para realizar un reporte escolar se debía acudir a la biblioteca, encontrar el libro del tema de tu interés, y leer hasta capítulos completos para obtener la información deseada. Ahora la información que buscamos está a nuestro alcance en cuestión de segundos y si no la encontramos en la primera página de Google, nos desesperamos. En consecuencia, es difícil leer libros si no te atrapan desde las primeras páginas, lo cual puede ser desmotivador para continuar leyendo y lo más fácil es cambiar de actividad. Los algoritmos en redes sociales son tan apegados a nuestras preferencias que engancharse es sumamente sencillo, en especial cuando consumimos pequeñas dosis de información que nos mantienen entretenidos y donde cambiar de tema es fácil cuando puedes deslizar hacia abajo.

La manera en la que leemos también ha cambiado, pero es más notorio cuando leemos de manera digital. Mientras que el scanning (escaneo) es una estrategia que ayuda a encontrar información rápidamente, esta impide la comprensión total de un texto; y es esta técnica la que se ha permeado en la manera en que se consume la información de forma digital. En este mundo sobresaturado de información, se quiere llegar al grano de lo que sea que consumamos, no tenemos tiempo de leer párrafos ornamentados o introducciones.

Otro factor que resalta, es que hoy en día el consumo de series de televisión y películas es más popular y hay muchísimas plataformas de streaming; para las personas es más cómodo gastar en un mes de suscripción de una plataforma con un catálogo infinito, a pagar un solo libro que es posible que no sea de su agrado y que rara vez vuelven a leer.

Algunos consejos para regresar al hábito de la lectura

Nuestro cerebro se ha adaptado al uso constante de la tecnología, por lo que nuestra atención está dividida y es más corta. Para leer, se requiere de un pensamiento profundo y concentración continua para absorber toda la información de manera consciente. Te propongo algunos consejos que te ayudarán a regresar al hábito de la lectura:

  • Lee cuentos cortos: Comenzar un libro largo puede ser abrumador. Hay cuentos que puedes terminarlos en una sola sesión, y estos pueden incentivar tu apetito por leer algo más extenso.
  • Aparta en tu agenda un espacio para la lectura: Puedes iniciar leyendo 15 minutos diarios e ir aumentando la cantidad de tiempo para acostumbrarte a leer de nuevo.
  • Empieza un diario de lectura: En un cuaderno, por cada sesión de lectura puedes apuntar lo que más te gustó, lo que comprendiste del texto o lo que quieras con respecto a tu libro. Esta también es una manera de entrenar la atención continua y confirmar tu comprensión lectora.
  • Comenta con seres queridos: Hacer actividades en conjunto puede ser un gran estímulo para motivarse mutuamente. Puedes hacer un círculo de lectura con seres queridos para hablar y reflexionar sobre un libro que todos quieran leer.

La lectura tiene muchos beneficios para nuestra mente y ayuda a expandir nuestro conocimiento e imaginación. La tecnología no es nuestro enemigo, incluso puede ser una excelente herramienta para comentar un texto o encontrar recomendaciones de libros; solo debemos ser conscientes de su uso responsable para el manejo del tiempo. Definitivamente al realizar este artículo soy más consciente del tiempo que utilizo mi celular, y que debo hacer un esfuerzo para hacer un espacio para la lectura; una actividad que era mi día a día durante mis años en la escuela y que quiero retomar e incorporar nuevamente a mi vida. Así que si tienes la misma inconformidad que yo, espero esta nota te ayude a regresar al hábito de la lectura. Y sobre todo, ¡agradezco tu atención por llegar hasta el final!

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx

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Emociones positivas y su rol en un entorno de aprendizaje

Por: José Alberto Herrera Bernal

 

Hace unos años, cuando finalicé mis estudios de posgrado tuve la oportunidad de presentar mi proyecto en un congreso internacional de educación, a través de una ponencia, con el apoyo y guía de mis asesores de tesis. Emociones de agradecimiento, alegría y amor es lo que recuerdo haber sentido ese día, por todas las personas que se vieron involucradas para construir ese momento en mi vida.

Además de poder compartir y difundir mi experiencia en un foro internacional, esta práctica me permitió visualizar hacia dónde dirigirme y encontrar mi propósito de vida. Ahora que soy asesor de mis tesistas, busco generar situaciones de aprendizaje memorables que puedan trasladarse a un contexto profesional y personal. En este artículo, te comparto consejos y estrategias para una formación emocionalmente positiva en el espacio de aprendizaje sin importar la disciplina que se imparte. El objetivo es que los estudiantes y los docentes disfruten el proceso de enseñanza aprendizaje.

Las emociones positivas como estados emocionales hacen que el individuo se sienta bien, genere apertura, conexión y sea creativo; logrando que sus pensamientos, acciones y perspectivas se amplíen para enfrentar de mejor manera el estrés, la adversidad y los desafíos de la vida (Fredrickson, 2001)En un entorno de aprendizaje las emociones positivas ayudan a crear un ambiente de aprendizaje positivo cuando se acompañan de estrategias didácticas y pedagógicas bien definidasLas emociones positivas generan disposición y apertura del estudiante aumentando su motivación y compromiso hacia el aprendizaje; Asimismo, disminuye el estrés y la ansiedad mejorando su salud y bienestar emocional. Por ello, propiciar un ambiente de aprendizaje donde los estudiantes experimenten emociones positivas les facilitará la adquisición de nuevos conocimientos y tendrán la oportunidad de vivir experiencias memorables.

Relación entre las emociones positivas y el aprendizaje

En un estudio realizado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología en Taiwán a 268 estudiantes de séptimo curso, se investigó sobre el efecto de las emociones positivas en el desarrollo de las capacidades lingüísticas relacionadas con el idioma inglés (listening, reading, writing) en dos grupos, uno de control y otro experimental. Se hizo una intervención enfocada en generar momentos de buen humor en el estudiante utilizando fun riddles o adivinanzas divertidas como recurso didáctico que duró seis semanas. Dentro de los resultados a destacar de esta intervención se encuentra el hecho de que, los estudiantes participantes en el grupo experimental manifestaron que les resultó útil y que aprendieron palabras nuevas haciendo uso de fun riddles para mejorar sus capacidades lingüísticas. Incluso, el estudio menciona que a algunos de los estudiantes les encantaba compartir las adivinanzas que habían aprendido en clase con sus familias y amigos. También se menciona que, desde la perspectiva del profesor, el ambiente en clase era bueno, los estudiantes se mostraban más alegres y esperaban con impaciencia las siguientes sesiones de clase. Así pues, el estudio concluyó que, al fomentar un entorno favorable al aprendizaje, los estudiantes incrementaron simultáneamente sus emociones positivas, su sentido del humor y su capacidad lingüística. Es decir, aprenden con mayor facilidad y tienen mayor empatía hacia el contenido presentado por el docente. Además, son capaces de manejar mejor sus emociones y el estrés que les pudiera generar el proceso de aprendizaje (Liao et al., 2023).

En otro estudio realizado en Alemania por el Ministerio Federal y de Investigación de este país (Bundesministerium Für Bildung und Forschung), se comparó el desempeño de los estudiantes que pertenecen a un contexto de aprendizaje dirigido por el profesor contra estudiantes que se encuentran en un contexto de aprendizaje autodirigido. Con los datos recogidos de los 828 adolescentes que participaron en el estudio a través de un análisis estadístico de ambos contextos se plantearon tres principales constructos relacionados con: 1) el logro de los objetivos, 2) las emociones positivas y 3) la autoeficacia. Cada uno de ellos estaban compuestos por indicadores específicos y medidos por medio de escalas de Likert. La comparación realizada reveló que los estudiantes bajo una modalidad de aprendizaje autodirigido presentan medias más altas en la relación logro de objetivos y emociones positivas, respecto a los estudiantes que se encuentran bajo la tutela del profesor. Es decir, aspiran a mejorar sus capacidades, perciben las oportunidades de aprendizaje como una oportunidad para su desarrollo continuo e interpretan los fracasos como una motivación para esforzarse más en su desarrollo. Así entonces, al fomentar un ambiente de aprendizaje positivo, se logra impactar de manera favorable en los procesos de aprendizaje de los estudiantes. Por otra parte, Schweder, Raufelder y Wulff (2022) afirman que el fomentar la autoeficacia y las emociones positivas en contextos de aprendizaje que trabajan con un enfoque hacia el logro de objetivos, es beneficioso para prevenir el declive motivacional del estudiante (Schweder et al., 2022).

Una experiencia adicional se presenta en el estudio realizado en el Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, en México, donde se documenta la importancia de las emociones positivas en el ámbito educativo. En esta experiencia, se implementó la gamificación como estrategia didáctica para favorecer la motivación y el compromiso de los estudiantes para adquirir los conocimientos en el área de química en un contexto de aprendizaje a distancia durante la pandemia por COVID-19. Participaron 48 estudiantes del área de ingeniería, a los cuales se les aplicó un cuestionario con 25 reactivos, divididos en dos grandes categorías motivación y compromiso. Para identificar sus percepciones respecto a la estrategia didáctica y la adquisición de conocimientos de la disciplina antes mencionada. Asimismo, se aplicaron pruebas de conocimientos a los estudiantes antes y después del uso de la estrategia para determinar si se producían cambios en los resultados del aprendizaje. Encontraron que la gamificación aumentó la motivación y el compromiso de los estudiantes mejorando su disposición y actitud hacia la clase como fue mantener la cámara encendida durante las sesiones y su asistencia regular a la clase, incluso mejoraron sus calificaciones con una tasa final de aprobados de 76 %. Así entonces, este estudio muestra la utilidad de planificar estrategias que ayuden a mejorar la motivación y promuevan el interés de los estudiantes en un contexto de aprendizaje en línea (Chans y Portuguez, 2021).

Estrategias para generar emociones positivas en el aula

A continuación, te comparto dos sencillas estrategias que, de forma transversal a tu disciplina, puedes aplicar para ayudar a los estudiantes a identificar emociones positivas que pueden servir como motor para ser más receptivos a los aspectos disciplinares que les compartes durante tus sesiones.

Tu sonrisa. Solicita a tus estudiantes que busquen en su dispositivo móvil una fotografía que los haga sonreír, que los haga sentir emociones tales como alegría, amor, gratitud o esperanza. Una vez que han seleccionado la fotografía, pídeles que la observen por un minuto y que escriban de tres a cinco eventos que consideren favorecieron para que la foto que acaban de seleccionar exista y que, ahora que la vuelven a ver los haga sonreír. Regularmente los estudiantes seleccionan fotos de ellos con su familia, amigos o mascotas en algún momento significativo de sus vidas, haciendo alguna actividad que les gusta como la música, el deporte, el arte, un trabajo, o de lugares que visitaron. Esta estrategia es una adaptación del diseño original de la actividad propuesta en la Semana Tec llamada “Ikigai: construye tus sueños”, del Tec de Monterrey.

Posteriormente, pide a los estudiantes que suban la fotografía a un tablero digital como Padlet o Jamboard, que escriban su nombre en la publicación y que la acompañen de una frase de no más de ocho palabras que describa por qué esa foto los hace sonreír. También, puedes pedir a algunos de los estudiantes que compartan un poco de su foto con el grupo. Invítalos a que cada vez que se sientan estresados, preocupados y tal vez hasta molestos, pueden regresar a ese tablero digital y encontrar algo que seguramente los hará sonreír y así despejar su mente para continuar ocupándose (resolviendo) de aquello que los estresa, preocupa o molesta. Esta actividad la he utilizado para acercar a los estudiantes a conceptos y aspectos generales que rodean a las emociones positivas y la importancia que tienen para identificar y construir su propósito de vida. También se puede utilizar de manera transversal como actividad rompehielos, para iniciar la impartición de una unidad de formación o para ayudar a los estudiantes a prepararse emocionalmente para el cierre del ciclo académico, en el cual podrían estar por entrar a momentos de ansiedad y estrés.

Esculpiendo emociones positivas. Para realizar esta actividad se necesita plastilina (tipo Play-Doh). Pide a los estudiantes que moldeen un objeto que simbolice una de las emociones listadas abajo. Una vez realizada la figura con plastilina, invítalos a que describan, frente al grupo, cómo es que ese objeto representa la emoción que seleccionaron. Para finalizar, toma una foto de todos los objetos, crea un collage y compártelo en un espacio digital. Invítalos a comentar sobre cómo se ven las emociones positivas que genera el grupo.

Al igual que la estrategia anterior, puedes utilizarla como un elemento rompehielos dentro de tu secuencia didáctica ya sea para iniciar la impartición de tu unidad de formación o bien, en algún momento que necesites monitorear cómo llegan emocionalmente tus estudiantes a una sesión específica o periodo dentro de la unidad de formación. En lo que se refiere a la parte disciplinar, esta estrategia se puede utilizar para conocer y profundizar, de manera específica en cómo se definen y pueden entenderse las diez emociones positivas de Barbara Fredrickson y de ahí relacionarlas con otros elementos de la psicología positiva.

A continuación, el listado de las emociones con su descripción desarrollado por Fredrickson (2009) como marco de referencia para implementar tu actividad.

  1. Amor. El amor es una cosa esplendorosa, no se trata solo de un tipo de positividad, incluye aspectos como la alegría, gratitud, serenidad y el asombro.
  2. Alegría. Esta emoción se da cuando estás en un lugar conocido y seguro. Las cosas van bien, entonces tu cara se ilumina con una sonrisa y un brillo interno. Te dan ganas de absorberlo todo. Tienes ganas de echarte un clavado e involucrarte en todo lo que está a tu alrededor.
  3. Gratitud. La gratitud se da cuando apreciamos algo que nos ha llegado como un regalo digno de atesorar. La gratitud nos abre el corazón y trae consigo las ganas de dar algo de regreso, de hacer algo bueno por alguien, sin un sentido de estar pagando alguna deuda, es decir, nos hace dar de una manera libre y creativa.
  4. Interés. Aunque te sientes perfectamente seguro, algo nuevo o diferente te llama la atención y te llena de una sensación de posibilidad o misterio, en otras palabras, el interés es lo que te invita a explorar, a asimilar nuevas ideas, a querer aprender más.
  5. Esperanza. Aunque la positividad generalmente se da cuando te sientes seguro y satisfecho, la esperanza es una excepción. La esperanza entra en acción cuando las circunstancias son difíciles o cuando existe incertidumbre sobre cómo saldrán las cosas. La esperanza impide que nos desanimemos en momentos que existe la desesperación. Nos motiva a recurrir a nuestras propias capacidades e inventiva para darle un giro a las cosas e inspira a planear un futuro mejor.
  6. Orgullo. El orgullo es una de las llamadas emociones conscientes, porque con base en nuestras acciones, es que nos hacemos conscientes de nosotros mismos, es decir, sentimos orgullo cuando merecemos reconocimiento y vergüenza cuando merecemos ser culpados. El orgullo enciende sueños de hacer más y alcanzar nuevas metas; esta emoción motiva al logro.
  7. Asombro. Esta emoción se da cuando nos encontramos con lo bueno a gran escala. Realmente nos sentimos sobrecogidos por la grandeza. El asombro nos hace detenernos, se deshacen las barreras y nos sentimos parte de algo más grande que nosotros mismos, nos sentimos humildes y nos lleva a entender que somos parte de algo mucho mayor.
  8. Inspiración. Sentirte inspirado cautiva tu atención, te toca el corazón y te atrae, la inspiración no sólo nos hace sentir bien, nos hace querer expresar lo bueno y hacer el bien.
  9. Diversión. A veces pasa algo inesperado que simplemente te hace reír. La diversión trae el deseo incontenible de reírse y compartir nuestra jovialidad con los demás.
  10. Serenidad. Como la alegría, la serenidad surge cuando tu entorno es seguro y conocido, pero es mucho más tranquila. Es cuando puedes suspirar largamente porque tus circunstancias en ese momento son muy cómodas y están justamente bien.

Reflexión

Permite que las y los estudiantes entren en contacto con diversas emociones positivas dentro del espacio de aprendizaje, les dará la oportunidad de identificar fortalezas de carácter en ellos mismos, como la creatividad, la humildad, la autorregulación, la perseverancia, etc., además de ser detonantes para su bienestar físico, mental y social.

Las estrategias que comparto en este artículo las he implementado en unidades de formación como la Semana Tec que tiene por nombre Semana Tec “Ikigai: construye tus sueños”, también en bloques de educación general para la Escuela de Ingeniería y Ciencias, así como en cursos de capacitación con docentes. En términos generales, han sido bien recibidas por los participantes, ya que les permite reconectar con su interior y darse cuenta de que disfrutar lo que están haciendo, por pequeño, grande, sencillo o complejo que parezca, es una buena forma de aprovechar la experiencia. También, sirve para reconocer que las emociones positivas están en todos los momentos de la vida y ser consciente de ello, favorece la forma en la que enfrentamos el día a día y cómo transforman su experiencia de vida.

En el aspecto personal, estas prácticas me han permitido encontrar puntos de interés en común con los participantes en temas relacionados con la música, el deporte o posibles colaboraciones en proyectos profesionales; lo que ha favorecido en mi dinámica laboral y personal. A través de este artículo comparto con ustedes mi experiencia en temas relacionados con la psicología positiva y el aprendizaje, esperando les sea de utilidad y con ello poder aportar algo positivo a nuestros entornos de aprendizaje.

Acerca del autor

José Alberto Herrera (jalberto.herrera@tec.mx) es Líder en diseño de soluciones pedagógicas en la dirección de Innovación Educativa y Aprendizaje Digital del Tecnológico de Monterrey Campus Monterrey. Sus áreas de interés continuo son aprender y aportar al ámbito educativo.

Referencias

Barragán, R. y Morales, C. (2014). Psicología de las emociones positivas: generalidades y beneficios Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 19, núm. 1, pp. 103-118. Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C. Xalapa, México.

Chans, G. y Portuguez, M. (2021). Gamification as a Strategy to Increase Motivation and

Engagement in Higher Education Chemistry Students. Computers, 10, 132, https://doi.org/10.3390/computers10100132

Fredrickson, B. (2009). Positivity Las 10 emociones positivas. Lectura de trabajo Certificado Fundamentos de Psicología Positiva. Tecmilenio.

Fredrickson, B. (2001). The role of positive emotions in positive psychology. The broaden-and-build theory of positive emotions. American Psychologist, 56(3), 218-226.

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Edición

Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Editora de los artículos Edu bits y productora de los Webinars del Observatorio- «Aprendizajes que inspiran» – Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec de Monterrey.


Comité revisor

Leonardo Glasserman
Revisado: 17 de mayo de 2023
Enviado: 4 de abril 2023
Fecha de publicación: 23 de mayo 2023

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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¿Qué es tiflotecnología y cómo contribuye a la inclusión educativa?

Por: Nohemí Vilchis

 

Estas herramientas tecnológicas acercan a personas con ceguera o deficiencia visual a la educación de calidad, conoce cómo lo logran.

 

En ocasiones anteriores hemos hablado sobre cómo la tecnología ha sido un recurso relevante para lograr la inclusión educativa. Las propiedades de la tecnología apoyan en la integración de distintos estilos de aprendizaje en el aula, resuelven ciertas necesidades u optimizan procesos de evaluación; sin embargo estos estándares no siempre se adaptan y representan una barrera para personas con discapacidad.

La tiflotecnología surge para ayudar a personas con ceguera o deficiencias visuales a acceder a tecnologías electrónicas de información y comunicación con el fin de facilitar su independencia y autonomía personal.

Desde 2008, la Real Academia Española incorporó el término tiflotecnología al diccionario, “tiflo” proviene del griego tiflus que significa ciego. Varios investigadores la definen como un conjunto de métodos, conocimientos y medios dirigidos a proporcionar al colectivo de personas con ceguera y baja visión los recursos necesarios para el uso de la tecnología. La tiflotecnología permite que las personas puedan tener acceso a distintos ámbitos cotidianos, donde es posible interactuar y aprender.

Para evitar la segregación de personas con ceguera o deficiencia visual, la tiflotecnología existe en dos formatos: la tiflotecnología específica que incluye los dispositivos tecnológicos creados para el uso exclusivo de personas con discapacidad visual y la adaptada, que involucran el ajuste de un hardware y software con el objetivo de que personas con deficiencias visuales parciales o completas puedan usar un equipo estándar.

Los inicios de la tiflotecnología

Paola Pérez, tiflotecnóloga y analista programadora, explica que los inicios de la tiflotecnología pueden remontarse al primer prototipo de la máquina parlante de Wolfgang von Kempeken en 1791 o al Rafígrafo de Fouçault en 1841 para la comunicación entre personas invidentes. Por supuesto, con la influencia del sistema de lectura y escritura Braille, creada por Louis Braille en 1825.

Pérez expresa que al llegar la electricidad, las máquinas parlantes se transformaron en sintetizadores de voz. En 1939, el estadounidense Homer Dudley creó Voder, dando el primer paso a los sintetizadores actuales. Adicionalmente, en los cincuentas Frank Cooper logró la síntesis de voz por medio de un ordenador.

La profesora Caridad Hernández Pérez señala que el interés de educar a las personas con discapacidad visual se remonta a antes del siglo XVIII, que fue cuando se instauró la primera escuela para niñas, niños y adolescentes con ceguera en Francia. A partir de este hecho, dan inicio los primeros pasos hacia el desarrollo de la pedagogía especial para personas ciegas o tiflopedagogía.

Funcionalidades y ejemplos

Con el propósito de dotar a las tecnologías con accesibilidad para personas con discapacidad, se crearon y transformaron herramientas como: los sintetizadores de voz, lectores de pantalla, lectores ópticos de caracteres, teclado en Braille, magnificadores de texto e imagen, escáner parlante, entre otras soluciones.

Silvia Patricia Aquino Zúñiga, Verónica García Martínez y Manuel Jesús Izquierdo Sandoval, profesores-investigadores de la División Académica de Educación y Artes de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, indican que existen aditamentos que permiten las adaptaciones de materiales didácticos para la enseñanza, por ejemplo:

  • Los sistemas parlantes son dispositivos de apoyo de lectoescritura que favorecen la conversión de texto en voz y viceversa, el software lee en voz alta los escritos digitalizados en varios idiomas. Los programas apoyan en leer documentos, redactarlos por medio de dictado y brindan la posibilidad de navegar en internet, leer correos e interactuar en redes sociales. Algunos lectores de pantalla son: JAWS (Job Access With Speech), NVDA (NonVisual Desktop Access) Orca.
  • Los sistemas de grabación de audio incorporan dispositivos digitales que registran el sonido, creando archivos que son transferibles y descargables.
  • Los sistemas periféricos para ordenadores, como algunos teclados, tienen comandos especiales que la persona debe aprenderse. En el caso de Rivo, es un producto de apoyo que permite manejar teléfonos inteligentes con el uso del teclado. Existen otros sistemas como impresoras que pasan el texto a escritura de relieve.
  • Los sistemas ópticos sirven para quienes tienen baja visión, es decir personas que tienen un campo visual reducido pero logran ver parcialmente. Estos recursos los integran los amplificadores de pantalla y configuraciones de contraste (como Relumino) a fin de mejorar la visibilidad de distintos textos e imágenes. Los magnificadores resaltan la zona con una especie de lupa, como el SuperNova Magnifier 12.

Pilar Zamora López y Cristina Marín Perabá autoras del estudio “Tiflotecnologías para el alumnado con discapacidad visual”, describen que los recursos tiflotecnológicos se utilizan por parte de personas con discapacidad visual con la finalidad alcanzar una inclusión personal y como una alternativa que mejore su estilo de vida. Igualmente, definen que estas  herramientas se categorizan en cinco subgrupos:

  1. Audiodescripción: las personas con ceguera o visión reducida pueden contemplar una película con apoyo de un narrador que describe lo que sucede en el  video. La aplicación AudescMobile actualmente se encuentra disponible para dispositivos con sistema operativo Android.
  2. Material en relieve y de Braille: el Braille es el alfabeto que comúnmente utilizan las personas con discapacidad visual para leer o escribir, no obstante existen métodos de relieve con ayuda de reglas o ruedas dentadas para dibujar o trazar imágenes.
  3. Materiales tiflotecnos para juegos y deportes: consisten en actividades de ocio hechas o adaptadas a personas con deficiencias visuales, como jugar ajedrez con diferentes relieves entre las casillas blancas o negras o jugar goalball (deporte paralímpico donde se identifica la trayectoria de la pelota de manera auditiva).
  4. Material de vida diaria: es un apoyo que contribuye a la autonomía personal, por ejemplo un bastón para la movilidad en el entorno. Otro ejemplo sería la marca Eone, la cual crea relojes funcionales que no tienen fragilidad táctil ni son intrusivos.
  5. Altatecnología: tiene que ver con materiales que son últiles para el trabajo o la lectura, como una telelupa que amplía un documento o una máquina que lee información escrita en tinta.

Las autoras mencionan que actualmente los dispositivos móviles y los ordenadores permiten que las personas con ceguera o deficiencias visuales realicen y conozcan la misma información que las personas normovisuales. A través de aplicaciones en smartphones, los datos sonoros se obtienen mediante sintetizadores de voz. Además, estos teléfonos cuentan con funciones internas preestablecidas que sirven de apoyo como descripciones de audio, zoom, lectura de pantalla en voz alta, comandos de voz, entre otras utilidades.

Hacia una educación incluyente

La tiflotecnología ha representado un gran avance en la inclusión de las personas con ceguera y visión reducida en la sociedad, cerrando brechas de acceso a la información. Estos recursos logran integrarse al aula y a diversos ámbitos de una misma persona. En el contexto educativo, Zamora López y Marín Perabá sugieren que el profesorado debe actualizarse constantemente a fin de ofrecer una enseñanza de calidad para todo el estudiantado por igual.

La tecnología promueve el fácil acceso a procesos de aprendizaje, reduce obstáculos y garantiza la evolución de procesos incluyentes, establecen las autoras. Emplear tiflotecnologías en el ámbito escolar no se basa solamente en introducir y adoptar estos elementos, sino que resultan valiosos cuando son acompañados por un diseño didáctico y recursos formativos donde las aplicaciones son pensadas para un práctico acceso al conocimiento.

Además, es necesario precisar las diferencias entre personas con ceguera y personas con dificultades visuales con el propósito de atender de manera adecuada las necesidades del alumnado. Zamora López y Marín Perabá aclaran que la discapacidad visual puede presentarse en cualquier persona sin importar su edad, para ciertas tiene que ver con su nacimiento, otras por un accidente o incluso por el envejecimiento.

Existen diferentes tipos de deficiencias visuales que afectan distintos niveles o grados de visión. La baja visión contempla una restricción que limita las funciones del ojo, esta puede implicar una deficiencia leve hasta la ceguera total. Aunque cualquier grado de dificultad visual tiene una influencia en la vida cotidiana de una persona, las afectaciones son distintas. Anteriormente, se consideraba como una persona invidente a un individuo con visión reducida en el campo educativo, lo que cierra ciertas oportunidades.

Ely García, representante de América Latina para la empresa Sunu, creadora de la pulsera con radar Sunu Band, dice en su blog que la discapacidad visual afecta la percepción de las imágenes en su totalidad o en parte. Las personas entonces descubren el mundo a través de sensaciones, olores, sabores, sonido, el tacto o quizás imágenes segmentadas. La tiflotecnología favorece el desarrollo académico, laboral y social de las personas.

En otra serie de entradas de blog, Ely García comparte distintas opciones para facilitar el uso de las redes sociales a personas con debilidad visual mediante la habilitación de cierta configuración dentro de las aplicaciones. En el caso de Instagram, recomienda actualizar preferencias como la función de Zoom para hacer más grandes los textos e imágenes o generar descripciones automáticas.

Un estudio sobre tiflotecnología e inclusión en Ecuador realizado por Carlota María Bayas Jaramillo de la Universidad César Vallejo, encontró una relación significativa entre la tiflotecnología, el respeto por las diferencias y confianza en las capacidades de las personas y la equidad en la enseñanza. Tras conducir la investigación se emitieron algunas recomendaciones como que el personal directivo en las universidades debe adoptar programas que fortalezcan el uso de tiflotecnología por medio de estrategias que incluyan al alumnado. También se aconseja que los docentes promuevan talleres de intercambio de experiencias de aprendizaje con recursos tiflotecnológicos y prácticas exitosas.

La tiflotecnología brinda instrumentos para tomar en cuenta las necesidades de personas con ceguera o limitantes visuales y dar una respuesta a sus desafíos diarios. De esta manera las personas tienen acceso al mismo conocimiento, información o gustos, poniendo al alcance de todas y todos las mismas oportunidades. ¿Qué prácticas cambiarías de tu plan de formación? ¿Qué herramientas ayudarían a potenciar tu método de enseñanza?

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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Más allá del plagio: las otras grandes amenazas de las IA generativas

Por:  Karina Fuerte

Olvídate del plagio, conoce otras amenazas del uso de ChatGPT y otras IA generativas que son mucho más significativas y tendrán un impacto en el futuro de la educación.

Esta semana leí dos reflexiones muy interesantes sobre el uso de ChatGPT y otras inteligencias artificiales (IA) generativas en el aula. La primera es de Hong Yang, publicada en Nature. En este artículo, Yang explica por qué decidió empezar a usar las IA generativas y los grandes modelos de lenguaje (LLM por sus siglas en inglés) en sus clases y explica por qué las universidades deben incluirlas en sus programas de estudio. “Mis estudiantes pronto se graduarán y empezarán a trabajar, y sus empleadores podrían pedirles que trabajen con modelos de inteligencia artificial. Si no saben cómo usarlos correctamente, podría frenarlos. No podemos evitar que los estudiantes usen calculadoras o Internet, y no podremos evitar que usen ChatGPT. Es mejor entender la herramienta y tratar de integrarla en la enseñanza”, escribe Yang, profesor de ciencias ambientales y copresidente de la red Black, Asian and Minority Ethnic de la Universidad de Reading, Reino Unido.

La segunda lectura, escrita por Collin Bjork y publicada en The Conversation, exhorta a las escuelas y universidades a no entrar en pánico por la llegada de las AI generativas, particularmente en el ámbito del plagio académico, en su lugar, nos invita a pensar en otras amenazas mucho más significativas que pueden afectar otros temas como la equidad en la educación. “En lugar de preocuparse demasiado por el plagio, los educadores se beneficiarían de prepararse para otras desigualdades de la IA, las cuales se muestran en la última versión de OpenAI: GPT-4”, advierte Bjork, profesor titular en la Universidad de Massey.

Ambos artículos tocan puntos muy importantes, aunque con enfoques diferentes. Por un lado, Yang se centra en el porqué es esencial cambiar los métodos de evaluación tradicionales de manera que los estudiantes (y los docentes) aprendan a usar estas herramientas como apoyo para sus proyectos. En su caso, pidió a los estudiantes que además de escribir ensayos, den una presentación oral de 10 minutos para compartir sus hallazgos. “Este enfoque no solo reduce las posibilidades de plagio, sino que también hace que el proceso de evaluación sea más interactivo y atractivo”, señala el profesor.

Por su parte, Collin Bjork explica que la cuarta versión de ChatGPT, aunque es más segura y precisa, ahora tiene un costo de US$20 al mes. Si bien este puede ser un precio insignificante para muchas personas (sobre todo por lo que puede ofrecer), para muchas otras personas pagar veinte dólares al mes solo para usar esta herramienta es impensable. Abriendo así una brecha digital significativa que apenas está iniciando, pues con el tiempo esta brecha podría ampliarse cada vez más. “Esta brecha digital coloca a los estudiantes y las instituciones educativas en dos bandos. Aquellos con suficientes recursos para disfrutar de los beneficios de las herramientas de IA. Y aquellos sin la misma flexibilidad financiera que se quedan atrás”, señala Bjork.

Ambos autores coinciden en que las IA generativas pueden tener un impacto negativo en áreas como la diversidad y la inclusión de las instituciones educativas. Yang da el ejemplo de cómo pidió a ChatGPT que le diera una lista de libros sobre cambio climático y sus autores, especificándole a la IA que la lista de libros se la diera «independientemente de la raza y el idioma». El resultado fue decepcionante, pues todas las lecturas recomendadas de ChatGPT habían sido escritas en inglés, “nueve de los diez autores eran blancos y nueve de los diez autores eran hombres”, señaló Yang por lo que advierte a los lectores que “el uso de información de libros y sitios web antiguos para capacitar a los LLM puede conducir a representaciones sesgadas e inexactas de las perspectivas de las personas en comunidades marginadas, al tiempo que amplifica las voces de quienes están en posiciones de poder”.

En la misma línea, Collin Bjork advierte que las IA pueden perpetuar el dominio global del inglés a expensas de otros idiomas, “especialmente los idiomas orales e indígenas”. Este es un tema al que como comunidad educativa debemos prestar mucha atención ahora y en los próximos años, ya que los grandes modelos de lenguaje (LLM) aprenden de conjuntos de datos en línea con poco contenido indígena y una cantidad abrumadora de contenido en inglés. “Estas amenazas son importantes porque las herramientas de inteligencia artificial pronto se incorporarán a Microsoft Office, los motores de búsqueda y otras plataformas de aprendizaje”, advierte Bjork.

Ambas reflexiones me parecieron muy interesantes y refrescantes, ya que no se concentraban en el plagio como única amenaza y punto crítico del uso de inteligencias artificiales generativas como ChatGPT. En lo personal, me preocupa que el uso de estas herramientas perpetúe el statu quo y el dominio de los grupos de poder, minimizando todavía más las voces de las minorías y de los grupos históricamente oprimidos.

Me gustaría conocer su punto de vista sobre estas problemáticas. ¿Habías pensado en estas otras amenazas de las IA? Más allá del plagio, ¿qué otras desventajas destacas del uso de estas herramientas?

Por último, si quieres continuar con la conversación sobre este tema, te invito a unirte al Diálogo: “El impacto del ChatGPT y las IA generativas en la educación superior”, que se llevará a cabo este martes 18 de abril a las 9:00 a.m., hora central de México (GMT-6) a través de Facebook Live. En esta edición de Diálogos, expertos del Tec de Monterrey, la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) hablarán sobre los aspectos positivos y los retos que conlleva la utilización estas herramientas.

Hasta la próxima semana.

Karina Fuerte
*Editora en jefe, Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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ChatGPT y la educación del futuro: cómo la inteligencia artificial está transformando la enseñanza

Por: Karina Fuerte

 

Todo el mundo está hablando de las repercusiones del uso de ChatGPT en el aula pero, la realidad es que esta tecnología tiene el potencial de obligarnos a replantear completamente cómo aprendemos y evaluamos el aprendizaje.

 

Los recientes avances en el procesamiento del lenguaje natural (NLP por sus siglas en inglés), el aprendizaje automático y la inteligencia artificial (IA) han llevado al desarrollo de ChatGPT, un modelo de procesamiento de lenguaje natural desarrollado por OpenAI. Esta herramienta, de la que tanto se está hablando actualmente, es una red neuronal entrenada con grandes cantidades de texto para generar respuestas coherentes y naturales a preguntas y comandos de texto. Puede ser utilizado para diversas tareas, como la creación de diálogos automatizados, la generación de contenido automático y la mejora de la comprensión del lenguaje natural.

Si bien esta tecnología tiene el potencial de revolucionar la forma en que nos comunicamos e interactuamos con las máquinas, también plantea algunas amenazas y oportunidades para el futuro de la educación, el papel de los docentes y la evaluación del aprendizaje.

Una de las oportunidades más significativas que ChatGPT brinda a la educación es el potencial de revolucionar la forma en que enseñamos y aprendemos idiomas. Con su capacidad para comprender y responder a entradas de lenguaje natural, ChatGPT se puede utilizar para crear herramientas interactivas de aprendizaje de idiomas que pueden ayudar a los estudiantes a mejorar sus habilidades lingüísticas de una manera más atractiva y personalizada. Por ejemplo, ChatGPT se puede usar para crear tutores de idiomas virtuales que pueden proporcionar a los estudiantes comentarios en tiempo real y lecciones personalizadas en función de su nivel de dominio del idioma y estilo de aprendizaje. Esto podría ser especialmente beneficioso para aquellos estudiantes a quienes se les dificultan los métodos tradicionales de aprendizaje de idiomas o para aquellas personas que por falta de ingresos no pueden acceder a tutores de idiomas.

Otra oportunidad que ChatGPT brinda a la educación es el potencial para mejorar la forma en que evaluamos el aprendizaje de los estudiantes. Con su capacidad para comprender y responder preguntas, ChatGPT se puede utilizar para crear herramientas de evaluación automatizadas más precisas y confiables. Por ejemplo, se puede usar para crear evaluaciones de redacción automatizadas que pueden proporcionar a los estudiantes comentarios en tiempo real sobre sus habilidades de escritura y ayudarlos a identificar áreas en las que necesitan mejorar.

Sin embargo, también existen varias amenazas potenciales que deben tenerse en cuenta al pensar en el futuro de la educación y la evaluación del aprendizaje con herramientas de IA como ChatGPT. Una de las mayores preocupaciones es que los estudiantes hagan trampa en sus tareas y exámenes. Con la capacidad de generar respuestas similares a las humanas, los estudiantes pueden usar ChatGPT para completar evaluaciones y tareas sin comprender realmente el material. Otra de las grandes amenazas más importantes es la posibilidad de que esta tecnología reemplace a los docentes y los vuelva obsoletos. Con su capacidad para comprender y responder a entradas de lenguaje natural, ChatGPT se puede usar para crear “maestros virtuales” que pueden brindar a los estudiantes instrucción y asistencia personalizada. Esto podría socavar en gran medida la integridad del sistema educativo y conducir a una devaluación de los títulos y certificaciones.

Otra preocupación de la comunidad educativa es el potencial de sesgo y discriminación. Dado que ChatGPT se entrena con grandes cantidades de datos, es posible que sin darse cuenta recoja y reproduzca sesgos y estereotipos sociales. Esto podría conducir a evaluaciones y comentarios injustos y discriminatorios para ciertos grupos de estudiantes. Es crucial que se tomen medidas para garantizar que ChatGPT esté capacitado en conjuntos de datos diversos e inclusivos para minimizar estos posibles sesgos.

Además, existe el riesgo de que ChatGPT pueda conducir a una pérdida de interacción humana y personalización en el proceso de aprendizaje. Con la capacidad de automatizar evaluaciones, retroalimentación y comentarios, existe el riesgo de que tanto educadores como estudiantes dependan demasiado de la tecnología y pierdan las conexiones e interacciones personales que son cruciales para un aprendizaje efectivo. Por ello, es importante que el uso de herramientas como ChatGPT se utilicen únicamente como soporte en ciertas actividades de aprendizaje, no como reemplazo de la labor docente.

En conclusión, ChatGPT tiene el potencial de mejorar en gran medida la forma en que pensamos sobre la educación y la evaluación del aprendizaje, pero es importante que consideremos las posibles amenazas y oportunidades que presenta. Tomando las medidas pertinentes para garantizar que este tipo de herramientas se usen de manera responsable e inclusiva, podemos aprovechar el poder de esta tecnología para crear experiencias de aprendizaje personalizadas y efectivas para estudiantes y docentes, al tiempo que minimizamos el potencial de plagio, prejuicios y discriminación. Es importante que abordemos la implementación de ChatGPT con cautela y mirada crítica, para minimizar cualquier impacto negativo que pueda tener en el futuro de la educación.

¿Cómo ves el uso de ChatGPT en el aula? ¿Has utilizado esta herramienta? ¿Crees que la IA cambiará la forma en que evaluamos el aprendizaje y el progreso de los estudiantes? ¿Cómo cree que estas tecnologías afectarán el papel del docente en el futuro? ¿Qué consideraciones éticas deben tenerse en cuenta al utilizar inteligencia artificial en la educación?

 

Hasta la próxima semana

Karina Fuerte
Editora en jefe, Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación

 

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¿Este texto fue creado utilizando ChatGPT?

 

La próxima semana les comparto los resultados de la encuesta.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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