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¿Cómo se evita fraude en los exámenes universitarios en línea?

Por: Semana Educación

Existen herramientas que permiten evitar la trampa o la suplantación, así que estas pruebas pueden ser tan seguras como una presencial. ¿Cómo funcionan?

Con la llegada del nuevo coronavirus, cientos de miles de escuelas y universidades en el mundo debieron cerrar sus puertas y adoptar, casi que de un día para otro, la virtualidad. Esto les ha acarreado grandes retos, como ajustar sus programas presenciales a este método, sin que se perdiera la calidad, y lograr hacer evaluaciones íntegras de los alumnos.

En el caso de las universidades, en esta época muchas están culminando semestre y eso solo significa una cosa para muchos alumnos: exámenes. No obstante, con el nuevo panorama y con la incertidumbre de cuándo se podrá volver a las aulas, la integridad académica se pone en duda. ¿Cómo evitar suplantación de identidad? ¿Cómo evitar fraude durante exámenes en línea?

En algunas páginas de anuncios es fácil encontrar publicaciones en la que personas ofrecen sus servicios para hacer exámenes virtuales. «Resolvemos tus exámenes de cualquier carrera por WhatsApp. Somos una academia profesional con distintos profesores universitarios de todas las especialidades. Todos los cursos y grupos de cualquier universidad», dice una de ellas.

Muchos docentes universitarios, que en esta pandemia han tenido que adoptar nuevas tecnologías para seguir con sus clases, han visto en esta situación todo un problema. Mientras algunos han evitado hacer exámenes por las dificultades de la virtualidad, otros son muy recursivos para evitar la trampa.

Algunos docentes explicaron que hacen los exámenes a través de Microsoft Teams o Zoom, con el video y el micrófono abiertos, y unas reglas estrictas: la cámara tiene que enfocar la cara del estudiante y el papel que debe estar recién impreso lo rellenan a mano y luego lo escanean o fotografían. «Es fácil monitorear a los grupos pequeños», dice un docente de comunicación de la Universidad Santo Tomás.

Por su parte, estudiantes reconocen que la flexibilidad de la virtualidad les ha ayudado con algunas evaluaciones como inglés. «Me hacía falta terminar dos niveles para tener los requisitos completos, soy muy floja en idiomas y pedí ayuda a un amigo que me hizo el ‘writting‘ y el ‘grammar‘; el ‘speaking‘ era por videollamada y me fue mal, pero alcancé a pasar», dice una estudiante de derecho de una universidad privada en Bogotá.

Por eso, algunas universidades han tomado medidas más estrictas para evitar cualquier tipo de fraude en los exámenes que se realizan para estas fechas. Hace una semana, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia de Colombia (Udca) realizó 50 mil exámenes virtuales utilizando el programa Smowl, una herramienta de ‘proctoring‘ que utiliza reconocimiento facial e inteligencia artificial para verificar la identidad del alumno y monitorizar su actividad durante un examen.

Según explicó Ricardo Vea, CEO de SmowlTech, lo que busca con su programa es que se añada valor a las certificaciones online: «En estos días la gente estudia desde, donde y cuando quiere. Y por lo tanto se trata, en definitiva, de ofrecer una serie de garantías que estén a la altura de la calidad de los programas formativos y, por descontado, la reputación de los centros y universidades que los ofrecen», dice.

Vea señaló que anteriormente lo habitual era que las instituciones utilizaran herramientas antiplagio para garantizar la autoría en las respuestas de sus alumnos, pero que con la llegada del coronavirus necesitan mayores garantías, razón por las que asegura que las solicitudes de sus servicios se han disparado.


Así es el reconocimiento que hacen en las oficinas de Smowl en España.

¿Cómo funciona?

Vea explicó que, antes del examen, es probable que el alumno ya esté identificado por parte de la universidad o inicie sesión con un usuario y contraseña asignados. Así que lo primero que se hace es usar la biometría para cotejar esas imágenes y asegurarse de que es el estudiante quien está tomando la prueba. «Solventado este primer paso, lo que hacemos es hacerle una prueba individual para comprobar si todo marcha normal y, después, el alumno ya puede instalar nuestra aplicación, que estará en la web del centro o universidad de turno».

Sobre cómo evitar que hagan trampa y abran internet, Vea explica que todo depende de las necesidades que tenga cada universidad. Algunas permiten que naveguen, pero para monitorear cada caso Smowl está presente en el escritorio de los alumnos y toma evidencia de la actividad. «Lo que hacemos es crear evidencias para que más tarde el profesor sepa si el alumno ha abierto, por ejemplo, una hoja Excel, la Wikipedia u otra serie de elementos que, según el protocolo de la universidad, no estaban permitidos».

La compañía aclara que “el alumno es consciente en todo momento de que está siendo monitorizado” y que la herramienta no tiene acceso a ningún archivo almacenado en el ordenador. “Solo lo monitorizamos durante el transcurso del examen. Cuando acaba, cierra y deja de monitorizar».

Aunque Vea dice que por confidencialidad no puede decir con qué universidades está trabajando, dice que este tipo de herramientas seguirán siendo cada vez más requeridas por las universidades, academias y entidades de evaluación.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/coronavirus-como-se-evita-fraude-en-los-examenes-universitarios-en-linea/678006

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Salud mental de sus hijos, tema prioritario en la cuarentena

Por: Semana Educación

En las pruebas Pisa, el 50 % de los estudiantes en Colombia indicó haberse sentido triste a veces o siempre, situación que según expertos se podría agravar en el encierro. ¿Qué hacer?

Sobre el impacto de la cuarentena en la salud mental de las familias hay un estudio reciente hecho con el apoyo del Colegio Imperial de Londres con una muestra de 3.549 personas, realizado entre el 8 y el 20 de abril. En él se confirman muchas cosas: lo primero es que 75 por ciento de las personas reportan alteraciones de salud mental desde leves hasta muy graves.

En cuanto a Colombia, el panorama no es muy distinto y se debe prestar especial atención al caso de los niños en edad escolar. El Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) realizó un análisis estadístico sobre el estado de la salud mental y emocional de los estudiantes colombianos antes de la pandemia y del confinamiento con el fin de tomar medidas para evitar el detrimento de la salud mental y emocional de los alumnos en el país.

De acuerdo con la información reportada por estudiantes de 15 años en las más recientes pruebas Pisa, sobre las emociones que sienten a menudo, el 50 % de estudiantes colombianos manifiesta que a veces o siempre se sienten tristes; el 59 % se sienten preocupados y el 38 %, asustados.

Frente a las emociones positivas, el porcentaje de estudiantes colombianos que indicaron reportarse a veces o siempre feliz y orgulloso, es de 93 % y 72 %, respectivamente. Si bien hay un porcentaje alto de estudiantes que tienen a menudo emociones positivas, no se debe ignorar aquel 50 % de estudiantes con emociones negativas.

De acuerdo con el informe del LEE, durante la cuarentena, pueden aparecer síntomas depresivos como la desesperanza, irritabilidad, cambios en el apetito o alteraciones en el sueño y uno de los detonantes de esta situación es que la atención de los padres de familia o los cuidadores no estará puesta en el cuidado infantil, sino en la preocupación por sus trabajos y el suministro de comida.

Según el psicólogo Miguel de Zubiría, tanto los papás como los hijos están viviendo una crisis de ansiedad debido al encierro. Las consecuencias perdurarían hasta seis años. «Los psicólogos y orientadores de colegios están desbordados por la situación de salud mental. Es una realidad critica y muchos nos dicen que trabajan de 7 a 5 de la tarde sin pausa porque los problemas para los muchachos y sus familias han crecido exponencialmente. Como psicólogos tiene entre 500 y hasta 1.000 estudiantes. El problema de salud mental es muy serio. Tanto que hay que ver como atender y apoyar a los psicólogos y orientadores».

El experto señaló que ya existen 24 estudios internacionales que se han realizado en 10 países que han pasado en años anteriores por epidemias similares a estas y todos concluyen que por lo menos entre el 30 y el 45 por ciento de las personas desarrollan problemas de estrés, trastorno de ansiedad o claramente depresivos. 

«Lo peor no es eso, sino que estos problemas de salud mental no desaparecen cuando termine o se atenúe la cuarentena.  Por el contrario, en los casos estudiados han durado de 3 a 6 años», dice De Zubiría.

Por eso, la recomendación principal de los expertos, aunque suene obvia, es que si se evidencia algún síntoma de los anteriormente mencionados, se debe buscar acompañamiento profesional, y ofrecer capacitaciones a docentes y directivos sobre manejo de crisis.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/salud-mental-de-sus-hijos-tema-prioritario-en-la-cuarentena/674846

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¿Qué huella psicológica dejará el encierro en los niños?

Por: Semana Educación

Los colegios han empezado la educación virtual, sin embargo esta metodología no termina de funcionar en los más pequeños, que apenas empiezan a interactuar con el mundo y anhelan estar en un parque, jugando con el sol en la cara.

Los primeros días, Martín* —hijo único— supo asimilar que por algún tiempo no volvería a su colegio. Había empezado con entusiasmo en Transición dos meses atrás, había encontrado amigos con los que hablaba de Pokemon, Los Jóvenes Titanes y otras caricaturas de moda. Su padre, enterado por lo que sucedía en otras partes del mundo, le dijo que serían un par de meses de estar en casa jugando, repasando las letras, los números, viendo televisión. El niño ha esperado paciente, pero en los últimos días añora salir, caminar, ver a sus primos, comer helado y entonces hay que repetirle que los científicos aún no han encontrado la vacuna contra el coronavirus.

En el colegio de Martín empezaron las clases hace dos semanas y sus padres creyeron que así recuperaría algo de su rutina, pero todo es distinto. Los profesores suelen conectarse media hora por Microsoft Teams mientras los estudiantes son un murmullo molesto desde cada uno de sus computadores; entonces explican dos o tres cosas y dejan actividades que hay que realizar muy rápido, antes de que empiece la siguiente clase. Los días de Martín pasan entre tareas frente a la pantalla del computador, un poco de juego con sus padres, televisión y videojuegos. Es difícil saber qué huellas le dejará el encierro. Su timidez se ha acentuado, no se anima a hablar durante las clases virtuales y le cuesta expresar sus sentimientos. Además, los profesores suelen recordar solo algunos nombres, o solo interactúan directamente con los más extrovertidos, lo que termina relegando a los diferentes.

Este es un momento en el que los padres deben ser más padres que nunca. El viejo rol del acompañamiento en todo momento, en el que la madre educaba y enseñaba a leer, escribir, sumar y restar, reaparece ya sin el molde machista —en algunos casos— que solo delegaba en la mujer; ahora todo sucede en el hogar: la identificación de letras, el juego, la vida. Pero hay un cambio superior: los padres no están preparados; ahora les toca ser profesores, cocineros y empleados —mientras logran demostrar que aún son importantes en sus empresas—. La realidad encierra a todos en sus propios miedos: el miedo de los adultos a no encontrar trabajo después de haberlo perdido, o el miedo a perderlo; y por otro lado está el miedo de los niños a no salir a jugar nuevamente, a perderse el mundo porque el corrían.

Parece un chiste todo esto, piensa el padre de Martín, porque justo esta es la generación que más parece aborrecer a los niños: los ven como un estorbo para cumplir metas y sueños, un estorbo para ser más productivos, los equiparan a las mascotas a las que llaman hijos, se quejan en redes sociales cuando en el cine, en un avión o en el transporte público están al lado de un niñito que pregunta o lloriquea o babea. Ahora esos niños —han dicho medios, presidentes, científicos, comentadores de todas las horas— son transmisores letales del coronavirus, supuestamente pocas veces enferman y por eso mismo pueden ser fatales para los demás: para los productivos. Pero nada de eso está comprobado, nada de eso es una certeza.

La madre de Martín ha recordado un personaje de Ciudad de Cristal, la novela de Paul Auster, en que un hombre habla como un robot, no tiene sentimientos definidos, parece un androide de los últimos tiempos. Ese hombre fue encerrado desde pequeño por alguien que quiso comprobar cómo surgía el lenguaje en un incomunicado, quien solo interactuara con el mundo por la experiencia. La madre ha temido el encierro de su hijo y de los niños, nadie sabe muy bien qué huella quedará.

Por ahora, los expertos recomiendan que a los niños se les debe mantener una rutina de horarios establecidos “para levantarse, desayunar, tomar sus clases, acostarse, así como tiempo de esparcimiento, ocio y de compartir en familia, comunicarse con sus amiguitos, vecinos o familiares que están lejanos, igualmente es importante que los niños participen en las actividades de la vida diaria en casa, colaboren en actividades de organización, aseo tengan pequeñas responsabilidades en casa según sus edades”, dicen desde el Centro Terapéutico Aprehender, de Bucaramanga.

Pero no es tan fácil mantener ese orden cuando los padres tienen varias reuniones digitales al día, entregan informes y también lidian el encierro. Muchos han tenido que ceder a las pantallas: que los hijos vean Netflix y YouTube más horas de lo acostumbrado, justo lo que desde el Centro recomiendan controlar: “Se sugiere combinar el uso de las pantallas con juegos creativos que puedan realizar solos o en compañía. Es necesario en familia hacer actividades que nos produzcan alegría como cantar, bailar, disfrazarse, hacer retos, circuitos motores, yoga o meditación”. Además, es raro, pero algunos padres dicen que son incapaces del juego creativo en el que se sumergen en roles e imitan la voz de juguetes nacidos en la imaginación de algún japonés; nunca entretener fue tan difícil.

Todo ha terminado en un giro de tuerca: los padres ahora demandan ayuda de los psicólogos, pues no sabían que era tan difícil mantener a los niños concentrados en el aprendizaje “Los padres nos han solicitado mayormente orientación y apoyo frente al manejo de procesos atencionales durante las clases virtuales, control de la inquietud motora, regulación, comportamiento y el seguimiento de instrucciones. Por esto, ofrecemos teleterapia y orientación a padres con estrategias directas frente a las necesidades puntuales del niño, lo cual implica un análisis de la actividad que desarrolla el niño, las exigencias de la misma, los estímulos que le está ofreciendo esta actividad y las características particulares del niño y su entorno, con el fin de realizar los ajustes necesarios”.

Pero este puede ser el panorama más benévolo: padres con algún acomodamiento —clase media que aún conserva su trabajo— que no encuentran tiempo para dedicarle a sus hijos y que por otro lado ven el fracaso de la educación virtual. Hay otras familias que mientras entretienen a sus hijos, buscan la manera de darles de comer.

Maryi —una mujer con dos hijas de 7 y 5 años— vive en el barrio Manrique de Medellín y ha tenido días en que se inventa juegos para que sus niñas olviden que tienen hambre. Los últimos días han sido más fáciles porque ha recibido ayudas de familiares y de la Alcaldía de Medellín, pero no deja de pensar que su marido no encuentra trabajos en construcción, porque aunque algunas empresas iniciaron labores, a él no lo han llamado. No le queda mucho tiempo para pensar en la educación, solo quiere que sus niñas jueguen, se entretengan. Por suerte, dice, son dos y pueden jugar la una con la otra. Además, han contado con el acompañamiento psicológico de la Fundación Carla Cristina, que acompaña a 2.260 familias de los estratos uno y dos que tienen niños menores de 5 años en Medellín.

“Hemos alcanzando una comunicación efectiva con el 97 por ciento de familias a través de diferentes medios (chat, llamada telefónica, correo electrónico). Por otro lado encontramos un 2% de familias que debido a diferentes barreras, como falta de teléfono e internet, no ha sido posible establecer contacto, pero son familias con las que se han llevado a cabo otras estrategias no virtuales o tecnológicas para orientar y acompañar el proceso como la entrega física de un plan de experiencias para desarrollar en el hogar con los niños, resultando solo un 1 por ciento de las familias que se han mostrado reacias a recibir el acompañamiento aludiendo diferentes razones.  En consecuencia, el reto de los diferentes profesionales de la Fundación Carla Cristina se enfoca no solo en potenciar el desarrollo de los niños y fortalecer su vínculo con los adultos significativos, también significa pensar y llevar a cabo estrategias que mantengan a las familias motivadas y activas en el proceso”.

Justo mientras en los estratos cuatro y cinco hay miedo por las huellas psicológicas que el encierro dejará en los niños, en los estratos uno y dos el miedo está en dejar de comer, en ver a los niños en enfermar por problemas de nutrición, por esto la Fundación entrega asistencia alimentaria con ayuda de entidades aliadas, pues se han encontrado que el 8 por ciento de los niños que atienden en los barrios más pobres de Medellín tienen desnutrición aguda o riesgo nutricional por déficit.

Esta semana empiezan a salir los niños mayores de 6 tres veces a la semana, parece una medida de misericordia por parte de la Presidencia, que no se ha encargado enteramente de los niños en estas semanas. No hay un estudio serio que diga cuáles son las consecuencias que el encierro tendrá en ellos, mientras tanto los padres tratan de encontrar una manera de entretenerlos, de darles alimento, de hacerlos olvidar que afuera el sol aún brilla.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/consecuencias-del-encierro-en-los-ninos-durante-cuarentena-por-coronavirus/669718

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Los cambios que se avecinan para acreditar la alta calidad de las universidades

Por: Semana Educación

El Ministerio de Educación presentó los lineamientos de actualización del Modelo de Acreditación en Alta Calidad. Rectores de instituciones de educación superior le explicaron a Semana Educación cuáles son los beneficios y retos de este acuerdo.

El Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES) indica que hay 302 instituciones de educación superior (IES) en Colombia, pero solo 66 están acreditadas. De estas, 56 son universidades, siete son instituciones universitarias o escuelas de tecnología y tres son instituciones tecnológicas. Además, de 12.789 programas académicos con registro calificado vigente, solo el 27 por ciento (3348) están acreditados y cuentan con al menos una renovación.

Esta acreditación evalúa el cumplimiento de los objetivos y la pertinencia de la oferta académica, el bienestar, el desarrollo de la investigación, la innovación y la creación artística y cultural. Con el fin de actualizar la manera como se ha medido la actividad en su nivel superior, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) convocó en 2018 y 2019 a 29 talleres en los que participaron al menos 600 representantes de 247 IES del país. A dichos encuentros también asistieron el Consejo Nacional de Educación Superior (Cesu), el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) y la Comisión Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Conaces).

Como resultado, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, en calidad de presidente del Cesu, presentó ante más de 500 rectores y directivos los lineamientos que actualizan el Modelo de Acreditación en Alta Calidad para las instituciones de educación superior en Colombia.

El cambio más significativo, de acuerdo con la jefe de la cartera educativa, es que las IES que decidan iniciar el proceso de acreditación, que es de carácter voluntario, contarán con un concepto de calidad que reconoce la diversidad de instituciones, su naturaleza jurídica, así como los diferentes niveles y modalidades de formación académica.

“En el proceso de actualización se introdujeron temas claves entre los que figuran los resultados del aprendizaje como indicador del logro de la alta calidad; la inclusión de dimensiones como el seguimiento, evaluación, autoevaluación y la promoción de los sistemas internos de aseguramiento de la calidad, de forma que atiendan, de manera articulada, los procesos del registro calificado y de la acreditación de alta calidad y se fomente el mejoramiento continuo al interior de las instituciones de educación superior”, explica Angulo.

Para reconocer la acreditación, también se incluyen nuevos factores de evaluación tales como la identidad; gobierno institucional y transparencia; los indicadores de permanencia y graduación y aspectos académicos y resultados de aprendizaje.

«No podemos limitarnos a formar mano de obra, tenemos que formar ciudadanos críticos y capaces»

A propósito, el padre Jorge Humberto Peláez Piedrahita S.J., rector de la universidad Javeriana, considera que este paso es fundamental para que todos los estamentos de la educación superior se articulen y tengan en cuenta las diferencias geográficas, culturales y poblacionales del país.

“En esta articulación los rectores expresamos sinsabores y descontentos, por ejemplo, que los diferentes organismos como el Cesu y el CNA exigían diferentes cosas a las universidades. Con el acuerdo, vamos hacia un mismo rumbo y se establece una calidad modulada, que reconoce las diferencias de las IES y de las regiones. Antes, estábamos completamente fuera de la realidad”, afirma Peláez, quien también se desempeña como representante de los rectores ante de las universidades privadas antes el Cesu.

Lorenzo Portocarrero Sierra, rector del Tecnológico de Antioquia y representante de los rectores de las Instituciones universitarias o escuelas tecnológicas estatales u oficiales ante el Cesu, recuerda que “214 instituciones de las 302 no tienen categoría de universidad”, por lo que aplaude que ahora existan criterios de acreditación para valorarlas a todas las IES.

“Era casi obligatorio tener que parecerse a un solo modelo, al de la universidad, pero era ilógico que en un país diverso no se reconociera la singularidad de las IES. Estos lineamientos dan cuenta de que cada institución puede definir cuáles son sus intereses y su enfoque de investigación”, apunta por su parte José Consuegra Bolívar, rector de la universidad Simón Bolívar de Barranquilla.

Otro cambio sustancial presentado por el MEN es que solo podrán someterse al proceso de acreditación los programas que cuenten con funcionamiento continuo de por lo menos ocho años. Se modifica también el tiempo de vigencia de la acreditación de alta calidad, que ahora será de 6, 8 o 10 años, según el grado de consolidación y sostenibilidad que demuestren las IES y sus programas.

Para Ivaldo Torres Chávez, rector de la universidad de Pamplona y representante de las instituciones públicas ante el CESU, con estas directrices ganan todos los sectores. “Ganan los estudiantes y familias porque las universidades estamos armándonos para entregar la mejor educación; también gana el sector empresarial porque van a tener profesionales más idóneos y enfocados en el desarrollo del país”, dice.

¿Cómo evaluar, por ejemplo, los resultados de aprendizaje y potenciar esa calidad de las IES? El rector de la universidad Javeriana propone reforzar el diálogo con el sector empresarial, que se ha venido realizando, para cuestionar si el capital humano sí responde a la misión de las universidades y genera transformación e innovación.

“En estos diálogos puede haber tensión entre la visión inmediatista del empresario, que busca egresados con ciertas competencias útiles para el mercado, pero desde las universidades tendremos que completar ese discurso, porque no podemos limitarnos a formar mano de obra, tenemos que formar ciudadanos críticos y capaces. No podemos caer en la trampa de una función instrumental de la educación superior, debemos centrarnos en el aporte de valor para transformar las regiones a partir de la misión de cada institución”, puntualiza Peláez.

Se debe subrayar que la apuesta por asegurar la calidad resulta ambiciosa si se tienen en cuenta otros aspectos. Entre estos, la tasa de cobertura en educación superior –que se ubica en 53 por ciento– y la tasa de desocupación en América Latina, que fue de casi 20 por ciento en el tercer trimestre de 2019, lo que significa que uno de cada cinco jóvenes no consigue empleo en la región. Este es el porcentaje más alto registrado en la última década, según la Organización Internacional del Trabajo.

A propósito, Javier Duván Amado Acosta, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Instituciones de Educación Superior con Formación Técnica Profesional, Tecnológica o Universitaria (Aciet), hace énfasis en apoyar la vida laboral de los estudiantes mediante la integración del Servicio Público de Empleo con el trabajo de las IES.

“Las vacantes no llegan a las universidades, y las universidades tienen sus propias bolsas de empleo, es decir que no dialogan entre sí. Los jóvenes deben vincularse a una vacante desde que son estudiantes, pero, mientras estemos dispersos, no lo vamos a lograr”, añade Javier Amado.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/universidades-alta-calidad-colombia-proceso-de-acreditacion-educacion-superior/655169

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¿Cómo aprovechar la tecnología para el regreso a clases?

Por: Semana Educación

SEMANA EDUCACIÓN le presenta diversas plataformas y aplicaciones que ofrecen contenidos didácticos e interactivos para facilitar el regreso a clases y fortalecer la calidad educativa de estudiantes, docentes y padres de familia.

Hoy en día los más jóvenes se caracterizan por pertenecer a la generación de los nativos digitales, esa parte de la población que nació después de la invención del internet. Es por eso que incorporar la tecnología a la educación aporta una serie de beneficios que ayudan a mejorar la eficiencia y la productividad en el estudio, así como a aumentar el interés de los niños y adolescentes en las actividades académicas.

Con internet y la tecnología móvil en auge se incorporan aún más elementos tecnológicos al entorno educativo. Pizarras interactivas, aulas virtuales, aplicaciones y plataformas electrónicos para llevar a cabo investigaciones o realizar trabajos escolares son algunas de las formas en las que la tecnología digital se ha integrado con las escuelas y universidades.

Por eso, para el inicio de la temporada escolar, SEMANA EDUCACIÓN le presenta diversas plataformas y aplicaciones que ofrecen contenidos didácticos e interactivos para facilitar el regreso a clases y fortalecer la calidad educativa de estudiantes, docentes y padres de familia. Estas son algunas de las que se destacan:

Khan Academy

Es un salón de clases virtual impulsado por el reconocido profesor Salman Khan. Esta iniciativa, disponible en más de 36 idiomas, busca ayudar a los alumnos a comprender asignaturas de alta complejidad como matemáticas, ciencia y programación; al tiempo que brinda a los maestros, las herramientas necesarias para identificar las fortalezas y necesidades de cada integrante de su curso. Este portal cuenta con videos educativos, ejercicios de práctica, y un panel de aprendizaje personalizado. Además, los padres de familia pueden tener un usuario y contribuir al desarrollo de su hijo (https://es.khanacademy.org/).

Mindomo

Es una aplicación para jóvenes, su función principal es la de crear esquemas y mapas mentales. Una útil herramienta para repasar conceptos, elaborar esquemas y reforzar los conocimientos. (https://www.mindomo.com/es/pricing.htm)

PruébaT

Esta plataforma virtual y gratuita, desarrollada por la Fundación Carlos Slim tiene como objetivo brindar experiencias educativas a estudiantes, profesores, padres de familia y directores educativos, a través de lecciones, clases, juegos y tareas que se miden por logros y metas alcanzadas en diversas áreas como: ciencias, matemáticas y lenguaje, competencias evaluadas en las pruebas Pisa.

Además los docentes pueden crear grupos de trabajo y hacer seguimiento al aprendizaje de sus alumnos, fortaleciendo sus conocimientos con cursos de innovación educativa. Los padres de familia pueden acceder a consejos y contenidos sobre nuevas tendencias en educación. A través de la app Mi Claro, los usuarios Android, pueden descargar este desarrollo (https://pruebat.org/).

Learn Match

Este desarrollo convierte el aprendizaje de idiomas en toda una experiencia de diversión mediante juegos e interacción social. De este modo, busca ofrecer dinámicas educativas a cualquier persona interesada en aprender desde cero o mejorar sus habilidades en inglés, español, alemán, francés, italiano o portugués. Todos los usuarios cuentan con un perfil de jugador, con el que pueden acceder a entrenamientos de aprendizaje, y jugar partidos con sus amigos en tiempo real. Incluso en esta App es posible ganar incentivos y premios (https://learnmatch.net/).

Alarmy

Sin duda, uno de los aspectos más duros de volver a clase para los estudiantes es volver a madrugar y retomar la rutina escolar. Con esta aplicación, que se puede descargar en cualquier teléfono inteligente, se acabaron esos cinco minutitos más, pues esta alarma obliga a despertarse dado que, una vez que se activa la alarma, se necesita resolver un puzzle, tomar una foto o hacer alguna tarea específica, para que deje de sonar.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/como-aprovechar-la-tecnologia-para-el-regreso-a-clases/649730

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¿Eres un maestro del tsundoku sin saberlo?

Por: Semana Educación

El amor por la lectura en ocasiones lleva a excesos y puede conducirnos al ‘tsundoku’. ¿Qué significa este término japonés que toma cada vez más popularidad?

Ernest Hemingway probablemente lo era, dada su costumbre de comprar hasta 200 libros al año.

A su muerte, la biblioteca del escritor estadounidense en la Finca Vigía en Cuba tenía unos 9.000 volúmenes… y tenía muchos más en su otro hogar en Key West, EE.UU.

Quizás la autora británica Virginia Woolf también lo era: su biblioteca personal, de unos 4.000 títulos, creció a partir de un núcleo de libros que heredó de su padre, quien siempre le permitió elegir lo que quisiera de su colección, con la condición de que decidiera sola qué quería leer, en lugar de confiar en las opiniones de los demás, y de que leyera todo dos veces.

Alguien que definitivamente lo fue es el italiano Umberto Eco.

Tenía unos 30.000 libros y catalogaba a quienes lo visitaban en dos categorías:

  1. Aquellos que reaccionaban con un «¡Guau! Signore professore dottore Eco, ¡qué biblioteca tiene! ¿Cuántos de estos libros ha leído?«…
  2. Y los demás, una minoría muy pequeña que comprendía que su biblioteca no era voluminosa porque hubiera leído tanto sino porque deseaba leer tanto más.

Eso hace al autor de «El nombre de la rosa» en un maestro del tsundoku… y quizás tú también lo seas.

¿Tienes el hábito de comprar libros que nunca llegas a leer?

Si tu respuesta es afirmativa, quedas declarado culpable.

Quizás seas un practicante modesto del tsundoku, de los que tienen una pequeña pila junto a su cama que planea leer justo antes de irse a dormir, o todo un maestro impúdico, con estantes desbordados de libros que amenazan la integridad estructural de tu casa.

El caso es que si eres propietario de cualquier cantidad respetable de libros que, aunque comprados con buenas intenciones, languidecen intactos, ya tienes una nueva palabra para describirte a ti mismo, a las pilas de libros o a la situación.

Y es que, desde que se descubrió que el japonés tenía la palabra que en otros idiomas faltaba, tsundoku se empezó a usar con tal entusiasmo que aparece como sustantivo, adjetivo y verbo, describiendo desde las pilas de libros mismas, hasta a la persona que las crea, así como la acción de crearlas o de poseer una gran cantidad de literatura no leída.

Relativamente nuevo

Incluso en japonés, el término es relativamente nuevo.

Apareció en forma impresa en 1879, aunque probablemente ya estaba en uso antes de eso.

 

La palabra «doku» se puede usar como verbo que significa «leer», le explicó a la BBC Andrew Gerstle, experto en textos japoneses premodernos y catedrático en la Universidad de Londres.

El «tsun» en «tsundoku» se origina en «tsumu«, una palabra que significa «apilar».

Entonces, al unirse, «tsundoku» significa comprar material de lectura y acumularlo.

«La frase ‘tsundoku sensei‘ aparece en un texto de 1879 según el escritor Mori Senzo», señaló Gerstle, quien agregó que tenía un dejo de sátira pues «se trata de un maestro que tiene muchos libros, pero no los lee».

Si bien en ese caso se utilizó como una burla, Gerstle puntualizó que en Japón la palabra no tiene ningún estigma asociado.

¿Otra palabra para la bibliomanía?

Pero, y la palabra «bibliomanía»… ¿no es equivalente al ‘tsundoku‘ japonés?

Curiosamente, ambas emergieron alrededor de la misma década.

«Bibliomanía» o «La locura del libro: un romance bibliográfico» fue el título de una novela del siglo XIX del inglés Thomas Frognall Dibdin que exploraba esa «neurosis» que él mismo sufría.

Aunque nunca fue clasificada médicamente, la bibliomanía fue en esa época considerada como una temida enfermedad que llevaba a sus víctimas a la perdición, invadidas por un oscuro deseo de poseer libros, particularmente los únicos, como las primeras ediciones y copias ilustradas.

Pero con el tiempo, el término dejó de ser tan oscuro: según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, la bibliomanía es una «propensión exagerada a acumular libros».

Si bien las dos palabras tienen significados similares, hay una diferencia clave: bibliomanía describe una intención de coleccionar libros, mientras que tsundoku describe la intención de leer libros; la eventual creación de una colección es accidental.

Quizás es por eso que también ha ayudado a aliviar un poco la culpa que se siente al adquirir más libros cuando somos conscientes de que en casa nos esperan varios que queremos leer.

Como bien dijo A. Edward Newton, autor, editor y coleccionista de 10.000 libros: «Hasta cuando la lectura es imposible, la presencia de libros adquiridos produce tal éxtasis que la compra de más libros de los que uno puede leer es nada menos que el afán del alma de extenderse al infinito».

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/eres-un-maestro-del-tsundoku-sin-saberlo/647985

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Crear el Instituto de Formación de Maestros, la propuesta de los sabios para avanzar en calidad

Por: Semana Educación

En su informe, la Misión de Sabios propone que este instituto forme y capacite a los maestros e investigadores que educarán a los profesores que dictan educación básica y media en todo el país.

El pasado 3 de diciembre la Ocde dio a conocer los resultados de las pruebas Pisa, en las cuales el rendimiento de Colombia dejó un preocupante panorama, no solo por desmejorar en lectura y ciencias, sino porque el informe evidenció que la mitad de los estudiantes de 15 años no pueden inferir las ideas de un pequeño párrafo y el 65% no entiende los problemas matemáticos simples que se le formulan.

Estos resultados pusieron nuevamente en el debate público la necesidad de avanzar con mayor celeridad en la calidad educativa, así como el papel que cumplen los docentes en cada una de las etapas escolares y si su metodología es acorde a las necesidades actuales.

Aunque la Misión de Sabios, conformada por 45 expertos nacionales e internacionales, comenzó mucho antes de la entrega de resultados de Pisa a idear las recomendaciones para seguir una ruta que le apunte a una Colombia diferente, entre sus propuestas hay una que toma especial relevancia teniendo en cuenta el rendimiento de los estudiantes colombianos: la creación del Instituto Superior de Investigación en Educación y Alta Formación de Maestros (ISIE).

El ISIE será el encargado de la formación de los que serían los “maestros de maestros”, pues los sabios proponen que en este instituto se adelanten programas de investigación en educación y se eduquen maestros que irriguen una cultura de investigación de calidad en todo el sistema: «Sus egresados serán multiplicadores de la más estrecha relación entre investigación, innovación, fortalecimiento de redes y formación», dice el informe.

«El ISIE desarrollará la investigación en educación de alto nivel y formará a los maestros-investigadores que educarán a los nuevos maestros de la niñez y la adolescencia de nuestro país», precisa el informe que la misión de sabios entregó al presidente Iván Duque el pasado 5 de diciembre.

De acuerdo con la propuesta, los maestros en formación en el instituto serán capacitados como formadores de habilidades socioemocionales para el bienestar, la paz y el desarrollo de ciudadanía democrática, de la mano de la educación en memoria histórica, con el fin de poder replicar ese conocimiento en otros maestros y tener un mayor impacto en todo el territorio nacional.

A pesar de que se plantea que el instituto entre en funcionamiento en 2022, la Universidad Pedagógica Nacional, junto con la Universidad del Valle y la Universidad Distrital, en el marco del Doctorado Interinstitucional en Educación de Alta Calidad, radicó la semana pasada una propuesta ante el Gobierno Nacional para orientar la creación y desarrollo de este instituto.

Según explicó el rector de la Pedagógica, Leonardo Fabio Martínez, la propuesta consiste en definir los propósitos y alcances del instituto partiendo de su pertinencia para la producción del conocimiento pedagógico y educativo.

«Proponemos ofrecer toda nuestra experiencia académica, investigativa y en formación de alta calidad para la creación del instituto, con él se podrá apoyar la puesta en marcha del Sistema de Formación de Maestros y a su vez contribuir al Programa Nacional de Investigación de Estudios Científicos en la Educación», explicó Martínez. 

En ese sentido, el rector consideró necesario establecer diferencias entre la producción de conocimiento y su reproducción, precisando que el nuevo instituto debe centrar su trabajo en la producción: «Su tarea es la producción del conocimiento pedagógico y educativo que reclama la Misión de Sabios, y junto a ella la producción de la política pública capaz de orientarla (…) La idea no es que el ISIE también ofrezca programas de posgrado, sino que se centralice en la investigación y en la formación de quienes van a formar otros maestros».

Solo resta esperar si, tal y como recomiendan los sabios, el Gobierno hará la gestión para que el ISIE esté consolidado y en funcionamiento para 2022, operando con recursos de presupuesto nacional y de aportes privados.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/crear-el-instituto-de-formacion-de-maestros-la-propuesta-de-los-sabios-para-avanzar-en-calidad/646428
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