Las madres de día salen de la clandestinidad

Por: Raquel Quelart

Cada mañana Francisco Javier Ortega, de 47 años y vecino de Barcelona, deja a su bebé en casa de una madre de día, una profesión que se encuentra inmersa en un vacío legal con el que ahora la Generalitat de Catalunya quiere acabar, a pesar de que esto ha abierto la caja de los truenos en el sector. “Aunque no la conocíamos, Iris nos gustó mucho porque transmite mucha cercanía y pone un gran interés en su trabajo”, explica Ortega.

La corta edad de su hija Usha, de tan sólo siete meses, y la dificultad para encontrar una plaza libre en una guardería a medio curso fueron los principales motivos por los que Francisco se decantó por un servicio de conciliación cada vez más extendido. Si en 2012 la asociación Llars de Criança sólo tenía 11 asociadas, en la actualidad cuenta con cerca de 200, según la presidenta, Noemí Duran, de 43 años y vecina también de Barcelona.

Los vecinos creen que es una guardería ilegal

NOEMÍ DURAN

Asociación Llars de Criança

No obstante, la situación alegal en la que ejercen las madres de día en Catalunya a menudo les causa quebraderos de cabeza. “Algunos ayuntamientos nos piden licencias”, explica Duran, y añade: “Los vecinos creen que es una guardería ilegal, y es complicado ejercer sin regulación como hasta ahora”. Por eso celebra la intención del Gobierno catalán de aprobar un decreto que dé cobertura legislativa a las llamadas “llars de criança” -hogares de crianza, en castellano-, si bien en los próximos días la asociación se reunirá con la conselleria para conocer en detalle el documento.

Roser Galí, directora general de Familias, comenta que las madres de día “están creciendo mucho en Catalunya” y que se trata de un modelo que “funciona bien” en varios países europeos, como Alemania, Francia, Suiza e Inglaterra. Por eso es “extraño”, señala, que no exista ninguna regulación en territorio catalán y prácticamente tampoco en España, ya que sólo Navarra ha legalizado la actividad.

En Canadá las madres de día están subvencionadas por el Gobierno

IRIS HUARD

Madre de día

Iris Huard compagina la maternidad con su trabajo de madre de día

Iris Huard compagina la maternidad con su trabajo de madre de día (LVD)

Una de las últimas incorporaciones en la asociación Llars de Criança, que lucha para que haya un marco regulatorio de la profesión, es Iris Huard, de 26 años. La cuidadora de la pequeña Usha llegó a Catalunya procedente de Quebec (Canadá) hace seis meses. “Allí las madres de día son muy comunes y están subvencionadas por el Gobierno”, comenta, y prosigue: “Pensé que era una manera de estar con mi hijo en casa –Bosco, de tres años- y de poder trabajar en seguida”.

Sin embargo, a diferencia de Canadá, país donde Huard cursó una diplomatura en Educación Infantil y realizó sus primeras prácticas, en España la quebequesa asegura que “la gente no ve con buenos ojos” la existencia de madres de día, por lo que las mujeres que se dedican a ello “no se sienten muy seguras”. Y sentencia: “Sin regulación no puedes dar garantías que el servicio que estás ofreciendo sea fiable”.

En Navarra se ha convertido en un servicio muy extendido desde que se reguló

En contraste con los ayuntamientos que ponen trabas a la actividad, es una alternativa en otros que no se pueden permitir abrir una guardería, como está sucediendo en Navarra, recuerda el Departament de Treball, Afers Socials i Famílies, encargado de la elaboración del nuevo decreto. En esta comunidad autónoma se “han convertido en un recurso muy usado en los municipios más pequeños que no tienen derecho a jardín de infancia”, según la conselleria.

Una opción que encierra en sí una concepción diferente de la crianza en la primera infancia. “Para nosotros es importante que durante esta etapa el niño viva en un entorno lo más similar posible al de su casa y que teja un vínculo con una persona de apoyo”, asegura Noemí Duran, y apostilla: “La escuela está más institucionalizada y esto es más similar a un hogar”, donde el niño juega libremente y la educadora “se adapta a lo que él necesita”.

Un bebé duerme a hombros de su madre
Un bebé duerme a hombros de su madre (Getty)

El proyecto de decreto de la Generalitat de Catalunya

En este sentido la directora general de Familias de la Generalitat de Catalunya sostiene que las madres de día no son un recurso educativo, “sino de crianza y de conciliación”, y que es preciso regular este servicio puesto que en la actualidad la Administración “no puede supervisar” una actividad alegal. La previsión es que el decreto, que aún es susceptible de modificaciones, vea la luz en el transcurso de seis meses.

La norma establece un máximo de cuatro niños por hogar de crianza, aunque excepcionalmente podrían ser cinco, siempre que se obtenga la autorización expresa de la Dirección General de Familias. Además, las cuidadoras tendrán que tener un grado o ciclo de formación profesional superior en educación infantil, acreditar una experiencia mínima de dos años y poseer el carnet de manipulación de alimentos.

Las madres de día de la asociación siguen referentes próximos a la crianza natural y la educación viva

El decreto también obligará a los hogares de crianza a contratar un seguro de riesgo, así como a ofrecer un proyecto pedagógico, que se puede basar en el juego y en diversas corrientes pedagógicas. De hecho, la asociación Llars de Criança asevera que sus madres de día siguen referentes próximos a la ecuación viva y la crianza natural, como Pestalozzi, Montessori, Loris Malaguzzi (Reggio Emilia), Emmi Pikler (Lòczy) o Waldorf.

Otro de los aspectos en el que incide la norma es en las características de las instalaciones donde esté ubicado el hogar de crianza, que deberá tener como mínimo 70 metros cuadrados, dos habitaciones y cumplir con una serie de requisitos de necesidad, confort y seguridad. Aspectos que se concretan, entre otras cosas, en protección contra incendios, calefacción, iluminación, ventilación, zonas diferenciadas para el descanso, higiene, sala de juegos, accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas.

Un servicio que cuesta unos 400 euros de media, según fuentes del sector

El texto que está preparando la Generalitat también obliga al profesional a firmar un contrato privado con los padres del menor, donde se establezca el máximo de horas que el niño podrá pasar en el hogar de crianza. Noemí Duran apunta que su asociación recomienda que el menor no esté más de ocho horas al cuidado de una madre de día. En el documento, además, deberá constar el coste del servicio –que asciende a unos 400 euros mensuales de media, según fuentes del sector-.

Pero el anuncio de este nuevo decreto ha caído como un jarro de agua en las principales patronales de jardines de infancia. En un escrito dirigido a los máximos responsables de los departamentos de Ensenyament y Treball, Afers Socials i Familias, la Associació de Llars d’Infants de Catalunya y la Associació Catalana de Llars d’Infants han exigido la retirada del proyecto de decreto.

Oposición en el sector de jardines de infancia

Los presidentes de ambas asociaciones, Jordi Fiblà y Conxita Pericó, respectivamente, lamentan que el texto de la Generalitat aborde la atención a la infancia desde una perspectiva “puramente asistencial” y temen que comporte “la precariedad” del sector. Al mismo tiempo, denuncian ingerencias del Departament de Treball en una materia que consideran que debería regular Ensenyament.

También se quejan de la falta de concreción del texto en algunos aspectos porque, según ambas asociaciones, no queda claro el límite de edad de los niños que podrán atender los hogares de crianza ni si el servicio lo podrán ofertar personas físicas o jurídicas. Por último, indican que el concepto “llar de criança”, utilizado en el redactado del proyecto, es muy similar al de “llar d’infants”, lo que podría provocar confusión a las familias.

¿Un servicio compatible con las guarderías?

Por su parte, Roser Galí sostiene que los hogares de crianza “no son una competencia” para los jardines de infancia, sino que tan sólo son una de las muchas opciones de centros que en la actualidad acogen a niños, como los centros de apoyo familiar, ludotecas y chiquiparks.

Un servicio de conciliación que el barcelonés Francisco Javier Ortega considera “recomendable” y ve compatible con el jardín de infancia, adonde también se plantea apuntar a su hija Usha más adelante “para que desarrolle otras habilidades”, aclara.

Los jardines de infancia temen que la regularización comporte precariedad en el sector

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20170621/423524270319/decreto-madres-de-dia-catalunya.html

Comparte este contenido:

Alerta por el aumento progresivo de adolescentes que se cortan

Por: Raquel Quelar

  • La poca resistencia a la frustración y la falta de habilidades para canalizar el malestar, entre las causas.

“Empiezas a cortarte y no puedes parar; lo necesitas, es algo enfermizo”, relata una de las adolescentes que han quedado atrapadas por una conducta que cada vez más jóvenes exhiben en las redes sociales, como si de una proeza se tratara. Psicólogos y psiquiatras especializados han detectado en los últimos años un aumento progresivo de estos casos, la mayoría de los cuales no van asociados a ninguna enfermedad mental, sino más bien a una manera de canalizar una frustración o un malestar emocional.

Sin embargo, el fenómeno preocupa a padres, profesores y profesionales sanitarios porque, como señala el coordinador del Hospital de Día de Adolescentes de Salud Mental de Parc Taulí, Joaquim Puntí, “las autolesiones no suicidas incrementan el riesgo de lesiones suicidas”, excepto en los adolescentes que lo hacen de manera muy ocasional. Es por este motivo que, a pesar de que muchos de ellos no sufren una patología psiquiátrica, deben recibir tratamiento para superar esta conducta.

 

Cinco hospitales catalanes han creado un grupo de estudio

“Estamos teniendo un incremento exponencial” de jóvenes que se autolesionan, asevera la psicóloga clínica Anna Sintes, del Hospital Sant Joan de Déu, que concreta que en el centro hospitalario de Esplugues de Llobregat este tipo de casos se han sextuplicado en los últimos cuatroaños. Así es que si en 2012 atendieron en urgencias a 24 pacientes por autolesión que precisaron hospitalización, en 2016 la cifra aumentó a 173.

Mientras que el centro vallesano ha registrado en los últimos dos años un aumento de un 9% de las consultas de adolescentes que se autolesionan. Si en 2014 los jóvenes que se autoagredían representaban un 19% del total de los pacientes atendidos, al cierre del año pasado la cifra se había incrementado en un 28%.

La conducta de cortarse recibe una cierta aprobación en grupos de chicas, según los psicólogos

La conducta de cortarse recibe una cierta aprobación en grupos de chicas, según los psicólogos (Getty)

Estudios europeos ratifican también el comportamiento al alza de autolesiones no suicidas entre la juventud, como el estudio que recogió en 2014 la revista británica Journal of Child Psycology and Psychiatry. El informe ultima que un 27,6% de jóvenes europeos se han autolesionado al menos una vez en la vida.

La tendencia en Catalunya también se ha detectado, hasta el punto que se ha constituido el Grupo de Estudio y Tratamiento de las Autolesiones (Greta), formado por profesionales de cinco hospitales – el Clínic, Sant Pau, Parc Taulí, Sant Joan de Déu y Althaia, de Manresa-. El objetivo del grupo es elaborar un protocolo para atender de manera efectiva al número creciente de pacientes que sufren este problema psicológico.

“En la mayoría de los casos son cortes superficiales que se hacen con objetos tan comunes como sacapuntas, cuchillas y a veces también con un lápiz, con el que se van rascando hasta producirse una lesión”, detalla Joaquim Puntí. Los adolescentes, que en uno de cada diez casos son chicas, se hacen este tipo de heridas en antebrazos –el lugar más habitual-, pero también en nalgas y vientre.

La conducta de la autolesión empieza a detectarse entre los 11 y 14 años
La conducta de la autolesión empieza a detectarse entre los 11 y 14 años (iStockphoto)

Una de las cosas que más alarma a psicólogos y familias es el hecho de que, tras realizarse el corte, los jóvenes acostumbran a fotografiar el resultado y compartirlo con el grupo de amigos a través de aplicaciones como Whatsapp, o bien lo exhiben a través de redes sociales –por ejemplo, Instagram-, llegando a un público más amplio.

Es por ello que los profesionales no descartan que se esté produciendo una especie de contagio; que las autolesiones, que antaño se asociaban a una enfermedad psiquiátrica, se estén convirtiendo en una moda entre jóvenes aparentemente sanos. “No es extraño que en una clase cuando una chica se autolesiona, en pocos días tres o cuatro alumnas más imiten esa conducta”, comenta el psicólogo Joaquim Puntí.

No es extraño que en una clase cuando una chica se autolesiona, en pocos días tres o cuatro alumnas más imiten esa conducta

JOAQUIM PUNTÍ

Coordinador del Hospital de Día de Adolescentes de Salud Mental de Parc Taulí

Pero, ¿a qué es debido este fenómeno? “No se sabe con certeza”, contesta Anna Sintes. No obstante, la psicóloga clínica dilucida que “la expresión del malestar emocional cambia en función de la época y la cultura”. Y añade que si bien antes los adolescentes agobiados y con problemas se enganchaban a la heroína, ahora una de las tendencias es cortarse, seguramente “por influencia de las redes sociales y la facilidad con la que se transmiten las imágenes”.

El perfil de los jóvenes sin ninguna enfermedad psiquiátrica que se autoagrede es la de una persona con una autoestima baja, que tiene dificultades en las relaciones interpersonales –en muchos casos son víctimas de acoso escolar-, con poca capacidad para resolver problemas y escasa resistencia a la frustración. Además, sus relaciones familiares suelen ser complicadas y comparten un temperamento que los predispone hacia este tipo de conductas. “Aunque cada vez el perfil es más heterogéneo”, puntualiza el psicólogo clínico del hospital Parc Taulí.

Diversos grupos de jóvenes que se autolesionan

Otra pregunta que se hacen los especialistas cuando reciben a un paciente con un comportamiento de este tipo es “¿qué función tiene la autolesión en este caso?”. Puntí explica que hay que diferenciar entre grupos de adolescentes distintos: el primero, los jóvenes que forman parte de una subcultura urbana llamada “Emo” y que se autolesionan como una manera de significarse como miembro de esa tribu.

El segundo grupo estaría compuesto por los jóvenes con una enfermedad mental –un trastorno alimentario, por ejemplo-. Una patología a la que va asociado un escaso control de los impulsos. En estos casos las autolesiones suelen ser mucho más graves que las que se hacen los otros grupos.

Y, por último, el grupo mayoritario: el de los que se hacen cortes superficiales ante problemas triviales: un límite impuesto por los padres que no les gusta, una relación de pareja que se rompe o una discusión con alguien. El adolescente se autoagrede como una vía para comunicar su malestar a los demás o bien para sentir alivio al cortarse –el dolor que le produce la autolesión desvía su atención del sufrimiento psicológico-, o bien porque se marea al ver la sangre y esto le disminuye la ansiedad que está sintiendo.

Muchos adolescentes reciben en su móvil imágenes de contenido sexual
Muchos adolescentes reciben en su móvil imágenes de contenido sexual (Getty)

Esta conducta también provoca en ocasiones que el entorno próximo al joven se preocupe más y cambie su relación con él, con lo cual se siente más considerado y querido, lo que a su vez puede reforzar este comportamiento y convertirlo en más impulsivo. “Si la autolesión aparece en el contexto de una frustración, la familia cede en su objetivo porque teme que su hijo vuelva a autolesionarse”, añade el psicólogo del hospital Parc Taulí.

Entonces, ¿cómo tratar al adolescente que se corta para canalizar su malestar o frustración? No reforzando esa conducta, lo cual no quiere decir ignorarla. “No hay autolesión banal a la que no se le deba dar importancia, ya que puede ir en aumento”, avisa Anna Sintes. En este sentido Joaquim Puntí aconseja a los padres que “mantengan la calma” y que hablen del problema con su hijo o hija. No obstante, si rechaza la ayuda y continúa reproduciendo la misma conducta, el siguiente paso es acudir al especialista.

Los psicólogos consultados coinciden en que la clave para solucionar el problema es enseñar al joven a canalizar el dolor psicológico de una manera diferente. También aconsejan a los padres “controlar” los contenidos que sus hijos ven en internet, ya que la red –donde se pueden encontrar miles de resultados de cómo autolesionarse o suicidarse- “amplifica” esta conducta, aseguran.

No hay autolesión banal a la que no se le deba dar importancia, ya que puede ir en aumento

ANNA SINTES

Psicóloga clínica Hospital Sant Joan de Déu

Muestra de ello es el macabro juego conocido como la Ballena azul , por el que una menor ha sido hospitalizada en una unidad psiquiátrica en Catalunya. La práctica, monitorizada por otra persona a distancia, consiste en superar 50 retos, el último de los cuales es quitarse la vida. El juego ha generado alarma en diversos países por la sospecha que podría estar detrás de la muerte de varios adolescentes.

Para combatir el poder de persuasión de internet y del grupo de amigos, los expertos recomiendan que los padres pasen tiempo con sus hijos y mantengan una comunicación fluida. “Comer todos en la mesa en una buena recomendación”, dice Puntí, que alerta que cada vez es más común que los jóvenes hagan los almuerzos o las cenas solos en sus habitaciones.

Además, los especialistas también ven conveniente formar al profesorado para que pueda identificar este tipo de conductas y hacer una acción primeriza conveniente. “No es acertado hablar con todo el grupo del problema de las autolesiones”, advierte el psicólogo, y concluye: “Es mejor dedicar una clase a estrategias de gestión emocional para prevenirlo”.

La clave para solucionar el problema es enseñar al joven a canalizar su malestar emocional de una manera diferente

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20170718/424187351914/aumento-adolescentes-cortan.html

Comparte este contenido:

Cómo conseguir que los niños dejen la tableta y jueguen como antes

Por: Raquel Quelart

Cada año para estas fechas muchos padres se plantean qué juguetes adquirir para sus hijos. “¿Qué les hará más ilusión: los muñecos o juegos modernos o quizá algo más original?”, se pueden preguntan. Los expertos alertan que saber escoger los juguetes más apropiados es esencial para despertar la motivación, la imaginación y la creatividad en los niños. Sin embargo, la realidad es que los dispositivos electrónicos están desbancando al juego tradicional. De hecho, psicólogos y pedagogos constatan que si antes el juego simbólico se alargaba hasta los 11 o 12 años, hoy en día muere a los siete u ocho. A partir de esta edad tabletas, videoconsolas y smartphones pasan a ser los protagonistas del tiempo lúdico.

Pero, ¿es posible conseguir que los niños recuperen el hábito de entretenerse con juguetes tradicionales? “Creo que sí que es factible”, comenta María Costa. La doctora en pedagogía y directora de investigación infantil y ocio del Instituto Tecnológico de la Producción Infantil y Ocio (AiJU), que ha editado una guía con recomendaciones, considera que la calve es ofrecer a los más pequeños “alguna alternativa interesante que, además, pueda compartir con sus padres y otros niños”. Si esto ocurre, señala la experta en juego, “las pantallas se quedan para los ratos de aburrimiento”.

Hemos pasado a convertir las peticiones infantiles en listas de compras y no nos planteamos nada más
María Costa

Directora de investigación infantil y ocio de AiJU

“Los dispositivos electrónicos no son juguetes”, afirma la psicóloga del Instituto Carl Rogers Cristina Fumàs, que defiende que hasta los siete u ocho años “no debería haber exposición” a este tipo de aparatos. El motivo: si bien las nuevas tecnologías han proporcionado mejoras en la sociedad, también entrañan sus riesgos. Según Fumàs, “se mata mucho la imaginación porque no se da la oportunidad de que sea el niño el que descubra, decida, construya o invente porque ya viene dado de alguna forma”. A esto se añade el problema de que estos dispositivos favorecen el sedentarismo.

Menos casa y más calle

Pero no solo las nuevas tecnologías son responsables del cambio de hábitos en el juego, tal como deja patente un estudio reciente realizado por una conocida marca de detergentes. La encuesta revela que la mitad de los niños españoles de entre cinco y 12 años pasa menos de una hora al día al aire libre, la mitad del tiempo que un preso de una cárcel de máxima seguridad de Estados Unidos. Por eso los expertos en juego infantil opinan que las actividades en el exterior tienen que estar entre las prioridades lúdicas de las familias.

Parque de Josep Tarradellas, en Barcelona
Parque de Josep Tarradellas, en Barcelona (Archivo LV)

La menor concurrencia de los pequeños en las calles tiene otros daños colaterales. “Antes había más juego en los parques, donde se juntaban niños de diversas edades”, aduce María Costa. Y esto terciaba que “los más mayores transmitieran a los más pequeños” juegos tradicionales. Hoy en día, según la pedagoga, los niños tienden a reunirse con otros niños de la misma edad. “Dejan de crearse grupos socialmente estructurados, coherentes, que son capaces de comunicar ideas interesantes de juego, por lo tanto, los padres tenemos una labor en comunicar estas ideas”, apostilla.

Por otro lado, es una evidencia que la industria del juguete se moderniza con muñecos cada vez más interactivos y novedades que incorporan tecnologías, tal como se puede apreciar en la lista de los juguetes estrella de esta Navidad. Para la directora de AiJU esta es una manera de hacer estos productos más atractivos y alargar la edad en que los niños se interesan por los juguetes.

Hasta los siete u ocho años no tendría que haber exposición de los niños a dispositivos electrónicos
Cristina Fumàs

Psicóloga del Instituto Carl Rogers

Al mismo tiempo, desde hace un par de años en la Feria Internacional del Juguete de Núremberg (Alemania) se está constatando “una clara tendencia llamada retromanía”, según Costa, que consiste en recuperar juguetes populares de otras épocas. Juegos de antaño que se actualizan con nuevos diseños y conceptos, como el Monopoly, el Tragabolas o el Quién es quién, y otros clásicos que nunca pasaron de moda, como las cartas y el parchís. Un fenómeno que contribuye a apuntalar el juego tradicional en detrimento del tiempo que los pequeños de la casa dedican a dispositivos electrónicos.

Lo más publicitario no es lo mejor

Uno de los errores más comunes que cometen los padres a la hora de escoger los juguetes de sus hijos, según los expertos, es basarse solo en las preferencias de estos, que muchas veces están influidas por la publicidad y en las licencias de moda, como Paw Patrol o Frozen. “No nos paramos a pensar qué valor de juego le va a dar el niño o la niña y si se va a divertir con él”, comenta Costa, que sentencia: “Hemos pasado a convertir las peticiones infantiles en listas de compras y no nos planteamos nada más”.

Con el fin de evitar las compras compulsivas y la acumulación de juguetes que acaban olvidados en un armario, los expertos consultados hacen las siguientes recomendaciones:

1. No solo tener en cuenta los intereses del niño, sino hay que plantearse cómo un determinado juguete puede fomentarle la curiosidad y qué cosas interesantes puede descubrirle. Además, los padres deberían de plantearse si se divertirán compartiéndolo con ellos y si servirá para que el niño pase un buen rato con sus amigos.

2. Los juguetes no son para que los niños jueguen solos. Los padres tienen que implicarse también para enseñar a sus hijos lo divertido que es jugar. En este sentido María Costa invita a los más mayores a transmitir a los más pequeños sus conocimientos en juegos tradicionales, como la cuerda, la goma o las tabas.

3. Cada edad tiene necesidades lúdicas diferentes. Por ejemplo, los niños de hasta dos años aprenden con juguetes más sensoriales de tactos, formas, tamaños o transparencias, y a medida que van creciendo ya son capaces de hacer construcciones horizontales y verticales. Por lo que hay que adquirir productos adaptados a sus capacidades.

4. Potenciar al máximo los materiales y juguetes no estructurados, es decir, que sean lo más abiertos posibles para invitar al niño o niña a hacer volar la imaginación. “Todo lo que está muy detallado y acabado hace que el niño tenga un papel mucho menos activo en su utilización”, asegura Cristina Fumàs. En el mercado se pueden encontrar infinidad de juguetes basados en pedagogías que fomentan el juego infantil y que respetan el ritmo evolutivo de cada edad. Algunos ejemplos se pueden encontrar en webs como www.grapat.edu, www.jugarijugar.com y www.grimms.eu.

Juego infantil que fomenta la creatividad y la imaginación
Juego infantil que fomenta la creatividad y la imaginación (www.grapat.edu)

5. Buscar juguetes que no sobreestimulen mucho. Si un niño se acostumbra a un ritmo de estímulos muy alto y a respuestas inmediatas –aprieta un botón y ocurre- no trabaja el autocontrol, la paciencia y, además, tenderá a aburrirse más pronto.

6. Limitar el número de juguetes. Poseer demasiados muñecos y juegos provoca en los más pequeños de la casa una pérdida de interés por ellos. “Es mejor cuatro y bien escogidos”, apunta Fumàs, “y sobre todo que puedan proporcionar experiencias reales”.

7. Establecer unas prioridades a la hora de escoger. Para ello, será necesario hacer un recuento de los juguetes que ya posee el niño o la niña, tener en cuenta sus preferencias, buscar su complicidad a la hora de elegir y las capacidades que deseamos potenciar en él, según recoge el decálogo de Abacus para sacar el mejor provecho de los juguetes.

8. Evaluar el valor pedagógico del juguete ya que hay que tener en cuento que los niños aprenden jugando. Por este motivo es importante evitar los juegos que inciten a la violencia o al uso de un lenguaje grosero.

9. Juguetes sin estereotipos de sexo. Evitar seleccionar juguetes dirigidos específicamente a niñas o a niños.

10. Seguridad. Los juguetes tienen que cumplir la normativa e informar de manera adecuada cómo darles un uso correcto. En este sentido hay que tener en cuenta tres aspectos: las propiedades mecánicas y físicas, que no contenga materiales inflamables y que no estén elaborados con tóxicos.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20161208/412461882941/promover-juego-tradicional-ninos.html

Comparte este contenido:

El móvil entra pisando fuerte en las aulas

Por: Raquel Quelart

Los tiempos en los que el profesor requisaba el móvil solo por el simple hecho de verlo encima del pupitre han quedado atrás. Desde que en marzo del 2015 la entonces consellera d’Ensenyament, Irene Rigau, invitó a centros y docentes a potenciar el uso pedagógico de estos dispositivos en las aulas, decenas de escuelas e institutos los han incorporado en el día a día como una herramienta educativa más.

 “Es una tendencia clara”, comenta Jordi Miró Meix, director general de Atenció a la Família i la Comunitat Educativa de la Generalitat. A falta de un método para elaborar un listado de los centros que permiten el uso del móvil en clase, el principal medidor de este aspecto es el programa MSchools , cuyo objetivo es la adopción de las tecnologías como instrumento de innovación educativa en los institutos.
Al principio estaba mal visto que un profesor usara móvil en el aula

Eulàlia Franquesa

Profesora de Formación y Orientación Laboral del Institut Can Vilumara

Impulsado por Mobile World Capital Barcelona, el programa incluye, entre otras facetas, una propuesta curricular para la asignatura de informática de 4ºde ESO centrada en el diseño y desarrollo de aplicaciones. Desde el 2013, la participación de centros en App Education no ha parado de crecer –solo este año se han inscrito 334 institutos-.

“No hay reticencias a la hora de introducir el móvil en el aula”, asegura Miró. No obstante, normalizar su uso en escuelas e institutos no significa dar carta blanca a los alumnos. Ensenyament establece que incorporar estos dispositivos en los centros requiere “orientaciones precisas” relativas a su buen uso.

Centros con gran permisividad

Un referente en este ámbito es el Institut Pla Marcell de Cardedeu (Vallès Oriental). El centro ha señalizado cada espacio en función de la utilización que el alumno puede darle a su smartphone. Lo único que no se tolera, explica el director del centr, Àlex Salleras, es realizar llamadas.

En el recinto existen cuatro tipos de espacios: aquellos donde el móvil se puede usar con la única restricción de no tomar imágenes a compañeros sin su permiso; otros en los que el uso continúa siendo libre, pero con algunas limitaciones, como escuchar música a un volumen alto –biblioteca-; lugares en los que puede utilizarse siempre y cuando la actividad lo requiera, y otros donde su uso está prohibido –sitios de paso-.

Niños utilizando un móvil en un pasillo de una escuela
Niños utilizando un móvil en un pasillo de una escuela (Wavebreakmedia / Getty)

Los dispositivos móviles “están muy intrincados en la vida del centro”, reconoce el director, que añade que los alumnos los suelen utilizar como si fueran “miniordenadores” donde generan contenidos, se comunican a través de mensajes, correos electrónicos y comparten calendarios. “Los grupos de Whatsapp nos permiten organizarnos muy bien”, asevera.

El cambio revolucionario que está suponiendo la introducción de la tecnología móvil en la educación está relacionado también con la metodología para dar clase. Por eso no es de extrañar que proliferen cursos especializados en la materia, como el impartido en Aprèn Online por Eulàlia Franquesa dirigido a docentes.

Tenemos un cajón en dirección donde algunos alumnos dejan el móvil cuando entran

Àlex Salleras

Institut Pla Marcell

Franquesa, profesora de Formación y Orientación Laboral del Institut Can Vilumara (Hospitalet de Llobregat), fue una de las pioneras en introducir el smartphone como herramienta pedagógica. “Al principio estaba mal visto que un profesor usara móvil en el aula”, admite, “te sentías un poco mal”. En cambio, ahora, con la nueva directriz de Ensenyament, la docente se siente legitimada.

Aunque convencida de que las nuevas tecnologías se generalizarán en el sistema educativo, también reconoce que “está costando mucho”. Si bien es cierto que, según Franquesa, los profesores empiezan a ver este dispositivo con buenos ojos, sobre todo cuando se percatan de que “les facilita el trabajo”.

Cómo sacarle potencial al móvil en clase

La principal razón es la existencia de herramientas como el Moodle que permiten la realización de exámenes tipo test a través del smartphone. El programa es capaz de mezclar las preguntas de manera aleatoria para cada alumno y corregir las respuestas de manera automática.

Franquesa señala otras de las funcionalidades del móvil muy interesantes para educación: el desarrollo de aplicaciones específicas -por ejemplo, mediante el App Inventor-, el acceso a la información de manera inmediata –a través de Google, diccionarios, mapas-, el uso de herramientas como calculadora y cámara, además de otro tipo de aplicaciones y programas que favorecen la interactividad.

Tengo la impresión de que el móvil está más regulado en la escuela que dentro de casa

Jordi Miró Meix

Director general Atenció a la Família i la Comunitat Educativa de la Generalitat

Pero todavía hay centros donde el móvil está “súper prohibido”, admite la docente. “Facebook, Twitter y Whatsapp dan mucho miedo”, señala, y compara el rol que estas aplicaciones cumplen en el aula con lo que sucedía antaño cuando los estudiantes se enviaban mensajes en papelitos. Y concluye: “A los alumnos les encanta el uso del móvil en clase y cogen menos apuntes que antes”.

A pesar de estas bondades de los smartphones, el director general de Atenció a la Família i la Comunitat Educativa de la Generalitat, Jordi Miró Meix, admite que también tienen “un componente perverso”: el favorecer el acoso dentro y fuera de los centros de enseñanza. Por eso adelanta que próximamente su departamento lanzará una iniciativa de cara a minimizar el impacto de esta situación.

Los peligros del ‘smartphone’

Respecto a la preocupación que puedan tener los padres y madres del tiempo que pasan sus hijos frente a pantallas, Miró contesta: “Tengo la impresión de que esto está más regulado en la escuela que dentro de casa”. Y recuerda que la Generalitat ofrece algunos consejos para las familias a través de este enlace .

“En este sentido los niños tienen que venir un poco enseñados de casa”, aclara. Y si no es así, la escuela también tiene sus propios recursos para mejorar los hábitos tecnológicos de niños y adolescentes, como expone el director del Institut Pla Marcell: “Tenemos un cajón en dirección donde algunos alumnos dejan el móvil cuando entran porque hemos acordado que era conveniente ayudarles a hacer una buena gestión de este dispositivo”.

Una demostración de que exprimir el potencial que ofrecen las nuevas tecnologías también en la escuela no es incompatible con que los más pequeños se acostumbren a dedicarles solo el tiempo necesario.

La Generalitat ofrece algunos consejos para las familias sobre nuevas tecnologías e infancia

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20161219/412666502257/movil-escuela.html

Comparte este contenido: