Nuestros Jóvenes, Nuestro Futuro

22 de marzo de 2017 / Fuente: http://pcnpost.com

Por: Samuel Azout

En Colombia viven aproximadamente 13 millones de jóvenes (14-28 años). Muchos de ellos viven en entornos difíciles y están expuestos a una gran cantidad de riesgos como prostitución, abuso de sustancias psicoactivas, alcoholismo, micro tráfico, deserción escolar, embarazo adolescente, violencia intrafamiliar, abusos, maltratos y violaciones, entre otros.

La primera causa de muerte en jóvenes entre 10 y 24 en Colombia es la violencia inter personal. Según un estudio el 5% de los hombres y el 14% de las mujeres entre los 14 y los 19 años ya han tenido su primer embarazo.

Colombia ocupa el primer lugar en América Latina en consumo temprano de alcohol y drogas. 87% de los menores de 17 años ha tomado alcohol alguna vez en su vida y 67% lo ha hecho en el último año.

Como sociedad tenemos la responsabilidad de ofrecerles posibilidades de vidas productivas y felices a nuestros jóvenes. Garantizar un buen futuro para ellas y ellos, especialmente los más vulnerables, no es solamente una obligación del Estado y un imperativo moral, es un cometido que nos corresponde a todos. Para logarlo, debemos antes entender: ¿qué problemas limitan el desarrollo de nuestros jóvenes? ¿cómo podemos prevenir estos problemas?

Un gran problema de los jóvenes es el desempleo. Cuando los jóvenes no encuentran trabajo se sienten rechazados por la sociedad. La depresión y el pesimismo puede llevarles hasta el suicidio. Otro grave problema es la pobreza que despoja la auto estima, y despierta sentimientos de humillación y vergüenza.

Muchos jóvenes recurren a pandillas, bandas criminales y otros comportamientos hipermasculinos para alcanzar estatus social. En grandes ciudades Latinoamericanas la delincuencia juvenil también está ligada a la obtención de alimentos y bienes materiales, es decir, es un medio de subsistencia.

La inseguridad, la violencia de género, el abandono afectivo de los padres, y el madresolterismo también afectan el adecuado desarrollo de jóvenes. Fenómenos como deserción escolar, y el abuso del alcohol y sustancias psicoactivas, limitan aún más las posibilidades de un futuro promisorio.

Hay veces vemos a nuestros jóvenes como víctimas, otras veces como victimarios. No conviene estereotiparlos, debemos conocer sus mundos, sus ilusiones, sus sentimientos y sus frustraciones. Queremos apoyarles para que superen sus obstáculos y empoderarlos para que desaten su infinito potencial.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/samuel-azout-nuestros-jovenes-nuestro-futuro/

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