Hijos de padres con deserción escolar usualmente repiten ese modelo

Por: El Siglo de Torreón

Un estudio de la Universidad del Valle de México (UVM) reveló que 76 por ciento de las familias en las que el padre tiene como grado máximo la secundaria enfrentan la deserción escolar de al menos un hijo.

En tanto, si el padre de familia cuenta con bachillerato o un grado más avanzado, el porcentaje de deserción de uno de los hijos baja a 24 por ciento, señalan los resultados de la investigación del Centro de Opinión Pública de esa casa de estudios.

El trabajo consistió en mil 002 encuestas en casa habitación, a nivel nacional, a 501 padres de familia y a uno de los hijos que estuviera cursando secundaria.

Los principales motivos que citan los padres para no haber terminado sus estudios son no haber contado con recursos económicos (53 por ciento), no les gustaba estudiar (13 por ciento), necesidad de trabajar (12 por ciento), dedicarse a apoyar labores del hogar (siete por ciento), no eran prioridad los estudios en su familia (seis por ciento) y mal desempeño académico (cinco por ciento).

El sondeo arrojó que 81 por ciento de los padres que sólo estudiaron la secundaria dicen que, de haber tenido la posibilidad, les habría gustado seguir con su formación escolar; 46 por ciento considera que la mayor ventaja de haber continuado habría sido un mejor empleo, 31 por ciento piensa que tendría más ingresos, y 10 prociento que habría adquirido más conocimientos.

Los padres que terminaron licenciatura y llegaron a posgrado, dijeron, 27 por ciento, que su principal motivación fue el deseo de superarse; 22 por ciento, tener una carrera; 16 por ciento, tener mejores oportunidades de ingresos; 16 por ciento, mejores oportunidades de empleo; ocho por ciento, poner el ejemplo a su familia, y seis por ciento, apoyar a su familia.

En el análisis dado a conocer por la UVM en un comunicado, en las familias en las que existen hijos que han desertado de la escuela es más probable que sus padres hayan tenido una formación deficiente en habilidades básicas como escritura, compresión de textos, incluso historia.

De 26 por ciento de los padres que dicen haber tenido poca o ninguna habilidad de escritura, tienen hijos que han desertado; 24 por ciento de los que dicen haber tenido poca o ninguna habilidad en lectura, reportan lo mismo, y 60 por ciento de los padres que dicen haber aprendido poco o nada de historia, tienen hijos desertores.

En general, los padres encuestados están de acuerdo en que su familia se involucraba en las actividades escolares: 64 por ciento está de acuerdo en que su familia los apoyaba con tareas de la escuela, mientras que 70 por ciento acepta que su familia los motivaba para continuar con sus estudios.

Para la mayoría de los padres de familia desertores la educación universitaria del país es de calidad regular, sin embargo, mientras los padres tienen escolaridad más alta, tienden a considerar que la educación universitaria es de muy buena calidad en México (44 por ciento).

Los padres de familia consideran que el aspecto más importante que debe favorecer una institución universitaria es ofrecer carreras que respondan a las necesidades del país (50 por ciento), mantener actualizados los programas de estudio (37 por ciento), y tener vinculación con las necesidades de la industria (13 por ciento).

De los encuestados, 74 por ciento cree que quienes tienen una carrera universitaria cuentan con más oportunidades para conseguir buen empleo, 41 por ciento admite no tener planificada la educación de su hijo, 27 por ciento dice haberla planificado parcialmente y sólo 32 por ciento dice haberla planificado.

La educación superior es vista como un vehículo para lograr movilidad social, sin embargo, el acceso de los hijos a ese nivel parece estar delimitado por los estudios con que sus padres cuentan.

Hijos de padres con deserción escolar usualmente repiten ese modelo

En general, los padres encuestados están de acuerdo en que su familia se involucraba en las actividades escolares: 64 por ciento está de acuerdo en que su familia los apoyaba con tareas de la escuela, mientras que 70 por ciento acepta que su familia los motivaba para continuar con sus estudios. (ARCHIVO)

Fuente: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1386771.hijos-de-padres-con-desercion-escolar-usualmente-repiten-ese-modelo.html

 

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El problema concreto de la educación abstracta

Por: El Siglo de Torreón

 La historia nos cuenta que, entre más alto es el nivel de escolaridad de una nación, mejores son sus condiciones de vida; pero en México ocurre algo distinto. En las últimas décadas, el promedio de educación escolar de los mexicanos subió de 3.5 años en 1970 a 9.3 años el 2016. No obstante, no se han experimentado aún mejoras sustanciales en la calidad de vida, de hecho, en muchos sentidos pareciera haber un retroceso. Hoy, los habitantes de este país nos sentimos más vulnerables, más inseguros, no confiamos en nuestras instituciones ni creemos en el estado de derecho.

El problema es la educación. Pero no en los términos en los que cotidianamente se habla sobre el asunto. Es verdad que veníamos de hábitos educativos rígidos, incluso violentos, pero la satanización de esas formas, como suele ocurrir, ha nublado nuestra capacidad de pensar en las muchas cosas buenas que también había en la educación de antaño. Sin embargo, insisto, no es allí en donde radica el problema profundo de nuestra educación.

Nuestra concepción de enseñanza escolar es el resultado de un trasplante de una idea educativa europea misma que tardó por lo menos 300 años en gestarse y consolidarse hacia la segunda mitad del siglo XVIII. Esa noción gira en torno a la construcción de grandes abstracciones que representen al mundo y que posibiliten su transformación. Lo más importante aquí, es entender que las abstracciones no surgen de la nada sino que parten de la realidad concreta y cotidiana.

Quienes importaron esa concepción de la enseñanza escolar a México, y quienes continúan aferrados a ella, de alguna manera consideraron que el camino se podía seguir exactamente en el sentido contrario, es decir, aprender la abstracción para luego ir hacia la realidad concreta. Para decirlo de manera coloquial, ir de la teoría a la práctica. Craso error.

¿Cuántos, por ejemplo, conducen sus automóviles violentando todas las reglas de tránsito porque están seguros de que «nada les puede pasar»? ¿Cuántos mexicanos no se lavan las manos antes y después de ir al baño? ¿Cuántos más se meten en grandes líos financieros porque suponen que «sí lo podré pagar»? ¿Cuántos realizan sus labores de manera descuidada porque al cabo que «no pasa nada»? ¿Cuántas obras públicas terminan colapsadas porque «nadie se va a dar cuenta»?

La probabilidad de que algo malo ocurra es una abstracción. Todos conocemos las consecuencias negativas de actuar mal, pero las sabemos de manera teórica: no nos pasan hasta que nos pasan. Mi hipótesis es que nunca hemos sido educados a comprender cómo se llegó a una abstracción. No sabemos, por ejemplo, cómo se determinó que la fórmula química del agua era H2O y casi nadie comprende que, en su estado natural, el agua jamás está en ese nivel de pureza.

De manera similar desconocemos las razones para no ir a más de 60 kilómetros por hora en las calles; para no tirar basura fuera de su sitio; para no vender o comprar el voto; para no desviar recursos públicos a fines para los que no fueron presupuestados; para no pedir diezmos, mordida o moches; para no torturar; etc. Todo lo que logramos apreciar es lo concreto del beneficio personal inmediato que estamos experimentado; al tiempo que desdeñamos las abstracciones que nos hablan de los males y peligros que pudieran presentarse. Cuando nos toca, entonces lloramos.

La educación en México es un problema porque no nos enseña a teorizar con rigor nuestra experiencia cotidiana. ¿Les parece una expresión muy abstracta y «filosófica»? Los invito a ver lo concreto de los índices de suicidio adolescente, embarazo precoz, homicidios dolosos y culposos, niveles de contaminación ambiental; percepción de la corrupción; confianza institucional, etc., etc., etc.,

Fuente: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1362764.el-problema-concreto-de-la-educacion-abstracta.html

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