Por:
La depresión o la ansiedad son cada vez más comunes entre nuestros niños y jóvenes. ¿Está la escuela preparada para prevenir y detectar los posibles problemas de salud mental en momentos vitales tan determinantes como la infancia y la adolescencia?
Comienza un nuevo curso y con él múltiples retos. Aunque la crisis sanitaria ya no es tan acuciante y la sociedad se ha podido relajar en gran medida, sus efectos todavía están presentes hoy en numerosos niños y jóvenes. Y es que la pandemia trajo consigo aislamiento, deterioro en la socialización, problemas económicos y de convivencia intrafamiliar… Un caldo de cultivo que disparó y agudizó diversos problemas relacionados con su salud mental. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 5 niños y adolescentes tiene un problema de salud mental diagnosticado y cerca de la mitad de estos trastornos aparecen antes de los 14 años. Podemos añadir un dato aún más escalofriante: el suicidio ya se ha convertido en la quinta causa de muerte en el mundo entre este sector de la población.
A estos problemas, hay que sumar otros trastornos preocupantes como la depresión o la ansiedad que representan el 40% de las enfermedades mentales diagnosticadas, según el informe ‘En mi mente’ de Unicef. Podríamos agregar el incremento de los trastornos fóbicos, los obsesivo-compulsivos, de conducta, alimentarios y un (lamentablemente) largo etcétera.
Así están las cosas. Y me viene una pregunta a la cabeza: ¿está la escuela preparada para prevenir y detectar los posibles problemas de salud mental en momentos vitales tan determinantes como la infancia y la adolescencia? Es urgente que así sea. Es básico que la Promoción de la Salud Mental en las aulas sea una prioridad y que la educación emocional ocupe el espacio que merece en el día a día escolar.
La pandemia ha sido el detonante para que los jóvenes expresen de forma más libre cómo se sienten psicológicamente.
Claves para mejorar la salud mental del alumnado
De todo ello hablamos en profundidad en el reportaje sobre salud mental que incluye este número (el 47 ya) de la revista EDUCACIÓN 3.0. En él se abordan las claves para mejorar la situación, se reclama la imprescindible labor de los orientadores y psicólogos, y se informa de la nueva figura del coordinador de bienestar y protección que entrará en las aulas este curso con el objetivo de fomentar el buen trato y el bienestar del alumnado.

De la grave y preocupante situación actual solo se desprende un matiz positivo: según los expertos consultados, la pandemia ha sido el detonante para que los jóvenes expresen de forma más libre cómo se sienten psicológicamente. Sin duda, esto es clave para que la sociedad en general, y la escuela en particular, se centre en normalizar estos problemas y así evitar el estigma que acarrean.
Desde luego, no son pocos los retos que nos esperan este curso. Lo importante es sentar las prioridades y, sin duda, la salud mental de nuestros niños y jóvenes debe ocupar los primeros puestos. ¿Listos?
¡Feliz curso 2022-23!
Este texto es el editorial que aparece en el Nº 47 de la revista EDUCACIÓN 3.0 impresa, correspondiente a septiembre-octubre 2022. Para acceder a todos sus contenidos es preciso suscribirse: podéis hacerlo desde nuestra tienda online.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/salud-mental-educacion/



2.2- Aterrizamos en la selva de Perú que está llena de árboles altísimos y preciosos cuyas ramas llegan hasta el cielo: la mitad de los niños hace un círculo de árboles (postura del árbol). La otra mitad son exploradores (asana del guerrero) y deben pasa entre ellos con cuidado de no rozarlos para que no se caigan. Al final de la aventura, los exploradores se sientan y hacen de mariposas (postura yoga mariposas).









Para lograr este propósito, la respuesta está, sin duda, en la educación emocional. Porque aprender a identificar, aceptar y regular las emociones es clave para el bienestar emocional de cada uno de nosotros. Y si desde las primeras edades les ayudamos a conocerse a sí mismos, a quererse y respetarse, a desarrollar la empatía y la compasión, sin duda se verán capacitados y empoderados para extraer y desarrollar lo más valioso de sí mismos. Así, con este andamiaje, la escuela, con la imprescindible colaboración de la familia, puede contribuir a prepararles para una vida satisfactoria, plena, con conciencia y bienestar. Por no hablar de la positiva influencia que tiene la autorregulación emocional en la prevención de conflictos dentro y fuera del centro escolar.
¿Y cómo podemos educar en emociones en el ámbito académico de una forma eficaz y significativa? “Otorgando a la Educación Emocional un espacio propio dentro del horario escolar”, como afirma Antonio Sánchez Román,maestro pionero en la introducción de la Educación Emocional como asignatura curricular obligatoria, en la entrevista que publicamos en este número. Sánchez Román cree profundamente en la necesidad de un cambio de paradigma educativo en el que tengan cabida las emociones en todo el proceso de enseñanza aprendizaje. Y es que “nuestro estado emocional influye directamente en el aprendizaje y la convivencia”.





Users Today : 256
Total Users : 35459851
Views Today : 429
Total views : 3418401