América del Sur/Uruguay/elpais.com.uy
«Si estamos de acuerdo con que la homosexualidad y el lesbianismo no son patologías, que la orientación sexual no se ´contagia, que la discriminación en el aula debe ser perseguida y que tenemos que garantizar los derechos de todas y todos, se vuelve imprescindible no solo trabajar estos temas entre la población estudiantil, sino también entre el propio cuerpo docente», expresa esta nueva guía para docentes.
«La diversidad sexual también existe allí, y su visibilización en los centros educativos resulta sumamente beneficiosa y enriquecedora», señala el texto. La guía fue elaborada por el colectivo Ovejas Negras (y está en su página web), el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y la ANEP, que se comprometió a que llegue a todos los liceos, escuelas y locales de UTU.
Entre los motivos para que los docentes homosexuales se visibilicen, la guía menciona que evita el desarrollo de «un discurso contradictorio que celebra y promueve la aceptación de la diversidad en el otro, pero oculta y silencia vergonzosamente la que habita» el docente. Sostiene que para que «exista un hecho educativo es necesario un encuentro y diálogo intersubjetivo. Estar en el armario restringe seriamente esta posibilidad y recorta la labor docente exclusivamente a los contenidos de la asignatura».
Agrega que la visibilización «de modelos alternativos a la heteronormatividad es clave para promover un centro educativo respetuoso de la diversidad sexual» y para «ofrecer a los estudiantes modelos identificatorios alternativos a su entorno inmediato, recurso con el que ya cuentan los estudiantes heterosexuales».
Para los docentes gays y lesbianas que no dieron este paso en forma explícita en los centros educativos donde trabajan, la publicación indica que deben «resolver este tema primero en su fuero interno, antes de comunicarlo al resto, a efectos de realizar un tránsito relajado».
Ante la eventual queja o temores de las familias, colegas y autoridades, «los docentes LGB (lesbianas, gays o bisexuales) deben tener claro que los avances jurídicos consagrados en los últimos años garantizan sus derechos en forma plena», afirma el texto. Pero también les alerta que deben ser «sumamente cautelosos y nada ingenuos en la interacción con los estudiantes y promover siempre la presencia de terceros en los diálogos que se realicen por fuera del aula». Esta sugerencia «toma en cuenta la realidad de que incluso los docentes que trabajan temas de sexualidad —y ni que hablar aquellas/os que son LGB— siguen siendo sujetos fácilmente desacreditables».
La guía para docentes hace hincapié en la necesidad de apoyar a las personas trans, que son las que sufren mayor discriminación y más desertan de sus estudios.
Entre varios aspectos, recomienda reconocer la autoidentificación del adolescente, llamándolo por el nombre con el cual se identifica y siente. En ese sentido afirma que la documentación «debe respetar la autoidentificación» del estudiante. Como alternativa primaria y transitoria dice que se le llame por el apellido para evitar situaciones cotidianas de violencia.
La guía indica que es necesario permitir utilizar el baño que corresponda al género con el cual se autoidentifica el estudiante o promover el uso de baños no generizados. Otra solución alternativa y transitoria que menciona es el uso del baño para docentes. «Mantener un trabajo sostenido con la comunidad, formando un espacio de protección para ese/a adolescente a nivel familiar, educativo, social», es una recomendación que se repite.
La guía dice que durante la Enseñanza Media «muchas personas trans se rebelan ante los mandatos sociales y familiares y comienzan a vivir su identidad de género abiertamente», lo que «despierta un agravamiento de la discriminación directa» y con frecuencia desertan temprana del sistema educativo. Algunas quedan en situación de calle al ser expulsadas de su núcleo familiar e ingresan al circuito de explotación sexual «como estrategia de sobrevivencia, comprometiendo su salud y seguridad personal».
La salud mental en juego, dice esta guía
La guía expresa que la «salida del armario» es un proceso fundamental «para la autoaceptación, el mantenimiento de la salud mental y la construcción de redes sociales sólidas». Dice que las personas que se encuentran en el armario «están sometidas a un estado de alerta permanente y agotador en la medida que deben controlar e inhibir sus opiniones y comportamientos espontáneos», lo que «restringe sus posibilidades de construir una red social y su desarrollo personal». Agrega que la «salida del armario» puede aumentar la exposición a formas de discriminación directa, por lo que es fundamental que el estudiante «sopese la mejor estrategia para negociar su orientación sexual en su contexto», contar con el acompañamiento de la comunidad educativa «que garantice una interacción diaria sin formas de violencia».
Descargar: guía íntegra
Fuente: http://www.elpais.com.uy/informacion/guia-recomienda-docentes-gays-lesbianas.html