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Deberes escolares: un debate inacabado

Por. Juan Antonio Planas

Ante el debate suscitado en los medios de comunicación en relación con los deberes escolares, los Servicios de Orientación estimamos que es necesario ofrecer una postura sensata. España, según un reciente estudio, es uno de los países de la OCDE donde más tiempo pasan los alumnos haciendo deberes escolares. Sin embargo, el abandono y el fracaso escolar siguen siendo de los más altos.

En Educación las posturas maximalistas no deberían existir. Corremos el riesgo de tomar decisiones pendulares. Es decir, al igual que ha ocurrido con la autoridad del profesorado y de las familias que era excesiva no hace demasiados años, se ha pasado a una relajación también excesiva que ha propiciado hijos convertidos en «pequeños dictadores».

Lo mismo ocurre con los deberes. Las dos posturas extremas son igualmente erróneas. No es pedagógico que niños de etapa infantil o primaria estén en la escuela desde las 8 de la mañana hasta las 17 horas y que después de dos o tres horas de actividades extraescolares deban todavía realizar tareas escolares y aprender algunos temas. Hay casos en que niños de 8 o 9 años hacen jornadas más exigentes que las de sus propios padres.

Si a esto añadimos que en muchas ocasiones son tareas repetitivas, poco innovadoras, que no favorecen la creatividad, la curiosidad y el afán de aprender; los deberes, en este caso, no son educativos. Además, limitan el tiempo que el niño necesita para interactuar físicamente con otros niños. Es tan o más importante que los niños jueguen y desarrollen su imaginación junto a sus iguales y con sus padres. En las ciudades cada vez los niños salen menos de casa y el poco tiempo del que disponen lo emplean jugando con los distintos dispositivos digitales.  No es de extrañar que cada vez los alumnos son más inmaduros emocionalmente hablando (aunque por otra parte están hiperestimulados).

Por otro lado, la postura contraria de permitir que los alumnos ya no tengan ninguna responsabilidad educativa al terminar las clases es también incorrecta. Está demostrado que el hábito de la lectura se adquiere en los primeros años de vida y la actitud de los padres es fundamental para el éxito escolar. Es necesario fijar los conocimientos adquiridos en el centro educativo repasando y memorizando. Y también es imprescindible realizar actividades de investigación, de creatividad, etc. que no se pueden realizar en el periodo escolar y dentro de ese espacio, tal como observaciones del medio ambiente, actividades lúdico-deportivas etc.

Los padres deben implicarse conjuntamente con los centros escolares en la educación de los hijos. Precisamente, el Consejo Escolar del Estado en el estudio «La participación de las familias en la educación escolar», presentado en noviembre de 2014,  revela que las altas expectativas académicas de los padres sobre sus hijos, la supervisión de las tareas y deberes relacionados con la escuela, y la adquisición de hábitos lectores dentro de la familia, son factores que influyen muy positivamente sobre el rendimiento escolar de los alumnos, independientemente de la etapa educativa. Igualmente, el sentimiento de pertenencia al centro, la accesibilidad del profesorado y la participación de los padres en las actividades que lleva a cabo la escuela son variables que se asocian de forma positiva con los resultados académicos.

En este estudio se destaca la importancia de realizar actividades en familia, en particular dedicar todos los días un tiempo a conversar y realizar juntos una comida principal. Estos hábitos no dependen del nivel socioeconómico o cultural y sin embargo resultan efectivos en el rendimiento escolar. También anima a los padres a situar las aspiraciones académicas de sus hijos entre sus principales valores, y a supervisar las tareas escolares de los mismos.

Eso sí es necesario apoyar especialmente a los centros situados en entornos desfavorecidos y que escolarizan a alumnos inmigrantes en proporciones elevadas. Y es necesario, establecer programas de compensación educativa para los alumnos cuyas familias no pueden prestarles apoyo académico en las tareas escolares por carecer del nivel de preparación necesario.

Sintetizando, en la etapa infantil y primaria el alumnado debe tener tiempo para jugar con otros niños, descansar y relacionarse con la familia. Por tanto, habría que limitar muchísimo el tiempo dedicado a los deberes y actividades extraescolares.

En Educación Secundaria y Bachillerato, obviamente, la exigencia escolar es mucho mayor. Pero igualmente hay que racionalizar las actividades extraescolares, deberes y estudio que deben realizar. Es imprescindible mayor coordinación entre el profesorado y que la familia colabore con el centro educativo para racionalizar el poco tiempo del que disponen para el ocio.

Aunque parezca paradójico las nuevas tecnologías están contribuyendo a aumentar el nivel de ansiedad y la sensación de disponer de poco tiempo para jugar, practicar deporte y otras actividades lúdicas.

Fuente: http://www.aragondigital.es/noticia.asp?notid=146208&secid=21

Imagen: http://www.zetaestaticos.com/aragon/img/noticias/1/006/1006994_1.jpg

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El docente como principal factor de calidad

Por Indira Orfa

tatianaroojasoviedo34@gamail.com

En la clase que oriento en la Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental, denominada Sociedad y Educación, de la Facultad de Educación de la Universidad del Tolima, cada estudiante debe hacer la presentación de un libro que ha leído durante su semestre y que sirve también como soporte teórico para los ejercicios de investigación sobre problemas educativos escolares que desarrollan simultáneamente.

Se parte de la idea que los futuros docentes deben ser buenos lectores y que deben acudir a la investigación para alcanzar un proceso de enseñanza aprendizaje significativo, que aporte a la praxis, es decir, a la reflexión sobre la teoría y la práctica.

Las estudiantes Mayra Alejandra Barrios Bohórquez y Yudi Lorena Urbano Jojoa, presentaron el libro titulado: ¿Cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo para alcanzar sus objetivos?, cuyos autores son Michael Barbere y Mona Moursehed. Ellos entregan los resultados de una investigación realizada a lo largo de los años 2006 y 2007, por Mckinsey & Company, con el fin de conocer prácticas exitosas en los sistemas escolares.

La muestra fue de 25 sistemas educativos del mundo, entre los cuales se encontraron los 10 de mejor desempeño a saber: Alberta, Australia, Bélgica, Finlandia, Hong Kong, Japón, Holanda, Nueva Zelanda, Ontario, Singapur, Corea del Sur; evidenciando en primer lugar, que el incremento del gasto por estudiante incidió en la calidad, tanto como la disminución del número de alumnos por aula.

“El resultado de las pruebas Tenesse, demostró, que la calidad de los docentes incidió más que cualquier otra variable”, (Mckinsey), tanto que los estudiantes con docentes de alto desempeño, lograron en sus resultados un percentil de 90, frente a quienes fueron estudiantes de docentes con bajos desempeños, quienes alcanzaron solamente un percentil de 37; la diferencia entre unos y otros fue de 53 puntos porcentuales, según el informe.

También se concluye que los resultados se logran en mayor porcentaje, en la medida que haya mejores métodos de enseñanza, que contribuye al éxito de todos los estudiantes.

En cuanto a la selección de los docentes, cada sistema educativo aplica procesos distintos para su evaluación. En el caso de Singapur se destaca que sólo 1 de cada 6 aspirantes es vinculado, después de un riguroso proceso de verificación de calificaciones, conocimientos, actitud, aptitud y personalidad, manifestación de interés por la profesión, entre otros.

Mayor exigencia aún, se encuentra en Finlandia, donde se inicia con 300 preguntas sobre conocimientos en áreas básicas, continuando con el proceso de verificación y cualificación de los seleccionados, de los cuales solo 1 de cada 10 aspirantes logra demostrar sus condiciones para desempeñarse como docente.

Los docentes de estos modelos educativos están muy bien remunerados y reconocidos socialmente como eje fundamental del desarrollo educativo, fuera de que cuentan con el apoyo necesario para garantizar el derecho a la educación de calidad a los estudiantes con necesidades especiales, puesto que existe un staff de profesionales como psicólogos, especialistas en necesidades especiales y otros a través de los cuales, se hace realidad la Educación como un derecho fundamental.

Fuente: http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/opinion/columnistas/289813-el-docente-como-principal-factor-de-calidad

Imagen: http://i.oem.com.mx/9589be53-ae64-44ae-890e-fb8cbb0f7d38.jpg

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Metas de la Educación Crítica

Una educación crítica y liberadora debe tender a construir una civilización solidaria, libre de opresión y desigualdad social.

Todos vivimos bajo la hegemonía del pensamiento único neoliberal y de la economía capitalista centrada en la apropiación privada de la riqueza. El neoliberalismo, cual virus que se esparce de manera apenas perceptible, se introduce en los métodos pedagógicos y en las teorías científicas; en fin, en todos los ramos del conocimiento humano. De ese modo se afianzan progresivamente ideas y actitudes que fundamentan la ética (o la falta de ética) de las relaciones entre los seres humanos y de los seres humanos con la naturaleza.

En la lógica neoliberal la inclusión del individuo como ser social es medida por su inserción en el mercado como productor y consumidor. Las relaciones humanas son determinadas por la posesión de mercancías revestidas de valor. Es el fetiche denunciado por Marx.

Esa inversión relacional, según la cual la mercancía tiene más valor que la persona humana, y la persona humana es valorada en la medida en que ostenta mercancías de valor, contamina todo el organismo social, incluyendo la educación y la religión, según denunció el papa Francisco el 22 de diciembre al señalar las “15 enfermedades” que corroen a la Curia Romana.

De ahí se deriva una ética perversa, que destaca como valores la competitividad, el poder de consumo, los símbolos de riqueza y poder, la supuesta mano invisible del mercado. Tal perversión ética debilita los organismos de fortalecimiento de la sociedad civil, como los movimientos sociales, los sindicatos, las asociaciones de barrio, las ONGs, los partidos políticos… El patrón adoptado ya no es el de la alteridad y de la solidaridad sino el del consumismo narcisista y el de la competitividad.

¿Cómo superar hoy ese patrón de vida capitalista que, aunque no se afiance en nuestro ambiente social, predomina muchas veces en nuestra mentalidad? En ello la educación ejerce un papel preponderante para que las nuevas generaciones no se sientan obligadas a adaptarse al nuevo “determinismo histórico”: la hegemonía del mercado.

Hoy día un arma poderosa para la superación del neoliberalismo es la educación critica y cooperativa, capaz de crear nuevos parámetros de conocimiento y de suscitar nuevas prácticas emancipatorias. Sobre todo cuando ella se vincula con movimientos sociales de defensa de los derechos humanos y de mejoramiento de la democracia.

Es a través de la educación como se moldean las subjetividades que imprimen significado a los fenómenos sociales. Con frecuencia sucede que se vive un antagonismo entre lo microsocial (normado por la subjetividad) y lo macrosocial (normado por las estructuras). Profesamos una ética que no practicamos y una democracia que no admitimos cuando ocupamos una función de poder.

Buenos ejemplos de coherencia entre lo micro y lo macrosocial son Gandhi, Luther King y Chico Mendes: a partir de sus ideales específicos -lucha contra el imperialismo británico, la discriminación racial y la degradación ambiental- lograron modificar las estructuras e implantar nuevos parámetros éticos en las relaciones personales y sociales.

Frei Betto es escritor, autor de “reinventar la vida”, entre otros libros.
www.freibetto.org/> twitter:@freibetto.
Traducción de J.L.Burguet

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2015/03/14/metas-de-la-educacion-critica/#.V3FFnWjhCUk

Imagen: http://2.bp.blogspot.com/-bgUkdG9qQPI/VQFt6vly1II/AAAAAAAArpo/BMGMFW8UQ8c/s1600/Untitled-1.png

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Leer por el gusto de leer: la clave

Por. Rosa María Torrres.
Ponencia preparada para el
II Seminario Internacional ¿Qué leer? ¿Cómo leer? Lecturas de juventud
Ministerio de Educación de Chile / Plan Nacional de Lectura 
Santiago, 10-11 diciembre 2014

También presentada en 1º Seminário Internacional “ESCOLA? PRESENTE: Alfabetização: Currículo e Práticas Educativas”, Recife-Pernambuco, 16 mayo 2015

PRESENTACION

«Si un libro aburre, déjelo. No lo lean porque es famoso. No lo lean porque es moderno. No lo lean porque es antiguo. Si un libro es tedioso para ustedes, déjenlo. Leer es buscar una felicidad personal, un goce personal. Si no caemos en la tristeza de las bibliografías, de las citas» Jorge Luis Borges
En el marco del tema «La lectura como competencia de vida» elegí hablar de la lectura por placer, lamás importante de todas y la más incomprendida.

Mucha gente no saber leer; mucha, sabiendo leer, no lee; mucha no lee libros; mucha lee sin comprender cabalmente lo que lee; y muchísima lee sin disfrutar de la lectura. Trágicamente, el sistema escolar se especializa en desarrollar lectores obligados, malos lectores, desde la infancia.

La inesperada confesión «No me gusta leer» del Presidente Evo Morales, en 2013, es la confesión no hecha por millones de personas en el mundo, incluidos políticos, funcionarios, intelectuales, periodistas, profesores, de quienes, dada su función, se esperaría sean lectores asiduos, ejemplares.

Actualización cultural y lectura por placer fueron las dos categorías más elegidas como motivaciones para leer entre los encuestados en 11 países por el Centro Regional para el Fomento del Libro y la Lectura (CERLALC) en 2012: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, España, México, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Asimismo, más de la mitad de los encuestados declaró no leer libros. Importante diferenciar lector y lector de libros. El libro no es el único objeto de lectura ni el único cuya lectura produce placer.

La lectura por placer viene decayendo en el mundo, sobre todo entre adolescentes y jóvenes, y entre los hombres. Justo cuando más condiciones sociales y tecnológicas tenemos para desarrollar, de manera personalizada y también a gran escala, la lectura y el placer de leer.

La lectura espontánea, voluntaria, pausada, placentera, lúdica, de ocio, viene perdiendo terreno frente a la lectura rápida, superficial, utilitaria, que imponen los ritmos, circunstancias e idearios de la época, en complicidad con una ideología educativa que sigue priorizando las cantidades sobre las calidades, confundiendo escolarización con educación, puntajes con aprendizaje, confiando a las tecnologías lo que solo pueden hacer las personas y despreciando el valor de la lectura para el aprendizaje autónomo y a lo largo de la vida.

No debería ser necesario a estas alturas, pero siempre conviene recordar que:

» No se trata solo de enseñar y aprender a leer. Se trata de leer. Y de leer con gusto.
» No se trata solo de leer. Se trata también de escribir. Y de hacerlo, también, con gusto.
» Para enseñar a leer no solo hay que saber leer y saber enseñar a leer; hay que leer.
» Para enseñar a escribir no solo hay que saber escribir y saber enseñar a escribir; hay que escribir.
» No se trata solo de enseñar a leer sino de motivar hacia la lectura y de crear condiciones para la lectura autónoma.

■  Los múltiples beneficios de la lectura por placer

▸ Mucho sabemos hoy acerca de la lectura, su importancia y sus procesos, en viejos y nuevos soportes y contextos, gracias a distintos campos del saber, a los que ha venido a sumarse, en tiempos recientes, la Neurociencia.

▸ Mucho menos sabemos acerca de la lectura por placer, dado que la lectura se ha asociado tradicionalmente a fines utilitarios, a objetivos escolares, a estudio, a búsqueda de información y conocimiento. Importante aclarar que: (a) lectura por placer y lectura por información/conocimiento no tienen por qué ser incompatibles; se puede disfrutar un texto científico o una nota periodística igual que se puede disfrutar un cuento, un poema o una novela; (b) el placer en la lectura no necesariamente está relacionado con el ocio.

▸ Es difícil medir o evaluar el disfrute en la lectura; disfrutar es algo personal y subjetivo. La información sobre la lectura por placer proviene generalmente de preguntas y de encuestas.

▸ «Leer es buscar una felicidad personal», dice Borges, contundente. Los grandes lectores (y escritores) son y han sido amantes apasionados de la lectura. Lo que define al ‘buen lector‘ essobre todo leer placenteramente, más que leer rápido o incluso que leer mucho, como suele asumirse. El disfrute crea lectores insaciables, deseosos de leer más, de leer mejor, en cualquier momento y lugar. Lo que se hace con gusto no requiere intervenciones ni obligaciones. Quien aprende a amar la lectura construye y se regala a sí mismo un juguete, un dispositivo de entretenimiento, de felicidad, de compañía, de aprendizaje y autoaprendizaje, para toda la vida.

“La lectura por placer es una forma de juego. Es una actividad libre, fuera de la vida ordinaria; absorbe al lector completamente; es improductiva y tiene lugar dentro de límites circunscritos de espacio y tiempo” (Nell, 1988).

▸ Este texto de Nell, de fines de los 1980s, es ya un clásico. Fascinado con la lectura lúdica – como la llamó – y los lectores lúdicos – aquellos que «leen al menos un libro por semana, por placer y relajación» – y consternado por la escasa atención brindada a este tipo de lectura y de lectores, Nell dedicó seis años a investigar y sistematizar estudios sobre la lectura por placer. Concluyó que laliteratura y la ficción son las que más despiertan la pasión lectora, a todas las edades.

▸ “Disfrutar de la lectura es más importante para el éxito escolar que el estatus socio-económico de la familia“, concluía un estudio realizado por la OCDE a partir de los resultados de la prueba PISA 2000 (OECD, 2002). Gran igualadora social y gran descubridora de aptitudes y talentos, la lectura placentera desafía la pobreza familiar, la desesperanza, la mala escuela y hasta la falta de escuela. Pensemos en Saramago, adolescente en los 1930s, forzado a abandonar la escuela, forjándose lector y futuro escritor, noche a noche, en una pequeña y oscura biblioteca en Lisboa (José Saramago, «Una biblioteca oscura y triste).

▸  La diferencia clave está en cómo se lee:

«La magnitud de los efectos no varía de acuerdo a cuánto leen los niños. Estos son semejantes en niños que leen libros más de una vez por semana y en aquellos que lo hacen sólo poco más de una vez al mes. La única diferencia, en este sentido, se da entre los niños que leen y los que no leen nunca» (Taylor, en Abate 2011).

▸ Si los alumnos leen por gusto, desarrollan conciencia y competencias lingüísticas:

“se volverán lectores idóneos, adquirirán gran vocabulario, desarrollarán la habilidad de comprender y usar construcciones gramaticales complejas, y desarrollarán un buen estilo de escritura. Aunque la voluntad de leer libremente, por sí misma, no asegura el logro de altos niveles de alfabetización, al menos asegurará un nivel aceptable. Sin ésta, sospecho que los niños ni siquiera tienen una oportunidad de alcanzarla” (Krashen, 2004).

▸ Leer por placer y de manera autónoma contribuye a desarrollar las llamadas habilidades blandas:  empatía, autocontrol, disciplina, perseverancia. Leer favorece la autoestima y enriquece las relaciones sociales. “La gente que lee más tiene más temas de los que hablar y está más familiarizada con las formas del discurso, por lo que comprende bien las instrucciones, entabla un buen diálogo, plantea puntos de vista y toma la iniciativa” (Villalón, en Abate 2011). A su vez, el autocontrol, la disciplina, la perseverancia, contribuyen al desarrollo del buen lector.

▸ La lectura por placer es el primer predictor de éxito profesional. Así lo revela una investigación británica dirigida por el profesor Mark Taylor, la cual siguió a casi 20 mil personas desde la adolescencia hasta la edad adulta. A los 16 años de edad se les preguntó qué hacían en su tiempo libre; cuando cumplieron 33 años volvieron a consultarles. Mujeres y hombres que a los 16 años dijeron que leían por placer estaban mejor ubicados profesionalmente a los 33 que quienes no lo hacían (Abate, 2011).

▸ Los resultados de la prueba internacional PISA, aplicada cada 3 años a jóvenes de 15 años en muchos países del mundo, muestran que la lectura diaria por placer está asociada a (a) mejor rendimiento escolar y (b) dominio de la lectura en la edad adulta. Los estudiantes que declaran leer diariamente, por propia iniciativa, tienen buen rendimiento en lectura en la prueba PISA y una ventaja equivalente a un año y medio de escolaridad sobre quienes no lo hacen. Dicha ventaja no tiene que ver con cuánto leen, con cuánto tiempo dedican a la lectura o con qué frecuencia; lo definitorio es su actitud frente a la lectura.

Los datos de PISA revelan tendencias de la lectura por placer que se repiten en otras evaluaciones,  estudios y encuestas:

– Las mujeres leen más por placer que los hombres.
– Los estudiantes de familias acomodadas leen más por placer (72%) que los de familias pobres (56%).
– La lectura por placer viene disminuyendo. En la mayoría de países participantes en PISA (OCDE y no-OCDE) ésta se redujo entre la prueba del 2000 y la del 2009; en pocos países aumentó. Mientras en 2000 dos terceras partes de los estudiantes en los países de la OCDE dijeron que leían diariamente por placer, en 2009 37% dijo que no leía por placer.
– La lectura por placer disminuye sobre todo entre los hombres: 69% en 2000, 64% en 2009 (PISA 2011).
– Entre los factores que contribuyen a una buena competencia lectora están: expectativas en el hogar y en la escuela, motivación, disposición al aprendizaje, autoconfianza, ambiente y clima escolar,
habilidades blandas (PISA 2012).
– «Los países que tienen gran número de estudiantes sin competencias básicas de lectura a la edad de 15 años pueden quedarse atrás en el futuro». Es el caso de 15 países participantes en PISA (PISA 2012).

■ Políticas educativas, sistemas escolares y promoción de la lectura

▸ Desde hace mucho tiempo la investigación y la experiencia muestran que la pedagogía escolar tradicional, antes que contribuir a desarrollar la lectura y el gusto por leer, los inhiben y hasta bloquean. Instala en profesores y alumnos ideas y patrones viciados de lectura, que socavan la lectura comprensiva y el placer de leer. Los alumnos incorporan el verbo «leer» como deber, obligación y hasta castigo. Imposible concentrarse en el contenido de lo que se lee, mientras se busca en el texto lo que se anticipa será relevante para el profesor, para la pregunta, para la prueba y la calificación. La obsesión escolar con la cultura universal y con los clásicos de la literatura inspira el ilustradísimo consejo de Borges: «Si un libro aburre, déjelo. No lo lean porque es famoso. No lo lean porque es moderno. No lo lean porque es antiguo».

Leer por placer no forma parte del ideario escolar, especialmente en los ‘países en desarrollo’. Ni siquiera suele aparecer como preocupación en las políticas educativas. Típicamente, objetivos y metas de planes nacionales e internacionales para la educación se centran en alfabetizar a niños, jóvenes y adultos (enseñar a leer y escribir, con niveles elementales y en el menor tiempo posible) y en manejar textos escolares o escolarizados alineados con el programa de estudios. El currículo prescribe lo que han de leer los alumnos; poco o nada cuentan los criterios y deseos de los propios alumnos. El mundo exterior – el afuera del aula y de la escuela – excede por lo general a los objetivos escolares tanto en relación a la lectura como a la escritura.

▸ La comprensión lectora se ha convertido en la principal preocupación escolar, dados los enormes problemas de comprensión de los lectores incipientes que viene produciendo el sistema. Otro campo que concita creciente atención es la evaluación de la lectura. En los últimos años se han venido sofisticando las categorías de análisis así como la clasificación de niveles y competencias lectoras.

▸ La lectura placentera tiende a ser reconocida como una necesidad para los niños pequeños(materiales vistosos, historias fantásticas, ambientes relajados y acogedores). A medida que avanza la edad de los alumnos, se rigidizan los materiales, los protocolos, las rutinas, los espacios.

▸ Nociones largamente arraigadas en torno a la lectura requieren revisarse si se quiere desarrollar una visión moderna de la lectura, y políticas y estrategias destinadas a promover el gusto por leer y la contrucción de una sociedad lectora:

» lectura = libro, lector = lector de libros
» buen lector = el que lee mucho, el que lee muchos libros
» indicadores de lectura: número de libros leídos por año, horas dedicadas a la lectura (semana/mes)
» lectura y libro pensados asociados todavía fuertemente a papel
» el aprendizaje de la lectura se atribuye y restringe al sistema escolar
» enseñar a leer se concibe como una tarea fácil, que no requiere mayor formación o conocimiento
» aprender a leer se concibe como un aprendizaje fácil, mecanizado, que puede hacerse en poco tiempo
» la lectura se asocia institucionalmente a los ministerios de cultura y al «sector cultura»
» la lectura es vista como una actividad utilitaria, no por placer
»  asociada sobre todo a personas mayores de 15 años
» objetivo enseñar/aprender a leer antes que leer
» objetivo enseñar/aprender a leer antes que enseñar/aprender a leer por placer

▸  Los planes y campañas de promoción de la lectura vienen siendo, en general, poco innovadores y poco exitosos. Tienden a repetir viejos patrones, sin ubicarse aún en los nuevos y variados entornos de la lectura en el mundo actual. La tradicional separación entre educación y cultura termina por lo general colocando a la lectura en esta última, con los respectivos sesgos y fragilidades que a menudo acompañan a las institucionalidades y a las «políticas culturales». La discontinuidad y el ‘borra y va de nuevo’ de dichos planes también son características. La reciente experiencia de Dinamarca destaca, en este sentido: según una encuesta, los niños de 9 a 12 años están leyendo más en su tiempo libre que hace 15 años, como resultado de un conjunto de políticas y campañas que involucran de manera coordinada al sistema escolar, a las familias y a las bibliotecas, y las cuales promueven la lectura por placer, la producción de libros atractivos para esta franja de edad y la decisión de los propios alumnos en torno a sus preferencias de lectura (Russell, 2015).

■  Los adolescentes y la lectura 

▸ Hay debate al respecto. Muchas discusiones giran en torno a la cantidad: poco versus mucho. Cada lado del argumento puede respaldarse en estudios, por lo general referidos a países y situaciones concretas (no generalizables), a adolescentes y jóvenes de distintas edades y estratos, y a nociones distintas de lector y de lectura. Un tema cada vez más presente es lectura en papelversus lectura en pantalla.

▸ Quienes afirman que los adolescentes y jóvenes leen poco lo hacen por lo general desde la idea de leer = libro. Quienes afirman que leen mucho tienen en mente el mundo virtual y los dispositivos electrónicos. La investigación disponible no ayuda a esclarecer estos puntos de vista pues no es conclusiva ni generalizable.

▸ La prueba PISA 2009 introdujo por primera vez la lectura digital como campo de análisis dentro de la competencia lectora. Los resultados mostraron:
– Serias debilidades en la navegación y en la lectura digital incluso en países en los que los jóvenes de 15 años (considerados «nativos digitales») tienen acceso a computadora e Internet tanto en el colegio como en el hogar. La mayoría (94%) de los estudiantes en los países de la OCDE tienen computadora en casa.
– Corea del Sur obtuvo los mejores puntajes tanto en lectura impresa como en lectura digital.
– Los países europeos, incluidos los nórdicos que han obtenido siempre resultados destacados en PISA, mostraron estar rezagados en este campo.
– En la mayoría de países, los jóvenes leen mejor en papel que en la pantalla. Esto viene siendo confirmado por numerosos estudios, y no solo en el caso de los jóvenes. Los problemas de comprensión lectora en el mundo impreso se extienden al mundo digital.
– Tener computadora e internet en el hogar contribuye a un mejor manejo de estas herramientas y a una mejor competencia en lectura digital que cuando el acceso se da en el colegio. En definitiva: las condiciones para aprender a usar las TIC y para usarlas efectivamente son mejores en el hogar que en la escuela.
– El uso frecuente de la computadora (todos los días) tanto en la escuela como en el hogar no aparece asociado a mejores resultados. Al contrario. Tanto el exceso como el no uso tienen impactos negativos.
– Las mujeres están mejor posicionadas que los hombres.
– Los resultados de PISA 2006 y 2009 no mostraron correlación entre uso de tecnologías y mayor aprendizaje.

La crisis de la lectura en el mundo actual

▸ Los problemas de enseñanza y aprendizaje de la lectura en el medio escolar, particularmente en los primeros años, están siendo finalmente reconocidos. A nivel internacional se habla hoy de una «crisis mundial de aprendizaje«, centrada sobre todo en el aprendizaje de la lectura en los primeros cuatro años de escuela.

▸ Los problemas en el aprendizaje de la lectura tienen que ver con muchos factores, algunos de viejo arrastre, otros derivados de los múltiples cambios de la actualidad, en particular la expansión de las tecnologías y el internet, que han venido a revolucionar los cánones tradicionales del leer y el escribir. La pedagogía de la lectura, la formación docente, la producción de materiales, las campañas y planes de «promoción» de la lectura, la introducción de las TIC en al ámbito escolar, las bibliotecas(públicas, escolares) se enfrentan a la necesidad de replanteamientos de fondo.

▸ La ‘crisis de la lectura’ es reconocida tanto en los países ‘desarrollados‘ como en los ‘en desarrollo‘, pero adopta magnitudes y características peculiares en cada país y región.

▸ Un informe del Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre Alfabetización de la Unión Europea concluía en 2012 que «1 de cada 5 jóvenes de 15 años, y cerca de 75 millones de personas adultas, carecen de habilidades básicas de lectura y escritura y aumenta su riesgo de caer en la pobreza y en la exclusión social». El bajo nivel de alfabetización se asocia a vulnerabilidad personal y social, y a problemas en el ejercicio de la ciudadanía. El Comité asocia la alfabetización – incluida la alfabetización digital – a la construcción de una ciudadanía responsable, reflexiva, crítica, al crecimiento económico sólido y sostenible, y al bienestar personal. (European Commission, 2012)

▸ El reconocimiento de dicha ‘crisis mundial del aprendizaje‘ surgió en 2013-2014 en el marco de los informes y debates en torno al 2015 – plazo de cumplimiento de las metas de la iniciativa mundial de Educación para Todos – EPT (1990-2000-2015) y de los Objetivos de Desarrollo del Milenio – ODM (2000-2015). Concretamente, causa alarma mundial la constatación de que los niños no están aprendiendo en la escuela. Después de 3-4 años de escuela, no saben leer, escribir ni contar. Según datos de UNESCO (2011), 250 millones de niños en el mundo estarían en esta situación, entre los que no van a la escuela y los que no aprenden una vez en ella.

▸ Esta «crisis de aprendizaje» tiene consecuencias devastadoras sobre la vida escolar, sobre los alumnos y sobre sus familias, entre otros altos niveles de repetición y deserción. Como sabemos, la decisión de que un alumno repita el año es tomada por profesores y autoridades a menudo en torno a la apreciación sobre su nivel de lectura. La repetición, a su vez, suele ser el primer escalón del abandono. Como también sabemos, el llamado ‘fracaso escolar’ suele atribuirse a los alumnos antes que a las inadecuaciones e ineficacia de un sistema escolar que no está pensando desde el aprendizaje y las necesidades de los alumnos.

▸ Cuatro años de escolaridad – prescritos por los ODM como equivalentes a ‘educación primaria’ – son insuficientes para lograr un niño alfabetizado – capaz de leer, escribir y calcular en situaciones de la vida real – especialmente si ese niño proviene de contextos socio-económicos precarios y de lenguas y culturas subordinadas. Muchos especialistas venimos diciendo hace décadas que la alfabetización en el medio escolar debe ser un objetivo de al menos toda la educación primaria, si no de toda la educación básica (educación primaria y educación secundaria baja, según la Clasificación Internacional Normalizada de la Educación – CINE). También venimos diciendo que, dada la importancia y la complejidad de la tarea, los primeros grados deben tener grupos pequeños y a estos asignarse a los mejores profesores, contrariando la perversa lógica y la práctica usual de los sistemas escolares.

▸ Si bien la denominada «crisis mundial de aprendizaje» aparece centrada en los ‘países en desarrollo‘, los ‘países desarrollados’ no escapan a ella (como queda claro en el Informe de la Comisión Europea sobre el tema alfabetización, mencionado arriba). Proliferan estudios y alarmas indicando bajos niveles de aprendizaje, bajos niveles de lectura y reducción de la lectura por placer entre la población infantil,  juvenil y adulta en muchos de países del Norte.

▸ Dicho reconocimiento llega un poco tarde, después de 25 años de Educación para Todos y 15 años de Objetivos de Desarrollo del Milenio, pero es bienvenido si implica que, a partir de 2015, finalmente se irá más allá de los indicadores tradicionales de acceso y matrícula y se dará atención en serio a laalfabetización en los primeros tramos de la escolaridad.

■ La lectura en América Latina y el Caribe
 
▸ Esta región tiene serios problemas de lectura, tanto en el ámbito escolar como social. Para una panorámica, nos referimos aquí a tres estudios: las pruebas de rendimiento escolar del LLECE (regional) y de PISA (internacional), y la Encuesta Latinoamericana de hábitos y prácticas culturales 2013 realizada por la OEI, uno de cuyos capítulos se refiere a la lectura de libros.

Pruebas del LLECE (UNESCO-OREALC)
En el ámbito escolar, las pruebas de rendimiento vienen mostrando problemas serios con la enseñanza y el aprendizaje de la lectura. Las aplicadas por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), en 1997, 2006 y 2013 lo muestran para la educación primaria (tercero y sexto grados). Si bien los resultados del tercer estudio (TERCE, 2013), divulgados a fines de 2014, revelan mejoras en la mayoría de países respecto de los resultados del segundo estudio (SERCE, 2006), las competencias lectoras de los niños de tercero y sexto grado siguen siendo insuficientes. (UNESCO-OREALC, 2014) En Chile, país con los mejores puntajes a nivel regional, más de un tercio de los niños no alcanzan los conocimientos adecuados para su nivel escolar. (Educación 2020, 2014).

Pruebas PISA (OCDE) Los países latinoamericanos participantes en PISA (Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Perú, Uruguay) vienen ubicándose sistemáticamente a la cola en los resultados internacionales de PISA, en las tres áreas evaluadas: lectura, matemáticas y ciencias. Chile, el país con mejores resultados LLECE en la región, se ubica como primer país latinoamericano en la cola de PISA. Chile y Perú están entre los países que más mejoraron en lectura desde la primera prueba (2000), pero países con desempeño similar, en otras regiones, han mejorado mucho más, como es el caso de Serbia, Qatar o Turquía. Según estima el BID, a los países latinoamericanos les tomará décadas alcanzar el promedio de 500 puntos de los países de la OCDE (18 años a Chile en lectura, 27 años a Brasil en matemática, 39 años a Argentina en ciencia, etc.). (BID 2014)

Encuesta Latinoamericana de hábitos y prácticas culturales 2013 – OEI
Frecuencia de lectura y consumo promedio de libros
– ¿Cuándo fue la última vez que leyó un libro por motivos profesionales o por estudio?
-¿Y por otros motivos: ocio, entretenimiento, interés personal, etc.?
– ¿Cuántos libros leyó el año pasado (2013)?
Algunas conclusiones:
– Promedio de lectura: 3.6 libros por año. Los más altos: México (6) y Uruguay (5).
– Lectura por ocio: Los más altos: Costa Rica 51%, México 54%, Uruguay 50%.
– Las mujeres leen más por interés personal que por razones de trabajo o estudio.
– Los jóvenes (16 a 30 años) leen más que cualquier otro grupo de edad.
– El nivel socio-económico y el nivel educativo son las variables que más inciden en el hábito lector.
– Lectura por ocio: 23% en niveles medios, 15% en clase baja
(OEI, 2013)

■ La lectura como aprendizaje a lo largo de la vida

▸ No cabe pensar estrategias específicas para un segmento de la población sin una visión de lalectura como aprendizaje a lo largo de la vida.

▸ Es común (y errado) asociar el aprendizaje de la lectura y la escritura solo con sistema escolar. Si bien la alfabetización es misión fundamental de la escuela, el desarrollo del lenguaje – oral y escrito – se da antes, durante y después del paso por la escuela. Esto ha sido así en el pasado y lo es con mayor razón hoy, dado el avance de la cultura letrada en el mundo, la expansión de los medios de comunicación y de las modernas tecnologías, y el alargamiento de la vida.

▸ El conocimiento sobre la lengua escrita se inicia en la primera infancia. En su contacto con el mundo y en su exposición a situaciones y materiales de lectura y escritura, los niños pequeñosdesarrollan hipótesis y conocimientos importantes sobre ambas. A menudo, como muestran abundantes investigaciones, la escuela niega ese conocimiento y frena la curiosidad y el interés por aprender con que llegan a ella los niños.

▸ Hoy hay consenso en el sentido de que la lectura y la escritura son aprendizajes que se desarrollan a lo largo de toda la vida. Niños, jóvenes y adultos estamos continuamente ampliando y perfeccionando nuestras capacidades de leer y escribir, en diferentes soportes y formatos, en diferentes idiomas, etc.

▸ Si bien es posible aprender a leer y desarrollar el gusto por la lectura en la edad adulta, es importante y deseable hacerlo en la infancia. Porque permite desarrollos cognitivos y emocionales fundamentales y tiene enormes consecuencias sobre la vida de las personas. Para millones de jóvenes y adultos en el mundo, la falta de aprecio por la lectura y la falta de apetito lector se instalan en la infancia, en malas experiencias escolares, y se arrastran por el resto de la vida.

▸ La primera infancia, y la educación inicial/pre-escolar, deben ser sobre todo juego y socialización, no una oportunidad para adelantar la escolarización. Los resultados de PISA indican que, en la mayoría de países, la asistencia a educación infantil a partir de los 3 años de edad tiene impacto positivo en el desempeño escolar, pero no necesariamente en la competencia lectora (salvo para los alumnos inmigrantes, en situación de desventaja en el país anfitrión). En Finlandia, la educación inicial no influye en la competencia lectora de los alumnos de 15 años; la escolaridad se inicia a los 7 años de edad; a los 6 años, en el pre-escolar, se introduce a los niños a la lectura y la escritura pero sin descuidar lo fundamental: el juego.

Sociedad alfabetizada y sociedad lectora

▸ Construir lectores activos, competentes, autónomos, que aprecian la lectura, implica construir sociedades lectoras. La responsabilidad no está solo en el sistema escolar sino también en la familia, la comunidad, las bibliotecas, los espacios culturales, el lugar de trabajo, etc. Es preciso articular, antes que separar, niños y adultos, sistema escolar y familia, aprendizajes dentro y fuera de la escuela.

▸ Cuando se trata de lectura y escritura, lo usual es separar niños y adultos, privilegiar a los primeros, relegar a los segundos y ofrecerles programas de alfabetización y ‘post-alfabetización’. Para la población adulta (más de 15 años), los empeños se centran en el objetivo clásico de «erradicar el analfabetismo«. Batalla poco exitosa, por cierto, a nivel regional y mundial. Los avances son mínimos: persisten altos niveles de analfabetismo y se mantiene la proporcion de dos terceras partes de mujeres. A esto se agrega la mala calidad de la alfabetización y los bajos niveles logrados.

▸ Construir una sociedad lectora va mucho más allá de construir una sociedad alfabetizada. Los indicadores de reducción de tasas de analfabetismo adulto, si bien inciden en el cálculo del Indice de Desarrollo Humano y en otros indicadores y ránkings internacionales relacionados con la educación, el desarollo, la competitividad, etc., pueden tener escaso impacto real en las vidas de las personas dadas por alfabetizadas, en el bienestar de sus familias y comunidades, y en los aprendizajes escolares de la prole. Una sociedad lectora es una sociedad que no solo ha aprendido a leer y escribir, sino una sociedad que lee y escribe. Y que lo hace de manera habitual y por gusto.

■ La lectura y las pistas de Finlandia

▸ Como es sabido, Finlandia viene ubicándose sistemáticamente en los primeros lugares en la prueba internacional PISA, desde el año 2000, en las tres áreas medidas: lectura, escritura y ciencias. Pero su mérito educativo va mucho más allá del sistema escolar. Finlandia ha logrado construir unasociedad educada, una sociedad lectora.

▸ Algunos de los factores que están detrás de la construcción de la sociedad lectora:

– No solo el sistema escolar sino toda la sociedad finlandesa valoran la lectura.
– Niñas y mujeres son grandes lectoras. Hay conciencia sobre la necesidad de estrategias específicas para incentivar más la lectura entre los hombres y especialmente entre los adolescentes y jóvenes.
– La mayoría de familias está suscrita al menos a un periódico.
– Los programas de televisión no se doblan, a fin de estimular a leer los subtítulos.
– Para las familias finlandesas, ir a la biblioteca es una opción común de esparcimiento familiar durante los fines de semana.
– En promedio, los finlandeses leen 47 libros al año.
– Uno de los mejores sistemas de bibliotecas en el mundo.
– Alto número de libros disponibles en las bibliotecas, para niños, jóvenes y adultos.
– Se da gran valor a la literatura y a los escritores nacionales.
– Se fomenta la lectura de padres e hijos en el hogar, a la hora de dormir.
– La escolaridad se inicia a los 7 años. En el preescolar (6 años) se expone a los niños a textos y materiales variados. La mitad de los niños finlandeses entra a la escuela con alguna habilidad lectora.
– Comprensión integral del lenguaje: hablar, escuchar, leer y escribir.
– Visión dinámica de la lectura, usando todo tipo de textos, de materiales y de soportes de lectura: impresos, electrónicos, televisión, radio, audiovisuales, videos, etc.
– La asignatura se llama Lengua Materna y Literatura.
– Los mejores profesores se asignan al pre-escolar y a los primeros grados de la escuela.
– Gran importancia dada a la lectura en la formación docente, tanto inicial como en servicio.
– Autonomía docente para definir el currículo, seleccionar los textos a leer, diseñar las pruebas, etc.
– No hay pruebas estandarizadas, los profesores preparan las pruebas para sus alumnos.
– No hay inspección ni inspectores escolares.
– Apoyo temprano y permanente a estudiantes que avanzan más lentamente.
– Campañas y programas nacionales de alfabetización y de lectura.
– Coordinación entre bibliotecas escolares y comunitarias/públicas.
– Bibliotecas y espacios de lectura atractivos, relajados y luminosos, en constante mejoramiento.
– Cooperación permanente entre maestros y bibliotecarios.
(Sinko, 2012; Schleicher, 2011; Torres, 2013).

Referencias

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PISA: Los beneficios de la educación infantil, PISA in Focus Nº 1, feb. 2011
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-Schleicher, Andreas, “The Finnish Way” to Optimize Student Learning | My interviews with author Janet English, 2011.
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-Torres, Rosa María, Escolarizado no es lo mismo que educado, OTRA∃DUCACION, 2014.
-Torres, Rosa María, Aprender a leer y escribir a los 5 años me marcó la vida, OTRA∃DUCACION, 2014
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-European Commission, High-level group issues ‘wake-up call’ for Member States to address literacy crisis, 6 September 2012.

Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/2014/12/leer-por-el-gusto-de-leer-la-clave.html

Imagen:https://1.bp.blogspot.com/-cK2dSdGEgY4/VIU14JiS-oI/AAAAAAAAJMw/DWADr-21beM/s1600/Forges%2Bleer.gif

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Hambre, ciencia y ecología política

En la Historia de la humanidad, jamás se había llegado al nivel actual de evolución tecnológica como para darle solución a todas, absolutamente todas las carencias materiales que padece el ser humano.

1- Introducción

En la Historia de la humanidad, jamás se había llegado al nivel actual de evolución tecnológica como para darle solución a todas, absolutamente todas las carencias materiales que padece el ser humano.

Las soluciones tecnocráticas, evidentemente, no constituyen las esperadas porqué, y en palabras de Heidegger, la Ciencia no piensa y nunca llegará al estadio de la con-ciencia.

En virtud de ellas, se aprecian racional e intuitivamente largas coyunturas que avergüenzan al más indiferente: el modelo global de desarrollo, al vuelo de la gacela, avanza hacia otros mundos, donde la tecnología va camino a convertirse en entidad autónoma mientras el hombre regresa sobre sus pasos, habida cuenta de la insatisfacción de sus necesidades vitales.

Entendiendo al mismo como la forma histórica que va adquiriendo el sistema capitalista en la extensa secuencia de extracción-producción-distribución-consumo y desecho, se corroboran cotidianamente, desde el saber lego como del saber experto, las consecuencias multidimensionales de su dinámica implacable; harto conocidas y fugazmente metabolizadas por el cuerpo social global, se provocan guerras, se decide el hambre, se diseña la contaminación, se inducen los fenómenos naturales extremos y sobre todo, se ha logrado instalar, aunque pírricamente, el engranaje central del sistema: la pandemia del consumismo.

He aquí la gran paradoja: mientras más específicas y efectivas son las investigaciones científicas, más vedado se encuentra el acceso a la satisfacciones de las necesidades básicas, porque la Ciencia, en sus corrientes dominantes, está orientada a la solución de cuestiones materiales antes que promover las medicinas más escasas, esto es, resituar al Hombre.

Y una de las condiciones esenciales es satisfacer sus necesidades y derechos básicos como el derecho a la alimentación, al agua, a la energía, derechos humanos tan elementales como postergados, a pesar de estar sustentados y legitimados en la Declaración Universal de Derechos Humanos de ONU y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de su Asamblea General: por tanto, asistimos a una crisis de civilizatoria de valores, que nos restringe el acceso a aquellos derechos humanos básicos y atentan contra nuestro hogar planetario, y más aún, cuestionando la supervivencia del mismísimo ser humano.

De todas las negaciones que denotan la condición humana más miserable es la indolencia del hambre, empíricamente cuantificado por la Ciencia y visceralmente padecido por casi 900 mil millones, que resulta ligeramente penoso para la mayoría y revulsivo para pocos. El modelo global de desarrollo puede ser tan eficiente como perverso.

Entonces, ¿existe alguna situación problemática más perversa que aquella que ostente todas las condiciones de posibilidad de solución y no se efectivice?

¿Existe algún abordaje científico que delimite un objeto de estudio que se denomine hambre?

¿Cuál es el sentido de abordarlo científicamente si la misma Ciencia omite aviesamente promover su solución? Como diría Chalmers (2000), ¿Qué esa cosa llamada ciencia que no logra explicitar las soluciones a ese “objeto de estudio”? ¿No quiere, no puede, no le permiten? ¿Quiénes? ¿Desde cuáles epistemologías se lo deberá abordar para exterminarlo? ¿Es el campo de la Ciencia normal, el apropiado para abordarlo de manera efectiva? ¿Desde el denominado diálogo de saberes? ¿O es el campo desde la epistemología ambiental en el marco de la ecología política latinoamericana, por ejemplo?

Y la Ciencia, ¿de que manera actúa para contribuir con la eliminación del flagelo?

Por tanto el objetivo del trabajo intenta abordar la Ciencia desde la noción de campo científico entendido “como un sistema de relaciones objetivas entre posiciones adquiridas (en las luchas anteriores), es el lugar (es decir, el espacio de juego) de una lucha competitiva que tiene por desafío específico el monopolio de la autoridad científica inseparablemente definida como capacidad técnica y como poder social, o, si se prefiere, el monopolio de la competencia científica que es socialmente reconocida a a un agente determinado, entendida en el sentido de capacidad de hablar e intervenir legítimamente(es decir de manera autorizada y con autoridad) en materia de ciencia” (Bourdieu, 2012, 12) ; esta conceptualización daría lugar a la comprensión de porqué no se resuelve el problema del hambre en el mundo, al menos desde la ciencia.

En virtud de buscar genuinas alternativas al problema en cuestión, presentaremos a la epistemología ambiental latinoamericana como posible marco teórico desde donde comenzar a solucionar el problema al menos, partiendo de su visibilización y su discusión “científica”.

Vamos por el desafío epistemológico de darle sustento a la ignominia del hambre.

2- Estadísticas que revelan y rebelan

Estos son algunos de los datos, compilados por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, que contribuyen a configurar el cuadro de situación. Aclárese que según la fuente citada, hoy día hay suficientes alimentos en el mundo para que cada ser humano lleve una vida sana y productiva, lo que torna aún más urgente la necesidad de interpelar a la Ciencia para que pueda dar respuestas a lo que se presenta a continuación.

A saber:

– Alrededor de 805 millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. Eso es alrededor de uno de cada nueve personas en la tierra.

– La gran mayoría de personas que padecen hambre en el mundo viven en países en desarrollo, donde el 13.5% de la población presenta desnutrición.

– Asia es el continente con la mayor cantidad de personas del mundo que padecen hambre – dos tercios del total. El porcentaje en el sur de Asia se ha reducido en los últimos años, pero en Asia occidental ha aumentado ligeramente.

– África subsahariana es la región con mayor prevalencia (porcentaje de la población) con hambre. Una persona de cada cuatro presenta desnutrición.

– La nutrición deficiente es la causa de casi la mitad (45%) de las muertes en niños menores de cinco – 3,1 millones de niños cada año.

– Uno de cada seis niños, aproximadamente 100 millones, en los países en desarrollo presentan peso inferior al normal.

– Uno de cada cuatro de los niños del mundo padecen de retraso en el crecimiento. En los países en desarrollo la proporción puede elevarse a uno de cada tres.

– Si las mujeres agricultoras tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, el número de personas con hambre del mundo podría reducirse hasta en 150 millones.

– 66 millones de niños en edad escolar primaria asisten a clases con hambre en los países en desarrollo. Sólo en África hay 23 millones.

3- La Ciencia realmente existente

Para comenzar a intentar comprender las respuestas ostensiblemente insuficientes de la Ciencia respecto a la problemática planteada, abrimos la reflexión señalando que “la Ciencia goza de una alta valoración. Aparentemente existe la creencia generalizada de que hay algo especial en la ciencia y en los métodos que utiliza. Cuando a alguna afirmación, razonamiento o investigación se le da el calificativo de «científico», se pretende dar a entender que tiene algún tipo de mérito o una clase especial de fiabilidad. Pero, ¿qué hay de especial en la ciencia, si es que hay algo? ¿Cuál es este «método científico» que, según se afirma, conduce a resultados especialmente meritorios o fiables?” (Chalmers, 2000, Introducción).

A priori, vamos señalando que en virtud de los resultados obtenidos en la decisión de erradicar el hambre, la Ciencia “oficial” ha fracasado en su intento de generar genuinas herramientas orientadas al humillante propósito en cuestión.

El sueño de la Ciencia objetiva, neutral y a-valorativa se desvanece rápidamente (al menos en el intento de comprometerse en la lucha contra el hambre global) ya que resulta de la puja entre distintos agentes con intereses encontrados donde el objetivo se remite a lograr las posiciones de poder necesarias para definir qué es la Ciencia, cuáles son sus métodos y la legitimación de todos los dispositivos sociales para ser reconocida como tal. Por tanto, cuando desde esta perspectiva se está hablando, debemos comprender que “los conflictos epistemológicos son siempre, inseparablemente, conflictos políticos” (Bordieu, 2012, 15).

En relación a la problemática analizada, podemos señalar que las investigaciones referidas a la erradicación del hambre en el mundo proliferan por los circuitos de la Ciencia “no oficial”, ya que si hablamos de Agroecología, por ejemplo, lo hacemos desde una perspectiva superadora tanto a nivel científico como a nivel sociopolítico, tal como revela la investigación de Maria Monique Robin (2013), acerca de la viabilidad de que la Agroecología puede alimentar al mundo.

La galvanización de las prácticas de esos intereses es llevado a cabo por el rol fundamental de los discursos, de la palabra, en fin, del logos, que se constituye como instancia legitimadora de todo el edificio científico construido por Occidente, monolítico, intransigente, a la hora de iniciar “algún” diálogo de saberes.

La estrategia deliberada de negar aquello que no es científico según la Ciencia normal, se incluiría en lo que De Souza Santos denomina epistemología de la ceguera que, concatenada con la sociología de las ausencias, se aspira a que otra Ciencia sea posible, que otros conocimientos sean reconocidos, que otras epistemologías emerjan, y cuando situamos históricamente esta decisión, que como señalaba Bordieu no deja de serpolítica, el espacio geográfico-cultural es el Sur Global; acerca del maridaje entre Ciencia y política: en nombre de este programa científico de conocimiento, convertido en programa político de acción, se cumple un inmenso trabajo político (negado porque es, en apariencia, puramente negativo) que busca crear las condiciones de realización y de funcionamiento de la «teoría».(Bordieu, 2004)

Por tanto, la problemática del hambre resulta ajena a la concepción cientificista neoliberal cuya lógica es constitutivamente mercantilista; lo que resulte más allá de la ecuación costo-beneficio crematístico será considerado como como consecuencias indeseadas

Digresión: ¿cómo no coincidir con Bourdieu cuando plantea que los problemas epistemológicos son problemas políticos? Parafraseando a Weber, el científico debe ser más político que nunca.

Complementando, podríamos decir que el hambre en el mundo, ignominia de la condición humana, que debería avergonzar a todo aquel que se precie de ser humano y …científico; por tanto, los clivajes a explorar entre la ciencia pura y la ciencia servil podrán ser policromáticos, más su esencia debería estar orientada por una Ciencia humana destinada a satisfacer las necesidades viscerales del hombre, como el básico acceso a la alimentación.

4- Nuevas epistemologías emergen desde el Sur

Y llegamos aquí, no por la aventura del pensamiento mismo, lo que sería un acto morboso y de perversión disgregar sobre la más visceral de las necesidades humanas, sino por contribuir desde nuestro lugar académico, campo epistemológico y político, a tan urgente objetivo.

Por tanto, ¿es imposible pensar en avanzar hacia la erradicación del hambre en las condiciones del capitalismo, ya que según el autor el conocimiento científico tiene límites intrínsecos en relación con los tipos de intervención del mundo real que hace posible?

Epistemológicamente, “todos los conocimientos tienen límites internos y externos. Los límites inter-nos están relacionados con las restricciones en las intervenciones del mundo real impuestas por cada forma de conocimiento, mientras que los límites externos resultan del reconocimiento de intervenciones alternativas posibilitadas por otras formas de conocimiento. Por definición, las formas de conocimiento hegemónicas solo reconocen límites inter-nos; por lo tanto, la exploración de ambos, de los límites internos y externos de la ciencia moderna tan solo pueden ser alcanzados como parte de una concepción contrahegemónica de la ciencia. Esto es por lo que el uso contrahegemónico de la ciencia no puede ser restringido solo a la ciencia. Solo tiene sentido dentro de una ecología de saberes” (De Souza Santos, 2010, 53)

Y podríamos agregar que quedaría al descubierto el uso social de la Ciencia como dispositivo que oculta o cuanto menos soslaya, evita y es indiferente a las necesidades de intervención y transformación de la realidad, sobre todo, tratándose del acceso más básico a los alimentos, con lo que deviene una inquietud ineluctable: ¿para qué sirve la Ciencia si no contribuye a la resolución de las necesidades sociales? ¿cuál tipología de problemas jerarquiza por encima de las necesidades viscerales del ser humano? Como diría el poeta popular. “que ves, que ves cuando me ves, cuando la mentira es la verdad”

Retomamos y profundizamos el rol de la Ciencia e inquirimos, ¿cuál es su sentido de existencia sino emancipa al hombre en perspectiva de ayudarlo a satisfacer su instinto de supervivencia basado en la alimentación? Diría Marx que todo lo sólido se desvanece en el aire, diría nuevamente Bourdieu, todo problema epistemológico es un problema político. Y por tanto, absolutamente ético. La Ciencia decía Heidegger no piensa. Ni siente, como los casi 1000 millones que cada noche se acuestan con chillidos de violencia que emergen de sus fauces, deliberadamente silenciadas, “producidamente” silenciadas.

Parafraseando al juego que hacíamos los niños de ayer que hacía referencia al lobo feroz, desde este lugar de reflexión pretendidamente interpelador, decimos: ¿Ciencia está? La oficial, seguro que no.

5- ¿Puede el pensamiento ambiental latinoamericano?

Comenzamos este apartado reproduciendo la pregunta que lo introduce y más aún: ¿puede el pensamiento ambiental latinoamericano aportar conocimientos para erradicar el hambre?

¿Pueden, la racionalidad y la complejidad ambiental, la construcción del conocimiento situado, la reapropiación de la naturaleza, la descolonización del saber, iniciar un genuino diálogo entre ellos, edificar un conocimiento sintético que recupere lo mejor de las tradiciones críticas e interpele a la Ciencia normal que ha dado sobradas muestras de haber sido burocratizada a la hora de solucionar el más visceral de los derechos humanos, el derecho-obligación de la alimentación diaria?

La respuesta no pasaría por la posibilidad de construir epistemología desde el voluntarismo, sino hacerlo para, efectivamente, presentar una alternativa que involucre a todos los saberes y arribe a la erradicación. ¿Es posible? Es posible en el marco de la premisa bourdieuana que sostiene que todo conflicto epistemológico (o como construir conocimientos para abordar el hambre) es un conflicto político (o como distribuir los recursos para mitigar el flagelo)

Y en la empresa de eliminar el hambre se encarna una ética por la vida, con lo que ciencia/epistemologías/saberes deben permitirse dejarse atravesar por ésa ética, ya que para que la Ciencia porte su condición con dignidad debe ser ética y dirigir sus investigaciones a lo más preciado: la vida. O al menos, priorizar las temáticas a abordar.

Porqué antes que nada, es una cuestión de ética. De ética de la vida.

Y para que todo esto puede pensarse resulta imprescindible, tener satisfechas las necesidades más vitales como lo es la alimentación.

La pregunta a responder sería la siguiente: ¿Porque el pensamiento ambiental latinoamericano podría convertirse en respuesta viable?

Veamos: “empero, la solución no radica en una ética de la frugalidad y el tiempo libre, sino en una reorientación del deseo para generar nuevos procesos emancipatorios y la construcción de un nuevo paradigma productivo fundado en la productividad ecológica, los valores culturales, los significados subjetivos y la creatividad humana. La construcción de un nuevo paradigma productivo fundado en principios y bases de racionalidad ambiental implica una estrategia de desconstrucción de la racionalidad económica a través de actores sociales capaces de movilizar procesos políticos que conduzcan hacia las transformaciones productivas y del saber para alcanzar los propósitos de la sustentabilidad, más que a través de normas que puedan imponerse al capital y a los consumidores para reformar la economía” (Leff, 2004, 191)

Y aquí se fundamentaría la respuesta: la construcción de nuevas racionalidades que incorporen lo que naturalmente debe ser, esto es, aquella racionalidad que tenga por primer propósito la satisfacción de las necesidades alimentarias básicas. La racionalidad instrumental, hegemónica en los menesteres de la crematística y del productivismo soslaya deliberadamente la solución del hambre, y por el contrario, cautiva mercados para seguir “maximizando los beneficios”. Perverso.

Y todo aquel paradigma que surja de la de-construcción del paradigma dominante no podrá tener fin superior que la emancipación inicial del ser humano, esto es, la satisfacción de sus necesidades viscerales.

Como los primeros hombres se servían simétrica y armónicamente de la madre naturaleza, ella será nuevamente y redefiniendo el tipo de relación, la que permita tomar sus frutos para re-apropiarnos del ser, en términos de construcción cultural y subjetiva a partir de las pulsiones alimentarias.

La problemática del hambre es el emergente de la crisis civilizatoria, ambiental y epistemológica, dinamizada por la mencionada relación asimétrica con la naturaleza; el otro, los otros, la indolente razón logocéntrica, los saberes invisibilizados, todos, dialogando para llegar a la esencia del ser: sus estómagos satisfechos. Esto es emancipación.

6- Para comezar a re-epistemologizar

Porque asistimos a una crisis ambiental, síntesis perfecta de la crisis del modo de producción capitalista, se soslayan intencionalmente los conocimientos que podrían dar solución a las más variadas problemáticas, por lo que se concluye transitoriamente que lo que se conoce no es la realidad o al menos, es una parte de ella, que no incluye las problemáticas ignominiosas como la del hambre.

“La crisis ambiental es una crisis de civilización producida por el desconocimiento del conocimiento. El conocimiento ya no representa la realidad; por el contrario, construye una hiperrealidad en la que se ve reflejado. (Leff, 2006, 59); entonces, ¿cómo “incluir” el conocimiento en la realidad? ¿De qué manera? Aceptando que los intereses que sustentan a la Ciencia no son los intereses de las mayorías sino de corporaciones que la utilizan para potenciar su voracidad de nuevos mercados. Nuevamente, recordamos la máxima bourdieuana de que los problemas epistemológicos son políticos; el ambiente, lejos de entenderse como el oikos, se convierte en el campo político donde se dirimen los intereses en conflictos que constituyen el modo de producción dominante.

“El saber ambiental revive la cuestión de las luchas sociales por la apropiación de la naturaleza y la gestión de sus modos de vida; del ser en el tiempo y el conocer en la historia; del poder en el saber y la voluntad de poder que es un querer saber”. (Leff, 2006, 62)

Y los caminos alternativos podrían llegar a darse desde el pensamiento ambiental latinoamericano como desde cualquiera de las epistemologías del sur ya que el hambre constituye la impronta más miserable de la dialéctica relación Norte-Sur; claro está que su condición de pensamiento situado

permite identificar al Sur como colectivo geocultural que puja por lograr la construcción epistemológica como parte de la secuencia de su emancipación alimentaria.

La sustentabilidad sino empieza por silenciar los chillidos que provoca el hambre, no tendría razón de ser, como la Ciencia que al empeñarse en prolongar la esperanza de vida omite consolidar la satisfacción básica en los tiernos y olvidados inicios de la misma, acá por las geografías de sur; geografías con epistemologías y vocación transformadoras y con las voces dispuestas a gritar tan fuerte como para ser oídas.

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– PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS DE NACIONES UNIDAS https://es.wfp.org/hambre/datos-del-hambre
– ROBIN, Marie Monique (2013) Las cosechas del futuro, 1º edición en castellano, Barcelona, Península Editores, España.
– TOMAS, Claudio Luis (2011) Sur, cielo al revés, en II Anales de la Red de Universidades Ibero-americanas para el fortalecimiento de las relaciones económicas, políticas y sociales regionales. 1° Ed. Buenos Aires: UAI 2011.CD-ROM. ISBN 978-987-1550-21-0

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Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Politica/Hambre-ciencia-y-ecologia-politica

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Afros: el origen de un pueblo

Por Zulia Mena (*)

Un recorrido por el nacimiento de las comunidades afrodescendientes del país desde la esclavitud hasta hoy: las deudas históricas del Estado, sus amenazas, sus oportunidades en una Colombia en paz.

La población afrocolombiana, palenquera y raizal es descendiente de prisioneros y secuestrados de una guerra que Europa le declaró a África desde el siglo XVI. Tras el genocidio indígena la dinámica de la modernidad y la colonialidad estaba urgida de mano de obra para explotar las inmensas riquezas americanas, principalmente agrícolas y mineras. Sin esa mano de obra, altamente especializada, el desarrollo de la economía colonial-capitalista no hubiera sido posible.

Los prisioneros africanos fueron sacados de sus territorios de diferentes regiones del litoral Atlántico desde Senegambia (lo que es hoy Senegal y Gambia). En esa área encontramos una selva húmeda tropical y un bosque tropical, todos con una fachada marítima atravesada por ríos importantes como el Zambeze, el Congo, el Senegal, el Gambia y el Casamansa. En esa extensa faja habitaban grupos étnicos como malinkes, fulas, biafaras, lucumies, ibos y la gran familia bantú.

Algunos de ellos constructores y edificadores, expertos en saberes y técnicas mineras y metalúrgicas, ganaderas y agrícolas, artísticas y artesanales. Ellos construyeron avanzadas civilizaciones como la Akan, grandes reinos como el de Ghana y el Congo, poderosos imperios como el de Malí.

Hoy los descendientes de los antiguos esclavizados habitamos, en su gran mayoría, las regiones Atlántica y Pacífica, donde inicialmente se nos llevó a realizar labores agrícolas, ganaderas y mineras. Así mismo en los valles interandinos y ciudades como Bogotá, Cali y Medellín, donde desde un comienzo fuimos imprescindibles en muchas labores; estas ciudades concentran en la actualidad un alto porcentaje de nuestra población.

Junto a esta localización geográfica y espacial se creó la idea de que las comunidades afrodescendientes habitan las regiones más deprimidas del país y los barrios más pobres de las ciudades. Así se generó una relación entre necesidades básicas insatisfechas –salud, educación, servicios públicos, vivienda–, pobreza y miseria, como condición de la gente negra y su habitabilidad.

El primero de enero de 1852, cuando entró en vigencia la ley que abolió la esclavitud en Colombia, los nuevos libertos siguieron pensando como esclavizados y los antiguos amos no dejaron de pensar como tales. Nunca hubo un proceso de reeducación de los imaginarios, de intentar desmontar el chip de la esclavización de las mentes de las víctimas y los victimarios. Cuando los descendientes de los antiguos esclavizados tuvieron acceso a la educación, esta se impartía potenciando los valores de la monoculturalidad europea, moderna, blanca y colonial, a través de una raza (la blanca, europea, criolla), una religión (la católica) y una lengua (el castellano).

Este proyecto de un país monocultural se consolidó y reforzó con la Constitución Política de 1886, y su correlato del Concordato entre la Iglesia Católica y el Estado firmado en 1887. Por tanto la población colombiana en general, y la afrocolombiana en particular, necesita una nueva manera de educarse para no invisibilizar o eliminar al otro porque es diferente. Solo una educación intercultural, democrática y tolerante es la garantía de que la sociedad del posconflicto nos permitirá la convivencia, el diálogo en igualdad de condiciones entre diferentes, la equidad y las oportunidades.

Una de las principales preocupaciones de las comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales es la extensión del conflicto armado hasta nuestros territorios. Etnocidios como los de Machuca, La Chinita y Bojayá amenazaron nuestra cosmovisión y provocaron la pérdida del territorio y el desplazamiento. De otro lado está el recrudecimiento del racismo, la intolerancia y la xenofobia en ciudades como Bogotá, Cartagena, Medellín, Cali y Villavicencio, donde siguen en aumento las denuncias por discriminación que han llegado a la agresión física e incluso al asesinato, únicamente por ser afrodescendientes. Nuestra población se siente amenazada e insegura.

El desmonte de los imaginarios es otra de nuestras luchas. Hay lugares comunes en los que nos destacamos, como el deporte y el arte. Aunque esos espacios son importantes porque han logrado visibilizar y resaltar aspectos de nuestra cultura, e inclusive se han convertido en un camino para que mucha de nuestra gente salga de la pobreza, son también un refuerzo del imaginario creado y aceptado pasivamente de que solo somos buenos para eso.

Los afrocolombianos nos hemos destacado en muchos campos en la construcción de patria, desde el momento del desembarco en un territorio que solo a partir de 1821 (con la Ley de Libertad de Vientres) empezó a acogernos como sus hijos. Desde entonces la Nueva Granada dejó de ser nuestra madrastra para convertirse en nuestra patria, lo que se consolidó en la Constitución de 1991, cuando el Estado reconoció la raíz africana del pueblo colombiano. Pero esta madre patria aún tiene deudas con sus hijos.

En Cartagena de Indias cientos de ellos la amurallaron para protegerla de los corsarios ingleses y franceses; miles de ellos ayudaron a hacerla libre del yugo español y algunos se destacaron como ejemplares militares, entre ellos el general –apodado almirante– José Prudencio Padilla, quien nos dio la libertad en los mares y en los ríos, derrotando a la armada española en la batalla del lago de Maracaibo; y el caso muy significativo del afrodescendiente coronel Juan José Rondón. Hemos tenido un expresidente del cual nada se dice porque ha sido borrado e inclusive blanqueado en la lista de nuestros mandatarios: Juan José Nieto Gil (1805-1866), quien en 1861 fue presidente de los Estados Unidos de Colombia. Si en el relato de la construcción del Estado, a través de la narrativa histórica, de los museos, del sistema educativo, se hubiera formado a las generaciones enseñándoles el aporte de los afrocolombianos, hoy la pregunta sobre en qué nos hemos destacado no tendría razón de ser.

Sin embargo, hay un aporte que es ignorado: la cultura de la paz. Somos pueblos de familia, en los que es tradición solucionar las diferencias a través del dialogo y sin recurrir a la violencia; este fenómeno es de aparición reciente entre nuestras comunidades, ha llegado por extensión del conflicto que tenía como escenario otras regiones del país.

Las comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales somos parte esencial de la construcción del perfil definitivo del ‘Nuevo País’.

*Viceministra de Cultura. Trabajadora social. Nació en Quibdó. En 1992 se convirtió en la primera mujer afrodescendiente en llegar al Congreso y en 2011 fue nombrada alcaldesa de Quibdó. Su mayor identidad es el trabajo con las comunidades.

Fuente: http://www.semana.com/nacion/articulo/el-poder-de-las-razas-afros-origenes-en-colombia-amenazas-y-oportunidades/478248

Imagen: http://static.iris.net.co/semana/upload/images/2016/6/18/478341_1.jpg

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El refugiado, el eslabón débil de la dialéctica del poder

Por: Santiago Gonzalez Vallejo

Cuando te encuentras con una persona refugiada sabes que la misma ha huido de su país o de su patria, algunos proceden de territorios sin estado, ocupados militarmente, como los palestinos o los saharauis, y que lo han hecho porque su permanencia en su lugar de origen hubiera supuesto su persecución, cárcel o, incluso, su asesinato para ella o su familia.

Te encuentras con refugiados de muchas partes y por motivos muy diversos. Desde el conflicto armado, da gran intensidad o de baja, perseguidos por razones étnicas, orientación sexual o por drásticos cambios ambientales y desastres naturales. También por motivos ideológicos.

Es ahí, donde se cruzan los derechos de libertad de expresión, asociación y participación y cualesquiera otros democráticos con el absolutismo de unas razones de poder.

Por eso, es fundamental el consenso social y su alineamiento con los derechos humanos a la hora de trazar esas líneas de libertades democráticas. No puede haber presos políticos, ni persecución, si están a un lado de la frontera democrática. No se puede ejercitar violencia por las ideas porque supone su traspaso. Pero no es terrorismo cualquier violencia si ésta se realiza ante la opresión, la ocupación, etc., porque el poder y su forma de ser ejercido ya es violencia. De ahí, cierta porosidad y el desdibujo de las fronteras sobre cuando se considera refugiado o perseguido político en cada sociedad y estado. Afortunadamente, tenemos el derecho internacional que nos permite precisar y delimitar las circunstancias, hechos y responsabilidades de las personas y el poder y su dialéctica mutua.

Es una denuncia política que un estado tenga presos políticos o ejerza una persecución ante personas que ejercen derechos democráticos amparados por el derecho internacional. Aunque tengan leyes y tribunales internos que justifiquen lo injustificable ante la luz superior de la declaración de derechos humanos y el derecho internacional. Y esos estados, donde se ejerce la violencia, aunque tengan un consenso social, leyes y tribunales internos, si se apartan de las normas superiores, no pueden definirse como democráticos y con respeto a los derechos humanos y al derecho.

Un ejemplo esclarecedor sería la Sudáfrica supremacista blanca, donde un grupo humano actuaba, en su censo, democráticamente; establecía leyes y tenía tribunales que cumplimentaban esas leyes internas. Ellos ejercían violencia y contra ellos se ejercía violencia. Desde fuera, muchos optaron por validar como democrático ese régimen y aceptar que la violencia que ejercían los opositores al régimen supremacista era terrorismo y el que ejercía el régimen, autodefensa; o que determinadas leyes internas que se había dado el poder estaban justificadas por seguridad. De hecho, uno de los líderes de la oposición al régimen, Nelson Mandela, fue tachado como terrorista y no podría haber solicitado refugio, si se hubiera escapado de la cárcel, en muchos de los países que eran aliados del régimen supremacista blanco, a pesar de su evidente desprecio a los derechos humanos.

Pero el caso Assange, ¿se debe considerar o no como prototipo de persecución y por lo tanto afecto a obtener refugio? Su ‘delito’ es revelar secretos diplomáticos y militares -una forma de ejercer el poder-, que no convenían a ese poder. Pero su persecución forma parte de la dialéctica del poder, que se quiere omnímodo e impune, no acorde al respeto de los derechos humanos. Es perseguido por Estados Unidos por ejercitar el derecho de dar información, por desvelar cosas turbias de los diferentes poderes y poner en peligro esa forma turbia de ejercer el poder y la complicidad de muchos de los poderes que se reparten en este mundo. Debiera ser considerado refugiado y protegido en otros lugares. Su persecución por Suecia se hace formalmente por delitos comunes, pero más parece una excusa táctica del gran poder estadounidense. Es parecido al caso de la soldado Manning que rebeló secretos que podrían significar la impunidad para los rectores del ejército estadounidense. Pero ya desde los juicios de Núremberg está fuera de lugar el considerar como eximente la obediencia debida cuando se sabe que la orden superior dentro de la sociedad o del ejército indica la comisión de un delito. Y el crimen, o su impunidad –por no revelar un secreto- es lo que debiera ser perseguido y sus denunciantes, protegidos.

Pero ¿qué ocurre, ahora por ejemplo en Venezuela, donde el estado venezolano y la oposición se acusan de ejercer violencia y si no existen o lo contrario presos políticos y, en derivada, personas perseguidas y necesitadas de refugio?. Es un terreno conflictivo, donde la polarización social es muy intensa. Pero eso no significa que no haya posibilidad de poder delimitar responsabilidades individuales y rechazar la construcción de bloques que quieren tener su sola verdad. En Venezuela hay diversos partidos políticos, hay libertad de manifestación, dificultades –como en la mayoría de los países- de tener una información veraz. Las acusaciones de ejercer o incentivar la violencia (o el desabastecimiento) son las que hay que precisar y pedir responsabilidades, porque su existencia marcaría un deslizamiento fuera de las fronteras democráticas.

Pero ¿qué ocurre en Israel y los Territorios Ocupados por Israel? Aquí es fácil la identificación, a pesar de la opinión pública israelí y de las complicidades internacionales existentes. Hay una ocupación militar en Jerusalén, Cisjordania, Gaza, los Altos del Golán sirios y las Granjas de Chebba libanesas. Sobre esos territorios y sus gentes originarias se ejerce una violencia. Y la respuesta a ésta es legítima. Por supuesto, no cualquier violencia. Pero sí la resistencia.

A partir de aquí, la comunidad internacional, como con la Sudáfrica supremacista blanca, no puede aceptar las leyes o tribunales dados por la población israelí, dado que fijan los criterios de la ocupación y de su ejercicio sobre los habitantes de los territorios ocupados o la minoría palestina, ciudadana israelí, por no mencionar a los millones de refugiados que no pueden volver a sus hogares. Sí, hay millones de refugiados palestinos. La mayoría de la población de Gaza es refugiada. Muchos de los ‘sirios’ refugiados en Turquía o Jordania que huyen y recalan en Grecia, también son refugiados palestinos que no pueden volver a su tierra palestina porque nunca se ha buscado solución a ese problema. Que Israel fuerce a que existan millones de refugiados o que éstos aumenten tras la implantación de nuevas colonias es un oprobio al derecho que sólo se realiza con la complicidad de la comunidad internacional.

Este último caso, demuestra que hay refugiados de primera o de segunda. O que el problema sólo existe cuando es emitido por el telediario nacional, cuando llegan a las costas de nuestro país. Pero es una falacia pensar que en un mundo globalizado lo que ocurra en una parte no va a afectar a otra parte, más antes que después.

Los refugiados llaman a nuestra puerta. Si llaman es porque ha habido un drama en alguna parte. Y hay una corresponsabilidad de lo que haya ocurrido y de su resolución. Porque hay que actuar para socorrer, deber humano, y para resolver, ejerciendo el poder democrático y de derechos en todas partes.

Fuente del Artículo:

http://www.sotermun.es/actualidad/730-el-refugio-el-eslabon-debil-de-la-dialectica-del-poder.html

Fuente de la Foto:

http://www.eacnur.org/acnur-educacion-ayudaafrica-escuelas

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