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Innovación tecnológica, economía y sociedad: una reflexión necesaria para CTS

Por Elsa Beatriz Acevedo Pineda

Resumen «La innovación es social porque impacta a la sociedad, genéricamente hablando, es decir, satisface necesidades de grupos humanos, soluciona con su participación, problemas que inciden en el mejoramiento de su situación, condición y calidad de vida, o al menos crea las condiciones favorables para el logro de estos propósitos.»
José Lázaro Hernández Gil

Con el fin de implementar una visión integral sobre la tecnociencia, me propongo presentar una reflexión social, acerca de las interacciones entre innovación tecnológica, desarrollo económico y sociedad. Para ello parto de un enfoque humanista, basado en los Estudios Sociales de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación CTSI. Pretendo demostrar que la innovación, antes que tecnológica, es social y por lo tanto cultural. Además de que la dimensión CTSI, valora más allá de los aspectos productivos, tangibles y cuantificables, los valores intangibles implícitos en el desarrollo tecnocientífico. Se exige, por lo tanto, un cambio de mentalidad basado en la conciencia crítica, sobre el significado socio cultural del desarrollo tecnológico moderno. Este significado incluye acciones, intenciones, creencias y valores, en un momento en que la innovación representa un tema importante de investigación en las ciencias sociales.

Innovación tecnológica, economía y sociedad: una reflexión necesaria para CTS

Para comenzar, es conveniente recordar que vivimos en una época donde el saber y el poder, conforman una estrecha relación de amplias implicaciones, tanto en las geoestrategias mundiales, como en la magnitud del desarrollo científico moderno, acompañado de innovaciones tecnológicas a gran escala. Lo anterior hace imposible trazar líneas divisorias, entre producción científica e innovaciones tecnológicas. En ese sentido, la tecnociencia aparece como causa y efecto multiplicador de nuevos conocimientos, que moldea la sociedad e impacta sus demandas sociales.

El conocimiento implica a su vez una construcción socio cultural, revestida de características particulares, máxime en las circunstancias predominantes a nivel mundial. Estas circunstancias destacan por la ruptura ética y legal en el manejo del poderío tecnocientífico, en medio de una globalización ampliamente recolonizante, así como de la más compleja e inmoral de las conexiones entre dominación, exterminio masivo y desarrollo tecnológico.

Debemos ser conscientes de los riesgos actuales, derivados de una tecnociencia, que se aplica en los escenarios de la guerra antes que en la construcción de paz, equidad y desarrollo humano sostenido. Y se aplica en momentos en que la tendencia bélica militar, involucra extensas zonas geográficas del planeta, amenazadas por muchos años, bajo el poder destructivo de un aparato científico y tecnológico militar, que ha demostrado no tener límites ni fronteras, y menos conciencia y principios humanistas.

Por otra parte, por razones difíciles de explicar en el marco del presente trabajo, en Colombia no existe aún la suficiente claridad, sobre las relaciones entre innovación tecnológica, competitividad, crecimiento, desarrollo, calidad, excelencia, impacto social, cultural y ambiental.

Posiblemente ello obedece a la falta de comprensión acerca de la esencia de la innovación tecnológica, la que además de factores económicos, comprende elementos de alta complejidad socio cultural. Por esta razón, resulta difícil asimilar su dinámica transversal e interactiva, en un medio en el que la formación en Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación, adolece de graves deficiencias interdisciplinarias, así como de apoyo institucional.

En este orden de ideas, es usual encontrar visiones tecnocráticas, que subestiman la magnitud de la integración entre Ciencia, Tecnología, Sociedad, Valores, Cultura y Humanismo, centrando su discurso en factores meramente cuantitativos, de implícita pobreza conceptual y contextual. Tal vez sea ésta la razón, de la ausencia de una adecuada comprensión de la conexión entre desarrollo tecnocientífico y exigencias sociales, culturales y ambientales.

Esta situación se presenta cuando las innovaciones tecnológicas no se perciben como productos sociales, que vuelven a la comunidad después de todo el ciclo tecnológico, transformadas y ejerciendo un impacto tan generalizado como diferenciado. Por esta razón resulta desacertado considerar a la sociedad, como «usuaria pasiva» de las mismas, porque es imposible obviar su determinante rol, en su gestación y desarrollo, ya que representar el núcleo de todo el avance tecnocientífico, y pone de nuevo al rojo vivo el eterno debate, sobre el modelo de desarrollo que más conviene, así como el de la clase de ciencia y tecnología apropiadas para nuestros países.

Por este motivo, remarcamos la interacción existente entre procesos tecnológicos y contextos socioculturales. En donde la visión de la sociedad frente a los diferentes cambios tecnológicos, no puede verse como si se tratara de un agente pasivo, frente a su impacto y socialización, así como en lo referente a su creación, difusión y aplicación. Especialmente en la época actual, ante la dimensión de la carrera tecnológica mundial, exige una participación pública, comprometida con respecto al impacto que la misma genera en realidades sociales, tan controvertidas como las de América Latina.

La participación pública relacionada con el rumbo del desarrollo tecnocientífico, es cada vez más relevante, en un momento en que la figura constitucional del referendo, se populariza en nuestros países, como mecanismo de voluntad democrática. No está lejos entonces, el día en que debamos acudir al referendo, para conocer y valorar la opinión de la comunidad, en aspectos tan sensibles como las fumigaciones con glifosato o la compra de más tecnología bélica, en países con tan altos índices de miseria cuyas necesidades básicas aún están lejos de ser satisfechas. Ciencia y tecnología son bienes sociales, y es la misma sociedad la llamada a tener una participación cada vez más activa y comprometida con su desarrollo e impacto generalizado.

Pero una sociedad desinformada y con bajo nivel de formación científica, no está capacitada para realizar un ejercicio democrático en tal sentido. Es necesario entonces fortalecer la educación en CTSI y con ella la alfabetización científica y tecnológica, que tanta falta hace en sociedades caracterizadas por altos índices de marginalidad, indiferencia y falta de compromiso frente a la misma. En otras palabras, el estímulo a la divulgación científica, a través de una dinámica formadora-informadora es de carácter urgente, porque la participación pública, implica que la comunidad juzgue y valore, para lo cual debe estar tan informada como formada.

Ahora bien, que la participación pública sea política o no, es tema de otro debate, pero debe quedar claro que al final de todo el camino, lo que se espera es precisamente una decisión política, sobre el modelo de desarrollo de la ciencia y la tecnología. Curiosamente vemos a futbolistas, actrices, humoristas y reinas de belleza, que participan activamente en los diferentes órganos de poder público, mientras que la representación científica brilla por su ausencia, y son los mismos consultores de excelencia en diferentes temas de interés nacional; como por ejemplo el caso de la construcción de la red vial en Bogotá, del transporte público en la capital del país. Conflicto de amplio matiz político, sobre el tipo de tecnología que se debe aplicar, consideran en primer orden sus altos costos sociales, tema que parece a preocupar muy pocos.

Los conceptos argumentales implícitos en la alfabetización tecnocientífica, cobran marcada dimensión de contexto, especialmente en circunstancias tan críticas como las de Colombia, en donde la lectura del desarrollo científico y tecnológico está muy diferenciada de otras realidades continentales.

Por su parte, en las interacciones entre innovación tecnológica, economía y sociedad, es necesario establecer prioridades, que no pueden ser otras diferentes a las de ubicar a la sociedad en calidad de gestora y receptora del avance científico y tecnológico contemporáneo. En este orden de ideas, en América Latina necesitamos un desarrollo tecnocientífico que en la medida en que fomente el crecimiento, fortalezca la equidad social.

Es importante además, no caer en extremos, al punto de divinizar el papel de las decisiones tecnocráticas, tan de moda en nuestro tiempo, cuyos efectos ya dejan mucho que desear a nivel mundial. Por lo tanto elegir una vía auténtica en materia de decisiones tecnocientíficas para nuestra sociedad, resulta hoy tarea prioritaria que compromete a todos, resaltando la participación de la comunidad en las mismas.

En América Latina, el tema del desarrollo tecnológico endógeno, adquiere amplio matiz ideológico, ello se debe a la profunda crisis estructural, derivada de un modelo fallido de desarrollo, que obliga necesariamente a buscar en la tecnociencia, un valioso apoyo en la consecución de la paz social, como ingrediente fundamental para la construcción de un modelo de desarrollo humanista.

La aceptación social, de las innovaciones tecnológicas, se encuentra a la vez vinculada a sus beneficios, así como a la posibilidad de garantizar un mejora sostenida de la calidad de vida.

Así, el impacto social de las innovaciones tecnológicas, medido sólo en términos de mercado, no deja de ser un tremendo desacierto, especialmente cuando hablamos de nuestra realidad nacional, claro resultado del constante deterioro en los términos de intercambio, que acompaña y «legitima» nuestra participación en la economía mundial.

En tales circunstancias, la dinámica del mercado tecnológico latinoamericano, debe ser necesariamente analizada dentro de sus marcos socio culturales, acompañada de una visión endógena, muy original y con elevado índice de participación pública, garantía de la democracia en sus decisiones.

Porque una innovación tecnológica amarrada a las políticas de mercado, tal y como se concibe en el mundo industrializado, no se puede aplicar «receta en mano» en países como Colombia, donde el peso de la guerra y del subdesarrollo es tan agobiante, como lo son nuestras limitaciones para superar pacíficamente las mismas. Por esta razón debemos dinamizar la enorme capacidad científica y tecnológica nacional pero con un verdadero enfoque humanista.

Tampoco podemos olvidar que las innovaciones van de la mano del desarrollo del conocimiento socialmente apropiado, aspecto en el cual nuestro país tiene una enorme deuda por saldar. No obstante si priorizamos las urgencias sociales, debemos empezar por fomentar nuevos y contextualizados Sistemas Sociales de Innovación, a nivel de cada región, encaminados a fortalecer el Sistema Nacional de Innovación.

De la misma manera, el sector empresarial necesita una profunda endogenización de sus estrategias, en donde las exigencias en materia de innovaciones tecnológicas, a través de las Empresas de Clase Mundial, se basen en modernas prácticas de innovación y gerencia socio ambiental. Para lograrlo es importante trabajar en un intenso proceso de alfabetización en ciencia y tecnología de este sector, teniendo en cuenta que el mismo debe liderar importantes procesos de inserción internacional, para lo cual se debe establecer una alianza estratégica con las comunidades científicas.

De lo anterior se desprende la necesidad de diseñar una estrategia orientada a crear «empresas que aprenden». Estas empresas deben concebirse como agentes vinculados a las demandas sociales, culturales y ambientales de cada región.

En circunstancias tan especiales como las de nuestro país es importante construir un nuevo ideario cultural endógeno, basado en el estilo de competencias que mire de adentro hacia fuera, y reconozca nuestro enorme potencial que tenemos aún sin explorar. Hay que impedir que la sombra de la guerra, nos impacte hasta el punto de olvidar o lo que es peor, de perder la esperanza de construir alternativas sociales viables de desarrollo. Por tal razón, cobra vigencia la propuesta humanista, científica, tecnológica, social, cultural y ambiental de desarrollo.

La capacidad de relacionar las innovaciones tecnológicas, la economía y la sociedad colombiana, depende en gran medida de nuestra capacidad de hacer aportes realmente significativos a la solución de nuestra problemática específica. Ante todo se trata de un conocimiento enfocado hacia la construcción de una nueva sociedad en donde la ciencia y la tecnología sean factores de paz y desarrollo sostenido. Éste es un interesante mecanismo para medir nuestra capacidad endógena de producir, aplicar y exportar conocimiento socialmente conveniente.

Frente a las actuales circunstancias, no podemos esperar a que se consolide un proceso de paz en el país, para luego construir ventajas basadas en el conocimiento, es urgente por lo tanto «desarrollarnos dentro del subdesarrollo», no podemos permitir que la guerra nos llegue a opacar las posibilidades de salir adelante. A los colombianos nos toca seguir luchando, asumiendo nuevos retos y riesgos, basados en nuestra capacidad de construir un modelo diferente, aún en condiciones tan adversas como las actuales. En este sentido las innovaciones tienen un profundo compromiso con el cambio social.

En consecuencia, la interacción innovación, economía y sociedad, va mucho más allá del simple enunciado de una alianza estratégica, que hasta ahora no ha sido ni lo uno ni lo otro. De ahí la importancia de construir un nuevo discurso tecnocientífico de alto agregado social, capaz de garantizar escenarios sostenibles hacia el futuro para Colombia. Un discurso que impregne la política científica del país y se transforme en prácticas regionales de la misma.

En este sentido la educación basada en agregados de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación CTSI, adquiere hoy una dimensión especial. La misma enfatiza en la formación humana integral de docentes, investigadores, rectores de colegios y universidades, empresarios, divulgadores científicos, semilleros de investigadores así como en el personal vinculado a las diferentes instituciones y organizaciones científicas, en cuyos altos niveles, se toman decisiones y se trazan las estrategias prospectivas del desarrollo científico y tecnológico del futuro.

De ahí la importancia de «hacer ciencia y tecnología»con conciencia social, dirigida a un contexto convulsionado variable y vulnerable, con poca capacidad de insertarse en las estrategias de desarrollo mundial. En tal sentido la política científica y el desarrollo de las innovaciones tecnológicas, deben consultar y respetar la diversidad regional, permitiendo y fomentando los aportes de las mismas, en la construcción de un proyecto endógeno de desarrollo, que bien puede servir de ejemplo para otros países con una problemática similar.

Por esta razón, considerar que las investigaciones en Colombia tengan sólo un significado económico, es irracional frente a la dimensión cualitativa del problema, representado en la infinita pobreza de miles de colombianos que sobreviven en los límites de la miseria, presionando de manera creciente la caldera social en que vivimos. Frente a tan graves circunstancias, el conocimiento con alto significado social debe entrar cuanto antes a llenar los espacios que hoy ocupa la guerra. Esto significa que es imposible diseñar un plan de desarrollo sin el concurso de las comunidades científicas regionales.

Por lo tanto la ausencia de una imagen clara de contexto, tanto regional, como nacional y desde luego internacional, representa un grave error para Colombia. En la misma medida, la sublimación de paradigmas ajenos, retomados como única alternativa, representa un error que no nos podemos permitir, ante la magnitud de las decisiones que hay que tomar, con el concurso de una amplia y democrática participación pública.

Porque el espejismo que acompaña los modelos de desarrollo virtual, no sirve para nuestros países, por eso insistimos en la valoración nuestra propia realidad con el fin de proceder estratégicamente, teniendo siempre presente la factibilidad de potenciar las investigaciones científicas y las innovaciones tecnológicas en medio de la crisis económica y social propia de América Latina.

Frente a las circunstancias descritas, necesitamos diagramar una estrategia de desarrollo con equidad social, basada en una serie de presupuestos entre los cuales la ciencia y las innovaciones tecnológicas ocupan lugar importante en la construcción y más que ello en la consolidación de escenarios de paz hacia el futuro. Ciencia y política deben ir de la mano y esto exige una lectura bien diferente de la cotidianidad y de las políticas de ciencia y tecnología hacia el futuro.

Se trata de un aprendizaje social intensivo, que conduce a plantear alternativas viables y a corto plazo para nuestra crisis, porque la salida del subdesarrollo y la guerra nos compromete a todos, teniendo en cuenta que la deuda social de nuestro país ya no da espera.

Finalmente desde los Estudios Sociales de Ciencia, Tecnología e Innovación, consideramos de especial importancia:

  • Plantear que la innovación en primer orden es de carácter sociocultural, que requiere un cambio de mentalidad. Para lo cual proponemos agregar a la competitividad económica, la capacidad de desarrollar competitividad social, en momentos donde las injusticias sociales se convierten en el mayor obstáculo tanto para el crecimiento como para el desarrollo de nuestra sociedad.
  • Por lo anterior, antepongamos las lecturas dominadas a las dominantes sobre nuestra realidad. La llamada es a volver a la visión endógena, tanto en los procesos de teorización como de práctica social, con respecto a la ciencia y la tecnología
  • De la misma manera, una estrategia económica debe consultar las realidades internas antes que las imposiciones externas, así como una verdadera cultura de la innovación, debe priorizar las urgencias sociales del país.
  • Por su parte, el poder competitivo de las naciones no puede limitarse única y exclusivamente a los mecanismos cuantificables. Este poder debe incluir, en primer orden, su capacidad endógena de implementar un verdadero compromiso social de la ciencia, capaz de convertir las alternativas tecnológicas en alternativas sociales, culturales y ambientales sostenidas. Estrategia urgente, en un momento en que los contenidos implícitos en la utilidad social del conocimiento, son llamados a contrarrestar los efectos perversos derivados del desarrollo de la ciencia y la tecnología.
  • En Colombia, la capacidad de inserción internacional, debe ser directamente proporcional a nuestra capacidad de reconciliación interna, de lo contrario seguiremos «caminando firmemente sin rumbo fijo».
  • La paz social implica un proceso de democratización de la ciencia, en él deben participar sus comunidades científicas al lado de los demás actores nacionales. En tal sentido, ciencia y política van de la mano. Nuestro país exige hoy más que nunca un desarrollo científico y tecnológico comprometido con el desarrollo social y la consolidación de un verdadero proceso de paz.
  • Lo anterior exige construir un modelo social de organización tecnocientífica, basado en un estilo endógeno y democrático de creación, innovación, expansión, diversificación, formación, información, divulgación y socialización del conocimiento.
  • Es importante además, construir imágenes acertadas sobre la tecnociencia siempre en correspondencia con el contexto en el que vivimos. La importancia de su desarrollo y su nivel de impacto deben ir de la mano con importantes reformas sociales. De ahí la importancia del periodismo científico, como mecanismo hacia una forma de pedagogía, participación, educación y apropiación social de la ciencia.
  • Un tema clave: la formación en Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación CTSI, es para TODOS; políticos, empresarios, investigadores, docentes, periodistas, estudiantes, personal de instituciones científicas y tecnológicas, directivos y rectores de colegios universidades, semilleros de investigadores y público en general. Porque la visión CTSI es novedosa entre muchas cosas porque vence la visión lineal y estrecha, (producción, distribución y consumo = bienestar social) enriqueciendo el pensamiento científico mundial con nuevas reflexiones debidamente contextualizadas y profundamente valorativas sobre el impacto de los desarrollos científicos y las innovaciones tecnológicas en nuestra sociedad.
  • Finalmente frente a las actuales circunstancias del país, y ante la incapacidad de un modelo de desarrollo de resolver la magnitud del conflicto nacional, todos debemos ser innovadores frente tal adversidad. Colombia debe ser una sociedad innovadora, original y soberana en los lineamientos de sus estrategias de desarrollo hacia el futuro.
  • En consecuencia la innovación como proceso sostenido de creatividad, puede y debe ser aplicada en todos los espacios de la sociedad.

Elsa Beatriz Acevedo Pineda
Investigadora
Ciencia, Tecnología, Sociedad e
Innovación CTSI
Colombia
elsabeatriza@yahoo.com

Lecturas recomendadas

Cuadernos de Iberoamérica (2001). «Ciencia, Tecnología y Sociedad: una aproximación conceptual«. OEI, pp. 79-109.

Campanario, M. de A. (2002) «Tecnología, Innovación y Sociedad«. En www.campus-oei.org/salactsi

Chaparro, F. (1998) Conocimiento, innovación y construcción de sociedad. Una agenda para el siglo XXI. Bogotá 1998. TM editores

«Declaración de Santo Domingo» (1999).

«Materiales para la educación CTS» (2001) Grupo Argo. Asturias 2001

Sanmartín, J. (1990), «Tecnología y futuro humano», Barcelona, 1990 Anthropos.

Sanmartín, J. (1992) «Estudios sobre sociedad y tecnología», Barcelona1992 Anthropos.

Fuente: http://www.oei.es/salactsi/elsa7.htm

Imagen tomada de: http://www.abc.es/Media/201201/26/jabon_magnetico–644×362.JPG

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Mejor que Finlandia: El increíble milagro educativo de Estonia

Por: Hector G. Barnés

En 1991, Estonia recuperó su independencia, tras pasar más de 50 años bajo el control soviético. Fue uno de los satélites rusos a los que peor les fue durante la Guerra Fría. Mientras que antes de la Segunda Guerra Mundial podían presumir de un nivel de vida y de una renta per cápita muy similar a la de sus vecinos finlandeses, a comienzos de los años 90, la situación era casi límite. En esas décadas, las minorías alemanas y suecas fueron expulsadas, 80.000 estonios emigraron y otros 60.000 fueron deportados. Estonia fue rusificada: medio millón de rusoparlantes fueron trasladados al país báltico para ayudar en la militarización de la región, considerada como “zona fronteriza”.

Un cuarto de siglo después de que Estonia recobrase su independencia, se ha convertido en uno de los países que la OCDE suele utilizar como ejemplo positivo a propósito de los exámenes PISA, tanto por su excelencia como por su equidad. Incluso superó a Finlandia en las pruebas de 2012, que cayó desde el puesto dos al número doce, mientras que Estonia se quedó en el once, mejorando sus marcas previas. No solo eso, sino que como han puesto de manifiesto repetidamente medios de comunicación como ‘The Economist’ o ‘Mic’, se ha convertido en una especie de Silicon Valley europeo. Este pequeño país de apenas 1.300.000 habitantes (un poco menos que la población de Barcelona) se ha convertido en el lugar donde más start-ups hay por habitante.

Es uno de los países donde menos influye el entorno socioeconómico de los estudiantes en su rendimiento

No cabe duda de que gran parte de su éxito en innovación se debe a que, cuando no hay nada hecho, se puede hacer cualquier cosa: es más fácil montar un sistema educativo desde prácticamente cero que cargar con el peso de la historia en cada reforma. Por eso resulta de vital importancia la llevada a cabo en 1996, como señalaba un artículo publicado por la televisión pública estonia. Fue ese año cuando se desarrolló el currículo nacional actualmente vigente, y que según Imbi Henno, del Ministerio de Educación estonio, fue “la base de nuestro éxito educativo”.

¿Qué promulgaba dicho currículo? Ante todo, la igualdad entre los estudiantes, probablemente el punto fuerte del sistema educativo estonio, a diferencia de lo que ocurre en otros países como Alemania, que por lo general obtienen muy buenos resultados académicos en las pruebas PISA pero que adolecen de graves carencias respecto a la equidad educativa. Ese es, curiosamente, uno de los grandes defectos que se suelen achacar al sistema estonio. Como señala una ponencia realizada por Henno, Estonia tiene pocos estudiantes del más alto nivel comparado con otros países europeos de gran rendimiento. No se puede tener todo; Estonia es uno de los países donde menos influye el entorno sociocultural de los alumnos en su rendimiento.

El país de los números

En el análisis del éxito de su país, Henno pone el énfasis en otros factores. Más allá del desarrollo del currículo nacional, “la formación de los profesores se ha reorientado centrándose en prácticas más innovadoras y con un enfoque más centrado en el estudiante”. Y aquí llega lo importante: no solo Estonia tiene el nivel más bajo de malos estudiantes en matemáticas y ciencia sino que, además, ha puesto especial hincapié en mejorar el VET (“vocational education and training”), es decir, la educación que tiene como objetivo formar profesionales, y que abarca carreras como contabilidad, medicina, enfermería, arquitectura o abogacía. Pero, sobre todo, las diferentes ingenierías.

Estudiante de primaria durante una clase en Tallin. (Reuters/Ints Kalnins)
Estonia fue el país pionero a la hora de proporcionar a sus estudiantes un ordenador con conexión a internet. Fue en 1998, apenas dos años antes de que el gobierno declarase el acceso a internet como un derecho. En muchos casos, como ocurrió con el registro de la propiedad, se saltaron décadas de papeleo y máquina de escribir, y pasaron de no tener uno a montarlo de manera digital. Como explicaba a ‘Mic’ Toomas Hendrik Ilves, presidente desde 2006 criado en Nueva Jersey y estudiante de programación desde adolescente, esta fue una de sus iniciativas más polémicas. “Me insultaron durante muchos años, pero pensaba que entre el 3 y el 5% de los niños que tienen ordenador –aunque sea un niño pobre del campo– sentirá la curiosidad innata de mirar en sus tripas”.

En apenas unos años empezaron a surgir compañías como Skype, que fue objeto de una venta millonaria a eBay en 2005, o Kazaa, el primo olvidado de Napster. Es uno de los contados países que enseña a sus niños código y, además, sus ciudadanos pueden hacer la declaración de la renta ‘online’ desde hace años. También votar, un sistema que se implantó en el año 2005. El sector tecnológico representa alrededor del 15% de su producto interior bruto. Como explicaba Ilves en ‘The Economist’, la educación ha jugado un papel importante en todo ello, gracias a programas de iniciativa público-privada como ProgeTiiger, cuyo objetivo es que los niños de cinco años aprendan a programar: “En los años 80 todos los niños en el instituto querían ser estrellas de rock, ahora todos quieren ser emprendedores”.
Cada investigación publicada sobre Ecología o Ciencias de la Naturaleza recibe un 40% de citas más que el resto de ‘papers’ de fuera

Como señalaba en ‘Study in Estonia’ el profesor de psicología experimental de la Universidad de Tartu Jüri Allik, el criterio estonio a la hora de elegir qué proyectos financiar ha sido también clave en el éxito del ámbito académico. “Cada investigación estonia publicada en Medio Ambiente/Ecología y en Ciencias de la Naturaleza recibe un 40% de citas más que el resto de ‘papers’ de esos campos”, recuerda. Además, el impacto de las investigaciones en ciencias computacionales se ha incrementado en más de un 200%. Gran parte de este éxito internacional se debe a que estos trabajos deben redactarse en inglés.
¿Con o sin Estado?

Hay, no obstante, un factor que diferencia enormemente a Estonia en la manera en que el emprendimiento y la educación privada se relacionan con el sector público. Mientras que la mayor parte de bases tecnológicas, como la de Silicon Valley, abogan por una vía en la que el Estado se limite a no molestar, el estonio ha jugado un importante papel a la hora de promocionar el sector. Como recuerda en ‘Mic’ el CEO de Teleport, Sten Tamkivi, “donde Estonia lo ha hecho mucho mejor que en otros países es en que la política y la tecnología no están en extremos opuestos”, señalaba. “Hay el deseo de resolver problemas y de acercarse a estos de una manera tecnológica”.

Ave Laurmgson, mánager de proyecto de la Fundación Tiger Leap, con dos alumnos de una escuela en Tallín. (Reuters/Ints Kalnins)

Como reconoce Henno, hay pocos países donde la integración entre mundo educativo y sociedad sea tan completa. En su informe, señala que los profesores tienen una alta cualificación en todos los niveles de la escuela y gozan de una gran independencia en cuanto a los contenidos a impartir y su metodología. Además, añade un factor importante: toda la educación obligatoria es gratuita. Por su parte, tal y como señala una investigación publicada en ‘Journal of Studies in International Education’, la internacionalización de la universidad se ha convertido en un factor importante del éxito estonio, especialmente en la apertura al resto de países de la Unión Europea.

“El proceso de internacionalización incluye la implementación gradual de nuevos valores en la sociedad”, señala el estudio. “Siendo un miembro de la antigua Unión Soviética, Estonia funcionó durante décadas como un país homogéneo y cerrado. Las iniciativas en internacionalización empezaron a acabar con esos estándares. Las universidades empezaron a promocionar valores que incluían la multiculturalidad, la tolerancia y la aceptación de diferencias”. De hecho, Estonia fue uno de los primeros países en firmar la Declaración de Bolonia, como un gesto que les permitía acercarse a la Unión Europea (y su suculento programa Erasmus) y alejarse de la influencia rusa, que tan funesta resultó durante décadas.

Desde los tiempos de la Unión Soviética hemos obtenido una gran competencia tecnológica y un montón de ingenieros

Un último factor que resume bien la fórmula del éxito estonio: al contrario de lo que señala el discurso oficial en otros países occidentales, donde la única salida posible para el talento es el emprendimiento en el sector privado, gran parte del talento báltico desea trabajar en el sector público. Como señala en un artículo publicado en ‘Diginomica’ Anna Piperal, directora de Enterprise Estonia, el hecho de que el 99% de los servicios del gobierno estén disponibles en la red provoca que el funcionario tecnológico sea una importante, y bien remunerada, figura.

“Desde los tiempos de la Unión Soviética hemos obtenido una gran competencia tecnológica y un montón de ingenieros”, explicaba. “Así que nuestro gobierno empezó a empujar aún más y construyó un marco legal totalmente nuevo que apoya las tecnologías de la información y el intercambio de datos. No es que quisiéramos innovar, es que no nos quedaba otra”. Una moraleja y una pregunta: por un lado, que es posible desarrollar el sector tecnológico con la colaboración del Estado; por otra, ¿es posible trasladar los hallazgos de Estonia a países más grandes y sociedades más complejas?

Foto: Estudiantes estonios reciben una clase de ciberdefensa en Poltsamaa, el pasado mes de diciembre. (Reuters/Ints Kalnins)

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Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-06-28/estonia-sistema-educativo-exito_1224263/

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Colombia: Icfes Pruebas Saber 11, consejos para preparar la prueba de matemática

Conoce cuáles son las principales dificultades de la Prueba Saber 11 de matemática y toma nota de las recomendaciones acerca de cómo debes prepararte

Para ingresar a una universidad colombiana es necesario rendir el examen Saber 11º creado por el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (Icfes) del Ministerio de Educación. Se compone de 5 pruebas: Matemáticas, Lectura crítica, Sociales y ciudadanas, Ciencias naturales e Inglés. En esta oportunidad, te brindamos una serie de recomendaciones que el director de evaluación del Icfes, Andrés Gutiérrez, compartió con Universia Colombia para que apruebes la evaluación de matemática y sumes requisitos que te permitan ingresar a la universidad que deseas.

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¿Qué estructura tiene la prueba de matemática?

Consiste en preguntas de múltiple selección con una sola respuesta correcta, de las cuatro ofrecidas,  y preguntas en modalidad abierta que se contestan brevemente.

Las principales dificultades para a la hora de enfrentar la prueba de matemáticas

Según explica el Director de evaluación del Icfes, hay dos tipos de dificultades evidenciadas. Por un lado se observó un alto grado de dificultad en la manipulación de conceptos, procedimientos, propiedades y herramientas propias de las matemáticas cuando van más allá de memorización, es decir comprender el lenguaje matemático, símbolos, reglas, etc.

Por otra parte, existe una fuerte problemática en cuanto a la vinculación de herramientas matemáticas con la cotidianidad, entendida como información que brinden medios de comunicación, situaciones sociales o laborales.

Pareciera que la gran dificultad radica en la lectura de la información matemática o matematizada en diferentes entornos, matemáticos o no.

 

Principales conceptos que se deben manejar para resolver ejercicios de estadística

  • Reconocer distintas formas para representar conjuntos de datos.
  • Identificar las ventajas y limitaciones de diferentes registros (gráficos de barras, gráficos de dispersión, gráficos circulares, entre otros).
  • Describir conjuntos de datos utilizando promedios (simples o ponderados), medianas, modas y otras medidas de dispersión.
  • Capacidad de realizar conteos y cálculos de probabilidad, e interpretar probabilidades de manera adecuada en contexto.

Principales conceptos que se deben manejar para resolver ejercicios de geometría

Es clave en geometría trabajar en dos frentes, por un lado, el uso y conocimiento de aspectos formales y propiedades de distintas figuras o construcciones geométricas y por otro el reconocimiento de estos aspectos una vez aparecen en un contexto de la vida real. Por lo tanto, los principales conceptos que se deben manejar son:

  • Calcular área y perímetro.
  • Utilizar teoremas y resultados clave de la trigonometría (teoremas del seno y del coseno).
  • Conocer la geometría clásica (desigualdad triangular, teoremas de Tales y Pitágoras, entre otros).

Principales conceptos que se deben manejar para resolver ejercicios de álgebra y cálculo y sus principales dificultades

  • Es clave que los estudiantes tengan muy claro el concepto de función y sus propiedades.
  • Saber manipular y producir expresiones algebraicas apropiadas en diferentes contextos.

La principal dificultad en este campo, está en el uso del lenguaje simbólico, su interpretación y manipulación, así como el uso de conceptos formales relacionados con funciones (dominio o rango, por ejemplo) o convergencia de sucesiones.

Competencias que se evalúan en la prueba de matemática y las dificultades conlleva cada una

La prueba de matemáticas evalúa distintas competencias (Interpretación, Formulación y ejecución, y Argumentación) enmarcadas en diversos contextos.


1. Interpretación

Las principales dificultades radican en la comprensión de información que se presenta en tablas, figuras, gráficas o fórmulas donde la relación de los elementos presentados no es explícita.


2. Formulación y Ejecución

En este caso, las dificultades surgen cuando existe un problema matemático que puede resolverse por diferentes vías. Los estudiantes no logran identificar qué estrategia de solución es recomendable aplicar en cada caso.

Otro obstáculo para los estudiantes, es la resolución de problemas mediante herramientas diferentes al cálculo aritmético simple, o la necesidad de ejecutar más de dos pasos para llegar a la conclusión del ejercicio.


3. Argumentación

Existen problemas ligados con la interpretación de información, que se refleja en la identificación de un contexto, la suposición de un hecho y la búsqueda de una justificación formal que explique por qué se llegó a una determinada conclusión.

 

En rasgos generales, ¿qué recomendaciones daría a estudiantes y educadores para sortear estas dificultades?

Es trascendental que se enriquezcan los contextos estudiados en clase, tomando situaciones reales de periódicos, revistas, Internet u otros medios de comunicación.

Se sugiere además, trabajar sobre problemas factibles de abordarse mediante diferentes mecanismos y que presenten múltiples soluciones o incluso, no tengan una conclusión.

Es importante que los estudiantes reflexionen sobre la implementación de distintos procedimientos, sus restricciones, alcances, fortalezas, debilidades y la pertinencia de un mecanismo según el contexto.

Recursos del Icfes

La mejor forma de familiarizarse con las pruebas es a través de los recursos disponibles en la página del ICFES. A continuación te invitamos a descargar gratuitamente el cuadernillo de práctica para matemática.

Nota: Este cuadernillo se basa en propuestas reales de la prueba Saber 11º y las preguntas sobre matemática van desde la página 4 a la 32.

Fuente: Universia http://noticias.universia.net.co/educacion/noticia/2016/06/27/1141095/icfes-pruebas-saber-11-consejos-preparar-prueba-matematica.html

 

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La perversión de los rankings de Universidades.

29 de junio de 2016 / Fuente: http://revistaeducacionvirtual.com/

Escalafón Universidades

Periódicamente instituciones muy reconocidas en educación, y publicaciones de negocios emiten sus clasificaciones o “rankings”  de universidades, me impresiona el efecto que la liberación de esta información tiene sobre quienes toman decisiones en el sector de la educación superior: las autoridades públicas tienden a reaccionar “en caliente” a los resultados, tomando medidas de fiscalización sobre las instituciones rezagas, o en el caso de obtener resultados negativos generalizados suelen tomar acciones improvisadas que se quedan cortas para atender los problemas estructurales comprometiendo el largo plazo. Para los directivos de las universidades un mal resultado significa un reducido interés por parte de nuevos estudiantes y posible deserción de estudiantes actuales comprometiendo la sostenibilidad institucional, también se afecta a los estudiantes, que ven cómo se deterioran sus posibilidades de emplearse y desarrollarse como profesionales.

Sin embargo, y atendiendo el hecho que estos ejercicios están afectando la toma de decisiones por parte de autoridades, directivos, docentes y estudiantes; vale la pena cuestionar la objetividad de estos “rankings”, la calidad de las variables que incorporan en sus modelos de evaluación y más importante, si estos están ignorando factores que pueden ser trascendentales para el desarrollo social y el bienestar general, aspectos que al final del día deberían ser los objetivos reales de la educación superior.

La mayoría de estos modelos, y tristemente los que utilizan las autoridades públicas al momento de evaluar el desempeño de una institución superior, se orientan a la universidad “per se”, dejando por fuera el efecto que esta deba tener esta en la calidad de vida actual pero sobre todo futura del estudiante, es verdad, se mide a los estudiantes, por lo general basándose en alguna herramienta de evaluación estandarizada, útiles para establecer dominio de temas específicos, pero no para determinar avances individuales, éxito en inserción al mercado laboral y potencial acceso a oportunidades.

Las clasificaciones y las mediciones públicas también tienden a premiar las credenciales del profesorado, se da ponderaciones muy altas a doctorados y sobretodo los entregados por instituciones de prestigio, a las publicaciones etc., pero se deja a un a los docentes que son realmente exitosos a la hora de transmitir efectivamente el conocimiento a sus estudiantes.

Esta mecánica deriva en un círculo vicioso donde instituciones y gobierno desarrollan una obsesión con “aparecer bien” en cierto escalafón viciado desde su estructura, desperdiciando oportunidades valiosísimas para dirigir sus esfuerzos (y limitados recursos) a la verdadera trasformación social que la educación debe tener como meta, se premia al docente que reprueba a la mayoría de sus estudiantes, se incentiva a las universidades a restringir el acceso a la educación a los estudiantes que vienen con falencias desde su educación básica, por ningún lado las instituciones de educación  superior (salvo contadas excepciones), aceptan como suya la labor de transformar estudiantes con problemas en profesionales con acceso a oportunidades.

¿Por qué no pensar que una buena universidad es la que abre sus puertas a estudiantes rezagados y dedica sus recursos a llenar sus vacíos académicos para insertarlos exitosamente al mercado laboral?

¿Por qué no premiar a las universidades que permiten a los estudiantes ser la primera generación de su familia en acceder a un título formal?

En la actualidad la tecnología brinda herramientas digitales estupendas para masificar el acceso a la educación, sin embargo la preconcepción infundada sobre la calidad inferior de los modelos a distancia y flexibles ha llevado a ignorar estas oportunidades al momento de diseñar la política pública sobre educación. Hay instituciones que han conseguido resultados impresionantes implementando modelos agresivos de formación digital permitiendo a quienes no podían aspirar a un título por limitaciones económicas o de tiempo acceder a ello, cambiando radicalmente su vida y la de las generaciones que les siguen.

El tema de los “ranking” no tendría la relevancia que tiene si los oficiales encargados de la política estatal no estuviesen tan sesgados por ellos, llego el momento de cuestionar nuestra concepción misma de calidad en la educación, no se trata de obtener un puntaje, se trata de mejorar la calidad de vida de las generaciones futuras, y en eso estamos fallando, tristemente, cuando las herramientas las tenemos a la mano y elegimos desecharlas.

Fuente artículo: http://revistaeducacionvirtual.com/archives/2056

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De la Copa América y el fanatismo extremo

Por Ilka Oliva Corado

Aunque parece un tema insustancial el del fútbol  no lo es, es tan importante como las artes, la cultura y la política. El fútbol es un universo separado de las otras disciplinas deportivas. Es el único deporte del mundo que puede ser practicado  por todas las clases sociales, es en efecto el alma del arrabal y del pueblo. De los linderos han salido los mejores deportistas del mundo: Pelé, Maradona y Marta.

Y debido  a su popularidad mundial también para su desgracia (y la nuestra) es el que ha sido explotado por las  grandes mafias mundiales que tienen su centro de acopio en la FIFA. Estas  mafias que pululan en todo lo que lo circunda necesitan crean un ídolo mundial cada diez años. En la actualidad es Messi, Messi es creación de esa mafia. Esa mafia que necesita vender suvenires, entradas a estadios y mantener a espectadores pegados al televisor para beneficio de las empresas de cable y grandes plataformas comunicacionales.

Conozco la pasión del fútbol porque la he vivido como jugadora durante más de dos décadas y sé también analizar un juego   con el criterio de un árbitro que tiene  la obligación de mantener la cabeza fría para aplicar el reglamento  y hacer respetar el juego limpio. Yo también he estado dentro de un campo de juego. Conozco la profundidad de la pasión y es por eso que escribo este artículo.

El fútbol  es una  filosofía de vida. Uno es el fútbol lo que en la vida misma. Me enfocaré en este texto en la semifinal y en la final de la Copa. Una actitud completamente antideportiva mostraron varios jugadores de la selección de Colombia que al recibir la medalla del tercer lugar se la quitaron bajando del podio. Es un irrespeto principalmente al deporte, segundo a los jugadores de la selección contraria  y tercero a los espectadores.

En la vida como en el fútbol se pierde y se gana y cuando toca perder  hay que tener la entereza para aceptar la derrota con dignidad y sobre todo por el fútbol que es la pasión. Viene la acción política de educar a las generaciones que vienen atrás, millones de niños viendo las transmisiones y ven a sus ídolos sacarse la medalla porque les parece poca cosa, ¿cuál es el mensaje? Tiene que haber responsabilidad para con la sociedad de parte de un jugador de fútbol profesional porque es figura  pública le guste o no, y así como se beneficia de ello tiene la obligación moral de devolver y ser guía. Lo personal es político.

El objetivo principal de todo deporte es la diversión y la convivencia, el resultado no debería ser tan importante como la oportunidad de practicar el deporte más hermoso del mundo y unir a millones de personas en un solo latido. Estamos haciendo las cosas mal.

En la final vimos la conducta antideportiva de Messi, que le sacó al árbitro la segunda amarilla que hizo expulsar al defensa chileno. La primera expulsión de Chile fue una injusticia total. Messi que en ese instante utilizó su gala de mejor jugador del mundo hizo que pesara en la decisión del árbitro y además supo fingir muy bien la falta. No era falta y en todo caso no era para amarilla. La amarilla debió haber sido para él por fingir la falta.

La segunda vez el árbitro no pudo hacerse el desentendido  y le tocó sacarle la amarilla de ley que está perfectamente estipulada en las enmiendas del  reglamento. Fingir falta dentro del área puede ser amarilla y hasta roja directa. Tanto Messi como millones de televidentes lo vieron como injusticia. La actitud de Messi antideportiva y la actitud antideportiva de millones que padres de familia que  con sus hijos al lado insultaban y culpaban al árbitro, pero no les pareció injusticia la expulsión del jugador chileno y la solaparon porque los benefició. ¿Doble moral? Uno es  en la vida lo que en el fútbol.  Culpando al árbitro encubrieron la falta de moral de Messi al fingir la falta, la mediocridad de arruinar al deporte más hermoso del mundo.

El mensaje que envían a la infancia es que culpado a otros de nuestros errores evadimos responsabilidad de las consecuencias.  Sí que somos ruines… El fútbol es un catalizador de lo que somos como sociedad.

¿En dónde está el juego limpio y el respeto al balompié? ¿En dónde está la moral como persona y la responsabilidad política para con los millones de niños que lo ven como su ídolo? ¿Cuál es el mensaje? Que finjan faltas a ver si tienen suerte, tírense clavados para ver si les marcan penal a favor. Una conducta totalmente antideportiva.  Messi como tantos otros deportistas se ha beneficiado de su calidad de ídolo, pues entonces que tenga los arrestos y que demuestre que el deporte se respeta defendiendo el espíritu del juego limpio en todas circunstancias.

Vamos la roja de Rojo y era directa. El reglamento lo estipula: juego brusco grave es roja directa. No hay vuelta de hoja, y los fanáticos se le fueron encima al árbitro junto con los jugadores argentinos. ¿En dónde está la entereza de aceptar que cada acción tiene su consecuencia? Uno es  en el fútbol lo que en la vida. Claramente el arbitraje estuvo inclinado hacia la selección de Argentina, pero exigieron faltas tan claras de los jugadores argentinos que si el árbitro no las marcaba ahí sepultaba su carrera.

Si vemos una injusticia en el fútbol que nos beneficia y la solapamos, no pretendamos crear políticas de inclusión social. ¿Con qué moral? No pretendamos denunciar lo que en otra área de nuestra vida nos sucede como pueblo. Uno es el fútbol lo que en la vida misma.  Un árbitro puede equivocarse, pero los juegos se ganan anotando goles no tirándose clavados ni culpando a otros de la mediocridad, de la impotencia, del irrespeto al juego limpio; de nosotros como televidentes y de ellos como jugadores. Todo va de la  mano.

No se puede culpar a la pasión del momento del juego e insultar y llamar a la violencia. Descalificar al contrincante y al  árbitro que con todo y todo es un ser humano y merece respeto.  Se equivoca él como nos equivocamos nosotros todos los días. No cualquiera tiene los arrestos de pararse en el centro de un campo. Solo por eso debe ser respetado.  Por culpar a la pasión suceden los feminicidios y la violencia de género que ninguna autoridad quiere ver como lo que es. Por culpar a la pasión se mata la gente en los juegos de final de temporada. No seamos mediocres, la pasión no tiene la culpa de nuestra incapacidad para aceptar un resultado.

Aceptemos y eduquémonos que  ganar un juego se necesitan goles, así de simple.  Que el otro equipo merece respeto. Que no se puede minimizar con arrogancia porque en el fútbol no hay equipo pequeño.  Y que si nos toca perder, por el amor y el respeto que le profesamos al fútbol que es la pasión de pasiones, hay que aplaudir al equipo ganador. Eso es entereza, lo demás son babosadas.

Cabe decir también que como denuncia personal ayer que yo comentaba las decisiones arbitrales, muchos argentinos  que en otros tiempos me idealizaron por escribir acerca de las políticas de inclusión del gobierno de Cristina;  me acusaron de traidora y de derechista, me insultaron, me llamaron vendida por criticar las jugadas y el juego sucio. No me sorprendería que estos mismos votaran por Macri como “castigo” cuando Cristina escogió a Scioli por Randazzo (con toda la razón del mundo). Uno es el fútbol lo que en la vida misma.

Y pues bueno,  en la vida una puede cambiar de novio, esposo, amante, de país y hasta de pasatiempo. Pero no puede cambiar de pasión y de selección. La selección de mis amores es Brasil y con ella  gane o pierda. Pero Chile es una selección que ha crecido, que se ha esforzado y que cada jugador ha dejado en la cancha hasta la última gota de sudor, eso hay que saberlo reconocer y merece nuestro respeto y nuestra ovación.  Argentina siempre ha sido grande, un potencia en el fútbol, con jugadores en los mejores equipos del mundo, eso revalida mucho más el triunfo de Chile.  No seamos egoístas. Necesitamos humildad.

Felicidades al campeón,  no hay nada más hermoso que disfrutar de la pasión de pasiones cuando los equipos que fueron minimizados por la crítica,  salen a la cancha y tocan el cielo con las manos y nos hacen llorar de emoción a quienes comemos, respiramos y soñamos fútbol.

Cambiemos de actitud por el bien del deporte más hermoso del mundo y por el de la infancia.

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/06/27/de-la-copa-america-y-el-fanatismo-extremo/

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado contacto@cronicasdeunaunainquilina.com

Junio 27 de 2016, Estados Unidos.

Ilka Oliva Corado. 

Blog: Crónicas de una Inquilina

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Columna Radial: Crónicas de una inquilina.

Poemario: Luz de Faro.

Libro: Historia de una indocumentada, travesía en el desierto de Sonora-Arizona.

Libro: Post Frontera. 

Poemario: En la melodía de un fonema 

Imagen tomada de: http://i.huffpost.com/gen/2672096/images/o-SOCCER-BALL-facebook.jpg

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Belleza desarreglada

Por Alba Carosio

La exigencia de una belleza adaptada a las normas sociales imperantes ha sido a lo largo de la historia una cárcel para las mujeres. Recordemos a nuestras abuelas presas en corsés, nuestras hermanas chinas sometidas al culto de los pies pequeños, los aros de metal para alargar el cuello en África y Asia, etc. Exigencias de belleza siempre muchas para las mujeres, porque en las sociedades patriarcales de su belleza se hace depender su valía.

En la sociedad de clases, las mujeres exentas del trabajo se convierten en el centro de la del ideal femenino. Las mujeres ociosas pueden ser consideradas mujeres hermosas, porque gracias al tiempo libre y a los recursos económicos de los que disponían, pudieron dedicarse a maquillarse, depilarse, a peinarse con sofisticadas técnicas, a usar adornos y joyas. En el siglo XX, la belleza como máxima femineidad invade la vida cotidiana y se propone como máxima aspiración para todas las mujeres. Se llega al paroxismo de los concursos de belleza, que van imponiendo una estética rígida como proyecto de vida.

La belleza femenina se ha convertido en una industria que mueve millones, siempre convenciéndonos de que tenemos defectos que “arreglar”, siempre hay vello que eliminar, rollitos que disolver, celulitis que machacar, alguna parte del cuerpo que achicar o agrandar, etc. Constantemente la publicidad nos convence de buscar la imperfección para corregirla, para ajustarse a un único tipo de belleza.

Muchas se vuelven investigadoras incansables de su propio cuerpo, para modificarlo constantemente, atentas a cualquier signo de flacidez, de adiposidad, a cualquier arruga, no se permiten envejecer. Siempre a la caza del último tratamiento, de la última novedad estética.

El problema de la industria de la belleza no es el costo, la energía y el tiempo que se invierte, sino el costo psicológico que produce, el consumo de artificios estéticos nunca se satisface a sí mismo.

En definitiva se trata de una permanente insatisfacción consigo misma, alimentada de la obsesión creada por la cultura mediática, que plantea que las mujeres de hermosura fabricada son también felices y exitosas.

Mientras tanto mujeres reales, las “desarregladas”, trabajan y crean todos los días una vida para ellas, para sus familias, para sus comunidades, para su país. ¡Son bellas porque luchan, son bellas porque construyen, son bellas porque derriban mitos!, decimos las feministas.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/belleza-desarreglada-opinion/

Imagen tomada de: http://elartedelasprofes.blogspot.es/cache/media/files/00/145/733/2014/02/mujeres.jpg

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El Quinto Patio

Once años no es nada

Por Carolina Vazquez Araya

No estamos entendiendo. Los embarazos en niñas son producto de violación.

Sin duda mi columna ya les parece disco rayado, pero si no menciono en este espacio a Mariela Vásquez Díaz, su existencia pasará inadvertida porque una niña embarazada no es noticia hasta cuando muere. Mariela era una adolescente de 15 años. “No lloren por mí, tomé la decisión porque estaba embarazada” reza la escueta nota con la cual explica su decisión de suicidarse. El mismo procedimiento de colgarse de una soga fue utilizado por Diana Marisol Carrillo López, de 18 años y con siete meses de gestación, quien decidió poner fin a su vida en mayo del año pasado.

Así como Mariela y Diana, miles de menores son abusadas sexualmente por hombres de su entorno cercano, algunas desde sus primeros años de vida. Lo excepcional en estos casos es haber tomado la decisión de acabar con su vida. A muchas otras víctimas de violación la vida se les acaba más lentamente y de distinto modo: convirtiéndose en adultas sin haber disfrutado su niñez, cargando con un hijo cuando ni siquiera tienen conciencia de su propia infancia, enfrentando un futuro cortado de tajo por un adulto abusador cuyos crímenes quedarán impunes al ser tolerados por una sociedad patriarcal que mira hacia otro lado.

¿Recuerdan a la niña de 11 años rescatada por la Procuraduría General de la Nación hace pocos días, presuntamente embarazada por su padrastro? ¿Y otra de 13 años, originaria de Quiché, ingresada al hospital Roosevelt con 28 semanas de gestación? Son solo ejemplos de un problema de enormes dimensiones poco advertido por la ciudadanía. De acuerdo con el Observatorio de Salud Reproductiva, Osar, Guatemala registró aproximadamente 58 mil embarazos en niñas y adolescentes durante los primeros siete meses de 2015 y 71 mil en 2014. Por si fuera poco, de las 680 denuncias registradas en 2014 por abuso sexual contra menores, apenas se resolvieron 40 con condenas. Esos números tan marcadamente desiguales constituyen ya de por sí la evidencia de impunidad en uno de los delitos más recurrentes y perturbadores de esta sociedad. Se supone que el sub registro en este tema alcanza dimensiones dantescas, dadas las cifras de embarazos que los superan largamente.

Pero algo sucede que el Estado se abstiene de tomar acciones correctivas para reducir o eliminar esta pandemia de abusos contra la niñez guatemalteca. Si es presión de las instituciones eclesiásticas o simple desidia de las autoridades, no está tan claro, más parece una poderosa combinación de ambas con un componente adicional: el desprecio por esta importante mitad de la población conformada por niñas, adolescentes y mujeres adultas.

Al no tener voz ni voto en las decisiones concernientes a su vida, su salud, su acceso a la educación, se encuentran en una tremenda desigualdad de condiciones en un sistema que las ha marginado históricamente y continúa haciéndolo por obra y gracia de una casta política corrupta y clientelista.

El sistema –con su paredón de influencias capaz de bloquear cualquier iniciativa paritaria- provoca un daño irreversible a estas generaciones de nuevas ciudadanas cuyo destino está sujeto a la desvalorización de su sexo, el desprecio por su esencia femenina, la discriminación profunda desde las bases de la cultura en la cual nacieron. Los intentos por desarrollar campañas de educación destinadas a erradicar la ignorancia sobre salud sexual y reproductiva se estrellan una y otra vez contra un machismo pasado de siglo. Es hora de entender que no es un asunto de moral sino de justicia y supervivencia. Y que de políticas correctas de un Estado laico depende la vida de miles de seres humanos.

elquintopatio@gmail.com

Artículo enviado por su autora a la redacción de OVE

Imagen tomada de: http://www.embarazo-precoz.com/wp-content/uploads/2014/07/embarazo-precoz1.jpg

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