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Unicef: «La crisis climática es una crisis de los derechos del niño»

Unicef 09-12-2019

«Desde los huracanes hasta las sequías, las inundaciones y los incendios forestales, las consecuencias de la crisis climática nos rodean, afectando a los niños y amenazando su salud, educación, protección y supervivencia», dijo asesor de Unicef.

«La crisis climática amenaza con hacer retroceder el progreso en materia de derechos del niño sin una inversión urgente y suficiente en soluciones que beneficien a los niños y niñas más vulnerables», planteó la Unicef cuando la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU COP25 entra en su segunda semana.

«Desde los huracanes hasta las sequías, las inundaciones y los incendios forestales, las consecuencias de la crisis climática nos rodean, afectando a los niños y amenazando su salud, educación, protección y supervivencia», dijo Gautam Narasimhan, asesor principal de Unicef sobre cambio climático, energía y medioambiente.

“Los niños son actores esenciales para responder a la crisis climática. Les debemos poner todos nuestros esfuerzos en soluciones que sabemos que pueden marcar la diferencia, como reducir la vulnerabilidad a los desastres, mejorar la gestión de los recursos hídricos y garantizar que el desarrollo económico no se produzca a expensas de la sostenibilidad del medioambiente «, puntualizó.

Algunas formas en que la crisis climática está afectando a los niños

  • Alrededor de 503 millones de niños y niñas viven ahora en áreas con un riesgo extremadamente alto de inundaciones debido a eventos climáticos extremos como ciclones, huracanes y tormentas, así como al aumento del nivel del mar. Las inversiones en la reducción del riesgo de desastres, como los sistemas de alerta temprana, pueden ayudar a preparar a las comunidades para proteger a los niños durante eventos climáticos extremos.
  • El número de menores desplazados por fenómenos meteorológicos extremos en el Caribe se ha multiplicado por seis en los últimos cinco años. De 2014 a 2018, 761 mil niños y niñas fueron desplazados internamente, frente a los 175 mil desplazados entre 2009 y 2013. Las estrategias que limitan el desplazamiento forzado y acortan el tiempo de rehabilitación para que las familias puedan regresar a sus hogares son críticas.
  • Alrededor de 160 millones de niños y niñas viven en áreas que experimentan altos niveles de sequía, y para 2040, 1 de cada 4 vivirá en áreas de estrés hídrico extremo. Existen tecnologías para gestionar eficazmente el agua, pero una mayor inversión para escalar las técnicas puede ayudar a localizar, extraer y gestionar de forma sostenible el agua.
  • Los desastres relacionados con el clima aumentan el riesgo de que las niñas abandonen la escuela y se vean obligadas a contraer matrimonio, trata de menores, explotación sexual y abuso. Educar a las niñas aumenta su conciencia de la crisis climática y desarrolla su capacidad de recuperación y capacidad para hacer frente a estos impactos.
  • Casi el 90% de la carga de enfermedad atribuible al cambio climático es asumida por menores de cinco años. Los cambios de temperatura, precipitación y humedad tienen un efecto directo sobre la reproducción y supervivencia de los mosquitos que transmiten enfermedades mortales. Sin embargo, la mejora de las capacidades de predicción, complementada con el apoyo a los trabajadores y sistemas de salud en el terreno, nos permite mapear la prevalencia de la enfermedad con mayor precisión y predecir, e interrumpir, los mecanismos y vías de transición.
  • Aproximadamente 300 millones de niños y niñas respiran aire tóxico; 17 millones tienen menos de 1 año. Estos menores viven en áreas donde los niveles de PM2.5 exceden seis veces los límites internacionales establecidos por la Organización Mundial de la Salud, lo que tiene un efecto perjudicial inmediato y a largo plazo sobre su salud y la función y desarrollo del cerebro. Las fuentes de energía más limpias y renovables, el acceso asequible al transporte público, más espacios verdes en las zonas urbanas y una mejor gestión de residuos que evite la quema abierta de productos químicos nocivos pueden ayudar a mejorar la salud de millones.
  • El aire tóxico, causado en gran parte por las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero, tiene graves consecuencias para los niños pequeños, contribuyendo a la muerte de alrededor de 600 mil menores de cinco años cada año debido a la neumonía y otros problemas respiratorios. A pesar de conocer sus peligros, muchos lugares con altos niveles de contaminación no tienen sistemas de monitoreo a nivel del suelo para medir el problema regularmente. Solo el 6% de los niños en África, por ejemplo, viven dentro de los 50 km de una estación de monitoreo a nivel del suelo.
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“Le pude encontrar un sentido social al femicidio de mi mamá”

Entrevista/Presseza

Entrevista a Mara Avila, directora del documental “Femicidio. Un caso, múltiples luchas”, en el que cuenta el asesinato de su madre, María Elena Gómez. “No es sólo el caso mío o el de mi mamá. Es una situación que involucra a muchas mujeres y a muchas disidencias”, describió.

Por Enrique de la Calle

APU: Es la directora del documental “Femicidio. Un caso, múltiples luchas”, que entre otras cosas se refiere al asesinato de tu mamá, María Elena Gómez. Cuéntenos un poco de ese caso. 

Mara Avila: Lo que motivó el documental tiene que ver con ese hecho. Mi mamá fue asesinada por su pareja (Ernesto Jorge Narcisi) el 19 de julio de 2005, en Puerto Madero. En 2007 fue el juicio, donde fui testigo y querellante. Le dieron 9 años y después le bajaron la condena a 8. Fue catalogado como “homicidio simple” y la prensa habló de “crimen pasional”. Eran otros tiempos.  El documental parte de ese hecho para hacer un recorrido en primera persona, de lo que fue mi vida luego de esa tragedia. Soy un personaje en el relato y en la vida real. Quería hacer visible ese recorrido para poder contar qué pasa con las llamadas víctimas colaterales de un femicidio.

APU: ¿El proyecto de documental nació mientras estudiabas Ciencias de la Comunicación en la UBA?

MA: Fue mi tesina de grado. Empecé a trabajar en el proyecto en 2014. Luego, conseguí un subsidio del INCAA y terminé de darle forma.

APU: Imagino que fue todo un proceso encarar el documental, volver sobre esa tragedia personal que le tocó enfrentar. 

MA: El documental habla de muchas cosas, pero entre otras cosas habla del duelo, de lo que supone hacer un duelo. Yo le encontré un sentido social a la tragedia, un sentido colectivo y político. Eso me ayudó a enfrentar ese duelo. Mientras hacía el documental me fui curando. Ese proceso se va cerrando ahora, con el estreno del documental (será el jueves 7 de marzo, en el cine Gaumont).

APU: El documental incluye escenas que tienen que ver con el movimiento de mujeres y las diferentes marchas contra la violencia de género. ¿Se trata de pensar la tragedia personal en un contexto social más amplio?

MA: Filmamos una escena el 8 de marzo de 2017, frente al Congreso nacional. Hicimos un presente por mi mamá, levantamos una pancarta que decía “Vivas nos queremos”. Después marchamos desde el Congreso a Plaza de Mayo. No vamos a spoilear, como dicen ahora, pero hay otras escenas relacionadas. También está incluida la idea de la lucha como felicidad, como proceso de sanación, personal y colectivo. Ese cruce está presente en el documental, que justamente se llama “Femicidio. Un caso, múltiples luchas”, que es un nombre que no me termina de gustar (risas), pero tiene sentido en ese cruce entre lo personal y lo colectivo. No es sólo el caso mío o de mi mamá. Es una situación que involucra a muchas mujeres y a muchas disidencias. Parte de esa lucha que viví yo, también tiene que ver con comprender que el caso de mi madre, por ejemplo, no era un “crimen pasional” sino que se trataba de un femicidio, con todo lo que eso implica.

APU: ¿Qué fue lo que más destaca del proceso que vivió al filmar el documental?

MA: Es un documental en primera persona, con bastante exposición de mi persona. Es una narradora que cuenta la historia y que está presente, tal vez demasiado. Puse el cuerpo y me expuse. Espero que eso pueda servir a otras personas que están viviendo una situación similar. Tiene unas escenas de danza, también, para dar cuenta de que todo este dolor pasa por el cuerpo. Y tenemos que hacernos cargo. Me gustaría que el documental genere una reflexión sobre diferentes temas: la justicia machista, el rol de los medios, qué pasa con el proceso de duelo, qué pasa con las familias cuando un tema se vuelve tabú. Entender también que son tragedias personales y a la vez colectivas. El documental tiene muchos aspectos que pueden generar reflexión. A mi, el documental me sirvió para sanar.

APU: El documental se estrena comercialmente en el Gaumont el próximo jueves (estará del 7 al 13 de marzo, a las 19:45hs). Supongo que tiene ganas de que la película también circule de otro modo, más militante tal vez, para alentar otro tipo de discusiones y reflexiones. ¿Es así?

MA: Quiero que circule de las dos maneras. Me interesa que esté en el circuito comercial, porque costó mucho esfuerzo hacerlo, y no hablo sólo de lo económico. Además, ese circuito te permite que llegue a otro público, porque entre la militancia tenemos en claro cuál es nuestra lucha. Me gustaría interpelar a otros públicos. Por eso también quiero mandar la película a festivales. Quiero que la película circule mucho para que pueda generar diferentes debates.

APU: Pasó un tiempo desde el femicidio de su madre. ¿Cambió algo en este tiempo en relación a la violencia contra las mujeres?

MA: Falta mucho por hacer, aún hoy el Estado invierte 11 pesos por mujer. Es nada. No están funcionando las políticas públicas. Hay que trabajar mucho en educación y prevención, hay que trabajar más con niños, niñas y adolescentes. Entre los aspectos positivos está la aprobación de la ley Brisa, que establece un resarcimiento económico para hijos y hijas de víctimas de violencia familiar o de género. Para el que no lo sepa, lo puede recibir a través de la ANSES. Se incorporó la figura penal de femicidio en 2012, pero todavía falta para que la justicia tenga una mirada menos machista. El movimiento de mujeres logró visibilizar muchas situaciones, es un avance increíble, pero a nivel Estado y Justicia falta mucho.

Fuente de la Entrevista: https://www.pressenza.com/es/2019/03/le-pude-encontrar-un-sentido-social-al-femicidio-de-mi-mama/
Fuente de la imagen: APU
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