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Entrevista: Los culpables de lo que pasa en educación no son los maestros, es el sistema

Entrevista a: Alain Touraine

El sociólogo francés Alain Touraine reflexiona sobre del papel de la educación, la escuela y los maestros en el modelo social que describe para nuestros tiempos.

Sus 91 años no le impiden seguir pensando y compartiendo con claridad y lucidez sus ideas acerca de la sociedad que viene. El sociólogo francés, uno de los máximos representantes del pensamiento europeo y premio Príncipe de Asturias 2010 junto a Zygmund Bauman, advierte que hemos pasado de una sociedad posindustrial a un modelo postsocial donde la sociedad, tal y como la conocemos, se descompone en favor de un sistema donde predomina el individualismo. Durante su visita a Barcelona con motivo de la conferencia Encuentros BCN reflexiona en exclusiva para AIKA acerca de la educación que viene:

Ayer pensaba que no podría dar una conferencia en español, estaba casi seguro de que me iban a salir puras palabras italianas, porque actualmente hablo italiano todos los días y español casi nunca. Estaba un poco asustado, la verdad, pero ha funcionado.

Le escuché y se le entendió perfectamente. Ha explicado que lo social ha desaparecido, y que hemos de pensar en términos individuales.

¿Cómo encaja la educación en el paradigma que usted plantea?

Es muy sencillo. La educación en nuestras sociedades era definida como socialización. ¡Eso era horrendo! Es horrendo utilizar la educación como una manera de incorporar los individuos a la sociedad, que es un sistema de poder. La cuestión es reemplazar la socialización, como meta de la educación, por la famosa subjetivación. El papel de la educación es aumentar el grado de autonomía, de iniciativa y de crítica de cada individuo, especialmente de cada joven. No solamente, pero la población más importante es esa.

“El papel de la educación no es socializar, sino aumentar el grado de autonomía, de iniciativa y de crítica de cada individuo”

Yo fui educado en un liceo público, pero también en mi familia, con los métodos antiguos. Es decir, el profesor, el maestro —una palabra clave: ¡el maestro!—, transmitía ideas universales: la ciencia, la patria, la familia, la cultura (con una C grande), los grandes valores, etc. a jóvenes que vivían en un espacio limitado. Hay que eliminar eso. Entonces, la idea era realmente muy buena: frente a un mundo campesino donde la gente estaba dominada por una burguesía local rentista, se podían acercar temas universales a través de la escuela pública (y contra la Iglesia católica prácticamente, en el caso francés). Yo he vivido eso durante muchos años, largos años de guerra, y no era el momento para discutir órdenes, pero recibir esa educación para mí fue realmente un sufrimiento. Yo fui muy infeliz en la escuela.

¿La escuela de hoy en día está preparada para este cambio?

No. Yo creo que está muy atrasada, pero ha cambiado un poco. Lo que he descubierto, en el caso francés, es que un porcentaje relativamente alto de los maestros han cambiado. No son un 10% los que hacen otras cosas sino que hay un 30 o 40% que están tratando de cambiar la capacidad de expresión y de iniciativa de los jóvenes.

También he descubierto, con más distancia, que no son los maestros realmente los culpables de lo que pasa, es el sistema. El sistema es el ministerio centralizado y los sindicatos que viven del sistema. Aumentar el grado de autonomía e iniciativa para mí es fundamental. Primero, de los maestros, y segundo, y en consecuencia, de los alumnos. La burocratización de la escuela, de la educación, es responsable de este tipo de reproducción social. Cuando se discute sobre educación y hacen huelga en Francia, los sindicatos dicen que con 25 alumnos no se puede hacer nada, pero con 22 es muy fácil. ¡Es estúpido! No quieren cambiar nada. Cambiar cosas es difícil, pero cambiar ideas cuesta más.

“Cambiar cosas es difícil, pero cambiar ideas cuesta más”

El cambio no consiste en transformar la abstracción en actividades prácticas y de trabajar en una máquina. No se trata de eso, sino de dar más importancia, incluso en las notas de los alumnos (aunque hay que eliminar las notas lo máximo posible) a los medios técnicos y tecnológicos. Usando las palabras del mejor especialista en educación en Francia: hay que realizar un trabajo más cercano, más vinculado con la experiencia. Experiencia significa tecnología, pero también emociones y comunicación. No se puede aislar el conocimiento matemático, o a Platón, o la teoría de la relatividad, sino que es necesario vincular la experiencia, la interpretación y el análisis, no romper a favor de la abstracción, que es la reacción a lo concreto. No se debe eliminar lo concreto. Hay que pensar, por ejemplo, en colores, en formas, en movimiento…

 ¿Cómo encajan las nuevas tecnologías en ese marco?

Yo creo que las tecnologías como tales no son tan importantes. Lo importante es si la tecnología favorece la reintroducción de la experiencia, incluso en el aspecto de la comunicación y el aspecto afectivo. No hay que aislar el mundo escolar, no aislar al maestro del padre, de la madre, del amigo, de la amiga o del estudiante.

¿Las nuevas tecnologías ayudan a socializar o a desocializar, en el mundo educativo?

Depende de las tecnologías. La mayor parte de las tecnologías son colectivas, son máquinas. Yo diría que lo importante en las tecnologías es la información, porque no hay conocimiento sin información. Pero la información no tiene que estar aislada de la comunicación, que es fundamental, ni de las emociones, de lo afectivo. Es una idea clásica muy elemental pero fundamental.

“Hay que realizar un trabajo más cercano, más vinculado con la experiencia”

Del mismo modo, no se debe aislar lo mejor de lo inferior, que no hable solo la elite científica. No es fácil, porque necesitamos una elite científica, y no cualquier persona puede estudiar, por ejemplo, matemáticas a un nivel alto. Pero lo importante es que esta gente tenga la capacidad de ascender en su imaginación y no oponerse, no decir: “si tu eres bueno en matemáticas, no pierdas tu tiempo con pintura, juegos, amistades, conflictos o peleas”. Hay que subir hacia la abstracción y la creación científica o intelectual, pero en relación con toda la vida, como conjunto de experiencias afectivas y de comunicación. El éxito de una nación o un individuo está en la capacidad de pensar de forma abstracta y científica, pero eso no puede eliminar lo concreto, porque eso es una motivación de clase social.

Hablando de clase social, había dicho usted que la escuela era importante para disminuir las desigualdades…

No en el momento actual. La escuela, y hablamos de la escuela pública, aumenta las desigualdades. No las mantiene o las reproduce, sino que las aumenta. Hay que respetar la experiencia del alumno o de la alumna. Eso es importante. Por ejemplo, en Francia, no sé en España, está prohibido hacer estadísticas según el origen étnico de los estudiantes. Se hace por buenas razones, es muy respetable, pero el resultado es que cuando se habla en sociología de sectores especiales de la escuelas, de gente en situación difícil, son todos árabes. Ahí el efecto es absolutamente negativo por no utilizar las palabras, los datos, lo que todo el mundo sabe. ¡En el barrio todo el mundo sabe que en esa escuela son todos árabes!

“La escuela pública no mantiene o reconduce las desigualdades, sino que las aumenta”

Lo interesante es que la discriminación étnica es muy fuerte con los hombres y casi nula con las mujeres. Las mujeres, si buscan un empleo, dicen “yo me llamo Leila no se qué” y pueden conseguir el empleo. Si dices “Mohamed”, nunca lo vas a tener. La discriminación y la segregación afectan a los hombres, porque los hombres son considerados superiores.

¿La falta de escolarización no suele afectar más a las mujeres?

No. Incluso para los inmigrados, el nivel de escolarización es más alto para las mujeres que para los hombres. Hay que hablar de forma precisa. Las alumnas, las mujeres, obtienen un nivel de escolaridad más alto, pero tienen un nivel de expectativas más bajo. Hay un viejo estudio muy conocido de estudiantes de química. Las niñas estudiantes de química han resultado mejores y estudian más que los hombres, pero ¿cuánto ganarán dentro de cinco años como ingenieras químicas? Las expectativas de las mujeres son más bajas, a pesar de que hay más escolarización o mejores resultados escolares. La contradicción es impresionante, es una demostración de la sociología. Es evidente que no es un problema de competencia, de calidad o de inteligencia, es un puro mecanismo de interiorización, de discriminación. Las expectativas han resultado.

¿Qué papel le queda al profesor?

Más y más, se ve una relación inversa. En general, el alumno utiliza la tecnología para dar solución a los problemas, y el papel básico del maestro es ayudar al alumno o la alumna a incorporar un conocimiento o una técnica dentro de la experiencia multidimensional, afectiva y comunicativa del joven.

Touraine, durante su conferencia en la Universidad de Barcelona. Foto: Anna Montero.

A lo largo de su larga carrera profesional ha escrito usted muchísimos libros. En la era de la tecnología, permítame la curiosidad, ¿escribe usted a mano?

(ríe) Es cierto que en mi caso hay dos cosas. Primero, es un aspecto físico o emotivo, tengo una relación del tipo amorosa-erótica con la escritura. Es hermoso, es un poco como hacer nacer, es una visión femenina, de crear. Segundo, empecé en la profesión muy joven, como profesor. Cuando escribí mi primer libro tenía 28 años.

Yo hablaba mucho con un amigo, y él me decía que en matemáticas el 10 % produce el 90 % del conocimiento. Le dije que lo mismo pasa con las ciencias sociales, solo que aquí no es el 10 sino el 5 % quién produce el 95 % del conocimiento. Yo creo que esa lógica es un mundo que atrae a los mediocres. Es un trabajo mal pagado, realmente muy mal pagado y con un estatus social muy limitado, pero te da mucha libertad. Ninguna persona me ha dado en toda la vida una orden.

¡Qué afortunado!

Es una suerte, he hecho absolutamente lo que quería hacer.

¿En este mundo en el que se valora tanto la ciencia y la tecnología, cree que se le da poco valor a las ideas de pensadores, de filósofos o sociólogos como usted?

Yo creo que en el momento actual hay un cambio de mundo, y tratar con ideas es difícil. Yo tenía un amigo físico que recibió un premio Nobel y decía: “Yo era incapaz y fui a un colegio experimental”. Y no le fue tan mal, ¡ganó un premio Nobel!. Es un poco lo mismo. La sociología no es un mundo exacto, es un trabajo de imbéciles muchas veces, aunque no siempre.

Hay muchos sociólogos hoy aquí…

¡Pues seguramente muchos de ellos son tontos!

Fuente: http://webdelmaestrocmf.com/portal/alain-touraine-los-culpables-lo-pasa-educacion-no-los-maestros-sistema/

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Xavier Aldekoa: «El día que la mujer y la educación vayan de la mano, África será más libre»

23 Abril 2017/Fuente: huffingtonpost/Autor: Carlota E. Ramírez

El autor critica la «superioridad moral» en la que se mueven los occidentales: «Perdemos oportunidades de aprender».

«El Nilo no es un río. El Nilo es la esencia de África». El periodista Xavier Aldekoa lo tiene claro: «El Nilo es diversidad. Es una parte de lo que somos nosotros». Quien parece que no lo tiene claro es el resto de Occidente. «Estamos perdiendo oportunidades de aprender y no creo que sea por pereza, sino por algo mucho peor que es la aparente superioridad moral en la que nos movemos, en la que supuestamente nosotros somos mejores y no tenemos nada que aprender de esta gente que vive en el Nilo o en África», denuncia el corresponsal de La Vanguardia.

Aldekoa transmite esta idea en su nuevo libro, Hijos del Nilo (Ed. Península), con el que invita al lector a recorrer las aguas del río más largo del mundo y conocer así a su gente, sus tradiciones, su cultura y también sus desgracias. Recorre países en guerra como Sudán del Sur, los valles de Etiopía y la paz del norte de Uganda. Han sido muchos los que han seguido este camino a lo largo de la historia: «Todo aquél que tenía una inquietud de saber cómo eran los demás y cómo era el diferente se iba al Nilo: Herodoto, Aristóteles, Platón, Alejandro Magno…», cuenta.

Hay guerras, revoluciones y dictaduras, pero también esperanza»

Y eso es lo que hizo él: conocer las distintas culturas y gentes del Nilo y darles voz a través de una serie de protagonistas como Grace, una niña que recorre un peligroso camino durmiendo en autobuses y alimentándose de galletas para llegar a Kenia y poder estudiar. «Qué tía. La madre que la parió», escribe con cariño Aldekoa, cuyo viaje empieza con la mala noticia de que Grace no podrá reencontrarse con su madre en un campo de refugiados en Sudán del Sur por la guerra. Recorrer el Nilo era «una manera de abrir una ventana a una parte del continente africano. Allí hay problemas enormes como guerras, revoluciones y dictaduras. Pero también esperanza como la cultura, las tradiciones o la paz en Uganda», explica el periodista.

Él llegó a África con poco más de veinte años y es consciente de que la ayuda internacional es necesaria en algunos lugares del continente. A finales de marzo, un informe de Oxfam Intermón denunciaba que el presupuesto español de ayuda al desarrollo se ha recortado hasta un 73% desde 2008. «Esto responde lamentablemente a los tiempos actuales en los que cada vez estamos más encerrados en nosotros mismos», dice Aldekoa, «ahora casi todo lo rige el miedo: a la incertidumbre, al futuro… Y eso es lo que hace que te encierres y estés menos dispuesto a ayudar».

Por eso reclama «una mejor gestión» de la misma — «hay bastante derroche»—. «Ahora mismo hay hambrunas en el norte de Nigeria o en Sudán del Sur, un país que está desmoronándose». Sin embargo, opina que el problema reside en escoger dónde se dirige la ayuda y que «deje de tener que ver con los intereses nacionales». «Sudán del Sur no recibe mucha ayuda de España, pero sí otros países como Senegal, donde hay una inmigración que nos afecta; o Mozambique, donde hay caladeros de pescado que han sido muy importantes para Pescanova», critica.

La gente tiene que hervir hierba del suelo para comer

Además de Nigeria o Sudán del Sur, las oenegés hablan de hambruna también en Somalia o Yemen. De hecho, la ONU ha advertido de que el mundo está afrontando la peor crisis humanitaria desde su creación tras la II Guerra Mundial. Aldekoa coincide en que «probablemente es una de las peores», pero le «cuesta» saber cómo se cuantifica esto: «Sólo hace falta bajar al terreno en Sudán del Sur para darte cuenta de cuánta gente muere de hambre. Hay sitios donde no se llega, literalmente. La gente tiene que hervir hierba del suelo para comer».

Por eso cree que «ahora mismo el mundo necesita este tipo de etiquetas (genocidio, pero crisis humanitaria…)». Pero lo critica: «Como si no fuese suficiente que esté muriendo gente. Quizá sea producto de nuestra insensibilización, que necesitamos decir que hay un genocidio porque si sólo hay masacres y matan a niños y mujeres se piensa que tampoco es tan importante. Y eso es horrible».

Él define la situación de aquellos que viven las hambrunas con una palabra: «Desesperación». En un momento del libro cuenta cómo una madre decide alimentar sólo a uno de sus gemelos porque el otro está enfermo y tiene menos probabilidades de sobrevivir. «Esa decisión es la más terrible que una madre debe tomar. El hambre es un crimen, en Sudán del Sur nadie tendría que morir de hambre. Nadie. Es un país atravesado por el Nilo y tiene tierras fértiles a matar». Explica que lo peor de todo es que «es un hambre creada por el hombre, ya que la gente no puede cultivar porque se ha tenido que marchar de las tierras. Se vive con una sensación de injusticia espectacular».

Y en esa desesperación es donde entran las mujeres, «el pilar de las sociedades». Aldekoa da visibilidad a todas esas mujeres que, «menos portavoz y soldado, son todo lo demás». «Además de ser la pieza más fiable, el día que la mujer y la educación vayan de la mano, África será más libre», asevera. «El motor del amor es muy importante en el mundo, aunque suene cursi», dice, «hay auténticas proezas hechas por amor». Afirma que, por ejemplo, la emigración no se entiende sin este amor. «Es gente que intenta mejorar su vida y la de los demás, quieren ayudar a los suyos… Y, aunque ese amor no es exclusivo de las mujeres, sí es más común en ellas».

Una condena a los que se van a mejorar sus vidas porque no tienen futuro

Es ese amor el que ha llevado a miles de africanos a emigrar buscando el sueño europeo. Muchos de ellos saltando la valla de Melilla para llegar a España. Pero la atención mediática es menor que la que ha recibido la última ola de inmigración procedente de Siria. Entonces, ¿hay refugiados de primera y de segunda? Aldekoa piensa que sí: «Es como una condena a los que van a mejorar sus vidas porque no tienen futuro. Parece que sólo si huyes de una bomba mereces vivir mejor. Pues no. Hay gente que huye de la ausencia de futuro o de una dictadura que quizá no dispara, pero sí que les machaca y quita libertades». Cree que «cuando vimos a los sirios, que visten igual que nosotros, llevan una mochila de Mickey Mouse y móviles que podríamos reconocer, creímos que eran más como nosotros. En cambio los africanos siempre son de otro color y se pone cierta distancia».

¿Necesitáis saber que están muriendo 130 niños porque 121 no son suficientes?

Por eso, el periodista pone mucho empeño en mostrar la cara humana que hay detrás de las cifras. «Sé que cifras como tienen utilidad para tomar decisiones, pero yo no estoy ahí, sino en el terreno». Y en el terreno «los números no tienen sentido». La gente de allí se lo dice: «¿Qué pasa en Occidente? ¿Necesitáis saber que están muriendo 130 niños porque 121 no son suficientes?». Para él, «si los números o cifras ocultan los nombres y apellidos de las personas, es perjudicial».

A pesar de las zonas en conflicto, las hambrunas o el terrorismo de Boko Haram —»más sangriento que el del DAESH y con una impunidad espectacular»—, Aldekoa rescata el encanto del Nilo y de los pueblos de alrededor. «Es fascinante: paisajes geniales y gente que me ha ayudado muchísimo y me reafirma que hay muchas personas buenas en situaciones en las que todo justifica que te manden a tomar por saco». Recuerda a aquellos «que se arriesgaban a explicarme cosas en una dictadura en la que si les pillan les sacan de en medio, a las mujeres que huyen y se llevan a las hijas de los vecinos para cuidarlas… Esa bondad de África me emociona».

Fuente de la noticia: http://www.huffingtonpost.es/2017/04/11/xavier-aldekoa-el-dia-que-la-mujer-y-la-educacion-vayan-de-la_a_22027157/

Fuente de la imagen: http://o.aolcdn.com/dims-shared/dims3/GLOB/crop/2888×1447+0+48/resize/630×315!/format/jpg/quality/85/http%3A%2F%2Fo.aolcdn.com%2Fhss%2Fstorage%2F

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Freddy Vega y su plataforma para renovar la educación

23 Abril 2017/Fuente y Autor:elespectador 

Vega es cofundador de Platzi, una plataforma de educación en línea. Su labor es muestra viva de que una universidad tradicional no es la única forma de obtener conocimiento y ser un profesional.

Al terminar un curso en Platzi, ¿el usuario recibe algún tipo de diploma, certificado o credencial?

Sí, todos los cursos incluyen un diploma de certificación digital que puede ser descargado en PDF o agregado a tu perfil en Linked In. Pero lo más importante es que todos los estudiantes completan un proyecto completo en cada curso, que pueden agregar a un portafolio personal. Algo más valioso para los empleadores que sólo el certificado.

Los contenidos que Platzi entrega, y en los que el usuario se forma, ¿son valorados por el mercado laboral?

Cada año encuestamos a todos nuestros estudiantes. El 80 % de nuestros graduados, después de aprobar una carrera de Platzi (un grupo de seis a 10 cursos sobre un tema específico), consiguen un mejor empleo o un mejor salario donde ya trabajan. El 10 % de ellos crean su propia empresa. Ambas cosas en un rango de un año después de terminar los cursos.

¿Se regulan o se debería regular de alguna forma los contenidos formativos o educativos que se difunden a través de internet? ¿Existe una comunidad de pares que evalúe la validez o veracidad de los contenidos que otros imparten?

La educación académica formal está regulada. Eso hace natural que el contenido esté atrasado. En tecnología no se puede mantener por un año la misma oferta de contenido, mucho menos por cinco, como regulan normalmente a las universidades. Simplemente cambia demasiado. Las personas que triunfan en esta industria adoptan al 100 % el ideal de una vida entera de aprendizaje sin parar. Eso de ir una sola vez a la universidad y usar ese mismo conocimiento de por vida ya no existe.

¿Cómo será la educación del futuro? ¿Las universidades están mandadas a recoger o se imagina algún tipo de complementariedad con la educación virtual?

Las universidades como focos de investigación y desarrollo académico no deberían desaparecer. Son muy importantes para la sociedad. Pero la idea de que la única forma de ser “profesional” es ir a la universidad hace mucho tiempo dejó de existir en la industria del software, el marketing y el diseño. A medida que pasa el tiempo y el mundo digital se come otras carreras, esto pasará en otras profesiones.

¿Saber sobre tecnología será opcional o algo inherente en las próximas generaciones?

Nuestra humanidad funciona con software. El software funciona con código. En el colegio nos enseñan a balancear ecuaciones químicas y a entender física. ¿Por qué no nos enseñan a programar? Es un conocimiento fundamental y obligatorio para tener una oportunidad laboral equitativa en el presente.

¿Qué conocimientos en tecnología debe tener el ciudadano de a pie?

Todas las personas deberían saber lo mínimo sobre seguridad informática. Entender que un password largo es mejor que uno corto. Que poner muchos signos raros es inútil si es una clave de pocas letras. Entender qué es una transacción segura y cómo interactuar en línea con el Gobierno y empresas. Sería un gran agregado que todos supieran las bases de la programación. Es algo en lo que creemos, tanto que es nuestro único curso gratuito.

¿Cuáles es el perfil de un especialista en el mundo digital?

Saben programar, entienden cómo funciona internet. Saben que la nube no existe y realmente son servidores de otras empresas. Entienden las bases de redes. Pueden usar cualquier sistema operativo. Les encanta probar cosas nuevas. Les encanta aprender todos los días e invierten en su formación profesional.

También trabajan en “marketing” digital. ¿Cómo es el desempeño de los medios en ese aspecto?

Una preocupación personal es que el marketing digital se comerá toda la publicidad. Facebook y Google se llevarán la mayoría de presupuestos de publicidad, afectando las economías locales de publicidad en todos los países. Sin embargo, siempre habrá nichos para el marketing superlocal basado en medios tradicionales, pero los costos bajarán y nunca se verá de nuevo la bonanza de inicio de este siglo . Las disrupciones pasan en las empresas que adoptan la tecnología.

¿Hacer empresa en Colombia es fácil?

Es relativo. Es más fácil que hacerlo en México o Perú, pero más difícil que en Chile o Estados Unidos. Ha mejorado en los últimos años, sin duda. Platzi tiene empresas en Estados Unidos, México y Colombia por diversidad de mercados y nuestro enfoque global desde el principio. Lo que sí es verdad es que Colombia tiene las condiciones para crear empresas de clase mundial. Nacer en Colombia no es excusa para ser menos.

¿Qué opina de las comunidades que apoyan el software libre y el código abierto?

Gracias al código abierto y al software libre, nuestra industria existe. Internet funciona sobre código abierto. Linux es el sistema operativo más popular del planeta gracias a Android y los servidores. Platzi dona cada año a proyectos open source y organizaciones que los apoyan. Todas las empresas que tengan código abierto dentro deberían hacer lo mismo.

Fuente de la entrevista: http://www.elespectador.com/entretenimiento/un-chat-con/las-generaciones-hablan-distinto-y-esta-es-una-bien-compleja-articulo-690360

Fuente de la imagen: http://www.elespectador.com/sites/default/files/22cha%2Cph01_1492810654.jpg

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Entrevista a Robert Skidelsky: “Una buena idea sería ralentizar la automatización. ¿Qué prisa tenemos?”

23 Abril 2017/Fuente:economia.elpais. /Autor:MANUEL V. GÓMEZ

El profesor emérito de Política Económica en la Universidad de Warwick cree que «la tecnología «va una velocidad enorme y es más destructiva”

Robert Skidelsky cree que la profecía que John Maynard Keynes lanzó en Madrid en 1930 de que los nietos de su generación trabajarían 15 horas semanales puede cumplirse con la revolución tecnológica. Este economista y lord británico, nacido en Manchuria en 1939, autor archipremiado por la biografía del gran economista inglés, piensa que esta vez los cambios que trae la digitalización no van a generar más empleo: “Va a una velocidad enorme y es mucho más destructiva [que anteriores avances tecnológicos]. Además, está penetrando en muchas ocupaciones y tareas mentales. Antes, en la revolución industrial era solo un suplemento físico. El coche es una mejora sobre el caballo, pero es un sistema de transporte y es solo un servicio para la actividad humana. Ahora [con la inteligencia artificial] mucho empleo cognitivo y mental de la clase media puede ser automatizado. No hay barreras ni obstáculos”.

Desarrolla sus ideas en una conversación en el patio de la cafetería de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, donde este diario ha viajado invitado por el organismo internacional. Acaba de dar la conferencia inaugural del evento El Futuro del Trabajo organizado los pasados 6 y 7 de abril por la OIT, inmersa en un proceso largo y ambicioso de reflexión sobre hacia dónde se dirige el mundo laboral con la revolución tecnológica y la globalización que culminará en 2019, cuando este organismo tripartito (Gobiernos, sindicatos y empresarios) cumpla 100 años de existencia.

Está tan convencido de que esta vez la tecnología sí que va a destruir empleo que afirma que los luditas —los seguidores de Ned Lud que en el siglo XIX destruían máquinas porque temían perder su empleo— “no estaban completamente equivocados”. Entonces “hubo un gran aumento del desempleo”. Pero “en la segunda mitad del siglo XIX 30 ó 40 millones de europeos fueron a tierras deshabitadas del nuevo mundo. Los españoles fueron a Sudamérica y los ingleses y los alemanes a Norteamérica. Dónde van a ir ahora los desocupados”.

La velocidad a la que van los cambios ahora es una de los argumentos que repite. Y afirma: “La idea de ralentizar la automatización sería una buena idea. ¿Qué prisa tenemos?”.

Cree que ha llegado el momento de pensar qué hacer cuando baje el número de horas de trabajo: “La gente quiere trabajar, pero no cualquier número de horas. Tú puedes encontrar sentido a la vida sin trabajar 60 horas a la semana”, prosigue. “Necesitamos ser útiles, sentirnos útiles. El trabajo por un salario ha sido la forma tradicional en que la gente ha contribuido, pero hay otras formas”. Aunque admite, como ya había apuntado ante el auditorio, que en este argumento hay un problema: “La gente prefiere trabajar menos, pero siempre que no gane menos”. No obstante, rechaza que esto sea porque “las personas sean insaciables” sino por —y aquí toma una idea de otro gran economista del siglo XX, John K. Galbraith— el papel de la publicidad y su estimulo del consumo.

Y si la gente trabaja menos y cobra menos por ese trabajo, ¿cómo sustituir esos ingresos? “Una renta básica universal daría a la gente la posibilidad de elegir cuánto trabajar”. Mentar este argumento en la OIT, en su sede central, no es inocuo. Recibir un ingreso, “independientemente” de la renta o la edad, sin haber trabajado para recibir ese derecho, abriendo la posibilidad a pagar salarios más bajos o a desplazar determinados costes de la precariedad al erario público no suele gustar en una de las tres partes que componen la organización, los sindicatos, de la que procede su actual director general, el británico Guy Ryder. De hecho, este último se revolvió incómodo cuando en broma, jugando con su idea, el profesor emérito de Política Económica de la Universidad de Warwick propuso añadir al nombre de la organización la palabra “ocio”.

La financiación de esta puede salir “de una combinación de crecimiento y redistribución”. Porque Skidelsky ya no es partidario de un impuesto sobre los robots: “Es una idea atractiva, pero tiene la dificultad de decidir qué es un robot, que es humano y qué es un sistema mixto”.

Fuente de la entrevista: http://economia.elpais.com/economia/2017/04/16/actualidad/1492366906_906684.html

Fuente de la imagen:

 http://ep01.epimg.net/economia/imagenes/2017/04/16/actualidad/1492366906_906684_1492367218_noticia_normal_recorte1.jpg

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La diversidad es un activo, según la mejor jefa de Reino Unido

Por Marta Isern

“La diversidad es un activo, no una carga”, asegura Madi Sharma, elegida como Mejor Jefa de Reino Unido. Empresaria, fundadora del Madi Group y británica descendiente de inmigrantes, esta emprendedora tenía muchos factores en contra para fracasar. Nuestro corresponsal en Bruselas, Alexandre Mato, ha mantenido una charla con ella.

P: Estamos con Madi Sharma, empresaria, ciudadana británica, descendiente de inmigrantes, emprendedora con una historia de éxito… Ms Sharma, gracias por atender a los micrófonos de Capital Radio.

R: Gracias. Siempre me ha gustado que se me conozca como Madi, M, A, D, I, porque es mi marca, el acrónimo de Madi Apoya Diferentes Ideas, todo lo que yo hago busco que sea diferente. Hoy dirijo el Madi Group que actualmente son 11 empresas desde compañías del sector privado, donde obtenemos beneficios, o en empresas con finalidad social donde revertimos el beneficio en causas sociales, y también tenemos ONGs o un think-tank donde analizamos en conjunto estas políticas.

P: Vamos a intentar ir paso a paso, si me permite Madi. Lo primero, estas compañías que obtienen beneficio, ¿en qué sectores lo hacen?

R: Dentro del grupo tenemos la filosofía de que no haya reglas, no hay currículums, también tenemos la política de que no haya planes de negocio ni existe una cultura de la culpabilidad, no se deja tirado a nadie. Cualquier error individual es mio.

Pero también tenemos tres principios: no hacemos medicamentos, tampoco defensa, es decir, armas, y tampoco explotamos a la gente. Así que cualquier otra cosa, en cualquier sector, podemos estar. Esa es la parte privada del grupo, trabajar en cualquier área donde se pueda obtener un beneficio excepto en las que he dicho.

P: ¿Y obtienen beneficio, dinero cada año?

R: El beneficio está genial, es una palabra positiva. Si no tienes beneficio no eres sostenible. Así que tenemos que conseguirlo. Lo que hacemos es obtener una comisión de las operaciones empresariales que cerramos. Lo voy a explicar con la primera somosa que vendí, un producto de la cocina india, fue por un euro y las operaciones empresariales en las que trabajamos ahora son por 1.000 millones de euros en inversiones. Así que lo que deben entender es que se trata de añadir ceros.

Nosotros conseguimos unas comisiones y lo que hacemos es utilizarlas en otras compañías para impulsar el cambio que queremos ver.

P: Pero ustedes, ¿están en el negocio del catering o lo que haces es poner en contacto a productores locales con vendedores?

R: No. Lo que estamos es en el negocio de aunar ideas con gente que tiene problemas. Puede ser en cualquier sector. Trabajamos en las tecnologías disruptivas, las que van contra las dominantes, también con la industria alimenticia, en el sector del transporte, el médico. El problema es que muchas veces son inventores pero no emprendedores, no saben cómo vender sus ideas. Lo que hacemos es vender esas ideas o atraer inversión para ellas. Y por ejemplo ahí es donde obtenemos las comisiones.

P: ¿Podemos decir que usted es en cierto modo un business angel?

R: Lo que soy es más bien un broker. El business angel invierte, nosotros no lo solemos hacer, sólo a un pequeño nivel, con pequeñas compañías. Realmente somos el broker que junta las dos partes.

P: Este es hoy en día el Madi Group. Pero, ¿cómo empezó todo?

R: Mi background es… bueno, basicamente me gusta compartir mi historia no para generar simpatía sino para que la gente sepa que todo lo que les enseñan en las escuelas y universidades es necesariamente lo necesita un emprendedor.

Yo no tengo estudios, no tengo conocimientos ni competencias reconocidas. En otras palabras, mi currículum está vacío, pero lo que sí tiene es que soy madre soltera, asiática, mujer… ahora soy mayor pero antes no lo fui. Viví en la pobreza y soy una superviviente de la violencia doméstica. Así que lo tenía todo en contra cuando empecé. Y la cuestión es que emprendí porque no tenía ninguna otra opción, soy un emprendedora por necesidad, tenía que alimentar a mis hijos. Sólo tenía dinero para cuatro productos, que cociné y vendí. Y con el beneficio cociné ocho y los vendí. Y con el beneficio hice 16, y 32 y 64… así hasta que ocho años después estábamos produciendo 10.000 unidades a la semana, distribuyendo a supermercados y aerolíneas, teníamos dos factorías en áreas desfavorecidas y 35 empleados con contratos de larga duración. Recibí el premio a la mujer asiática y el de Mejor Jefe de Reino Unido.

Ese es el valor del emprendimiento y el hecho de que no tuviese nada cuando empecé significa que todo el mundo lo puedo hacer. Pero tambén quiero decir que luego fracasé, perdí todo.

P: ¿Usted quebró?

R: Sí, quebré, de hecho tenía menos dinero que cuando era pobre, lo que es algo raro de decir. Pero, fallar es una curva de aprendizaje. Así que cogí mis cosas y empecé de nuevo en el negocio de la importación/exportación, fui a las escuelas de negocio para explicarles como trabajaba y empecé la educación empresarial porque querían que enseñase como realmente no hacen los emprendedores. No hacemos business plan, ningún emprendedor de éxito en el mundo lo hace. Así que les enseñamos cómo emprender con un folio en blanco. Denme su idea y luego hagamos que funcione, haciendo que sea realidad. Eso es la educación de los negocios.

Después de eso me convertí en conferenciante, daba clases en empresas, trabajé en consultoría, creamos el mediador empresarial que trabajamos ahora, fui elegida para el Consejo Económico y Social de la UE. Y esto es importante porque significa que trabajo en la política, así que todo lo que trabajo en el mundo real, pese a no contar con formación, ahora puedo aplicarlo al mundo de la política real.

P: Ya que está usted hablando del mundo real y de la política, la impresión que tenemos en Europa es que hasta cierto punto los políticos, o algunos de ellos, están intentando o nos llevan al pasado, a los 70s u 80s, en vez de avanzar y ponernos en la evolución del nuevo siglo…

R: El problema es que ahora tenemos la economía colaborativa, o las tecnologías disruptivas, lo que significa que el mundo se está moviendo más rápido que los politicos y las elecciones. Los sistemas solían ser estables. Eso se ha acabado, la estabilidad que solíamos predecir. Como vimos en el referendum del Reino Unido, en sus políticos, incluso en las elecciones en Europa, ya no se pueden predecir porque realmente las mentes de las personas están cambiando muy rápido, porque sus trabajos también lo hacen, sus vidas… y nadie sabe como recuperar esa estabilidad. Ese es el problema y porque está rota el discurso entre los políticos y la sociedad civil.

P: Así que vivimos en un mundo de incertidumbres… ¿Y puede la inmigración ser un factor de estabilidad o desestabilización?

R: Espero que sea un factor de estabilidad, porque lo que vemos es que llegan estas diferencias, así que dejémoslas, valoremos el talento, las ideas y empecemos a trabajar juntos. Porque no podíamos seguir como hasta ahora, el mundo ha cambiado, y el problemas es que en el mundo actual tenemos enormes desigualdades que generan la inestabilidad del mundo, no sólo en términos humanos pero también en el medioambiente, lo vemos con el cambio climático…

Tenemos que tener las soluciones a los problemas y estas van a llegar de las personas y no los políticos. Y aquí es donde el capital humano, que está llegando a través de la inmigración, va a ser muy importante. Porque si miramos al mundo con una mentalidad abierta, se pueden solucionar los problemas. Si lo haces pensando de manera local, entonces, ¿cómo se pueden solucionar los problemas globales?

P: ¿Está su país, Reino Unido, mirando al mundo con los ojos cerrados?

R: Creo que el Reino Unido siguen viviendo como si estuviese en el Imperio, cuando gobernábamos el mundo y conseguíamos lo que queríamos. El Reino Unido va a sobrevivir y la razón es porque está llena de inmigrantes y, de hecho, tenemos uno de los sectores de emprendedores con una mentalidad más abierta y eso mantendrá a flote a Reino Unido.

Como emprendedores, siempre vamos a encontrar oportunidades, superaremos los desafíos y esa creo que es la fortaleza del Reino Unido. Mi opinión es que sigo pensando que estaríamos mejor dentro de la UE, haciendo que fuese mejor, pero Europa también está paralizada en su comunicación y eso es uno de sus desafíos.

P: Madi Sharma, gracias por sus palabras, su ejemplo como emprendedora y empresaria…

R: Gracias, muchas gracias. Simplemente no olviden que la diversidad es un activo no una carga.

Fuente: http://capitalradio.es/diversidad-activo-jefa-reino-unido/?doing_wp_cron=1492821030.4136400222778320312500

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“En un mundo cada vez más plural, no solo vale el título universitario” Entrevista a Alejandro Tiana

Europa/España/22 Abril 2017/Autora:Pilar Álvarez/Fuente: El país

El rector de la UNED, recién reelegido, alerta de que hay más alumnos jóvenes que aprenden a distancia porque no pueden pagarse estudiar fuera

“Soy trapero de mi tiempo”. El catedrático de Teoría e Historia de la Educación, Alejandro Tiana (Madrid, 1951), escuchó al filósofo Fernando Savater unas palabras que toma prestadas para explicar cómo ha combinado su amplia trayectoria institucional –llegó a secretario general de Educación con el PSOE en 2004- con su vida personal y familiar. “Mi mujer está muy acostumbrada, siempre me ha ayudado en todas las decisiones”, dice este padre y abuelo que tendrá que seguir usando “los retales del tiempo” durante los próximos cuatro años tras ser elegido por segunda “y última vez” rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Ganó a la catedrática Victoria Marrero el 6 de abril por un ajustado resultado. Su principal respaldo, que es también el que tiene más peso en el sistema de voto ponderado de las universidades, provino de los profesores. El campus con más alumnos de España (180.000) fue pionero en la enseñanza en línea, un modelo que Tiana quiere ahora modernizar.

Pregunta. ¿Ha terminado la crisis para la Universidad?

Respuesta. Por lo menos la financiación pública no sigue bajando, Vamos a mejor, pero no creo que volvamos a los tiempos de antes. La inversión no se ha recuperado ni creo que se recupere a corto plazo.

«Estamos preparando títulos que los alumnos podrán diseñar a su voluntad»

 P. Dice que en este mandato quiere modernizar la UNED.

R. Se creó hace 45 años, ha tenido que irse adaptando a los tiempos. Implantamos cosas antes de que fueran generales. Hace más de 15 años que creamos una plataforma de aprendizaje propia, pero el cambio tecnológico ha sido muy grande. La UNED ha tenido siempre una parte importante de formación permanente que está cambiando. Antes las empresas y los organismos públicos usaban poco la educación virtual y ahora cada vez más. Eso nos obliga a cambiar el modelo de formación permanente que pasa de ser algo que ofertamos a algo en lo que cada vez hay más colaboración de otras instituciones. El modo en que las universidades trabajábamos ha cambiado por la tecnología y también por la concepción. En un mundo cada vez más plural, no solo vale el título universitario. Empiezan a tener entrada otro tipo de actividades y reconocimientos formativos. Y una universidad como la nuestra, sin perder nunca su marchamo, tiene que abrirse a esas nuevas demandas.

P. ¿Qué sentido tiene una universidad a distancia en una época digital en la que todas pueden ser ya on line?

R. Dedicarnos solo a eso tiene al menos dos ventajas. Para nosotros es el objetivo principal mientras que para el resto puede ser un añadido. Nuestros profesores son como el resto a todos los efectos pero solo trabajan en ese ámbito y están muy acostumbrados a pensar en ese sistema. Y la segunda ventaja es una economía a escala impresionante. Para universidades pequeñas que trabajan en línea crecer es más complicado.

«Hay universidades privadas que se han beneficiado de un cierto dejar hacer para su constitución»

P. ¿Han notado una bajada en la demanda por esta competencia?

R. Mantenemos el número de créditos matriculados, lo que me confirma que el conjunto de personas que se plantea estudiar de esta manera está aumentando. Hay competencia de universidades privadas y públicas y sin embargo nos mantenemos. Lo que ya no tenemos es un monopolio.

P. En los últimos 10 años han abierto nuevas universidades privadas pero no públicas. ¿Cree que las Administraciones han sido permisivas?

R. Hay diversidad de situaciones. Algunas nuevas han hecho un esfuerzo mucho mayor y otras que se han beneficiado de un cierto dejar hacer para su constitución. Si se ha hecho es porque responde a una demanda, pero hay que controlar los criterios que se aplican.

P. Si hubiera dependido de usted, ¿habría tenido más control?

R. Habría marcado claramente cuáles son los criterios mínimos que están establecidos. Lo que me preocupa, al final, es qué titulación tienen los estudiantes y qué reconocimiento tienen. Es lo que nos debe preocupar a todos.

«No nos recuperaremos de los recortes de la crisis a corto plazo»

P. ¿El aumento del precio de las tasas y el endurecimiento de los criterios para obtener una beca han dejado alumnos fuera?

R.Creo que ha ocurrido realmente. En el caso de la UNED, observamos que nuestro alumnado es más joven. Son personas que seguramente tienen recursos para pagar una matrícula pero no pueden costearse salir de su lugar de residencia y estudiar fuera de casa. Lo estamos revisando pero aún no tenemos datos concluyentes.

P. ¿Cuál es el perfil del alumno de la UNED?

R. Salvo este rejuvenecimiento, la edad se ha mantenido. Es gente que trabaja, con una tasa de empleo superior a la media española. Antes eran más bien personas que carecían de estudios previos, ahora quieren ampliarlos para continuar su progresión laboral o para formarse por gusto. Cada vez hay más jubilados y prejubilados, con intereses diversos. Por eso estamos diseñando títulos que los alumnos puedan construir un poco a su voluntad. Alguien a quien le interesan las humanidades y quiera combinar historia del arte, historia y filosofía u otros con intereses en ciencias que quieran combinar con ingenierías. Como es muy novedoso, lo estamos trabajando con la Aneca [Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Educación, el organismo autónomo que revisa los títulos] para que puedan ser reconocidos.

Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2017/04/13/actualidad/1492111996_284140.html

Fuente de la imagen: http://imagenes.lainformacion.com/2017/02/07/educacion/universidad/Alejandro-Tiana-presenta-reeleccion-UNED_997410969_121740947_626x472.jpg

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Entrevista a Michael Apple: «Los niños prefieren jugar Angry Birds, que Leer»

Por: Web del Maestro CMF. 

El filósofo Michael W. Apple (1942) es un especialista en educación, y un experto en la teoría curricular y la investigación, la enseñanza fundamental, y el desarrollo de las escuelas democráticas. Es particularmente un estudioso crítico de la teoría de Paulo Freire. Actualmente es profesor en la Universidad de Wisconsin-Madison (USA).

Compartimos, con fines únicamente educativos – pastorales la entrevista que sostuvo con Paula Molina del Portal “Qué Pasa” de Chile; y aunque se refiere en particular a la educación chilena (en buena parte del diálogo), consideramos muy interesante conocer su opinión también sobre los salarios y la evaluación docente, Singapur, Inglaterra y la excesiva preparación para las pruebas, que han hecho a los niños restar importancia a la lectura.

“Hemos conseguido que los niños odien leer”

El estadounidense Michael Apple, uno de los filósofos de la educación más importantes del mundo, advierte sobre los modelos educativos que está mirando Chile en su reforma, y sobre el peligro de los test. “Uno no es un número”, sentencia.

“Me preocupa Chile”, dice Michael Apple.

Se trata de uno de los principales filósofos de la educación en el mundo. Académico estadounidense, profesor de la Universidad de Wisconsin-Madison, Apple es uno de los principales teóricos de la pedagogía crítica de Paulo Freire, y la suya es una mirada inquisitiva sobre la educación en su país y en el mundo, similar a la que plantea Noam Chomsky en política.
El profesor recibe a Qué Pasa en la capital chilena, hasta donde viajó para ser investido como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Santiago.

—¿Qué le preocupa de Chile?

—Chile ha liderado un tipo particular de reforma durante las últimas décadas, basada en los vouchers, la privatización, la profesionalización de los profesores, la selección de los alumnos. Bachelet está tratando de moderar y cambiar esas reformas. Es un paquete, pero algunos de sus elementos me preocupan. Uno de ellos es el de los vouchers. Está ampliamente probado que los vouchers no reducen la desigualdad y que, en el mejor de los casos, la mantienen. En Estados Unidos han tenido efectos muy perversos.

—¿Qué otro aspecto le inquieta?

—Lo que se llama la profesionalización de los profesores. Daré un ejemplo estadounidense, ya que Chile ha tomado mucho de allá, desde los Chicago Boys hasta su armamento. Allí Obama, a quien respeto, propuso que el salario de los profesores dependiera en parte de los resultados de las pruebas a los estudiantes.

Pero ya sabemos, ampliamente, que si miro dónde vives y en qué trabajan tus padres, voy a ser capaz de predecir, con una pequeña variación estadística, cómo te va a ir en cualquier prueba que te tome. Aún así, el sistema hace que a los profesores sólo les preocupen las pruebas, y a los niños sólo se los prepare para contestarlas. Los profesores son menos profesionales, menos autónomos y la mayoría de los niños recibe una educación poco robusta, donde no se les enseña ciencia, ni arte, no leen nada importante, porque sólo los evaluamos según sus habilidades básicas en lectura y matemáticas. Miro a Chile con los ojos de muchos países, respeto las luchas por la democracia que aquí se han dado, pero me preocupa que en la reforma se incorporen ideas que vienen de EE.UU. o Inglaterra, cuando allá están en el debate.

—¿Hacia dónde miraría usted, en cambio?

—Si Chile va a mirar a otros países, tiene que saber qué está pasando en ellos. En Inglaterra se está planteando convertir los colegios en “academias”, que dependan a nivel local, que compitan entre ellas en un sistema muy similar al que se impuso en Chile. Eso reduce el presupuesto público para educación, y favorece a los colegios privados y a las familias que pueden pagarlos. Sabemos que los barrios determinarán los resultados de los colegios. Sabemos que los colegios seleccionan a los alumnos, aunque el Estado lo prohíba. La idea del sistema es que los padres eligen, pero eso no pasa en ningún lugar del mundo. Los colegios eligen a los niños y a los padres.

—Descartamos Inglaterra entonces…

—Y claro, hay una nación que, se supone, valdría la pena mirar: Finlandia. He pasado mucho tiempo en Finlandia, y me parecería perfecto seguir su ejemplo, si Chile o Estados Unidos, que también ama a Finlandia, como casi todos los países, hicieran lo que ellos hacen: doblar o triplicar el sueldo de los profesores, pagar sus estudios de posgrado, permitir sindicatos poderosos. Y necesitaríamos además un sistema de seguridad social muy fuerte, para que la diferencia entre ricos y pobres sea pequeña. En Chile es enorme, igual que en Estados Unidos, donde además va en aumento. En Finlandia, si un padre queda sin trabajo, su hijo recibirá ropa de calidad, para que nadie sea marginado porque no tiene qué ponerse. Si quiero seguir el camino de un país, no sólo miraría su educación, sino todo lo demás.

—¿Miraría a otros países con buenos resultados?

—Primero, insistiría: los buenos alumnos y los buenos profesores no se miden en las pruebas. Yo nací muy pobre. Fui la primera generación de mi familia que terminó la educación secundaria. Y aquí estoy, soy un profesor. Así que yo sé que, a veces, las escuelas pueden compensar la pobreza. Pero también sé que la mayor parte del tiempo no pueden, a menos que la educación se vincule a otras reformas sociales.

—¿Qué piensa del caso de Singapur?

En el caso de Singapur hay escuelas de élite, donde los alumnos reciben una educación creativa, interesante, orientada a formar doctores, políticos, abogados. El resto de la población es educado para responder las pruebas. Y luego tienes un enorme grupo de inmigrantes provenientes de China, India, Filipinas a cuyos hijos, simplemente, no se les toma la prueba. Shanghái es aun más interesante. Yo hice clases en Shanghái, que es una ciudad impresionante. Imagina una ciudad donde todos los edificios son como el que ustedes tienen en Santiago (la torre del Costanera Center). Se ve muy rico. Pero en China unos 300 millones de personas han migrado del campo a la ciudad. Y China desarrolló un sistema de pases de residencia para moverse de un lado hacia otro. Con los trabajadores hace vista ciega, porque necesita mano de obra, pero que no les permite traer a sus hijos a la ciudad. Los niños entran igual, pero quedan sin acceso a la educación. Los educan de forma ilegal, en fábricas viejas, en garajes sin calefacción. O los incorporan a programas de “educación especial”, pero en ningún caso rinden las pruebas. Sólo los niños que tienen permiso de residencia van a las escuelas públicas y dan las pruebas. Mi punto es que las mediciones pueden ser muy engañosas. Chile debe entender que si toma una idea de Singapur, o de cómo se enseña matemáticas en Shanghái, tiene que preguntarse cuánto sabe de esa sociedad.

—¿Cuál es la alternativa a las pruebas estandarizadas para medir la educación?

—Tenemos que encontrar formas distintas de evaluación. En Maine, Estados Unidos, sólo el 25% de la evaluación de niños y profesores se basa en sus resultados en las pruebas. El resto es observación, participación, se contempla el portafolio de los estudiantes, su desempeño en arte, poesía, su capacidad para escribir ensayos. Son evaluaciones que toman tiempo y trabajo. Pero los profesores sienten que se les trata como a profesionales, y no sienten que tienen una prueba sobre su cabeza cada día.

—¿No hay nada que podamos aprender de los resultados de las pruebas?

—Parte de la realidad se puede evaluar a través de números. En educación, los números son los test. Pero si usted le pide a alguien que evalúe su día, esa persona no le dará un número, le va a contar una historia. Uno no es un número, uno tiene un relato mucho más rico. No me opongo a la evidencia, pero los profesores y la comunidad deben debatir qué evidencia necesitan. Por qué resultados van a juzgar a los profesores. La educación no debería tratarse sólo de pruebas, debería dar a los niños las habilidades para reflexionar sobre su vida, para pensar en su futuro y el de su nación. Si no, la educación sería una fábrica. Es en el colegio donde aprendemos a cooperar, a compartir, a ser solidarios.

—¿Qué pasa con los alumnos frente a las pruebas?

—Incluso en los colegios donde les va bien, cuando les preguntan a los niños si les gusta leer, responden cosas como “no, lo odio”. El foco en los test genera una disposición negativa hacia el aprendizaje. Eso es lo que llamamos el “currículo oculto”. Los colegios harán cualquier cosa para mejorar su resultado en las pruebas, porque ellos y los profesores dependen de esos resultados y se ha convencido a los padres de que eso es lo único que importa. Pasa en Chile, Estados Unidos, Francia, Alemania. Lo que hemos conseguido es que los niños odian leer. Y luego nos preguntamos por qué, cuando tratamos de conversar con ellos, prefieren jugar Angry Birds. Porque les han dicho que leer no es algo valioso para ellos, que sólo vale para tomar una prueba.

—¿Cuánto hay de política en la educación?

—La educación siempre es política. Yo uso el concepto de “conocimiento legítimo u oficial”. De cientos y miles de cosas posibles, sólo elegimos algunas para enseñar a los niños. Esa elección es un acto político.

Fuente: http://webdelmaestrocmf.com/portal/michael-apple-los-ninos-prefieren-jugar-angry-birds-leer/

Fotografía: Web del maestro cmf

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