País Vasco/07 diciembre 2017/Fuente: El Mundo
El currículo vasco coloca en el segundo ciclo de Primaria el estudio de la organización del Estado
El estudio de la Constitución española ocupa muy poco espacio en el currículo oficial vasco y, por lo tanto, en los libros de texto que manejan los escolares de la comunidad autónoma. Ni siquiera se cita entre los objetivos de la etapa, en el segundo ciclo de Primaria (entre 4º y 6º curso, es decir, niños de 10 a 12 años), sino que se debe entender englobada en el conocimiento de la organización territorial del Estado y sus instituciones.
«El Gobierno vasco no se pilla los dedos y en los decretos oficiales incluye la organización del Estado, otra cosa es cómo se da eso en las aulas porque depende del profesor de turno y hay muchos que pasan esas páginas de largo y a los chavales ni les suena qué es la Constitución, ni siquiera la palabra España», señala un maestro de UGT al analizar este asunto.
En los decretos educativos Heziberri 2020, la organización del Estado español se engloba en el mismo apartado que el de la Unión Europea, los movimientos migratorios, la diversidad cultural, política y lingüística. Concretamente es el último objetivo, el 11, de Ciencias Sociales del segundo ciclo de la Educación Primaria.
En el apartado destinado a los contenidos, Heziberri afirma que el fin es conseguir la transmisión de valores que favorezcan «la libertad personal, la responsabilidad, la ciudadanía democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto y la justicia».
En ninguno de esos apartados aparece citada expresamente la Constitución española y hay que seguir buscando en el decreto para llegar hasta el bloque denominado «vivir en sociedad» para ver, tras la organización social, política y territorial de la comunidad autónoma y del Estado español, la mención expresa a la Carta Magna de 1978 junto al Estatuto de Autonomía.
Si se analiza la plasmación de esos objetivos y contenidos en los libros de texto, la Constitución se cita de pasada y de una forma muy esquemática y, en el caso de los de 4º curso, únicamente transmitiendo la idea de que es «la ley más importante adoptada en España en referéndum en 1978». Se señala también que la Carta Magna agrupa los derechos y deberes de los ciudadanos y la organización del Estado a través de los tres poderes legislativo, judicial y ejecutivo.
En algunos libros se incluye como ejercicio la búsqueda del contenido de algún artículo concreto -por ejemplo el 14: «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social»- para que los alumnos profundicen en el significado sobre la discriminación.
Los libros de 5º vuelven a insistir en el mismo concepto de organización del Estado e inciden en la diferencia entre derechos de los ciudadanos (libertad de expresión, salud y educación se citan expresamente) y de deberes, como cumplir las leyes o pagar impuestos. También se incluye que España es una monarquía parlamentaria y que el jefe del Estado es el Rey.
En el último año de esta etapa, los libros de texto ya no hacen ninguna referencia a la Constitución y se centran en la Unión Europea.
Para volver a encontrar alguna mención a la Constitución hay que trasladarse hasta 4º de Secundaria (16 años), dentro de la asignatura de Geografía e Historia. En este caso, la Carta Magna se diluye en el estudio del final del franquismo y de la Transición española, ocupando mucho más espacio las crisis de la última etapa de la dictadura que las referencias a la Constitución.
En este caso, además el estudio se complica por tratarse de las últimas lecciones, las que se dan a final del curso, y por lo tanto en muchas ocasiones sin tiempo real para profundizar en ellas. Así lo transmite Pablo García de Vicuña, de CCOO, que señala que «el temario es tan sumamente amplio que no se imparte con la profundidad que se debiera dar, no llegamos; la apretura del temario impide darlo con profundidad».
El sindicalista critica la supresión de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, de la anterior ley Educativa, la LOE, a través de la que sí se permitía abordar en profundidad todo lo relacionado con el orden constitucional y los valores democráticos.
Fuente: http://www.elmundo.es/pais-vasco/2017/12/07/5a2909c2e5fdeafc218b4615.html