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Las ceramistas de Sejnane: guardianas de un arte milenario

Reseñas/África/Túnez/23 Julio 2020/elpais.com

En este poblado al noreste de Túnez, las mujeres dominan técnicas ancestrales para trabajar la cerámica que se han transmitido de generación en generación por más de 3.000 años. Un conocimiento considerado hoy Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco

Sentadas en el suelo del pequeño taller, las tres cuñadas platican mientras sus manos, veloz y sutilmente, forman con barro distintas figuras que poco a poco se acumulan a su alrededor. Viven en las afueras de Sejnane, un poblado al noroeste de Túnez, en la región de Bizerta. Están casadas con tres hermanos que construyeron sus hogares uno al lado del otro. Cada una de ellas tiene un pequeño cuarto en el patio de su casa, adaptado como taller, en los que se reúnen para trabajar y pasar tiempo juntas.

La destreza de sus manos es prueba de su experiencia. Zohra, la cuñada más veterana, domina el oficio desde hace 40 años, mientras que Moufida trabaja la cerámica desde hace dos décadas. “Es la bebé”, dice tiernamente Zohra. Como ellas, cientos de mujeres en Sejnane modelan el barro y son únicas en el planeta en hacerlo de esta peculiar forma que llamó la atención de la Unesco: en 2018 las declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Líneas en la piel

La cerámica de Sejnane tiene su origen en los amazigh, pueblo autóctono del norte de África comúnmente llamados bereber, y se realiza desde hace más de 3.000 años. La artesanía se ha mantenido hasta nuestros días transmitiéndose de generación en generación. Las cuñadas aprendieron el oficio de sus madres, a quienes se lo enseñaron sus abuelas, que sabían por sus propias madres y así por tres milenios.

Nozha Sekik, entnoantropólga tunecina, ahora retirada y anteriormente investigadora del Instituto del Patrimonio Nacional, es una de las expertas en el tema y afirma que esta producción se remonta al Neolítico y Edad de Bronce. «Sabemos que el origen es amazigh, nada más, a lo mejor nuestras abuelas lo sabían y, si vivieran, nos lo explicarían», comenta Najet, una de las tres cuñadas.

La sesión de cerámica se interrumpe y cada una vuelve a casa a preparar el almuerzo. En la mesa de Zohra reposa un plato de cus-cus con pollo y verduras, una jarra con zumo de frutas y un poco de pan recién horneado. “Prácticamente lo único que compramos es sal”, dice Zohra mientras se sienta a comer. Todo lo que está en la mesa viene de su huerto y sus animales. La tierra no solo les da todo para alimentarse, también todo para la cerámica.

En primavera, las mujeres recogen el barro y lo llevan a sus hogares sobre la espalda. “Sacamos la arcilla de los cauces secos de la montaña, después la trituramos y remojamos para amasarla. La preparación dura tres días, después la dejamos en agua para que no se estropee. El trabajo es durísimo”, explica Zohra. Amasan el barro descalzas: durante poco menos de una hora lo pisan una y otra vez hasta obtener la consistencia para moldearlo. Crean las figuras y, cuando están secas, las cocinan. Estos días son lluviosos, pero esta tarde el cielo parece dar tregua, así que deciden poner las piezas al fuego.

La milenaria tradición no concibe ni de tornos ni de hornos. Najat va al granero; dentro hay tres vacas. De ahí saca el excremento de aquellas bestias mezclado con paja y lo coloca sobre una lámina oxidada, creando un montículo en cuyo interior se esconden las piezas. Enciende la hoguera y espera una hora.

Patrimonio inmaterial olvidado de la humanidad

“Nuestras madres y abuelas realizaban esta labor para crear objetos de su vida cotidiana: sartenes, ollas y morteros. Hoy trabajamos la cerámica para ganar dinero porque es el único trabajo que podemos hacer”, explica Moufida. Su punto de venta son dos mesas viejas al lado del camino que conecta Sejnane con el resto de la región. Pasan pocos autos, en su mayoría de residentes. Si alguien se interesa en las figuras, toca el claxon y saldrá alguna cuñada a hacer la venta. Pero hoy, ya hace dos meses que nadie llega. «En un buen mes podemos ganar 60 dinares (19 euros)», explica Najat.

Su situación laboral poco ha cambiado tras la declaración de Naciones Unidas. “Es solo publicidad, la verdad es pura amargura. En 2018, después del reconocimiento de la Unesco, el Estado nos compró a 70 mujeres, mercancías por 160 dinares (50 euros), pero todavía no hemos cobrado ninguna. Fuimos al Ministerio de Cultura a pedir el pago, tomaron nuestros teléfonos para contactarnos, pero todas fueron falsas promesas”, afirma Najat.

Las jóvenes se siguen preparando para el oficio. Hendai y Nada, hijas de Najat y Moufida respectivamente, prestan atención. “Para conservar nuestro patrimonio. Nos encanta este trabajo, nunca fue una obligación”, explica Hendai, de 19 años, que comenzó a aprender a los 13. Está a punto de casarse y asegura que, cuando lo haga, dejará la escuela y se dedicará a la cerámica por afición. Su prima, Nada, es estudiante y cuenta que le gustaría dedicarse únicamente a la cerámica si no fuera un oficio tan precario, pero por ahora buscará empleo. Es difícil encontrar un trabajo en la región. El Instituto Nacional de estadística de Túnez señala que en 2014 la tasa de desempleo nacional en mujeres era de 21,1%. Desde entonces, se ha avanzado poco: a finales de 2019 era del 21,7%, cifra que aumenta en zonas rurales.

La primavera que nunca llegó

La llamada Primavera Árabe de 2011 no terminó en una guerra civil o en una brutal represión en Túnez, a diferencia de lo que sucedió en otros países. Desde entonces, este pequeño país magrebí vive una transición a la democracia lenta y que aún está por rendir frutos.

El Estado está poco presente en la vida de las ceramistas y cuando se presenta lo hace como ave de mal agüero. “Nada, del Gobierno no cobramos nada, estamos olvidadas, vivimos del poco dinero que ganamos, hemos intentados transmitir peticiones y quejas, pedir ayudas sociales para mejorar un poco estas terribles condiciones en que vivimos… Pero no hemos recibido respuesta”, exclama Najat, enfadada.

En Sejnane la revolución les ha pasado del lado. “Seguimos estando en la mierda”, concluye Zohra con una carcajada irónica. Las mujeres trabajan con resiliencia, pues tienen claro que de ellas depende su sustento. “A pesar de todo, nunca vamos a dejar este trabajo, es nuestro destino, algo escrito. Agradecemos a Dios habérnoslo dado y ojalá nos dé la salud para conservarlo”, concluye Zohra con una sutil, pero franca sonrisa.

Ver galería completa en: https://elpais.com/elpais/2020/07/13/album/1594656405_547378.html#foto_gal_3

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/07/13/planeta_futuro/1594653185_378850.html

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La fábrica de las mujeres protectoras

Reseñas/África/Kenia/23 Julio 2020/elpais.com

En esta empresa textil de Kenia han reorientado su producción para mantener al 100% de su plantilla, casi toda femenina, y producir un bien de primera necesidad: los equipos de protección para los sanitarios que atienden a los enfermos de covid-19

Shona EPZ es una empresa de textil en Nairobi, la capital de Kenia. Con la caída de pedidos debido a la pandemia tuvo que prescindir del 40% de su plantilla, pero sus dirigentes pronto pensaron en cómo reinventarse para mantener todos los puestos de trabajo, la mayoría ocupados por mujeres. La respuesta fue fabricar un bien de primera necesidad en estos momentos de alerta sanitaria: los equipos de protección personal para los profesionales que atienden a los enfermos de covid-19. Hasta la fecha, Kenia ha notificado 14.168 positivos y 250 fallecidos por el nuevo coronavirus. Así les están protegiendo desde esta empresa.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/07/19/planeta_futuro/1595192663_329142.html

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Un verano para repensar: el sistema educativo y nuestro rol como educadores

Reseñas/23 Julio 2020/Autora: Beatriz Lucas/elpais.com

Tras un curso que ha evidenciado nuestras carencias educativas a todos los niveles, toca reflexionar y rearmarnos de cara a un septiembre repleto de incertidumbres

Tras un curso que ha evidenciado nuestras carencias educativas a todos los niveles, toca reflexionar y rearmarnos de cara a un septiembre repleto de incertidumbres

Mirando al mar, paseando por el monte, o incluso en la hora de la digestión puede ser un buen momento para pensar sobre lo ocurrido y replantear el porvenir. Esta semana en EL PAÍS Educación te hemos dado algunas pistas que pueden ayudarnos a iluminar el túnel veraniego para llegar más fuertes a un septiembre que, por ahora, se nos presenta lleno de incertidumbres. Como dice la educadora Gema Cotallo, en el reportaje en el que hablamos de cómo recuperar los límites, «toca observar lo que hemos hecho y hacerlo mejor a partir de ahora».

Muchas gracias por recibirnos en tu casa y compartir esta newsletter en la que te damos algunas pistas para que todos podamos hacerlo mejor. Si tienes alguna historia educativa que crees que nos puede ayudar a seguir aprendiendo, por favor, compártela con nosotros en educacion@elpais.es

1. Desconexión digital, libros y límites para recuperar la infancia perdida

Si la semana pasada hablábamos de que la mejor manera de recuperar a nuestros niños y niñas perdidos durante el confinamiento era dejándolos en paz, esta semana te hacemos algunas propuestas un poco más intervencionistas aunque respetuosas con sus procesos, dentro de la serie veraniega Planea un verano con hijos. Para que los niños puedan disfrutar plenamente de su verano lo primero que necesitaremos es reducir la sobreexposición a las pantallas a las que nos han arrastrado las circunstancias. En la segunda entrega de la serie te ayudamos en este proceso con los consejos de varios especialistas: Desenchufa al niño: la desconexión digital en 5 pasos.  Además, te damos algunas pautas para mantener a la lectura como el aliado educativo que fue en la cuarentena y que puede seguirlo siendo también en verano. Y nuestra última propuesta de la semana para nuestra infancia perdida tiene que ver con cómo recuperamos los límites que el teletrabajo se llevó.  Y esta semana contaremos con dos nuevas entregas de nuestra serie.

2. Revolución en la universidad

Llevamos varias semanas hablando de las novedades que el Ministerio de Universidades está abordando para reformar el sistema universitario y las carencias que también esta situación ha puesto en evidencia. Y en ello está la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) que debe contribuir a la mejora de la calidad del sistema de educación superior mediante la evaluación, certificación y acreditación de enseñanzas, profesorado e instituciones. Su directora Mercedes Siles, que ha comparecido en el Congreso, confesó en esta entrevista que están abordando una pequeña revolución en el sistema universitario a todos los niveles revisando todo el trabajo del organismo, desde los criterios de evaluación a las comisiones examinadoras.

Una revolución necesaria, a juzgar por la tribuna del profesor de Humanidades en la Universidad Pompeu Fabra, Jordi Mir: Universidad ¿generar precariedad o revertirla? En ella contrapone dos vertientes de la universidad. Por un lado cómo los estudios universitarios son una garantía para una mejor situación laboral, y por otro cómo la universidad a través de la figura de los profesores asociados, un 44% de los docentes en Cataluña, puede convertirse en generadora de precariedad: ya que, explica «es un contrato temporal, breve, con un sueldo muy bajo, no permite hacer carrera académica, obliga a realizar diferentes trabajos simultáneamente para poder llegar a un sueldo mínimo…». Y así, el profesor concluye: «La universidad genera precariedad y es capaz de revertirla; hay que decidir qué queremos que haga».

Y mientras conocíamos que los resultados de la prueba de acceso a ese sueño dorado universitario para miles de alumnos andaluces están más cerca, ya que en la selectividad este verano ha habido en Andalucía más de un 90% de aprobados, descubríamos un contrapunto interesante de la mano de un estudio de Google y Telefónica, Situación y retos de las universidades españolas ante la transformación digital. En él se desvelaba que la Universidad ha perdido el monopolio de las mejores salidas profesionales. Las empresas piden ya más perfiles de FP que universitarios ya que creen que las universidades no son ágiles y no adaptan a tiempo los grados a las necesidades del mercado. «Incluso cuando lo consiguen, la burocracia es tan lenta que los contenidos quedan, en muchas ocasiones, obsoletos en el momento del lanzamiento», concluye el informe en el que han participado 34 de las 83 universidades españolas y 225 expertos en educación superior.

3. Apuesta por la FP

Y la misma semana que se presentaban las conclusiones de este informe, el Ministerio de Educación anunciaba que el Gobierno aporta 265 millones a las comunidades para crear nuevas plazas de FP. Se trata de un fondo extraordinario para potenciar esos estudios, crear 60.200 plazas nuevas, formar al profesorado en competencias digitales y crear nuevas aulas de emprendimiento e innovación para esos alumnos.

Varias de las claves y carencias que hemos visto en esta cuarentena educativa y que también hemos abordado en el espacio de Formación esta semana, en la que se mostraban las competencias digitales como clave para salir de la crisis económica del coronavirus. En él se refleja como el 46% de las empresas españolas tiene problemas para encontrar los perfiles digitales que necesitan, según un informe de IDC para Microsoft, por no contar con los conocimientos tecnológicos necesarios.

4. Destellos y sombras educativas

Aunque hay excepciones que iluminan nuestro optimismo. Como la historia que contamos esta semana en la que el colegio Escolapios de Sevilla un grupo de alumnos de bachillerato recibió un premio por sus competencias digitales en plena pandemia. Su gesta: diseñar un prototipo de mascarilla reciclable y que con luz ultravioleta esteriliza el aire respirado.

Y también nos dio qué pensar esta semana el dato que demuestra que la escuela concertada en Barcelona está asumiendo el rol de escolaridad equitativa que se le presupone a la enseñanza sostenida con fondos públicos. Allí la escuela concertada aumenta la acogida de alumnos vulnerables hasta el 37%. Quizás deberían revisarse qué políticas públicas han implantado para garantizar que los recursos públicos se invierten en el bien común.

En el lado oscuro, el riesgo de desaparición de la cultura clásica que, según alertaba en su tribuna Jesús de la Villa, presidente de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, trae aparejada la LOMLOE. Para él, el que ni siquiera aparezcan citadas en la ley es una Sentencia de muerte para Latín y Griego.

«El área de las enseñanzas clásicas no tiene ninguna materia troncal reconocida a lo largo de todo el ciclo educativo de secundaria, así que nada garantiza que estas asignaturas vayan a impartirse si las autoridades de un centro, como ya sucede, hacen su opción inviable». Quizá al borde de la piscina o mirando al mar deberíamos pensar qué nos aportaron a nosotros el Latín y el Griego para que se consideren materias indispensables en la Secundaria.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2020/07/20/actualidad/1595239394_926695.html

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CLADE: Especialistas reclaman un nuevo pacto de justicia socioambiental y económica para los pueblos de Latinoamérica y el Caribe

Por: Thais Iervolino.

En un evento paralelo al Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas 2020, representantes de Estados, organizaciones y redes de sociedad civil de la región analizaron las respuestas a los impactos socioeconómicos del COVID-19.

44 millones de personas sin empleo, 230 millones de personas en situación de pobreza y 96 millones viviendo en condiciones de pobreza extrema. Ese fue el escenario presentado por Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al analizar los impactos de la pandemia en la región.

Bárcena expuso en el evento paralelo al Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas 2020 (HLPF, por sus siglas en inglés), que se desarrolla virtualmente este mes de julio y se denomina “La Agenda 2030 en el nuevo contexto global y regional: escenarios y proyecciones para América Latina y el Caribe en la crisis actual”. El evento fue organizado el 10 de julio por la CEPAL y la Misión Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La secretaria ejecutiva de la CEPAL instó los Estados a garantizar el acceso a la información, a la participación y a la justicia con respeto a los derechos humanos y con base en una gobernanza democrática, y subrayó la importancia de extender el apoyo financiero a los países de ingreso medio a través de mayor liquidez (derechos especiales de giro), financiamiento concesional y alivio a la deuda, especialmente a los países del Caribe. “Debemos avanzar hacia una mayor integración regional frente a una geografía económica global distinta”, subrayó.

Junto a Alicia Bárcena también participó del evento Laura Giannecchini, coordinadora de Desarrollo Institucional de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), en nombre del Mecanismo de participación de la sociedad civil en la Agenda 2030 y en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible.

Laura Giannecchini: «Esta pandemia es también una oportunidad para que los Estados implementen acciones urgentes contra el deterioro del planeta y en favor de la promoción de vidas dignas»

Para Laura Giannecchini, la pandemia del COVID-19 desnudó y profundizó tendencias que la CLADE y otras organizaciones y movimientos sociales habían observado en la región, como el estancamiento o regresión económica, el aumento de la pobreza y de las desigualdades, el debilitamiento de los sistemas públicos de educación, salud y protección social, y el crecimiento de tendencias autoritarias.

“Creemos que esta crisis sanitaria, que es también económica, social y política, pone en evidencia la urgencia de un cambio radical en la acción de nuestros gobiernos, camino a la adopción de nuevos modelos de desarrollo. Esta pandemia es también una oportunidad para que los Estados implementen acciones urgentes contra el deterioro del planeta y en favor de la promoción de vidas dignas”, afirmó.

En su exposición, elaborada a partir de reflexiones colectivas que tuvieron lugar en el Marco del Mecanismo de Participación de la Sociedad Civil y que culminaron el la declaración «América Latina y el Caribe: Pocos avances y nuevos desafíos para la Agenda 2030lanzada en mayo del 2020″, Giannecchini destacó la importancia de realizar ocho cambios para mitigar los impactos de la crisis a la hora de garantizar los derechos humanos. Entre ellos están: la necesidad de fortalecer los sistemas democráticos, incorporando a los movimientos sociales, colectivos de la sociedad civil y poblaciones históricamente excluidas del debate y de la toma de decisión en las políticas públicas; la necesidad de fortalecer los sistemas públicos de educación, salud y protección social; la contención del avance de los fundamentalismos religiosos en los espacios políticos, que niegan evidencias científicas, fomentando el odio y dificultando la implementación de políticas con perspectiva de derechos; y el establecimiento de un compromiso financiero, político y normativo de largo plazo, y de cooperación internacional, para asegurar el cumplimiento integral de la Agenda 2030.

“Consideramos que es hora de establecer un nuevo pacto de justicia socioambiental y económica para los pueblos de Latinoamérica y el Caribe. Un pacto de desarrollo inclusivo, que coloque a las personas en el centro, e inste a los Estados a la acción, de manera que podamos salir de esta pandemia con nuevos paradigmas, basados en la solidaridad, la felicidad y en el bienestar de todas y todos”, subrayó.

Además de Bárcena y Giannecchini, intervinieron en el evento el embajador Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la ONU; Pilar Garrido, ministra de Planificación Nacional y Política Económica de Costa Rica; Luz Keila Gramajo Vílchez, secretaria de Planificación de Guatemala; y Markova Concepción Jaramillo, comisionada presidencial para el Examen Nacional Voluntario y representante permanente designada de Panamá ante la ONU. Participaron también Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia y Rochelle Whyte, asesora técnica superior del director general del Instituto de Planificación de Jamaica.

Mira la grabación del panel con la exposición de todos los participantes:

Fuente de la reseña: https://redclade.org/noticias/especialistas-reclaman-un-nuevo-pacto-de-justicia-socioambiental-y-economica-para-los-pueblos-de-latinoamerica-y-el-caribe/

 

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Tiempos de definiciones para la Educación Intercultural Bilingüe

Por: Antonio Gaspar. 

La semana pasada hubo una reunión clave en la definición del futuro de la Educación Intercultural Bilingüe (EIB) para todo el país.
El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, mantuvo una reunión virtual con los referentes educativos de pueblos originarios de todo el país en la cual quedó el compromiso del Gobierno nacional de separar la EIB y la Educación Rural.
La Educación Intercultural Bilingüe (EIB) es una propuesta educativa latinoamericana nacida con el fin de que los pueblos originarios continúen conservando sus lenguas nativas y prácticas culturales.
En el año 2006, con la Ley de Educación Nacional 26.206, la EIB pasó a ser una modalidad estructural en el sistema educativo argentino, garantizando el accedan al derecho constitucional de la preservación de la identidad étnica para sus habitantes.

Durante la administración del presidente Mauricio Macri la modalidad fue desmantelada. La EIB fue clausurada y en el caso de Salta fue mantenida por el Gobierno provincial como se pudo.

Con el cambio de Gobierno las cosas no mejoraron ya que Ministerio de Educación de la Nación propuso su fusión con el sistema educativo adaptado para las poblaciones rurales, lo cual implicaba el desconocimiento del valor de la cultura originaria.
En otras palabras, EIB no puede estar dentro de la rural por que hay muchos habitantes originarios dentro de las ciudades. El ministro Trotta recogió el guante y aceptó una reunión de trabajo virtual para una revisión de la decisión con una comisión del pueblo mapuche integrada por Jorge Nawel, de la Confederación Mapuche de Neuquén; Orlando Carriqueo, de la Coordinadora del Parlamento Mapuche de Río Negro; Cristina Marín, como responsable del programa de EIB de Río Negro; y Celia Rañil, como integrante de CEAPI pueblo mapuche Santa Cruz.
Por el lado del ministro Trotta, sumó a Adriana Puiggrós, y a la presidenta del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), Victoria Donda.
Producto del debate y análisis que realizó el Gobierno con los representantes del mundo indígena, el ministro informó en la reunión que, la decisión política tomada, es “reafirmar y organizar la modalidad EIB con una coordinación propia y específica como forma de valorizar la enorme contribución que realiza la presencia de conocimientos, práctica y cosmovisión de 40 naciones indígenas en el país”.
“Nosotros ya tenemos el compromiso del ministro Trotta de revisar y reactivar la EIB como una modalidad específica. Ahora vamos a comenzar a trabajar para lograr aspectos que están contemplados pero que no se cumplen”, dijo la referente de EIB por las comunidades mapuche de Río Negro, Cristina Marín.
Lo que se sabe es que los referentes de todo el país quieren avanzar hacia la consulta para que cada pueblo elija a sus referentes para la EIB. También quieren trabajar en la determinación del financiamiento y de los presupuestos para su funcionamiento. “Estos lograría mayor representatividad y autonomía”, dijo Marín.

Esto necesariamente llevará a realizar un mea culpa, especialmente para los referentes que llegaron hasta Buenos Aires y que no fueron elegidos ni tienen representación.
De cualquier manera hay preparadas reuniones para el futuro inmediato donde se sumará la representación del Consejo Educativo Autónomo de Pueblos Indígenas (CEAPI), que es la instancia creada por Resolución del propio Ministerio de Educación.

Fuente de la reseña: https://www.eltribuno.com/salta/nota/2020-6-30-11-32-0-tiempos-de-definiciones-para-la-educacion-intercultural-bilingue

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COVID-19 : Ce que vous devez savoir sur l’éducation des réfugiés

By: Unesco.org.

Malgré un assouplissement relatif des fermetures d’écoles dues au COVID-19 et une tendance croissante à la réouverture, plus d’un milliard d’apprenants à travers le monde restent touchés par la fermeture d’établissements scolaires. La perturbation de l’éducation est sans précédent à cette échelle. Le COVID-19 laisse peu de vies et d’endroits intacts, mais son impact, y compris dans l’éducation, est plus dur pour les groupes qui sont déjà dans des situations de vulnérabilité comme les réfugiés.

Comment les fermetures d’écoles dues au COVID-19 affectent-elles l’éducation des réfugiés ?

Déjà avant le COVID-19, les enfants réfugiés avaient deux fois plus de probabilité d’être non scolarisés que les autres enfants et malgré l’amélioration de leur taux de scolarisation, seulement 63 % des réfugiés étaient inscrits à l’école primaire et 24 % dans l’enseignement secondaire. La pandémie risque d’engendrer un recul des modestes gains réalisés et d’être catastrophique pour des groupes tels que les adolescentes.

Ces dernières années, des efforts importants ont été déployés pour inclure les apprenants réfugiés dans les systèmes éducatifs nationaux, mais les obstacles à l’éducation persistent et pourraient même s’aggraver en raison de la pandémie. Il est aussi inquiétant de constater que la discrimination et la xénophobie à l’encontre des populations réfugiées augmentent, ce qui nuit à leur scolarisation et à leur maintien à l’école.

Que pouvons-nous faire pour assurer une éducation de qualité pour les apprenants réfugiés ?

La première étape consiste à défendre et à garantir le droit à l’éducation des réfugiés en veillant à ce qu’ils puissent tous apprendre à la maison et retourner à l’école en toute sécurité. Certains signes prometteurs montrent que les gouvernements accélèrent l’inclusion des réfugiés dans leurs réponses au COVID-19, ce qui offre l’occasion de travailler à la réalisation des engagements contenus dans le Pacte mondial sur les réfugiés.

Au fur et à mesure que l’on met moins l’accent sur l’apprentissage à distance et la fermeture des écoles, et plus sur la réouverture et le retour à l’école, il convient d’accorder une attention particulière aux inégalités existantes et exacerbées auxquelles sont confrontés les réfugiés, en particulier les filles en âge d’être scolarisées dans le secondaire, qui étaient déjà deux fois moins susceptibles de s’inscrire que leurs pairs masculins. On s’attend à une aggravation de ces conditions.

Le HCR estime que 20 % des filles réfugiées qui sont scolarisées dans le secondaire risquent effectivement de ne jamais retourner à l’école lorsque celle-ci rouvrira après le COVID-19. C’est dès maintenant que nous devons agir pour remédier aux inégalités et à la situation désastreuse auxquelles sont confrontés les apprenants réfugiés.

Pourquoi est-ce si urgent et qu’est-ce qui est en jeu ?

Les apprenants réfugiés sont confrontés pendant et après le COVID-19 à de nombreux enjeux. On s’attend à un accroissement important du décrochage, ce qui signifie que l’on perdra cette génération si elle est écartée de l’éducation. La situation éducative des réfugiés était déjà précaire dans de nombreux pays avant la pandémie, beaucoup ayant manqué plusieurs années de scolarité et devant travailler sans relâche pour rattraper leur retard. Ils doivent maintenant faire face à d’autres perturbations de leur apprentissage.

Ceux qui n’étaient pas inscrits dans des programmes d’éducation risquent encore plus de ne jamais revenir à l’apprentissage. Le manque d’accès aux infrastructures, au matériel et à la connectivité, les conditions de vie et l’éloignement de nombreuses zones accueillant les réfugiés signifient que les enfants réfugiés risquent également de ne pas pouvoir accéder aux programmes nationaux d’apprentissage à distance mis en place par les gouvernements dans le cadre de la réponse au COVID-19.

Que fait l’UNESCO pour faire avancer le droit à l’éducation des réfugiés ?

Par l’intermédiaire de la Coalition mondiale pour l’éducation, l’UNESCO facilite les partenariats entre plusieurs parties prenantes afin d’offrir des possibilités d’apprentissage aux enfants, aux jeunes et aux adultes, y compris aux réfugiés qui ont été touchés par la perturbation de l’éducation due à la pandémie.

L’UNESCO a pris un engagement et s’efforce de renforcer les systèmes éducatifs nationaux en fournissant aux États Membres une expertise et des orientations techniques pour la conception, la mise en œuvre et la planification de politiques en faveur de l’inclusion des réfugiés à tous les niveaux des systèmes éducatifs nationaux.

Le Passeport des qualifications de l’UNESCO destiné aux réfugiés et aux migrants vulnérables lancé en 2019 vise à faciliter l’intégration des apprenants dans le système éducatif et sur le marché du travail par le biais de procédures d’évaluation. Le processus assure la reconnaissance d’éléments clés tels que les qualifications, les compétences, l’expérience professionnelle pertinente et la maîtrise de la langue.

Le 13 juillet, de 16h à 17h30 CET, une table ronde de haut niveau virtuelle menée par le HCR et l’UNESCO réunira des réfugiés pour faire entendre leur voix sur leurs besoins et les réponses à apporter sur le terrain. L’événement est convoqué et présidé par l’Envoyée spéciale Angelina Jolie et co-organisé par le Canada et le Royaume-Uni.

Source of review: https://fr.unesco.org/news/covid-19-ce-que-vous-devez-savoir-leducation-refugies

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Covid-19 problema sanitario: Crisis en la educación

Por: Telesur.

Unesco ha alertado que existen 258 millones de niños y jóvenes totalmente fuera del sistema educativo.

La crisis sanitaria mundial ha obligado al cierre de escuelas y universidades, afectando a un número sin precedente de estudiantes. Maestros y padres han sentido también el peso de la Covid-19.

El cierre de las escuelas en más de 180 países ha mostrado las desigualdades en materia de educación.

Es tiempo para que los garantes de la educación consigan experiencias de este periodo.

Covid-19: ¿Crisis del aprendizaje?

En 2017, Jim Yong Kim, médico surcoreano nacionalizado en Estados Unidos, y presidente en ese entonces del Banco Mundial, detallaba sobre lo que definía como una crisis del aprendizaje. Kim hacía referencia a que “la escuelas primarias y secundarias no les ofrecen a los estudiantes las herramientas necesarias para prosperar en la vida”. Y es que, según una investigación del propio Banco, se apreciaba ya, desde entonces, lo que definían como “una escolarización sin aprendizaje”.

Kim decía que “no es solo una oportunidad desaprovechada, sino también una gran injusticia para los niños y los jóvenes de todo el mundo”. La investigación mostraba cómo, por ejemplo en Kenya, Tanzanía y Uganda, cuando se les pidió a los alumnos de tercer grado que leyeran una frase sencilla como “El perro se llama Fido”, en inglés o en suajili, el 75 por ciento de los evaluados no entendió lo que leía. En las zonas rurales de la India, casi el 75 por ciento de los alumnos de tercer grado no pudo resolver una resta con números de dos dígitos como 46 − 17, y en quinto grado, la mitad aún no era capaz de hacerlo.

En Brasil, si bien las habilidades de los estudiantes de 15 años habían mejorado, al ritmo actual de avance les llevaría 75 años alcanzar el puntaje promedio en matemática de los países ricos. En lectura, les llevará 263 años. Si bien en 2017 se alertaba sobre la crisis en el aprendizaje, ¿qué sucede ahora cuando una pandemia ha obligado al cierre de todos los niveles formales de educación en 189 países, debido al confinamiento?

Antes de la pandemia… ¿ya había pandemia?

Según estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el mundo hay, estadísticamente, 670 millones de analfabetos. En su discurso ante la reunión anual de la Unión Interparlamentaria en la sede de la ONU, en enero de 2020, el presidente de la Asamblea General, el nigeriano Tijjani Muhammad-Bande, lamentó que, actualmente, uno de cada cuatro países no asigna el 4 por ciento de su producto interno bruto (PIB) ni destina el 15 por ciento de la inversión pública a la educación.

Por su parte, la presidenta de la Unión Interparlamentaria, la mexicana Gabriela Cuevas Barrón, expuso que 258 millones de niños no estarán escolarizados en 2030; que en la actualidad se necesitan 69 millones de docentes en todo el mundo; y que se requieren 39.000 millones de dólares en el mundo para construir escuelas y mejorar capacidades.

Era enero de 2020, cuando la pandemia del coronavirus no había transmitido golpes tan fatales en todas las regiones del planeta. ¿Qué sucede hoy, apenas seis meses después?

La internet: ¿Solución para todos?

Hubo un momento –el 12 de abril de 2020- en que, según la Unesco, más de 1.578 millones de educandos, el 90.1 por ciento de la matricula mundial, cesaron las actividades docentes. Una de las primeras medidas –léase soluciones- tras el cierre de escuelas y universidades en todo el mundo, fue la educación virtual. Pero las diferencias, que aparecían por todas partes, también se mostraban aquí.

El sitio de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) – agencia de Naciones Unidas especializada en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) – muestra, en su último informe, no solo al equipamiento y los costos, sino también al estado del conocimiento y las aptitudes necesarias para avanzar con las tecnologías en el mundo.

En el informe, es fácil observar las enormes brechas digitales que existen, lo que hace pensar que el planeta no está preparado para la educación virtual. Pero… ¿cuál era, según el informe, la situación del acceso a internet en el momento mismo de aparecer la pandemia?

1.- En términos generales, la mitad de la población mundial usa Internet y menos de la mitad de los hogares tiene una computadora.
2.- Estimaciones globales sugieren que 826 millones de estudiantes no tienen computadora en casa, 706 millones no tienen acceso al Internet en casa y 56 millones no tienen cobertura de redes móviles 3G/4G» (Instituto de Estadísticas de la Unesco, 2020).
3.- En 2018, 57,8 por ciento de los hogares tenía conexión de Internet, 48,3 por ciento en los países en desarrollo y 17,8 por ciento en los países menos desarrollados.
4.- En 2019, Internet tenía una penetración de 53,6 por ciento en el mundo. 86,6 por ciento de los usuarios estaba en los países desarrollados y 19,1 por ciento en los PMD.
5.- 6.500 millones de personas (85,5 por ciento de la población mundial) carecen de una conexión fiable a Internet de banda ancha (PNUD, abril 2020).
6.- En 40 de los 84 países para los cuales hay datos, menos de la mitad de la población tiene competencias digitales básicas, como copiar un archivo o enviar un correo electrónico con un adjunto.

Quizás pueda pensarse que las mayores insuficiencias están en el África subsahariana, pero el informe muestra que notables diferencias hay por todo el planeta, incluso en los países desarrollados donde existen también notables disonancias. Un mundo así no ha podido responder por igual a los embates de una pandemia.

Sistema de respuesta en América Latina: Mapeo regional-país por país 

24 países de América Latina y el Caribe, actualizado al 17 de junio de 2020.

Los que nunca han asistido a un aula

Por estos días, es común en los medios leer cifras de estudiantes que están fuera de las aulas a causa de la pandemia… pero ¿cuál es la cifra de estudiantes que, independientemente de la pandemia, no ha asistido nunca a un aula?

Según el estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). el dato más voluminoso es que hay 258 millones de niños y jóvenes totalmente fuera del sistema educativo, y la pobreza fue el principal obstáculo para su acceso.

De ellos, 93 millones (31 por ciento de población en edad escolar) están en África subsahariana; 94 millones en Asia meridional y central (21 por ciento); 33 millones en Asia oriental y sudoriental (9 por ciento); 15 millones en África del norte y Asia occidental (17 por ciento); y casi 12 millones en América Latina y el Caribe. De la población no escolarizada, 15 por ciento son niños y niñas con discapacidades.

La ONU, en un documento titulado “Shared responsibility, global solidarity: Responding to the socio-economic impacts of Covid-19″ (Responsabilidad compartida, solidaridad global: Respuesta a los impactos socioeconómicos de Covid-19), ha estimado que, entre 42 y 66 millones de niños y niñas podrían caer en la pobreza extrema como resultado de la crisis de este año.

En las poblaciones vulnerables, los niños y jóvenes tienen mayores dificultades para acceder a una educación a distancia. I Foto: elsoldepuebla.com.mx

De igual forma, las Naciones Unidas, en un texto publicado este 2020 bajo el título “The Impact of Covid-19 on Children” (El impacto de Covid-19 en los niños) ha proyectado que, en solo un año, se pueden revertir los últimos dos a tres años de avance en la reducción de la mortalidad infantil, y se espera que la desnutrición ascienda a 368.5 millones de niños en 143 países que normalmente dependen de los Programas de Alimentación Escolar.

Ya en marzo de 2020, el Programa Mundial de Alimentos calculaba que 300 millones de alumnos de primaria habían dejado de recibir sus alimentos al haberse suspendido sus clases. Unesco ha señalado, además, que la inactividad física, el acceso restringido a espacios al aire libre, la escasez de espacios interiores abiertos y un mayor tiempo frente a las pantallas, debilitará de manera general el sistema inmunológico. Stefanía Giannini, subdirectora general de Educación de la Unesco, y Anne-Birgitte Albrectsen, directora ejecutiva de Plan Internacional por la Covid-19, han agregado que es posible el aumento en las tasas de deserción escolar que afectará de manera desproporcionada a las niñas adolescentes, a la vez que se arraigarán las brechas de género en la educación y llevará a un aumento en el riesgo de explotación sexual, embarazo precoz y matrimonio infantil forzado.

Las preguntas que rondan

Ante estadísticas y previsiones de organismos internacionales que pueden resultar alarmantes, y teniendo en cuenta, además, el contraste de algunos países u organismos que sí han ofrecido respuestas acertadas, varias preguntas comienzan a rondar:

¿Qué estrategias o modalidades educativas, una vez reabiertas las escuelas, van a perdurar? ¿Qué habilidades tendrán el vigor de programar trasformaciones en los sistemas educativos del mundo? ¿Qué hacer con los millones de niños para los que siempre –no solo ahora, en tiempos de pandemia- la escuela ha permanecido cerrada?

Fuente de la reseña: https://www.telesurtv.net/telesuragenda/covid-problema-sanitario-crisis-educacion-20200720-0063.html

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