Informe: El incremento de abortos pone en evidencia la necesidad de más educación sexual y mejor acceso a anticonceptivos en España

El año pasado se produjo un incremento de las interrupciones voluntarias de embarazo de un 3,37%, situando la tasa en 11,53 por cada mil mujeres. Una subida que, si bien las expertas no consideran alarmante, exige por parte del Estado más y mejor educación y acceso a métodos de última generación.

El incremento de 3.230 abortos en 2019 en comparación con el año anterior (se pasa de 95.917 interrupciones a 99.149) no es dato alarmante, pero sí un indicador que parece consolidar una tendencia y que hace preciso tomar algunas medidas. Así lo explican algunas expertas en salud sexual y reproductiva.

Según los últimos datos del informe Interrupción voluntaria del embarazo 2019, dado a conocer este martes por el Ministerio de Sanidad, la tasa de abortos durante el año pasado se situó en 11,53 por cada 1.000 mujeres de 15 a 45 años, frente al 11,12 del año anterior.

La tendencia a la baja en el número de abortos iniciada en el año 2012, parece haber comenzado a invertirse ligeramente en los dos últimos años. Si en 2012 el número de abortos fue de 12,12 por cada mil mujeres, su cifra fue en descenso en los siguientes cinco años, hasta situarse en 2017 en 10,51 casos cada mil. En 2018 se produjo un pequeño incremento (11,12), tendencia que vuelve a suceder en 2019, situando la cifra por cada mil mujeres en 11.53.

Sin embargo, diversas expertas afirman a Público que la variación es muy leve e insignificante, por lo que no tiene que preocupar, aunque sí se hace necesario volver a resaltar que la disminución en el número de interrupciones voluntarias de embarazo descansa en dos pilares básicos: la educación afectivo-sexual y el acceso a los métodos anticonceptivos de forma universal y a los de última generación. Más que preocupadas por las cifras de incrementos, diversas expertas consultadas resaltan que es importante mirar en detalle algunos datos, que nos dan algunas lecturas buenas y otras no tan buenas que es necesario corregir.

Aborto temprano

Entre los buenos datos a tener en cuenta figura el hecho de que cada año la interrupción voluntaria del embarazo se realiza de forma más temprana. En 2019 casi el 71% de las mujeres abortaron a las ocho semanas o antes. Otro 23,6% lo hizo entre la novena y la 14. Es decir, que más del 94% de las mujeres que abortaron lo hicieron antes de la semana 14.

«Estamos en una tendencia de continuidad. Es verdad que ha habido un leve aumento en los últimos años, pero estamos hablando de unas 3.000 mujeres con respecto a años anteriores y es difícil buscar la causa. Pero lo que tenemos que tener en cuenta es que desde el año 2011, hemos bajado la cifra en unos 20.000 abortos. Cuantos menos se hagan mejor, pero estamos en una normalidad. La evolución mirada de formal amplia es muy positiva. Si en 2011, cuando comenzó a aplicarse la ley, el 65% de las mujeres abortaban antes de las ocho semanas, en 2019 este porcentaje se incrementó hasta el 71%», explica Isabel Serrano, ginecóloga de la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE).

Desde la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI) destacan, también, que el 90% de las mujeres manifiestan que lo hacen por voluntad propia «, lo que pone de manifiesto la madurez y la libertad con la que toman su decisión».

Para algunas expertas como Silvia Adalvert, coordinadora de la Associació de Drets Sexuals i Reproductius, es muy importante destacar que nuestro país sigue por debajo de los 100.000 abortos anuales, «una cifra que se superaba antes del años 2013, pero que a partir de ese momento comenzó a bajar. Esta experta afirma que si bien en los últimos dos años parece haber un repunte, éste es leve y no que ese dato no debería preocupar».

Disparidad entre comunidades

Pero no todos son interpretaciones positivas de los datos y del estudio. Uno de los principales problemas que manifiestan todas las expertas es la existencia de grandes disparidades que tienen las mujeres de las distintas comunidades y territorios al acceso al aborto y a los métodos anticonceptivos.

Si nos atenemos a los datos aportados por las diferentes comunidades autónomas, la tasa más alta de abortos la registró Catalunya, que en 2019 fue de 14,32 por cada mil mujeres, seguida de Baleares (13.8) y Asturias y Madrid con 13 por cada mil mujeres. Por el contrario, las que tuvieron índices más bajos fueron La Rioja (6,18 por mil), Extremadura (6,43) y Galicia con 6,41.

Pero una lectura más detallada de los datos hace aflorar otros que pueden quedar ocultos. Un ejemplo de esta disparidad es el hecho de que cinco comunidades autónomas no han realizado ningún aborto en hospitales o centros públicos. Ningún centro sanitario público de Madrid, la Región de Murcia, Extremadura, Castilla la Mancha y Aragón ha realizado a lo largo de 2019 ningún aborto.

«Las mujeres que no han podido abortar en hospitales o centros públicos en estas comunidades suman unas 26.770. Es decir, prácticamente un tercio de todas las que han abortado en España durante el 2019«, afirma Serrano. Es dramático. Esto no significa que no tengan acceso a los centros concertados con el Estado, que hacen una magnífica labor. Pero entre ese 30% que no ha podido hacerlo en el sistema Público de Salud hay algunas mujeres que debían abortar por enfermedades graves o por malformaciones del feto. Cundo se las manda a la privada se las está sacando de su círculo de diagnóstico, de su obstetra, de su matrona…», añade Serrano.

Según el informe de Sanidad, en 2019 el 14% de los abortos se realizaron en centros públicos, tanto en hospitales (6,2%) como en otros centros extrahospitalarios de titularidad pública (8,1%). El resto, el 86%, se realizaron en centros privados, concertados con el Estado. No es un dato positiva para muchas de las consultadas, pero, tal como explica Serrano, algo hemos avanzado en la última década. Esta ginecóloga recuerda que en 2011, solo el 3% de los abortos se realizaban en centros públicos y que el otro 97% en clínicas acreditadas concertadas.

Esta ginecóloga propone un ejercicio mental: «imaginemos que al 30% de la población española que padece una dolencia o una enfermedad se las obliga a ir a un centro privado. ¿Qué pasaría?».

Casi 40 de cada 100 mujeres que han abortado en 2019 afirman no haber usado métodos anticonceptivos

Otro dato altamente preocupante que arroja el estudio mirado entre líneas, es el hecho de que «el 38%, es decir casi 40 de cada 100 mujeres que han abortado afirman no haber utilizado métodos anticonceptivos. Estamos en el siglo que estamos. Nos sigue preocupando este dato porque en el acceso a los anticonceptivos siguen existiendo lagunas importantes que afectan de forma importante a mujeres pobre o a mujeres en al ámbito rural», explica Serrano.

Para ACAI, es una «obligación de las autoridades sanitarias autonómicas procurar la financiación o gratuidad de un abanico de posibilidades contraceptivas que se adecuen a las distintas situaciones personales y sanitarias de las mujeres en edad reproductiva. El hecho de que más de 37.000 mujeres de las que abortaron en nuestro país no utilizase ningún método anticonceptivo, refuerza la posición expuesta y la necesidad de abordar las causas y consecuencias de esta situación».

Para Adalvert, es casi más importante lo que el informe no dice, que los datos que arroja. Una de las críticas de esta experta es el hecho de que estos datos estadísticos son en muchas ocasiones irrelevantes. Les falta detalle en algunos aspectos y en otros no aporta información válida para sacar conclusiones o conocer más en detalle los problemas.

«Recogidos de esta forma no son muy útiles. Debemos pensar que tal vez hay que recoger otro tipo de datos que sirvan para marcar líneas estratégicas de actuación, que encuentren y solucionen problemas. En una década no se ha realizado ningún seguimiento ni evaluación de los datos sobre aborto en nuestro país. Sólo recoger datos estadísticos, que en muchos apartados les falta detalle», se queja Adalvert.

Una de las grandes lagunas que presentan los informes que año tras año recopila el Ministerio de Sanidad, es para esta experta el hecho de que hay datos que no están. «Nos preocupan las mujeres que necesitan abortos a partir de la semana 22 de embarazo. Aquí los datos son opacos. Sólo salen en las estadísticas 178 caso y sabemos por experiencia que están invisibilizados. La estadística sólo refleja los que efectivamente abortaron, peor no los casos que fueron rechazados, ni cuantas mujeres en esta situación tienen que viajar a otro país a realizarse un aborto porque el comité clínico te que las tiene que autorizar las deniega».

Esta experta reclama más transparencia en este área, en el que no se respeta el espíritu de la ley para que prevalezca la voluntad de la mujer. Además denuncia oscurantismo en relación al funcionamiento, composición y forma de actuar de estos comités clínicos.

Todas las experta consultadas destacan que se precisa más formación del personal médico en técnicas de interrupción del embarazo. Desde ACAI comparten «la creciente preocupación por la continua disminución de profesionales que, conociendo todos los métodos de IVE, realizan esta práctica sanitaria reconocida por el Sistema Nacional de Salud y financiada por este».

Adalvert destaca que no existe relevo generacional entre el personal médico que conoce las técnicas para la interrupción del embarazo. «La ley dice que tienen que formarse en las carreras. Pero en toda la red sanitaria pública apenas tenemos profesionales que las conozcan y éstos están casi todos en la privada. Esto es serio. Existe una disyuntiva entre el método farmacológico para abortar y el quirúrgico. Y parece que el primero se va a ofrecer con más frecuencia en el Servicio Público de Salud porque es más barato y requiere menos formación y esto no va a cubrir las necesidades de las mujeres. Es preciso quitarle el estigma. Porque no todos los médicos objetan por motivos morales. Muchos lo hacen por el desprestigio que el aborto tiene en la clase médica.

Para todas las consultadas, la única forma de hacer descender los abortos pasas por dos grandes acciones: impulsar la educación afectivo-sexual en todas las etapas de la educación y hacer accesibles los métodos anticonceptivos, así como la conocida como píldora del día después.

Fuente: https://www.publico.es/sociedad/incremento-abortos-pone-evidencia-necesidad-educacion-sexual-mejor-acceso-anticonceptivos.html

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Doscientos millones de mujeres no pueden evitar el embarazo porque no tienen acceso a los anticonceptivos

AFRICA/KENIA/ONUNOTICIAS

Desde hoy los mandatarios internacionales se reúnen en Nairobi, Kenya, para celebrar el 25 aniversario de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo  que tuvo lugar en El Cairo y donde los líderes mundiales se comprometieron a priorizar, entre otros, los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres y niñas.

Pese a los destacados avances logrados durante los últimos 25 años para empoderar a mujeres y niñas, gracias a la aplicación del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, el mundo continúa siendo un lugar difícil y peligroso para cientos de millones de ellas.

Esta fue la advertencia que hizo este martes en la Cumbre de Nairobi, la capital de Kenya, la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, durante su intervención en la ceremonia de conmemoración por el vigésimo quinto aniversario de la aprobación de ese acuerdo logrado en la ciudad egipcia de El Cairo.

Justamente ante esos millones de personas que se quedan rezagadas señaló la necesidad de acelerar urgentemente el ritmo de aplicación del Programa de Acción y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

“Esto es esencial a medida que entramos en la Década de Acción para cumplir con los Objetivos”, remarcó.

Cuando ser mujer es una tragedia

Mohammed recordó que a diario la vida representa una tragedia para las mujeres que fallecen dando a luz, para las niñas que se ven obligadas a casarse, para las que sufren mutilación genital y para las casi una de cada cinco mujeres que anualmente sufren agresiones o fallecen a manos de su pareja o familiares.

“Es una burla que cinco millones de mujeres embarazadas desplazadas por conflictos o desastres necesiten atención médica, y que 232 millones de mujeres no puedan evitar el embarazo porque no tienen acceso a los anticonceptivos que necesitan y a los que tienen derecho”, destacó.

En su opinión la Cumbre representa “una oportunidad única” para mejorar la actual situación de las mujeres y las niñas, junto a sus familias y comunidades, y poder “crear un mundo mejor con derechos y oportunidades para todos”.

“Necesitamos movilizar urgentemente el empuje político y financiero para promover el programa de la Conferencia, en particular en lo que respecta al aprovechamiento del dividendo demográfico, la reducción de la mortalidad maternoinfantil prevenible y la demanda no cubierta de planificación familiar, y la eliminación de la violencia y las prácticas nocivas contra las mujeres y las niñas”.

El rol del UNFPA

Acto seguido, destacó el “papel decisivo” ejercido por el Fondo de Población de la ONU (UNFPA) ampliando el acceso a la atención de la salud sexual y reproductiva; en la prevención y respuesta a la violencia de género; en la lucha contra la mutilación genital femenina y el matrimonio precoz; y en el empoderamiento de las jóvenes.

Pero el trabajo del organismo no es suficiente y Mohammed señaló que es necesario el apoyo y la acción coordinada de todo el sistema de desarrollo de las Naciones Unidas para cumplir los objetivos del programa de acción de la Conferencia.

Del 12 al 14 de noviembre, los Gobiernos de Kenya y Dinamarca y el UNFPA celebran conjuntamente la Cumbre de Nairobi sobre el 25 aniversario de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo.

El encuentro de alto nivel sirve para activar la voluntad política y los compromisos financieros que se precisan con carácter de urgencia para a aplicar de manera satisfactoria y plena el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo

Compromisos de la Organización

Posteriormente, Mohammed declaró su apoyo firme e inquebrantable al Programa de Acción e indicó que el Sistema de la ONU se compromete a:

  • Defender los derechos humanos de todas las personas, incluido su derecho a la salud sexual y reproductiva, y acelerar todos los esfuerzos en apoyo a la igualdad entre géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, haciendo hincapié en los más vulnerables y desfavorecidos, garantizando que nadie se quede atrás
  • Intensificar los esfuerzos de todo el sistema para eliminar todas las tasas de mortalidad y morbilidad maternoinfantil prevenibles, erradicar la violencia por motivos de género contra las mujeres, las niñas y los jóvenes, y eliminar la carencia de servicios de planificación familiar que restringe los derechos y el bienestar de millones de mujeres y jóvenes y limita sus posibilidades
  • Apoyar las inversiones en las aptitudes de los adolescentes y crear las condiciones necesarias para que puedan desarrollar su potencial garantizando el acceso a una educación de calidad y a aptitudes apropiadas en todos los niveles.
  • Respaldar a los Gobiernos nacionales en la aplicación plena y acelerada del programa de la Conferencia, en concordancia con la aplicación nacional de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprovechando las sinergias en todo el sistema de las Naciones Unidas.
  • Garantizar que nadie se quede atrás, alcanzando en primer lugar a los más rezagados, mediante la producción y difusión de datos desglosados, a fin de apoyar a los Gobiernos nacionales en la elaboración de políticas, estrategias y programas orientados al cumplimiento del Programa de Acción, como una contribución fundamental a la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible

Fuente: https://news.un.org/es/story/2019/11/1465291

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Los jóvenes argentinos reclaman más educación sexual

Por: Tiziana Trotta.

Cada día nacen en Argentina unos 250 niños de madres menores de 20 años. Siete de cada diez embarazos no son planeados. Los adolescentes piden mejor acceso a anticonceptivos y hablar de sexualidad de manera más abierta

Florencia Sáez Benito recibió algo de educación sexual en el colegio católico que frecuentó en Buenos Aires, pero no toda la que le hubiera gustado, admite. Los profesores le explicaron cómo poner un condón, le mencionaron la existencia de un par de métodos anticonceptivos, hablaron de menstruación solo con las alumnas y de masturbación solo con los chicos.

Sus padres tampoco se mostraron muy abiertos sobre el tema, revela esta estudiante de derecho de 24 años. “Cuando te presentan un tema rodeado de secretismo, sientes vergüenza y te limitas a la hora de preguntar. Es un círculo”, dice. No le quedó más remedio que buscar por su cuenta información en internet y en los libros. “Pero otros no buscan. Los embarazos tempranos son algo muy frecuente, incluso en mi entorno, en una escuela de clase medio-alta”.

En 2017, el 13% (alrededor de 94.000 sobre un total de más de 704.000) de los nacidos vivos en Argentina vinieron al mundo de mujeres menores de 20 años, según los últimos datos de la Dirección de estadísticas e información de salud(DEIS). Pese a un leve descenso en los últimos años, el promedio es aún elevado: 258 por día. Aunque la mayoría de las madres tuvieran entre 15 y 19 años, cerca de 2.500 bebés nacieron de menores de 15 años. Entre las menores de 14 años, los nacimientos fueron 506. Fue la única franja de edad en presentar un ligero incremento en valores absolutos (en 2016, fueron 468). Siete de cada diez embarazos adolescentes no son planeados.

Sáez Benito lleva unos meses en la Red nacional de jóvenes y adolescentes para la salud sexual y reproductiva, una plataforma integrada por personas de distintas zonas del país, para ayudar a sus coetáneos a estar más informados sobre sus derechos. “Pese a que Argentina cuente con una Ley de Educación Sexual Integral muy avanzada, no se aplica y hay muchos padres y profesores que se resisten. Lo mismo ocurre con los médicos, que a veces se muestran reacios a dar información. Se sigue demonizando a la mujer que quiere disfrutar libremente de su sexualidad, pero al mismo tiempo se le achacan todas las responsabilidades de tomar precauciones, porque si se queda embarazada, es un problema suyo”.

En varias ocasiones mis amigas me han pedido que fuera a comprar preservativos por ellas, por vergüenza o por miedo a ser juzgadas

SANTIAGO RODRÍGUEZ, 19 AÑOS

La simple experiencia de comprar condones puede ser muy diferente para chicos y chicas. “En cuanto varón, cis, hetero, me sonríen. Es la típica visión impuesta por el patriarcado: si eres un hombre, eres un ganador; mientras que una mujer es una fresca”, cuenta Santiago Rodríguez, otro voluntario de la red, de 19 años. “En varias ocasiones mis amigas me han pedido que fuera a comprar preservativos por ellas, por vergüenza o por miedo a ser juzgadas”.

Rodríguez vive en Buenos Aires, donde estudia ingeniería del sonido. Él también recibió clases de educación sexual cuando cursaba la escuela secundaria, pero lamenta que fueran enfocadas meramente al aspecto biológico de la reproducción. “No se habló de consentimiento, de diversidad de género, ni de violencia…”, se queja.

Hablar de sexo en su casa nunca fue un problema, pero sabe que no todos sus coetáneos tienen la misma suerte. “Entre mis amigos, hay algunos que no han revelado a sus padres su orientación, otros están muy desinformados. Es cierto que todos tenemos acceso a internet, pero circula por ahí mucha información errónea. Y en los centros de salud a veces te miran mal o te piden que vayas acompañado de un adulto. Lo más importante para revertir esta situación es que se cumpla la Ley de Educación sexual y facilitar el acceso a métodos anticonceptivos”.

“El embarazo adolescente es uno de los grandes indicadores de inequidad. Cuanto más pobre es un lugar, más embarazos tempranos y todos los riesgos asociados: mortalidad materna, vulnerabilidad, reproducción del ciclo de pobreza, fracaso escolar”, señala Fernando Zingman, especialista de salud de Unicef Argentina. Los embarazos tempranos, según el experto, afectan la trayectoria educativa en doble sentido: por un lado, las chicas que no cursan estudios secundarios están expuestas a un mayor riesgo y, por el otro, la gestación incide en la decisión de abandonar los pupitres.

No existe un perfil único de madre adolescente, según Zingman. “Las más pobres son las más vulnerables. Las que dejan de asistir a la escuela. No es una cuestión vinculada con convicciones culturales o ancestrales. Se trata más bien de falta de acceso a recursos de salud”, dice. “También existe asimetría de poder en las relaciones entre chicos y chicas, sobre todo entre las menores de 15 años, por falta de información o porque no accedieron a educación sexual integral. Estas circunstancias se dan especialmente en parejas con mucha diferencia de edad”. Sin embargo, el especialista en salud reconoce que en los últimos años se ha avanzado en facilitar el acceso a métodos anticonceptivos y han caído algunos tabúes a la hora de hablar de sexualidad juvenil, con el apoyo de iniciativas lanzadas desde el Gobierno.

En 2017, los Ministerios de Salud, Educación y Desarrollo Social pusieron en marcha el Plan nacional de prevención del embarazo no intencional en la adolescencia (Plan ENIA) en 12 provincias de las 24 que componen el país. Entre otros objetivos, el programa se plantea hacer efectiva la implementación de la educación sexual integral en las escuelas; facilitar información sobre métodos anticonceptivos; detectar posibles abusos sexuales; así como ofrecer asesoramiento en los servicios de salud y en las escuelas secundarias.

“Las metas son muy ambiciosas, pero hemos tenido una muy buena respuesta”, según Gabriel Castelli, de la Secretaría nacional de niñez, adolescencia y familia. Unos 39.000 chicos y chicas, estima, ya han pasado por las asesorías organizadas en las escuelas. “El desafío que tenemos por delante es que todo este esfuerzo se plasme en una política pública. En la práctica, el Plan se hace realidad solo cuando la provincia lo asume como propio. No se trata solo de poner una firma para poner en marcha el programa, sino que estamos hablando de decisiones concretas y de destinar fondos”, continúa. “Pase lo que pase en las próximas elecciones presidenciales —que se celebrarán a finales de este año—, espero que se mantenga el Plan. Habrá que ver si con la crisis económica se dará seguimiento a las actividades de formación y sensibilización”.

Derribando mitos

“Desde hace años trabajamos en programas de prevención de embarazos no intencionales. Pero para hacerlo hay que desmitificar algunas ideas. Tener un hijo en la adolescencia es un compromiso que limita de manera real las posibilidades de un adolescente”, sostiene Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM). “Nos preocupan en especial los embarazos no planificados entre menores de 15 años, porque las chicas de esta edad no deciden. Tienen relaciones porque son manipuladas y abusadas, no tienen capacidad de consentimiento”.

La médica asegura que ha habido avances en los últimos años, pero aún existen numerosos obstáculos. Uno de ellos es la resistencia por parte de personales médicos en promover anticonceptivos como implantes y DIU a adolescentes o a practicar el aborto en casos de violación. La experta denuncia también el incumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral en las escuelas en algunas provincias del país.

El reciente debate sobre el aborto ha vuelto a traer encima de la mesa el tema de la formación. “Todos coinciden en la importancia de la educación sexual integral, pero no estamos hablando de lo mismo. Algunos la idealizan y hay movimientos en contra como Con mis hijos no te metas que arremeten en toda la región. Este ruido no tiene la capacidad de frenar los avances. La mayoría de personas reclama su derecho a informarse”.

LA SEGUNDA REGIÓN EN EL MUNDO POR EMBARAZOS ADOLESCENTES

La tasa de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe se mantiene como la segunda más alta del mundo, superada únicamente por la de África subsahariana. Aunque el índice de fecundidad general de las mujeres de la región ha bajado en las últimas décadas, los embarazos de aquellas entre 15 y 19 años han ido en aumento, así como entre menores de 15 años. En total, dos millones de niños nacen de madres adolescentes en América Latina y el Caribe, el 15% de todos los embarazos registrados.

“Las cifras ocultan las desigualdades”, explica desde Panamá Alejandra Trossero, especialista regional en adolescentes y VIH/Sida para América Latina y el Caribe de Unicef. “Hay que derribar las barreras de acceso a la sanidad, mejorar la prevención de los embarazos no deseados y conseguir que las madres adolescentes no abandonen los estudios”.

Uno de los puntos cruciales que abordar es, según la experta, el de las uniones tempranas. “A veces reflejan el deseo de ser autónomas y una salida del contexto en el que están sumidas. Además de fomentar la educación, sobre todo de las niñas en las zonas marginales, se necesitan sistemas legales que limiten estos matrimonios. Estos cambios necesitan tiempo para cambiar normas sociales y culturales muy instaladas. Hay que desmitificar, por ejemplo, que las uniones tempranas pueden traer beneficios a las familias.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/06/14/planeta_futuro/1560526690_223039.html

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Canadá: Prueba G-7 recursos para educación de niñas pobres

América del Norte/Canadá/12.06.18/Fuente: sipse.com

Los países más desarrollados del mundo ofrecieron 2 mil 600 millones de dólares.

Agencia
LA MALBAIE.- Los países del G-7 aprobaron el sábado una partida de 2 mil 600 millones de dólares (unos 2 mil 200 millones de euros) en un plazo de tres años para facilitar el acceso a la educación de las niñas más pobres en regiones en conflicto.

De acuerdo con vanguardia.com, los países del Grupo de los Siete, países más desarrollados del mundo, que integra a Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, superaron así la petición inicial del anfitrión canadiense y organizaciones humanitarias, que habían pedido mil 300 millones de dólares.

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Se estima que con ese dinero se podrá ayudar a más de siete millones de niñas a ir a la escuela. Los fondos irán en ayuda de las organizaciones que trabajan en facilitar el acceso de las niñas a la educación en países pobres y en crisis.

La probabilidad de que una situación de inseguridad obligue a una niña a abandonar la escuela es 2.5 veces mayor que en el caso de un niño, explica Michael Messenger, de la organización World Vision en Canadá.

Se calcula que 75 millones de niños en 35 regiones en crisis no pueden ir actualmente a la escuela.

También la organización Oxfam saludó la iniciativa. «Es determinante que los medios anunciados sean fondos nuevos y que no se quiten de otros lugares», dijo el portavoz Jörn Kalinski. Las organizaciones coincidieron también en que para que las niñas y jóvenes puedan beneficiarse realmente de esas ayudas, será necesario también acabar con las tasas a la escolarización. «En caso de duda las familias pobres prefieren enviar a su hijo antes que a su hija» a la escuela, asegura el experto.

Las ayudas deben ser también completadas con una mejora de la salud sexual y reproductiva y el acceso a anticonceptivos, puesto que los embarazos tempranos y los matrimonios frustrados son otras causas que alejan a las niñas y jóvenes del colegio.

Fuente de la noticia: https://sipse.com/mundo/g7-paises-desarrolados-recursos-educacion-ninas-pobres-zonas-conflicto-mundo-299712.html

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