Argentina/28 de Agosto de 2017/La Capital
Advierten sobre el avance de las empresas de agroquímicos y mineras en los contenidos educativos.
as empresas de agroquímicos y las corporaciones mineras también definen qué se enseña y aprende en materia de educación ambiental en las escuelas argentinas. El hecho es advertido con preocupación por educadoras del Taller Ecologista, una ONG que hace más de 30 años trabaja en defensa del ambiente.
A fines de marzo pasado, se firmó un compromiso sobre educación ambiental entre el Consejo Federal de Educación (organismo que reúne a todos los ministros del área del país) y el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema). Si bien es un acuerdo de voluntades, que contempla principios básicos, deja abierta la puerta para que los intereses de las transnacionales mineras y agrícolas incidan en los contenidos escolares. «Es que hay dos formas de entender la educación ambiental: una es cuestionando en forma radical el modelo de desarrollo que sostiene que estamos en una crisis civilizatoria y otro pensando que los conflictos ambientales son consecuencia de un modelo de desarrollo que con tecnología lo podemos solucionar», dicen las profesoras Claudia Costinovsky, Nora Schiaffino y Evangelina Corradi del Taller Ecologista, adhiriendo a la primera visión que responde a un enfoque latinoamericanista.
Así planteado este acuerdo, tan amplio sin precisiones con una visión maquillada, deja en manos de las empresas —señalan las docentes— la capacitación docente y los contenidos de enseñanza de la educación ambiental. Es decir, empresas productoras de agroquímicos como Monsanto, Bayer o Basf tienen voz autorizada para incidir en lo que aprenden los chicos. De hecho recuerdan que desde hace varios años funciona en varias provincias del país el Aula Aapresid (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa). «Lo bueno es que esta iniciativa no entra en Santa Fe ya que la provincia adhiere al modelo de producción agroecológica», destacan las docentes al tiempo que dicen que «igual hay estar atentos porque si antes las empresas se metían sin permiso, ahora tendrían pleno aval desde estos acuerdos».
Acuerdos preocupantes
La desconfianza de las docentes del Taller Ecologista tiene sus fundamentos. El 2 de julio pasado un informe del diario Tiempo Argentino («Vía libre para que las mineras y agroquímicas generen contenidos educativos») alertaba sobre el acuerdo firmado entre el ex ministro Esteban Bullrich y el titular de la cartera de Agroindustria, Ricardo Buryaile, «para fortalecer la educación agraria», incluyendo en ese compromiso a más de 45 empresas de agronegocios y entidades del sector para que sean «fuente de capacitación» para escuelas rurales. También se observa sobre el acuerdo del presidente Mauricio Macri con 14 gobernadores sobre el nuevo Acuerdo Federal Minero. El punto 3 del acuerdo, titulado «Aspectos educativos y formativos», fue elaborado entre la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (Caem) y los ministerios de Educación y Energía (a cargo de Juan José Aranguren). Tal como indica Tiempo Argentino: «Explica que «con el objetivo de que la comunidad educativa reciba conocimientos sobre la actividad minera y estos tengan fundamento científico —lo que contribuirá a una mejor y certera información de la sociedad—, las Partes se comprometen a llevar adelante acciones con los Ministerios de Educación Nacional y Provinciales para lograr la incorporación, dentro de la currícula de los niveles primario y secundario, de contenidos sobre: a) la constitución geológica del territorio nacional y provincial; b) los productos mineros que se generan en el país y en las provincias, su utilización en la vida cotidiana; c) la importancia del sector minero en la economía nacional y regional; y d) la regulación ambiental de la actividad minera».»
Rol docente
Las integrantes del Taller Ecologista sostienen que no hay que quedarse solo en la denuncia de estos convenios donde las corporaciones mineras y de los agroquímicos avanzan sobre los contenidos escolares, sino que se puede hacer más. «Las decisiones sobre la currícula las tiene el docente y les compete al colectivo institucional. Es una barbaridad que a las decisiones curriculares las tome el mercado», opina Claudia Costinovsky como integrante del Taller Ecologista y profesora de teoría del currículo en la formación docente.
Junto a sus colegas considera que hay que alentar al docente en su rol de constructor de contenidos. Invitando también a comprometerse, a relevar las problemáticas de cada contexto. «Realidades que los docentes conocen muy bien, porque —citan como ejemplo— han fumigado alrededor de las escuelas con los chicos en los recreos».
Materiales y acompañamiento
Desde el área de Ecoeducación del Taller Ecologista, ofrecen a los docentes acercarse a este espacio, en el que se ofrece acompañamiento al trabajo educativo. El espacio funciona todos los viernes de 17 a 19, en San Martín 536 4to. piso oficina 5. «Nos juntamos con los docentes, hablamos sobre libros, materiales de apoyo en torno a la educación ambiental», explican. También se puede consultar en www.tallerecologista.org.a
Fuente: http://www.lacapital.com.ar/educacion/un-alerta-la-educacion-ambiental-n1458443.html