Puerto Rico: Estudiantes del sistema público toman Prueba de Admisión Universitaria

Centro América/Puerto Rico/25 Octubre 2019/

Cerca de 22 mil alumnos de grado 12 matriculados en escuelas del Departamento de Educación (DE) tomaron hoy, jueves, la Prueba de Admisión Universitaria (PAA) gratis, anunció el secretario de Educación, el doctor Eligio Hernández Pérez.

La prueba gratuita, precisó el funcionario, se da por séptimo año consecutivo en cumplimiento con la Ley de Igualdad de Oportunidades y Acceso a la Educación Superior. Este año, más de 43 mil alumnos del sistema público, así como los participantes del Proyecto Casas y Youth Challenge, serán impactados con este esfuerzo. En febrero, 21,500 estudiantes de grado 11 la tomarán.

“Durante toda su vida académica nuestros estudiantes se preparan para continuar sus estudios en la universidad y nosotros, con esta ayuda, hacemos viable esa posibilidad para muchos de ellos. Se trata de un ejercicio en el que el DE facilita el proceso, pues personal de las oficinas regionales educativas y de la oficina del College Board orientan a la población estudiantil de la importancia de este examen. Una vez más, logramos hacerle justicia a las comunidades escolares”, puntualizó el jefe de Educación.

“Además, no todos los padres, tutores o encargados cuentan con el dinero para costear la prueba y con esta iniciativa le aliviamos la carga económica diaria. Buscamos que cada vez más estudiantes del sistema público continúen sus estudios en la universidad”, agregó.

Por su parte, Daisy Hernández, directora de la Unidad de Assestment y Estándares Académicos de Educación, explicó que la administración de la PAA se hizo durante COMUNICADO DE PRENSA el horario escolar para no afectar el tiempo lectivo. La funcionaria informó que la prueba transcurrió de manera normal por el apoyo de la facultad en cada escuela participante.

“La administración de la prueba fluyó de manera prevista gracias a la labor y al compromiso demostrado por todo el personal de la comunidad educativa que apoyó el esfuerzo del Departamento de Educación”, expresó Hernández, directora de la división a cargo de este proyecto.

El Departamento de Educación, mediante el citado estatuto, costea todos los gastos de administración de la PAA ascendentes a $2.5 millones.

Fuente: https://www.elvocero.com/educacion/estudiantes-del-sistema-p-blico-toman-prueba-de-admisi-n/article_3e58baf0-f69f-11e9-843b-87584903d3b8.html

Imagen: https://bloximages.newyork1.vip.townnews.com/elvocero.com/content/tncms/assets/v3/editorial/7/0b/70bf84aa-f6a0-11e9-bb71-3f299fcd609c/5db20f9

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Una escuela en Afganistán donde brillan las mujeres

Redacción: Clarín

Tras la caída de los talibanes, la pasión por la educación resurge en el país.

Las chicas comenzaron a aparecer alrededor de las 7 de la mañana, convergiendo desde distintas direcciones en la pequeña escuela en la parte baja del valle.

Con sus uniformes color azul cielo y velos musulmanes blancos en la cabeza, muchas de las niñas, de 7 a 18 años de edad, ya llevaban una hora o más caminando.

Para las 7:45, estaban reunidas para la asamblea en el patio de la Escuela Rustam, en una esquina remota del distrito Yakawlang en Afganistán. Es la única escuela secundaria de la zona y tiene 330 alumnas y 146 alumnos inscritos.

La escuela carece de electricidad, calefacción, computadoras que funcionen o fotocopiadoras. Los profesores redactan a mano muchos de los materiales escolares. Una maestra dijo que tiene menos libros que estudiantes.

No hay computadoras en la Escuela Rustam, así que los alumnos aprenden en libros sobre computadoras (Jim Huylebroek para The New York Times).

No hay computadoras en la Escuela Rustam, así que los alumnos aprenden en libros sobre computadoras (Jim Huylebroek para The New York Times).

Sin embargo, 60 de los 65 graduados de la generación 2017 de Rustam fueron aceptados en las universidades públicas de Afganistán, una tasa de admisión universitaria del 92 por ciento. Dos tercios de los admitidos eran del sexo femenino.

A diferencia de la mayoría de las escuelas afganas, Rustam mezcla niños y niñas en sus salones de clases. “Los hombres y las mujeres son iguales”, dijo Mohammad Sadiq Nasiri, el director. “Tienen los mismos cerebros y los mismos cuerpos”.

“Les decimos a los niños y a las niñas que no hay diferencia entre ellos y que todos estarán juntos cuando vayan a la universidad, así que deben aprender a respetarse”, agregó.

En uno de los últimos días del semestre de primavera, Badan Joya, una de las cinco maestras entre los doce docentes de la escuela, impartía una clase de matemáticas en una de las carpas. Un pedazo de cartón pintado de negro era su pizarrón. Preguntó a sus estudiantes, casi todas niñas, cuál era su materia favorita. “Matemáticas”, dijeron.

Eso no sorprende en Rustam; el 40 por ciento de las preguntas en los exámenes de admisión a la universidad son de matemáticas. Y las niñas dominan la materia.

La mejor estudiante en la clase de matemática del último año de secundaria es Shahrbano Hakimi, de 17 años. Hakimi también es la mejor estudiante en su clase de informática, donde, en un día reciente, las chicas estudiaban el sistema operativo Windows, en libros. Sólo uno de los estudiantes tenía una computadora en casa.

“Lo que más deseo en el mundo es una computadora portátil”, comentó Hakimi.

Cuando el talibán gobernaba Afganistán, la educación para las niñas quedó prohibida y las mujeres quedaron principalmente confinadas a sus casas, particularmente en las áreas rurales.

La pasión local por la educación es una reacción a esa era, dijeron las maestras. Joya, de 28 años, no comenzó a estudiar sino hasta después de la caída del talibán cuando tenía 11 años; no sabía leer ni escribir.

“Tuve que comenzar de cero”, dijo. “Les contamos sobre el talibán y lo que nos hizo, y les decimos: ‘ahora tienen una oportunidad; deben aprovecharla’. Nos escuchan. También lo oyen en casa de voz de sus madres y tías”.

Las niñas en Rustam están altamente motivadas. “Honestamente, las chicas son mejores que los niños; son más serias”, dijo Nasiri. “Estos chicos saben que no puedes esclavizar a alguien que ha recibido educación”.

Amina, que usa sólo un nombre, es la mejor estudiante de toda la escuela. Es afortunada, dijo, porque su padre también estudió, aunque su madre es analfabeta.

Será la primera de ocho hermanos en terminar la secundaria. Espera ir a la Academia Mawoud, en Kabul, una escuela universitaria inicial y espera estudiar Medicina.

Hakimi también sueña con convertirse en doctora, en parte porque su madre sufre problemas de la vista, y su padre casi está sordo a sus 65 años. Ambos son analfabetos.

“Yo no estudié”, dijo su padre, Ghulam Hussein. “Sólo soy un campesino. No quiero que ellos tengan la misma vida”. De sus 11 hijos, un hijo y dos hijas ya llegaron a la universidad.

“Estoy muy orgullosa de ellos”, dijo Zenat, la madre de Hakimi.

Su familia también es un ejemplo de por qué hay menos varones en la escuela. Su hijo Ali, de 9 años, se queda en casa para ayudar a sus padres, mientras que su hijo Reza, de 12, labora en los campos. Sin embargo, todas las hijas están en la escuela.

Además de dirigir Rustam durante los últimos seis años, Nasiri mantiene con su sueldo de menos de 200 dólares al mes a cuatro hijas y dos hijos con su esposa Roya, de 45 años. Contrajeron matrimonio en la época del talibán; él le enseñó a su esposa a leer y escribir.

“Hablamos de ello y decidimos que ella debería ir a la escuela”, dijo. “A los niños les va mejor cuando su madre ha estudiado”, dijo.

Fuente: https://www.clarin.com/new-york-times-international-weekly/escuela-afganistan-brillan-mujeres_0_bM21n4ytGo.html

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