Logros del gobierno en Educación no incluyen acciones para subsanar rezago educativo
El Gobierno ha destacado como logros en materia educativa la distribución de alimentos, valija didáctica y remozamiento de escuelas
El próximo 15 de febrero comenzará el ciclo escolar 2023 y será de forma presencial. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)
El próximo 14 de enero el presidente de la república Alejandro Giammattei presentará su tercer informe de gobierno, en el cual se espera que detalle los logros alcanzados en materia educativa entre los que ha destacado con antelación la alimentación escolar, el remozamiento de más de 2 mil 900 centros educativos, la valija didáctica, las escuelas técnicas de campo, útiles escolares, entre otros.
La ministra de Educación, Claudia Ruiz a finales de 2022 sostuvo una reunión con el Mandatario aseguró que la cartera está preparada para recibir a todos los niños de vuelta a clases presenciales que se tienen previsto para el 15 de febrero y para ello cuenta con más de 5 mil centros educativos que fueron remozados el año pasado y para el primer cuatrimestre de 2023 se tiene un promedio de 3 mil 800 centros más.
Sin embargo, en dicho encuentro no se abordó sobre la implementación de programas que permitan reponer el aprendizaje y para este 2023 se enfoca en la distribución de alimentos y remozamiento de escuelas, algunos expertos en educación consideran que lo recalcado por las autoridades no está relacionado al aprendizaje y no contemplan como afrontarán el rezago en la educación primaria, secundaria y de diversificado.
Ruiz calificó como logros significativos el seguro médico, la entrega de útiles escolares, valija didáctica, escuelas técnicas de campo, entornos virtuales de aprendizaje, alianzas estratégicas y la entrega de 2.6 millones de raciones con una inversión de Q2.8 millardos.
Fuente de la Información: https://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/logros-del-gobierno-en-educacion-no-incluyen-acciones-para-subsanar-rezago-educativo/
América del Sur/Uruguay/06-08-2021/Autor:Enzo Ferrari/Fuente: www.republica.com.uy
Desde la Escuela de Nutrición de la Udelar se emitió un comunicado en donde se explica que «comer saludablemente cuesta una cinco veces más que una comida rica en grasa» en relación a lo acontecido por la alimentación en las escuelas.
Desde el Observatorio del Derecho a la alimentación de la Escuela de Nutrición de la Udelar se expresó que «la obesidad es «multicausal». En referencia a loa acontecido por la alimentación en las escuelas.
En la misiva se sostiene que «la obesidad como otros problemas que están presentes en nuestra sociedad como la pobreza como la violencia es multicausal».
Posteriormente en la misiva se agrega que «no solo se trata de un problema de decisiones y voluntades individuales»
Más adentrado en el comunicado añade que «una factor principal del problema a de la malnutrición, y en especial en países en desarrollo es el aumento de la brecha social».
Ante esta situación «los mas favorecidos restringen el acceso a los alimentos más saludables, en especial a partir de la pandemia del Covid-19».
La Escuela de Nutrición sobre «comer saludablemente»
En el comunicado se esgrime que «comer saludablemente cuesta una cinco veces más que una comida rica en grasa, calorías y azúcar».
«La obesidad es un problema complejo y estructural y se encuentra vinculado a aun ambiente obesogénico que promueve una alimentación no saludable y una vida más sedentaria».
Agrega que «avanzar es mejorar los entornos alimentarios en donde los niños y las niñas nacen, crecen y se desollarán debería ser la meta sobre las que se solventen las decisiones en materia de política alimentaria».
El camino debería estar centrado en mejorar el acceso a alimentos saludables en términos de disponibilidad y precios» Expresa el comunicado.
Fuente e Imagen: https://www.republica.com.uy/escuela-de-nutricion-de-la-udelar-emite-comunicado-por-situacion-de-la-alimentacion-escolar-id1377/
La Secretaría de Educación informó que hasta el momento se han redimido más de dos millones de bonos y se han entregado cerca de 64 mil canastas de alimentos.
El próximo 13 de julio, cuando se acaban las vacaciones en los colegios oficiales de Bogotá, se reanudará la entrega de bonos alimentarios a cientos de estudiantes que se benefician de ellos.
De acuerdo con la Secretaría de Educación, en los primeros días de este mes se agendaron solicitudes de padres y acudientes de estudiantes que están inscritos para recibir bonos, pero que tienen algunos pendientes desde meses anteriores por no redimirlos.
La entidad distrital aseguró que a la fecha se han redimido 2.067.708 bonos y entregado 63.032 canastas de alimentos para estudiantes de colegios rurales. Igualmente, se han inscrito 738.547 para recibir este apoyo.
De otra parte, Carlos Reverón, subsecretario de acceso y permanencia de la Secretaría de Educación, indicó que, «sumado al impacto en términos de la nutrición de niños y niñas, hicimos una encuesta y cerca del 97 % de los padres y acudientes calificaron como ‘buena‘ o ‘muy buena‘ la estrategia del bono de alimentación escolar. Del mismo modo, califican como ‘muy bien‘ la forma en que la Secretaría realizó el proceso de inscripción o la comunicación, incluso con puntajes de 4,5 sobre 5,0″.
La entidad también pidió a los padres de familia tener en cuenta el procedimiento para acceder y reclamar los bonos:
1. Si ya había adelantado la solicitud de apoyo de alimentación escolar antes de julio, no es necesario que haga la inscripción nuevamente.
2. Solo debe esperar el mensaje de texto al celular registrado en donde le determinarán la fecha y hora en la que debe acercarse al supermercado o almacén asignado para el cambio del bono.
Por ahora, el regreso de las clases presenciales en los colegios públicos es incierta, pues tanto funcionarios de la Secretaría de Educación como del Ministerio de Educación han sido claros en decir que todo tiene que ver con el comportamiento de la curva epidemiológica de la covid-19; sin embargo, no se descarta una modalidad mixta, es decir, clases presenciales y continuar con las virtuales.
Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/reanudan-la-entrega-de-bonos-alimentarios-en-colegios-oficiales-de-bogota/684787
América del sur/Argentina/04 Junio 2020/elpais.com
La suspensión de clases presenciales en Argentina obligó a diseñar estrategias inmediatas para hacer llegar a las casas los alimentos que las escuelas daban a diario a los alumnos que no tienen qué comer
Hace más de 70 días se suspendieron las clases presenciales en las escuelas argentinas por la covid-19. Para muchos niños y niñas, el cierre no solo impacta en su educación y sociabilización, sino también en el acceso a una comida saludable. Las viandas escolares son esenciales para muchas familias en situación de vulnerabilidad.
La norma que suspendió las clases estableció la continuidad de la provisión de viandas para quienes dependen de la escuela para alimentarse. En la ciudad de Buenos Aires, donde la cuarentena sigue de manera más estricta, el Gobierno está ofreciendo 420.000 canastas escolares en más de 1.340 centros educativos, los cuales abren sus puertas para entregar los alimentos. De todas formas, la coordinación logística de las entregas se ha encontrado con muchos obstáculos.
El 20 marzo, el día que comenzó el aislamiento social obligatorio, Gisela Quintana, una vecina de 35 años de la Villa 31, tuvo que ir hasta el colegio de sus hijas, de nueve y tres años, para retirar las viandas para transportarlas a su casa. Para llegar hasta allá tenía que tomar un colectivo y caminar varias cuadras. De por sí, era complicado salir del barrio porque las fuerzas de seguridad no lo permitían sin un salvoconducto. Además, debía exponer su salud en el transporte público.
“Fui dos veces a la escuela Indira Gandhi a retirar las viandas. Como a muchas familias se les complicaba llegar hasta ahí, con un grupito de madres esperábamos hasta la tarde y traíamos al barrio lo que sobraba para repartirlos con otros chicos que asisten al centro. Si no, se tiraba”, cuenta Quintana.
La presidenta de la cooperadora de la escuela Indira Gandhi, Paola Rocha Matto, también es vecina de la Villa 31 y ella insistió mucho para que las entregas se pudieran realizar en el barrio. Ella reconoce que era complicado para los chicos ir a buscarlas. Allí, asisten 184 alumnos de la Villa 31.
“El primer lunes que se decretó la cuarentena, fui a la escuela y la directora me mostró la olla de guiso que se tuvo que tirar porque muchas familias no pudieron llegar. Después se entregaron sandwiches y si no los venían a recoger antes de las 14, había que tirarlos a la basura. Algunas veces pudimos coordinar con un colectivo que se desvió del recorrido y nos acercó las viandas al barrio. Yo esperé al chofer para recibirlas y avisé a las familias por Whatsapp para realizar la entrega. Se hizo de manera improvisada e informal”, dice Rocha Matto.
Las primeras comidas que se ofrecieron consistían en un sándwich, una fruta y una barrita de cereal. A partir del 1 de abril, el Gobierno cambió la metodología y comenzó a ofrecer bolsones de alimentos para 15 días. Ahora, las canastas contienen productos para el desayuno, almuerzo y refrigerio. Se entregan para que las familias puedan cocinarlos en sus hogares. Las diputadas Myriam Bregman y Alejandrina Barry, del Frente de Izquierda, familias y docentes denunciaron que los bolsones no alcanzaban y no eran saludables.
“Ahora estamos peleando justamente para que el contenido mejore en cantidad (que consideramos es insuficiente), variedad (para que haya más equilibrio entre los seis grupos de alimentos) y calidad (ya que no cumple con los valores nutricionales de la ley de alimentación saludable)”, dice Eric Soñis, abogado del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CEPRODH).
Para el desayuno y el refrigerio se ofrece prácticamente lo mismo: dos litros de leche, cinco saquitos de té y cinco de mate cocido, cinco frutas, cinco envases individuales de galletitas y cinco barras de cereales. Para 15 almuerzos, se brinda un paquete de arroz, uno de fideos, uno de azúcar y uno de queso rallado. También, una caja de puré de tomate, una botella de aceite, una bolsa de lentejas, una lata de arvejas y pescado en conserva. Las verduras: zanahoria, calabaza y cebolla. De postre, una caja de flan o gelatina y cinco unidades de frutas.
Como quedó en evidencia la dificultad de las familias para llegar a las escuelas, que estaban lejos de los barrios, tuvieron que acercar los bolsones hacia ellas. Pero así y todo, la desorganización permaneció. “Yo estoy embarazada, a una semana de tener familia, y me daban puntos de retiro distintos para cada una de mis hijas. Me recorrí la villa de punta a punta para buscar los bolsones”, dice Gisela Quintana. La Villa 31 es uno de los principales asentamientos informales de la Ciudad. Ahí viven más de 40.000 personas.
Además de las canastas escolares, Quintana asiste a un comedor barrial. Asegura que no le alcanzan los productos que le entregan. Ella es mamá soltera y por el momento no está trabajando. En cinco de cada 10 hogares de villas y asentamientos se dejó de comprar algún alimento por no tener dinero, según una información que denunció Unicef. En el 17% de los hogares algún miembro de la familia acudió a algún comedor comunitario a retirar viandas o alimentos. La última vez que Quintana fue a retirar los bolsones había mucha gente. Cuenta: “Tuve que hacer dos filas. La gente no cumplía el distanciamiento social. Estaban todos amontonados. Algunos con el barbijo y otros no”.
En este momento, uno de cada tres casos confirmados del nuevo coronavirus en Buenos Aires se registra en villas y asentamientos. El Gobierno porteño confirmó más de mil casos de covid-19 en los barrios vulnerables de la Ciudad. Los más afectados son: Barrio 31 con y Barrio Padre Ricciardelli (1-11-14).
Romina Pérez (nombre ficticio por pedido de la entrevistada) también tuvo problemas para retirar las viandas escolares de sus hijos de once y cinco años. La mujer de 35 años había retirado los alimentos de los niños en la Escuela María Elena Walsh, cercana a su domicilio en la Villa 31. Recientemente, se acercó para retirar nuevos bolsones y el personal del colegio le avisó que a ella le habían cambiado el punto de retiro. Le dijeron que debía consultar en otro centro que se encuentra fuera del barrio.
A ella le resulta imposible salir del distrito para ir a retirar las viandas. Explica que este se encuentra cercado debido a las medidas de emergencia dispuestas por la cuarentena y que además no cuenta con ninguna persona que pudiera quedarse al cuidado de sus hijos mientras ella sale de su casa. A todo esto, agrega que ha sido víctima de violencia de género y que cuenta con una medida de restricción vigente y con botón anti pánico. En lo que se refiere a sus ingresos, dice que en épocas normales se desempeña en una cooperativa y que cobra una suma mensual aproximada de 6.000 pesos argentinos, unos 82 euros. Pero en este contexto, solo percibió la Asignación Universal por Hijo, la transferencia del estado para menores de 18 años en situación económica vulnerable. El monto de la asignación es de 3.100 pesos (42.5 euros)
Mariana García (nombre ficticio) vive en la Villa 31 bis y tiene ocho años. Su madre solicitó una vacante escolar en tercer grado de educación primaria y la pandemia la encontró en lista de espera. Como Mariana no obtuvo su vacante no pudo ser considerada para solicitar una beca alimentaria. En los casos como el de Mariana, los chicos no solo no acceden a las viandas, sino que tampoco tienen clases a distancia.
Mientras en muchos barrios vulnerables, tras muchos obstáculos y trabas logísticas, se logró acceder a bolsones de comidas, en Saldías, un asentamiento lindero a la Villa 31, todavía no llegó ninguna entrega, a pesar de formar parte de la Comuna 2, uno de los distritos con más recursos de la Ciudad de Buenos Aires. Durante el ciclo escolar, niñas y niños de este asentamiento viajan más de dos kilómetros a pie para asistir a la escuela, pero en este contexto se les hace imposible ir hasta allí.
La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) viene acompañando el reclamo del barrio Saldías para que se cumplan sus derechos y las comidas lleguen hasta las familias y los menores de edad sin exponerlas a riesgos sanitarios. Se ordenó establecer mecanismos para facilitar el acceso a quienes viven lejos de las escuelas y para algunas familias la solución es retirar los bolsones de alimentos en otros centros educativos o instituciones públicas cercanas a sus domicilios, pero en Saldías no hay ninguna.
Ante la intimación judicial para resolver esta situación, el Gobierno de Buenos Aires propuso un punto de entrega a un kilómetro de distancia, cuyo acceso supone atravesar avenidas no urbanizadas y el cruce por un camino solo transitado por camiones hasta la Villa 31. “Con los contagios en la Villa 31, las familias no están dispuestas a movilizarse hasta allá”, comenta Francisco Rodríguez Abinal, integrante del área de Derechos Económicos Sociales y Culturales en ACIJ.
Según Carmen Ryan abogada y coordinadora del área Derechos Económicos, Sociales y Culturales de ACIJ, es importante que las entregas sean en puntos accesibles para las familias. Dice: “A veces cerca de las casas es un centro comunitario o una escuela. Pero cuando no están estas posibilidades, el Estado tiene que acercarse con una camioneta y generar un nuevo puesto de distribución”. En este sentido, Rodríguez Abinal agrega: “Hay que reconocer que las formas de entrega son deficitarias. Mejorar la logística implica brindar más posibilidades para las familias, ser más flexibles y dar más horarios para evitar la concentración de personas”.
Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/05/22/planeta_futuro/1590152244_351695.html
América Central/República Dominicana/19-04-2020/Autor y Fuente: acento.com.do
Acción Empresarial por la Educación (Educa), recomendó asumir como política general el concepto «La educación dominicana no se detiene», como forma de preservar la contención social y emocional, además de la cultural que ésta representa para los estudiantes y sus familias.
En un comunicado, la entidad reconoció los esfuerzos desplegados por el Ministerio de Educación (MINERD) para dar respuesta pedagógica y continuar con el proceso formativo de los estudiantes desde sus hogares a través de la puesta en marcha del Plan de Apoyo Educativo.
De cara a los efectos que provoca la pandemia conocida como COVID-19, sobre la oferta educativa regular y el normal cumplimiento del calendario escolar 2019-2020, Educa formuló este martes unas consideraciones entre las cuales sugirió habilitar la metodología más adecuada en función de las características de la Región, el Distrito y las condiciones de cada centro educativo, para continuar con las actividades pedagógicas a los efectos de retomar el calendario escolar luego de la Semana Santa Mayor, y hasta la finalización del mismo previsto para el 26 de junio de 2020.
“Y en este caso, sería responsabilidad de cada Equipo de Dirección y de Gestión de cada centro escolar o colegio, determinar la metodología a utilizar”, apuntó la entidad sin fines de lucro.
A su juicio, existe una diversidad importante en las características de la oferta educativa de República Dominicana, ya sea por contexto, región del país o forma de administrar, sea pública o privada, que plantea un conjunto de realidades diferentes. A su juicio, este comportamiento cuestiona la adopción de una solución única, uniforme y válida para todos.
“De ahí que en Educa entendemos que en aquellos centros educativos, que sean públicos o privados, insertos en zonas en las cuales el Gobierno dominicano autoriza a la movilidad de sus ciudadanos, se promueva el uso del concepto del aula invertida. Es decir, que los estudiantes por el período restante del año escolar asistan a los centros educativos, únicamente para recibir tareas, evaluar tareas previas asignadas y recibir la alimentación escolar, coordinando la menor presencia simultánea de estudiantes y docentes, a los efectos de guardar las distancias y las condiciones de higiene mínimas para reducir el riesgo de contagio de la enfermedad”, enfatizó.
Para aquellos centros educativos, públicos o privados, ubicados en localidades en las cuales esté impedida la circulación regular de personas, proponen que se habilite la continuidad de las tareas asignadas de forma remota, virtual o por otros.
Para la institución es necesario mantener a la población escolar activa, conectada con los contenidos de los cursos a los cuales asisten y que el tiempo de reclusión sea visto como una oportunidad para fortalecer los aprendizajes, el involucramiento de la familia con la vida escolar de sus menores, y el compromiso de docentes y especialistas de la educación como contenedores y soportes de estudiantes y familias ante la situación social delicada derivada de los efectos de esta terrible enfermedad.
“En tal virtud, en Educa recomendamos flexibilizar las calificaciones y los niveles de promoción para que ningún estudiante quede atrás. Aquellos estudiantes que presenten niveles de dificultad mayor y cuyo desempeño conduciría a la repetición escolar, se propone diseñar un plan de recuperación y aceleración a ser implementado entre el cierre formal del calendario escolar 2019-2020 y el comienzo del año escolar 2020-2021”, expuso la institución educativa.
Del mismo modo, Educa propuso postergar la aplicación de Pruebas Nacionales, evaluaciones diagnósticas y cualquier otro elemento de evaluación de la calidad de los aprendizajes en curso como consecuencia de las anomalías experimentadas en este año escolar.
La entidad empresarial recordó que según los informes especializados sobre la expansión de la mencionada enfermedad, los niños y adolescentes son principales vectores de contagio puesto que la incidencia de la COVID-19 en las edades tempranas suele ser asintomática o de efectos leve, por lo cual se debe evitar al máximo su movilidad a los efectos de contener la transmisión de la enfermedad hacia poblaciones con mayor riesgo de prevalencia.
Finalmente, Educa puso de relieve la importancia que representa para miles de familias dominicanas de bajos recursos, que sus hijos y dependientes asistan de manera frecuente a los centros educativos por recibir en éstos, además de los conocimientos asociados al currículo y la alimentación escolar, la contención social y emocional en espacios más seguros y más confortables que la que tienen en sus propios hogares.
Fuente e Imagen: https://acento.com.do/2020/educacion/8805432-educa-recomienda-acciones-que-favorecen-plan-de-continuidad-formativa-minerd/
La Asamblea Nacional tramitó el veto parcial del Ejecutivo a la Ley Orgánica de Alimentación Escolar y determinó que los alimentos que se brindarán a los niños, niñas y adolescentes en edad escolar y que sean parte del sistema nacional de educación, incluirán productos que provienen de la agricultura campesina, montubia y afroecuatoriana.
En la sesión virtual No.662 el pleno acogió el informe de la comisión de Educación, que recomendó ratificarse en 10 de las 19 objeciones parciales que formuló el Ejecutivo al proyecto, cuya ley busca garantizar el derecho a la alimentación y nutrición de manera sostenible de las niñas, niños y adolescentes en edad escolar.
Además de la inclusión de productos agrícolas campesinos en la alimentación escolar, la Asamblea se ratificó en la integración del Comité de Alimentación Local donde se garantice la participación de las madres, padres o representantes legales para el proceso de seguimiento y vigilancia del programa de alimentación escolar, pues en el comité participará la máxima autoridad del plantel educativo, dos representantes del consejo estudiantil y dos representantes del comité de padres y madres de familia. Este organismo será el encargado del buen uso, manejo, servicio y conservación de los productos destinados a la alimentación escolar destinada a los escolares.
Uno de los puntos que concentró el debate es el financiamiento del programa de la alimentación escolar, puesto que los legisladores rechazaron el concepto emitido por el Ejecutivo de que la alimentación escolar constituye un gasto permanente que limita al Estado la generación de proyectos de inversión. Por lo que resolvieron insistir en el texto para que la inversión sobre alimentación escolar no dependa de la voluntad política del gobierno de turno, sino que se tiene que garantizar la presencia de recursos permanentes y necesarios en el presupuesto general. Que la asignación presupuestaria para este rubro no podrá ser disminuida durante el ejercicio fiscal y sus recursos deberán estar permanentemente disponibles a fin de garantizar el derecho a la alimentación, salud y nutrición de las niñas, niños y adolescentes en edad escolar.
La Asamblea se ratificó en el texto referente a las atribuciones de la autoridad educativa nacional a coordinar la ejecución de modalidades de alimentación escolar a ser implementadas por los Gobiernos Autónomos Descentralizados, organizaciones de nacionales y pueblos indígenas del Ecuador.
Sobre los menús de la alimentación escolar, el pleno rechazó la observación del Ejecutivo de que la autoridad de Salud establecerá los lineamientos o guías alimentarias, por lo que se insistió en que la adquisición de insumos y productos para la alimentación escolar deberá corresponder a menús establecidos previamente por la autoridad nacional de salud, y que el proceso de contratación deberá incentivar y promover la participación local y nacional. Que del total de recursos asignados por cada nivel desconcentrado, se destinará al menos el 35%, para compras y servicios que provengan de la agricultura campesina, siempre y cuando existe la oferta necesaria en el mercado local y se garantice la calidad del producto.
En el proceso de adquisición de los productos de alimentación escolar, los asambleístas no dieron paso al planteamiento del Ejecutivo que deben adquirirse por el portal de compras públicas, pues consideraron que eso podría restringir la participación de aquellos actores de la economía popular y solidaria y de la agricultura campesina, los cuales no se encuentran en condiciones de participar como proveedores de alimentación escolar en portales. (I)
El número de niñ@s, jóvenes y adult@s sin escuelas o universidades debido al COVID-19 ha crecido en dos semanas desde el 20% al 87%,según cifras de UNESCO, entidad de la ONU para la educación y la cultural. A nivel global, la crisis educativa afectaba al terminar esta semana y el mes de marzo a unos 1.500 millones de estudiantes y 60,2 millones de profesores, preocupados en su gran mayoría por su escasa adaptación a la docencia a distancia, sea online o televisiva, mayor en el área del español.
El problema de la falta de recursos educativos no presenciales había sido señalado anticipadamente por la UNESCO en su publicación de 2018 Lifeline to Learning (ver aquí texto íntegro), quedetalla numerosas estrategias para usar teléfonos móviles para garantizar la continuidad del aprendizaje durante las interrupciones educativas. Si bien el informe analizaba específicamente a los refugiados, contiene lecciones y recomendaciones que son relevantes en el clima actual de cierres masivos de escuelas causados por COVID-19, acrecentados con la extensión de los cierres de aulas para evitar los contagios.
“La emergencia que atraviesa el mundo debido a la pandemia del coronavirus COVID-19, nos hace apreciar el trabajo de los y las profesoras porque nos obliga a enfrentarnos con un vacío muy grande. Ahora que nos ha pasado lo impensable a nivel global, tenemos otra perspectiva de lo que es impensable y debemos prepararnos para muchos escenarios totalmente nuevos que exigen respuestas que no hemos armado hasta ahora”, dijo Delaney en una entrevista con Noticias ONU desde Santiago, Chile. En su opinión, la coyuntura actual abrirá un espacio importante para reexaminar lo que se busca de los sistemas de educación formal. “Creo que las lecciones que estamos aprendiendo acerca de la solidaridad de la ciudadanía global nos va a servir para fortalecer la educación formal”, apuntó.
Enseñanza y alimentación
El 18 de Marzo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura ya alertaba sobre el impacto que podría tener el COVID-19 en la alimentación escolar de los países latinoamericanos. El organismo especializado de la ONU pidió a los gobiernos prestar inmediata asistencia a los menores desfavorecidos, pues muchos de ellos recibibían la alimentación total o parcial en los centros donde acudían a las clases.
El cierre de las escuelas tendrá impactos a corto, mediano y largo plazo. El más inmediato y evidente es la interrupción del aprendizaje, pero también es inmediata la interrupción de la alimentación que muchos niños y adolescentes reciben en las escuelas y que a menudo constituye su principal fuente de nutrición. Hasta el 20 de marzo, el Programa Mundial de Alimentos calculaba que 300 millones de alumnos de primaria habían dejado de recibir sus alimentos al haberse suspendido sus clases.
En América Latina y el Caribe, los programas de alimentación escolar son de larga data en todos los países, desde los más pobres hasta los más avanzados. “Yo diría que la mayoría de los niños que están en primaria y secundaria recibe algún tipo de colación o comida en el contexto escolar. Por ejemplo en Chile, un país que tiene, quizás, más riqueza que algunos otros en la región, más del 75% de los alumnos recibe alimentación escolar. Y en muchos otros países es el 100%”, destacó Delaney.
Para sustituir esa carencia, los países han empezado a organizar sistemas que les permitan continuar distribuyendo comida a los estudiantes. Delaney citó el caso de Chile, donde están preparando canastas. “Como sabemos, hay que reducir el contacto entre personas, así que están preparando canastas para la familia entera, que se entregarían cada semana o cada diez días, dependiendo del tamaño de la familia y sus necesidades.”
Impacto psicológico
Pero las bondades de ir a la escuela no se reducen a aprender y comer. “Además de la enseñanza formal y la alimentación, el ámbito escolar es un lugar seguro, protector, que contiene a los niños, sobre todo en los contextos difíciles y peligrosos”, señaló la experta. Cuando los niños están limitados al espacio de su vivienda, sea ésta grande o pequeña, y se ven impedidos de convivir con sus amigos y asistir a la escuela, se aburren y tornan inquietos, muchas veces, empujando a los padres a situaciones de estrés que pueden devenir en violencia doméstica. “La falta del colegio en sus vidas diarias tiene un impacto enorme a nivel individual y de familia.”
Para la asesora regional de la UNESCO, la actual crisis “nos va a dar la oportunidad de apreciar el trabajo de los y las profesoras y ojalá que nos demos cuenta de la importancia y el tremendo trabajo que se hace en las seis u ocho horas diarias que los estudiantes pasan en la escuela”.
Delaney indicó que toda la población está recibiendo un impacto psicológico. “La incertidumbre, la ansiedad, el miedo, la avalancha de noticias e información que nos está llegando tienen un efecto en todos nosotros y los niños no son inmunes a la ansiedad que expresamos todos los adultos.”
Por si fuera poco, en el caso de los maestros hay también un aspecto económico muy preocupante: “la mayoría de los profesores en América Latina y el Caribe son mujeres, los ministerios de educación son, en muchos países, los empleadores más grandes, muchas veces el trabajo es precario, así que la idea de que los sistemas educativos van a estar cerrados por mucho tiempo, implica una inseguridad económica que sólo agrega a este trauma”.
El internet, una solución que excluye a los más pobres
Con el objetivo de mitigar el efecto de la interrupción de clases, muchos países se han dado a la búsqueda de soluciones de enseñanza a distancia, la mayoría de las cuales implica que el estudiante tenga en casa no sólo una computadora, sino acceso al internet. Sin embargo, esa solución no es realista porque excluye a los estudiantes más pobres.
“Ciertamente, la solución virtual podría ser parte de la respuesta, pero no podemos contar con acceso a esta respuesta mucho más allá de algunos grupos menos vulnerables o con más acceso. Y como cualquier tema de desigualdad en América Latina y el Caribe, los efectos de esta crisis van a golpear más fuerte a los grupos más vulnerables”, acotó Delaney. Recordó que el acceso al internet está muy concentrado en las ciudades capitales y que si hay acceso, no hay la costumbre de usarlo como un mecanismo educativo. “Hacer clases en línea u organizar la modalidad virtual requiere un conjunto de capacidades y recursos pedagógicos que en la región no tienen el nivel necesario para pensar que una solución en línea va a resolver gran parte del problema.” En México, por mencionar un caso, sólo el 60% de los estudiantes tiene internet.
En este sentido, la funcionaria de la UNESCO reconoció que si bien hay plataformas, se debe recurrir a la televisión y la radio: “La televisión nacional pública y la radio se han mantenido en muchos países como una opción para alcanzar a grupos grandes. En cuanto a materiales impresos, por el momento tenemos la misma limitación que con la comida: la distribución física.”
«Debemos acelerar los medios de intercambiar experiencia y ayudar a los más vulnerables, ya tengan o no acceso a Internet», señaló Angelina Jolie, Enviada Especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, que colaboró con la UNESCO para el establecimiento de la Coalición.
La pandemia del coronavirus COVID-19 ha probado que ningún país tiene un sistema educativo preparado para este tipo de emergencias. “Esta figura de cierres totales de sistemas escolares, realmente es inédita. No conozco ningún país que haya tenido que responder a una crisis de estas dimensiones, especialmente en conjunto con un cierre social tan amplio.”
En los países América Latina y el Caribe, ha habido muchos casos de cierres de escuelas por desastres naturales, no necesariamente a nivel nacional, y se ha acumulado experiencia con respecto a la recuperación de éstos que seguramente servirá cuando se haya superado la crisis y los centros escolares regresen a la normalidad, pero en esta ocasión, habrá que echar mano de todos los recursos educativos y de apoyo psicológico, lo mismo para los alumnos que para los docentes.
Delaney advierte que la situación empeorará
La asesora regional en Educación para la Salud y el Bienestar de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe anticipa que la situación actual empeorará en las próximas semanas y, mientras pasa el periodo más difícil, recomienda estar atentos a los mensajes de salud e higiene, buena alimentación, actividad física y disciplina que den estructura, seguridad y protección a las familias y a los niños.
Asimismo, aconseja mantener una rutina y fomentar la lectura entre los estudiantes, al igual que entre los adultos. “Hay que empezar con lo más básico: lectura, escritura, pequeños ejercicios matemáticos para los más chicos. Y para los que tienen acceso al internet, hay muchos programas que se pueden bajar para guiar un poco este ejercicio. Muchos de los ministerios también han puesto materiales, no solamente son programas interactivos, sino manuales y documentos que se pueden usar en la casa.”
La UNESCO trabaja
En el mismo sentido, la UNESCO realizó esta semana una reunión en línea de un grupo ad hoc de ministros de Educación que compartieron información sobre las medidas de ampliación desplegadas en sus países para apoyar a los maestros, padres y estudiantes a hacer frente al aprendizaje en el hogar. También señalaron los nuevos desafíos que requieren una cooperación mundial.
El grupo especial cuenta con 11 países de todas las regiones: Costa Rica, Croacia, Egipto, Francia, Irán, Italia, Japón, México, Nigeria, Perú y Senegal.
Al inaugurar la reunión, la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, hizo énfasis en que “la responsabilidad de actuar es colectiva”, y anunció el próximo establecimiento de una Coalición Mundial para la Educación Covid-19 a fin de seguir movilizando los conocimientos especializados de múltiples asociados y reforzar el apoyo a las respuestas nacionales en materia de educación.
Si bien en los primeros días del cierre de las escuelas la atención se centró en el despliegue de soluciones de enseñanza a distancia, ahora la atención se ha desplazado hacia el apoyo a los maestros y las familias.
“Más que nunca, es necesario acompañar a los alumnos tanto en el plano académico como en el emocional”, dijo Stefania Giannini, subdirectora general de Educación de la UNESCO. “Este es un llamado de alerta para que los sistemas educativos pongan un esfuerzo dedicado a las habilidades socioemocionales – empatía y solidaridad”, puntualizó.
La UNESCO trabaja arduamente para apoyar tanto a Gobiernos como a estudiantes y docentes a sortear este escollo con el menor impacto posible. Entre otros esfuerzos, junto con sus instituciones asociadas, ha puesto a disposición de la comunidad mundial instrumentos culturales digitales con acceso libre: La Biblioteca Digital Mundial con libros, películas, documentales y muchos más contenidos disponibles en siete lenguas. También elPortal de la Cultura de América Latina y el Caribe, la plataforma Culture Speaks, y las herramientas delCulture Sector Knowledge Management Tools para conocer las acciones de la UNESCO en la protección del Patrimonio en todas sus formas.
Fuente e Imagen: https://www.ibercampus.es/en-dos-semanas-los-estudiantes-sin-clase-pasan-de-20-a-39433.htm
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