En Holy spider vemos a una sociedad que ha perdido todo tipo de empatía hacia la mujer, principalmente de clase baja. Una sociedad hipócrita, que cuestiona quienes usan comercialmente su cuerpo mas no a los que lo consumen
Texto: Andrea Sarmiento Pastrana
Foto: Tomada del tráiler
CIUDAD DE MÉXICO.- En 2001 se viralizó el caso de Saeed Hanaei, también conocido como el asesino de arañas, un hombre casado y con hijos que, en nombre de Dios, asesinó a 16 trabajadoras sexuales en Mashhad, una de las ciudades más sagradas de Irán.
Basado en esto, se estrenó en 2022 una película dirigida por el iraní Ali Abbasi, Holy spider (Araña sagrada), historia donde una periodista comienza a investigar por cuenta propia los asesinatos que, no solo van en aumento, sino que las autoridades no atienden.
La cinta nos muestra las historias detrás del crimen, tanto de las víctimas como del asesino. A las trabajadoras sexuales las presenta como las personas que son: mujeres con familia, en su mayoría con hijos, que salen a trabajar en busca de un sustento para sobrevivir entre la desigualdad de la ciudad. Detrás del asesino de arañas hay un hombre que ve a estas chicas como seres malignos y busca una limpieza moral; desarrolla una repulsión tan fuerte que ni siquiera considera el asesinato como algo malo, para él es algo cotidiano, una misión divina.
Saeed mantiene con normalidad su trabajo y ni su esposa ni sus hijos notan algún cambio en su personalidad; para él, matar a estas mujeres tiene la misma simpleza que matar un mosquito que no te deja dormir. En su mente cree que le está haciendo un favor al mundo pues está limpiando las calles y es por lo que jamás expresa ninguna clase de arrepentimiento o remordimiento. Además, su confianza es avalada por el hecho de que las autoridades no le dan la importancia necesaria a los crímenes de mujeres.
Cuando Rahimi (la reportera) llega, ya se conoce la noticia de un asesino serial; él mismo se encarga de llamar a un reportero policíaco después de cada crimen; sin embargo, la policía no tiene pistas ni interés por atraparlo. Esto complica la investigación de la periodista, pues debe hacerlo casi todo ella sola.
Su principal obstáculo es que es la única mujer; además, una mujer soltera, sin hijos, fumadora y trabajadora que carga con una historia de abuso laboral que se hizo pública y por la cual es criminalizada. Si al cuerpo policiaco no le importan los feminicidios, menos le importa una mujer que intente detenerlos.
La película nos enseña varones que no saben interactuar con las mujeres sin minimizarlas y sobre todo, cosificarlas. Al ser social y legalmente vistas como inferiores, los hombres adquieren el poder de tratarlas sin el más mínimo respeto y es una mentalidad que ha persistido durante años y que sigue vigente en muchas comunidades, pues esas ideas se siguen inculcando a niños y niñas.
La mujer es educada para servir y atender; el hombre para mandar. Él es quien decide cómo, cuándo y dónde tener relaciones, ella debe satisfacerlo en todo momento. Si el marido es infiel, ella tiene que hacerlo todo para que no se vaya. De no cumplir con esto se convierte en un problema y es válida cualquier forma de violencia con la que el hombre responda; la mujer es vista como objeto reemplazable que a nadie le importa romper y menos cuando esta se sale de las normas.
Lo más espeluznante no es el asesino, sino la cantidad de apoyos que recibe. Desde los vecinos que salen a las calles a echarle porras, los medios de comunicación y hasta su propia esposa, que no ven en sus acciones nada malo. Piensan que eliminar a las trabajadoras sexuales es un favor.
En Holy spider vemos a una sociedad que ha perdido todo tipo de empatía hacia la mujer, principalmente de clase baja. Muestra una ciudad hipócrita, que cuestiona quienes entregan su cuerpo mas no a los que lo consumen, olvida que cuando alguien vende es porque alguien compra.
Saeed Hanaei fue capturado gracias a una chica que sobrevivió a su ataque, quien lo expuso cuando fue capturada por la policía (a diferencia de la película). El hombre fue ejecutado en 2002, sin embargo, dejó un legado inspirador para muchos, incluyendo su hijo.
La misoginia expresada en su máxima expresión y cada escena del largometraje tiene una carga completamente patriarcal. El hecho de que muchas sociedades se sigan rigiendo bajo las mismas ideologías nos hace reflexionar sobre la desigualdad que existe, a nivel global, sobre la lucha por los derechos humanos y también, nos ayuda a entender la importancia de que las religiones y el Estado vayan separados.
La película se expone este mes en la Cineteca Nacional