Infografía: Acoso sexual mexicano al alza

Redacción:  24 Horas

Ser mujer y vivir en México se convirtió en un riesgo constante, ya que son asesinadadas siete mujeres al día y las denuncias por acoso aumentaron 433%.

El delito aumentó 433% en denuncias, desde el 2014 al 2017, en la Ciudad de México, contando averiguaciones previas y carpetas de investigación; el delito se encuentra penado hasta con tres años de prisión en la capital, indicó la PGJ.

El Código penal local define el acoso sexual como la solicitud de “favores sexuales para sí o para una tercera persona o que realice una conducta de naturaleza sexual indeseable para quien la recibe, que le cause un daño o sufrimiento psicoemocional que lesione su dignidad”.

Voces apagadas

“Una vez en el metro un tipo me nalgueó, mi reacción fue voltear y reclamarle. Un policía vio, fuimos al MP, ahí, el licenciado me dijo que no procedía la denuncia porque era mayor de edad, porque no me había tocado más de tres veces y no me había causado daño psicológico. Lo único que pasó fue que el tipo quedó con una falta administrativa, que podía pagar con mil 800 pesos o 72 horas de arresto. Fue en vano denunciar, ya que no me brindaron la ayuda que yo esperaba”, indicó Angélica “N” víctima de acoso sexual en el metro Río de los Remedios.

Según datos de la Encuesta Nacional Sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares,  41% de las mujeres ha experimentado violencia sexual.

“Tome un Uber, al subirme el conductor me vio las piernas de una manera vulgar, muchas personas me criticaron el por qué no me baje del taxi, eran las cuatro de la mañana, no podía bajarme, todo el camino el conductor me iba viendo de una manera muy pervertida y acelerando el carro, haciéndome sentir insegura, excediendo los límites de velocidad, reporté al sujeto, días después me marcaron de soporte Uber”, indicó Giovanna “N” para 24 HORAS.

Giovanna aseguró no querer demandar debido a la incompetencia de las autoridades

“Aquí en México las autoridades no hacen nada, hay de por medio una sacadera de dinero, me tengo que esperar a que alguien me golpee, a que lo tenga grabado en video, a que no le haya tocado ni un solo pelo, porque si no me va peor a mi, para que apenas puedan tomarme en cuenta, para que cuando denuncie me pregunten, ¿tienes marcas?, ¿te golpeó? “, declaró Giovanna.

En los informes de la PGJ, el índice de denuncias diarias fue de 0.5 en 2017 , mayo registró 29, siendo el mes que registró más denuncias, le siguen enero y abril con 20 cada uno. A diferencia del 2015, año en que se levantó una carpeta de investigación.

El Código Penal Federal en el artículo 259 Bis, establece que el acusado será multado de seis meses a dos años de prisión.

Por otro lado Mónica “N” afirmó que sufrió violencia física por parte de su ex pareja.

“Mi ex me acosaba, me chantajeaba, llegó conmigo a los golpes, hasta que estuvo a punto de matarme, no sé qué hubiera pasado si mis padres y mis amigos no se hubieran dado cuenta.”

En 2017 datos de INMUJERES arrojan que 63% de las mujeres de 15 años o más han sufrido algún tipo de violencia durante su vida. Más de 392 mil mujeres de 15 años y más, casadas o unidas, han sufrido violencia extrema (su pareja atentó contra su vida o usó su fuerza física para obligarla a tener relaciones sexuales).

Thalia Lizbeth Monroy Lugo, directora de información de INMUJERES, platicó en exclusiva para 24 HORAS, recomendó a las mujeres que sufran de algún tipo de violencia o acoso, denunciar en el Ministerio Público de la alcaldía donde se haya sufrido la agresión, en caso de no ser atendida, pidió a las víctimas denunciar  en INMUJERES.

Fuente: https://www.24-horas.mx/2019/03/05/acoso-sexual-al-alza-infografia/

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Los libros que están salvándoles la vida a las mujeres en Afganistán

Autor: Ramin Mazhar, Hasht e Subh/El Tiempo

La iniciativa Free Women Writers ha reunido a más de 140 mujeres para expresarse con escritos.

Rabia Balkhi fue una de las primeras poetisas persas. Fue asesinada hace cientos de años a manos de su hermano, un rey, por haberse enamorado de un esclavo y atreverse a escribir poesía en una cultura dominada por los hombres. Al igual que ella, las mujeres de lo que es hoy Afganistán todavía se enfrentan a la violencia debido a sus escritos (especialmente las periodistas), o son asesinadas por sus elecciones amorosas.

«Cuantas más mujeres conozcan sus derechos, menos violencia sufrirán»

A finales de 2016, la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán investigó 5.575 casos de crímenes violentos contra mujeres, señalando que la mayoría de los casos de violencia de género pasan desapercibidos y sin denuncia debido a las arraigadas costumbres, a la estigmatización y al temor a las consecuencias para las víctimas. Un informe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán de 2009 indica que las mujeres que participan en la vida pública se enfrentan a amenazas, acoso y ataques frecuentes.

En casos extremos, algunas han sido asesinadas por ejercer trabajos que se consideran irrespetuosos de las tradiciones o que son percibidos como incompatibles con el islam.

Ahora, unos 11 siglos después del asesinato de Balkhi, las herederas de su nación han lanzado una organización sin fines de lucro para defender sus derechos a través de la escritura. Se trata de Free Women Writers (Escritoras libres).

Una de las integrantes de la asociación es Roya Saberzadeh, una pintora y escritora que vive en Mazar-e-Sharif. A diferencia de muchas de sus compatriotas, ella no tiene miedo a reír, pero su sonrisa desaparece repentinamente al abordar el estatus de las mujeres en Afganistán. «La situación es mala», dice. «La violencia aumenta cada año». Sin embargo, se mantiene optimista porque las mujeres afganas cada vez están más concienciadas. «Cuantas más mujeres conozcan sus derechos, menos violencia sufrirán», señala, y agrega que aún hay mucho trabajo por hacer.

Mujeres escritoras en Afganistán

Para que todos pudieran acceder al contenido del libro, decidieron difundir su contenido en las redes sociales y en una página web

Foto: Hasht e Subh

Fundada en 2013 por las activistas afganas Noorjahan Akbar y Batul Moradi junto a un colectivo de escritoras, estudiantes y otras militantes, la organización espera mejorar la vida de las mujeres simplemente contando sus historias, a través de sus propias palabras. Su primer libro, Daughters of Rabia (Hijas de Rabia), una antología de escritos de mujeres afganas inspiradas por la historia de Balkhi, fue publicado ese mismo año.

Akbar, que apareció en el ranking Forbes de las 100 mujeres más poderosas del mundo por su labor de defensa de los derechos de la mujer, dice que quería utilizar este libro para generar conciencia sobre la igualdad de género entre las mujeres afganas, que rara vez tienen acceso a la literatura feminista, pero también entre los hombres que desean unirse a su lucha.

En las calles de Kabul, muchos niños estaban vendiendo libros extremistas escritos y publicados en Pakistán por 30 afganis (0,42 dólares). Queríamos ofrecer una alternativa

«En las calles de Kabul, muchos niños estaban vendiendo libros extremistas escritos y publicados en Pakistán por 30 afganis (0,42 dólares). La mayoría de estos libros tratan sobre mujeres y promueven la misoginia bajo pretensiones religiosas. Queríamos ofrecer una alternativa», dice. Usando los ahorros personales de Akbar, la organización logró imprimir 1.500 ejemplares.

«Todas las copias se distribuyeron en un mes. Gente de seis provincias distintas vinieron a Kabul y se llevaron los libros a sus comunidades y escuelas», recuerda.

Para que todos pudieran acceder al contenido del libro, decidieron difundir su contenido en las redes sociales y en una página web. «Llamamos la atención y muchas otras mujeres comenzaron a enviar sus escritos», dice Akbar. Ahora han publicado poemas, memorias y artículos escritos por más de 140 mujeres y algunos de sus homólogos masculinos, muchos de los cuales han sido traducidos al inglés gracias al trabajo de 15 voluntarios con base en Kabul, Mazar-e-Sharif y Washington DC.

Mujeres escritoras en Afganistán

Para que las mujeres afganas puedan empoderarse, Akbar cree que el cambio debe provenir de ellas mismas.

Foto: Hasht e Subh

En las últimas décadas, las ONG e instituciones internacionales han intentado fomentar los derechos de las mujeres en el país con iniciativas a menudo financiadas por el gobierno afgano, pero los resultados de estos esfuerzos generalmente tienden a pasar desapercibidos.

Para que las mujeres afganas puedan empoderarse, Akbar cree que el cambio debe provenir de ellas mismas. «Para mí fue muy importante trabajar de forma independiente y no recibir ayuda financiera de gobiernos o embajadas extranjeras porque siempre quise que nosotras, las mujeres de Afganistán, valorásemos nuestras propias prioridades», dice, y añade que a menos que las mujeres afganas comiencen a verse a sí mismas como seres independientes con derechos humanos, el cambio de mentalidad y la igualdad de género serán poco probables.

Siempre quise que nosotras, las mujeres de Afganistán, valorásemos nuestras propias prioridades

En septiembre de 2017, el colectivo publicó su segundo libro, una guía breve para mujeres que sufren violencia de género que brinda consejos prácticos para buscar ayuda legal, formar redes de apoyo y proteger su salud mental. Titulado You are not alone [No estás sola], está disponible en persa, pashtu e inglés.

Las ganancias de sus ventas permiten a la organización financiar becas de educación superior para mujeres jóvenes en Afganistán y también para continuar creando literatura sobre los derechos básicos de las mujeres.

Fuente: http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/las-mujeres-afganas-que-salvan-sus-vidas-por-medio-de-la-literatura-231118

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