La nueva educación: Cómo son y qué función cumplen los “profesores robots” de las escuelas chinas

Asia/China/03.09.18/Fuente:  www.clarin.com.

El asistente está siendo utilizado en 600 jardines de infantes en el gigante asiático

Los alumnos de una escuela infantil de Pekín no pueden aguantar la risa al intentar resolver el problema que les propuso su nuevo «profesor», un pequeño robot de cabeza redonda y con cara en forma de pantalla táctil.

De 60 cm de alto, el asistente de enseñanza autónomo Keeko está siendo utilizado en 600 escuelas infantiles de China. Cuenta historias y propone a los niños ejercicios de lógica.

ste robot, blanco y regordete, desprovisto de brazos, se desplaza rodando. Sus cámaras integradas le sirven para orientarse, toda vez que los niños pueden usarlas para grabar videos.

En China, los robots ya reparten la compra, acompañan a ancianos o informan sobre las leyes. Los diseñadores de la firma Keeko, por su parte, sueñan con generalizar sus asistentes educativos en las aulas.

En la escuela infantil Yiswind, en las afueras de Pekín, los niños escuchan atentamente al pequeño profesor androide mientras cuenta, con voz infantil, la historia de un príncipe que se perdió en el desierto.

La tarea de los niños es reconstituir, con alfombras, el camino que tomó el personaje del cuento y que aparece en la pantalla del robot. Por cada buena respuesta, Keeko reacciona con entusiasmo y en su pantalla aparecen unos ojos en forma de corazón.

«La educación en la actualidad ya no es unidireccional, con un profesor que enseña y alumnos que aprenden», declara a la AFP Candy Xiong, formadora para el uso de Keeko en las escuelas.

«Con su cabeza y su cuerpo redondos, el robot es verdaderamente entrañable. Cuando los niños lo ven, prácticamente lo adoptan de inmediato», explica esta exmaestra.

A parte de en las escuelas infantiles chinas, el fabricante de robots Keeko espera poderlo implantar en otros países de Asia.

Keko en un jardín de infantes de Pekín, China.

Keko en un jardín de infantes de Pekín, China.

Pekín invierte en la actualidad de forma masiva en el sector de la inteligencia artificial, en el marco de su programa «Fabricado en China 2025», que busca desarrollar la industria de la alta tecnología.

Según la Federación Internacional de Robótica, China es el país del mundo en el que se usan más robots industriales: ya hay 340.000 repartidos por sus fábricas.

El mercado chino de robots de servicios (desde equipos médicos a aspiradoras automáticas) representó 1.320 millones de dólares el año pasado. Debería aumentar hasta los 4.900 millones para 2022, según la consultora pekinesa ResearchInChina.

Pekín acaba de albergar una conferencia internacional sobre robótica, en la que se habló de robots cirujanos o incluso de otros capaces de jugar a bádminton o tocar la batería.

Una empresa china presentó el año pasado unos robots muy realistas que pueden conversar, activar un lavavajillas, tener expresiones faciales complejas e incluso relaciones sexuales.

Basado en la inteligencia artificial, el robot educativo chino iPal, que mide como un niño de cinco o seis años, sigue los pasos de Pepper, el pequeño androide vendido desde 2015 por la casa japonesa SoftBank Robotics (antigua Aldebaran).

El robot iPal fue presentado en la feria tecnológica CES 2017. (Foto: REUTERS/Rick Wilking )

El robot iPal fue presentado en la feria tecnológica CES 2017. (Foto: REUTERS/Rick Wilking )

Pero Xie Yi, directora de la escuela infantil en la que se probaron los robots, considera que todavía pasará tiempo antes de que los robots sustituyan a los profesores de carne y hueso.

«Para enseñar, tienes que ser capaz de interacutar, aportar un toque humano, un contacto visual, expresiones faciales. Todo eso es le educación», comenta. «No es sólo una historia de lenguaje o contenido».

Los robots Keeko, que cuesta 10.000 yuanes (46000 pesos, aproximadamente), es decir, alrededor del sueldo mensual de un maestro de infantil, pero todavía no se convirtieron en un una gran ventaja, según Xie. «¿Lo que más me gusta de los robots? Son más estables emocionalmente que los humanos», apunta.

AFP

Fuente de la noticia: https://www.clarin.com/tecnologia/funcion-cumplen-profesores-robots-escuelas-chinas_0_BkskZzVwX.html

Comparte este contenido:

Los robots entran al aula para contradecir a Asimov

Por Liliana Arroyo

Asimov vaticinó una enseñanza, en casa, reinada por un profesor mecánico. Ya hay robots sociales que interactúan en las aulas. Empecemos a pensar cómo queremos que esos robots sociales nos asistan, cuándo y de qué manera.

Cada vez que estrenamos año nos encanta imaginar y proyectar qué nos deparan los próximos 12 meses. Así que para estrenar el 2017, traigo una de tecnología y tendencias educativas. Para ello os propongo breve un viaje al futuro desde el pasado -de la mano de Asimov-, y una mirada a la escuela del futuro a través de los robots sociales. Abróchense los cinturones que nos vamos.

El hoy desde el ayer

Isaac Asimov fue un gran referente en ciencia ficción y tenía visiones futuras de una lucidez asombrosa. Tras visitar la Feria Mundial de Nueva York en 1964 hizo una predicción del mundo a 50 años vista. Justo en el aniversario, en 2014, constatamos que la mayoría de sus predicciones estaban bien encaminadas y que la mitad se han cumplido. Aunque su especialidad era la bioquímica, escribió mucho sobre robótica y se le atribuyen frases célebres relacionadas con la educación. Me gusta especialmente un relato corto titulado “The Fun they Had” (Lo bien que se lo pasaban). El argumento es simple: un niño del año 2157 encuentra un libro de papel. Se lo enseña a otra niña, su vecina, y hablan de cómo era la escuela que conocieron sus abuelos y bisabuelos.

Dejando su visión nostálgica de la escuela como lugar donde relacionarse, ese cuento nos da pistas sobre cómo imaginaba la educación en pleno siglo XXII. Asimov vaticinaba que la escuela ya no sería un edificio donde van todos los niños, sino que el proceso educativo y de aprendizaje se haría en casa, en una habitación específica y reinada por el Profesor Mecánico. Este “profesor” lo describía como un robot de forma humanoide, programado para encenderse de lunes a viernes a una hora determinada, dando contenidos personalizados cada día y con una ranura a medio tronco para introducir los deberes del día anterior.

A fecha de hoy podemos decir que el olfato de Asimov afinó relativamente en cuanto a los contenidos individualizados y el uso de robots. En cambio, las escuelas tienen todavía un largo recorrido como centros educativos, los profesores siguen siendo humanos y el aprendizaje solitario y a domicilio es una rara avis. En cuanto al Profesor Mecánico, algunos avances hacen pensar que de momento no veremos profesores robot y que cuando los veamos, no serán mecánicos sino reactivos.

El mañana desde hoy

Hace un par de meses, Barcelona acogió una conferencia internacional sobre robots sociales, con el foco puesto en las finalidades terapéuticas y educativas. Lo revolucionario de los robots sociales es que, además de contar con Inteligencia Artificial (que les permite aprender de cada acción), son capaces de identificar emociones cuando se relacionan con humanos. En las charlas se enfatizaba que los robots sociales deben servir para estimular el aprendizaje, así como adquirir nuevas habilidades y competencias. El asistente más conocido probablemente sea Pepper, un robot japonés que ha comenzado a ir a una escuela de Fukushima para ayudar a los compañeros con menos don de palabra. Lo que diferencia estos robots sociales de los demás, e incluso de un tutorial cualquiera, es que interpretan emociones descodificando la entonación y los gestos. Por eso los niños pueden interactuar con ellos espontáneamente (lo que se llama “con lenguaje natural”), estando más cerca de la manera de relacionarse con un humano que con una máquina.

El desarrollo y la investigación están todavía en fases muy tempranas. Los robots sociales se están probando de momento como asistentes educativos, tanto para el aprendizaje general como para dar apoyo a los casos con dificultades en el desarrollo cognitivo. Se me ocurren muchas ventajas, comenzando por una atención personalizada o la detección precoz de algunos trastornos. Seguramente lo ideal sería que los robots fueran un complemento para que los y las docentes puedan dedicarse a esos aspectos intrínsecamente humanos de la tarea educativa.

No jugaré a ser Asimov porque hacer predicciones de ese calibre sólo está al alcance de los grandes visionarios, aunque dudo mucho que al terminar el 2017 los robots sociales sean uno más de la clase. Lo que sí puedo decir es que la innovación tecnológica no es buena sólo por ser nueva, sino que es buena cuando aporta mejores soluciones. En educación, me atrevería a decir, mejor no significa más rápido o más caro, sino más bien algo efectivo y que además llega a todas las aulas. De lo contrario, por muy sociales que sean los robots, el derecho a tener un futuro digno seguirá mal repartido.

Desabróchense los cinturones y bienvenidos de nuevo al presente. Permanezcan atentos, pues es el momento adecuado para debatir, imaginar y construir colectivamente el mañana. Empecemos a pensar cómo queremos que esos robots sociales nos asistan, cuándo y de qué manera. Porque como dijo Alan Kay, “la mejor manera de predecir el futuro, es inventándolo”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/01/20/sera-2017-el-ano-de-los-profesores-robot/

Imagen: eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2017/01/Roberlan-Borges-cc-flickr.jpg

Comparte este contenido: