Crítica a las Neurociencias

Síntesis
Hoy día vivimos una invasión de neurociencias. Todo el campo de lo psicológico hace un tiempo que está dominado por esta tendencia “neuro”, con lo que ha ido quedando de lado la dimensión social, histórica, “humanística” en sentido amplio. Lo “neuro-científico” se presenta como expresión acabada de “la” ciencia, como saber riguroso y sistemático, con lo que se pretende dejar a un lado ese campo de lo histórico-social, lo que se tiene por “no científico”, dudoso, por tanto, inexacto, casi rayano en la habladuría. De ahí a la chabacanería, un paso. Las neurociencias, en tal sentido, intentan ser la expresión más acabada de la seriedad.

En esa apreciación se transmite un modelo de ciencia que, en términos epistemológicos, ya está totalmente rebatido y superado: el “saber” no es solo el que ofrece la medición, el laboratorio con el control de todas las variables, la fría asepsia. Las modernas teorías físicas o matemáticas, incluso, arquetipo primero del saber científico, hoy día apuntan también a la indeterminación, al caos, a la incertidumbre (véase la física cuántica, o la teoría de los fractales, por ejemplo, donde siempre hay algo misterioso en juego). El criterio (o prejuicio) positivista de la hiper-medición como criterio determinante no aplica para los complejos vericuetos de lo humano. Si el macrocosmos social es tan “raro”, incierto, cambiante, mucho más lo es el microcosmos de lo psicológico, de la subjetividad.

Reducir las complejas, intrincadas, en numerosos casos incomprensibles reacciones
humanas -eso es lo que estudia la Psicología- a procesos neuronales, a instancias físicoquímicas, a asociaciones sinápticas en la corteza cerebral, es cuestionable. Los fenómenos humanos, individuales o sociales, no se agotan en explicaciones biológicas. Pero hoy, con una fuerza creciente, se asiste a un posicionamiento de las llamadas “neurociencias” que se erigen como la llave explicativa de la conducta humana. Tal explosión tiene causas bien determinadas: habría una “normalidad” en juego, y por tanto una desadaptación. Para esto último, para “corregir” esas disfuncionalidades, está esperando una larga batería de psicofármacos listos para su consumo.

Dicho de otro modo: las neurociencias responden al posicionamiento de la industria
farmacológica global que, amparándose en una pretendida cientificidad rigurosa (resabios de un pensamiento decimonónico ya descartado por Freud en los inicios de su producción intelectual) intenta hipermedicalizar el ámbito Psi, llenando de psicofármacos aquello que, en realidad, no se arregla con “pastillas” sino con significaciones humanas. Es decir: ¡buen negocio para los fabricantes de pastillas!

Estas neurociencias pretenden explicar todo lo humano, la tristeza y la felicidad, las
relaciones sociales, el poder, la violencia…. Y para eso están los medicamentos como
“solución”. Con esta exposición se pretende abrir una discusión al respecto, porque
entendemos que nuestro gremio, ganado cada vez por este espejismo de la “ciencia exacta”, debe reflexionar críticamente al respecto.
____________
ENSAYO
“Si usted quiere, puede”, “Todo depende de usted”, “Ser exitoso es una cuestión de
actitud”, “No se estrese, maneje adecuadamente su ansiedad”, “¡Sea positivo!”, “¡Eleve su autoestima!”. A lo que se podría agregar, necesariamente en lengua inglesa: “Don’t worry! Be happy!”, tan representativo de los tiempos que corren, cuando se habla insistentemente de “resolución pacífica de conflictos” y rechazo a todo tipo de manifestación violenta.
Expresiones como todas estas se han hecho cosa habitual en nuestra vida cotidiana; una psicologización, bastante cuestionable en términos epistemológicos o, mejor dicho: una vulgarización de saberes que atañen a la subjetividad, recorre nuestro sentido común, llenando de “tips” (hay que decirlo en inglés) el vocabulario diario. Según nos dice (nos obliga) esta andanada de directrices, hay que ser resilientes, políticamente correctos y buscar superarse continuamente, tener emociones positivas y sonreírle a la vida con optimismo.

¿Qué significa esta proliferación de “sanos consejos”, o “recetas para ser feliz y triunfar en la vida” que ahora nos inunda? ¿Cómo entender este auge de “técnicas” que parecen servir para todo (para individuos y para empresas, o sea: para estas grandes familias con “colaboradores” y no “trabajadores”), tips que resuelven problemas y marcan el camino hacia una pretendida aurora beatífica llena de éxito? Más allá de toda esta parafernalia psicologista que se ofrece como llave para un mundo libre de conflictos y problemas, conviene preguntarse si esto es posible (el único paraíso es el paraíso perdido, se ha dicho por ahí), si realmente podremos entrar al edén que todos estos dispositivos parecen ponernos a nuestra disposición, o si hay aquí un puro espejismo insostenible (engañoso).

O más aún, debemos intentar averiguar si este auge de “buenas prácticas” que nos promete una homeostasis sostenida se agota en buenos deseos, o si hay allí agenda oculta, si existen otros intereses tras todo esto, no explícitamente formulados. Rápidamente debemos preguntarnos, al hacernos estos planteamientos, si no pecamos de “paranoicos”, para usar una terminología del ámbito de la salud mental ya que estamos hablando de esto; es decir, si no vemos fantasmas donde no los hay. “Conspiranoicos”, como se ha dado en llamar últimamente. El análisis sopesado mostrará que no: hay engaño en juego.

¿Qué significa esta avalancha de “Psicología positiva”?, para usar un término tan a la moda actualmente. Si hay una tal psicología “positiva”, evidentemente debe haber una “negativa”, de ahí la necesidad de marcar la diferencia. Según la definiera Martin
Seligman1 en 1999, la misma consiste en “el estudio científico de las experiencias
positivas, los rasgos individuales positivos, las instituciones que facilitan su desarrollo y los programas que ayudan a mejorar la calidad de vida de los individuos, mientras
previene o reduce la incidencia de la psicopatología”. Existe un enorme campo en esta
siempre mal definida y problemática ciencia llamada Psicología donde, en estos últimos tiempos, pudiera decirse que hay una avanzada para borrar lo que tiene connotaciones negativas, apestosas. Recordemos la frase de Freud -pareciera que en realidad nunca efectivamente pronunciada- al acercarse a la costa neoyorkina para dictar sus famosas Cinco Conferencias en la Clark University en 1909, cuando le habría dicho a su acompañante Carl G. Jung: “no saben que les traemos la peste”.

Todo este esfuerzo de entronizar la felicidad, lo “positivo”, podríamos decir “la buena
onda”, en detrimento de esa “peste” que abriría el Psicoanálisis, huele raro, despierta dudas. No está de más mencionar -porque, sin dudas, hay una articulación en ello- que esa cosmovisión triunfalista y glamorosa reniega radicalmente de la idea de conflicto. No por casualidad en estas pasadas décadas de políticas neoliberales a ultranza se enaltecieron los Métodos Alternativos de Resolución de Conflictos; o sea, se dejó visceralmente de lado a Marx para pasar a Marc’s (Métodos Alternativos de Resolución de Conflictos). Del mismo modo se deja ¡visceralmente! de lado la “peste” introducida por la revolución freudiana (el inconsciente) para endiosar esa “ciencia” de la subjetividad (ahora rebautizada con el “muy científico” prefijo neuro), especialmente preocupada por la superación de lo “negativo” (¿léase “conflicto”?). O sea: glorificación del Yo, de la conciencia, de la razón, de la “adaptación” a la “normalidad”, con la base “rigurosa” que otorgan las neuro-ciencias.

Algo llama la atención en todo esto: ¿por qué ese énfasis tan marcado en tapar, negar,
superar lo conflictivo? ¿Por qué esa casi obsesiva necesidad de construir esa Felicidad con mayúscula, esa machona insistencia en el optimismo, en el “Don’t worry, be happy!”? ¿Acaso la dimensión humana se marca solo por esa faceta? Las dos máscaras del teatro, comedia y tragedia, parece que lo expresan mucho mejor. O lo dicho por Antonio Gramsci, que con mucho tino llamaba a “actuar con el pesimismo de la razón y el optimismo de la pasión”.

La tendencia que parece marcar todo lo Psi contemporáneo es esa búsqueda casi desaforada de hacer a un lado lo “molesto”. Ahora bien: ¿molesto para quién? Resuena ahí, tras esa declarada y nunca oculta intención, una idea adaptacionista, normativizante. Habría una “normalidad” determinada, y junto a ella “desviaciones” (enfermedades, incomodidades, rarezas). Siguiendo esa cosmovisión, hay un patrón homeostático, un equilibrio, una media normal. ¿Y el conflicto? Es un molesto cuerpo extraño, hay que eliminarlo. La antigua idea de “instinto” (adaptación en el reino animal) no ha desaparecido. Aunque lo humano supera con creces el instinto.
1 Autor famoso en este campo, creador del método PERMA para alcanzar la felicidad por medio de cinco pasos: Positive Emotions (Emociones Positivas), Engagement (Involucramiento), Relationship (Relaciones), Meaning (Significado) y  Accomplishment (Logro).

Estamos ante un planteo del más rancio corte biológico positivista. En ese sentido las hoy tan “a la moda” neurociencias brindan el soporte directo para ese paradigma de todo el campo Psi. La “peste” del Psicoanálisis fue muy bien combatida en Estados Unidos, y gracias a la inoculación de ese poderoso antídoto de la “normalidad”, los países que son su caja de resonancia natural en lo concerniente a la Academia, como es el caso de Guatemala, repiten similares patrones de Psicología adaptacionista. Las neurociencias -“objetivas” por excelencia-, encumbradas en lo más alto del pináculo de las “ciencias de la mente”, pasaron a ser entre nosotros un elemento fundamental. Para ser “científicos” con todas las de la ley, hay que adentrarse en ellas dejando de lado esas “oscuras cavilaciones” subjetivas, supuestamente indemostrables. ¡El inconsciente no se puede medir en laboratorio!

Los prejuicios epistemológicos decimonónicos no parecen haberse retirado. En absoluto. De acuerdo a esos anacrónicos planteos, solo es un saber riguroso aquél que pasa por el laboratorio. En otros términos, se sigue equiparando lo humano a ratas experimentales, a los perros de Pavlov. Ciencia, en tal sentido, es solo lo que se puede medir fehacientemente. Lo demás no deja de ser charlatanería. Los manuales experimentales de John Watson de principio del siglo XX no han variado en lo sustancial en cuanto a compresión de qué somos (y qué hacer al respecto).
Evidentemente Freud sabía lo que decía cuando llegaba al puerto de Nueva York: en el país modelo del capitalismo, donde todo es mercancía para la compra-venta, donde el american way of life implica necesariamente el final feliz, donde el ícono por antonomasia es el “triunfador” de alguna fantasía hollywoodense, hablar de discordia es sacrílego. Y justamente esa visión de lo humano dada por la Psicología de la felicidad -para el caso, amparada en las neurociencias-, no puede tolerar el disenso, la desarmonía, el conflicto.

El paradigma en cuestión puede parecer trivial (o lo es), pero mueve toda la estructura que esa forma de hacer Psicología puede llamar alegremente “ingeniería humana”. Como paradigmático ejemplo, un reputado estudio en la materia2
lo permite ver con claridad: “La activación prolongada de una región del cerebro llamada estriado ventral está directamente relacionada con mantener emociones y recompensas positivas. La buena noticia es que podemos controlar la activación del estriado ventral, lo que significa que disfrutar las emociones más positivas está en nuestra mano.” De lo que concluye inmediatamente que “las emociones positivas promueven una mejor conexión social.” Por tanto, con “acciones positivas” todo va mejor (suena a campaña publicitaria de alguna marca afamada, ¿verdad?).

La cuestión es definir qué son esas acciones positivas, ese optimismo con el que hay que enfrentar las cosas. ¿Olvidarse que hay conflicto? “El psicoanálisis no promete ni puede  prometer armonía alguna entre y para los hombres. Solo le cabe alertar acerca de la inevitabilidad de una discordia eterna, de un malestar insalvable que, por una parte, es inherente a la cultura y lo atormenta, pero que, por otra, es motor fundamental de ella, de su posibilidad de vivir y sobrevivir, riesgosamente, siempre más o menos próxima al límite de su autodestrucción. De ahí que el calificativo más común para el psicoanálisis sea el de obra pesimista. Pero la reacción es comprensible: la cultura no puede sobrevivir sin ilusiones, los hombres necesitan creer imperiosamente en un futuro venturoso, que los libere de las privaciones del presente”, dice bellamente Daniel Gerber.

El conflicto, la desavenencia, el desencuentro, el choque de contrarios, la contradicción (todos elementos negativos que horrorizan a nuestra Psicología positiva) son la esencia misma de la dinámica humana. A su turno, y de diversas maneras, profundos pensadores de la tradición occidental lo han expresado, desde el griego Heráclito de Éfeso en el siglo Vantes de nuestra era (“La guerra es padre de todas las cosas”) hasta Hegel en el siglo XIX (“La dialéctica no es un método sino la forma de ser de la realidad”, “La historia es un altar sacrificial”), desde Marx (“La violencia es la partera de la historia”) hasta Freud (de ahí su formulación, ya con la teoría bien solidificada, de una pulsión de muerte). Es decir: el manso paraíso libre de diferencias no existe, es un mito, una ilusión.

Si se quiere decir de otra forma: la “normalidad” entre los humanos (considerados en su dinámica individual o colectiva) implica el desorden, algo que se escapa de control, el elemento de la discordia. Hay siempre, forzosamente, un nivel de incertidumbre, de
malestar. Lo racional, el sujeto bienpensante hacedor de su voluntad, el Yo como centro supremo de la vida psíquica, caen. “Nadie es dueño en su propia casa”, dirá Freud. Lo interesante, lo que la Psicología de raigambre biologista no puede procesar -y su filosofía concomitante tampoco-, es que ese supuesto “caos” tiene un orden, una lógica. Lo aparentemente “irracional” no es tal. No es un cuerpo extraño invasivo; tiene un porqué, admite una lectura sistemática. El inconsciente se mueve por procesos claramente identificables: condensación y desplazamiento, dirá Freud en los albores del Psicoanálisis.

“Estructurado como un lenguaje siguiendo los modelos de la metáfora y la metonimia”, agregará posteriormente Lacan amparado en la ciencia lingüística. La dinámica social, del mismo modo, tiene una lógica intrínseca, descubierta y formulada a su manera por Hegel, o por Adam Smith, resituada revolucionariamente luego por Marx: “El trabajo es la esencia probatoria del ser humano, y la lucha de clases es el motor de la historia”.

Esa es la pieza fundamental de estas dos grandes visiones de lo humano dadas por estos dos grandes pensadores, continuamente vilipendiados y tenidos por muertos: Marx y Freud. El presente texto no pretende ser un panegírico de ellos, sino mostrar que son… cadáveres muy raros, eternamente insepultos, pues su obra sigue produciendo mucho escozor. ¿Por qué? Porque ponen el conflicto en el centro de lo humano. Y si hablamos de temas humanos: de la angustia, del deseo, de la explotación, de las miserias varias, del malestar, no hay experimento de laboratorio con control de todas las variables que pueda dar cuenta de ellos. El estudio del cerebro no explica la complejidad de lo humano, que es siempre social, pues no existe el “individuo” aislado. Eso es un artificio didáctico para estudiar el cadáver en la mesa de disección. Y ese es el modelo que siguen las neurociencias. Pero lo humano es más que un cadáver: es un ser social, sexuado, deseante.

Las neurociencias, con su pretendido sello de cientificidad indubitable -las llamadas
“ciencias duras” trasmiten esa ilusión-, más allá del supuesto rigor que exhalan, quedan cortas, tremendamente cortas para entender las complejidades humanas. Los experimentos de laboratorio son manipulaciones tecnológicas: los conceptos fundamentales de las ciencias no salen de observaciones con todas las variables controladas. La ilusión en juego es que una medición rigurosa (la fría asepsia del laboratorio es su ícono fundacional) otorga conocimientos rigurosos. Debe recordarse, sin embargo, que las elaboraciones científicas (la ley de la inercia, o de la gravitación universal, la física cuántica, la teoría del Big Bang, la relatividad o los fractales, así como el inconsciente o la plusvalía, solo para poner algunos connotados ejemplos) surgieron de la construcción conceptual, y no mirando atentamente por un microscopio.

Las neurociencias, en tanto pegadas a la tradición biomédica, no pueden superar la noción de equilibrio, de homeostasis. En definitiva: de adaptación. Esa categoría es válida en lo concerniente a la dimensión físico-química de la materia viva. La dimensión que ahora nos interesa, de la que pretende hablar la Psicología en tanto lectura de la subjetividad, no se explica por mecanismos biológicos. Freud, neurólogo como era, desechó rápidamente un abordaje neurofisiológico para acercarse al dolor psíquico. Su recomendación, dada desde tempranas épocas y mantenida a lo largo de toda su vida, fue siempre que para navegar en las profundidades de lo humano lo más pertinente era tener una formación humanista.

Lacan lo complementará invitando a estudiar Semiótica o Topología. ¿Cómo explicar desde la homeostasis el deseo, siempre errático e insatisfecho, o la guerra, o el racismo, o el patriarcado? El estudio del cerebro no explica la transgresión, que es algo que nos define como especie. ¿Y el chiste, o el poder? ¿Lo explican solo asociaciones neuronales? El prejuicio biologista es funcional, en definitiva, a una visión psiquiátrico-normativista de la conducta humana. Eso es lo que hacen las neurociencias. Su punto de llegada es un manual descriptivo de sintomatología observable, empíricamente constatable, que arroja una cantidad (siempre creciente) de “psicopatologías”. Curioso lo que sucede con esas “enfermedades”. Años atrás la homosexualidad era considerada un trastorno psíquico, una enfermedad, o un delito (en Gran Bretaña, por ejemplo, estuvo prohibida hasta 1967). Hoy día ya no lo es. ¿Y el rigor científico? ¿Qué conexión sináptica la explica?

Del mismo modo podríamos preguntar por las “epidemias” psicopatológicas de moda: años atrás ni siquiera existía en los manuales el hoy día tan difundido “trastorno bipolar”. En la actualidad es uno de los diagnósticos más frecuentes. Y otro tanto se puede decir de lo que se llama Trastorno de Hiperactividad -TDH- en la niñez. Anteriormente esto no existía.

¿Cómo es que ahora resulta una “patología” tan frecuente? Esos cambios en la diagnosis hacen pensar más en ¿modas? o, mejor aún, en estrategias mercadológicas impulsadas por las grandes corporaciones farmacéuticas que, continuamente, van descubriendo “nuevas” patologías. Sumamente curioso, porque eso no mejora sustancialmente la práctica clínica, pero sí sirve para la acumulación de capital en estas grandes empresas. Como dato nada insignificante: los ansiolíticos -producto sumamente consumido en todo el mundo- están entre los medicamentos de mayor venta. ¿Mejora eso la salud mental de las poblaciones?

Curioso también esta proliferación de “enfermedades”, que obviamente necesitan de un enorme arsenal psicofarmacológico para ser atendidas, aumentando ventas en forma exponencial, en tanto el Psicoanálisis usa solo tres categorías para abordar lo humano (neurosis, psicosis y psicopatías; alguna de esas “cosas” somos todos, no hay “normalidad” por fuera de esas estructuras).

En ese orden de ideas, las descripciones de síntomas observables que arrojan esos
estandarizados manuales (en Guatemala el más usual es el legado por la Academia
estadounidense, como no podía ser de otra forma, conocido por sus siglas en inglés: DSM – Manual Diagnóstico y Estadísticos de los Trastornos Mentales-, hoy en su versión número V), sirven como guía de acción (¿libros sagrados?) de la práctica clínica en el ámbito Psi.

Curioso que, a sideral distancia de lo recomendado por el fundador del Psicoanálisis y por su más connotado seguidor, Jacques Lacan, quienes llamaban a estudiar historia, filosofía, arte, semiótica, humanidades en sentido amplio, lo que prima en la formación del personal del campo Psi (psiquiatras y psicólogos, con algunos otros advenedizos que venden “curas milagrosas”) es el sumergirse en las neurociencias. ¿Por qué será que un manual como el DSM es libro de cabecera obligado de los psicólogos? Si, como dirá Freud, la Psicología es siempre social3, ¿por qué no priorizar eso en vez de la visión biológico-individualista que prima actualmente en la formación académica?

Sin dudas, hay mucho que discutir allí. Hoy vemos un aluvión de “prácticas” Psi, siempre amparadas en la idea de conciencia, razón, voluntad, fuerza del Yo. Así tenemos desde coaching hasta counseling, terapias energéticas, aromaterapias, libros de autoayuda y un sinfín de acciones que llaman a pensar qué hay detrás de todo eso. Como mínimo, y para cerrar el presente texto a modo de conclusión: 1) el terror a reconocer que el conflicto hace parte vital de nuestra humana existencia, revelador de los límites infranqueables: muerte y sexualidad, por lo que son infinitamente más tolerables toda esta suerte de “apapachoterapias” que acarician buenamente al ego, y 2) el aluvión de bio-medicalización que intenta copar el campo Psi es un gran negocio para los fabricantes de psicofármacos.

Al mundo de los psicólogos a quienes va dirigida la presente publicación se les invita a
reflexionar críticamente sobre todo lo dicho. El debate está abierto.

1 Autor famoso en este campo, creador del método PERMA para alcanzar la felicidad por medio de cinco pasos: Positive Emotions (Emociones
Positivas), Engagement (Involucramiento), Relationship (Relaciones), Meaning (Significado) y Accomplishment (Logro)

2The Neurodynamics of Affect in the Laboratory Predicts Persistence of Real-World Emotional Responses , de Aaron S. Heller, Andrew S. Fox, Erik
K. Wing, Kaitlyn M. McQuisition, Nathan J. Vack y Richard J. Davidson. En Journal of Neuroscience, 22 July 2015, 35 (29) 10503-10509; DOI:
https://doi.org/10.1523/JNEUROSCI.0569-15.2015

3 “En la vida anímica individual, aparece integrado siempre, efectivamente, «el otro», como modelo, objeto, auxiliar o adversario, y de este modo, la psicología individual es al mismo tiempo y desde un principio, psicología social, en un sentido amplio, pero plenamente justificado”, en Psicología de las masas y análisis del yo, 1921

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España: Quinto día de protestas en Cataluña, en imágenes

Redacción: El País

22 fotos

Los disturbios han vuelto a las calles de Barcelona tras una jornada marcada por la convocatoria de huelga general y por la gran manifestación que arrancó a las cinco de la tarde.

  • Dos policías detienen al fotoperiodista de EL PAÍS Albert Garcia durante los altercados que se están produciendo en Barcelona.
    1 Dos policías detienen al fotoperiodista de EL PAÍS Albert Garcia durante los altercados que se están produciendo en Barcelona. TONI ALBIR EFE
  • Un grupo de policías antidisturbios junto a la tanqueta de agua a presión durante los altercados que se están produciendo en Barcelona
    2 Un grupo de policías antidisturbios junto a la tanqueta de agua a presión durante los altercados que se están produciendo en Barcelona JESÚS DIGES EFE
  • Un grupo de policías antidisturbios durante los altercados que se están produciendo en Barcelona.
    3 Un grupo de policías antidisturbios durante los altercados que se están produciendo en Barcelona. JESÚS DIGES EFE
  • Manifestantes durante los incidentes que se están produciendo en Barcelona, el día en el que Cataluña vive su cuarta huelga general en menos de dos años vinculada al proceso independentista.
    4 Manifestantes durante los incidentes que se están produciendo en Barcelona, el día en el que Cataluña vive su cuarta huelga general en menos de dos años vinculada al proceso independentista. ÓSCAR CORRAL
  • Cataluña vive su quinta jornada de protestas después de que el pasado lunes el Tribunal Supremo dictara la sentencia que condena a penas de entre 9 y 13 años a los líderes del 'procés'. Los altercados han sido especialmente violentos en la capital catalana. En la imagen, enfrentamiento entre manifestantes y policías en el centro de la ciudad, este viernes.
    5 Cataluña vive su quinta jornada de protestas después de que el pasado lunes el Tribunal Supremo dictara la sentencia que condena a penas de entre 9 y 13 años a los líderes del ‘procés’. Los altercados han sido especialmente violentos en la capital catalana. En la imagen, enfrentamiento entre manifestantes y policías en el centro de la ciudad, este viernes. ÓSCAR CORRAL
  • Manifestantes durante los incidentes que se están produciendo en Barcelona.
    6 Manifestantes durante los incidentes que se están produciendo en Barcelona. MASSIMILIANO MINOCRI
  • La jornada ha estado marcada por la convocatoria de huelga general de los sindicatos independentistas. Después de tres días de caminata y 100 kilómetros, cinco columnas humanas han llegado a Barcelona desde distintos puntos de Cataluña para unirse al gran acto central del día, la manifestación que ha recorrido el centro de la ciudad. En la imagen, los manifestantes de otra marcha paralela tiran objetos a los cuerpos de seguridad en la Via Laietana.
    7 La jornada ha estado marcada por la convocatoria de huelga general de los sindicatos independentistas. Después de tres días de caminata y 100 kilómetros, cinco columnas humanas han llegado a Barcelona desde distintos puntos de Cataluña para unirse al gran acto central del día, la manifestación que ha recorrido el centro de la ciudad. En la imagen, los manifestantes de otra marcha paralela tiran objetos a los cuerpos de seguridad en la Via Laietana. MASSIMILIANO MINOCRI
  • Policias antidisturbios durante los incidentes que se están produciendo en Barcelona.
    8 Policias antidisturbios durante los incidentes que se están produciendo en Barcelona. ÓSCAR CORRAL
  • Dos hombres bromean jugando al ajedrez en medio de los disturbios que se están produciendo en Barcelona.
    9 Dos hombres bromean jugando al ajedrez en medio de los disturbios que se están produciendo en Barcelona. QUIQUE GARCÍA EFE
  • Manifestantes durante los incidentes que se están produciendo en Barcelona.
    10 Manifestantes durante los incidentes que se están produciendo en Barcelona. MASSIMILIANO MINOCRI
  • Al menos 26 personas han resultado heridas, una de ellas por contusión ocular, durante las protestas de este viernes contra la sentencia del 'procés' en la capital catalana. En la imagen, manifestantes junto a una barricada durante los enfrentamientos contra la policía en Via Laietana,.
    11 Al menos 26 personas han resultado heridas, una de ellas por contusión ocular, durante las protestas de este viernes contra la sentencia del ‘procés’ en la capital catalana. En la imagen, manifestantes junto a una barricada durante los enfrentamientos contra la policía en Via Laietana,. PAU BARRENA AFP
  • La policía ha detenido a cuatro menores de edad por los altercados ante su sede principal en Barcelona, según un portavoz del cuerpo. Además, han propuesto sancionar por la ley de seguridad ciudadana a cuatro estudiantes por lanzar objetos contra la Jefatura de Policía. Los agentes han respondido con botes de gases lacrimógenos.En la imagen, incidentes junto a la comisaría de la Policía Nacional en Via Laietana.
    12 La policía ha detenido a cuatro menores de edad por los altercados ante su sede principal en Barcelona, según un portavoz del cuerpo. Además, han propuesto sancionar por la ley de seguridad ciudadana a cuatro estudiantes por lanzar objetos contra la Jefatura de Policía. Los agentes han respondido con botes de gases lacrimógenos.En la imagen, incidentes junto a la comisaría de la Policía Nacional en Via Laietana. ALBERT GARCIA
  • Manifestantes durante los incidentes que se están produciendo en Barcelona.
    13 Manifestantes durante los incidentes que se están produciendo en Barcelona. ALBERT GARCIA
  • Tras una manifestación de estudiantes de la mañana, cientos de jóvenes se han dirigido a la Via Laietana para expresar su rechazo a la Policía Nacional. Los incidentes violentos no han tardado en reproducirse. Algunos manifestantes han arrojado todo tipo de objetos contra los policías (huevos, botellas de plástico, latas vacías, botes de pintura y bolsas de basura). Estos han respondido con botes de humo.
    14 Tras una manifestación de estudiantes de la mañana, cientos de jóvenes se han dirigido a la Via Laietana para expresar su rechazo a la Policía Nacional. Los incidentes violentos no han tardado en reproducirse. Algunos manifestantes han arrojado todo tipo de objetos contra los policías (huevos, botellas de plástico, latas vacías, botes de pintura y bolsas de basura). Estos han respondido con botes de humo. ALBERT GARCIA
  • Agentes antidisturbios protegen la comisaría de la Policía Nacional de la Via Laietana de Barcelona.
    15 Agentes antidisturbios protegen la comisaría de la Policía Nacional de la Via Laietana de Barcelona. PAU BARRENA AFP
  • Un policía camina entre barricadas ardiendo cerca de la comisaría de Via Laietana, que ha sido uno de los puntos más conflictivos de la jornada en Barcelona.
    16 Un policía camina entre barricadas ardiendo cerca de la comisaría de Via Laietana, que ha sido uno de los puntos más conflictivos de la jornada en Barcelona. ÓSCAR CORRAL
  • Un momento de la manifestación que ha discurrido por el centro de Barcelona para protestar contra la sentencia del 'procés' y para reclamar la independencia.
    17 Un momento de la manifestación que ha discurrido por el centro de Barcelona para protestar contra la sentencia del ‘procés’ y para reclamar la independencia. ALBERT GARCIA
  • Manifestantes durante los altercados que se están produciendo en Barcelona.
    18 Manifestantes durante los altercados que se están produciendo en Barcelona. ÓSCAR CORRAL
  • Los manifestantes llenan latas con tierra cerca de una comisaría de la Policía Nacional, en Barcelona.
    19 Los manifestantes llenan latas con tierra cerca de una comisaría de la Policía Nacional, en Barcelona. PAU BARRENA AFP
  • Un momento de la manifestación de Barcelona, a la que la Guardia Urbana calcula que han acudido unas 525.000 personas.
    20 Un momento de la manifestación de Barcelona, a la que la Guardia Urbana calcula que han acudido unas 525.000 personas. ALBERT GARCIA
  • Los integrantes de una de las marchas portan una pancarta con un retrato del expresidente catalán Carles Puigdemont, huido de la justicia en Bélgica, en la que se puede leer 'No surrender' (no rendirse), a su llegada a Barcelona.
    21 Los integrantes de una de las marchas portan una pancarta con un retrato del expresidente catalán Carles Puigdemont, huido de la justicia en Bélgica, en la que se puede leer ‘No surrender’ (no rendirse), a su llegada a Barcelona. ÓSCAR CORRAL
  • Agentes de policía trasladan a uno de los detenidos este viernes en Barcelona.
    22 Agentes de policía trasladan a uno de los detenidos este viernes en Barcelona.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/10/18/album/1571409679_788443.html#foto_gal_22

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Por la autodeterminación: Pronunciamiento de intelectuales en Venezuela

Redacción: Página 12

La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad-Capítulo Venezuela, publicó un pronunciamiento en defensa de la autodeterminación del pueblo venezolano. “Nuestra intención es pedir su apoyo para que se convoque y accione ante el Tribunal Russell u otras instancias, que permitan que las voces del pueblo venezolano sean escuchadas, se deje constancia del sufrimiento que viene padeciendo nuestro país por acciones que están proscritas por el Derecho Internacional Público y que atentan contra la idea de que los pueblos pueden definir su forma de gobierno y deben ser respetadas sus decisiones por todas las demás naciones”, se lee en el documento firmado también por el Colectivo de Psicólogos y Psicólogas por el Socialismo, el Movimiento Periodismo Necesario y el Movimiento Constitucionalismo Bolivariano. Los firmantes aseguran que la situación grave que se vive en el país caribeño fue creada por las medidas coercitivas ejecutadas por bancos, grandes industrias y corporaciones financieras y mediáticas, así como también por gobiernos.

“En especial por el gobierno de Estados Unidos que se ha propuesto sancionar y aislar al país hasta que las formas de gobierno y su ejercicio sean sencillamente inviables”, afirman y agregan: “Con estos elementos, lo que ocurre en Venezuela ha sido valorado por algunos expertos, como Alfred de Zayas, como crímenes de lesa humanidad”. Entre los intelectuales, artistas y dirigentes sociales que firman se encuentran el politólogo argentino, Atilio Boron; las periodistas argentinas Stella Calloni (foto) y Telma Luzzani; el doctor en Filosofía y escritor mexicano Fernando Buen Abad; el periodista y analista político cubano Angel Guerra; el escritor y profesor cubano Omar González; el abogado y periodista boliviano Hugo Moldiz y el politólogo vasco Katu Arkonada. Los firmantes dicen que Venezuela está siendo perseguida internacionalmente.  “El Banco de Londres confiscó sus ahorros en oro y Estados Unidos dio la administración de su bienes a personas que no han sido nombradas por las autoridades legítimamente electas”, indica el documento que se encuentra completo en https://humanidadvenezuela.home.blog/. En este sentido, afirman que la persecución sufrida por el país caribeño le costó pérdidas que, estiman los intelectuales, superan el dinero que hubiese requerido Venezuela para dar educación universalmente durante 26 años.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/193019-pronunciamiento-de-intelectuales

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Educar no es crear, sino ayudar a los niños a crearse a sí mismos

Por:  Ana Isabel Laguna

Educar no es crear intentando que los más pequeños sean como nosotros queramos, pues no estamos hablando de máquinas que no tienen voluntad propia.

Si evitamos que los niños se creen a sí mismos, los estaremos limitando. Tarde o temprano, reflejarán las consecuencias.

Enseñarles a pensar, a cómo ser, a creer en ciertas verdades sin cuestionarlas hará que no puedan hacer uso de una de las más valiosas capacidades: la autodeterminación.

Tú eres el protagonista de tu vida

La autodeterminación en los niños implica que, elijan lo que elijan, ellos serán siempre los protagonistas de su vida, porque es así como debe ser.

Aunque sean pequeños no tenemos por qué darles la fruta masticada. Los errores, equivocarse y el poder de la elección tienen que estar presentes desde ahora.

Es el momento ideal para enseñarles buenas prácticas, para que sepan gestionar sus emociones, aprender de todo lo que hacen y saber que, aunque se caigan, pueden volver a levantarse.

Sin embargo, los padres actuamos queriendo ser los protagonistas de la vida de nuestros hijos. Diciéndoles cómo deben pensar, actuar y decidir.

Cambiar una verdad absoluta por un desafío les permitirá a los más pequeños adquirir un montón de beneficios. Les ayudará a tomar decisiones, a reflexionar y a observar lo que ocurre.

Comenzarán a confiar en sus capacidades y, solo así, podrán ganar en seguridad y empezar a enfrentarse a sus grandes miedos.

Educar no es crear, sino permitir.

Educar no es crear, sino permitir que los niños labren su propio camino. Piensa que no hacerlo, a veces, se extiende incluso a etapas posteriores del crecimiento.

Pongamos por ejemplo a esos jóvenes que entran en la universidad con una falta de motivación patente porque sus padres les han obligado a estudiar determinada carrera.

¿Por qué no permiten que su hijo vuele? ¿Por qué no dejar que persiga lo que él quiere? Quizás esto sea fruto de los miedos e inseguridades de los progenitores.

Y es que el tiempo del que disponen los hijos se acorta, pues lo están perdiendo en lo que no les interesa. Por todo esto es necesario que desde pequeños les demos alas a su pensamiento, fomentemos la capacidad de crítica y evitemos, siempre, las respuestas y soluciones aprendidas y predeterminado.

¿Cómo podemos hacerlo?

  • Permitiendo que los niños lleven a cabo tareas que no les supongan un elevado estrés o ansiedad. De esta manera, podrán verse como competentes.
  • Dejar que vuelen solos, brindándoles un espacio de autonomía donde sientan que tienen el control para buscar sus propias soluciones.
  • Apoyarles siempre, estando ahí, pero sin condicionar lo que hacen. Haciéndoles saber que cuentan con tu amparo.

Es normal que eduquemos a nuestros hijos tal y como lo han hecho con nosotros. Sin embargo, es importante abrir los ojos para evitar cometer los mismos errores que una vez nos afectaron.

Ten siempre presente que educar no es crear, sino permitir que los más pequeños se creen a sí mismos para que puedan ser auténticos y únicos.

Fuente: https://www.el-carabobeno.com/educar-no-crear-sino-ayudar-los-ninos-crearse-mismos/

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Venezuela: Vigencia de los no alineados

América del Sur/Venezuela/Septiembre 2016/Noticias/http://www.avn.info.ve/

Caracas, 11 Sep. AVN.- 1. A la Conferencia de los No Alineados de Bandung, en 1955, no asistieron países de América Latina y el Caribe. Pero éstos, en las últimas décadas, orientan su política exterior hacia la multipolaridad, la No Alineación, el fortalecimiento de organismos regionales para el intercambio comercial como el Mercosur; la creación de otros con fines más amplios, como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana de América (Alba), y la Celac, así como la cooperación Sur-Sur. Tal es el espíritu de los países que desde 2006 se reúnen en las cumbres América del Sur-África, y en la realizada en Venezuela en Margarita en septiembre de 2009.

2. En ésta se adoptó la resolución de «intercambiar experiencias y fomentar una cooperación estrecha y efectiva entre nuestras regiones, con el fuerte apoyo de la Unión Africana (UA) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) como planes importantes de la cooperación de nuestros pueblos». Se reafirmaron el compromiso con el desarme, la no proliferación de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva, y la lucha contra el tráfico de armamentos. Se asumieron compromisos con el multilateralismo, la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el fortalecimiento de iniciativas contra la delincuencia transnacional, el tráfico ilícito de armas, de personas y de drogas. En lo estratégico, se acordó promover la paz y la seguridad a través del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, el Consejo Suramericano de Defensa de Unasur y la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (Zpcsa).

3. En pocas décadas ha cambiado el mundo. No solo desaparece el bloque soviético: la Alianza Atlántica hace aguas cuando China supera a Estados Unidos como primera potencia económica mundial. La potencia norteña contraataca con una ofensiva contra los gobiernos progresistas de América Latina: intenta resolver con el intervencionismo externo insolubles problemas internos económicos, sociales, políticos y culturales.

4. Es trascendente que Venezuela asuma la presidencia de un movimiento que agrupa a la mayoría de las naciones del mundo, con vertiginosa diversidad de culturas y de ideologías, unidas por la amenaza de grandes potencias que pretenden ejercer plena hegemonía y no se resignan al mundo multipolar. Se requiere todavía de una liga para intercambiar puntos de vista, diseñar estrategias y afirmar el derecho a la supervivencia, a la independencia y a la soberanía de la inmensa mayoría de los países y de los habitantes del planeta. Veamos que nos trae la Cumbre de Margarita.

*Luis Britto García, escritor venezolano.

Fuente:

http://www.avn.info.ve/node/367497

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/qt0xRGUg_faFA8QplwETAUpvQFXmXkY37Q5kgV700caYa4xiSsCylxaOyyFH5UBV2K8Z7g=s85

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