El estrés de los maestros durante la pandemia

 Rogelio Javier Alonso Ruiz

Ambos videos se hicieron virales en redes sociales: el primero mostraba a un profesor universitario conteniendo el llanto tras recibir mensajes de aliento de sus estudiantes ante las dificultades que enfrentaba para transmitir un video; en el segundo, una maestra en estado de histeria reprendiendo de manera hostil a sus alumnos por, según ella, tener las cámaras apagadas durante la clase en línea que dirigía. Las reacciones referidas, si bien diametralmente opuestas, tienen algo en común, de acuerdo a los testimonios de los mismos protagonistas: la frustración y el estrés. No hay manera de justificar un trato humillante como el del segundo caso, pero llama la atención que sobre la mesa de debate no se haya tocado apenas, más allá de que es un acto a todas luces censurable, el hecho de que éste pudiera ser reflejo de la situación emocional que muchos docentes están experimentando con la enseñanza a distancia.

En el trabajo, se concibe al estrés como la condición en la que “ciertos aspectos del ambiente laboral son extremadamente difíciles o exigentes para ser enfrentados por la persona” (Saltijeral y Ramos, 2015, p. 362), motivando la aparición de reacciones que ponen el riesgo el bienestar físico y mental. Además de los múltiples desafíos a los que el docente se enfrenta en su labor, la naturaleza humana de su actividad la hace más propensa a la generación del padecimiento: “trabajar con personas usualmente genera más estrés que trabajar con cosas, debido a la carga afectiva y emocional que conlleva” (Rodríguez, et al, 2017, p. 19). Si bien se dice que en el entorno laboral es inevitable que exista presión y que incluso, bien dosificada, podría ser un catalizador del buen desempeño, “el estrés aparece cuando esa presión se hace excesiva o difícil de controlar” (Leka, 2004, p.3). Para muchos docentes la enseñanza a distancia ha significado este escenario.

Si bien ya era proclive al padecimiento en cuestión, durante la pandemia la docencia ha potenciado factores que se asocian al estrés laboral (Leka, 2004, pp. 6-7). Uno de los principales se refiere a las jornadas de trabajo muy largas o fuera del horario normal, así como los horarios de trabajo imprevisibles: el hecho de que el maestro trabaje desde casa parece haberse confundido con que debe estar disponible a cualquier hora del día, ya sea para atender a los alumnos o padres de familia, así como recibir avisos e instrucciones por parte de las autoridades escolares. Otra de las razones que genera estrés es la falta de control sobre los efectos de la actividad propia: hoy, más que nunca, el éxito de la labor educativa depende de factores ajenos al docente tales como las condiciones culturales, económicas y tecnológicas de los hogares, así como la disposición de los padres de familia para apoyar el trabajo escolar.

Uno más de los estresores del docente tiene que ver con una supervisión inadecuada, desconsiderada o que no proporciona apoyo, así como un ejercicio inadecuado del liderazgo escolar: la función de autoridades educativas y escolares, lejos de facilitar el desempeño de los docentes, puede ser motivo de agobio y enfado ante exigencias abundantes e irrelevantes. El trabajo aislado, al no permitir la expresión de inquietudes ni permitir la superación de dificultades mediante el consejo de pares, también condiciona la aparición del estrés. Finalmente, destacan también las exigencias contrapuestas entre la vida laboral y la vida familiar y personal: espacios y momentos que deberían ser destinados al convivio con los seres queridos, el descanso y la recreación, son invadidos por las obligaciones del trabajo.

Como se observa, la labor docente a distancia ha representado un caldo de cultivo para el estrés. Las consecuencias de este problema son de consideración: basta decir que en México se le adjudican anualmente 19,000 infartos (Rodríguez, et al, 2017, p. 2), así como asociársele a dificultades digestivas o para dormir, relajarse o concentrarse. Un estrés mal gestionado puede devenir en lo que se conoce como Síndrome de burnout (o del trabajador quemado). Una investigación de Rodríguez, Guevara y Viramontes (2017) sobre el caso de un docente estresado demostró que éste incurría en eventos de irritabilidad excesiva por detalles muy simples; asimismo, se observaba cansado y era conflictivo con sus colegas; los alumnos del profesor estudiado manifestaron sentirse agobiados, ridiculizados e incluso agredidos física, verbal y psicológicamente. El estrés crónico se vincula también con un “sentimiento de incompetencia personal, profesional y colectiva, [provocando]una crisis de eficacia percibida” (Saltijeral y Ramos, 2015, p. 368).

Las consecuencias del estrés excesivo no sólo se limitan a la salud física y mental de los afectados. También tiene importantes repercusiones en la organización escolar: “es común que los compromisos establecidos administrativamente y los contraídos en los consejos técnicos no sean atendidos en tiempo y en forma, argumentando la saturación de trabajo, la dificultada para hacerlo, la falta de recursos, la falta de tiempo, etcétera” (Rodríguez, et al, 2017, p. 17).

Así pues, se observa que el estrés laboral al que están expuestos los docentes, sobre todo durante esta época de enseñanza a distancia, es considerable dadas sus importantes consecuencias. Un primer aspecto para evitar la aparición del estrés tiene que ver con el ajuste entre los conocimientos y capacidades del docente a las exigencias y presiones del trabajo (Leka, 2004, p. 5): en este sentido, se vuelven imperativos, por parte de las autoridades educativas, opciones formativas pertinentes para el desafío que están enfrentando los maestros; las supervisiones y la misma organización escolar también  deberían procurar redes de intercambio de experiencias e información que permita a los profesores prepararse y acompañarse mejor para enseñar a distancia. Debe tenerse en cuenta que “la percepción del apoyo social es crucial para el individuo” (Rodríguez y Rivas, 2011, p. 83), nada más nocivo que el trabajo aislado.

Otra posible solución al problema del estrés tiene que ver con la modificación de las exigencias laborales (Leka, 2004, p. 18): no se puede suponer que la vida escolar a distancia transcurrirá de la misma manera que la presencial, por tanto, las expectativas y los medios deberán ser mesurados de acuerdo al escenario que se vive, en aras de evitar frustración ante pretensiones inalcanzables. Es evidente también la necesidad de respetar la vida personal del maestro: establecer dinámicas de comunicación respetuosas de los ámbitos familiar o recreativo, por mencionar algunos. Es importante también aligerar la carga administrativa.  Asimismo, para gestionar adecuadamente el estrés no deben descartarse el aprendizaje de técnicas de relajación o terapias (Mindfulness, por ejemplo) destinadas a desarrollar habilidades psicológicas para prevenir y aliviar este padecimiento (Rodríguez y Rivas, 2011, p. 83).

Como se observa, el estrés laboral al que son sometidos los docentes, sobre todo durante la enseñanza a distancia, es para tomarse en cuenta. No se puede esperar el éxito de una estrategia educativa si, quienes se encargan de concretarla, los maestros, se encuentran en condiciones desfavorables para desempeñar su labor. El escenario desconocido y considerablemente demandante al que se están enfrentando los profesores debe ser motivo suficiente para poner atención a su estado emocional. Los casos de los profesores expuestos al inicio de este escrito pudieran ser la punta del iceberg de un problema mucho más complejo, que va más allá de episodios de ira o de aflicción espontáneos que, en cambio, pudieran ser indicadores de males que silenciosamente se están gestando y que habrían de tener desenlaces no deseados.

Fuente e imagen: https://profelandia.com/el-estres-de-los-maestros-durante-la-pandemia/

Comparte este contenido:

¿Para qué sirve la ESI?

Por: Sonia Santoro.

Historias de alumnas y alumnos que, después de transitar la experiencia de la ESI en la escuela, modificaron sus conductas y en, algunos casos, sus vidas.

En una escuela media de Balvanera, un alumno de 17 años, que había recibido varios talleres de Educación Sexual Integral (ESI) le contó a su mamá todo lo que había escuchado en el colegio sobre violencia de género y la convenció de irse de la casa, para escaparse de su marido violento. En la clase de Formación Etica y Ciudadana de una escuela de La Boca, en la que se abordaron temas de ESI, un estudiante contó que un tío falleció de una de las enfermedades llamadas “oportunistas” del sida. Le detectaron el virus muy tarde y falleció en muy poco tiempo. “Murió sólo como un perro. Es refeo cómo se estigmatiza a las personas que tienen VIH. Me quedé sin ninguna pertenencia de mi tío, y yo que me llevaba bien, lo requería. Sólo me quedan los recuerdos. Mi tía no es mala, pero pensaba que, quemando sus cosas, mataba el virus. Tenía miedo. Ahora que sé cómo se transmite, voy a hacer que ese prejuicio desaparezca”, reflexionó el alumno. Historias como éstas se suceden todos los días en aulas o pasillos de aquellas escuelas de la ciudad donde la Educación Sexual Integral atraviesa sus contenidos en todas las materias. La ESI, esa sigla tan popular en los últimos tiempos pero que todavía tiene la capacidad de generar temores en algunos padres y autoridades escolares, o confusiones respecto de asociarla directa y unívocamente a “hablar de sexo”, provoca cambios profundos en las vidas de quienes la reciben. Aquí, algunos relatos explican para qué sirve la ESI.

La decisión estaba tomada pero no sabían cómo hacerlo sin exponerse a una reacción violenta del padrastro del alumno de Balvanera. “Le dimos números de teléfono y direcciones de lugares donde podían contener a su mamá y orientarla en cuanto a la manera y el momento en que debían irse. A él lo apoyamos y lo acompañamos durante todo el proceso. También lo felicitamos por su valentía. Y, claro, lloramos de emoción cuando nos contó que finalmente su mamá, su hermanita y él, vivían tranquilos en un lugar sin insultos, amenazas ni golpes”, cuenta Nerina, una de las docentes.

Esta situación no es una rareza. Después de abordar cuestiones de género, estereotipos, violencias contra las mujeres, puede pasar que una chica se angustie y se anime a contar que fue abusada o que está sufriendo algún tipo de violencia. También “es frecuente que una vez terminado el taller de ESI se acerquen lxs jóvenes para hacer preguntas que por alguna razón no hicieron en el transcurso del taller. Preguntan mucho sobre la eficacia de la anticoncepción de emergencia, generalmente llamada ‘pastilla del día después’. Sobre el momento oportuno para tomarla, consecuencias, etc. También consultan sobre situaciones violentas vividas con sus parejas y las pasos a seguir y lugares de consulta y derivación. Muchas veces consultan sobre abuso sexual intrafamiliar”, cuenta Silvia Kurlat, educadora y orientadora en Sexualidad Humana, presidenta hasta hace dos meses de la Asociación Argentina de Educadoras y Educadores Sexuales.

La ley y los cucos

La ley 2110 de Educación Sexual Integral de la ciudad fue sancionada en 2006. Las denuncias y reclamos por la falta de decisión política y financiamiento para su aplicación se vienen sucediendo desde entonces. Durante una importante toma de colegios en 2017, los centros de estudiantes lo plantearon como uno de los reclamos más fuertes, junto con la necesidad de un protocolo de actuación en casos de violencia de género (ver aparte). Desde entonces, la bandera no volvió a bajarse, pero para muchos todavía la sigla ESI sigue siendo un misterio o un cuco. Una parte de la comunidad docente todavía considera al “sexo” como sinónimo de “sexualidad”. “Las autoridades y algunxs docentes temen que los talleres de ESI puedan contribuir a estimular la sexualidad de los alumnos de manera de promover relaciones sexuales precoces. Sabemos que en realidad es al contrario. A mayor información científica, actualizada, en lenguaje claro, más tardíamente se inician las relaciones sexuales y en mejores condiciones”, dice Kurlat.

En el mismo sentido reflexiona Lucía Schiariti, capacitadora docente en Educación Sexual Integral. “Todavía socialmente, en muchas familias (e incluso muchos docentes) siguen siendo pregnantes las ideas de sexualidad asociada a sexo, a relaciones sexuales, a aparatos reproductores. Y entonces no se entiende bien qué y cómo se trabajará. También estamos trabajando para desarmar la idea de que ESI es un taller, una jornada, la ‘clase’ de ESI. Con docentes, lo que trabajamos es que la ESI es una mirada, una perspectiva que se asume, y sirve para encarar todas las prácticas educativas”.

También sucede que más allá de los sectores más progresistas que siguen el impulso del feminismo y la “marea verde” que inunda las aulas e instala sus debates, en otros adolescentes “sigue habiendo confusión, y si no trabajás temas de salud sexual y/o género (sean estereotipos o violencia) entonces no parece ESI. Trabajar vínculos, la afectividad en general, no termina de asociarse con la sexualidad. Y no se visibiliza parte de lo que sí se está haciendo”, agrega Schiariti.

Por ejemplo, cuenta Valeria, una docente, que un día la clase de inglés en segundo año giró en torno al análisis de publicidades y los estereotipos de belleza instalados en la sociedad. Al principio muchos repitieron belleza y perfección como sinónimos. También hablaban de ojos claros, cabellos despampanantes, alturas llamativas, extrema delgadez, entre otras descripciones. Luego eso se fue poniendo en cuestión. Para ir cerrando, les contó que esa clase estaba enmarcada dentro de la Ley de Educación Sexual Integral. Justamente, al decirlo, un alumno respondió “pero no hablamos de sexo”. “Y tenía razón, claro. Pero seguiremos trabajando en ESI para que dejen de pensar que es sólo hablar de sexo. Ese día tocó el timbre y en vez de estar desesperadxs por ir al recreo, un clima de profunda introspección reinó en el curso”, agrega Valeria.

Es que la ESI incorpora la perspectiva de género en las aulas, una categoría por la que todos, todas y todes estamos atravesados y de la que no se puede permanecer inmutable.

Las reacciones

Las reacciones de la clase, sin embargo, no siempre es la esperada. Suele haber algunas chicas o chicos más informados o familiarizados con la problemática y otros que siguen anclados en figuras tradicionales y conservadoras en relación a los roles de género, por ejemplo. “La ESI también irrumpe en las aulas sorpresivamente y nos obliga a tomar decisiones y no omitir lo que surge”, apunta Leticia, docente de una escuela media de Lugano. Ese fue el caso frente a una discusión entre un chico y una chica, que se agredían verbalmente con comentarios ofensivos que visibilizaban la concepción estereotipada de la mujer. “Ante el intento de mediar y favorecer la reflexión acerca de cómo se estaba tratando a una compañera, la interpretación del estudiante involucrado fue: ‘Profe ella me provoca ahora que está usted porque sabe que defiende a las mujeres'», cuenta.

Cuando se trata de capacitar a docentes en los contenidos de la ESI, las respuestas y predisposiciones no son homogéneas. “En instancias de capacitación, una docente de primaria relató que estaban ingresando sus estudiantes al aula, pero venían con ‘demasiada’ energía. Les pidió que se detuvieran, y estuvo a punto de decirles ‘entren primero las nenas’. Pero recordó lo que veníamos trabajando en encuentros anteriores y entonces dijo: ‘Entren primero quienes tienen algo rojo… Ahora quienes tienen zapatillas blancas…’ y así siguió. Haberse dado cuenta de que la primera forme de organización volvía sobre formas binarias habilitó la posibilidad de empezar a desarmar prácticas que suelen repetirse en las escuelas sin cuestionamientos, y refuerzan modelos cisnormativos y sexistas”, cuenta Schiariti.

Otro docente de Taller de una escuela técnica comentó que una alumna, a quien él quería “ayudar” a mover un motor, le dijo “gracias profe, pero yo puedo”. A partir de ese comentario, se dio cuenta de cómo solía hacer diferencias entre chicas y chicos en sus clases, y está empezando a modificarlo.

De eso se trata, de mover, modificar, movilizar; de empezar a forzar la máquina al punto de que haya transformaciones, como dijo alguna vez una feminista.

Fuente del artículo: https://www.pagina12.com.ar/214238-para-que-sirve-la-esi

Comparte este contenido:

Continúa huelga de maestros en Oakland

América del Norte/ Estados Unidos/ 25.02.3019/ Fuente: www.telemundoareadelabahia.com.

Miles de maestros pertenecientes al Distrito Escolar Unificado de Oakland volvieron a las calles el viernes para continuar con la huelga para exigir mejoras salariales.

Los docentes afirmaron el jueves que al no llegar a un acuerdo con las autoridades escolares continuarán luchando por un aumento del 12 por ciento del salario, la reducción de alumnos por clases y la contratación de más consejeros y enfermeras para la atención de los estudiantes.

Durante el jueves maestros, estudiantes y padres respaldaron la huelga realizando caminatas frente a las 86 escuelas pertenecientes al distrito escolar.

Funcionarios sindicales de la Asociación de Educación de Oakland acudirán el viernes a la mesa de negociaciones con los funcionarios del distrito.

«Los padres, los maestros y los estudiantes hablaron con los pies hoy», dijo el jueves por la noche el presidente del sindicato, Keith Brown, y pidió una gran participación en el Día Dos de huelga.

«Las huelgas se ganan en las calles, no en la mesa de negociaciones», aseguró.

Así se desarrolla la huelga de maestros en Oakland

A principios de semana, autoridades del distrito ofrecieron a los docentes un aumentos del 8 por ciento en sus salarios, sin embargo muchos aseguran que por el alto costo de vida que actualmente hay en la Bahía no es suficiente para mantener a sus familias.

«Me estoy desangrando cada mes, y me estoy endeudando», dijo Sarah Trauben, de 30 años, que enseña inglés y gobierno en la Escuela Técnica Superior de Oakland.

Ella tomó un segundo trabajo como tutora de SAT para llegar a fin de mes.

Adicionalmete, los maestros también quieren clases más pequeñas y dicen que el distrito necesita contratar más enfermeras de tiempo completo y consejeros escolares.

[TLMD - Bahia] Discuten planes de acción ante huelga de maestros en Oakland

Padres, maestros y organizaciones comunitarias se reunieron para planificar las acciones que deberán tomar para no perjudicar a los estudiantes si los maestros van a huelga el jueves.

(Publicado martes 19 de febrero de 2019)

En la clase de biología de noveno grado de Sierra Donaldson en Oakland Tech, ella se preocupa por la seguridad en las clases de laboratorio.

«El tamaño de la clase es enorme. Necesito vigilar a 32 niños de 14 años, y siento que no es seguro si trabajamos con bacterias u otros materiales», dijo Donaldson.

El salario inicial de un maestro en el distrito es de $ 46,500 al año y el salario promedio es de $ 63,000, según el sindicato. En comparación con Berkeley, un maestro principiante gana $ 51,000 al año y el salario promedio es de $ 75,000, dijo el sindicato.

«No podemos darnos el lujo de vivir aquí», dijo la maestra de kindergarten Elena Njemanze, que ha estado enseñando en Oakland durante ocho años y tiene una maestría de Mills College. «Solo puedo pagar el alquiler porque mis padres me están ayudando».

¿Cómo ha afectado la huelga de maestros a estudiantes en Oakland?

[TLMD - Bahia] ¿Cómo ha afectado la huelga de maestros a estudiantes en Oakland?

Padres de familia han optado por no llevar a sus hijos a la escuelas por lo que han tenido que buscar lugares de cuidado.

(Publicado jueves 21 de febrero de 2019)

El portavoz del Distrito Escolar Unificado de Oakland, John Sasaki, dijo que los administradores escolares esperan obtener una contraoferta del sindicato cuando se reanuden las negociaciones el viernes.

«No hemos escuchado ninguna propuesta desde mayo pasado, así que esperamos que tengan algo para nosotros cuando nos encontremos mañana», dijo Sasaki.

El sindicato también ha pedido que el distrito deseche los planes para cerrar hasta 24 escuelas que atienden principalmente a estudiantes afroamericanos y latinos. El sindicato teme que más estudiantes se pierdan en escuelas charter que agotan más de $ 57 millones al año del distrito.

Las recientes huelgas en todo el país se han basado en una ola de activismo docente que comenzó la primavera pasada. Los sindicatos de maestros de West Virginia, que realizaron una huelga de nueve días el año pasado, pusieron fin a otra huelga de dos días el miércoles. La semana pasada, los maestros en Denver terminaron una huelga de tres días después de llegar a un acuerdo tentativo para aumentar sus salarios.

Fuente del artículo: https://www.telemundoareadelabahia.com/noticias/destacados/Continua-huelga-de-maestros-en-Oakland–506214691.html

Comparte este contenido:

Informe confidencial alerta de radicalización islámica en las escuelas francesas

Europa/ Francia/ 15.09.2018/ Fuente: es.rfi.fr.

Niños que se niegan a dibujar figuras humanas, a escuchar música, a hacer gimnasia durante el ramadán, que presionan a compañeros que no comen comida sin certificación religiosa: son algunos de los casos que ilustran una temprana radicalización religiosa en las escuelas de Francia, según documento de los servicios de inteligencia examinado por el ministerio de Educación.

El informe realizado por los servicios de inteligencia de Francia está en el escritorio del ministro de Educación de Francia, Michel Blanquer. El texto confidencial, revelado por la radio Europe 1, describe las fricciones entre la escuela pública y la práctica del islam por parte de niños musulmanes.

Aunque el documento indica que la situación es estable, el estudio indica que existen casos cada vez más duros de repliegue religioso que impiden el normal desarrollo de la vida escolar. La nota confidencial describe casos de niños que se niegan a dibujar figuras humanas (una prohibición rigurosa para ciertos musulmanes); chicos que se tapan lo oídos para no escuchar música en la clase, varones que se oponen a darle la mano a sus compañeritas de curso o incluso de menores que rechazan muebles de color rojo, juzgados contrario a las enseñanzas del Corán, apunta Europe 1.

Uno de los principales puntos problemáticos para las autoridades escolares es el momento del almuerzo. En la región del sudeste se registran casos de niños que se niegan a sentarse junto a compañeros que coman cerdo. Además, chicos musulmanes insultan a otros de la misma religión por no comer alimentos halal (que siguen las prescripciones religiosas islámicas).

En Saint Denis, en los suburbios de París, en un viaje escolar “de unos 50 alumnos, 35 se negaron a comer una pata de pollo que les habían dado para la cena porque no era halal. No nos habían avisado, así que tuvimos que botar 35 patas de pollo y sólo se comieron las papas fritas”, cuenta Yannis Roeder, el profesor de historia del curso, citado por Europe 1 en el informe.

Otros casos señalados cuentan mencionan incidentes ligados al ayuno durante el mes del ramadán: un niña deshidratada rechaza un vaso de agua mientras el padre tampoco da la autorización porque no lo ha consultado con el imán; un equipo de fútbol de una secundaria del este de Francia que debió abandonar el campeonato nacional de fútbol de salón porque la mitad del equipo observaba el ayuno.

En tanto, en la ciudad norteña de Lille, aparecieron madres de alumnos distribuyendo volantes exigiendo la separación de varones y niñas “en nombre del Corán”.

Para Frédéric Béghin, autor de un libro sobre el laicismo (“Una oración para el colegio: los maestros frente al rompecabezas de la laicidad”) el informe pone el acento en una realidad que él ya había constatado. “En todas las escuelas de Francia, ya sea en la primaria o en el secundario, no tenemos una mayor recurrencia de estos hechos, pero sí son más precoces, más reivindicativos, más agresivos, ya se trate en la vida cotidiana en la escuela, el comedor o la enseñanza en las aulas”, recalcó en una entrevista con Le Parisien.

A la espera de una nueva estrategia frente a este fenómeno de radicalización, la Educación nacional francesa ha creado una plataforma se asistencia para ayudar a los maestros y profesores a tener un apoyo las 24 horas. Cada día, el servicio atiende unos 30 casos ligados a esta problemática.

Fuente de la noticia: http://es.rfi.fr/francia/20181010-informe-confidencial-alerta-de-radicalizacion-islamica-en-las-escuelas-francesas

Comparte este contenido: