Fortalecimiento de capacidades forestales en perspectiva de pensamiento complejo

Por Rodrigo Arce Rojas

En una perspectiva de socioecosistemas el bosque es entendido como un sistema único en el que se producen interacciones entre los elementos biofísicos y los elementos socioculturales. Esta misma perspectiva es compartida por los servicios ecosistémicos que reconoce no sólo servicios de apoyo, de aprovisionamiento y regulación sino también servicios culturales que en conjunto interactúan con los componentes del bienestar humano tanto a nivel individual y colectivo (seguridad, salud, buenas relaciones sociales, libertad de elección y acción, entre otros).  En buena cuenta, los socioecosistemas están conformados por materia/masa, energía, información y sentido y su gestión sostenible debe considerarlos en su totalidad y en sus interacciones.

Hasta ahora ha predominado en el sector forestal una visión de pensamiento simplificante que se caracteriza por ser positivista, disyuntivo, reduccionista, lineal, y determinista. Ello se sustenta tanto por la formación disciplinaria en la que todos los profesionales nos hemos educado pero también por la propia estructura administrativa del Estado y de la organización privada que enfatiza en las funciones, competencias, y en casilleros rígidos del organigrama que refuerzan la fragmentación. Esfuerzos como Comités, Comisiones Multisectoriales, Comisiones Intersectoriales, entre otras modalidades de trabajo conjunto, no necesariamente logran recuperar una visión sistémica si es que cada una de las partes se sigue encerrando en sus perspectivas particulares con esquemas de pensamiento simplificante. De ahí la necesidad de incorporar el pensamiento complejo como una de las formas de enriquecer el pensamiento simplificante que no se desdeña pero que sí se fortalece al abrirse a la complejidad.

Arce (2016: 5) ha planteado un núcleo conceptual del pensamiento complejo que tomamos como base:

Pensamiento complejo es una filosofía, estrategia, método, actitud y práctica orientada al abordaje de problemas de frontera que se encuentran entre los comportamientos regulares y predecibles y los comportamientos irregulares e impredecibles con el propósito de entender y dar explicaciones de la realidad de manera totalizadora, integradora, dialogante con el entorno, constructiva y transformadora a partir de la comprensión de las estructuras complejas en las que se verifican la emergencia de nuevos comportamientos y la auto organización.

Pensamiento complejo por lo tanto puede plantearse como una nueva forma de entender la realidad, explicarla y transformarla a partir de nuevas formas de pensamiento que no se reducen a una racionalidad o lógica clásica sino que se abre hacia las múltiples manifestaciones de la realidad, incluyendo la incertidumbre, lo raro, lo extraño, las ambigüedades, las turbulencias, entre otras expresiones de la complejidad de la realidad. En este marco cobra especial relevancia la interdisciplinariedad y aportes no convencionales que vienen desde las lógicas no clásicas, matemáticas discretas, teoría de redes, sistemas dinámicos complejos adaptativos, teoría de la información, entre otros.

Aplicado al fortalecimiento de capacidades en el sector forestal pensar de manera compleja implica tomar en cuenta los siguientes factores (Núñez, 2013; Osorio, 2012; Solana, 2011; Pereira, 2010; Morin et al. 2002; Morin, 1998):

Totalidades: Todos los tipos de ecosistemas forestales, toda la diversidad biológica forestal, todos los actores forestales, todos los sectores involucrados, toda la cadena productiva. También implica considerar todas las jerarquías, todas las dimensiones, todas las categorías, todos los significados, todas las valoraciones y todos los sentidos. Esta es una perspectiva que da cuenta de las redes y el reconocimiento del policentrismo o acentrismo.  Ahora bien, esto no significa en caer en el reduccionismo del holismo sino tener la capacidad de reconocer los elementos estratégicos o catalizadores para entender la dinámica de los sistemas complejos.  El enfoque sistémico u organizacional alude al hecho de la dialogicidad con el entorno.

Dinámicas complejas adaptativas: No sólo se trata entonces de reconocer la diversidad de elementos heterogéneos sino también las interacciones, las interdependencias, la interdefinibilidad, retroacciones y retroalimentaciones. Este conjunto de relaciones dan cuenta de los principios de retroacción, recursividad, dialogicidad, emergencia, autonomía/dependencia (auto-eco-organización) que caracterizan al pensamiento complejo.

Cambios y transformaciones: Un sistema complejo adaptativo refleja la capacidad de aprendizaje, adaptación, evolución y regeneración. Esta es una forma de visualizar la gestión de la entropía en el sistema.

Incertidumbre: Correspondiente a los fenómenos como volatilidad, irrupciones, cambios súbitos, ambigüedades, brumas, contradicción, paradoja, caos, orden-desorden. Refiere al principio de borrosidad en el que las fronteras no son rígidas y son más bien permeables y no continuas

La aplicación del pensamiento complejo al fortalecimiento de capacidades forestales nos lleva a tomar en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Asumir la totalidad de la diversidad biológica forestal y no restringirse únicamente a productos de valor comercial conocido, emblemáticos o carismáticos.
  • Abordar todas las cadenas y redes de valor
  • Valorar la diversidad de actores vinculados a la diversidad biológica forestal o servicios ecosistémicos, incluyendo la propia diversidad de cada actor y la perspectiva etárea, de igualdad y equidad de género.
  • Valorar todos los conocimientos y no solo los oficiales, oficiosos, académicos u occidentales.
  • Generar activos procesos de interacción dialógica en la construcción de políticas públicas y no sólo quedarse en esquemas de transmisión de información o conocimientos.
  • Reconocer que los problemas forestales no sólo se resuelven desde los profesionales forestales sino que se requiere verdaderos enfoques y prácticas interdisciplinarias y transdisciplinarias.
  • Reconocer que el bosque es parte integrante de sistemas mayores como paisajes y de ahí la necesidad de enfatizar en la mirada de territorios.
  • Acabar con la falsa paradoja entre desarrollo y conservación porque ambos enfoques deben tratarse de manera dialógica y recursiva.
  • Reconocer que los bosques juegan un papel fundamental en lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible no sólo a partir de una mirada de aporte al crecimiento económico sino también a partir de su contribución al bienestar.
  • Cambiar la posición de forestales reactivos a forestales propositivos con capacidad de diálogo con todas las dimensiones, planos, escalas, temporalidades, significados y sentidos de la realidad.
  • Reconocer que el socioecosistema es afectado por el entorno por lo que la historia y el contexto importan mucho.
  • Revisar los marcos epistemológicos y paradigmas de desarrollo forestal que han reforzado la endogamia y la desconexión con el entorno nacional y global.
  • Abordar los fenómenos de informalidad e ilegalidad desde una perspectiva de complejidad para superar enfoques que privilegian sólo lo punitivo pero que no logran comprensiones estructurales de estos grandes problemas de frontera.
  • No quedarse únicamente en los promedios, en las soluciones conocidas o convencionales. Tener la capacidad de mirar y abordar todo el espectro de la campana de Gauss para poder atender lo raro, lo extraño que hasta ahora había sido minimizado o subestimado.

Atreverse al fortalecimiento de capacidades desde la perspectiva de pensamiento complejo es asumir con responsabilidad, creatividad, innovación y osadía nuevas formas de pensar aunque ello sea doloroso, signifique perder cuotas de poder o reconocer que varias de las cosas que hemos estado haciendo han sido inefectivas en tanto no hemos resuelto esos grandes problemas de frontera que nos retan.

Referencias bibliográficas:

Arce, Rodrigo. (2016). Aportes del pensamiento complejo a la facilitación de grupos. Ponencia presentada a: Congreso Mundial por el Pensamiento Complejo. Los desafíos en un mundo globalizado. París, 8 y 9 de diciembre de 2016

Morin, Edgar; Ciurana, Emilio; Motta, Raúl. (2002). Educar en la era planetaria: el pensamiento complejo como método de aprendizaje en el error y la incertidumbre humana. Salamanca: Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial Universidad de Valladolid.

Morin, Edgar. (1998). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Editorial Gedisa.

Osorio, Sergio. (2012). El pensamiento complejo y la transdisciplinariedad: fenómenos emergentes de una nueva racionalidad. Revista Facultad de Ciencias Económicas: Investigación y Reflexión [en línea] 2012, XX (Junio-Sin mes): [Fecha de consulta: 14 de agosto de 2017] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=90924279016> ISSN 0121-680

Pereira, José. (2010). Consideraciones básicas del pensamiento complejo de Edgar Morin, en la educación. Revista Electrónic@ Educare Vol. XIV, N° 1, [67-75], ISSN: 1409-42-58, Enero-Junio 2010.

Solana, José. (2011). El pensamiento complejo de Edgar Morin. Críticas, incomprensiones y revisiones necesarias. Gazeta de Antropología, 2011, 27 (1), artículo 09 · http://hdl.handle.net/10481/15241

*Fuente: Ecoportal.net

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Fortalecimiento de capacidades forestales en clave de complejidad

02 de noviembre de 2016 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Rodrigo Arce Rojas

Fortalecer capacidades forestales en clave de complejidad implica generar condiciones objetivas y subjetivas para que los diversos actores forestales públicos y privados desarrollen una nueva forma de pensar, de sentir, de expresarse y actuar a partir de una concepción más integral de los bosques o mejor aún de los socioecosistemas forestales.

La clave para este proceso es que los actores forestales desarrollen la sensibilidad para acercarse a los socioecosistemas forestales como sistemas complejos donde se reconoce explícitamente que existe un conjunto de partes altamente interconectadas, interdependientes que establecen relaciones y vínculos que favorecen la emergencia de nuevos comportamientos.

Esto significa generar condiciones para que las y los actores forestales desarrollen capacidades para un pensamiento sistémico en el que se reconoce que la realidad puede abordarse mediante sistemas que dialogan profundamente con el entorno. Implica considerar en su real dimensión el contexto y la historia para comprender la naturaleza de la dinámica del socioecosistema forestal. Ello implica necesariamente un enfoque interdisciplinario en el que se supera la suma de perspectivas disciplinarias sino que se desarrollan métodos de trabajo concordado a partir de la definición de marcos epistémicos comunes, marcos metodológicos concordados y significados concertados.

Significa también desarrollar un pensamiento crítico de profunda base filosófica en el que no bastan las formas convencionales de resolver los problemas (con paradigmas y mitos reiterativos), no bastan ni siquiera los marcos teóricos o legales aceptados sino que existe la predisposición de revisarlo todo, de recrearlo todo, de explorar todas las posibilidades, de buscar lo que lo que antes no se ha buscado, de sentir lo que antes no se ha sentido, de resignificar nuestro vocabulario forestal. Porque el pensamiento crítico no se queda con las primeras impresiones o pareceres sino que busca nuevas explicaciones, nuevas preguntas, nuevos abordajes. Es un pensamiento que piensa sobre tu propio pensamiento, el pensamiento de otros, el pensamiento con los otros, el pensamiento desde los otros. Porque no se trata de quién tiene la verdad sino cómo se construye la verdad que además siempre será contextual y contingente.

Fortalecer capacidades sobre los socioecosistemas forestales implica no quedarse con las regularidades, los promedios, la tradición o el dictado explícito o implícito de los grupos de poder. Pensar en complejidad implica justamente buscar las irregularidades, las fluctuaciones, los quiebres, las rupturas, las fluctuaciones, los eventos raros, los factores críticos, aquel mundo inadvertido que no quisimos ver en nombre de la eficiencia o en nombre de las teología de los pensamientos acabados.  Porque creíamos que lo consciente dominaba nuestras decisiones cuando hoy sabemos que el inconsciente tiene muchísimo más peso de lo que habíamos creído.

Significa también generar condiciones para que los actores involucrados tengan la predisposición de reconocer los cambios súbitos, irreversibles e impredecibles que se verifican en los sistemas.  Pensar en forma compleja implica tomar en cuenta la riqueza de la dinámica sistémica no lineal, la influencia de las condiciones iniciales, la importancia del proceso, la capacidad auto organizativa, los procesos adaptativos y evolutivos en el sistema.

Porque es necesario descolgarnos de la lógica de trabajar únicamente con los visibles, con los que tienen voz, con los funcionales, porque hay un universo de actores que siempre estuvieron ahí pero nunca quisimos verlos. Porque nuestra concepción de caja cerrada donde solos resolvemos nuestros problemas y no recibimos las influencias del entorno es una figura que ya no puede sostenerse. No solo la caja ya estaba abierta sino que los problemas de frontera no se resuelven únicamente con ojos y corazones forestales.

Porque no es posible pensar y actuar solo en términos de los elementos biofísicos de los socioecosistemas forestales o solo en términos de mercado. Necesitamos incorporar la ética y la poesía al universo forestal para recuperar su espiritualidad y sacralidad. Estas carencias han provocado que la corrupción esté ahí presente y no hayamos tenido éxito para erradicarla.

Porque es necesario que no simplifiquemos la realidad en mundos binarios o polarizados. Porque se requiere que entendamos las totalidades de los socioecosistemas forestales y las relaciones que definen las estructuras. Porque es necesario que reconozcamos las múltiples dimensiones, categorías, escalas y sentidos que se verifican en los socioecosistemas forestales en un diálogo fecundo con su entorno. Ello da pie a que reconozcamos la diversidad con sus múltiples lógicas y sentidos.

Por todo lo expresado se requiere que los programas de fortalecimiento de capacidades forestales no se queden en desarrollar competencias analíticas sino más bien de integración y síntesis. Que favorezca que los actores involucrados no se queden en los objetos sino que avancen en la necesidad de abordar los problemas de fronteras que se verifican en los socioecosistemas y los paisajes forestales y que hasta ahora nos han sido esquivas con esquemas de pensamiento lineales y de soluciones de enclave, asépticas y fragmentadas de la realidad compleja.

Por todo lo expresado, requerimos más bien unir lo que estaba desunido, tejer lo que estaba separado, religar lo que estaba desconectado; sinergizar antes que condenar, subestimar o evadir. La complejidad no tiene que ver con lo complicado, tampoco tiene que ver con el caos mal entendido como desorden.

Es una nueva forma de acercarse a la realidad para complementar el enfoque disciplinar que hasta ahora ha primado para enriquecer nuestra comprensión del mundo forestal y sus posibilidades de transformación con criterios de libertad, equidad, justicia y sostenibilidad.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/rodrigo-arce-fortalecimiento-de-capacidades-forestales-en-clave-de-complejidad/

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