Jane Marcet, la mujer que hizo que el influyente científico Michael Faraday se enamorara de la ciencia

Enero de 2018/Fuente: BBC

A principios del siglo XIX, una institutriz y su estudiante estaban hablando de química.

Sra. BEl objeto de la química es obtener conocimientos sobre la naturaleza íntima de los cuerpos y de su acción mutua en cada uno. Encontrarás, Carolina, que no se trata de una ciencia obtusa o confinada, que comprende todo lo material dentro de nuestra esfera.

Carolina (su entusiasta alumna adolescente)Por el contrario, debe ser inagotable; y no puedo concebir cómo se puede lograr un dominio en una ciencia cuyos objetos son tan numerosos.

Sra. BSi cada sustancia individual estuviera formada por diferentes materiales, el estudio de la química sería interminable, pero debes observar que los diversos cuerpos en la naturaleza están compuestos de ciertos principios elementales, que no son muy numerosos.

CarolinaS, sé que todos los cuerpos están compuestos de fuego, aire, tierra y agua. Aprendí eso hace muchos años.

Sra. BPero ahora debes tratar de olvidarlo.

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La institutriz, la Sra. B, tenía razón.

Para esa época ya se sabía que los elementos químicos no eran los cuatro de los antiguos griegos sino muchos más.

Este diálogo educativo aparece en un libro publicado en 1806.

Conversaciones sobre química
Image captionEn la primera página dice: «Conversaciones sobre química, en las que los elementos de esa ciencia están explicados de una manera familiar e ilustrados con experimentos. En dos volúmenes. De Jane Marcet. Edición duodécima, considerablemente extendida y corregida».

Y si te sorprende que unas damas contemporáneas de Jane Austen estuvieran discutiendo temas científicos de peso, este libro —llamado «Conversaciones sobre Química»— fue uno de los primeros en desafiar la idea preconcebida de que la filosofía natural era exclusivamente asunto de hombres.

Aun así, el libro impresionó a un joven, un aprendiz en un taller de encuadernadores de Londres, al que llegó para ser encuadernado. Lo leyó y quedó en trance. Quizás, pensó, la química es más interesante que encuadernar libros.

Ese joven era Michael Faraday quien, cuatro décadas más tarde, llegaría a ser el científico más famoso de la era victoriana.

Él nunca olvidó el efecto que «Conversaciones sobre Química» tuvo en él. En 1846, cuando era director de la renombrada Royal Institution de Londres y sus conferencias eran famosas por doquier, le escribió a la autora del libro para invitarla a asistir. Le escribió:

«No le envío un boleto porque quiero que entienda que con solo mencionar su nombre, usted y un amigo siempre podrán entrar. Ya di la orden«.

La autora del libro era una mujer que no contaba con entrenamiento científico formal, pero que entendía los principios tan bien como cualquier otro en su tiempo. Su nombre era Jane Marcet.

El forastero

Michael FaradayDerechos de autor de la imagenSCIENCE PHOTO LIBRARY
Image captionMarcet inspiró a Faraday a dedicarse a la ciencia y, a su vez, Faraday inspiró y sigue inspirando a muchos jóvenes con la creación de las conferencias de Navidad para niños en el Royal Institute.

Tanto Faraday y Marcet eran forasteros en el mundo de la ciencia.

Michael Faraday era el hijo de un herrero quien, debido a problemas de salud, a duras penas podía mantener a su familia. De manera que a la edad de 13 años, en 1804, Faraday tuvo que abandonar la escuela y empezar a contribuir con dinero para la familia.

Fue por eso que estuvo de aprendiz en el taller de encuadernado donde, según dijo después, recibió su educación.

En aquellos días, los libros se compraban sin portadas y si los dueños podían darse el lujo los mandaban a encuadernar. Así que todo tipo de volúmenes llegaban y en las noches Faraday podía leerlos.

Los dos que más lo marcaron fueron la Enciclopedia Británica y el de la señora Marcet.

Faraday diría después —aunque es difícil creerle— que no era alguien de pensamientos muy profundos, y que podía creer tan fácilmente en «Las mil y una noches» como en la Enciclopedia. Pero que había sido el libro de la señora Marcet el que le había mostrado cómo saber qué era verdad y qué no.

Cuando le preguntaron sobre la influencia de la autora después de su muerte, escribió que con el libro de la señora Marcet…

«... sentí que había conseguido un ancla en el conocimiento químico y me aferré a él.

«De ahí mi profunda veneración por la señora Marcet; primero como alguien que me confirió un gran bien personal y un gran placer; y luego como alguien capaz de transmitir las verdades y los principios de esos campos ilimitados de conocimiento que conciernen a las cosas naturales a una mente joven, no instruida e inquisitiva«.

La forastera

¿Quién era esta mujer que había logrado que la química tomara tanta vida que el joven Faraday se gastaba sus escasos salarios en ingredientes para replicar sus recetas químicas?

Copia de "Conversaciones sobre economía política"
Image captionEn varias ediciones, como en esta de «Conversaciones sobre economía política», el libro era publicado sin el nombre de la autora.

Jane Marcet era, como Faraday, una londinense.

El afrancesado apellido era el de su esposo Alexander, un doctor nacido en Suiza que se casó con ella en 1799, cuando Jane tenía 30 años.

Alexander estaba bien conectado: conocía al famoso doctor Edward Jenner, el que introdujo la vacuna contra la viruela, así como al químico Humphry Davy, cuyas conferencias en la Royal Institution eran eventos imperdibles en los círculos de moda de la capital.

  • La divertida historia del descubrimiento del gas de la risa

Davy era un showman y una estrella, y él lo sabía. Sus charlas eran espectáculos públicos: demostraba el modelo de un volcán en explosión, o llenaba el salón de conferencias con humo, o hacía que los miembros de la audiencia hicieran el ridículo con el gas de la risa.

Demostración en la Royal Institution del gas de la risa que conduce a la pérdida de inhibiciones en la primera etapa de la anestesia. La caricatura se titula: "Investigaciones científicas. Nuevos descubrimientos en neumática, o una conferencia experimental sobre los poderes del aire".Derechos de autor de la imagenSCIENCE PHOTO LIBRARY
Image captionDemostración en la Royal Institution del gas de la risa que conduce a la pérdida de inhibiciones en la primera etapa de la anestesia. La caricatura se titula: «Investigaciones científicas. Nuevos descubrimientos en neumática, o una conferencia experimental sobre los poderes del aire».

Jane fue a ver a Davy no solo para entretenerse y dejarse engañar por el químico, sino para aprender. Luego comenzó a realizar experimentos en casa, guiada por el conocimiento científico de su esposo.

Finalmente, decidió compartir su entusiasmo escribiendo un libro sobre el tema para presentárselo a los lectores jóvenes, especialmente las niñas.

Lo que lo diferenció —y la razón de su éxito— fue la entretenida manera en la que Marcet explicaba la química, a través de una conversación entre la Sra. B y sus dos alumnas, Carolina y Emilia.

Mientras que Emilia es un poco petulante y sabelotodo, Carolina es enérgica e impetuosa, incluso un poco descarada.

A diferencia de los libros de texto de la época, este no era seco, pero de ninguna manera sacrificaba el rigor intelectual.

Es por eso que se puede decir que Marcet lanzó la idea de la ciencia popular.

Experimento de Conversaciones sobre química
Image captionEl libro incluía experimentos y explicaciones, aunque llevaba la advertencia de «no hacer esto en casa».

Para 1853 se habían vendido 20.000 copias de su libro en Inglaterra y probablemente más de 100.000 en Estados Unidos, aunque es difícil saberlo pues su nombre no siempre estaba incluido en las versiones editadas.

Al otro lado del Atlántico, sus lectores influyentes incluían a Thomas Jefferson, quien una vez le dijo a un estudiante que le preguntó cómo aprender química que leyera el libro de la señora Marcet.

Animada por su éxito, Marcet escribió más de 30 libros más en el curso de cinco décadas, sobre temas que iban de la física a la gramática, pasando por economía política.

Cerrando el círculo

El libro de Marcet no fue el único que le cambió la vida de Faraday. El otro fue uno que él mismo hizo.

Tras ser inspirado para estudiar ciencias por Marcet, a Faraday le dieron un boleto para ir, como quien lo inspiró, a ver a Humphry Davy hablar sobre química en la Royal Institution.

Humphry DavyDerechos de autor de la imagenSCIENCE PHOTO LIBRARY
Image captionHumphry Davy contrató a Faraday como asistente sin saber que su pupilo amenazaría con sobrepasarlo.

Durante una serie de conferencias de Davy en 1812, el joven Faraday tomó notas detalladas. Luego regresó al taller donde trabajaba, las escribió cuidadosamente y las ató bellamente, y se las envió audazmente a Davy.

Así no contara con una educación formal en ciencia, Faraday estaba decidido a encontrar la forma de estudiarla. Pensó que su libro podría abrirle las puertas.

Y lo hizo. Davy le respondió expresando su beneplácito en la forma indirecta de esa época:

«Estoy muy lejos de disgustarme con la prueba que me ha dado de su confianza y que muestra gran celo, poder de memoria y atención«.

Davy invitó a Faraday a encontrarse con él en la Royal Institution, y lo contrató como asistente. Pero obtuvo bastante más de lo que esperaba, porque Faraday, aunque modesto, era tan brillante que su mentor y maestro comenzó a sentirse amenazado.

Las notas de Faraday para sus célebres conferencias tituladas "La historia química de una vela"Derechos de autor de la imagenSCIENCE PHOTO LIBRARY
Image captionLas notas de Faraday para sus célebres conferencias tituladas «La historia química de una vela». Eran seis en total y las dio en la Royal Academy en varias ocasiones para impulsar la divulgación de la ciencia. En 1861 fueron publicadas en un libro que se ha seguido imprimiendo desde entonces.

Davy siguió tratando a Faraday como un sirviente, incluso cuando su protegido estaba haciendo importantes descubrimientos en electricidad y magnetismo y ganándose el respeto de los científicos de toda Europa.

En 1825, Faraday fue nombrado Director del Laboratorio de la Royal Institution, y él mismo comenzó a dar conferencias. Eran tan populares como lo había sido las de Davy, estableciendo firmemente a esa organización de educación e investigación científica como el lugar a donde ir para enterarse de lo último en ciencia.

Faraday se había convertido en un famoso divulgador como su inspiración Jane Marcet.

Nunca olvidó que «Conversaciones sobre Química» le había demostrado cuán profundo podía ser el impacto de la popularización de la ciencia en los jóvenes.

En 1825 Faraday organizó las primeras conferencias de Navidad para niños, un legado que sigue vivo.

Durante su vida, dio muchas de ellas él mismo; así como lo han hecho a lo largo de los años otras luminarias científicas, más recientemente personajes como David Attenborough, Carl Sagan y Richard Dawkins.

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-42627722

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UNESCO: «Enseñanza de las Ciencias en Preescolar con Enfoque de Género».

América del Norte/Mexico/UNESCO

La Oficina en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Fundación internacional Siemens Stiftung y representantes del Gobierno del Estado de Puebla, presentaron este miércoles el libro “Enseñanza de las Ciencias en Preescolar con Enfoque de Género”, un volumen que recoge el trabajo de 41 especialistas convencidas/os de que las Ciencias no son un área reservada al género masculino, y que la enseñanza de éstas, desde una edad temprana, puede fortalecer las competencias que requerirán los niños y las niñas durante su etapa escolar y a lo largo de toda la vida en materia de pensamiento abstracto, lógico, analítico y crítico.

La presentación de esta publicación, que sistematiza la experiencias y recomendaciones de destacadas científicas, divulgadores de la ciencia, pedagogos y niñas y adolescentes mexicanas sobresalientes en ciencias, se celebró en la Sala “Mario Molina” de la Sede de la Organización de las Naciones Unidas, México, con la presencia de la Directora Ejecutiva de la Fundación Internacional Siemens Stiftung, Nathalie von Siemens, de la Directora y Representante de la Oficina de la UNESCO en México, Nuria Sanz; de la Presidenta del Patronato del Sistema DIF de Puebla, Dinorah López (en representación de su esposo, el Gobernador José Antonio Gali), de la Secretaria de Educación de Puebla, Patricia Vázquez del Mercado, y del Gobernador del Estado de Colima y Coordinador de la Comisión para el Cumplimiento de la Agenda 2030 en la CONAGO, José Ignacio Peralta.

La publicación “Enseñanza de las Ciencias en Preescolar con Enfoque de Género” es uno de los resultados del Foro Consultivo Internacional Diseño de una Metodología para la Enseñanza de las Ciencias con Enfoque de Género en Preescolar, que se celebró en Puebla del 27 de febrero al 1 de marzo del 2017, y que puso de manifiesto la urgencia y la necesidad de sentar las bases para promover, mejorar y sistematizar en México la enseñanza de las ciencias con un enfoque inclusivo, innovador y libre de los prejuicios que hasta hoy previenen la participación de más mujeres en el terreno científico.

La Directora Ejecutiva de la Fundación internacional Siemens Stiftung, señaló que: “Nos alegramos de poder formar parte de las iniciativas presentadas en este reporte que propone enfocarse en la equidad de género en el ámbito de las ciencias desde edades muy tempranas. Está bastante claro que las niñas se alejan de las disciplinas científico-técnicas por estereotipos de género que son falsos. Lamentablemente, los roles tradicionales de género aún las hacen creer que ellas no cuentan con las capacidades para comprender estos tipos de conocimientos y dudan, por lo tanto, de poder ser exitosas y felices en estas áreas.”

Por su parte, la Directora de la UNESCO en Mexico resaltó que este trabajo con énfasis en la paridad de género refuerza una de las dos prioridades mundiales de la Oficina, y recordó que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en el Objetivo 5, busca lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida, incluyendo de forma prioritaria la educación, como derecho habilitador y facilitador en el ejercicio pleno de los derechos humanos.

En su oportunidad, la Presidenta del Patronato del DIF de Puebla destacó que el Gobierno del Estado está convencido de que la educación es el mejor instrumento para el desarrollo de las personas y que éste debe empezar desde la primera infancia, por lo cual se han impulsado diversos proyectos para mejorar la enseñanza en el Estado, de la mano de la Oficina de UNESCO en Mexico.

El libro presenta los fundamentos teóricos de la importancia de acercar a las niñas y los niños al mundo de las ciencias, así como métodos y consejos prácticos para utilizarlos en los salones de clases, apelando a la curiosidad innata de los pequeños; incluye reflexiones sobre la formación de las educadoras y su papel central en el cambio de los paradigmas tradicionales que asignan ciertos roles a las niñas, diferentes y de menor importancia que los de los varones; resalta la necesidad de romper los estereotipos y propone enfoques innovadores para lograrlo.

El volumen reúne las contribuciones de grandes decanas de la ciencia, como Esther Orozco y Rosaura Ruiz; de científicas mexicanas ganadoras de la Beca L’Oreal UNESCO Para las Mujeres en la Ciencia, Maritza Lara López, Rocío Vega-Frutis y Viridiana Yazmín González Puertos, y de expertos en género, consultores y divulgadores científicos como Fernando Huerta, Roberto Sayavedra Soto y Oscar Albino Hueyopa Rayón.

Asimismo, incluye contribuciones de niñas sobresalientes en ciencias, como Yamilet Rubí Caballero Sánchez, de 10 años de edad, y Norma Lizet Hernández Magaña, de 17 años, quienes resaltan la importancia de que los padres de familia entiendan la importancia de fomentar en los hijos y en los hogares la igualdad de género, y de formar parte activa de los procesos formativos de sus hijos, tanto dentro como fuera de las escuelas.

La publicación está organizada en cuatro temas: 1) La importancia de la perspectiva de género en la enseñanza de las ciencias en preescolar; 2) Actividades lúdicas y tecnológicas para el aprendizaje de las ciencias; 3) El papel de los docentes en la formación científica de las niñas, y 4) Propuestas para el diseño de políticas educativas con perspectiva de género en la ciencia.

El valor de esta publicación trasciende el terreno de la pedagogía, la enseñanza y la divulgación científica; va más allá de ser un manual para incentivar el interés de maestros, padres y alumnos en las ciencias. Se trata de un documento que llama a repensar los modelos de enseñanza vigentes en México y a replantear la manera en la que podemos construir sociedades más justas, igualitarias e inclusivas.

Las fases subsiguientes para el desarrollo metodológico de formación de profesores serán diseñadas e implementados gracias al apoyo de la Asociación Civil INNOVEC (Innovación en la Enseñanza de la Ciencia) y de las y los especialistas que acompañaron la reflexión de Puebla.

La publicación incluye también las recomendaciones que las expertas/os y las científicas/os hicieron durante el Foro Consultivo al programa Experimento -desarrollado por la Fundación internacional Siemens Stiftung e impulsado en México por INNOVEC- que propone llevar a los salones de clase el enfoque de enseñanza vivencial e indagatorio de la ciencia a través de una caja de materiales que ayudan a los docentes a crear una educación en la ciencia y la tecnología basada en lecciones de clases experimentales.

Fuente: http://www.onunoticias.mx/la-fundacion-siemens-stiftung-la-oficina-la-unesco-mexico-presentan-la-publicacion-ensenanza-las-ciencias-preescolar-enfoque-genero/
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