15 de noviembre de 2017 / Fuente: https://es.unesco.org/
En la República de Malta, la Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM) se imparte en el marco de una educación religiosa y moral, y en el de las ciencias humanas en las escuelas primarias y secundarias. A partir de 2015, escuelas deben impartir también una enseñanza que impida que las personas se sientan atraídas por el extremismo violento.
David Degabriele, director adjunto de planes de estudio de la Dirección de Programas de Aprendizaje y Evaluación del Ministerio de la Educación y del Trabajo de Malta declaró: “Es una realidad que el extremismo violento no tiene límites, sin distinción de raza, sexo, edad u otra característica. Malta no es una excepción en estas cuestiones, y la inmediatez de hoy día, la propagación instantánea de las noticias a escala mundial y los medios de comunicación inmediatos e incontrolables, el tratamiento que se da a las culturas, los valores, las convicciones y los modos de vida diferentes crean nuevos desafíos que deben solucionarse”.
En su opinión, el Sr. Degabriele, el enfoque de la ECM es el eje del aprendizaje, y un programa que estaba exclusivamente basado en los contenidos ahora se enfoca en los alumnos.
“Hemos pasado de un aprendizaje basado en preguntas y respuestas a debates sobre las experiencias y respuestas personales; y de una definición de las diferencias a partir de referencias religiosas en el ámbito tradicional a un reconocimiento de la diversidad de las personas que viven en la sociedad maltesa de hoy y de la diversidad de sus religiones y convicciones”.
El Sr. Degabriele considera que los documentos de referencia proporcionados por la UNESCO, y en particular la Guía pedagógica de la UNESCO sobre la prevención del extremismo violento (en inglés) han facilitado la aplicación de la ECM.
El examen efectuado con el objetivo de saber cómo integrar la ECM a los programas pedagógicos se inició con un marco de resultados del aprendizaje que se aplicará durante el curso escolar 2018-2019.
El Sr. Degabriele, quien ha participado en calidad de experto nacional en el grupo de trabajo de la Comisión Europea de Bruselas encargada de la promoción de la ciudadanía y de los valores comunes de la libertad, la tolerancia y la no discriminación por medio de la educación, indicó: “La necesidad de recursos pedagógicos profesionales se nota a menudo cada vez más. Nuestros intentos de fomentar la solidaridad y el sentido de pertenencia y de responsabilidad como educadores nunca son suficientes. Como docentes tenemos un papel importante que desempeñar en la formación holística de los educandos, de ahí la gran relevancia de la Guía [de la UNESCO] dirigida a los docentes”.
Desde su creación, la UNESCO se ha comprometido en promover una cultura de paz y no violencia, en particular mediante la Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM). La ECM tiene como objetivo empoderar a los jóvenes para que participen y asuman roles para enfrentar y resolver los desafíos mundiales, y volverse contribuyentes, en una actitud proactiva, de un mundo más pacífico, tolerante, inclusivo y seguro. La ECM ha sido puesta de relieve en la meta 4.7 del Programa de Desarrollo Sostenible de aquí al 2030.
Fuente noticia: https://es.unesco.org/news/como-malta-implementa-educacion-ciudadania-mundial