Page 1 of 2
1 2

Pedagogía del amor para una vida mejor

Por: David Auris Villegas                                             

El amor es el verbo de todo acto pedagógico. No existe educación sin ternura, cognición y creatividad. Toda colectividad educativa está obligada a aceptar cada individualidad, para erigir una sociedad solidaria, sin ganadores ni perdedores.

Nuestra sociedad posmoderna, sitiada por el Covid-19 y atrapado en la incertidumbre, violencia, exclusión e indiferencia, padece una vertiginosa metamorfosis a causa de la inteligencia artificial, forjando sociedades innovadoras y consumidoras. Ante este bipolar panorama, es ineludible construir una amistosa vecindad, desde la pedagogía del amor, para educar al homo solidarius, capaz de convivir en paz.

Esta pedagogía del amor, propone transformar la condición humana en felicidad como fin último, tatuando en la mente de las niñas y niños, el amor hacia el prójimo y demás seres vivos dentro del planeta, a cargo de la comunidad educadora, instituyendo como modelo a Cristo, en la ciudad de paz y ternura, llamada escuela.

La praxis del enfoque de la pedagogía del amor para la Unesco, como rector de la educación mundial, plantea desde las escuelas, instalar la paz en la mente de los hombres y mujeres, bajo marcos de tolerancia, libertad y justicia social, para la convivencia global entre personas de diversas culturas, etnias y condición social.

Naturalmente, la pedagogía del amor, llamada pedagogía de la felicidad, se concreta en la creación de un escenario de paz, nuclearizando como protagonista a niños y niñas, a través de estrategias sicosocioemocionales como el abrozoterapia y juegos lúdicos cognitivos en el proceso de aprendizaje colectivo y empático, liderado por docentes afectuosos.

La aplicación de este enfoque, se hace realidad en la Institución educativa gratuita 20955-27, Veritatis Splendor, ubicada en un suburbio de la capital peruana, dirigida por las hermanas misioneras de la Cruz, quienes ponen en práctica la pedagogía del amor, inspirado en Cristo. Con magníficos resultados en los aprendizajes: aprenden a vivir juntos con amor y ven al prójimo como a sí mismo.

En esta línea, la Dra. Juana Sánchez Gey, sostiene que toda educación debe transformar al mundo, invitándonos a ser cada día mejores personas, haciendo uso de un lenguaje del amor, para desarrollar la esfera socioemocional recomendado por la Unesco y el Proyecto Educativo Nacional del Perú al 2036, como salvavidas para los niños y niñas de la esperanza mundial, soñada por José Martí.

En este sentido, para desafiar los retos del mañana, urge plantear políticas educativas de Estado, desde el enfoque de la pedagogía del amor en el currículo de las instituciones formadores de docentes, para dotar de esta herramienta pedagógica a la nueva generación de educadoras y educadores quienes tendrán en sus manos, la educación de los nativos digitales.

Asimismo, este paradigma educativo como política de estado, es imprescindible insertar en los planes curriculares de la educación básica, como estrategia didáctica transversal, para educar a la persona integral, sembrando el amor al prójimo y la cultura de fraternidad en la mente de las niñas y niños, desde el espacio íntimo de la escuela como apunta Alejandro Cussianovich,

Como la educación surge desde el hogar, implementemos el discurso de la pedagogía del amor en nuestras familias, dando importancia a cada individuo que habita en nuestros hogares, escuchando con respeto sus ideas y críticas, para formar ciudadanas y ciudadanos tolerantes y afectuosos en un mundo que rinde culto a las redes sociales.

Pero, los llamados directos a poner en práctica, este enfoque pedagógico, son los operadores de la educación. Manejando esta poderosa paradigma de la felicidad, construirán aulas de paz y amor para educar a los niños y niñas, empoderándolos de amor hacia sí mismos y hacia los demás, como sugiere Johan Galtung,

Finalmente, como ingenieros sociales, estamos llamados a autoeducarnos e inocularnos esta herramienta pedagógica en nuestro know how para educar personas íntegras, capaces de vivir solidariamente. Fusionando cognición y compasión, eduquemos a las niñas y niños desde el paradigma de la pedagogía del amor y la ternura, para un mañana mejor.

Notas:

*David Auris Villegas. Escritor, pedagogo y columnista. Teórico de la educación para el desarrollo sostenible.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/pedagogia-del-amor-para-una-vida-mejor/

Comparte este contenido:

Entrevista a Olga Carmona: “El niño superdotado no se crea ni se destruye, solo se transforma”

Entrevista/06 Agosto 2020/elpais.com

El éxito de su educación se debe en un 70% a factores emocionales y solo un 30% a la cognición. Una forma divergente de aprender y razonar, dificultada por la educación ‘online’ en tiempos de pandemia

El futuro incierto de la educación y las dudas sobre el próximo curso escolar afectan a miles de familias con hijos. Entre ellos, un porcentaje de alumnos con altas capacidades o superdotación, detectados o no, aprende y se relaciona de forma divergente, dificultada por la pandemia. Según las recientes estadísticas sobre alumnado con necesidades de apoyo, en España en el curso 2018-2019, la cifra total de alumnado con necesidades específicas ascendió a 707.405, de los que un 5% (35.494 alumnos, casi 12.000 más que en el curso 2015-2016) son niños con altas capacidades, detectados en la enseñanza preuniversitaria. La psicóloga Olga Carmona, experta en altas capacidades y coautora del libro El genio que llevas dentro, recomienda la detección precoz y la potenciación de las posibles inteligencias múltiples de estos niños, para no perder un talento que enriquecería el futuro de nuestra sociedad.

PREGUNTA. ¿Qué son las altas capacidades y cómo se detectan?

RESPUESTA. No hay un consenso, ni entre la comunidad científica, ni entre las Comunidades Autónomas en España, para definir las altas capacidades. En Madrid, por ejemplo, solo se reconoce con una puntuación de cociente intelectual por encima de 130 y además un perfil homogéneo. Así que solo se enfoca a la superdotación y deja fuera todo lo que son “talentos”. La Asociación Americana para los Gifted Children o Niños Superdotados, en cambio, define un nivel de aptitud sobresaliente para la capacidad de aprender o razonar, y además los niños deben tener una competencia en uno o más dominios de cualquier área del sistema simbólico: matemáticas, danza, deportes… Joseph Renzulli es una de las personas que más ha investigado este tema y lo define como una “capacidad intelectual superior a la media, tanto en habilidades generales (sobredotación), como específicas (talentos), asociado al alto grado de dedicación en las tareas, que tiene que ver con su perseverancia, resistencia al fracaso y confianza en sí mismos, además de altos niveles de creatividad”.

P. ¿Cuáles son los mitos más frecuentes sobre altas capacidades?

R. Uno de los estereotipos más extendidos es que un niño con altas capacidades sacará buenas notas en todas las asignaturas. Es totalmente falso y además está relacionado solo con el rendimiento académico. Otro mito es que no necesitarán apoyo en la escuela ni en el aula, porque van sobrados de inteligencia, aunque por ley se les reconoce (y pocas veces se les aplica) necesidades específicas de apoyo educativo. Otra creencia falsa es que los padres habrán estimulado a ese niño desde bebé. Eso es imposible: el superdotado ni se crea ni se destruye, solo se transforma. El cerebro de estos niños, ya desde su nacimiento, es morfológicamente y estructuralmente distinto. No se trata solo de inteligencia a nivel cuantitativo, sino cualitativo, y eso no se puede crear, pero sí podemos ayudar a expresar ese potencial. Curiosamente, acuden a consulta padres que no han detectado previamente a sus hijos porque ellos también son superdotados y lo han normalizado. Para ellos, la excepcionalidad es lo normal. No vienen porque vean nada raro en sus hijos, sino porque de repente no tienen interés en la escuela o su comportamiento ha empeorado, fruto del aburrimiento.

P. ¿Cuáles serían las claves para que padres y profesores detecten a tiempo esa sobredotación?

R. El 99% de estos niños presentan un desarrollo precoz en algún aspecto evolutivo: hay recién nacidos que muestran mayor tono muscular en el cuello y las piernas, una mirada enfocada e intencionada, buscan estímulos. Suelen ser muy activos, les cuesta dormir, puede que dejen el pañal y caminen antes de lo esperado. No todos los niños presentan todas estas señales, pero con toda seguridad, alguna de ellas. El problema es que en el colegio, el niño va a pasar desapercibido si no se le observa. No hacemos evaluaciones en los centros para saber si un niño es más lingüístico o naturalista, eso sería ideal, con aulas de enriquecimiento y rincones basados en las inteligencias múltiples, donde los niños pudieran seguir formándose desde el área que más les interesa. Destacarán en aquello que les guste. Nosotros vemos que cada niño difiere de otro, pero muchas veces se repite un patrón: nos aparece un perfil multipotencial, que está por encima de la media en todas las inteligencias múltiples, con relativa frecuencia en el caso de los superdotados.

P. ¿Qué sucede si los padres o los profesores no estimulan esa curiosidad innata?

R. Con el tiempo pueden surgir problemas de conducta, desmotivación, abandono y fracaso escolar, trastornos psicosomáticos relacionados con la escuela, trastornos ansiosos y / o depresivos y pérdida de potencial. En consulta vemos niños y adolescentes que no fueron detectados a tiempo, o bien lo fueron y no se hizo nada, porque en el colegio al que iban no se les pudo apoyar, o porque sus padres no le dieron importancia o incluso porque alguien les recomendó que “hicieran como que no pasaba nada”, que con el tiempo se les pasaría. Niños a los que han dicho “que no se te note”, para no ser el niño que interrumpe en clase, el que pregunta mucho, cuestiona o participa, para no ser estigmatizado y señalado. Las niñas son auténticas expertas en “mimetizarse” con el entorno, y son capaces de disimular sus altas capacidades para no destacar y adaptarse a los demás. A los niños les cuesta más disimular y por eso tenemos muchos más niños detectados que niñas.

P. ¿El talento innato acaba manifestándose, aunque no lo potenciemos ni reconozcamos?

R. No necesariamente. Hay estudios que demuestran que cuando la inteligencia o un determinado potencial de nacimiento no es estimulado, se pierde. Saramago es la excepción que rompe la regla. De niño tuvo que ponerse a trabajar para ayudar a su familia, pero se colaba en la biblioteca de su barrio para leer todo lo que encontraba. Ahí tenemos un ejemplo de una sobredotación innata que, en condiciones desfavorables, consigue expresarse, pero es la excepción. El 98% de posibles Saramagos se nos quedan sin detectar por el camino. No hay que confiar en la excepcionalidad, sino trabajar para que todos esos talentos puedan expresarse en su máximo potencial. Porque nos arriesgamos, como sociedad, a perder a los futuros investigadores, creadores, artistas, inventores, científicos. Podrían haber sido las mentes brillantes de un país, si se les hubiera atendido en su momento. Solo una sociedad mediocre no se daría cuenta de esto.

P. ¿Cómo han vivido estos niños el cierre de las escuelas?

R. Depende mucho de los perfiles: los talentos académicos quizá no tanto, pero en líneas generales, muchos de ellos lo vivieron con un profundo alivio. No estaban expuestos, no se aburrían, no estaban limitados a una silla sin moverse… Al principio fueron más felices en casa que en clase, porque tenían más tiempo para jugar, desarrollar aficiones y aprender cosas nuevas de forma autodidacta. Pero después, cuando empezamos a comprobar que ni las clases online ni los docentes estaban preparados para esto, las conexiones se volvieron rutina y entraron en la desilusión y desmotivación. Habían desconectado mentalmente de la escuela porque, además, les faltaba el vínculo, el componente social. Los estudiantes con altas capacidades no funcionan con premios ni castigos, sino por un vínculo emocional y una motivación intrínseca, de hecho, el éxito de su educación depende en un 70% de factores emocionales y un 30% de la cognición. Muchos de ellos van al colegio motivados por el vínculo con sus compañeros, amigos o determinados profesores con los que han conectado. Y esto con la educación online durante el confinamiento fue inviable.

P. ¿Será entonces fácil la vuelta al colegio, si finalmente abren las escuelas en septiembre?

R. Si los niños, en general, se han adaptado a vivir con sus familias en pisos de 60 metros cuadrados, regresar a un colegio con mascarilla no va a ser traumático. Y si alguno no quiere volver porque realmente se lo ha pasado bien en casa y tiene su grupo de amigos fuera del colegio, quizá los padres podrían trabajar con él los aspectos positivos de la escuela, focalizando en el aspecto más lúdico o experimental que le guste. Por ejemplo, sus clases de robótica o de música, la hora del recreo, la biblioteca, el vínculo con sus compañeros y profesores. Debemos ayudarles a crear una narrativa positiva, porque la única forma de que puedan afrontar una realidad hostil es hacerlo desde una posición optimista y automotivante.

P. Y en este verano atípico, ¿cómo se puede entretener a un niño con altas capacidades, para que no se aburra?

R. En realidad son niños que se entretienen muy bien solos porque tienen un mundo interior muy rico y variado, no hay que convertirse en un monitor de tiempo libre con ellos, solo ofrecerles oportunidades de aprendizaje. Nosotros lo que recomendamos a los padres para este verano es mucho ejercicio físico, todo lo que se pueda, mientras se pueda. Nadar, correr, bicicleta, camas elásticas… Muchos niños con altas capacidades suelen ser “fagocitadores de libros”: que lean todo lo que quieran, adaptado a su edad. También se les puede proponer crear un mini huerto en casa, musicalizar poesía, juegos que implique coordinación, aprender a tocar un nuevo instrumento con videotutoriales, desarrollar la creatividad con arcillas y pinturas, maquetas tridimensionales, inventar instrumentos con material reciclado… En nuestro libro El genio que llevas dentro proponemos juegos para toda la familia adaptados a las distintas inteligencias: solo hay que abrir puertas y ellos seguirán inventando juegos nuevos.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/07/30/mamas_papas/1596089774_245347.html

Comparte este contenido:

La criticidad cerebral potencia la cognición

Por: Tendencias 21

El frenesí sináptico maximiza el procesamiento de información

 

El cerebro provoca un estado crítico en la actividad neuronal para maximizar el procesamiento de información. No solo sabe cómo encontrar el orden dentro del caos, sino también vivir en un frenesí sináptico permanente sin caer en una deriva patológica.

Una investigación desarrollada en la Universidad de Washington en San Luis ha confirmado una vieja sospecha científica: que el cerebro desenvuelve su actividad en una delgada línea que se sitúa entre la quietud y el caos.

Y procede así porque de esa manera maximiza el procesamiento de información: se comporta como una máquina biológica, constituida por miles de millones de neuronas independientes que se unen frenéticamente para adquirir una capacidad computacional insólita en la naturaleza.

Esa delgada línea representa un estado cerebral en el que la excitación de las neuronas alcanza niveles máximos, sin por ello caer en el desorden y pasar a una especie de transición de fase que le llevaría a un estado inferior de actividad neuronal y de capacidad computacional.

El cerebro se mantiene por sí mismo en esa frontera peligrosa sin perder por ello el control de la situación. Una proeza de la naturaleza soporta los procesos cognitivos. Cuando el cerebro pierde este equilibrio, cae en una deriva patológica: la tranquilidad neuronal es síntoma de enfermedad, el caos y la agitación son fuente de inteligencia.

«Cuando las neuronas se combinan, buscan activamente un régimen crítico», explica Keith Hengen, autor principal, en un comunicado. «Nuestro estudio demuestra que la criticidad es un sello distintivo de las redes que funcionan normalmente».

Criticidad y cerebro

La criticidad (o permanencia en un estado crítico) es el único régimen computacional conocido que, en informática, optimiza el procesamiento de la información, como la memoria y la capacidad de codificar y transmitir patrones complejos.

En el caso del cerebro se llama criticidad autoorganizada, porque las avalanchas de actividad neuronal aparentemente caóticas, son las que le permiten vivir y permanecer en ese estado crítico y, en consecuencia, realizar los cálculos rápidos que necesitan los procesos cognitivos.

La nueva investigación ha comprobado la criticidad cerebral usando datos de grabaciones neuronales de ratones que vivían en régimen de comportamiento libre.

Las grabaciones abarcan meses de actividad de cientos de neuronas y permitieron a los investigadores modelar la actividad de redes neuronales enteras.

De esta forma confirmaron por primera vez que la dinámica de la red neuronal en la corteza visual se ajusta firmemente a la criticidad, incluso a través de los ciclos de luz y oscuridad.

Es decir, que si las neuronas implicadas en los procesos de la visión no se excitan hasta el paroxismo, el cerebro no puede conocer ni  interpretar la complejidad del mundo exterior.

Los científicos lo comprobaron porque, durante el experimento, bloquearon intencionadamente la visión en uno de los ojos de los ratones. Y observaron que en ese momento la criticidad fue severamente interrumpida por las neuronas implicadas.

Las neuronas encargadas de procesar la visión de ese ojo bloqueado abandonaron su frenesí, pero no por ello dejaron de seguir emitiendo sus impulsos clásicos, aunque sin obtener el mismo resultado que en el momento de excitación o criticidad.

«Parece que tan pronto como hay un desajuste entre lo que el animal espera y lo que está pasando por ese ojo, la dinámica computacional se desmorona», explica Hengen.

Neuronas inhibidoras

«Esto es consistente con la física teórica, según la cual el régimen crítico es independiente de la tasa de disparo», añade.  «No se trata solo del número total de picos en la red, porque la tasa de disparo no ha cambiado en absoluto durante de la privación de la visión, y sin embargo, el régimen se desmorona».

Es decir, la criticidad no depende de cuántos impulsos generan las neuronas, sino del frenesí sináptico en el que entran para formar los procesos cognitivos: podemos taparnos un ojo y se interrumpe el frenesí, pero no la generación de pulsos nerviosos por las neuronas implicadas.

Los investigadores creen que la criticidad en el cerebro probablemente esté conectada a las neuronas inhibidoras que imponen y organizan la dinámica computacional.

Esas neuronas son las que permiten al cerebro conservar la energía porque seleccionan los estímulos visuales, descartando los irrelevantes y procesando únicamente la información clave para interpretar un entorno. Esta capacidad se potencia en la criticidad.

Implicaciones importantes

El descubrimiento podría tener implicaciones importantes para el aprendizaje motor y la enfermedad neurodegenerativa, señalan los investigadores.

La autoorganización del cerebro en torno a la criticidad es un proceso activo, señala Hengen, y la regulación homeostática alterada (desequilibrios internos en las redes neuronales) está cada vez más implicada en patologías humanas graves como el Alzheimer, la epilepsia, el síndrome de Rett (trastorno en el desarrollo neurológico infantil), el autismo y la esquizofrenia.

«Una interpretación de este trabajo es que la criticidad es la que permite mantener el equilibrio interno (homeostasis) en las redes neuronales», concluye Hengen. Una nueva pista para tratar enfermedades neurodegenerativas.

Tal como informamos en otro artículo, recientemente se descubrió cómo se las arregla el cerebro para encontrar el orden dentro del caos que reina en las sinapsis.

Ahora sabemos que ese caos es el recurso que usa el cerebro para procesar la información sensorial de forma excelente. También que el frenesí neuronal le permite mantenerse en equilibrio entre el caos y la quietud,  sin bascular hacia una transición de fase que le supondría entrar en una deriva patológica.

Referencia

Cortical Circuit Dynamics Are Homeostatically Tuned to Criticality In Vivo. Zhengyu Ma et al. Neuron, October 07, 2019. DOI:https://doi.org/10.1016/j.neuron.2019.08.031

Fuente: https://www.tendencias21.net/La-criticidad-cerebral-potencia-la-cognicion_a45486.html
Comparte este contenido:

Móviles: ¿prohibir o educar?

España / 28 de octubre de 2018 / Autor: Víctor Bermúdez / Fuente: El Periódico Extremadura

Acerca de la idea del Gobierno de eliminar de las escuelas el uso del teléfono móvil

El gobierno español considera prohibir a los alumnos el uso de teléfonos móviles en la escuela. La idea se inspira en un reciente decreto del gobierno francés, y aduce motivos parecidos: prevenir la adicción al móvil y proteger a niños y adolescentes de ciertas disfuncionalidades cognitivas (falta de atención), sociales (aislamiento) o morales (acoso escolar), presuntamente asociadas al uso del móvil y otras tecnologías.

¿Es cierto todo esto? A mi juicio, no. Por lo que la medida me parece injustificada, amén de demagógica, impracticable y humillante para el que tenga que sufrirla (y aplicarla).

Es una medida desproporcionada en tanto los problemas que genera el uso del móvil en el recinto escolar (no en las aulas, en las que, salvo excepciones, está ya prohibido) son nimios, si es que son algo, y no requieren de una medida gubernamental de este cariz.

En cuanto a la presunta adicción al móvil de los adolescentes, existe una enorme confusión en que se mezclan la parte más infusa de la ciencia psicológica y los prejuicios generacionales. Los que observan alarmados el tiempo que los jóvenes dedican a sus terminales electrónicos no acaban de entender (ni, por tanto, de apreciar) que multitud de actividades (informarse, entretenerse, hacer gestiones, aprender, opinar, comunicarse con los demás…) se realizan ahora normalmente a través del móvil. Lo que muchos conciben como ‘patología’ no es, pues, más que un cambio generalizado (e imparable) de costumbres que son incapaces de comprender (no hay nada más viejo que depreciar lo nuevo). Es obvio que muchos jóvenes se inquietan si se quedan sin móvil. ¡Y yo! ¡Y usted! Y todos los que hemos aprendido que se vive mejor teniendo al lado una centralita permanentemente actualizada de información y comunicación. Es algo tan ‘adictivo’ como lo fue en su tiempo tener agua corriente o disponer de vehículos a motor.

De otro lado, no conozco un solo estudio serio que demuestre que el uso de las nuevas tecnologías genere cambios cognitivos significativos. Y si los hubiera, ¿por qué tendrían que ser necesariamente perjudiciales –en lugar de beneficiosos para adaptarse al modo en que se procesa hoy la información–? Particularmente, yo no noto en mis estudiantes menos capacidad de concentración (salvo, como siempre, para lo que es un rollo macabeo), y si, por ejemplo, un ingenio y una rapidez mental asombrosa cuando se manejan en el medio digital que les es propio.

En cuanto al presunto aislamiento social que generan las nuevas pautas de comunicación tampoco lo veo mayor ni distinto al que podían generar las antiguas. Personas con ‘problemas de relación’ las ha habido siempre (con la ventaja de que hoy tales personas pueden mantener un hilo mínimo de interacción a través de las redes). La idea de que los chicos interaccionan mejor sin móvil y jugando al corro en el patio es un prejuicio de gente que se ha criado (obligatoriamente)… jugando al corro en el patio.

Se alude, también, a los usos ‘perversos’ del móvil. Es cierto que se puede utilizar para acosar o violentar. ¿Pero qué cosa no es susceptible de usarse para agredir a otros? De lo que se trata es de educar en el uso correcto del móvil, ¡no de prohibirlo! ¿No es de educar de ‘lo que va’ la escuela? Si la solución de cada problema fuera prohibir, no harían falta institutos ni profesores, solo cárceles, juzgados y policías.

Finalmente, hay que recordar que el móvil no es solamente un objeto más o menos útil (incluso como herramienta educativa), sino un medio de gestión y expresión de la vida privada y la libertad individual (especialmente valioso en un entorno tan alienante como puede ser el de la escuela). Arrebatarle a un adolescente su móvil en un pasillo o el patio es, en este sentido, un acto de humillación e intimidación injustificable.

Pero pese a todo lo dicho, ya verán como se impone la medida, absurda y antipedagógica, pero popular, de prohibir el móvil – que, por supuesto se seguirá usando, tal como lo hacen los mismos profesores, con completo desparpajo, por todo el centro –. Así, de paso, se nos distraerá un poco de los problemas que de verdad asolan al sistema educativo.

Fuente del Artículo:

https://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/moviles-prohibir-educar_1112707.html

ove/mahv

Comparte este contenido:

¿Qué es la neuroplasticidad y cómo afecta a la educación?

Por: Universia

Los nuevos descubrimientos científicos demuestran que el cerebro humano no es tan estático como se creía hace decenas de años

  • El cerebro es uno de los órganos más intrigantes para los científicos que han estudiado esta parte del cuerpo humano durante años.
  • Docentes y responsables de centros educativos pueden utilizar los nuevos conocimientos sobre este órgano para ajustar sus políticas educativas.
  • La estimulación cognitiva puede permitir desarrollar las capacidades de las personas.

El cerebro, uno de los órganos más importantes para el ser humano, fue por muchos años considerado como un misterio para la ciencia. Debido a que el conocimiento evoluciona de manera constante, los científicos modernos han logrado resolver dudas del pasado, dando respuesta a diversos enigmas vinculados al cerebro.

Hace tan solo unos años la ciencia consideraba al cerebro como un órgano estático y como un conjunto determinado de neuronas que se creaban en el nacimiento y no evolucionaban en la edad adulta. De hecho, se creía que mediante determinadas acciones estas podrían perderse.

Tras años de investigación y experimentos realizados, los científicoshan analizado y modificado sus investigaciones. En la actualidad, la hipótesis de que los cambios cerebrales solo podían darse durante la infancia se han desechado.

En la actualidad, se sabe que el cerebro puede crear nuevas conexiones neuronales y modificar las ya existentes a medida que se enfrenta a nuevas experiencias. Este órgano procesa la información nueva y las conductas realizadas para reorganizarse. Esta capacidad se denomina como neuroplasticidad o plasticidad cerebral.

¿Qué es la neuroplasticidad?

En pocas palabras, es la capacidad que posee el cerebro para cambiar y adaptarse ante nuevas situaciones. Es decir, de modificar y ampliar sus conexiones neuronales. Por tanto, puede decirse que el cerebro se adapta a los entornos y estímulos.

Con esta confirmación, la ciencia moderna abandona completamente la idea del cerebro como un órgano estático y confirma que es un órgano plástico que cambia su estructura con el paso de los años.

Este descubrimiento promete cambiar completamente la forma en que se aborda la rehabilitación de pacientes que han sufrido daño cerebral, pero también, la forma en que se entiende la educación.

¿TE INTERESA FORMARTE EN MEDICINA?

ESTAS SON LAS CARRERAS QUE PUEDES CURSAR

Neuroplasticidad y educación

En el campo educativo, la neuroplasticidad podría causar una verdadera revolución, especialmente debido al concepto de estimulación cognitiva.

En 1987 Greenough y Wallace realizaron un curioso experimento con el que demostraron este concepto. Dividiendo a ratas en dos grupos, colocaron a unas en un ambiente poco estimulante y a otras en uno rodeado de diferentes estímulos, dicha división causó que el segundo grupo presentara un mayor grado de conexiones neuronales.

Este experimento luego se replicó en humanos y permitió demostrar dos supuestos: que la plasticidad cerebral se puede presentar a lo largo de toda la vida y que con los estímulos adecuados las conexiones neuronales de una persona se incrementan de forma considerable.

En humanos, la estimulación cognitiva puede lograrse mediante ejercicios y estímulos para el lenguaje, la memoria o la atención. Por tanto, aquellos docentes que deseen mejorar el rendimiento de sus alumnos y lograr que estos desarrollen determinadas capacidades, deberán encontrar los estímulos necesarios para hacerlo.

Este descubrimiento pone en jaque la planificación de los docentes, entendiendo a cada alumno como un ser individual que responderá ante estímulos especialmente pensados para él. Pero al mismo tiempo, promete cuestionar los programas educativos planteados por los mismos centros de enseñanza y la importancia de tratar a los alumnos de forma individual.

Fuente: http://noticias.universia.es/ciencia-tecnologia/noticia/2018/05/31/1159930/neuroplasticidad-como-afecta-educacion.html

Comparte este contenido:

Neurociencia y educación

Por: José Antonio Marina

Todos estamos de acuerdo en que la neurociencia es importante para la educación. Lo difícil es precisar en qué consiste esa importancia. La neurociencia tiene su alma dividida.

La neurología ha descubierto con precisión extraordinaria muchos secretos de nuestro cerebro: el funcionamiento de las neuronas, su organización en redes, las zonas que se activan cuando se realizan determinadas operaciones, la plasticidad que nos permite aprender.

Esto sólo explica fenómenos que ya conocíamos por experiencia pedagógica, no nos proporciona herramientas nuevas, como sucede en cambio en la clínica. Sin embargo, unas investigaciones siendo muy útiles a la escuela: las que estudian las «funciones ejecutivas».

Permiten elaborar una «teoría dual de la inteligencia», que revolucionará la pedagogía. Hay un nivel en el que la inteligencia trabaja sin que sepamos cómo lo hace. Es lo que llamamos «inconsciente cognitivo» o «inconsciente neuronal». Sobre este, ha aparecido un nivel superior, encargado de controlar y dirigir las operaciones del inferior. Es lo que llamamos «inteligencia ejecutiva». Transforma las operaciones básicas: percepción, atención, gestión emocional, toma de decisiones, planificación, mantenimiento de la acción.

Fuente del Artículo:

http://www.elmundo.es/cronica/2018/05/13/5af72a3dca47419a128b4586.html

Comparte este contenido:

La inteligencia humana depende de las conexiones cerebrales

Por: Tendencias 21

Mejores conexiones permiten centrarse en la información relevante y procesarla con rapidez.

La inteligencia humana depende de las conexiones cerebrales y no de diferencias entre distintas zonas del cerebro, ha descubierto un estudio. Cuando estas conexiones son más intensas, el cerebro selecciona rápidamente la información importante y la procesa con rapidez, descartando lo irrelevante. Esta selección marca la diferencia en la expresión de la inteligencia de una persona.

as personas inteligentes poseen regiones del cerebro que interaccionan más estrechamente entre ellas, mientras que otras zonas se desconectan más que las otras, según un estudio de la Universidad Goethe en Alemania, del que se informa en un comunicado.

La comprensión de los fundamentos del pensamiento fascina a las personas desde siempre. Los éxitos escolares y profesionales de una persona se atribuyen por lo general a las diferencias individuales que existen en materia de inteligencia.

Hasta ahora, el grado de inteligencia de una persona se atribuía únicamente a diferencias observadas en diferentes partes del cerebro. El nuevo estudio añade que está relacionado también con las conexiones cerebrales y que estas conexiones dominan a la hora de manifestar la inteligencia de una persona.

Los investigadores, capitaneados por la doctora Ulrike Basten, consideran probado que el cerebro de una persona inteligente está conectado de una forma diferente respecto al cerebro de las personas menos inteligentes.

Han llegado a esta conclusión tras estudiar las bases neurológicas de la inteligencia humana. Para ello combinaron los exámenes de imágenes del cerebro de 300 personas obtenidas mediante resonancia magnética, con otros métodos de análisis.

Estos nuevos análisis ponen de manifiesto, entre otras cosas, que ciertas zonas del cerebro de las personas inteligentes participan más intensamente en la circulación de información entre las diferentes redes del cerebro, con la finalidad de que las informaciones importantes sean comunicadas con mayor rapidez y eficacia.

Asimismo, el equipo alemán ha descubierto que algunas regiones cerebrales están menos conectadas del resto de las redes neuronales en las personas menos Inteligentes. Eso significa que las personas más inteligentes tienen un mejor filtrado de las informaciones no pertinentes, lo que repercute en su capacidad de reacción sobre el resto de informaciones.

Ventaja cognitiva

Según Basten, es posible que la integración diferente de estas regiones en las redes cerebrales permita a las personas más inteligentes distinguir más fácilmente la información importante de la no pertinente, lo que representa una ventaja cognitiva para numerosos procesos de pensamiento. Los resultados de este trabajo se publican en la revista Scientific Reports.

En este artículo, los científicos explican que el cerebro funcional está organizado en módulos: «Es como una red social que está formada a su vez por muchas subrredes, como familias o círculos de amigos. Dentro de cada submódulo, los miembros de cada familia están más fuertemente conectados entre ellos que con los miembros de otras familias o círculos de amigos. El cerebro funciona de forma parecida».

Lo que ha constatado este estudio es que en los individuos más inteligentes algunos de esos submódulos cerebrales están más conectados y que por ello el intercambio de la información permite separar rápidamente la que es importante. En las personas menos inteligentes, este intercambio de información es menos intenso, por lo que la acumulación de información retrasa la comprensión y las decisiones que toman con más acierto y rapidez las personas más inteligentes.

Las causas de estas asociaciones siguen siendo una pregunta abierta para los científicos. «Es posible que, debido a sus predisposiciones biológicas, algunas personas desarrollen redes cerebrales que favorezcan comportamientos inteligentes o tareas cognitivas más desafiantes. Sin embargo, es igualmente probable que el uso frecuente del cerebro para tareas cognitivamente desafiantes pueda influir positivamente en el desarrollo de las redes cerebrales. Dado lo poco que sabemos actualmente sobre la inteligencia, parece más probable una interacción de ambos procesos «, explica Basten.

En los orígenes del pensamiento

No es la primera vez que este equipo realiza contribuciones importantes para el estudio de la intelogencia. En 2015, ya habían identificado varias regiones cerebrales, entre ellas el córtex prefrontal, en las que los cambios de actividad aparecían asociados a diferentes niveles de inteligencia. En este nuevo estudio han conseguido precisar esas áreas cerebrales están conectadas a nivel funcional.

Más recientemente, a principios de este año, Kirsten Hilger, Christian Fiebach y Ulrike Basten publicaron otra investigación en la que añadían que tanto la corteza insular anterior como la corteza cingulado anterior, dos áreas cerebrales implicadas en el proceso cognitivo especializado en la información relevante, estaban mejor conectadas que otras regiones cerebrales.

Asimismo, especificaban que la  unión entre el córtex temporal y parietal, que actúa como protección de la mente pensante contra la información irrelevante, está peor conectada al resto de la red neuronal y cerebral.

Referencia

Intelligence is associated with the modular structure of intrinsic brain networks. Scientific Reports 7, Article number: 16088 (2017). doi:10.1038/s41598-017-15795-7
Fuente: http://www.tendencias21.net/La-inteligencia-humana-depende-de-las-conexiones-cerebrales_a44278.html
Comparte este contenido:
Page 1 of 2
1 2