¿Qué puede aprender del modelo educativo de Singapur, una nación de Asia?

América del Sur/Colombia/09 septiembre 2016/Fuente : dinero.com

Singapur, una pequeña nación de unos 5,5 millones de habitantes, es un referente mundial en materia en innovación educativa y por ello es uno de los mejores clasificados en las pruebas PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).

Esta potencia asiática ha logrado consolidar un exitoso proceso en materia de educación que se remonta a la década de los sesenta cuando logró la independencia del Reino Unido.

Y es que a partir de ese justo momento se puso en marcha un ambicioso proyecto que ha dado frutos en los últimos años, al situar a Singapur como una referencia mundial en materia de tecnología y finanzas.

Un gran parte del éxito económico de Singapur, cuyo Producto Interno Bruto (PIB) se calcula en US$300.000 millones, responde a los esfuerzos estatales de poner a la educación en un primer plano.

Así lo explicó en una entrevista concedida a Dinero el presidente del Sindicato de Maestros de Singapur (STU, por sus siglas en inglés), Mike Thiruman, quien fue invitado a Colombia en el marco de un congreso organizado por la firma Santillana con el objetivo de intercambiar experiencias.

Durante su visita el directivo compartió novedosos modelos de enseñanza como el aprendizaje activo, aprendizaje basado en el cerebro, aprendizaje basado en problemas y la instrucción diferenciada.

El líder educativo, invitado hace un tiempo por el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a formar parte del Grupo Técnico Asesor de la Iniciativa Global de Educación, reveló algunas de las claves de esa nación.

Thiruman comentó que luego del proceso de independencia tuvo que fomentarse la apropiación del territorio en la comunidad, ya que era una nación joven y habitada por personas extranjeras que “solo querían hacer dinero e irse rápidamente”.

Dicho proceso tardó unos doce años, tiempo en el cual el Gobierno ideó un modelo educativo incluyente basado en el fortalecimiento de las competencias de los estudiantes en áreas estratégicas para el futuro.

“Hubo que hacer unas modificaciones importantes en el sistema, orientar la educación hacia la vocación”, destacó Mike Thiruman, al explicar que una de las claves de éxito ha sido la especialización y la comprensión de que todos no aprenden igual.

Otro de los problemas que hubo en su momento es que los estudiantes no completaban su formación y empezaban su vida laboral desde muy temprano, razón por la cual la educación se hizo pública y se facilitaron las condiciones en materia de infraestructura para que todos llegaran a las aulas sin excusas.

Estas acciones se traducen en un sólida cultura educativa, en la cual la formación de los estudiantes no solo es importante para las familias sino también para los Gobiernos que han comprendido que este es el camino para forjar las bases del desarrollo.

En este sentido, Mike Thiruman señaló que Singapur se ha enfocado en tres temáticas de cara a la llamada Cuarta Revolución Industrial, una era enmarcada por la disrupción tecnológica y la innovación.

El listado lo componen los idiomas (la enseñanza del inglés principalmente), así como las matemáticas y las ciencias, tres de la áreas en las que precisamente ha obtenido los mejores resultados en las pruebas PISA a nivel global.

Pero también hacen parte de estas competencias ciertas habilidades sociales que exige el mundo moderno como: creatividad, colaboración, liderazgo, iniciativa, curiosidad, persistencia, capacidad de comunicarse con otras culturas, entre otras.

La participación de Singapur en las pruebas PISA, de acuerdo al experto, ha servido para comparar su situación frente a otras naciones y aplicar estrategias exitosas para así mejorar sus principales indicadores.

Sin embargo, una de las acciones más destacadas de Singapur, de la cual podría aprender Colombia, es la rigurosidad con la se forman los docentes, así como las condiciones que se les ofrecen para garantizar su bienestar (sus salarios pueden llegar hasta los 60.000 euros al año).

Adicionalmente, el gobierno centralizó el sistema educativo al encargarse de la convocatoria de los nuevos docentes y de su misma contratación, con lo cual se convirtieron en empleados públicos.

“El docente es el centro de todo y es lo más importante en este avance”, comentó con orgullo el presidente del Sindicato de Maestros de Singapur durante su visita en días pasados a la capital colombiana.

Finalmente, manifestó que los Gobiernos deben priorizar sus inversiones y ser muy estratégicos, dado que en naciones emergentes como Colombia los recursos son limitados y a cada dólar debería darsele un “uso máximo”.

Fuente de la noticia: http://www.dinero.com/internacional/articulo/modelo-educativo-de-singapur-y-visita-mike-thiruman-a-colombia/231636

Fuente de la imagen:http://static.iris.net.co/dinero/upload/images/2016/9/7/231637_1.jpg

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Comparación educativa.

Diversificación y descentralizacion.

Centro América/Panamá/Fuente:http://www.prensa.com/

Por: Marisa Montesano

Existe un país en el que los estudiantes que terminan la básica tienen dos opciones en la educación media (bachillerato): la académica y la profesional, como nosotros.

Los primeros pueden continuar carreras en universidades, los segundos obtienen la capacidad profesional necesaria para entrar a la vida laboral y ejercer una profesión independiente. Ese nivel profesional se logra en tres años y les permite continuar sus estudios superiores, igual que en Panamá. En esa oferta hay 75 bachilleratos profesionales básicos, similares a la diversidad panameña anterior.

Esa diversificación la constituyen las áreas de desarrollo para el país. Y los estudiantes pueden acceder a ella en institutos o en centros de trabajo mediante un contrato de aprendizaje (concepto manejado en el Inadeh como formación dual).

El año escolar en ese país tiene 190 días lectivos para los estudiantes; nuestro año escolar en 2016 aventajó al de los finlandeses por 10 días (200 días lectivos). Los horarios de clases allá van de 9:00 a.m. a 4:00 p.m. (considerando su clima), similar a la jornada única que se discute actualmente.

Los grupos no superan los 20 alumnos, y si alguno tiene problemas académicos, es transferido a un grupo con 10 estudiantes para ser intervenido, oportuna y adecuadamente.

Su modelo demuestra un adecuado manejo de la descentralización educativa. Ellos descentralizaron la educación en la década de 1990, cuando le dieron más poder a sus municipios y también les concedieron a sus maestros mayores atribuciones.

Hoy, 25 años después, los docentes pueden elegir los libros de texto que quieren usar, deciden el programa de estudio que sigue la escuela en la que laboran, son capaces de diseñar las directrices que seguirán en cuestiones disciplinarias, de evaluación o de la cooperación entre las escuelas y los padres, y el papel de los directores es más como gestores y líderes académicos.

Comparar el sistema educativo panameño con el finlandés nos deja ver que hay cosas que podemos cambiar, porque así se hicieron en el pasado aquí. Alcanzar el estilo finlandés de educación puede ser una utopía o un gran reto. Tenemos similitudes y diferencias que se pueden ajustar a nuestras condiciones. La principal es el proceso de reclutamiento de docentes. Allá no solo se debe tener mística y vocación para la docencia; también es necesario demostrar que se es de los mejores, para tener la posibilidad de ser parte de la comunidad más reconocida profesionalmente en aquel país: la de docentes.

Hoy, al revalorar la profesión de educador se podrá reclutar mejores candidatos que buscarán esa calidad tan anhelada.

Los docentes tienen que ser parte activa del necesario cambio en la educación, y deben proponerse una nueva formación inicial para las venideras generaciones de maestros panameños. Porque el problema educativo que vemos arriba, en la secundaria o en las universidades, empezó abajo, en la primaria.

Fuente:

 http://www.prensa.com/opinion/Comparacion-educativa-Marisa-Montesano_0_4551294925.html

Imagen: http://laestrella.com.pa/media/news/image/125105_800x600_crop_553efb639e3d1.jpg

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Rusia: Las tres universidades con más reputación

Europa/Rusia/Mayo 2016/Fuente:Mba/Autor: Russian Beyond The Headlines

La Universidad Estatal de Moscú Lomonósov se posicionó en el lugar 30.

Tres universidades rusas fueron incluidas en el Ranking de Reputación Mundial de 2016 elaborado por The Times Higher Education (THE).

De acuerdo al estudio, la Universidad Estatal de Moscú Lomonósov  (30), Universidad Estatal de San Petersburgo (81) y el Instituto de Física y Tecnología de Moscú (91), son las tres universidades rusas catalogadas dentro de las 100 más reputadas del mundo.

En 2015 la Universidad Estatal de San Petersburgo estuvo en el grupo de las 71-80 mejores, mientras que la Universidad Estatal de Moscú Lomonósov ocupó el 25º puesto y este año baja cinco puestos.

El ránking de Reputación de THE se basa solo en las encuestas a los académicos invitados.

Hay cinco universidades chinas entraron en el ranking y 43 estadounidenses. Harvard encabeza la clasificación por sexto año consecutivo, seguida por el MIT y la Universidad de Stanford.

“Rusia tendrá que seguir trabajando duro para asegurar que puede competir con sus rivales globales como China, que también invierte mucho en la educación superior”, declara a RBTH Phil Baty, editor de The Times Higher Education.

“El ranking de este año se explica por el progreso sostenido de las universidades de Asia, con las 18 de ellas apareciendo en el top 100, frente a las 10 universidades el año pasado. En ese contexto, la Universidad Estatal de Moscú Lomonósov y la Universidad Estatal de San Petersburgo hicieron buen trabajo para limitar su caída y perder unas pocas posiciones”, explica Baty.

Fuente de la noticia: http://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/las-tres-universidades-rusas-con-mas-reputacion

Fuente de la imagen: http://mba.americaeconomia.com/sites/mba.americaeconomia.com/files/styles/article_main_image/public/field/image/557212_424818270898013_636838359_n.jpg?itok=BHYtGB5s

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“La reforma educativa chilena es la más ambiciosa que conozco”

España/ 13 de Mayo de 2016

Entrevista a Montserrat Gomendio

Por: Paula Molina

Cuando España aprobó el 2013 una ley para la mejora de la educación, conocida como Lomce, la oposición acusó que la reforma educativa se había hecho “de chapuza en chapuza” y amenazó con llevarla al Tribunal Constitucional.
Son argumentos que se han escuchado en Chile, aunque en España la reforma la realizó el gobierno de centroderecha de Mariano Rajoy y en la oposición estaban los socialistas. Un diputado del PSOE dijo que la ley educativa era “un monstruo deforme” y hoy, cuando la división de los partidos y movimientos ciudadanos ha hecho imposible armar un gobierno tras las últimas elecciones, hay un punto en que al menos la mayoría coincide: su deseo por derogar la Lomce.
“Es un ejemplo del debate político ideologizado que se da en la educación”, dice en Santiago Montserrat Gomendio, ex secretaria de Estado de Educación en España y una de las principales impulsoras de la polémica ley. “No hay una concreción de qué aspectos de la Lomce no gustan, sólo hay una intención política de derogar una ley aprobada por un gobierno. Habría que concretar y racionalizar el discurso. Con qué aspectos no están de acuerdo, ver la evidencia y decidir si es razonable modificarlos”.
Gomendio visitó Chile hace algunas semanas, no como política, sino como actual directora adjunta de la Dirección de Educación de la OCDE, que cuenta con un equipo de expertos que está revisando el informe sobre el sistema educacional de Chile que ya realizó la organización el 2004.
Política y científica, doctorada en Cambridge, Gomendio —qué duda cabe— conoce las pasiones que desatan los cambios en educación. Y una de las fórmulas que ofrece, de las pocas que funcionan en casi cualquier reforma, dice, es “desideologizar la discusión sobre educación”.
“Hay que huir de los aspectos ideológicos del debate educativo, que son muchos. Todos tenemos una opinión sobre la educación, porque tenemos hijos o nietos, o sobrinos que estudian. A todos nos importa, y es bueno que así sea. Pero también es bueno que nuestras opiniones se basen en evidencias y utilicen argumentos racionales, y no siempre es así: el de la educación ha sido tradicionalmente un discurso tremendamente ideológico”.
—La definición de “ideológico” es un poco esquiva y se usa para criticar las ideas que no son propias. ¿Qué ejemplo me podría dar de un argumento puramente ideológico en educación?
—Te cuento lo que yo viví. En España, por ejemplo, se dio muchísima importancia a una asignatura que se llamaba “ciudadanía”, porque políticos de uno y otro signo entendían que enseñar valores a los niños era un riesgo, que los gobiernos, de uno o de otro signo, intentarían adoctrinarlos. Yo creo que ese es un discurso falaz, porque creo que hay valores universales que es importante enseñar, y porque los gobiernos deben huir de adoctrinar a los niños a través de la escuela. Por lo tanto no creo que la sola existencia de una asignatura llamada “ciudadanía” sea un argumento en sí mismo, sino cuál es su contenido y qué valores éticos y morales, reconocidos universalmente ayudarán a los estudiantes a ser, además de buenos alumnos, buenos ciudadanos en sociedades democráticas. En el caso de España, ese argumento se estiró y se magnificó más allá de lo que tenía sentido.
—Ya que cita su experiencia, me llamó la atención que la Lomce en España dejara de considerar discriminatoria la educación segregada entre niños y niñas.
—Ese fue otro tema que se magnificó más allá de toda proporción. En España, como en otros países, en los colegios de gestión privada sostenidos con fondos públicos, lo que llamamos la escuela concertada, una proporción muy baja escoge educar a niñas y niños por separado. Es una proporción bajísima, ni del 1%. Lo único que se incorporó en la Lomce es el reconocimiento, que ya venía sucediendo, de que podían sostenerse con fondos públicos. Ya lo estaban, pero se reconocía. ¿Hay evidencia de que la educación de niños y niñas conjuntamente, o por separado, sea mejor o peor? Creo que desde el punto de vista científico no hay ninguna evidencia concluyente. Es una cuestión de elección de las familias. Además la proporción de estos colegios es cada vez menor, porque cada vez menos familias eligen ese modelo. Pero se generó un debate político ideologizado y, desde mi punto de vista, desproporcionado.
—Pensando en la reforma en Chile, ¿qué datos cree que debería mirar el país?
—Es muy importante utilizar la evidencia que ya está disponible, entre otras cosas, gracias al trabajo que ha hecho la OCDE a través de programas como la prueba PISA, o PIAAC, que mide las competencias de los adultos y muchos otros en marcha. En un mundo globalizado es cada vez más importante conocer la calidad del sistema educativo en un comparativo internacional. Hay que entender dónde está situado el país en relación al resto, cuáles son las debilidades y fortalezas. También hay que aprender de las reformas que se han llevado a cabo en otros países.
—Sobre reformas de otros países, en Chile se habló mucho de Finlandia en la educación, en términos de que es también un país más igualitario, y que sabemos que la educación es un movilizador social.
—No sólo Chile, sino muchos países han puesto el foco en Finlandia, por considerarlo un ejemplo tanto de calidad como de equidad. Y es un buen ejemplo, ha tenido resultados muy buenos en gran parte de las pruebas internacionales, pero no es el único. Hay otros países a los que quizás también hay que poner atención, si uno no tiene un punto de partida tan bueno como el de Finlandia, porque son países que en los últimos años han mejorado mucho.
—¿Como cuáles?
—Muchos países asiáticos, Shanghái en China, Corea del Sur, Singapur, Japón. Singapur y Corea del Sur tenían puntos de partida muy pobres comparados con otros países, y en los últimos 40 años han mejorado muchísimo. Hay mucho que aprender de ellos porque quizás es más fácil identificar las medidas que han conseguido esa mejora. Pero luego hay otros países de los que habla muy poco y que también conviene mirar, como Polonia o Estonia.
—No existe una receta para la reforma…
—No, pero existen algunas medidas que de forma casi universal tienen un impacto positivo.
—Mencionó el debate desideologizado, ¿cuáles otras?
—La principal: la calidad del profesorado. Esto es algo en que los países asiáticos se han distinguido claramente. Han puesto mucho esfuerzo y recursos para mejorar la calidad del profesorado, y han tenido éxito. Existe una especie de prejuicio de que en estos países asiáticos la mejora se debe más a un entorno cultural que favorece que los niños estudien por largas horas, que memoricen y hagan muchos deberes en casa, pero no es así.
—Imagino que hay muchas maneras de mejorar la calidad del profesorado. En el caso de Singapur, ¿cómo lo lograron? Porque uno de los grandes desafíos de las reformas es incorporar a los profesores, que se sienten atacados o marginados…
—Ese conflicto existe, pero muchas veces parte de un malentendido. En Singapur tienen universidades que forman a los profesores, y una Academia donde se les sigue enseñando a lo largo de su carrera. Los profesores se vuelven estudiantes eternos. Dedican mucho tiempo a enseñar a los alumnos y a los profesores. Visité muchas aulas y es increíble lo que logran enseñar sobre trabajo en equipo, resolución de problemas.
—Es educación de competencias…
—Sí, lo que no quiere decir que memorizar ciertos contenidos no sea importante. Lo es. Pero no es lo único.Memorizar y tener una serie de conocimientos básicos es fundamental, pero también lo es tener estas competencias que llamamos transversales,que exigen que los profesores salgan de su rol tradicional.
—¿Qué le llama la atención de la reforma chilena hasta ahora?
—Me parece que Chile está en un punto de inflexión importantísimo, porque está abordando prácticamente todo el espectro educativo: parvulario, primaria, secundaria, educación superior, carrera docente. Eso es muy importante porque efectivamente el sistema educativo está formado por las piezas de un puzle donde todo debe encajar. Pero a la vez es un desafío muy importante, porque siempre supone una cierta resistencia por parte de ciertos sectores y, por lo tanto, un alto costo político.
—Y requiere recursos.
—Claro, las reformas siempre suponen financiamiento y, como en todos los países, habrá limitaciones. Por lo tanto es muy importante tener claras dos cosas: cuáles son las prioridades y cómo mover las piezas en forma coordinada, para que el sistema sea sostenible en el tiempo. Que esté pensado en el largo plazo: en el diseño y la implementación.
—¿Le recuerda la reforma chilena a la de otro país?
—Yo creo que es una de las más ambiciosas que hay actualmente en marcha. ¿Una reforma que esté teniendo tanta legislación sobre todos los ámbitos simultáneamente? De los que conozco es el más ambicioso.
—¿Y cuáles cree que son sus posibilidades de éxito?
—Tiene que haber compromisos, trade off. En un país como Singapur, que ha hecho de la educación su prioridad, ellos apostaron a la calidad del profesorado, pero tuvieron que determinar 40 alumnos por profesor, para que los profesores pudieran perfeccionarse. Los países difieren en la cantidad de recursos que quieren dedicar a la educación, pero siempre habrá limitaciones.
—Hay que sacrificar algo…
—Hay que definir prioridades. Sí, porque los recursos son finitos, mientras más se dedique a una prioridad, menos habrá para otra. Pensar que se puede hacer todo al mismo tiempo no funciona.

Fuente: http://www.quepasa.cl/articulo/actualidad/2016/05/la-reforma-educativa-chilena-es-la-mas-ambiciosa-que-conozco.shtml/

 

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