América del Sur/Colombia/01-07-2022/Autora: María Angélica García/Fuente: www.publimetro.co
Hablamos con Felipe Cárdenas, presidente de la Cámara de Comercio LGBT+ para conocer por qué las empresas aún no los contratan masivamente.
Este 28 de junio se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBTI+ en el mundo. Una fecha que visibiliza las luchas que aún continúan por sus derechos, pero también para darle espacio a hablar sobre las barreras de acceso en la sociedad, que enfrentan día a día para tener una vida digna.
Dentro de estos obstáculos se encuentra el panorama de la empleabilidad. Así lo muestran las estadísticas presentadas por el DANE, realizadas en la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH).
Según la entidad, entre mayo del 2021 y abril del 2022, el 72,9 % de la comunidad estaban dispuestos a trabajar. Sin embargo, las tasas de desempleo alcanzan el 17 %. Cuatro puntos porcentuales más, frente a quienes no pertenecen a este grupo.
Y si lo evaluamos desde un tema educativo, esto no parece ser un problema. Pues la encuesta Pulso Social, evidenció que entre enero y mayo de 2022, de las personas encuestadas, el 24,4 % son profesionales o tienen un posgrado y pertenecen a la comunidad LGBTI+. Mientras que quienes no hacen parte de este grupo solo alrededor del 22 % cuentan con este nivel de estudio.
Para entender más este panorama y conocer cuáles son esos impedimentos para que ellos puedan acceder a un empleo formal sin razón de su orientación sexual o género, PUBLIMETRO habló con Felipe Cárdenas, presidente de la Cámara de Comercio LGBT+ Colombia.
Esta institución privada nació en el 2012 como una iniciativa dirigida a fortalecer y empoderar económica y socialmente a la comunidad LGBTI+ del país. Además, realizan un acompañamiento a 160 empresas afiliadas para que consoliden sus estrategias de diversidad e inclusión. De estas, la mitad cuenta con el sello ‘Friendly biz’, que las acredita como espacios libres de discriminación.
Publimetro: ¿Cómo está el panorama laboral para las personas LGBTI+ en el país?
Felipe Cárdenas: Los datos que fueron entregados recientemente por el DANE, evidencian la necesidad de seguir trabajando en programas de empleo incluyente o de entornos laborales libres de discriminación.
Frente a esto, se sigue afirmando un indicador complejo que hay respecto a la empleabilidad trans. Donde aproximadamente solo cuatro de cada 100 personas trans tienen un contrato laboral formal. Esta estadística es bastante importante por que lo que quiere decir es que si bien en el país hay mucha informalidad laboral, en audiencias micro segmentadas como las personas trans, esto es muchísimo más alto.
Es decir, no hay oportunidades de empleo concretas que garanticen sus derechos en materia de seguridad social. O de contribución a sus prestaciones sociales, entre ellas la cotización a pensión, que puede ser la única forma de garantía y estabilidad a largo plazo.
¿Y este panorama de no vincularlos formalmente en los espacios laborales por qué se está dando?
Hay dos causas principales para entender por qué la estadística de empleo formal en personas trans es tan baja. La primera es porque muchos han tenido que interrumpir su ciclo de educación desde tempranas edades, por manifestar que tienen una identidad de género diversa. Por ende el desarrollo de competencias y habilidades laborales se ve truncado.
Entonces sistemáticamente la forma de exclusión social que viven las personas trans revictimiza su condición no solamente de persona diversa, sino de talento con habilidades y competencias para acceder a un puesto de trabajo.
Y a eso le sumas una segunda causa, y es que existe todavía, en muchas Mipymes, una desinformación sistemática que llena de prejuicios, juicios de valor y sesgos inconscientes, a la hora de atraer y reclutar talento diverso en las organizaciones.
Entonces podríamos concluir que las personas trans, ¿son la población más vulnerable dentro de la comunidad LGBTI+, al momento de conseguir empleo?
Definitivamente. Dentro de toda la diversidad sexual, los hombres y mujeres trans son quienes presentan mayor vulnerabilidad para el acceso y la retención del empleo formal a lo largo de sus vidas.
¿Cuáles son las barreras con las que se encuentran las personas de la comunidad al momento de pedir empleo?
Hay tres principalmente que hemos identificado como bloqueo al acceso formal.
- Si la diversidad sexual de la persona es muy evidente, bien sea por su foto o porque hay un estudio de sus redes sociales (una práctica muy común en los procesos de selección), en el proceso de recepción de hojas de vida, inmediatamente son excluidas.
- Específicamente a hombres gays y mujeres trans, se les está exigiendo libreta militar para aplicar a los procesos de selección y posterior contratación laboral. Sin embargo, esto ha venido cambiando sistemáticamente, desde que la Corte Constitucional aprobó vía sentencia (T-099/15), un mecanismo que exime del requerimiento de libreta militar para mujeres trans.
- Cuando la diversidad sexual de la persona no es del todo manifiesta, pero hay dudas, en el paquete de exámenes médicos les mandan a realizar específicamente pruebas de VIH. El cual, no se le está exigiendo a otras personas que no hacen parte de la comunidad.
Y peor aún si el examen serológico resulta positivo, inmediatamente es filtrada en el proceso de selección. Aunque la ley cobija esta situación, es absolutamente común que en muchos lugares sigan practicando este tipo de acciones, aún estando por fuera de la normativa.
Si tenemos tasas de desempleo altas y no están vinculadas formalmente, ¿en que se están desempeñando las personas LGBTI+?
No hay una estadística demográfica en cuanto a cantidad poblacional. Lo que sí tenemos muy identificado es que una de las principales actividades económicas informales, sobre todo posteriormente a la pandemia, es en la industria de la gastronomía; de la belleza y la estética, y los conexos servicios alrededor de ella. E incluso al servicio doméstico.
Estas tres fuentes de ingreso, coinciden con las altas tasas de informalidad. Es decir, en el caso de servicios generales, no todas las personas llegan a compañías para desde allí prestar esta labor. Entonces la relación empleador-jefe se hace netamente verbal.
Y quienes sí cuentan con un contrato formal, ¿en qué sector están más presentes?
En servicios asistenciales o de limpieza, los cuales para acceder a ellos acuden a empresas temporales de empleo. Y el sector líder, en volumen de formalidad, los call center.
Allí están reclutando mucho talento diverso que está pudiendo acceder a un empleo formal, en entornos que también ya empiezan a ser libres de discriminación. Sin embargo, una barrera para nuestra población es el bilingüismo. Una limitante de ya carácter de competencias y no de acceso.
Cuándo ocurre alguna situación de discriminación en el espacio laboral, ¿han evidenciado o no una ruta segura para denunciar?
Muchos de los casos de discriminación en los entornos laborales para procesos de selección o dentro de la empresa, no llegan porque los canales de denuncia internos y externos no estaban formalizados.
Desde 2016 hasta mayo de 2022, hemos podido tramitar un poco más de 200 denuncias de malas prácticas en diferentes empresas, (inclusive que son afiliadas a la Cámara) bien sea en su proceso de reclutamiento, de promoción a vacantes de mayor rango, o de despidos injustificados en casos de diversidad sexual.
El mensaje es claro: hasta que no elevemos la visibilidad de estos canales a lo largo y ancho del territorio nacional, y la gente no se sienta más cómoda en denunciar, no vamos a poder erradicar la discriminación laboral.
De esta manera, ¿qué falta para que las personas LGBTI+ pueda acceder a más empleos formales?
Hay dos grandes desafíos para los próximos diez años, mismo tiempo que lleva la Cámara de Comercio LGBT+.
El primero es lograr una masiva difusión de la visibilidad de empresas que están avanzando en ser entornos laborales incluyentes. Hay mucha gente que no sabe que esto ya existe.
Y el segundo desafío es lograr una desbogotanización de estas iniciativas. Porque estas ya funcionan muy bien en la gran empresa extranjera y colombiana, donde el 95 % de estas se encuentran centralizadas con sus oficinas corporativas en la capital y en Medellín.
Sin embargo, el reto es poder llevarle esto a la Colombia de ciudades intermedias y rurales. Es decir, cómo vamos a lograr que esas Mipymes, que son más del 90 % del aparato productivo del país y de las vacantes laborales de los empleos formales, puedan tener esos espacios libres de discriminación.
Si llegamos a zonas más pequeñas del país, vamos a poder tener una economía con un entorno laboral mucho más incluyente con la diferencia.
Quienes deseen denunciar casos de discriminación laboral, pueden escribir anónimamente al correo talentodiverso@cclgbt.co. O a la línea en Bogotá 060-1-9260404.
Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/noticias/2022/06/28/la-comunidad-lgbti-es-la-mas-preparada-a-nivel-educativo-pero-con-mayor-desempleo-en-colombia/