La promoción por decreto. Todos pasan, nadie reprueba

Por: Sergio Martínez Dunstan

«La SEP no se ha cansado de dictar normas, de dar órdenes. Pero no se asegura que lleguen de manera oportuna a los encargados de cumplirlas y hacerlas cumplir en las escuelas y los salones de clase.»

Todos los alumnos de educación básica pasarán de grado. Fue eliminada la reprobación en preescolar y el primer ciclo de primaria, Acuerdo número 11/0319. Se acredita con el solo hecho de haber cursado el grado correspondiente (Artículo 11 fracciones I y II). Asimismo se establece que los educandos que cursen el primero o segundo de preescolar así como el primero o segundo de primaria serán promovidos al siguiente grado automáticamente (Artículo 12 fracción I y II respectivamente). De igual manera para el caso del resto de los grados así como también en el caso de la educación secundaria al menos en el ciclo escolar 2020 – 2021 según el Acuerdo número 16/06/21, numeral tercero que a la letra señala: “la calificación mínima a señalarse en la boleta (…) será de 6”. Dicha disposición se reitera mediante el Oficio No. DGAIR-DGDC/391/2021, numeral sexto del anexo, estableciendo que “la calificación mínima que deberá registrase en la boleta de evaluación de los educandos del nivel educativo de primaria y secundaria, no podrá ser inferior a 6.”

El ciclo escolar 2020 – 2021 aún no finaliza, termina el 30 de noviembre. El ciclo escolar 2021 – 2022 todavía no empieza, inicia el 1º de diciembre del 2021. Con esta frase inicié el Conversatorio “Boletas de evaluación, preparándote para su entrega” por videoconferencia el pasado tres de noviembre. Al momento de mencionarlo pude ver la expresión de asombro en los asistentes. Pero, no fue ninguna equivocación. Lo dije correctamente.

En el mencionado Oficio Nº DGAIR-DGDC/391/2021, fechado el 10 de noviembre del año en curso, refiere que “existen diversos procesos de control escolar del ciclo escolar 2020-2021 que aún no han sido concluidos, entre los que se encuentran los de acreditación, promoción y certificación, entre otros”. Y que el objetivo del comunicado es “cumplir y concluir los procesos de control escolar correspondientes al ciclo escolar 2020-2021 y, coadyuvar con aquellos del ciclo escolar 2021-2022 que continuan afectados por la contingencia sanitaria”. Para ese fin, emitieron cierto criterios que se deberán observar y aplicar.

Los maestros están obligados a conocer su contenido y regular su marco de actuación en consecuencia. Es su deber acatar las indicaciones oficiales. La vigencia de los criterios permanecerá a partir de la fecha de su emisión y hasta la conclusión del ciclo escolar 2021-2022, de acuerdo con el segundo numeral del oficio aludido. Los 13 numerales del anexo respectivo, dan cuenta de una serie de órdenes. Ninguna es más importante que otra. Todas son igualmente relevantes. Aunque destaco cuatro de ellas que trastocan lo previamente establecido en los acuerdos número 11/03/1926/12/2016/06/21 y 23/08/21. Júzguenlo ustedes estimados lectores.

Numeral Cuarto. El resultado de la valoración realizada durante el periodo extraordinario otorgará una calificación global del grado o asignatura correspondiente al ciclo escolar 2020-2021. Dicha calificación será la misma que aplique para el primer periodo de evaluación del ciclo escolar 2021-2022.

Numeral Séptimo. Los educandos que no hayan sido evaluados por no existir elementos objetivos y suficientes que permitan al docente valorar los conocimientos esperados en los planes y programas de estudio, no serán acreditados hasta que se reincorporen al servicio educativo.

Numeral Décimo Primero. La madre, padre de familia o tutor deberá concretar la inscripción o reinscripción del educando al ciclo escolar 2021-2022 con la entrega de la documentación del mismo a más tardar el 10 de diciembre del 2021.

Numeral Décimo Segundo. Para los educandos que a la conclusión del primer periodo de evaluación del ciclo escolar 2021-2022 y del periodo de evaluación extraordinario de recuperación continúen con el estatus de comunicación inexistente y tengan como antecedente haberse mantenido así durante el ciclo escolar 2020-2021 deberá aplicarse la baja en el sistema de control escolar.

En una colaboración anterior, apunté que las disposiciones oficiales bien pudieran influir en la percepción social sobre el rezago educativo. Al maestro se le induce, de una manera u otra, a evitar la reprobación. O mejor dicho, se le ordena que promueve a todos sus alumnos. La información que arrojen los datos estadísticos y los indicadores educativos se expondrá de manera segada. Hará parecer que en educación se hicieron las cosas de un modo correcto. La narrativa gubernamental oficial pretenderá influir en la opinión pública. Intentará convencer que el gobierno hizo un esfuerzo digno de ser reconocido como buena práctica de gobernanza a nivel mundial para subsanar el rezago educativo que dejaron los malos gobiernos neoliberales anteriores. Y que se avanzó hacia estadios superiores de desarrollo humano sobre la base de una educación de calidad con equidad para el progreso social. Al final de cuentas, la política de la no reprobación o la promoción automática para todos los estudiantes de educación básica, matizará la realidad.

La SEP no se ha cansado de dictar normas, de dar órdenes. Pero no se asegura que lleguen de manera oportuna a los encargados de cumplirlas y hacerlas cumplir en las escuelas y los salones de clase. Ni mucho menos de divulgarlas apropiadamente para comprenderlas mejor. Pero eso sí, sancionará sin contemplación alguna a quienes las incumplan. O sea, se presentará una realidad ficticia del estado que guarda la educación en México.

Carpe diem quam minimun credula postero

Fuente de la información: https://profelandia.com

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México: Alumnos, dispuestos a regresar a clases presenciales pero condiciones no son favorables

Por: Irvin Tapia

De acuerdo con los datos obtenidos en la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED), realizada por el Instituto Nacional del Estadística y Geografía (INEGI) en el periodo del 23 de noviembre al 18 de diciembre, se identificó que existe una importante disponibilidad por parte de los estudiantes en México, para regresar a clases presenciales en el presente ciclo escolar si el gobierno, así lo permite.

De acuerdo con el INEGI, la encuesta tuvo una cobertura nacional e incluyó la opinión de 11,080 personas de una muestra de 54,3 millones de personas de entre 3 y 29 años de edad. De acuerdo con los datos recabados vía telefónica, el 70.3% de los estudiantes de entre 3 y 5 años muestran disponibilidad por regresar a clases presenciales. En el caso de los estudiantes de 6 a 12 años corresponde a un 78.7% en el nivel de disponibilidad. Los estudiantes de entre 13 a 18 años representó el segmento mayor de disponibilidad con un total de 79.5%, y finalmente en el caso de los estudiantes situados en el rango de entre 19 a 29 años correspondió a un 72%.

Así mismo, la encuesta arrojó que en el periodo escolar 2020-2021 se inscribieron un total de 32.9 millones de estudiantes. Sin embargo, 5.2 millones de niños y jóvenes quedaron fuera de las aulas virtuales en el presente ciclo escolar. Las causas identificadas se asocian a que los estudiantes consideran que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje, o bien, por escasez de recursos económicos y problemas ocasionados por la COVID-19.

Por otra parte, la economía de las familias en el país tiene un impacto en la disponibilidad de recursos tecnológicos para acceder a clases virtuales. En este sentido, la encuesta demuestra que el 65.7% de los estudiantes utilizó un teléfono inteligente para tomar clases a distancia, el 18.2 % lo hizo a través de una computadora portátil, el 7.2% mediante una computadora de escritorio, el 5.3 con una televisión digital y el 3.6% con una tablet.

Los datos arrojados por la encuesta ECOVID-ED, reflejan que la conjugación de las carencias de acceso a recursos tecnológicos por dificultades en la economía familiar, el desenganche con la educación virtual y el nulo aprendizaje en la percepción de los estudiantes durante este periodo de contingencia sanitaria, ha impactado la opinión de los estudiantes del sistema educativo nacional para el regreso a clases presenciales.

Es importante recordar que actualmente, tres estados se encuentran en semáforo verde, 21 en amarillo, 8 en naranja y ninguno en rojo. Ante este panorama, podría visualizarse un pronto regreso a clases, sin embargo, las autoridades educativas han reiterado que el regreso a clases presenciales se realizará, cuando los estados del país se encuentren en semáforo verde.

Fuente e imagen: http://www.educacionfutura.org/alumnos-dispuestos-a-regresar-a-clases-presenciales-pero-condiciones-no-son-favorables/

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Mientras llega el relevo

Por: Sergio Martínez Dunstan


Finalizó el 2020 e inició el 2021. Conservo mis expectativas acerca del día después de mañana a pesar de los malos augurios. Durante el año que terminó me di la oportunidad de conocerme un poco más, dedicarme a las personas con quienes me relaciono, comprender la manera como actuamos en circunstancias adversas. Reflexionar sobre lo que estaba sucediendo y sus consecuencias. Adaptarme tan pronto como se pudiera. Ponerme en los zapatos de los demás. Mostrarles una buena cara, brindarles la mejor versión de mí. Imaginarme el futuro inmediato porque a largo plazo es punto menos que imposible. Pensar en la manera urgente de concebir y modelar nuestro entorno. Aprender a reinventarnos. Asumir la interdependencia. Los superhombres, los héroes, los salvadores del mundo somos nosotros. Nuestra estancia sobre la faz de la tierra depende de todos y cada uno. Lo que hacemos y haremos en lo individual, en lo colectivo. Hoy más que nunca cobra significado la palabra sustentabilidad. Me comprometo a ser mejor ser humano y espero la comprensión de ustedes estimados lectores. Les deseo lo mejor de la vida,

Pasando a temas mundanos, entrando en los asuntos que nos ocupan, de la agenda nacional en el ámbito educativo, nos habíamos quedado en el anuncio de la salida de Esteban Moctezuma Barragán (EMB) y de quien lo sustituirá, Delfina Gómez Álvarez. En mi colaboración anterior señalé el impacto de tal acontecimiento principalmente en el estilo de operar la política pública del sector educativo lo prematuro de hacer un juicio final porque apenas ha transcurrido la tercera parte de la administración. También identifiqué la necesidad de darle seguimiento y apresurar el desarrollo de tres estructuras: Sistema Educativo Nacional, Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, Sistema Nacional para la Mejora Continua, Sistema Integral de Formación, Actualización y Capacitación del Magisterio. Lo sigo reiterando hasta pienso que son también los retos para este año que recién comienza. Pero el desafío mayúsculo es el inconmensurable rezago educativo. El derecho a la educación, la equidad, la inclusión y la excelencia están en riesgo de lograrse. Y, en consecuencia, la reforma educativa fracasaría.

El todavía Secretario de Educación Pública, en su alocución con motivo del año nuevo, señaló que seguirá en su cargo, en las próximas semanas o meses, hasta que se materialice la proposición presidencial de estar al frente de la embajada de México en las Estados Unidos de Norteamérica. Así que no adelantemos vísperas. En tanto se formaliza la propuesta y mientras llega el relevo, el reto actual, principal e inmediato, continúa siendo la reapertura de las escuelas. De acuerdo con el plan y la estrategia anunciada por el titular del Ejecutivo Federal, la población menor de cuarenta años será vacunada de junio del 2021 a marzo del 2022. También señaló que el personal docente que regrese a clases presenciales en semáforo verde sería población prioritaria. Este asunto, la reanudación de las actividades escolares, ha resultado muy controversial. Algunos están a favor para evitar la exclusión de los grupos sociales vulnerables. Otros opinan en contra porque ponderan la salud por encima de todo.

EMB, en el mensaje dirigido al magisterio a propósito de la reciente reunión del Consejo Técnico Escolar llevada a cabo en diciembre pasado, anticipó la implementación de los Centros de Aprendizaje Comunitarios en las escuelas en aquellas entidades federativas que están clasificadas en amarillo en la semaforización de la pandemia. Servirán, dijo, para brindar asesoría a los estudiantes de educación básica en la forma que sea prudente y de acuerdo con las particularidades contextuales. Enfatizó que sería de manera voluntaria. Siendo así, Sinaloa, Veracruz y Tamaulipas debieran haberlos implementado. Y, por otra parte, en Campeche y Chiapas hubieran regresado a clases. Y aunque se anunció el Programa Aprende en Casa 3 todavía aún no se han dado mas detalles al respecto. Se desconoce cómo se llevará a cabo en el resto de las entidades federativas. Además del discurso populista, hasta la fecha, sólo ha quedado en eso, prácticas discursivas, sobre lo que sucederá en el sistema educativo nacional. Ahí nos avisan cuando se pongan de acuerdo y la decisión que tomarán. Hay que esperar. Ojalá las ocurrencias sin sustento estén al margen. Por el bien de todos, primero los mas necesitados. Así sea.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/mientras-llega-el-relevo/

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Por la fuerza de la costumbre

Romper el cerco nos puede inducir a arriesgar la vida de otros.

No estamos programados para responder con inteligencia a los nuevos desafíos.

El ser humano es un animal de costumbres. Eso afirma la cultura popular y la dinámica de nuestro entorno lo ratifica. Nunca el planeta había experimentado una amenaza sanitaria de tanto poder como para transtornar de modo rotundo la vida cotidiana de la Humanidad en pleno. El Covid19 nos da una lección que aún no estamos preparados para aceptar y mucho menos para comprender. Hoy, nuestros hábitos tan profundamente arraigados nos impulsan, una y otra vez, a desafiar la lógica y romper el cerco impuesto por esta amenaza invisible y poderosa.

Las guerras y el hambre nos tienen habituados a abstraer la muerte y convertirla en cifras y estadísticas carentes de sentido. Preferimos observar la desgracia de otros desde nuestro pequeño rincón y asumir que la responsabilidad es ajena –no sabemos de quién ni cuánto- con el objetivo de no enturbiar nuestro pedazo de mundo y sufrir lo que no nos corresponde. Pero la ola nos está tocando de cerca y no solo por la fuerza de un cambio climático real y catastrófico, sino por habernos transformado en piezas independientes de un mecanismo social incapaz de funcionar como un todo.

En unos pocos días, una parte del mundo celebrará otra Navidad y otro fin de año, rodeado de la amenaza sanitaria más extrema a la cual nos hayamos enfrentado jamás. Sin embargo, henos aquí planificando cómo hacerle el quite a las restricciones e ignorando los consejos y advertencias de los expertos. Las reuniones de las próximas dos semanas –queramos aceptarlo o no- tendrán consecuencias importantes en letalidad y colapso de la infraestructura hospitalaria durante los próximos meses y esta amenaza, aun cuando nos parezca una exageración, en realidad se ha manifestado como un círculo vicioso de aperturas y restricciones desde el inicio de la pandemia.

Los países desarrollados ya cierran sus puertas una vez más ante el incremento sostenido de contagios y decesos. En los países en desarrollo, la vulnerabilidad institucional, política y económica ha puesto en grave riesgo a las grandes masas de ciudadanos privados de asistencia social, de alimentación, de vivienda y acceso a los servicios básicos. Ahí estamos nosotros, observando desde nuestro pequeño reducto doméstico cómo se desmorona lo poco que resta de seguridad y especulamos, sin mayor información, sobre el efecto milagroso de una vacuna que tardará meses en llegar a cubrir a toda la población y de la cual nada nos consta.

El impulso de reunirse con la familia en estos días quizá lleva el ingrediente –consciente o no- de celebrar lo que podría ser una última ocasión. En el fondo, sabemos que la amenaza es real, pero la fuerza de la costumbre es mucho más poderosa y nos llevará a desafiar al destino asumiendo tanto un riesgo personal como ajeno, ya que nuestros padres, abuelos, hijos y nietos serán expuestos por un exceso de sentimentalismo en una celebración que, por creer la última, con nuestra irresponsabilidad la convertiremos precisamente en eso.

Es imperativo entender el riesgo implícito en la ruptura del cerco. El único mecanismo comprobado hasta ahora para detener a un virus que se extiende como mancha de aceite, es evitar el contacto con otras personas, mantener un estricto protocolo de limpieza y desinfección, usar una mascarilla eficaz de la manera correcta y aceptar el hecho tan inquietante de que hemos perdido muchos de nuestros derechos y libertades por un fenómeno imposible de comprender en toda su magnitud. El mundo al cual estábamos acostumbrados ha cambiado y con ello también enfrentamos un escenario totalmente desconocido. Quedémonos en casa.

Fuente: https://rebelion.org/por-la-fuerza-de-la-costumbre/

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Aprende en casa II. ¿Un retroceso de 40 años en la educación?

Iván Enoc Martínez Absalón

Desde el pasado 3 de Agosto, cuando el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán refirió el tan esperado mensaje que daría certeza acerca del inicio del ciclo escolar 2020 – 2021, muchos fueron los sorprendidos con la estrategia «Aprende en casa II», y la modalidad a distancia para comenzar dicho ciclo escolar.

No se hicieron esperar algunos comentarios negativos acerca de la decisión desde la SEP, incluso medios de comunicación replicaron lo que algunos personajes del ámbito educativo afirmaron: «Se ha dado un retroceso de 40 años en educación». Dicho esto a partir del anuncio en el que, previo convenio con las televisoras se notificó que será este el medio en el que (nuevamente) se transmitirán las clases durante el tiempo en el que no sea posible la modalidad presencial. Esta situación aplica para los niveles de Educación Básica y Media Superior.

El punto central de las críticas ha sido que la televisión es un medio unidireccional, en el que se brinda el mensaje (información) y que los estudiantes son tratados como «receptores» de esta información; lo cual, ciertamente se «cree» que se ha dejado atrás en el ámbito educativo.

Desde una opinión personal, pues la intención es que los lectores se formulen la propia, me permito hacer un análisis de dos ejemplos de prácticas educativas que se presentan en la cotidianeidad, sin dejar de lado que la propuesta para esta modalidad es una cuestión atípica temporal, por las necesidades propias que se presentan ante una contingencia sanitaria.

El primer ejemplo, imaginemos un profesor que planificó su clase, para unos niños de primaria, donde el tema sería «las partes del cuento», y para iniciar su clase, el profesor se propuso mostrarles un video animado de «El ratón vaquero»; pues bien, el profesor se presenta al salón de clases, y al intentar conectar su computadora al proyector se da cuenta de que no hay electricidad; su laptop es apenas de 11 pulgadas y tiene más de 25 estudiantes, por lo que poner el video en la laptop no es una opción. Ante estas situaciones decide, en un intento por llevar a cabo su clase y no posponerla para el siguiente día, utilizar la grabadora de la escuela (recargable) y reproducir el cassette que tiene la canción de Cri-cri antes mencionada. ¿Estaríamos presenciando un retroceso en las clases de este profesor? ¿Realmente se presentó una didáctica superada hace 3 o 4 décadas?

El otro ejemplo propuesto, es de un profesor que, para tener un punto de comparación, desarrollaría el mismo tema (las partes del cuento), decide «innovar» y aprovechar que recientemente instalaron la energía eléctrica en la escuela, consigue un proyector y con su laptop tiene planeado presentarles unas diapositivas que elaboró en Prezi y a las que tiene acceso desde Internet, con «las partes del cuento», cuáles son y cuáles son sus características; los estudiantes observan las diapositivas, tal vez las apuntan en su cuaderno, y las repasan en casa. ¿Estamos hablando de educación del siglo XXI?, ¿Es esta la metodología que buscamos a través del uso de las TIC?

Como seguramente notaron, escuchar un audio en una grabadora, no necesariamente significa regresar a la práctica educativa «del pasado»; caso contrario, hacer uso de las TIC, como Internet, Software,  Laptop  y proyector, no asegura que se esté llevando a cabo una educación de actualidad.

Desde mi perspectiva, y he leído a muchos profesores que coinciden conmigo, las clases por TV utilizarán este medio como lo que es, un medio de comunicación. Falta en realidad, la puesta en práctica de la docencia, y que seguramente, de acuerdo al nivel educativo, al subsistema (llámese primaria general, rural, multigrado, unitaria, indígena, bilingüe, secundaria general, técnica, agropecuaria, telesecundaria, bachillerato general, digital, telebachillerato, tecnológico, y alguna que se me escape de momento), de acuerdo a la edad de los estudiantes, al contexto de la escuela, a los accesos a las TIC de cada familia, y a la comunicación con los padres, se llevará a cabo en cada localidad, municipio, región y entidad federativa será una experiencia única y distinta.

Falta aún, como menciona Moya (2013), nos corresponde al profesorado hacer lo posible para lograr pasar de las TIC a las TAC (Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento).

Referencia:

Moya López, M. (2013). De las TICs a las TACs: la importancia de crear contenidos educativos digitales. Didáctica, innovación y multimedia, (27), 0001-15.

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