Los pañuelos verdes

Las cifras de niñas embarazadas y mujeres muertas por abortos clandestinos exigen una revisión profunda y urgente de los marcos legales

Las mujeres argentinas han marcado un hasta aquí en uno de los temas más sensibles y controversiales para las sociedades latinoamericanas: el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo –IVE- impulsado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. El emblema de la organización desde la cual se originó el movimiento hace ya 15 años es un pañuelo verde con una inscripción en blanco que reza “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, poniendo de relieve una de las causas principales de muertes evitables de mujeres en todos los países del continente.

El proyecto de la despenalización del aborto –ya aprobado por la Cámara de Diputados argentina luego de uno de los debates más apasionantes y reñidos de los últimos tiempos- busca despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo en las 12 primeras semanas de gestación y más allá de ese plazo cuando la vida de la mujer está en riesgo, cuando es producto de violación o existen malformaciones fetales graves. El debate, ampliamente difundido, estuvo marcado por intervenciones de carácter científico, ético y jurídico de muy alto nivel, lo cual establece una gran diferencia con las posturas de políticos y miembros de instituciones civiles en otros países, en donde los argumentos excluyen el marco de derechos de la mujer en un contexto real de riesgo de vida, desde una perspectiva de salud pública y derechos humanos.

Los derechos de las mujeres en cuanto a sus libertades individuales han estado históricamente restringidos. No solo desde el seno del hogar, en donde experimenta la mayoría de las agresiones y limitaciones a su desarrollo, sino en todos los estamentos de la sociedad a la cual pertenezca, en donde se le exigen ciertas conductas predeterminadas por un sistema machista enfocado en privilegiar las aspiraciones del segmento masculino: virginidad, sumisión, entrega absoluta a un rol diseñado para garantizar la reproducción en un escenario lleno de mecanismos de control.

Una de las amenazas constantes en la vida de niñas y mujeres es la violación sexual, hecho consumado en su mayoría por hombres de la familia o conocidos y en cualquier ambiente de su entorno, provocando no solo embarazos no deseados sino también trauma psicológico permanente y toda clase de obstáculos a su normal desarrollo. En el caso de las niñas y adolescentes, un embarazo significa un elevado riesgo para su vida porque al no haber alcanzado su cuerpo una plena madurez, no está preparado para semejante trastorno físico y emocional. Sin embargo, la mayoría de nuestros países presentan cifras récord de niñas y adolescentes embarazadas sin la menor posibilidad de interrumpir un proceso de gestación provocado por un delito, porque sus legislaciones lo prohíben a partir de consideraciones de carácter religioso.

Uno de los resultados más notables de lo sucedido en Argentina con este colectivo que ha logrado mover a las masas en la exigencia de una apertura legal sobre el tema, es haber dejado establecida la condición laica del Estado en su toma de decisiones en una sociedad integrada por personas diversas, cuyos parámetros de vida no responden necesariamente a una visión única a partir de una doctrina religiosa.

La marea verde de las mujeres argentinas ha abierto los espacios de discusión con respeto y la decisión muy saludable de acabar con los mitos y los tabúes sobre la sexualidad femenina, sus derechos reproductivos y su determinación de no volver a cerrar esas compuertas. El diálogo con respeto pero, sobre todo, el diálogo informado, es la tarea pendiente para otros países del continente. 

www.carolinavasquezaraya.com

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Colombia: ¿Por qué este año no se realizarán las Pruebas Saber en la educación básica primaria?

Colombia/10 de Marzo de 2018/Semana

El Ministerio de Educación y el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación Icfes, han determinado no ejecutar a nivel nacional las Pruebas Saber 2018 para los grados 3, 5 y 9. Estas son las razones.

El lunes 26 de febrero, el presidente Juan Manuel Santos respondió de forma ambigua en la FM, ante la pregunta sobre qué pasó con las Pruebas Saber este año para los grados de 3, 5 y 9. Días atrás, la directora del Icfes Ximena Dueñas había anunciado que en este 2018 esta evaluación anual no se realizaría. El mandatario afirmó entre líneas que el motivo se debía a un cambio de metodología que se había previsto desde hace 3 años para este, “pero la medición continúa y las Pruebas Pisa continúan”. Por otra parte, el jueves pasado el Ministerio de Educación y el Icfes, socializaron a través de un Facebook Live, los resultados de dichas pruebas desde el año 2012, en donde se pudo evidenciar en términos generales, avances educativos en todos los grados, a pesar de un descenso en las cifras que se presentó en el 2017 frente al 2016.

En un reciente comunicado en su página web, el Icfes informa que por primera vez dará la opción a los colegios de consultar y descargar los resultados de las últimas Pruebas Saber de los grados de primaria, que fueron llevadas a cabo en septiembre pasado.

En el sector educativo, el tema ha generado controversia. Para muchos, eliminar estas pruebas hará que este año no existan insumos para medir la calidad en los alumnos. En este escenario, solo se realizará la prueba Saber 11 que hacen los estudiantes de último año. Otros agregan que aunque se planea reformular y mejorar el método de testeo educativo, hay implicaciones negativas para el Índice Sintético de Calidad Educativa (ISCE), que es la herramienta que evalúa de 1 a 10 el proceso educativo de los colegios, y cuyo fin es determinar los planes de acción para el mejoramiento de la educación en el país.

La directora del Icfes, Ximena Dueñas, explica cuáles son las razones por las cuales en el 2018 no se hará dicha valoración académica.

  • Desde 2012 hasta 2017 se realizan anualmente estas pruebas que por ley deben aplicarse cada 3 años. Sin embargo, es un compromiso del gobierno haberlas aplicado anualmente y este ha cumplido al entregar resultados, pero en el 2018 se cierra el ciclo.
  • Las pruebas estandarizadas tienen un periodo que oscilan entre los 9 y 12 años y estas ya están llegando al final del ciclo. “la idea es hacer un alto en el camino para poder incorporar nuevos elementos que ya existen en el medio educativo, como son los lineamientos curriculares. El objetivo es volver a empezar con una nueva línea de base en el 2019, incorporando estos elementos. Por otro lado, hacer la prueba y trabajar en el diseño de otra, no tiene mucho sentido y preferimos enfocarnos en esa actividad durante el 2018”, asegura la funcionaria.
  • Este cambio hace parte del Mejoramiento Mínimo Anual (MMA) que es una meta, y en el caso de Brasil, por ejemplo, la evaluación Censal se hace cada 2 años a todos los estudiantes; también manejan un índice de seguimiento con metas anuales, pero cada 2 años se observa el incremento esperado en ese lapso en el que no se mide. El diseño de esta metodología permite que no sea obligatorio hacer una prueba anual.
 Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/por-que-este-ano-no-se-realizaran-las-pruebas-saber-en-la-educacion-primaria/559414
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