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Los pueblos de la Amazonía cada vez más solos para defenderse

Por Ana Cristina Suzina  | Ecología social

¿Pueden los ciudadanos locales por sí solos proteger la selva amazónica? Los asesinatos de Dom Phillips y Bruno Pereira expusieron los altos riesgos de tal intento

Las comunidades locales están cada vez más solas cuando se trata de luchar para salvar la selva amazónica. El asesinato del periodista británico Dom Philips y del experto indígena brasileño Bruno Pereira ha sido una evidencia impactante de corrupción y abuso de poder.

Es solo un ejemplo más de por qué los pueblos amazónicos tienen que encontrar sus propias formas de defender los principios de verdad, ley y orden: para protegerse a sí mismos y a un ecosistema que es vital para el futuro de la humanidad. ¿Es sostenible, y justo, dejarlos caer solos como mártires?

Phillips viajaba con Pereira cerca del territorio indígena Vale do Javari, un área remota cerca de la frontera con Perú, para registrar la iniciativa de ciudadanos locales que luchan pacíficamente contra la actividad criminal en la Amazonia.

Pereira, uno de los mayores expertos brasileños en grupos indígenas no contactados o recién contactados, entrenaba a los miembros de la comunidad en el uso de drones e imágenes de satélite para monitorear el territorio y registrar la caza, la tala, la pesca, la minería ilegales y el tráfico de drogas.

Según los grupos indígenas, ha habido tantas invasiones en los últimos dos años como antes de que el territorio fuera declarado legalmente como área protegida en 2001. Pereira fue amenazado de muerte por este trabajo.A pesar de los riesgos de tales esfuerzos, hay muchas comunidades pequeñas, poco capacitadas y mal equipadas en toda la región amazónica que intentan hacer frente a las crecientes amenazas, como la que estaba siendo capacitada por Pereira.

La líder indígena brasileña Juma Xipaya declaró recientemente, durante la conferencia Amazonian Leapfrogging, que “estamos defendiendo la selva con nuestros cuerpos, con nuestros hijos en brazos, bajo una violencia implacable. Los pueblos de la selva necesitamos seguridad para que podamos seguir siendo los guardianes de la selva, brindando un servicio no solo a la Amazonia sino al mundo”.

Expuestos al riesgo de confrontación con delincuentes, esos grupos enfrentan políticas públicas insuficientes o corruptas, y son frecuentemente etiquetados como “agitadores” o “agentes que actúan contra el progreso”.

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Kaskirunas, en Sarayaku, en Ecuador, practicando el control de un dron. Abril 2022. Foto: Ana Cristina Suzina

Los Kaskirunas de Sarayaku, en Ecuador, por ejemplo, están aprendiendo a utilizar drones e imágenes satelitales para contribuir al manejo y protección de las 135 000 hectáreas de la tierra milenaria del Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku. Kaskiruna es un término kichwa que significa “protectores del bosque vivo”.

La comunidad de alrededor de 1400 personas también cuenta con los Wios, el Grupo de Seguridad Interna de Sarayaku. Wio es un nombre kichwa para una hormiga muy pequeña cuya picadura duele mucho.

Es un grupo pacífico que ha sido entrenado en el monitoreo del territorio, la tierra y los ríos, y la prestación de servicios de rescate. Uno de sus principales aliados es un sistema de comunicación por radio que se inauguró cuando decomisaron armas y equipos al Ejército Nacional del Ecuador en 2002.

Ilustrando la ambigüedad de las políticas ambientales, el Ejército estaba allí para salvaguardar la instalación de una empresa petrolera internacional privada que obtuvo una autorización del propio Estado ecuatoriano para explotar fuentes dentro del territorio de Sarayaku, sin consulta previa a la populación local.

La resistencia incluyó retener a trabajadores de la petrolera en la comunidad para detener las actividades de prospección que ya comenzaban: la tala de árboles milenarios y la siembra de minas en áreas sagradas de bosque denso. Un grupo de mujeres kichwas agarró las armas con las propias manos desnudas.

“Decidimos levantarnos juntas en el acercamiento al Ejército porque sabíamos que, si fueran nuestros hombres solos frente a ellos, el uso de la fuerza podría ser diferente”, explica Gloria Berta Gualinga, quien participó en las protestas de 2002.

La comunicación por radio ayudó a apoyar la acción contra los invasores y, desde entonces, se ha convertido en una parte importante de la vida de la comunidad.

Sarayaku llevó el caso a los tribunales contra el Estado de Ecuador y ganó.

Obtuvieron el derecho a mantener los proyectos extractivos fuera de su territorio, un derecho que tienen en el papel, pero que no se cumple completamente en la práctica. La amenaza sigue ahí y Sarayaku, junto con otros movimientos indígenas, sigue siendo estigmatizado por actuar en contra de los intereses más amplios del país.

La forma en que los pueblos indígenas son retratados en los medios de comunicación contribuye a este estereotipo. Como lo destaca un informe reciente de Climate Outreach, las oportunidades limitadas para expresar sus propios puntos de vista aumentan los riesgos de que se perpetúen las actitudes coloniales (denigración, criminalización y racismo).

En otro caso de resistencia local, en 2009, un colectivo de 26 comunidades tradicionales alrededor de la Gleba Nova Olinda, en Pará, Brasil, fueran inscritas en esta lista de “obstáculos al desarrollo”. Las comunidades han bloqueado el río Arapiuns y detenido dos embarcaciones que transportaban 1500 m3 de madera sacada del bosque, reteniendo a sus tripulantes.

Los manifestantes querían llamar la atención sobre la explotación ilegal de su territorio y resaltar la importancia de establecer legalmente áreas protegidas arraigadas en comunidades indígenas y tradicionales que viven y trabajan en el territorio desde mucho tiempo, una mezcla entre tribus originarias y grupos que se establecieron como resultado de las olas migratorias internas desde las primeras décadas del siglo XX.

Al igual que los Sarayaku, rápidamente fueron tildados de delincuentes por robar los botes y bloquear el río, y muchos medios de comunicación describieron el incidente como un “secuestro violento de la tripulación”, que en cambio ésta había sido respetuosamente acogida por familias locales. La acción duró casi un mes y terminó con la quema de los barcos con toda la madera dentro.

¿Pueden los ciudadanos locales por sí solos proteger la selva amazónica? Los asesinatos de Dom Phillips y Bruno Pereira expusieron los altos riesgos de tal intento
La comunidad de Sao Pedro, en el norteño estado de Pará, Brasil, donde los manifestantes estuvieran acampados. Noviembre 2015. Foto: Ana Cristina Suzina

 

El legado de esa protesta es ambiguo. Si bien ha llamado la atención sobre el problema de la explotación ilegal de madera y otros recursos en la región, no ha habido una resolución concreta y las comunidades aún viven amenazadas.

El territorio sigue siendo víctima de explotación ilegal; y el Estado y los medios de comunicación han logrado crear oposiciones entre los grupos locales, al promover fuertemente la idea de que la explotación de los recursos naturales podría ofrecer empleos y prosperidad a las poblaciones locales.

La tensión actual en la región hace casi imposible el trabajo de los comunicadores locales, ya que los periodistas comunitarios se han convertido en blancos cada vez que critican los proyectos extractivos o visibilizan la actividad ilegal de los emprendimientos.

El superintendente de la Policía Federal de Brasil afirmó que Phillips “estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado, con la persona equivocada”, tratando de explicar el asesinato del periodista británico como una desafortunada coincidencia. Lo que no se puede explicar tan a la ligera es por qué tantas comunidades en la Amazonia, en Brasil y en otros países, tienen que encontrar sus propias formas de protegerse a sí mismas y a un tesoro natural vital.

Algunos analistas han dicho que, si no fuera por el asesinato de un periodista británico, el asesinato de Pereira hubiera pasado completamente desapercibido. Familiares de las víctimas y organizaciones de la sociedad civil piden justicia para Phillips y Pereira. Para que haya justicia, debe haber un reconocimiento fundamental de la validez y relevancia de la histórica lucha local para proteger la Amazonía, y un profundo y urgente cambio cultural y político para apoyarla.

La esposa de Phillips declaró que su conocimiento sobre la Amazonía lo llevó a comprender que el pescador, el minero en la punta de la línea son igualmente víctimas, frecuentemente brutalmente explotadas por su desesperación por alimentar a sus propias familias. Los líderes de los movimientos de base en la Amazonía recuerdan constantemente que hay personas conviviendo con los bosques, los ríos y los animales.

Muchos están listos y tomando medidas para proteger todos estos tesoros y harán más si las autoridades nacionales y la comunidad internacional asocian las políticas de protección del territorio con el apoyo a la población local, para que no sea vulnerable a los empresarios depredadores y los políticos demagogos.

Propuestas como Kawsac Sacha – La Declaración de la Selva Viviente y La Amazonía que Queremos reúnen soluciones indígenas y científicas para permitir que la economía del bosque siga en pie. Estas deben tenerse en cuenta en todas las decisiones relacionadas con la Amazonia.

Ana Cristina Suzina, periodista brasileña e investigadora en Movimientos sociales en la era global de la belga Universidad de Lovaina.

Fuente: https://www.opendemocracy.net/es/pueblos-amazonia-solos-para-defenderse/

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México: Pide USICAMM asignar plazas de acuerdo a los listados nominales y pide combatir corrupción

La titular de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestro (Usicamm), Adela Piña Bernal, solicitó  a las autoridades educativas de las entidades federativas asignar plazas con los participantes que se encuentren en los listados nominales ordenados de acuerdo con los resultados emitidos.

Lo anterior, en seguimiento al desarrollo de los procesos de admisión y promoción en Educación Básica y Media Superior del ciclo escolar 2022-2023, ya que el objetivo es asignar escuelas, en tiempo y forma, a maestras y maestros previo al inicio de clases.

Piña Bernal exhortó a las entidades federativas a otorgar plazas de acuerdo a lo establecido en la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros.

Enfatizó que la asignación se lleve a cabo bajo la observancia de los principios de legalidad, certeza, equidad, imparcialidad, objetividad, transparencia y publicidad, atendiendo a las diferencias regionales y locales.

Recordó que todas las plazas vacantes para funciones docentes, técnicos docentes, de asesoría técnica pedagógica, de dirección y supervisión deberán estar publicadas en los portales oficiales de las autoridades educativas en cada entidad.

Recalcó también que es necesario que las plazas vacantes se registren en el Sistema Abierto y Transparente de Asignación de Plazas (Satap), que puede ser consultado en https://bit.ly/3ze8YQI

Piña Bernal recordó que con ello se cumple el objetivo de priorizar el interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el acceso a la educación.

Finalmente, la titular de Usicamm recordó que el pasado 11 de julio se publicaron los resultados de los procesos de promoción vertical en Educación Básica de las 32 entidades federativas, los cuales se pueden consultar a través de la página electrónica https://bit.ly/3Ji0Ymq conforme a los principios que rigen los procesos del Sistema para la carrera de las Maestras y los Maestros.

Fuente de la información e imagen:  https://www.educacionfutura.org
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Violencia Institucional en un Colegio de Psicólogxs. La impunidad es una banda elástica que se estira y estira

Por: Ezequiel Borensztein

Leyendo la serie de notas Abusos y Violencias en el Campo Psicoanalítico publicadas en este medio, aceptamos la invitación de hablar y no callar más).


Qué sucede si te cuentan y te demuestran con pruebas fehacientes que en un Colegio de Psicólogoxs se combate el espíritu crítico, se denuncia, se persigue y se expulsa al disidente? Que sucede si las autoridades de un Colegio de psicólogxs impugnan y proscriben de manera fraudulenta a la lista opositora con argumentos falaces condenados por la Justicia? ¿Qué sucede si los representantes no representan a sus representados? ¿Qué sucede si no cumplen con sus funciones gremiales? ¿Qué sucede si los números no cierran?

La respuesta a estas preguntas es nada. No sucede nada…por ahora.
La impunidad, la oscuridad y el silencio reinan en un ámbito donde lo natural sería la circulación de la palabra y la ética que nuestra profesión requiere. Hace años que las autoridades de un Colegio de Psicólogxs practican violencia institucional, ejerciendo la lógica perversa de ser juez y parte, adueñándose de un espacio que es de todxs.
Con un grupo de colegas venimos luchando para que todo este entramado burocrático y feroz salga a la luz.
Es bueno que la comunidad psi sepa que en un Colegio de Psicólogxs conocimos una forma original de violencia muy difícil de enfrentar.
Una cachetada/caricia que nos gira la cara hacia el abismo entre lo que se dice y lo que se hace. Una violencia suave. Una máquina de hacer dóciles. Una nueva forma, dolorosa pero light del autoritarismo. Una humillación rosa. Burócratas que impiden con su Poder cualquier poder.
Intentan y lo logran por momentos hacernos sentir invisibles, mudos y estúpidos. ¨Un Ente¨, como dijo el dictador aquella vez.
Levantan el cono del silencio en una habitación sorda. Montan escenas para la burla. El bullying ensayado sale disparado con “respeto “.

Sus ¨como¨ desvían cualquier ¨que¨. No dan Quórum, hacen de la trampa una manera de actuar. Abren kiosquitos para ellos y su séquito. Corren los ¨viáticos¨ en negro. Sus ¨mesas¨ son un muro impenetrable y se nota en sus gestos inexpresivos, el entrenamiento de los asesores de márketing,  de comunicación, legales, contables, etc.

¨Articulan¨ ¨dispositivos¨  bla bla bla, teatral como si, puro cartón pintado, siempre dando la espalda al colectivo.
La violencia institucional nos azota, nos entra en el cuerpo. Nos desgasta y nos devasta. La impunidad es una banda elástica que se estira y se estira.

No hay límites para el canalla noble. Ni la justicia les hace tope. Y menos cuando los zombis de la obediencia debida no despiertan de la anestesia clientelar. Son duras las batallas éticas. Pero se las gana con solo librarlas.

Fuente de la información e imagen:  https://lobosuelto.com

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El ministro de Educación de Brasil renuncia tras escándalo con evangélicos

El ministro de Educación de Brasil, Milton Ribeiro, dimitió este lunes en medio de graves sospechas de corrupción que además salpican a pastores evangélicos que integran la base política del presidente Jair Bolsonaro.

Ribeiro, también pastor de una iglesia presbiteriana, estaba en la cuerda floja desde la semana pasada, pero Bolsonaro hasta ahora lo respaldaba, al punto de declarar que ponía «cara en el fuego» por el ministro, quien fue el cuarto ocupante de ese despecho desde 2019, cuando el líder de la ultraderecha llegó al poder.

La renuncia de Ribeiro, anunciada por él mismo en un comunicado, ocurre en vísperas de una gran reforma del Gobierno, que Bolsonaro anunciará posiblemente el viernes, forzado por la decisión de 10 de sus 23 ministros de renunciar para aspirar a un cargo electivo en los comicios de octubre próximo.

Las sospechas nacieron de un audio obtenido por el diario Folha de Sao Paulo en el que Ribeiro comenta que los presupuestos del Ministerio de Educación tienen entre sus prioridades los proyectos que impulsan pastores de iglesias pentecostales afines al Gobierno.

Ministro de Educación de Brasil renuncia

Mi prioridad es atender, primero, a los municipios que más precisan, y segundo, a todos los amigos del pastor Gilmar, dice el ministro en referencia a un líder religioso muy cercano a Bolsonaro, y agrega que ese es «un pedido especial» del propio «Presidente de la República».

Ribeiro desmintió que Bolsonaro le haya hecho algún pedido en ese sentido, pero tanto la Fiscalía como la Corte Suprema consideraron que las sospechas son «graves» e instauraron una investigación.

Su situación se agravó este lunes, cuando influyentes pastores de iglesias evangélicas, que tienen un enorme poder en la base política de Bolsonaro, se sumaron a la oposición para exigir su renuncia.

Ribeiro había asumido en julio de 2020 en lugar del economista Carlos Alberto Decotelli, quien estuvo en el cargo sólo cinco días y renunció en medio de denuncias de falsedades en su currículum.

Fuertes presiones

A su vez, Decotelli había asumido en lugar de Abraham Weintraub, un polémico agitador de ultraderecha que había renunciado un mes antes en medio de fuertes presiones de la base parlamentaria del Gobierno.

Weintraub se comportó más como activista que como ministro y su actitud causó serios recelos hasta en los sectores más moderados que respaldan al Gobierno.

El primer ministro de Educación de Bolsonaro había sido el filósofo colombiano naturalizado brasileño Ricardo Vélez Rodríguez, quien también impuso una fuerte carga ideológica a su breve gestión, que duró tres meses y acabó con su renuncia exigida, como sucedió con Weintraub, hasta por sectores afines al Gobierno.

Este mismo lunes ya se conjeturaba la renuncia de Ribeiro, en coincidencia con la reforma de gabinete que Bolsonaro anunciará esta misma semana.

Según fuentes cercanas al oficialismo, pese a defender a Ribeiro, Bolsonaro decidió aprovechar esa reforma para facilitar su salida, a fin de minimizar el impacto de un supuesto caso de corrupción en momentos en que el mandatario se prepara para intentar la reelección.

El ministro de Educación de Brasil renuncia tras escándalo con evangélicos

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Quid pro quo o el negocio perfecto

Por: Carolina Vásquez Araya

Una forma perversa y efectiva de corrupción transformada en valor cultural.

Según lo establece el DRAE, Quid pro quo es una locución latina que significa literalmente ‘algo a cambio de algo’. Se usa como locución nominal masculina con el sentido de ‘cosa que se recibe como compensación por la cesión de otra’. En términos corrientes, es un buen negocio y en nuestros países -dependientes de un sistema económico alineado con los intereses de los grandes capitales- es el mecanismo perfecto para obtener el bocado más grande. Dicen con toda razón que en donde hay quien reciba el soborno, siempre habrá quien lo ofrezca.  En los países subdesarrollados, cuyas normas y leyes se han diseñado para beneficio de algunos grupos muy reducidos de propietarios del gran capital, esta ha sido la palanca para financiar multimillonarias campañas políticas, propiciar incursiones bélicas y rediseñar el mapa.

De esta mancuerna entre los poderes económico y político surgen no sólo las estrategias comerciales del primer mundo, sino también las tácticas puntuales para infiltrarse en las estructuras de las naciones en desarrollo con el propósito de planificar la utilización más rentable de sus recursos naturales, su mano de obra barata y sus mercados emergentes.

En otras palabras, mientras las condiciones de pobreza extrema, desigualdad, discriminación y corrupción existan de manera predominante en las naciones del tercero y cuarto mundos, las pretensiones de estas naciones en términos de igualdad de oportunidades o inserción plena en los procesos de globalización no pasarán jamás de ser fantasías de sus reducidos círculos de decisión.

En los sucesivos informes de Transparencia Internacional sobre la percepción de corrupción en los países del mundo, se puede apreciar cómo se establece, de manera evidente, la relación entre aquellas naciones cuyas compañías multinacionales pagan los sobornos y aquellas cuyos funcionarios los reciben.  Las primeras, ricas, poderosas, con democracias estables; las segundas, carentes de instituciones fuertes, con la mayoría absoluta de su población viviendo bajo la línea de la pobreza, pero con una impresionante riqueza en recursos naturales.

Esta realidad, sumada a la destrucción patente del entorno con su secuela de devastación de los ecosistemas, el robo de las aguas y la pérdida de oportunidades en las comunidades afectadas, constituye el escenario sobre el cual deberían delinearse las políticas mundiales tendentes a propiciar políticas de desarrollo. Los informes de desarrollo humano elaborados por la ONU para mostrar un escenario más o menos aproximado de los efectos de la corrupción, muestran lo que ya sabemos: una división entre bloques, una visión opuesta respecto a las prioridades –Estados poderosos evadiendo su responsabilidad en la destrucción del medio ambiente y países en desarrollo exigiendo políticas más acorde con sus necesidades- pero, en resumen, un ambiente de polarización que no ayuda a paliar el hambre ni las carencias básicas de la población mundial.

En medio, resulta patente la pérdida de soberanía de nuestros países, en donde existen leyes casuísticas cuyo propósito consiste en ocultar, justificar y otorgar impunidad a decisiones ilegítimas de gobernantes venales. Todo ello, santificado por los Estados más poderosos cuyo respaldo a un oscuro quid pro quo, negociado por la industria mundial con corruptos locales, sumen a nuestras naciones en la miseria y el desamparo.

La integridad del territorio es un mito en países que cada día pierden un pedazo.

Fuente de la información:   www.carolinavasquezaraya.com

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Las 12 campanadas de la medianoche

Por: Elisabeth De Puig

¿Qué lanza al destierro a tantos dominicanos que se entregan a redes que los llevan a Chile o a las carreteras de Chiapas? ¿Qué nos espera realmente en estos próximos meses donde en el medio de un tercer año de pandemia la pobreza y sus estragos en la República Dominicana chocan con la imagen del país que queremos proyectar?

Las 12 campanadas de la medianoche del pasado viernes 31 nos propulsaron en el año 2022 y, simbólicamente, nos despojaron por un momento de todas nuestras cargas para abrazar el nuevo año esperanzados de iniciar un periodo más auspicioso que el acabamos de atravesar.

Sin embargo, tal duende travieso, ómicron se apoderó de nuestras mentes y nos acompañó durante la velada. Ahora todos quisiéramos saber si asistimos al principio del final de la epidemia o si estamos en presencia de una trampa del virus que se presta a resurgir, tal ave fénix, bajo nuevas formas de sus cenizas.

Los próximos meses lo dirán. No obstante, venga lo que venga, debemos seguir cuidándonos al máximo. Debemos reforzar las vacunas e invitar a vacunarse a los que no lo han hecho. Participando en el cuidado de los demás aportamos a nuestro entorno.

Para los moradores de la República Dominicana, el año 2021 estuvo marcado por un excelente desenvolvimiento en cuanto al enfrentamiento   de la pandemia. También por el hecho, digno de estudio, de que somos uno de los dos países con más baja letalidad de todo el continente americano.

En otro tenor, estamos siendo testigos de una lucha contra la corrupción sin precedente, y de una recuperación económica que nos coloca como uno de los países de la región mejor preparados para afrontar nuevos retos.

Con estas señales esperanzadoras, una pandemia de por medio y la tremenda amenaza del cambio climático, el presente sería el momento idóneo para reflexionar sobre el modelo de la sociedad que debemos construir para que la recuperación alcanzada y los pasos institucionales que se han dado se traduzcan en una transformación real hacia una sociedad ambiental, social y políticamente sostenible.

En muchos países ha tomado cuerpo el criterio de que la recuperación económica post pandemia no puede ser el mero retorno a las formas de consumir y producir de antes de la COVID-19. Hacerlo así sería reproducir las formas de maltrato a la naturaleza que han generado el cambio climático cuando de lo que se trataría es de revertirlas.

De la misma manera nos podemos preguntar a la luz del resultado de las últimas elecciones en Chile, campeón del neoliberalismo y de la desigualdad, si el modelo económico actual será sostenible políticamente en la República Dominicana a mediano plazo y si no se necesita trabajar desde ahora para lograr una sociedad más inclusiva donde impere la justicia social.

¿Qué lanza al destierro a tantos dominicanos que se entregan a redes que los llevan a Chile o a las carreteras de Chiapas? ¿Qué nos espera realmente en estos próximos meses donde en el medio de un tercer año de pandemia la pobreza y sus estragos en la República Dominicana chocan con la imagen del país que queremos proyectar?

En fin, las oportunidades deben existir para las grandes mayorías. De ahí la pregunta: ¿cómo repartir el maná del crecimiento entre los que más lo necesitan para que este gobierno sea el gobierno del cambio en aspectos fundamentales que tocan la vida misma de las personas?

Alarman las voces de la Sociedad Dominicana de Pediatría llamando la atención sobre el aumento de un 20% en la mortalidad infantil durante el pasado 2021, al igual que la recrudescencia del dengue y otras enfermedades.

Que una niña de 14 años haya dado a luz al primer bebé del año no es casual y solo refuerza la urgencia de la lucha contra las desigualdades y a favor de los derechos fundamentales de la niñez en la cual están envueltos, entre otros, la educación, la salud, la vivienda.

No solamente debemos velar porque no se produzcan desacatos a los derechos humanos en materia de migración, como los atropellos injustificables a las extranjeras que procuran servicios médicos en la República Dominicana, sino también recordar que las mujeres que votaron a favor del PRM esperan un código penal garante de derechos y a la altura del siglo XXI.

Aprovechemos pues el año 2022 para dar un salto hacia políticas públicas que logren cambiar el comportamiento social, propulsen una justa redistribución y aseguren un clima social favorable al crecimiento.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/las-12-campanadas-de-la-medianoche-9020486.html

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Los medios de la infamia

Por: Carolina Vásquez Araya

La mentira es el recurso de los tiranos; reproducirla es un acto de corrupción.

Desde el invento de la imprenta hasta la explosión mediática a través de la red global, en donde se cruza toda clase de información pública y privada, las comunidades humanas se han visto condicionadas a consumir lo que otros proveen. Desde el humilde volante hasta los mas sofisticados trabajos de impresión, todo material de lectura y/o de imágenes trae consigo un factor de credibilidad inmediata, previo a ser analizado, confrontado con sus fuentes y considerado veraz. Por esa cualidad intrínseca del poder de la palabra, es tanto mas peligrosa la desviación ética de estos recursos.

A pesar de conocer -de manera intuitiva o comprobada- esta debilidad de los medios informativos, la mayor parte de la población mundial consume vorazmente sus contenidos y actúa de acuerdo con esas propuestas. Esto tiene un especial impacto durante los procesos electorales en países en vías de desarrollo, en donde las grandes mayorías carecen de elementos de juicio para separar la paja del grano y sacar sus propias conclusiones. Esta debilidad obedece generalmente a políticas de Estado enfocadas en obstruir los accesos a la educación pública de calidad.

Un pueblo educado es un peligro para la clase política y las élites económicas, lo cual se traduce en la consolidación de sistemas informativos tendentes a manipular la conciencia ciudadana en todos los niveles posibles. La administración de los recursos públicos -tales como las frecuencias para la transmisión por radio y televisión- en manos de gobernantes venales, ha convertido a estos recursos estratégicos en un botín y, por consiguiente, en una amenaza para la estabilidad democrática de naciones débiles. La influencia ejercida por medios masivos de comunicación, capaces de llegar a todos los rincones, es un arma efectiva en la búsqueda de un poder político absoluto, dentro de un sistema de explotación y dominio económico corrupto.

En esta actividad han estado empeñados, a lo largo de la historia de nuestro continente, importantes medios de comunicación, cuya incidencia en las políticas locales se ha basado en la mentira y la desinformación, coludidos con los grupos de poder y poseedores de una enorme capacidad para difundir conceptos, ideas y propuestas dirigidas a la conservación de un sistema caduco e ineficaz de gobernanza. Estos son los medios de la infamia, cuya labor ha consistido de manera consistente en destruir la dinámica propia de las democracias, por medio del engaño.

Ante ese poder mediático inmenso, cuya red tiene alcance continental y se administra desde la distancia en despachos inaccesibles por individuos capaces de negociar sus privilegios con los gobiernos locales, la ciudadanía está totalmente indefensa. Su derecho a la información -un derecho consagrado por textos constitucionales y pomposos acuerdos internacionales- es violado a diario por estos medios enemigos de la ética periodística. Ese poder se traduce en la consolidación de sistemas políticos capaces de frenar el desarrollo de los países y mantener a los pueblos bajo el yugo de la miseria, pero más destructivo aún es su efecto en la mente de millones de seres humanos.

A esta infame dictadura mediática se oponen los esfuerzos de un gremio periodístico independiente que lucha desde plataformas alternativas -y de algunos medios tradicionales éticos- con el propósito de ofrecer la otra cara de la moneda: información veraz, investigada a fondo, comprobada, de interés público y capaz de arrojar una potente luz sobre la opacidad de los gobiernos. Esta prensa independiente, sin embargo, sufre constante acoso y amenazas desde los centros de poder político y económico, para los cuales la información ética representa una amenaza a sus privilegios. Para la ciudadanía, este esfuerzo titánico de periodistas dignos y consecuentes constituye un valioso recurso, pero también una vía para la recuperación de su espacio de participación cívica. Apoyar al auténtico periodismo y aprender a distinguir la verdad de entre la abundancia de mentiras mediáticas, es una habilidad fundamental para estos tiempos.

El poder de la palabra es también un arma de doble filo.

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