Ecuador debe liberar a las mujeres acusadas de aborto, dice experta de la ONU

América del Sur/Ecuador/ONUNOTICIAS

Siete de cada diez mujeres han sido víctimas de violencia psicológica o física y se han reportado 642 feminicidios en Ecuador desde 2014. Después de una visita al país, la relatora especial sobre la violencia contra la mujer exhortó a eliminar las barreras que perpetúan los desafíos de género que enfrentan las ecuatorianas, como los recortes presupuestarios y la criminalización del aborto.

Hay una serie de obstáculos para que la Ley Orgánica sobre la violencia contra las mujeres en Ecuador sea plenamente operativa, concluyó una experta* de la ONU en derechos humanos después de una misión al país.

Dubravka Simonovic aseguró que a pesar de que la adopción de la legislación que busca prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres representa un avance significativo en el país, los recortes presupuestarios propuestos, la criminalización del aborto y la falta de coordinación entre los organismos de ejecución pertinentes impiden su plena implementación.

“Si el gobierno da prioridad a la implementación de la nueva ley, y al desarrollo de un Plan Nacional de Acción para erradicar la violencia contra todas las mujeres; y asigna el presupuesto necesario, estoy convencida de que Ecuador podría hacer avances significativos en el futuro cercano para garantizar una vida libre de violencia para todas las mujeres y niñas del país”, expresó en un comunicado.

La relatora especial dijo que se trata de una cuestión de extrema importancia para la nación. Siete de cada diez mujeres han sido víctimas de violencia psicológica o física y se han reportado 642 feminicidios desde 2014.

Noticias ONU/Antonio Lafuente
Una calle de Quito, la capital de Ecuador

Una definición del aborto que debe cambiarse

Ecuador tiene una de las tasas más altas de embarazo adolescente en la región, a menudo como resultado de violación o incesto, así como de un sistema de justicia penal que prohíbe el aborto terapéutico con interpretaciones excesivamente restrictivas del derecho a la vida y las exenciones de salud.

“El alto nivel de violencia sexual y violaciones, incluso contra niñas y adolescentes en las escuelas y entornos educativos, pero también en el hogar es de particular preocupación. La definición de violación en el código penal debe cambiarse y estar basada en la ausencia de consentimiento y no en el uso de la fuerza, ya que este requisito impide que los perpetradores sean llevados ante la justicia, mientras que la prescriptibilidad para denunciar una violación debe enmendarse para permitir el inicio eficiente de los procesos penales una vez que la víctima haya cumplido la mayoría de edad”, aseguró la experta.

La relatora especial también exhortó a Ecuador a liberar a unas 250 mujeres que presuntamente se encuentran detenidas debido a acusaciones de aborto.  “Esto es contrario a los estándares internacionales y debe abordarse con urgencia.”

Noticias ONU/Rocio Franco
La ciudad de Quito en Ecuador.

Más participación de las mujeres

Šimonović reconoció que, pese a los desafíos, se han logrado avances en la esfera política con una mayor participación de las mujeres en el parlamento, y mediante una nueva ley sobre paridad democrática.

«Se han conseguido avances en los ámbitos político y legislativo gracias a un mayor número de mujeres en la Asamblea legislativa y gracias a la adopción algunas nuevas leyes alentadoras. Espero que podamos ver que las leyes de Ecuador lleguen a ser plenamente implementadas y armonizadas, por ejemplo, para asegurar que las mujeres pueden acceder a lugares de acogida y medidas de protección cuando las necesiten, al igual que acelerar la adopción del nuevo Código de Salud”, dijo.

Durante su misión de once días, Dubravka Šimonović se reunió con el vicepresidente del país, funcionarios gubernamentales de alto rango, el presidente de la Asamblea Nacional y representantes de sus comisiones parlamentarias, la Corte Constitucional, organizaciones internacionales, agencias de desarrollo y con varias organizaciones de la sociedad civil y organizaciones de base. También se reunió con el gobernador del Azuay y con actores relevantes en las ciudades de Cuenca, Huaquillas, Machala y Tulcán.

La relatora presentará el informe completo sobre su visita ante el Consejo de Derechos Humanos en junio de 2020.

Los Relatores Especiales son parte de lo que se conoce como los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Procedimientos especiales, el mayor cuerpo de expertos independientes en el sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y monitoreo del Consejo que abordan situaciones específicas de países o cuestiones temáticas en todas partes del mundo. Los expertos en procedimientos especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y sirven a título individual.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2019/12/1466491

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Brasil: Criminalización del aborto, una batalla contra los cuerpos y las existencias de las mujeres.

Por: virginiabolten.com.ar/  Vanessa Dourado/24-11-2017

La batalla dada contra los cuerpos de las mujeres cis y hombres trans es una de las más importantes en este espacio-tiempo bajo lo que llamamos “democracia”. En un sistema de control y opresión el cual mira a los ovarios para su reproducción y mantenimiento. En el sistema donde lo que importa es la reproducción de la riqueza en una lógica mercantil, lxs cuerpos que subvierten a los mandatos deben ser controlados, apropiados y se debe naturalizar la violación como forma de disputa de poder frente a la amenaza de desestabilización.

El derecho a decidir sobre el propio cuerpo esté reconocido por la Organización de las Naciones Unidas. La Declaración Universal de los Derechos Sexuales trata de la autonomía, integridad y seguridad del cuerpo sexual “involucra la habilidad de tomar decisiones autónomas sobre la vida sexual de unx dentro de un contexto de la propia ética personal y social. También incluye el control y el placer de nuestros cuerpos libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo”. Sin embargo, la batalla por ascender a la categoría de humana aún es una realidad para las mujeres, siempre vigilantes acerca de sus derechos y del cuestionamiento de los mismos –aún más en momento de crisis. Las evidencias están en los sistemáticos intentos de criminalizar los cuerpos y las existencias a través de los aparatos estatales, atravesados por la moral religiosa.

La ética social en las civilizaciones occidentales es una mera ilusión. La mezcla entre Estado y religión, la profundización de la desigualdad y de feminización de la pobreza, la imposición de leyes basadas en códigos morales y colonizadores son las bases de sostén del sistema que además de genocida es hipócrita.

El recrudecimiento de las acciones en contra la liberación de las mujeres (todas ellas), es una respuesta al levantamiento feminista por lo cual venimos pasando en este siglo. Frente al miedo del empoderamiento de las mujeres y la imposibilidad de dar los debates sobre las estructuras que someten a las mujeres a través del sistema heteropatriarcal, la respuesta es más violencia. No es sólo para demostrar poder, sino también para desmantelar los logros obtenidos en décadas de lucha.

En Brasil, el último 8 de noviembre, el proyecto de ley 181/2011 que trata de cambiar dos artículos de la constitución del país para definir que la vida empieza desde la concepción –a partir de la fecundación– fue aprobado por 18 votos a favor y 1 en contra. Todos los votos a favor fueron de varones, el único en contra fue de la Diputada Erika Kokay (PT-DF). El proyecto fue presentado por el diputado Jorge Tadeu Mudalen (DEM) y es articulado con la bancada evangelista en la Cámara Baja. Con la modificación en el texto, los casos de interrupción del embarazo proveniente de violación, anencefalia y riesgo de muerte para la mujer –que hoy son permitidos por ley– pasan a ser prohibidos y considerados delitos.

En defensa de la vida –argumento utilizado por los defensores del proyecto– los legisladores ignoran los números de la OMS (Organización Mundial de la Salud) que revelan que cada dos días una mujer muere en consecuencia de abortos clandestinos en el país. Las mujeres pobres y negras son las que más mueren ya que no disponen de recursos para realizar el procedimiento de interrupción del embarazo en condiciones mínimamente seguras. Los mismos diputados que votaron en contra la despenalización del aborto en casos extremos, también impulsan la campaña de la baja de edad de imputabilidad penal. Caracterizando una nítida criminalización de la pobreza y racismo institucional.

Mientras crece la representación de las camadas conservadoras en los espacios de poder institucionales, también crece el número de feministas ocupando las calles, las redes y las universidades. El movimiento llamado “Primavera de las Mujeres Brasileras”, que ocurrió en 2015, fue lo más importante de la historia feminista del país y sigue poniendo el debate sobre el derecho de las mujeres como eje fundamental a fin de visibilizar las violencias cotidianas en un país que es el quinto más violento del mundo para las mujeres.

Vanessa Dourado es escritora y feminista latino-americana.

*Fuente: virginiabolten.com.ar/mujeres-genero/criminalizacion-del-aborto-una-batalla-los-cuerpos-las-existencias-las-mujeres/

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