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País Vasco: Adopción en la escuela, sin tabús

País Vasco/31 julio 2017/Fuente: Noticias de Alava

El Departamento de Educación aprueba un protocolo para abordar las necesidades de los niños y niñas adoptados.

 “¡Fuera de aquí amarilla, tú no juegas chinita de mierda!”. Sus compañeros de clase se dirigían así a Mireia, una niña bilbaína adoptada hace diez años en China. Estas burlas y, sobre todo, que sus profesores no atendieran los problemas que desarrolló al entrar en la escuela, obligó a su familia a sacar a su hija del colegio concertado en el que estaba. Su ama, Amaia, respira más tranquila desde que Mireia estudia en un colegio público donde, dice, “el tratamiento no tiene color”. Amaia confía ahora en los profesores. “Son plenamente conscientes de los problemas que implica una adopción, me apoyan, hablan con nosotros, y cuando le han insultado por temas de racismo se han metido”, afirma. Pero Amaia sigue preocupada porque su hija necesitaría un profesor de apoyo que la Administración educativa no acaba de designar ya que la niña logra pasar de curso “gracias al sobreesfuerzo que hacemos en casa para enseñarla”.

Amaia explica que los problemas “no se dieron al principio porque físicamente llegó bastante bien y la adaptación a la familia fue perfecta. Tampoco le notamos ningún tipo de problema de adaptación con sus hermanos o con sus amiguitos”. Las dificultades, señala, “empezaron cuando llegó a la escuela. El proceso de crecimiento es más lento porque casi todos los niños adoptados presentan el mismo patrón. O tienen hiperactividad o déficit de atención, llevan muy mal el tema espacial y el tema del aprendizaje se convierte en un problema”. Aunque en casa Mireia se comporta como cualquier niña, en clase está como ausente. “Han llevado a un psicólogo a clase para observarla y la niña está autista, pero como aprueba porque se lo enseñamos todo en casa no le pueden poner un profesor de apoyo”, afirma Amaia.

La experiencia de Mireia es un caso particular entre los 5.000 niños y niñas adoptados en Euskadi los últimos 20 años. Pero los insultos, el racismo, los mitos o el desconocimiento sobre cómo identificar, entender y abordar las dificultades que pueden presentan las personas adoptadas son un problema real en la escuela vasca. El Departamento de Educación acaba de publicar La Respuesta Educativa en la Escuela Inclusiva al Alumnado Adoptado “una herramienta básica para que el profesorado y la comunidad escolar entiendan la adopción, un marco que responde a cuestiones concretas, desde conceptuales y aporte de situación, a estrategias para el aula”, explica Carmen Albes, asesora del Berritzegune Nagusia.

El gabinete de Cristina Uriarte presentó el documento el pasado mes de mayo en la Escuela de Ingenieros de Bilbao. La sesión reunió a diversos agentes educativos, así como a especialistas en adopción y acogimiento. Según Albes, “el documento no resuelve todo, pero sí aporta pistas para que la escuela también dé la seguridad para que ese niño pueda elaborar su recorrido de vida sin piedras en el camino”. Desde su punto de vista, la escuela “debe poner esa alfombra roja y asegurarse de que sabemos lo suficiente sobre adopción para que este niño o niña crezca de forma adecuada, a veces con dificultades”.

El psicoterapeuta José Luis Gonzalo Marrodán, autor entre otros libros de Víncúlate. Relaciones reparadoras del vínculo en los niños adoptados y acogidos [Desclé de Brouwer, 2015], ha participado en la elaboración del protocolo. A su juicio, la aprobación de este documento “era y es necesario precisamente porque los profesores y orientadores escolares no contaban con ningún material oficial que les guiara en este sentido. Los padres y las familias también pueden a su vez, solicitar que este protocolo se cumpla y su hijo sea atendido en sus necesidades emocionales, de aprendizaje o de relaciones”. Según afirma, “hay excepciones” y centros muy implicados, con conocimientos y sensibilizados con la adopción y las características y necesidades de este colectivo. Pero en general, opina, “todavía hay mucho por hacer. Hay demasiado desconocimiento sobre cómo las experiencias tempranas de vida adversas como los apegos inseguros y los traumas pueden afectar a la capacidad de aprender, relacionarse y tener confianza y seguridad en sí mismo”.

Y en este sentido defiende que el profesorado reciba una capacitación adecuada. “A los profesores se les pide que sepan de todo, eso es cierto, y por ello creo que necesitan ser formados para que aprendan a responder a las necesidades de estos menores”. Y las necesidades de los niños y niñas adoptadas son muchas y diversas.

Javier Monzón, vicedecano de la Facultad de Educación, Filosofía y Antropología de la UPV/EHU explica que “no hay perfiles habituales de menores adoptados pero sí unas variables” como la edad de los niños de adopción, origen, situación previa de los menores (desprotección…), idioma de origen o la preparación de los padres. No obstante, para este especialista en adopciones hay dos cuestiones que son muy importantes en la vida de estos niños que no tienen otros niños y niñas: “han sufrido un abandono y la necesidad que hay en la familia de gestionar la presencia simbólica de la familia biológica, incluida la búsqueda de los orígenes”.

80% DE ÉXITO ACADÉMICO Y SOCIAL Aunque las investigaciones muestran que entorno al 80% de las adopciones alcanzan resultados positivos tanto a nivel académico como social, existe un porcentaje de niños y adolescentes que presentan distintas dificultades a lo largo de las distintas etapas de su ciclo vital, como una menor madurez y desarrollo con carencias significativas en su proceso de aprendizaje, individualización y socialización, desconfianza, baja autoestima, pesimismo vital, búsqueda compulsiva del placer, menos autonomía, organización y orden para afrontar retos, tareas, exámenes… Sin supervisión y acompañamiento les cuesta funcionar, pueden presentar menos habilidades.

Monzón explica que, por ejemplo, “es muy habitual que un niño adoptado tenga altibajos en su proceso de desarrollo o pueda ser brillante en un área y en otra no. O que al principio de llegar al colegio esté muy adaptado y después se vuelva disruptivo. Un niño pequeño ha podido cuidar de su hermano, vestirlo, darle de comer, llegar a la familia adoptiva y ser dependiente… volverse un bebé”. Según este experto de la UPV/EHU, todo eso “es normal y hay que darles tiempo y seguridad. Tiene que tener la seguridad de que, también en el colegio, le van a esperar y le van a ofrecer un espacio para crecer con sus amigos”.

En consecuencia, la clave para atender adecuadamente a estos menores “es ofrecerles seguridad, es decir, cariño, afecto y límites”. Desde su punto de vista, en ocasiones, el profesorado no lee correctamente los comportamientos disruptivos que se presentan por lo que recomienda mantener una comunicación permanente con las familias. Según Monzón, el profesorado debe “respetar el proceso de la familia y del niño, hablar con los padres y preguntarles a ellos, al niño o al joven; son ellos los que mejor saben qué necesitan y ofrecerles la confianza y la seguridad para que puedan hablar de lo importante”. Con estas pautas, dice, el éxito escolar entre los niños adoptados “no solo es posible sino que se está dando desde hace muchos años”, independientemente del recorrido académico que elija cada cual. “El éxito es conseguir que las personas sean felices en su vida, sean lo que sean. Éxito es una estabilidad y una felicidad que les permita desarrollarse en la vida como buenas personas, como ciudadanos críticos y participativos. Yo creo que la escuela lo puede ofrecer, y en ese sentido, los niños adoptados lo están consiguiendo a todos los niveles”.

 Fuente noticia: http://www.noticiasdealava.com/2017/07/30/sociedad/adopcion-en-la-escuela-sin-tabus
Fuente imagen: http://static.deia.com/images/2017/07/30/adopciones_9842_1.jpg
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Bolivia: Educación certifica a facilitadores comunitarios de la Chiquitania en especialidades técnicas

América del Sur/Bolivia, 29 de julio de 20177. Fuente: www.minedu.gob.bo.

El Ministerio de Educación certificó a 301 “Facilitadores Comunitarios”, entre mujeres y varones, participantes del Programa de Educación Alternativa para Chiquitanas y Chiquitanos (PAACH), ejecutado en el marco del Convenio Interinstitucional con la Organización Indígena Chiquitana (OICH), en San Ignacio de Velasco.

Otros 95 participantes, tras cumplir con los requisitos de un proceso de formación complementaria, también fueron titulados en el áreas técnicas de Agricultura, Forestería Comunitaria, Ecoturismo Comunitario y Salud Intercultural y Comunitaria a nivel de Técnico Básico, como una respuesta a necesidades, demandas, vocaciones y potencialidades productivas de la región chiquitana.

En la oportunidad, también se realizó una feria educativa en la que se compartieron los contenidos desarrollados y la producción de cada área técnica del programa.

En la jornada se contó con la presencia de autoridades nacionales, departamentales, municipales, indígenas y educativas. Entre ellas, la Directora General de Educación de Adultos/as del Ministerio de Educación, Silvia Chumira Rojas.

Asimismo, se hizo la entrega oficial de la Resolución Administrativa N° 289/2017, emitida por la Dirección Departamental de Educación de Santa Cruz, que autoriza el funcionamiento del Centro de Educación Permanente «USAKA AIBU NUIPIAKA», que en el idioma vésiro significa «Estamos con nuestra sabiduría», cuya sede funcionará en el Municipio de Concepción del departamento de Santa Cruz.

Desde el Ministerio de Educación se busca garantizar y fortalecer el derecho a la educación de los pueblos indígena originarios, en el presente caso, los pobladores de la Chiquitania.

Fuente noticia: http://www.minedu.gob.bo/index.php/todas-las-noticias/1876-educacion-certifica-a-facilitadores-comunitarios-de-la-chiquitania-en-especialidades-tecnicas

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España: Libros para silenciar bombas

España/27 julio 2017/Fuente: Noticias de Gipuzkoa

El centro preescolar de Tyro, financiado por la Diputación y los ayuntamientos de Donostia, Irun y Zumarraga, es el punto de reunión de un centenar de refugiados sirios y palestinos que sobreviven en esta ciudad del sur de Líbano.

dables en áreas como la nutrición o la higiene personal y también se les ofrece terapia para superar todo aquello que con tan corta edad les ha tocado vivir. “Algunos han visto asesinar a gente en sus propias casas y, después de eso, se tiran meses sin hablar”, señala Sordus, una de las profesoras del centro. De hecho, apuntan que la problemática más repetida entre los alumnos es el aislamiento, que cada docente ayuda a atajar con los alumnos que están bajo su responsabilidad y que rondan la veintena.

Pero si hay una peculiaridad que rodea a este centro de preescolar es su estratégica ubicación: a unos 300 metros del punto de acceso al campo de refugiados de Burj Ash Shamali. Esto permite que tanto las personas que viven en el campo como las que lo hacen en asentamientos informales fuera de él puedan acceder a la escuela en horario de 8.00 a 13.00 horas. Tanto es así que, aunque el centro tiene capacidad para 100 alumnos (en la actualidad estudian 92 porque otros ocho han decidido huir a Europa recientemente), hay otras 200 solicitudes de acceso. Y es que para los refugiados de Líbano la educación no es un capricho, ni una forma de emplear las horas, sino la única posibilidad que tienen de salir de las pésimas condiciones en las que viven. Sin educación, los desplazados sirios y palestinos se ven cada día explotados en un mercado laboral que no reconoce sus derechos y que les obliga a trabajar durante jornadas maratonianas que llegan hasta las catorce horas por unos míseros dólares.

Asmaa Al Ali es una de las profesoras del centro y tiene 24 alumnos a su cargo. Pese a su avanzado estado de gestación, no pierde la sonrisa ni la energía para motivar a sus alumnos. “Queremos que aprendan a pensar por ellos mismos. Para eso tienen que probar, tocar, experimentar. No queremos que nadie les diga cómo tienen que pensar”, explica. Ella es refugiada palestina y, aunque nació en Líbano, vive en el campo de Burj Ash Shamali, ya que el país libanés no otorga la nacionalidad a los refugiados nacidos allí. En el campo se reúne con sus alumnos a las 7.30 horas, los lleva al centro en autobús y se encarga de ellos hasta que las familias de los menores vienen a buscarlos.

La estratégica ubicación del centro preescolar de Tyro hace que acudan alumnos con estatus de refugiado y los que no lo tienen

Una de ellas es Fátima Alabdullh, una joven de Alepo (Siria) a quien la guerra no ha quitado la voz. Ella encabeza un grupo de nueve refugiadas sirias llegadas a Líbano entre 2011 y 2016 y habla sin tapujos de la guerra, pero también de la hostilidad que se han encontrado en Líbano. No tiene miedo. Ya lo ha perdido todo. Por ello no le tiembla la voz a la hora de pedir justicia para el pueblo sirio. “Tuvimos que salir de la situación que estábamos viviendo. Huimos porque no queríamos morir y hemos conseguido que nuestros hijos sigan vivos, pero aquí no tenemos vida”, afirma mirando a los ojos a sus interlocutores. No le tiembla la voz al hablar de los horrores de la guerra. “Días antes de salir de Alepo cayó una bomba en nuestra calle. Mi marido perdió un brazo, pero mi cuñado murió. No pudimos enterrar su cadáver porque no quedaba cuerpo que enterrar”, describe de forma sobrecogedora.

“Ni siquiera ACNUR nos escucha”

Su situación en Tyro es “lamentable”, pero agradece la escucha. “Para nosotras es muy importante que nos escuchéis, porque ni siquiera ACNUR lo ha hecho”, denuncia. Dice que existe un acuerdo entre el Gobierno libanés y la organización mediante el cual no se permite el registro de nuevos refugiados desde 2015. Ello ha llevado a que cerca de un millón de desplazados no estén censados y no reciban ningún tipo de ayuda humanitaria.

Evidentemente, sobreviven día a día en una situación más que precaria. “Mi marido era profesor en Siria; aquí encuentra trabajo uno de cada diez días”, afirma al tiempo que sus compañeras asienten. Tampoco su situación es mejor. El marido de Lina Nabhan tiene un shock traumático tan fuerte que está mentalmente incapacitado para trabajar y el de Amani ha dejado el tratamiento hospitalario que seguía para superar sus problemas de asma porque no puede pagarlo.

A todas sus penurias se suma el rechazo de los vecinos. “No dejan que nuestros hijos jueguen con los suyos. Quieren echar a los sirios fuera del país”, lamenta Fátima.

“He mandado a mi hijo de 13 años a Europa para que consiga documentos para toda la familia”

BISAN ABO TAHA

Refugiada palestina. 29 años

Como no están censados como refugiados, no reciben ningún tipo de apoyo humanitario. “No nos dan nada. Cuando llegamos en octubre de 2016 tratamos de registrarnos, pero para el segundo día ya habían cancelado todas las ayudas. Ha pasado el invierno y no hemos recibido ni una manta”, explica.

Esa es la diferencia entre vivir dentro y fuera del campo. Aunque tampoco Burj Ash Shamali es la panacea. Sus calles están rústicamente pavimentadas, el cableado eléctrico se enmaraña en las fachadas y las casas de hormigón y uralita se multiplican, dando cobijo ya a casi 23.000 refugiados, de los cuales 18.000 son palestinos y 5.000 son sirios. Los puestos de frutas y verduras se exhiben por las distintas calles y los niños vagan por el campo sin demasiado que hacer. La OLP (Organización para la Liberación de Palestina) patrulla las calles con sus kalashnikov en la mano, símbolo claro de quién manda allí. De hecho, entrar en el campo no es sencillo y se requiere de un permiso especial. Los controles de pasaportes son exhaustivos y las fotos a los militares están prohibidas.

Tratamos de conocer la realidad del campo, pero también esta está dirigida por los militares. Nos dicen a qué casas podemos entrar y con qué personas podemos hablar. La censura no se disimula y a los refugiados se les corrige constantemente lo que tienen que decir. Aún así, la realidad supera el control de las autoridades.

“Todos nos recuerdan que somos extranjeros”

Bisan Abo Taha nos recibe en el salón de su casa, una humilde estancia en un segundo piso sin decoración pero provista de colchones para que los visitantes podamos tomar asiento. Su historia es el reflejo del drama de los refugiados palestinos. A sus 29 años nunca ha vivido en un lugar que no sea en un campo de refugiados, primero en Siria y, tras estallar la guerra, en Líbano. “Allí al menos nos sentíamos como uno más, pero aquí todo el mundo nos recuerda que somos extranjeros”, cuenta. Nos agasaja con café y té y también botellas de agua para aliviar el calor. Relata que tiene cuatro hijos, el mayor de ellos, de 13 años, en Alemania, con unos tíos. “El objetivo era que desde allí, él pudiera conseguir los documentos para toda la familia. Pero no ha sido posible. Lleva dos años allí y no hemos podido reagrupar a la familia”, afirma con tristeza. Ha tenido mejor suerte con los hijos que se quedaron con ella: el de diez años está escolarizado, la de tres acude al kinder garden financiado por las instituciones guipuzcoanas y el pequeño es apenas un bebé de año y medio. “Mi hija se puso muy contenta cuando le dijeron que podía ir a clase. Ve a su hermano en el colegio y sabe lo importante que es aprender inglés. Va feliz cada mañana”, afirma, agradecida por la ayuda.

“Hemos huído porque no queríamos morir; nuestros hijos están vivos pero aquí no tenemos vida”

FÁTIMA ALABDULLH

Refugiada siria. 27 años

Su relato es atentamente escuchado por los comisarios de la OLP, que matizan muchas de las cuestiones a cerca del día a día en el campo. Pero Bisan no se arruga ante la presión y denuncia que el hecho de que su marido sea de nacionalidad siria y no palestina les ha impedido acceder a un gran número de ayudas.

“No puedo ayudar

a toda mi familia”

Los representantes de la OLP comienzan a ponerse nerviosos y dejamos de hacer preguntas para no poner en un aprieto mayor a Bisan. Tras agradecerle su hospitalidad nos trasladan a casa de Dunia Moussa, un piso bajo que cuenta con una modesta cocina y un amplio salón con televisión y aire acondicionado. Un pequeño lujo para esta mujer de 76 años que lleva toda su vida huyendo. Salió de Palestina en 1948, con tan solo seis años. Desde entonces, su vida apenas ha cambiado. No tiene un país al que volver, y tampoco le reconocen la nacionalidad libanesa. Está cansada de luchar por sacar adelante a su familia. Y es que convive con tres hijas solteras. Además, uno de sus hijos le ha dado once nietos que no puede alimentar. “Yo no puedo ayudar económicamente a todo el mundo”, lamenta.

Su situación en Burj Ash Shamali empeora día a día, según ella, por la enorme presión que está ejerciendo la oleada de refugiados sirios que llega a Líbano. “Tengo diabetes, hipertensión, colesterol y problemas en los huesos, y no tengo dinero para pagar todos los medicamentos que necesito”, se queja, aunque reconoce que si ellos están “mal, los sirios están mucho peor”. Y es que el acceso a la sanidad es muy limitado para estos desplazados. De hecho, Dunia reconoce que hay más de 175 familias con problemas de anemia que no reciben ningún tipo de tratamiento.

“Los refugiados palestinos vivimos en una situación mala, pero los sirios están mucho peor”

DUNIA MOUSSA

Refugiada palestina. 76 años

Pese a todo, ella se siente una afortunada. El pasado año la Media Luna Roja rehabilitó su casa, lo que le permite gozar de algunas comodidades, como el aire acondicionado que ayuda a sobrellevar el pesado calor libanés. Además, estas obras han permitido que la familia de Dunia habilite un espacio en el tejado de la casa en el que ahora conviven nueve familias sirias, a las que, según la anciana, no se les cobra ningún tipo de alquiler.

Dunia se siente ya demasiado cansada para pelear por lograr un pasaje a Europa, un sueño que sí anhela para su familia y que también comparten Bisan, Fátima y el resto de refugiados. Tienen el convencimiento, por lo que les han contado amigos y familiares afortunados que ahora residen en el viejo continente, de que aquí “apenas hay racismo y sí mucho respeto. Tienen algunos problemas con el idioma, pero disfrutan de una buena vida en paz”, asevera Fátima.

Este deseo se hace realidad en el aeropuerto de Beirut, donde los escasos turistas que visitan Líbano viven de primera mano la separación de las familias. Las lágrimas brotan de los ojos tanto de quienes se van como de quien se queda. Han puesto en el viaje a Europa todas sus esperanzas y ahorros, pero son conscientes de que no volverán a verse en meses, probablemente en años. En el acceso al control de pasaportes tienen lugar los últimos abrazos. Aquí comienza un viaje incierto no exento de dificultades. Las primeras en el propio aeropuerto, con un exhaustivo registro de todas las maletas que transportan, con muy poco respeto por parte de las autoridades policiales. La segunda, en el aeropuerto de destino, con unos controles de documentos que rozan la falta de humanidad. Es el precio que deben pagar por huir de la muerte.

Fuente: http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/07/23/sociedad/para-silenciar-bombas-libros

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Unesco: Millones de niñas sin acceso a la educación

27 julio 2017/Fuente:

«A 62 millones de niñas se les niega el derecho a la educación», enfatizó durante las últimas horas la directora de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, durante su alocución en el auditorio de la Academia Diplomática de Chile.

Bakova manifestó su preocupación por la falta de aprendizaje que existe en unas 62 millones de niñas en todo el mundo en la actualidad, ya que la educación es fundamental para el desarrollo y contribuye a la reducción de la pobreza.

Una de las principales causas para que ocurra la ausencia de formación en niñas es, sin dudas, la exclusión social en muchas comunidades.

La falta de igualdad educacional entre niñas y niños a nivel mundial es una realidad que deben enfrentar las autoridades estatales y nacionales.

«Las mujeres representan dos tercios de los 758 millones de adultos analfabetos del mundo, lo cual perjudica a todas las sociedades, frena el desarrollo y menoscaba los esfuerzos de paz», agregó Bokova.

UNESCO: Millones de niñas sin acceso a la educación La conferencia de la Directora de Unesco también estuvo referida a la agenda 2030 para el desarrollo sostenible que adoptó la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 2015 y que abarca 17 Objetivos con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental.

En la actualidad, a las niñas se les sigue negando el derecho a la educación, a pesar de los avances registrados en los últimos años.

“Nunca alcanzaremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible si no logramos vencer la discriminación y la pobreza que paralizan las vidas de las niñas y las mujeres de generación en generación”, ha reiterado Bokova.

Las regiones donde la desigualdad es mayor son los Estados Árabes, el África subsahariana y el Asia Meridional y Occidental.

En el África subsahariana, se calcula que 9.5 millones de niñas nunca asistirán a la escuela. En Asia Meridional y Occidental, el 80% de las niñas sin escolarizar nunca recibirán educación formal, en comparación con el 16% de los niños. Unos cuatro millones de niñas padecen esta situación, frente a casi un millón de niños.

UNESCO: Millones de niñas sin acceso a la educación

Fuente:

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República Dominicana: Casi 15 % de niños no va a la escuela y 13 % tiene que trabajar

República Dominicana/27 julio 2017/Fuente: Últimas Noticias

Se trata de un índice de 172 países clasificados de manera descendente, del peor al mejor, en función del desempeño en los diferentes peligros que impiden a los niños y las niñas disfrutar de su niñez por diferentes peligros a los que se enfrentan.

Casi el 13 % de los menores de edad en República Dominicana se ven obligados a trabajar, cerca del 15 % no va a la escuela y hay en torno a un 28 % de niños ellos que están casados o viven en pareja, según el informe “En Deuda con la Niñez”, presentado hoy en el país por la organización Save the Children.

Se trata de un índice de 172 países clasificados de manera descendente, del peor al mejor, en función del desempeño en los diferentes peligros que impiden a los niños y las niñas disfrutar de su niñez por diferentes peligros a los que se enfrentan.

Para su elaboración, se toman en cuenta factores como muerte infantil, matrimonio infantil, trabajo infantil, maternidad adolescente, malnutrición, violencia y educación.

República Dominicana se encuentra en el número 120, lo que pone al país como uno de los peores para la infancia, y presenta cinco de esos siete peligros identificados, dato que está por encima del promedio regional y, en cuatro de esos siete, también es superior al promedio mundial.

El documento pone de manifiesto que el país caribeño tiene la tasa más alta de natalidad en adolescentes y está entre los diez países con mayores índices de homicidios infantiles de la región.

Este conjunto de hechos tienen un profundo impacto en la vida de los niños que, además de ser privados de sus derechos, se quedan sin las herramientas para luchar contra la pobreza y obtener un futuro mejor.

“Sin duda nos encontramos en deuda con nuestros niños, ya que miles de ellos enfrentan un conjunto de peligros que les impide vivir plenamente su niñez,” señaló Alba Rodríguez, Directora Ejecutiva de Save the Children en República Dominicana, al presentar el informe.

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/un-mundo/casi-15-ninos-dominicanos-no-va-la-escuela-13-trabajar/

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Unicef trabaja en apoyo de la niñez más vulnerable

27 julio 2017/Fuente: El Universal

En Venezuela enfoca su acción en salud, nutrición, educación y protección.

«Jornadas de capacitación para educadores de calle» es una de las iniciativas en las que se encuentra trabajando en Venezuela El  Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en coordinación con  el  Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, Idena y  las asociaciones civiles.

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Para Raquel Fernández, especialista en comunicaciones de Unicef, el objetivo de estos talleres es  brindar herramientas a policías municipales, consejeros de protección de los municipios y trabajadores sociales de distintas entidades privadas para la identificación y abordaje de niños y adolescentes que buscan  su supervivencia en la calle con el fin de orientarlos y ofrecerles medidas de protección. «Estamos  trabajando para poner en marcha un  registro de estos niños, conocer cuántos son, dónde están y qué necesidades tienen para desarrollar programas de fortalecimiento familiar».

Unicef tiene 26 años en Venezuela y enfoca su acción entres componentes: salud y nutrición, educación y protección. Su trabajo gira en torno al programa de cooperación acordado con el Gobierno de Venezuela, que se implementa en alianza con instituciones del Estado, organizaciones de desarrollo social y la empresa privada.

La misión de Unicef consiste en promover los derechos de la niñez y la adolescencia, al igual que  apoyar a los Estados y a las sociedades para que estos se cumplan.

Fernández indicó que Unicef ofrece apoyo técnico,  financiero y de capacitación a sus aliados.»Trabajamos con  socios encargados de las políticas públicas y organizaciones no gubernamentales,actores que juegan un papel fundamental en  los derechos de los niños».

A propósito de ello, destaca el apoyo que le han dado a instituciones como Fe y Alegría en la realización de actividades para el desarrollo humano. «A través de nuestro apoyo se puede potenciar el trabajo que ellos hacen en función a las necesidades que detectan en  las escuelas donde trabajan».

Así mismo señaló los resultados positivos alcanzados con la capacitación sobre protocolos en materia de salud neonatal dictados  en 13 hospitales adscritos al Ministerio de Salud.

Explicó la importancia de la orientación apropiada a los adolescentes  en  la participación de las manifestaciones para evitar su exposición a situaciones de riesgo. «La protección de la niñez en el escenario de protestas es responsabilidad de todos, autoridades, convocantes y familiares. Unicef trabaja para apoyar a la niñez mas vulnerable, especialmente en las situaciones más complicadas», agregó Fernández.

Metas alcanzadas en 2016

  •  En 2016 la atención profesional fue mejorada gracias a la actualización de 400 neonatologos, pediatras y enfermeros  en 17 hospitales.
  •  Fueron atendidos  65 mil bebés por  578  profesionales formados en la implementación de la iniciativa «Hospital amigo del niño» dirigido a promover la lactancia materna.
  • Se activaron 23 servicios destinados a la atención para adolescentes con 218 profesionales de la salud.
  • Se distribuyeron  120 mil tratamientos pediátricos contra la malaria.
  • Se logró la participación de 7.000 niños en dinámicas para promover el derecho al buen trato en el programa Escuela Solidaria en el estado Miranda.
  • 5.620 niños y adolescentes aprendieron a conocer sus derechos a través del programa «La música de mi voz», en alianza con 98 núcleos de El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles.

Fuente: http://www.eluniversal.com/noticias/caracas/unicef-trabaja-apoyo-ninez-mas-vulnerable_662571

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Venezuela: 1.515 nuevos profesionales gradúa la Universidad Bolivariana de Venezuela en Zulia

Venezuela/27 julio 2017/Fuente: AVN

La Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) en Zulia, gradúa 1.515 nuevos profesionales en la promoción Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, la cual se lleva a efecto de manera simultánea en la entidad zuliana.

Este miércoles se desarrolla la tercera jornada de los actos de graduación en los que egresan profesionales en los Programas de Formación de Grado Comunicación Social, Gestión Ambiental, Gestión Social para el Desarrollo Local, Estudios Jurídicos y Educación.

El primer acto de grado tuvo como escenario el Palacio de Eventos de Venezuela, donde se otorgaron títulos profesionales y de Técnico Superior Universitario a quienes cursaron estudios en los espacios municipalizados de la UBV y de la Misión Sucre en los ejes Guajira, Capital, Occidente y Costa Oriental del Lago.

La segunda jornada entrega de títulos se desarrolló en el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, donde estudiantes de la sede Zulia de la UBV, recibieron su título profesional en un acto, en el marco de la celebración de los 234 años del natalicio del Libertador Simón Bolívar, 194 aniversario de la Batalla Naval del Lago y día de la Armada Nacional Bolivariana.

Allí se graduaron 310 nuevos profesionales en las áreas de Agroecología, Arquitectura, Comunicación Social, Gestión Ambiental, Gestión de la Salud Pública, Gestión Social para el Desarrollo Local, Informática, Gas, Petróleo, Refinación y Petroquímica, Estudios Políticos y Gobierno, Estudios Jurídicos y Educación.

En este acto también se concedieron títulos en estudios avanzados en materia de salud, logros del convenio UBV-Hospital Coromoto, en las especializaciones en Medicina Crítica, Oncohematología, Ortopedia y Traumatología Integral, Imagenología Integral, Medicina del Quemado y en otras áreas tales como: Especialistas en Gestión Judicial, así como magister y doctores en Ciencias para el Desarrollo Estratégico.

Eury Villalobos, director de la UBV en el eje Cacique Mara, que abarca los estados Zulia y Trujillo, manifestó que estos actos forman parte de los logros alcanzados por estos nuevos profesionales gracias a los programas educativos que sigue impulsando la revolución bolivariana para que todos tengan acceso a la educación universitaria.

Fuente noticia: http://www.avn.info.ve/contenido/1515-nuevos-profesionales-grad%C3%BAa-universidad-bolivariana-venezuela-zulia

Fuente imagen: https://www.aporrea.org/imagenes/2011/02/graduandos_ubv_abog.pn

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