Redacción: El Colombiano
Los ecos políticos de la acción tomada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para derogar 24 normas de su antecesor, Barack Obama, que garantizaban la presencia de minorías raciales en las universidades del país, continúan retumbando en Washington.
Tras una campaña presidencial en 2016 marcada por la promesa que hizo el magnate ante su electorado blanco de “frenar esos privilegios” de hispanos y negros para acceder a oportunidades de estudio, el elemento racial vuelve a primera plana. Mientras que sectores progresistas critican la medida que destruye las políticas de “discriminación positiva”, que la anterior administración diseñó para combatir la desigualdad y su relación en Estados Unidos con la raza, bases de apoyo republicanas celebraron. ¿Qué hace tan relevante este debate en el país? ¿De qué trata este freno del Ejecutivo y qué efectos dejará?
Justificación y críticas
El encargado de anunciar la noticia el martes, el fiscal general de EE. UU, Jeff Sessions, quien encabeza el Departamento de Justicia, aseguró que las normativas proclamadas y ejecutadas por el gobierno Obama entre 2009 y 2016 eran “innecesarias, desactualizadas, inconsistentes con la ley e inapropiadas”, y que su eliminación es consecuencia del decreto de febrero de 2017 en el que Trump ordena crear comités para identificar leyes problemáticas.
Poca oposición republicana ha suscitado esto teniendo en cuenta que, a pesar de crecientes fracturas en otros temas, en este Trump apeló al principio partidista de “minimizar las regulaciones para no restringir la libertad individual”, como argumento para convencer a las facciones conservadoras.
En cambio, sectores liberales y progresistas agrupados en el Partido Demócrata ven las políticas que implementó Obama, en su momento, como necesarias, en un país en que las cifras de pobreza corresponden con la raza y donde está demostrado que las minorías negra e hispana deben conformarse con educación pública de baja calidad mientras que blancos y asiáticos acceden a las mejores universidades.
Para expertos consultados por EL COLOMBIANO, se trata de uno de los debates más difíciles de la actualidad estadounidense, dado que hay una fina línea entre el deber de preservar la meritocracia en la educación y la necesidad de combatir con el acceso a ella las raíces de la desigualdad y la falta de oportunidades en Estados Unidos.
“En muchos casos los blancos se quejan de que sus hijos no pueden entrar a las universidades en su estado, así tengan buenas notas, porque dichas políticas bloquean su ingreso para dárselo a las minorías. Cuando la Constitución establece el trato igual para todos. Pero por otro lado el argumento es que las minorías no han recibido las mismas oportunidades y se debe equilibrar ese aspecto para reducir la desigualdad. El trato igual no vale si el uno tiene un Lamborghini y el otro va en bicicleta. Es un debate difícil”, opinó Emilio Viano, politólogo y docente de la Universidad Americana de Washington.
Política educativa y urnas
Por su parte, Patricio Navia, docente de política internacional de la Universidad de Nueva York (NYU), auguró que este nuevo suceso en torno al tema del acceso de las minorías a la educación de alta calidad en Estados Unidos va a generar mayor polarización en un país que, desde los últimos años de la era Obama y durante la elección de Trump, evidenció ya una división racial que aún marca su política.
“Esto envía una señal de que al gobierno no le interesa promover la inclusión. Esta medida tiene un efecto sobre las tensiones raciales que ya existían y las puede agravar”, consideró.
No obstante, Navia es escéptico de que lo realizado por Trump vaya a tener carácter vinculante en todo el país, puesto que el sistema federal estadounidense también da muchas prerrogativas a los estados y las localidades.
“Podría terminar siendo más simbólico que real. Al final los estados que son manejados por demócratas van a seguir teniendo políticas afirmativas, y los community college que son de ciudades demócratas, o incluso donde hay republicanos de matiz liberal, van a seguir promoviendo la inclusión”, agregó.
Respecto a la cita en las urnas que tendrán los estadounidenses en noviembre (legislativas), ¿qué tanto influirá este debate?
Para Viano, sin duda Trump ya está pensando en alinear las bases de apoyo que le dieron el triunfo en 2016, para así intentar mantener la hegemonía: “él solo piensa en su base, y eso lo ha reiterado durante lo que va de su gobierno. Se trata de mantener esa retórica y mostrar que está enfrentando lo que sus votantes ven como una injusticia”.
Entretanto, del lado demócrata, Navia vaticinó que “el gran tema será el proceso de nominación del noveno juez de la Corte Suprema –tras el retiro del liberal Anthony Kennedy–, un asunto del que dependerán numerosas cuestiones, entre las que estará sin duda las políticas de inclusión en las universidades. Lo hecho ahora por Trump une sus bases, pero tendrán que estar realmente pendientes de lo que ocurra con la justicia” .
Fuente: http://www.elcolombiano.com/internacional/eeuu/el-freno-educativo-de-trump-que-polariza-aun-mas-a-ee-uu-por-raza-YM8952760