El manifiesto de los españoles de Harvard: 10 claves para salvar a nuestro país

30 Abril 2017/Fuente:elconfidencial /Autor: HÉCTOR G. BARNÉS

La asamblea de los españoles en la universidad americana se ha movilizado desde su fundación el pasado otoño. Acaba de publicar un decálogo con la receta para España

Este sábado, el Spain Caucus de la Kennedy School de Harvard, la Escuela de Gobierno que imparte programas de posgrado para entrenar líderes públicos y encontrar soluciones a los desafíos de política pública, presentará la así llamada ‘declaración de Cambridge por la ciencia’. Se trata de un decálogo que aboga por un cambio de modelo productivo en nuestro país que se base en la ciencia y la investigación y no en el cortoplacismo del sector inmobiliario y el turismo.

El Spain Caucus ha abierto sus puertas este año, y como explica a El Confidencial uno de sus miembros, el economista Gregorio Bustos, está formado por estudiantes que están cursando un máster en Políticas Públicas. El grupo ha sido creado con el objetivo de “que se sepa de España en la Universidad”. En los seis meses que han pasado desde su creación, han organizado 10 conferencias destinadas a los 40 estudiantes españoles (entre 20.000).

Casi siempre que se menciona a España es como ejemplo de crisis, desempleo, populismo… Es bastante deprimente

“El objetivo del Spain Caucus es crear un foro en el que discutir los problemas culturales económicos y políticos de España”, afirmaron durante su presentación. Entre los temas a tratar se encuentran la inmigración, el futuro de la Eurozona, las perspectivas de futuro de los países del sur de Europa y el auge de movimientos políticos alternativos. Por la Kennedy School han pasado personas como Antonio Núñez Martín, socio de Parangon Partners, autor de ‘El líder ante el espejo’ y actual director de los antiguos alumnos españoles del centro.

“En las clases casi siempre que se menciona a España es para poner el ejemplo de la crisis, del desempleo, del populismo… bastante deprimente”, explica Bustos. ¿Cuáles son los países de los que se habla ahora en las aulas de la universidad de Cambridge (Massachusetts)? “En Harvard se habla de Israel, de Corea del Sur, de Singapur como modelos de países que tienen un plan para crear talento, invertir en ciencia y generar prosperidad”. A ellos hay que añadir otros como Finlandia y Alemania, que “entienden que para tener una economía competitiva y una sociedad sostenible deben ser los mejores en ciencia y tecnología, convertirse en referencia para crear y atraer talento e inversiones”.

En opinión de los firmantes del manifiesto, “España es un país que está por debajo de sus posibilidades”. Por varias razones: tanto porque “en nuestro país no hay cultura científica” como porque “los centros de investigación públicos son escasos y están limitados al estar bajo parámetros funcionales”. Un último motivo es que los países a los que mejor les va atraen el talento internacional, algo que no ocurre aquí, donde ni siquiera “sabemos aprovechar lo que tenemos en casa”.

Debido a que el nuestro es “un país atractivo para vivir”, Bustos considera que podría convertirse en “una especie de California en Europa”

Pero ¿cuáles son los 10 puntos que proponen los estudiantes españoles de Harvard para cambiar de arriba abajo nuestro país o, al menos, tener una “visión ilusionante, un proyecto por transformar el país de verdad”?

1. España necesita una apuesta clara y decidida por un cambio de modelo productivo que garantice el crecimiento sostenido y la prosperidad de nuestros ciudadanos.

2. Para lograr ese cambio se necesita apostar decididamente por la investigación y por la ciencia, motores de la sociedad de conocimiento.

3. España necesita un plan estratégico en investigación y desarrollo donde se marquen las líneas de actuación para los próximos 10-15 años, siendo una de las prioridades estratégicas del país.

4. El plan estratégico debe ser integrador aspirando a desarrollar ecosistemas de investigación y emprendimiento geográficamente repartidos por todas las regiones de España.

5. España debe convertirse un país atractivo para investigar y atraer talento internacional, así como interconectar los centros de investigación y a la comunidad científica con las redes de investigación global.

6. Se necesitan agencias de investigación independientes con suficientes recursos que garanticen la implementación del plan estratégico en investigación y desarrollo.

7. Hay que crear una red de centros de investigación independientes y punteros, con recursos suficientes para poder alcanzar el liderazgo en distintas disciplinas en un plazo de 10-15 años.

8. España tiene que llegar a ser líder en porcentaje de dedicación del PIB en actividades de investigación y desarrollo en un plazo de 10-15 años.

9. Los ecosistemas de investigación tienen que promover y fomentar la incorporación de investigación privada, promoviendo la creación y comercialización de ideas y productos y generando empleo y empresas de alto rendimiento.

10. España necesita modernizar su sistema educativo, adaptando y desarrollando el sistema universitario a las necesidades de conocimiento e investigación y emprendimiento.

¿Qué hacemos con la educación?

¿Cuál es la idea que estos estudiantes tienen para nuestro país? En su cabeza, debido a que el nuestro es “un país atractivo para vivir”, Bustos considera que podríamos convertirnos en “una especie de California en Europa”. Una vez más, el fantasma de Silicon Valley se proyecta hacia el otro lado del Atlántico como lugar en el que se conjuga una buena calidad de vida y un clima agradable –que ya lo tenemos– con ser un enclave de la ciencia y la tecnología –lo que nos falta–. “Con sectores competitivos y centros punteros de investigación muchos científicos y empresas de tecnología de todo el mundo vendrían a España”.

En la universidad no se puede pedir que se sea docente e investigador al mismo tiempo

Eso pasa, también, por transformar la educación. El manifiesto tiene en mente el modelo finlandés, donde “desde una edad temprana se intenta descubrir los talentos innatos de cada chico para potenciarlos a lo largo del recorrido educativo”. En esta nueva visión educativa, la memorización de conceptos debe dar paso a “la experimentación y formación práctica”. Como proponen cada vez más expertos, la formación ha dejado de ser algo de la infancia, adolescencia y primera madurez para convertirse en algo continuo, hasta el final de los días del trabajador.

“En la universidad no se puede pedir que se sea docente e investigador al mismo tiempo. Luego tenemos que investigar para emprender y crear empresas, trabajos de calidad, y que acaben mejorando la calidad de vida de las personas”, añade el antiguo director de Proyectos Estratégicos de Mercedes-Benz España. No se trata de una revolución a corto plazo, aclaran, sino que las prioridades estratégicas del país tienen que ser a largo. Se necesitan, concluyen, “políticas de país”, que estén por encima del “sistema político y de gobierno”.

Fuente de la noticia: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-04-29/manifiesto-ciencia-espanoles-harvard_1374572/

Fuente de la imagen:

http://2www.ecestaticos.com/imagestatic/clipping/b2c/81e/b2c81e53d640c0c0ba0d6ed6c3c901a8/imagen-sin-titulo.jpg?mtime=149337559

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Argentina: Menos derechos para la infancia, más violencia institucional para la sociedad. Comunicado del Observatorio de Derechos de Infancia y Adolescencia «EDUARDO BUSTELO»

América del Sur, Argentina, 15 e enero de 2017. Fuente y Autor: Observatorio de Derechos de Infancia y Adolescencia «EDUARDO BUSTELO»
Comunicado:»Menos derechos para la infancia, más violencia institucional para la sociedad.»
“La infancia y la adolescencia como categorías sociales, tienen una limitación constitutiva ya que no pueden auto representarse. Así en la mesa de negociaciones los niños, niñas y adolescentes no tienen muchas veces quien los defienda. La infancia no “ocupa” ningún rol social, ni productivo estratégico, ni puede organizar piquetes para tomar un determinado espacio público para reclamar por sus postergadas necesidades. Como los niños, niñas y adolescentes no tienen “poder”, el destino de sus derechos es frecuentemente un dramático silencio. Y es por esa “fragilidad” constitutiva de la infancia como actor social y por lo que la misma representa que necesita ser colocada en un lugar político central, para proteger y promover sus derechos”
Eduardo Bustelo

Los abajo firmantes sostenemos que la ausencia de políticas destinadas a la protección de la infancia de parte del gobierno de Macri en su primer año de gestión, se agrava aún más con su iniciativa de bajar la ¨edad de imputabilidad¨, por la que se pretende que los pibes de 14 años puedan ser perseguidos y encarcelados.

Este retroceso legal expone a la Argentina, al descrédito, la condena y las sanciones internacionales, como ya ha sido advertido claramente este Gobierno en los últimos meses por diversos Organismos Internacionales de protección de Derechos Humanos.

El Estado Argentino está obligado por imperativo constitucional y convencional, al rechazo a la baja de la edad mínima penal, sustentado en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, en especial en la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU con rango Constitucional desde el año 1994.

El Comité de Derechos del Niño postula que la edad mínima de responsabilidad penal se fije en el nivel más alto posible –los 14 o 16 años-; y por imperio del principio de no regresividad, deben evitarse bajas como surge de la propuesta veraniega que de modo “espasmódico” emite el gobierno nacional a raíz de un hecho doloroso al comenzar un año electoral.
Y por si esto fuera poco, el gobierno de CAMBIEMOS con la iniciativa que analizamos, desconoce los consensos alcanzados de los que también fueron partícipe en su oportunidad entre la Nación, las Provincias y la CABA en el marco del Consejo Federal de Niñez, Adolescencia y Familia de Julio de 2015. Aquella Acta Acuerdo destaca que la política estatal para una nueva ley penal juvenil, entre otros criterios señala que, “la edad de punibilidad no podrá establecerse por debajo de los 16 años, en respeto al principio de no regresividad y de progresividad en la garantía de los derechos”.

Frente a estos antecedentes, el Ministerio de Justicia pone en evidencia su carencia de autoridad política para impulsar debates de tal envergadura, debido al profundo desconocimiento de los antecedentes históricos que la Argentina registra en este tema.

Denunciamos la contradicción con el principio del ¨interés superior del niño¨ que esconde la propuesta del Ministro de Justicia Germán Garavano, que generaría una arquitectura institucional basada en la penalización de niños, niñas y adolescentes que roza lo inconstitucional.

Sabemos que no son hechos aislados, quieren terminar con la construcción política de esta década basada en la ampliación de los derechos sociales y ciudadanos para imponer un modelo de ajuste económico neoliberal. La vulnerabilidad no es un efecto no deseado del ¨sinceramiento¨ del mercado sino una condición del control y la represión al servicio del poder concentrado.

Alertamos a la sociedad sobre este nuevo intento de la derecha conservadora argentina de imponer una agenda pública que asocia delito y adolescencia, buscando aplicar el Código Penal a personas menores de 16 años.

Nuestra historia social es rica en políticas, herramientas y construcciones sociales destinadas a abordar problemáticas infanto-juveniles. No es que no debe hacerse nada con los menores de 16 años involucrados en comisión de delitos, sino que las intervenciones deben estar organizadas en el marco de un sistema de políticas públicas que privilegie las medidas socio-educativas alternativas al encierro; que sea especializado como requiere un adolescente en proceso de desarrollo; que ponga su prioridad en la prevención, para evitar las transgresiones penales y promover la reintegración de aquellos que cometieron infracciones. Es imperioso contar con una norma que, además, no permita imponer castigos en nombre de la protección.

Consideramos que el Régimen Penal Juvenil vigente debe ser modificado. Coincidimos con lo señalado por los organismos de Derechos Humanos, lo ordenado por la Corte Suprema de la Nación y también la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ningún organismo de Derechos Humanos, tampoco UNICEF, mucho menos quienes trabajan con chicos y chicas reclaman o concuerdan con reducir la edad de punición penal.

Sabemos que la idea de un crecimiento exponencial del delito juvenil y del supuesto impacto en la “inseguridad” no tiene bases verificables. Tampoco existen argumentos racionales que indiquen que para salir de la “tutela” del actual Régimen Penal Juvenil se deba necesariamente “bajar la edad de imputabilidad”. Existe en ese razonamiento –enarbolado algunas veces desde una supuesta perspectiva progresista- algo de extorsivo: el costo de obtener un régimen legal respetuoso de garantías para los chicos y chicas -dejando atrás la Ley Nº 22.278 de la Dictadura. El jurista chileno, Julio Cortés Morales, lo describió con lucidez: “Hoy en día el Estado es capaz de otorgar más garantías a la vez que incrementa los niveles de punición, resolviendo con eso dos exigencias contradictorias, o a lo menos difíciles de conciliar”.

Nuestra experiencia histórica enseña que el gobierno está haciendo exactamente lo contrario de lo que se necesita para reducir la violencia social y el delito. No confrontar claramente esta política regresiva y represiva que postulan Macri y Garavano allana el camino de la violencia institucional y nos aleja de la paz en nuestra patria, donde las víctimas además son también los niños y niñas de los sectores populares.

El cinismo de esta propuesta hacia el “piberío pobre” es un reflejo de la concepción económica neoliberal de un Estado desertor y otra cara es la desidia que han demostrado en la sub-ejecución presupuestaria en áreas de salud, empleo, políticas sociales y educación; que pone en evidencia la absoluta ausencia de compromiso del Gobierno de Macri con los derechos de niños, niñas, adolescentes y sus familias. La reciente desarticulación de políticas y programas destinados a la inclusión desde el Ministerio de Educación es una evidencia de lo señalado.

Un proyecto de país sensible a los intereses populares, jamás debería privar a la infancia de sus derechos, ni incrementar la violencia estatal contra la adolescencia que el propio modelo excluye.

Con este Comunicado expresamos nuestra posición e invitamos a colegas, especialista, organizaciones sociales y colectivos comunitarios a sumar sus voces e ideas.

Adhesiones al Comunicado “Menos derechos para la infancia, mas violencia institucional para la sociedad” del Observatorio de Derechos de Infancia y Adolescencia EDUARDO BUSTELO
El Observatorio de Derechos de Infancia y Adolescencia EDUARDO BUSTELO comparte su postura sobre el proyecto del Gobierno de CAMBIEMOS sobre la pretensión de «bajar la edad de punibilidad» a 14 años.Acceder al Comunicado desde:
http://observatorioinfanciabustelo.blogspot.com.ar/2017/01/menos-derechos-para-la-infancia-mas.html
Fuente noticia: http://observatorioinfanciabustelo.blogspot.com.ar/2017/01/menos-derechos-para-la-infancia-mas.html
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