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Cuatro desafíos de la educación superior en Latinoamérica

14 diciembre 2017/Fuente: La República

Quizás los nombres Eloisa Díaz, Gabriela Peláez o Lita Chaverri no resulten muy familiares. Eloisa fue la primera mujer en cursar estudios superiores en Chile en el año 1880, Gabriela ingresó a estudiar derecho en 1936 y se convirtió en la primera abogada colombiana. Y Lita fue la primera mujer en obtener un título profesional en Costa Rica, cuando se graduó como farmacéutica en 1917.

En su momento, ellas hicieron lo que ninguna había logrado y, desde entonces, se ha recorrido un camino largo. Pero, a pesar de que se han dado avances, la región aún presenta muchos problemas.

Así lo demuestra el nuevo estudio del Progreso Social de las Mujeres en América Latina, desarrollado por la Dra. Camelia Ilie, Decana de INCAE y Chair del Centro de Liderazgo Colaborativo y de la Mujer; Jaime García, Investigador Senior del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS) de INCAE; y el Dr. Guillermo Cardoza, Profesor Pleno de INCAE.

Principales problemas

1. Mala calificación: en acceso a Educación Superior la región obtiene 48 puntos de 100 posibles. Esta calificación se obtuvo al medir la calidad de las instituciones universitarias, el porcentaje de población con educación superior y los años promedio de educación de las mujeres.

En América Latina, solo el 13% de las mujeres tiene educación superior; mientras que en Europa y Estados Unidos la cifra sube a 23%.  En ese punto es necesario cuestionarse: ¿cuánto se está dejando de producir porque las habilidades de las mujeres no se están sumando a la fuerza laboral?

Al tener menos mujeres no se está aprovechando todo el talento disponible ni las habilidades blandas que ellas aportan. Al mejorar los porcentajes, ellas pueden acceder a mejores sueldos y puestos de trabajo, mejorando su economía personal y familiar.

2. Retos tecnológicos: no solo se deben saturar las aulas con carreras como Psicología y Derecho, también hay que enfocarse en carreras como Ingeniería y Negocios. De la totalidad de mujeres que se encuentran estudiando en la universidad, solo el 5% estudia Ingeniería; mientras que, de la totalidad de los hombres, casi un 20% cursan esa carrera.

3. Desigualdad de oportunidades: además, una tercera parte de las mujeres encuestadas declara no tener las mismas oportunidades que los hombres para acceder a ese tipo de carreras.

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 Para Alberto Trejos, Decano de INCAE, una de las mayores dificultades es el aspecto cultural. Considera que la sociedad está empujando a las mujeres que sí tienen acceso a la educación, a no estudiar carreras en Ciencia y Tecnología, pues en estas áreas son susceptibles a experimentar mayor discriminación y se les ha hecho creer que no tienen la capacidad de desenvolverse en ellas.

4. Desconocimiento de la ley: existen leyes y apoyos para que las mujeres incursionen en otras profesiones; sin embargo, prevalece el desconocimiento. Sin esa información las mujeres no pueden aprovechar los recursos disponibles para alcanzar su máximo potencial.

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 Reducir la brecha

Temas como la discriminación, la maternidad y la poca flexibilidad laboral hacen que las mujeres decidan no continuar con estudios de maestrías y doctorado luego de su graduación. Definitivamente se necesitan tratar los problemas, no solo desde el ámbito educativo, sino también laboral, social y cultural.

Las universidades tienen la responsabilidad de generar oportunidades para que más mujeres se integren a las aulas y de educar a los estudiantes sobre la importancia de generar mayor participación femenina.

Parte de esta responsabilidad también recae en las mujeres; en la percepción sobre sus propios límites y su audacia para combatir el status quo. Estas generaciones necesitan más “Eloisas”, “Gabrielas” y “Litas”, dispuestas a cambiar la mentalidad, reducir la brecha de género y a construir una sociedad más inclusiva.

Fuente noticia: https://www.larepublica.net/noticia/cuatro-desafios-de-la-educacion-superior-en-latinoamerica

Fuente imagen: http://revistafal.com/wp-content/uploads/203-educación-lozano-FOTO-01-Archivo.jpg

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Alerta UNESCO sobre desequilibrio educacional

Unesco / www.radioreloj.cu / 6 de Septiembre de 2017

Naciones Unidas.- Las desigualdades entre niños y niñas en la enseñanza de la ciencia y la tecnología persisten en todo el planeta, aún con los esfuerzos realizados en los últimos años para reducir la brecha, alertó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco.

Esa organización de las Naciones Unidas advirtió que en numerosas situaciones, la ciencia, la ingeniería, la matemática y las tecnologías siguen siendo territorio privilegiado de los varones, con desigualdades impactantes con respecto a las chicas.

De acuerdo con cifras divulgadas, en la enseñanza superior solo el 35 por ciento de los estudiantes inscritos en carreras de ese tipo son del sexo femenino.

El texto de la Unesco señaló que la desventaja de las niñas es el resultado de una superposición de factores anclados a la vez en procesos de socialización y aprendizaje

Fuente:http://www.radioreloj.cu/noticias-radio-reloj/sociedad/alerta-unesco-sobre-desequilibrio-educacional/

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España: Sin educación no hay igualdad

Españ/09 marzo 2017/Fuente: elperiodico

La escuela ha ayudado a avanzar en la igualdad de género en los últimos años, pero el resultado es todavía insuficiente, advierten los expertos.

Hoy es el Día de la Mujer. Las mujeres están llamadas a seguir una convocatoria de paro de media hora y afloran de nuevo las estadísticas que reflejan que la brecha salarial continúa presente, que la igualdad sigue estando demasiado lejos. La sociedad se pregunta de nuevo qué hacer y fija sus ojos en la educación. La clave para sentar las bases de la igualdad y que nos enseña que queda mucho por aprender.

Rótulos neutros para indicar cuál es el despacho del director o directora y cuál el de la jefa o jefe de estudios, tareas iguales para alumnos y alumnas (si toca recoger y limpiar el aula, todos trabajan lo mismo), incentivos para que las chicas que son brillantes en Ciencias venzan los estereotipos y se animen a estudiar carreras tecnológicas o ingenierías. Y lo mismo con los chicos, ¿qué tiene de malo que un chaval estudie danza?

«La escuela es fundamental. Cuanto antes empiecen los niños a abordar la igualdad de género y a combatir los clichés, a tratar a todos sus compañeros con equidad y tolerancia, mejor». Lo dice, con toda la firmeza del mundo, una de las estudiantes que este año terminan el ciclo de Promoción de la Igualdad de Género en el instituto público Can Vilumara de L’Hospitalet de Llobregat. Ana, que así se llama la alumna, forma parte de la segunda promoción que saldrá del centro con una titulación específica en estos estudios.

Desde que en 1976 se planteó por primera vez en Catalunya que niños y niñas fueran juntos a clase de manera normalizada (hasta entonces, las aulas mixtas eran una excepción), los avances hacia la coeducación o educación en igualdad de condiciones para hombres y mujeres han sido relevantes. «Pero insuficientes», constataba recientemente Mercè Otero, docente, feminista y miembro del colectivo Ca la Dona.

¿Cómo se enseña la igualdad?

Cuentos de chicas que no son princesas
Ensenyament propone a los maestros para la jornada de hoy que trabajen en clase historias protagonizadas por mujeres que superen los estereotipos.

Más mujeres en los libros de texto
Los profesores de Tecnología piden a las editoriales cambios en las portadas de los libros de texto de la asignatura. Siempre que sale una figura humana es un hombre, lamentan.

No solo fútbol en el patio
Son varias las escuelas que han restringido el uso de balones en sus horas de recreo. La medida no solo permite dar espacio al juego femenino, sino también diversificar el ocio de todos.

Aún hay, indicaba Otero, momentos y lugares en los que se perpetúan los roles tradicionales de género. «Existe todavía una brecha en los juegos que se imponen en la hora del patio, en el lenguaje que se emplea en el aula y en los ejemplos personales y referentes que se utilizan cuando se explican las asignaturas, ya sea Matemáticas o Historia», señaló.

El sexismo académico sigue, por ejemplo, guiando a las chicas hacia los estudios más sociales, los que propician el trato humano, mientras que la tecnología sigue siendo coto casi exclusivo de los chicos. No hace falta llegar hasta la universidad para comprobarlo: en el curso 2015-2016, el último del que el Ministerio de Educación tiene datos oficiales, un 93% de las estudiantes de ciclos de formación profesional (FP) del área de la Imagen Personal eran chicas; en la rama de Textil y Confección representaban a un 86,2% del alumnado y en Servicios Sociales, a un 85,5%. En Electricidad y Electrónica, en cambio, solo había un 2,5% de estudiantes femeninas y en Instalaciones y Mantenimiento, un 1,8%.

LA DIFÍCIL ADOLESCENCIA

Mercè Otero, que participó en los años 80 en la redacción del Libro Lila de la educación en Catalunya, asegura que, pese a los muchos esfuerzos y los importantes pasos dados en los últimos tiempos, «la escuela es todavía androcéntrica«. Entre otras cosas, apunta, porque no ha habido suficiente formación del profesorado en este sentido. «Nadie se ha preocupado por saber qué pasa y cómo tratar a los alumnos en la difícil franja de la preadolescencia y la adolescencia, nadie ha explicado a los profesores de secundaria cómo explicar o cómo tratar a cada uno de sus alumnos según sus especificidades», lamenta.

No es fácil bregar con estudiantes que se encuentran en plena revolución hormonal, en fase de formación de una identidad propia y con unos modelos (en casa, en la tele, en Instagram) que muchas veces son lo contrario de la igualdad y la tolerancia. Por eso, una de las últimas actividades que han realizado los estudiantes del ciclo de Promoción de la Igualdad de Género del Can Vilumara ha sido impartir una formación a sus propios profesores (también a los que dan clases en ESO y en bachillerato), para que «tengan unas herramientas, unas nociones, ni que sean básicas, para saber cómo tratar estos temas», subraya Livia, otra de las estudiantes del ciclo.

«El problema es que los profesores, cuando estudiaron sus carreras, nunca tuvieron ninguna asignatura específica sobre cómo tratar la diversidad de género, ninguna diversidad de hecho», añade la joven, que también es maestra. «Y acaban reproduciendo lo que ellos vieron, a su vez, cuando eran alumnos», remacha Marta, otra de las jóvenes que termina este año el ciclo. Está claro, coinciden las chicas, que cada docente tiene sus propios apriorismos, que de un modo u otro se reflejarán siempre en sus clases. «Es lo que denominamos el currículo oculto«, señalan.

¿QUÉ TELE MIRAN?

El cambio no lo debe de hacer solo la escuela. En la educación -en el sentido amplio del término- también intervienen agentes como la familia, los consumos culturales y, por supuesto, los contenidos que circulan por las redes sociales. «Hay cosas, muchas cosas, que se están haciendo bien, pero todavía hay muchos ejemplos de malas prácticas, empezando por algunos de los dibujos animados que miran los niños en televisión», apunta Mònica, alumna también del ciclo. «Todos deberíamos ser corresponsables», sentencia.

Tanto el plan para la igualdad de género en el sistema educativo, impulsado por la Conselleria d’Ensenyament en el 2015, como la Xarxa d’escoles i instituts per la igualtat de tracte i la no discriminació de Barcelona, auspiciada por el ayuntamiento de la capital catalana, hacen énfasis en la necesaria implicación de las familia.

«Estudiar un curso como este abre la mente. Sabía que había machismo, yo misma había vivido algunas situaciones, pero nunca imaginé que quedara aún tanto por hacer», concluye Marga, también estudiante del Can Vilumara.

Los alumnos de Promoción de la Igualdad de Género llegan desde orígenes muy distintos. «Hay quien viene procedente del bachillerato y quien accede después de haber estado un tiempo trabajando», detalla la profesora Montse Sánchez, coordinadora del ciclo. «Hay un alumno que está aquí después de haber hecho un grado de videojuegos y comprobar cómo se trata allí la igualdad de género», comenta. Su cometido será, entre otros muchos, seguir adelante con la difícil labor de concienciar y hacer que cambien muchas mentalidades.

Algunos datos sobre la mujer en el sistema educativo

La tasa de abandono escolar femenino registrada el 2016 en España ascendió al 15%, cuatro puntos por debajo de la masculina. Son también 10 puntos menos que el 25,1% que hubo el año 2008.


Casi el 81% de los maestros que el curso pasado trabajaban en España eran mujeres. En educación secundaria, su presencia se reducía al 59,7% y en la universidad, al 40,5%.


Poco más de un tercio de los alumnos con altas capacidades son chicas. Si no hay paridad, explican los expertos, es porque ellas se esconden o disimulan para no distinguirse del grupo.

Fuente:http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/dia–de-la–mujer-educacion-igualdad-genero-5882855

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El mes de las mujeres en el mundo

Por: Elena Simón

El 8 de marzo sigue siendo necesario para recordar lo que pasó, para señalar las desigualdades, con carácter informativo, divulgativo, reivindicativo y crítico.

Todos los meses de marzo tenemos la ocasión de hablar de “mujeres”. No, claro, no me refiero a hablar de lo buenas que están o de lo malas y retorcidas que son, ni tampoco a compartir las conquistas de sus voluntades habidas en los últimos días. Creo que se pueden imaginar a qué me refiero cuando digo “hablar de mujeres”.

Los meses de marzo, porque el día 8 se conmemora en todo el mundo “el día internacional de las mujeres”, instituido por la ONU en la década que dedicó a la mujer, de 1975 a 1985. Anteriormente, le debemos a Clara Zetkin, en 1910, la iniciativa de marcar una fecha internacional y socialista, para nombrarla como “día de la mujer trabajadora”.

Durante una buena parte del siglo XX se conmemoró esta fecha con liderazgo sindical de clase. Más tarde, una vez conseguido el sufragio universal en muchos lugares del mundo y otros derechos, como la educación, el trabajo remunerado, la libertad de movimientos y de asociación, se comenzó a pensar que todas las mujeres del mundo eran trabajadoras, con o sin remuneración, excepto las impedidas por su salud o las muy ricas. Por eso se decidió cambiar la denominación.

En los últimos años, el “día de la mujer”, como se nombra de forma popular, trae consigo algún regalito o sorpresa, incluso felicitaciones. Como si esa “mujer” fuera en todas partes la misma. Con este motivo, se van de cena o de comida las compas del trabajo y, también, algunas pasan, después de esas comidas, por calles comerciales donde se les ofrece rebaja o promoción de artículos de moda o servicios de belleza. Seguramente con la buena intención de elevar la autoestima consumista de unas cuantas y, de paso, hacer negocio.

Los hombres que no aman a las mujeres, pero a los que les gustan todas, suelen bromear con mal gusto en esta jornada, “¿Y para cuando un día del hombre?”. Estos hombres y sus comparsas no aceptan las cifras de la desigualdad ni las acciones compensatorias , ni la violencia de género como un fenómeno específico que causa muchas muertes y otros estragos y efectos adversos colaterales. Siempre analizan las situaciones de desventaja como aisladas e individuales, casuales o provocadas por algún fallo o mal de alguna.

Pero, precisamente el 8 de marzo nos sigue sirviendo para lanzar resultados de estudios que siguen arrojando una evidencia de las relaciones desiguales de poder que subsisten entre hombres y mujeres.

Sí, ya sabemos que no son todas ni todos y que en el mundo occidental las mujeres lo hemos conseguido todo y nos quejamos de vicio, pero también sabemos que, como mujer, puedes estar en riesgo de padecer violencia y desigualdad de oportunidades, de trato y de condiciones, tanto en los ámbitos relacionales como en los sociales. Siempre respecto a los hombres de tu clase y condición.

También tenemos la oportunidad en marzo de asistir al estreno de alguna película, al visionado de vídeos, a la presentación de algún libro, a algún programa radiofónico o televisivo especial y a multitud de menciones de honor a mujeres en muchos lugares. Seguimos sacando a la luz muchas de las que inventaron, arriesgaron su vidas o participaron en acciones heroicas y no acabamos nunca, porque hasta bien recientemente nunca se había realizado este parto continuo de sacar a la luz lo no nato y queda mucho trabajo obstétrico por hacer.

En algunos lugares del mundo, marzo es considerado como el mes de la historia de las mujeres. Visualizamos así lo que pasó y lo que pasa, lo que pasa aquí y lo que pasa allá.

Las niñas y niños, las y los adolescentes, tienen que conocer todo esto, para saber de dónde viene la desigualdad, el mal trato y la doble exigencia a las mujeres, así como la violencia ejercida contra nosotras, contra cualquiera de nosotras, contra muchas de nosotras. Y tienen que conocer estos datos de forma certera y crítica

En muchos centros educativos sí se trabaja sobre este tema con mayor o menor amplitud o intensidad. Y cada vez hay más estudios académicos y de investigación al respecto. Así, poco a poco, se crea conciencia de lo que ello supone. y se aprende a considerarlo como una injusticia tan básica como el racismo.

De todos modos, la misoginia y el machismo siguen imperando y propagando la idea de que las mujeres no son de fiar ni pueden ser excelentes en muchos campos de actividad humana (como deportes, ciencia y tenología, dirección ejecutiva, etc…) y, también, que la violencia de género es casi merecida o inevitable. Estas mismas voces apresuran a echarse encima de las normas o leyes discriminatorias de otros países más crueles aún con sus mujeres, encubriendo con ello intereses espúreos.

Así es que sigue siendo necesaria la conmemoración del 8 de marzo, como día internacional de las mujeres, con carácter informativo, divulgativo, reivindicativo y crítico con este sistema de dominación universal que, a las claras o bajo manga, impide que las mujeres sean consideradas seres humanos completos y ciudadanas de plenos derechos, sin peros.

Fuente noticia: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/02/28/el-mes-de-las-mujeres-en-el-mundo/

Fuente imagen:http://www.fesamericacentral.org/files/fes-america-central/actividades/costa_rica/Actividades_cr/140308 dia internacional mujer trabajadora cr/Rigoberta menchu.png

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Celebrar proponiendo.

Por: Juan Alfonso Mejía López.

Cuánta desigualdad es demasiada? Cualquiera que sea la respuesta, será difícil salir bien librado. Lo mismo pensó la BBC de Londres (http://bbc.in/2iCouke), cuando en marzo del 2016 dio a conocer que el 10% de su población concentra el 40% de la riqueza. ¿Deberían sentirse aliviados porque en Estados Unidos el porcentaje se eleva a 50%? Evidentemente, NO.

En México, la situación es aún más crítica. De acuerdo con Oxfam México (http://bit.ly/2aopPHj), en nuestro país el 64.4% de la riqueza esta concentrada por el 10% de la pirámide poblacional.

¿Podemos pensar que las consecuencias de un problema de esta naturaleza se limitan a un solo ámbito de la vida pública? Lo dudo. Si tal es el caso, entonces la interrogante no se plantea en términos de justicia, sino respecto del impacto de esta realidad en la concretización de otros objetivos.

Tratándose del Derecho a Aprender de las niñas, niños y jóvenes (NNJ) en México, ¿la desigualdad afecta la garantía de su debido cumplimiento? La respuesta es sencilla: totalmente.

Garantizar un derecho significa contar con un mínimo indispensable asegurado. Suponer que la desigualdad que se respira en el país no trastoca este derecho, sería tanto como negar la necesidad de políticas públicas compensatorias, tan válidas como insuficientes. Reconocerlo implica asumir que el instrumento para combatir la desigualdad también está dañado y cada vez exige de intervenciones mayores, que se caracterizan por su inefectividad. No es un asunto de tamaño, sino de enfoque.

Los resultados del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) presentado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) el pasado 6 de diciembre en Londres, mostraron un sistema educativo incapaz de cumplir con el Derecho a Aprender de sus NNJ en México. Lejos de combatir la desigualdad, el sistema educativo la expande y la reproduce, al tiempo que entorpece las posibilidades para que la escuela enfrente con éxito los desafíos impuestos por su realidad más próxima (http://bit.ly/2hQucuj).

Mexicanos Primero (MP) cumple sus primeros diez años de vida durante el 2017. La mejor manera de celebrarlo es proponiendo. Si la conquista del Derecho a Aprender es progresiva, como cualquier otro derecho, entonces lo trascendente radica en mantener vigente la convocatoria, que lo alcanzado no sea parte del paisaje, ni figura de ornamento sin variedad entre los convocados ni variación en el alcance de lo esperado. Después de la modificación al Articulo 3ro Constitucional, ¿qué?

La indiferencia nunca ha convocado a nada. Es imposible seguir pasando de lado frente a esta realidad lacerante. La escuela enfrenta el reto de convertirse en el motor hacia la ruta de la equidad. En este camino se presentan por lo menos tres desafíos para el 2017:

1. La agenda pública. Impulsar el Derecho a Aprender desde la lógica de la inclusión implica ubicar a la persona en el centro del sistema educativo. Esto es, dejar de pensar en las escuelas como ladrillos, centros de trabajo o mecanismos de clientelismo corporativo y concentrar toda la posibilidad en el derecho que tienen los niños y jóvenes a SER sí mismos.

Cambiar las coordenadas de la discusión es el primer paso para una política pública de distinto orden, que plantea la equidad como meta en un punto determinado. El debate público no es sólo en términos de equidad para hablar sobre calidad educativa, sino sobre la urgencia de fortalecer las estrategias focalizadas, aunque con fechas previstas para su reemplazo. Sólo un sistema con una visión incluyente terminará por volver innecesaria la política compensatoria.

2. La política pública. Las modificaciones al Artículo Tercero Constitucional representan uno de los cambios más ambiciosos de los últimos tiempos en la transformación de nuestro sistema educativo. Si bien es cierto que ha enfrentado tropiezos y resistencias, lo elemental es concentrarnos en el “cómo SÍ” de su cabal implementación. Renunciar a esta oportunidad elimina de tajo cualquier viabilidad de un sistema educativo comprometido con la persona, además de evidenciar la incapacidad de un país por renovarse.

3. Generar espacios para nuevos actores: familias y maestros. Aprender es un proceso que se realiza en comunidad. Transformar es una exigencia capaz de realizarse mediante un esfuerzo de conjunto. Mandar a nuestros hijos a la escuela resulta insuficiente para garantizar su Derecho a Aprender. En MP creemos en la triple inclusión, una donde además de trayectorias completas y exitosas, se impulsa una trayectoria participativa. Esta última propone poner punto final al modelo de “escuelas sin sociedad”, en donde los niños y jóvenes participan de su proceso de aprendizaje. Sin el apoyo de las familias, los maestros y toda una red de apoyo, el esfuerzo es inviable.

2017 nos acerca a nuevos desafíos. Estamos en la antesala de la elección presidencial del 2018, en la que nuevas ventajas de oportunidad se abren para todos: para quienes están a favor de la transformación, como para quienes prefieren la inmovilidad. Desde MP celebraremos proponiendo la viabilidad de resguardar primero el Derecho de los niños y jóvenes a Ser SÍ mismos, su Derecho a Aprender.

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/celebrar-proponiendo.html

Imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2017/01/04/586dcf1474e6f.jpg

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Unicef: Los niños tienen derechos; no solo son estudiantes, pacientes o desamparados

22 diciembre 2016/Autor: Miriam Bouiali /Fuente: Levante

«La infancia es el grupo en situación de mayor vulnerabilidad de toda la sociedad». Este es el diagnóstico que Jorge Cardona, presidente de Unicef Comité en la Comunidad Valenciana, hace de la situación de los menores valencianos. Cardona recuerda que los niños y adolescentes «tienen derechos» y «no son solo pacientes, estudiantes o desamparados». En las recomendaciones que recoge el informe «La infancia en la Comunidad Valenciana 2016» –presentado ayer en la Nau de Valencia–, se incluyen la necesidad de una Ley de la Infancia y la Adolescencia y un nuevo Plan Estratégico de Infancia en la C. Valenciana, ya que el anterior finalizó en 2010 y no se redactó uno nuevo; además, solicitan mayores inversiones públicas «blindadas para evitar recortes».

Desigualdad de oportunidades

Marlene Perkins, responsable de Sensibilización y Políticas de Infancia en Unicef C. Valenciana , apuntó que el 37,7 % de los menores valencianos está en riesgo de pobreza o exclusión social, y el 15,3 % sufre «privación severa de material». Son cifras que muestran que casi 337.200 niños y adolescentes tienen «desigualdad de oportunidades», según Perkins.

 En Educación, Unicef destaca que el fracaso escolar es del 32,6 % en la C. Valenciana, y el abandono representa el 23,4 %, cifras superiores a las medias españolas del 23,2 % y 21,9 %, respectivamente.

Esto demuestra que estar en la escuela «no asegura uno de los objetivos de la Educación, que es el desarrollo personal». «El sistema ha de ser flexible para responder a la heterogeneidad del alumnado; no los alumnos a un estándar», afirmó Perkins. La inclusión en las aulas ordinarias de alumnos con necesidades especiales también es un tema pendiente, ya que es del 31,9 % en la C. Valenciana, frente al 79,6 % de la media.

Por otro lado, el informe pide una estrategia específica para detectar problemas de salud mental infantil en Atención Primaria, además de mayor prevención. También reclaman más coordinación en materia de políticas de infancia a nivel de todas las administraciones y más concienciación social.

Como aspectos positivos, destaca la creación de la Dirección General de la Infancia en la conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y el pacto por la Infancia que cuenta con el apoyo unánime de las Corts.

En la presentación del informe también participó Antonio Ariño, vicerrector de la Universitat de València.

Fuente:http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2016/12/20/ninos-derechos-son-estudiantes-pacientes/1506380.html

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Inclusión y educación Superior

Por: MARÍA THERESA VON FURSTENBERG

Señor Director:

El ambiente que genera la Teletón nos permite volver la mirada a la inclusión y a la rehabilitación, y nos hace reconocer su insuperable labor. Pero, en cuanto a la educación, aún hay tareas pendientes.

El II Estudio Nacional de Discapacidad (2015) muestra que en Chile hay un 20% de personas en situación de discapacidad. De ellos sólo el 9.1% acredita estudios superiores.

Asimismo, desde el año 2010 nos regimos por la Ley 20.422 que establece que “las instituciones de educación superior deberán contar con mecanismos que faciliten el acceso de las PcD, así como adaptar los materiales de estudio y medios de enseñanza para que puedan cursar las diferentes carreras”, a pesar de ello, Chile no pasó el examen en la Convención de Ginebra sobre los derechos de las PcD (ONU 2016).

Entre las muchas observaciones, se recomienda al Estado de Chile “la implementación de un plan para transicionar hacia la educación inclusiva, a todo nivel, hasta el superior….”

Algunas universidades, ya lo hacen, incorporando alumnos con discapacidad en sus aulas regulares, entregándoles los apoyos de accesibilidad al entorno y al conocimiento que requieren.

Entre ellas la Universidad Andrés Bello ha reconocido a la diversidad como un elemento constitutivo de la comunidad universitaria. Fue pionera hace 10 años en la implementación del Programa Diploma en Habilidades Laborales, orientado a la formación socio-laboral de jóvenes con discapacidad cognitiva. A la fecha 233 jóvenes han egresado y otros 135 lo están cursando, formándose en un ambiente inclusivo como es un Campus universitario.

Con una malla curricular diseñada para su ritmo y estilos de aprendizaje, los jóvenes logran desarrollar las habilidades laborales deseadas, potenciando en paralelo su autoestima, autonomía y habilidades sociales.
El año 2015 nace también en la UNAB la Unidad de Educación Inclusiva cuyo objetivo es otorgar condiciones de equidad en el acceso, permanencia, progreso y egreso de los estudiantes en situación de discapacidad que cursen carreras regulares de pregrado.

En inclusión e igualdad de oportunidades falta mucho por hacer, pero siento que como comunidad universitaria estamos respondiendo a nuestra misión.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2016/11/13/inclusion-y-educacion-superior/

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