Desigualdades socio-económica

La Universidad del Estado de Bahía, la casa de estudios más grande de Brasil, ha anunciado que ofrecerá cupos para personas transexuales, travestis, personas con discapacidad psico-motora, autistas, gitanos y otras minorías sociales que son rechazadas en otras instituciones.

De esta forma, esta casa de estudio se convierte en la primera institución pública dedicada a la educación superior en permitir el ingreso a la diversidad por razones de género, orientación sexual, cultural y étnico-racial.

Está previsto que con estas nuevas admisiones haya un aumento del 5% en las vacantes ofrecidas por el sistema de educación superior pública de Brasil.

La institución también ha informado que habrá cupos para estudiantes afrodescendientes que representa un incremento del 40% en la capacidad de recibimiento en alumnos, y también habrá oportunidad para personas con discapacidades, sin importar su padecimiento.

Sin embargo, la educación pública accede a permitirle la educación superior a estos grupos minoritarios con rezago, ya que desde el año 2012 la legislación brasileña aprobó adoptar las cuotas socio-raciales. Pero, no será hasta el 2019 cuando estas admisiones se concreten.

Esta medida se considera un importante avance en una nación donde las personas trans tienen una expectativa de vida de 35 años y viven sometidas a desigualdades socio-económica.

De acuerdo a un estudio realizado por el Departamento de la Brasileña de Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transexuales (ABLGBT) publicado en Educación Correio Brasiliense el 73 por ciento de los estudiantes que no se identifican como heterosexuales han sido objeto de abuso verbal en las instituciones educativas. Este porcentaje alcanza a uno cada cuatro alumnos.

Por otra parte, según un estudio de la organización de Abogados de Brasil, la deserción escolar en la población trans se ubica en el 82 por ciento.

La inclusión de gitanos, especialmente en Bahía – segundo estado con el mayor número de campamentos de las tres etnias que viven en Brasil (calon, rom y sinti), representa la ampliación del acceso a los estudios para este grupo.

Explicó la rectora de la Universidad de Bahía, Amelia Maraux, que “la razón es la reparación histórica y política» debido a la exclusión permanente en que han vivido estas minorías sociales durante siglos.