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La UNESCO lanza un curso electrónico sobre la incorporación del patrimonio documental en la enseñanza

La UNESCO lanza un curso electrónico sobre la incorporación del patrimonio documental en la enseñanza

En el Día Mundial de los Docentes, el Programa Memoria del Mundo (MoW, por sus siglas en inglés) de la UNESCO lanzó un curso en línea gratuito para profesores y educadores sobre cómo integrar el Registro Internacional MoW a la enseñanza.

 

El Registro consta de importantes elementos históricos del mundo entero, que van desde manuscritos antiguos hasta música y materiales audiovisuales. Los profesores pueden utilizarlo para fomentar el diálogo intercultural, la cohesión social y, aún más importante, para crear experiencias atractivas y creativas para sus alumnos.

El curso consta de cuatro capítulos completos, con características interactivas y materiales audiovisuales. Antes de profundizar en los usos del Registro MoW, el primer capítulo presenta el trabajo de la UNESCO y su Programa MoW. El segundo capítulo proporciona ideas concretas sobre los bienes a introducir en el Registro y cómo hacerlo en las cuatro diferentes áreas temáticas. También proporciona estudios de casos prácticos y recursos para mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.

El tercer capítulo incluye planes de lecciones ya preparadas para su uso, que los maestros pueden descargar e impartir directamente en sus aulas. Por último, el cuarto capítulo ofrece consejos sobre la manera de crear asociaciones estrechas con las comunidades locales, así como con archivos, bibliotecas y museos, entre otras instituciones.

El curso es en inglés y se completa en menos de 45 minutos. Los maestros y educadores pueden realizarlo según su propio tiempo y retomarlo fácilmente desde donde lo dejaron.

También pueden proponer sus propios planes de lecciones, que luego se pueden agregar al curso y compartir con otros profesores a nivel mundial.

El Programa MoW encargó este curso como parte de su estrategia para crear conciencia sobre el Registro MoW y, de manera más general, sobre la importancia del patrimonio documental.

Los profesores y los educadores son esenciales en este esfuerzo y, por su parte, el Registro de MoW puede ser una gran herramienta para enriquecer los planes de estudio.

El curso fue encargado por la UNESCO, fue diseñado y desarrollado por Studio Noord.

La UNESCO lanzó el Programa para la Memoria del Mundo en 1992 para prevenir la amnesia colectiva para garantizar la salvaguardia de los valiosos fondos de archivos y colecciones de bibliotecas del mundo entero con el fin de difundirlos ampliamente. El objetivo del Programa es proteger el patrimonio documental y ayudar a las redes de expertos a intercambiar información y a obtener recursos para la preservación del material documental y el acceso a éste.

Fuente de la Información: https://es.unesco.org/news/unesco-lanza-curso-electronico-incorporacion-del-patrimonio-documental-ensenanza

 

 

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México: CIDH, ONU, defensores y comunidades exigen reconocer derechos indígenas y detener megaproyectos

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Relator de la ONU para los derechos de los pueblos indígenas y defensores de organizaciones indígenas y campesinas exigieron el pleno reconocimiento de los derechos de los pueblos y el respeto a sus territorios, durante el foro internacional «La lucha por la Libre Determinación en las políticas y marcos legales en México».

En el foro virtual, convocado por la Alianza por la Libre Determinación y a la Autonomía (ALDEA), la Relatora Especial para los Derechos de los Pueblos Indígenas de la CIDH, Antonia Urrejola, señaló que la entrega de concesiones para instalar megaproyectos sin la consulta y el consentimiento previo, libre e informado de los pueblos «suele desencadenar conflictos sociales y a la postre generar violencia, e incluso cobrar vidas».

De igual forma, el Relator de la ONU para los derechos de los pueblos indígenas, Francisco Cali, manifestó su preocupación por los distintos recortes presupuestales que afectan los derechos de los pueblos indígenas, así como enfatizó que el combate a la pandemia del Covid-19 no debe hacerse a costa de reducir la garantía de derechos para los pueblos.

Por su parte, Felicitas Martínez, integrante de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias -Policía Comunitaria (CRAC-PC) y defensora Me’Phaa de Guerrero, llamó al Congreso estatal a que apruebe la propuesta de Reforma a la Constitución de Guerrero elaborada por los pueblos, para que se reconozcan plenamente sus sistemas normativos propios.

Finalmente, el integrante del Colectivo Maya de los Chénes, Jorge Oziel Pech, exigió desde la ALDEA que el Estado mexicano reconozca plenamente los derechos de los pueblos a través de diversas reformas legales y mantenga un verdadero diálogo en condiciones de respeto e igualdad con las comunidades.

A continuación el comunicado completo:

Con la participación de pueblos, comunidades indígenas y distinguidas autoridades internacionales, la Alianza por la Libre Determinación y a la Autonomía (ALDEA) llevó a cabo el Foro Internacional “La lucha por la Libre Determinación en las políticas y marcos legales en México”. Desde la voz de los pueblos de la Aldea, la organización Flor y Canto ofreció una ceremonia de bienvenida a los participantes y una ofrenda para sus buenos trabajos y el éxito de esta nueva Alianza que aglutina a comunidades y organizaciones indígenas de más de 10 estados de la República, pertenecientes a los pueblos Tzotzil, Tzeltal, Lacandona, Tenek, Nahua, Maya, Hnahñu, Purepecha, Na Savi, Tepecano, Wixarika, Zapoteca, Yaqui, Mixe y Me´Phaa, en articulación con organizaciones civiles.

Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, destacó que esta Alianza busca que “las voces y los corazones de los pueblos indígenas de México lleguen aún más lejos”, para ser escuchadas y respetadas por los gobiernos y traducida en cambios en políticas y leyes concretas, ya que durante las últimas décadas se han priorizado los intereses económicos por encima de los derechos colectivos de las comunidades. Inspirado en el rito inaugural, pidió fortaleza a la Madre Tierra para que brinde luz a los pueblos por lograr su autodeterminación y autonomía y el respeto de la integridad de sus territorios. Exhortó al Estado mexicano a mantener un canal de diálogo respetuoso con los pueblos de esta Alianza para el avance de las reformas pendientes.

Por su parte, la Comisionada, Antonia Urrejola, Relatora Especial para los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), resaltó que, el otorgamiento de permisos o concesiones sin la consulta y el consentimiento previo, libre e informado suele desencadenar conflictos sociales y a la postre generar violencia, e incluso cobrar vidas. Asimismo, recordó los señalamientos por actos de criminalización de defensores y defensoras indígenas en la defensa de su territorio y la falta de una “perspectiva cultural” y de un “acceso efectivo a la justicia”. Describió cómo el derecho a la libre determinación se ha ido profundizando a lo largo de los años en el sistema interamericano de Derechos Humanos, generando una obligación de los Estados a respetarlo y garantizarlo, e hizo un llamado al Estado mexicano a llevar a cabo un diálogo intercultural efectivo con los pueblos y comunidades. Informó, como nota relevante, que la CIDH estará desarrollando un informe especial sobre el tema de libre determinación para 2021, con el objetivo de dotar este derecho fundamental con mejores herramientas de protección y defensa. Por último, comentó que la Relatoría a su cargo tiene como propósito dar asistencia técnica al Estado mexicano para que la Reforma Constitucional impulsada por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) se apegue a los estándares internacionales. Por su parte, Efraín Avilés, Vocero del Concejo Ciudadano Indígena de Nahuatzen, expresó que a pesar de todo el reconocimiento internacional de los derechos de los pueblos indígenas, en la realidad estos son violados y sus sistemas propios son criminalizados, al grado que actualmente tres defensores de su comunidad están encarcelados. En este sentido, pidió a legisladores y al gobierno pasar del discurso a la acción y aprobar la Reforma Constitucional pendiente para que los pueblos y comunidades indígenas sean reconocidos como “sujetos de derechos público”, con la participación activa de los pueblos y que se tome en cuenta la agenda de 10 puntos 1desde la ALDEA.2

Felicitas Martínez, integrante de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias -Policía Comunitaria (CRAC-PC), mujer y defensora indígena Me’Phaa de Guerrero, hizo un recuento histórico de los logros del sistema de seguridad y justicia comunitaria creado hace 25 años. Habló de su lucha como mujer indígena para ejercer posiciones de mando en una organización tradicionalmente masculina. Resaltó que aunque se encuentra amparados en el Convenio 169 de la OIT y la Constitución Mexicana y aporta paz y seguridad a sus comunidades, los integrantes de la CRAC-PC, han sido criminalizada por el Estado. Por ello, exigió al Congreso estatal que apruebe la propuesta de Reforma a la Constitución del estado de Guerrero elaborada por los pueblos, para que se reconozcan plenamente sus sistemas normativos propios. Desde los Valles Centrales de Oaxaca, el Presidente de la Coordinación de Pueblos Unidos por el Cuidado y Defensa del Agua (COPUDA), Andrés Odilón, y la secretaria de la Red, Dolores Cruz, manifestaron que luego de 4 años de iniciada la consulta en Valles Centrales, y a un año de haber logrado firmar un acuerdo que garantice su participación en la administración del agua como pueblos, para preservarla y su acceso colectivo para subsistencia. “el Estado Mexicano no ha cumplido y se ha negado a proporcionar información, no responde a nuestras solicitudes y tampoco nos reciben, nos ignoran y discriminan”. Plantearon que “ahora que se ha mandatado al Congreso emitir una Ley de Consulta, lo importante, es garantizar nuestro derecho a la libre determinación y autonomía, así como nuestro derecho a definir nuestras prioridades de desarrollo”. De igual manera, exigieron que la actual Legislatura cumpla su obligación de aprobar una nueva Ley General de Aguas que incorpore los derechos de los pueblos indígenas.

Por parte, del pueblo Maya, Jorge Oziel Pech, integrante del Colectivo Maya de los Chénes, destacó el proceso de defensa del territorio maya frente a la agroindustria transgénica de Monsanto. Explicó cómo, a pesar de obtener una sentencia de la SCJN en 2015 en la que se ordenó una consulta sobre la siembra de soya transgénica en su territorio, el proceso de consulta ha sido violatorio de todos los parámetros internacionales, y que el actual gobierno no hizo más que replicar las prácticas de la administración anterior y llevar a cabo una consulta a modo. Resaltó la grave situación de las comunidades indígenas de Yucatán frente a los embates de la agroindustria, de parques solares y eólicos, y finalmente del Tren Maya, vulnerando sistemáticamente su derecho a la autonomía y la libre determinación. Hizo un llamado desde la ALDEA a que el Estado mexicano reconozca plenamente los derechos de los pueblos a través de diversas reformas legales y mantenga un verdadero diálogo en condiciones de respeto e igualdad con las comunidades.

Ante este complejo panorama, el Relator de la ONU para los derechos de los pueblos indígenas, Francisco Cali, comentó que las demandas expresadas por las comunidades coinciden con las diversas recomendaciones de la Relatoría. En particular, en el último informe sobre México su predecesora, Victoria Tauli-Corpuz, señalaba como pendiente la necesidad de adecuar la legislación en materia de industrias extractivas, aguas, en materia agraria con apego a los derechos reconocidos a nivel internacional. Manifestó preocupación por los distintos recortes presupuestales que afectan a derechos de pueblos indígenas y fue enfático en que el combate a la pandemia del Covid-19 no debe hacerse a costa de reducir la garantía de derechos para los pueblos indígenas, que históricamente han vivido en condiciones de marginación y discriminación. También, se pronunció por la necesidad de seguir avanzando en el fortalecimiento de los liderazgos de las mujeres indígenas. Por último, el nuevo representante de la OACNUDH para México, Guillermo Fernández- Maldonado, comentó que se han emitido múltiplesrecomendaciones al Estado Mexicano desde las Relatorías especiales sobre pueblos indígenas, de Agua, de Defensores, así como de los Comités de Derechos Humanos, de las que el Estado debe dar cuenta de su cumplimiento. Comentó que, si bien existen grupos de intereses económicos y políticos que ven a los pueblos y comunidades como obstáculo por lo que emplean la violencia, también existe un gran desconocimiento hacia los derechos de los pueblos indígenas, incluyendo al servicio público.Consideró que es papel también de su gestión y en coordinación con los demás mecanismos internacionales brindar y proporcionar asistencia técnica en esta materia al Estado mexicano, además de las acciones de denuncias que tradicionalmente se hacen.

Desde la ALDEA seguiremos trabajando para construir estrategias colectivas que sumen a fortalecer el marco jurídico para los derechos de los pueblos y comunidades indígenas, luchando por el reconocimiento y garantía de derechos colectivos en la legislación mexicana y ante el actual Gobierno. El Foro Internacional “La lucha por la Libre Determinación en las políticas y marcos legales en México”, puede verse completo aquí.

#HacemosALDEA

Datos de contacto:

Quetzalcoatl g. Fontanot Comunicación Serapaz 55 54049045 l comunicación@serapaz.org.mx

Mariana Gurrola Y. Comunicación Fundar 5540136188 | marianag@fundar.org.mx

1 https://www.facebook.com/FundarMexico/photos/basw.AboaAWiK-2JE9-0JMw5fBvfR8uskEcZ3XwQ19RAOACD22RDX0rYiOR4F_kVLHxDxOe0q7209sddNCQLFTABNBgPoZXXkHjM1g51MZeEHCdgGHmRrGhawhoxgs7xBfeKWWBG-WzHeWOfJaqcZ51lepwKM.3076937969083149.1190236801370487.10220631173942121.10220631175182152.10220631175262154.10220631174142126/3076937969083149/?type=1&theater

2 https://serapaz.org.mx/alianza-por-la-libre-determinacion-y-la-autonomia-aldea/?fbclid=IwAR2bmqB78Ow1N3drzO94GW50AO5pbJduiOMSVvIkI6qz-ohcFtprDcVFm8w

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/cidh-onu-defensores-y-comunidades-exigen-reconocer-derechos-indigenas-y-detener-megaproyectos/

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Gobierno avala la primera universidad indígena pública de Colombia

América del Sur/ Colombia/ 28.01.2020/ Fuente: www.elespectador.com.

La Universidad Autónoma Indígena Intercultural (UAIIN) y el Ministerio de Educación firmaron un acuerdo en el que le garantiza a la institución $11.000 millones para los gastos de funcionamiento.

Colombia ahora tiene 34 universidades públicas. Así lo dio a conocer el Ministerio de Educación, luego de confirmar la firma del acuerdo entre el Gobierno y la Universidad Autónoma Indígena (UAIIN). Esta iniciativa hace parte de los compromisos adquiridos por el estado con las comunidades indígenas del Cauca. (Lea: ¿Busca nuevas oportunidades para estudiar? Nueva Zelanda lanza programa de becas).

El convenio asegura un montó de $11.600 millones que, según explicó el Ministerio de Educación, serán destinados al financiamiento de los gastos de funcionamiento, entre los que están el pago de profesores, administrativos, adquisición de bienes y servicios y otros gastos generales de la institución.

Tras la firma, Hermes Pete Vivas, consejero Mayor del Consejo Indígena Regional del Cauca (CRIC) dijo que es un «avance de la lucha de los pueblos indígenas con el trabajo coordinado con el gobierno. Es un tema histórico para nosotros en que por primera en Colombia exista una universidad pública indígena legalmente reconocida y financiada».

Con la firma, se habilita desde este viernes 24 de enero, la transferencia de recursos del Gobierno a la universidad, que antes funcionaba con recursos propios. Además, añadió la cartera, el acuerdo abre la posibilidad para que el centro educativo acceda a las otras fuentes de financiamiento que se han dispuesto para el fortalecimiento de la educación superior pública en el país. (Le puede interesar: Estos son los siete grupos profesionales emergentes)

 

En la firma estuvieron presentes la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez; la ministra de Educación, María Victoria Angulo y el representante legal del CRIC y de la UAIIN, Hermes Evelio Pete Vivas. / Ministerio de Educación. 

Para María Victoria Angulo, ministra de Educación este hecho “reafirma el compromiso del Gobierno con una política incluyente, de diálogo intercultural y de reconocimiento de la diversidad de las instituciones de educación superior, y representa un hito en la historia de la Educación Superior en Colombia al ser la UAIIN la primera Universidad Indígena del país».

El acuerdo con la Universidad Autónoma Indígena comenzó tras la expedición del decreto 1953 de 2014, luego de que la universidad fuera reconocida como institución de educación superior. En la actualidad, la UAIIN ofrece 10 programas de pregrado certificados. (Puede leer: Colombia tiene una nueva universidad pública, Unitrópico deja de ser una institución privada)

Fuente de la noticia: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/gobierno-avala-la-primera-universidad-indigena-publica-de-colombia-articulo-901460

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Libro Blanco sobre el Diálogo Intercultural “Vivir juntos con igual dignidad”

Por: coe.int.

 

El diálogo: elemento clave para el futuro de Europa La gestión democrática de la creciente diversidad cultural en
Europa – arraigada en la historia de nuestro continente y amplificada por la globalización–se ha convertido en una prioridad  en los últimos años. ¿Cómo podemos responder a la diversidad?, ¿Cuál es nuestra visión de la sociedad del futuro? ¿Se trata de una sociedad integrada por comunidades separadas, caracterizada en el mejor de los casos por la coexistencia de mayorías y minorías con derechos y obligaciones diferenciados, vinculadas vagamente entre sí por la ignorancia mutua y los estereotipos? ¿O, por el contrario, es una sociedad dinámica y abierta, libre de toda discriminación y beneficiosa para todos, caracterizada por la integración de las personas en el pleno respeto de sus derechos humanos? El Consejo de Europa está convencido de que el respeto y la promoción de la diversidad cultural con arreglo a los valores en los que se apoya la Organización son condiciones esenciales para el desarrollo de unas sociedades basadas en la solidaridad.
En el “Libro Blanco sobre el Diálogo Intercultural” aquí presentado se sostiene firmemente en nombre de los gobiernos de los 47 Estados miembros del Consejo de Europa que nuestro futuro común depende de nuestra capacidad para proteger e impulsar el respeto de los derechos humanos, tal y como están consagrados en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, la democracia y el Estado de derecho, y para promover el entendimiento mutuo. Se
defiende asimismo que el enfoque intercultural ofrece un modelo con visión de futuro para gestionar la diversidad cultural. Se propone también una concepción basada en la dignidad humana de cada persona (y en la idea de una humanidad y un destino comunes). Si ha de crearse una identidad europea, ésta se basará en los valores fundamentales compartidos, en el respeto de nuestro patrimonio común y la diversidad cultural, así como en el respeto de la dignidad de cada persona.
El diálogo intercultural tiene una importante función que desempeñar a este respecto. Por una parte, nos permite evitar las divisiones étnicas, religiosas, lingüísticas y culturales. Por otra, nos permite avanzar juntos y reconocer nuestras diferentes identidades de manera constructiva y democrática conforme a valores universales comunes.

Fuente del documento: https://www.coe.int/t/dg4/intercultural/Source/Pub_White_Paper/WhitePaper_ID_SpanishVersion.pdf

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Sin Arte no hay educación de calidad

Por: Mario Rojas.

 

En unos días más comienza, a lo largo de todo Chile, la celebración de la séptima Semana de la Educación Artística. Este año bajo el lema “Arte y Naturaleza. Conciencia en Acción”. Escuelas, universidades, ministerios y organizaciones sociales de todo tipo se suman a esta iniciativa impulsada por la Unesco en todo el mundo.

Lo que se busca es enfatizar la importancia de la educación artística, promover la diversidad cultural, el diálogo intercultural y la cohesión social.

En nuestro país se celebra desde el 2013, y tras 6 años se ha instalado como una plataforma para difundir experiencias y fomentar redes de colaboración entre escuelas, espacios culturales, jardines infantiles, universidades, artistas y cultores.

La  Unión Nacional de Artistas es parte de ella desde hace varios años porque los creadores sabemos la radical importancia de las artes en la educación.

Se abre un mundo de diferencia entre los niños que vivencian y disfrutan los lenguajes artísticos y aquellos que no pueden acceder a ellos. La creatividad es un elemento fundamental de la educación y tiene en el arte su más importante herramienta.

A través de ella se pueden potenciar otros aprendizajes, además desplegar habilidades, que aunque no sean medidas por el SIMCE, son de vital importancia para el desarrollo del ser humano y también, por qué no decirlo, para el trabajo en una sociedad donde cada vez más la creatividad y la imaginación están al centro de la economía.

En esta oportunidad nos acercamos a las actividades de la Semana de la Educación Artística con una buena noticia: el Consejo de Educación Superior aprobó la incorporación en los objetivos de enseñanza de tercero y cuarto medio, al teatro y la danza.

Esta buena nueva viene, aunque parcialmente, a rectificar el hecho de que de todas las artes, solo dos lenguajes (música y artes visuales) estuvieran presentes en las mallas curriculares. Es esperable que también las artes audiovisuales y el circo sean integradas, y que se extienda a todos los años de enseñanza, pero el paso que se dio es importante.

Sin embargo, es necesario recordar que este avance no se traducirá en un aporte real si quienes enseñan estas materias en las escuelas no tienen el conocimiento para impartirlas.

Un estudio de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, OEI, advertía que en Chile más de la mitad de los profesores que tenían la misión de hacer clases de arte no tenían la preparación para ello. Esta cifra aumentaba a 80% cuando se trataba de colegios municipales.

Desde el próximo 13 de mayo hasta el 16 celebraremos la Semana de la Educación Artística. Una buena oportunidad para discutir como mejoramos la enseñanza y las oportunidades de nuestros niños. Llamamos a todos los educadores, artistas y a toda la ciudadanía, a sumarse a las actividades de este año.

Fuente del artículo: https://opinion.cooperativa.cl/opinion/cultura/sin-arte-no-hay-educacion-de-calidad/2019-05-09/064230.html

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La Universidad de Chile debe aportar al diálogo intercultural con los pueblos indígenas

América del Sur/Chile/24.07.18/Fuente: www.eldesconcierto.cl.

La comprensión de esta diversidad requiere un agenda activa de la Universidad de Chile, no sólo por los pilares valóricos y éticos que la sustentan, sino porque tiene la legitimidad para hacerse parte de temas y problemáticas emergentes, aportando argumentos para un debate respetuoso con las distintas expresiones de nuestro territorio.

Sr. Ennio Vivaldi Véjar
Rector
Universidad de Chile
PRESENTE:

Durante el último tiempo hemos visto cómo, una vez más, las demandas de los pueblos indígenas en Chile dan cuenta de la necesidad de continuar avanzando hacia una agenda de desarrollo realmente inclusiva y respetuosa con la diversidad, lo que, sin duda, lleva a repensar la comunidad política y la representación de los intereses de estos pueblos. Esto no sólo se evidencia en la contingencia actual del país sino que tiene su asidero en cuestiones mucho más profundas que requieren un cambio estructural político y social pero, sobre todo, cultural.

Desde el nacimiento del Estado chileno, las relaciones con los pueblos indígenas se han basado en la marginación de procesos sustantivos que inciden en sus posibilidades de desarrollo. Mirando la realidad desde una perspectiva hegemónica occidental, se ha subvalorado de manera permanente su conocimiento ancestral por considerarlo “pre moderno”. Sin embargo, hoy podemos ver como estos sesgos devienen en un diálogo que no ha logrado ser realmente intercultural, pues no existe comprensión ni voluntad por mirar el mundo desde los ojos de este “otro” en el que se han convertido los pueblos indígenas.

Es aquí donde la Universidad de Chile debe asumir un rol como agente de cambio social, “comprometiéndose así a cumplir con su misión, con la promoción de los valores tradicionales de pluralismo, libertad de conciencia, tolerancia y no discriminación”, desde una posición democrática y respetuosa con la diversidad, buscando mecanismos que promuevan un verdadero diálogo intercultural, aportando argumentos para un debate complejo, jugando así un rol esencial no sólo en el debate académico sino también en el debate nacional. Ello supone ejercer un rol articulador entre los actores estratégicos de este proceso: pueblos indígenas decisores de política pública, sociedad chilena.

Durante los últimos años la Universidad de Chile ha hecho esfuerzos por avanzar en una agenda que recoja no sólo la diversidad de la sociedad a la cual debe volcar su quehacer, sino también su propia diversidad interna manifestada en la presencia de estudiantes, académicas, académicos, funcionarias y funcionarios indígenas, quienes han buscado generar, en este espacio de creación y difusión del conocimiento, oportunidades para enriquecer la comprensión entre diferentes cosmovisiones, dando cuenta de que existen puentes que pueden ser tendidos en pos de un nuevo pacto de convivencia intercultural.

La comprensión de esta diversidad requiere un agenda activa de la Universidad de Chile, no sólo por los pilares valóricos y éticos que la sustentan, sino porque tiene la legitimidad para hacerse parte de temas y problemáticas emergentes, aportando argumentos para un debate respetuoso con las distintas expresiones de nuestro territorio. Respecto de los pueblos indígenas, el avance en el reconocimiento de derechos, la conformación de ámbitos de políticas públicas específicas, los cambios institucionales, entre otros, deben ser planteados y posicionados desde la mirada de estos pueblos, como actores clave de su propio futuro. El diálogo intercultural supone una voluntad de escuchar y ser escuchados sin sesgos, comprendiendo que las formas de relacionarse con el mundo son vistas desde ópticas que no pueden ser fácilmente comprendidas desde la cultura occidental, pero que tienen un sustento ancestral, cultural y político que deben ser considerados.

Una Universidad con vocación pública como la nuestra debe ser consciente de ello. Tenemos un rol que cumplir pues, como señala la Comisión de la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior “debe existir una necesaria coincidencia entre lo que las universidades hacen y lo que la sociedad espera de ellas, especialmente su participación en la búsqueda de soluciones a los problemas humanos urgentes”. Aquí estamos frente a uno de ellos.

Atentamente

Verónica Figueroa Huencho, académica mapuche, Instituto de Asuntos Públicos.
Sonia Montecino Aguirre, académica, Facultad de Ciencias Sociales.
Nancy Yañez Fuenzalida, Directora, Centro de Interculturalidad y Derecho, Facultad de
Derecho.
Maria Hueichaqueo Epulef, Facultad de Medicina Veterinaria y Pecuaria, Electivo
Kimunche
Claudio Millacura, Coordinador, Cátedra Indígena, Facultad de Ciencias Sociales.
Salvador Millaleo, académico, Facultad de Derecho
Doris Sáez Hueichapan, académica, Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas
Myrna Villegas Diaz. Directora (s) Centro de Derechos Humanos, Facultad de Derecho.
Marcia Oyarce Zenteno, Bienestar estudiantil, Facultad de Economía y Negocios.
María Loreto Rebolledo, académica, Instituto de la Comunicación e Imagen
Francisco Herrera J., académico, Facultad de Filosofía y Humanidades.
Maribel Mora Curriao, Directora, Oficina de Equidad e Inclusión.
Alejandra Araya, Directora, Archivo Central Andrés Bello.
Maria Eugenia Domínguez, senadora universitaria por los Institutos
Interdisciplinarios, académica de Instituto de la Comunicación e Imagen.
Felipe Hasler Sandoval, académico, Facultad de Filosofía y Humanidades.
Paulina Vergara Saavedra, académica, Instituto de Asuntos Públicos
María Elena Acuña, académica, Facultad de Ciencias Sociales.
Beatriz Bustos, académica, Facultad de Arquitectura y Urbanismo.
Olga Grau Duhart, académica, Facultad de Filosofía y Humanidades.
Iris Espinoza, académica, Facultad de Odontología.
Hortensia Morales, académica, Facultad de Ciencias.

Fuente de la noticia: http://www.eldesconcierto.cl/2018/07/21/la-universidad-de-chile-debe-aportar-al-dialogo-intercultural-con-los-pueblos-indigenas/

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Investigación y derechos humanos en la época de la pragmatización de las ciencias sociales

Autor: Alberto Quiñónez

Introducción

La situación actual de los derechos humanos alrededor del mundo ha llevado al reconocimiento, por parte de distintas comunidades científicas y de diversos movimientos sociales, de que la investigación social sobre los derechos es un escaño fundamental en el proceso de su garantía1. Esto se ha traducido en la constitución de agendas de investigación sobre los derechos humanos desde las más variadas posturas de aproximación teórico-práctica, abriendo muchas posibilidades para el diálogo interdisciplinar e intercultural.

Sin embargo, una situación paralela ha venido desarrollándose en el ámbito científico y académico: la pragmatización creciente de las ciencias sociales, que hace referencia a la subsunción del pensamiento social ya sea, por un lado, ante las necesidades de los mercados o ante los requerimientos técnicos de la administración pública y de las organizaciones de la sociedad civil, por otro lado. Aunque es claro que las intenciones de estos actores son distintas, no lo ha sido en muchos casos el proceso de subsunción pragmática de las ciencias por ellos operado ni los resultados en la esfera política.

La investigación en derechos humanos también ha sido presa de esa pragmatización del conocimiento científico-social, supeditando la investigación a los intereses políticos y reduciéndola al campo del monitoreo y la evaluación de las políticas públicas, o a la discusión meramente coyuntural de temáticas propias de los derechos humanos, discusión que a pesar de la virulencia con que a veces se manifiesta carece de una agenda realmente comprometida con el desarrollo de la teoría y de la práctica (epistemológica y política) correspondientes a esos temas, mucho menos desde una visión crítica.

El presente ensayo se estructura en 3 apartados sustantivos, el primero de los cuales aborda la importancia de la investigación para la garantía de los derechos humanos. El segundo apartado trata el tema de la pragmatización de las ciencias en el momento actual y de cómo ésta se manifiesta en el campo de los derechos humanos. El tercer apartado desarrolla brevemente uno de las principales consecuencias de la problemática tratada. Finalmente, se cierra con las principales conclusiones que pueden extraerse del tema tratado.

Investigación y derechos humanos

En las últimas décadas se ha vuelto notoria la necesidad de que las luchas sociales y los compromisos estatales en materia de derechos humanos deben ser acompañados por sendos procesos de investigación que den cuenta de la realidad social, a nivel macro y micro, en la que efectivamente los seres humanos se ven enfrentados a un mundo de relaciones políticas, económicas y culturales que no siempre les son beneficiosas y que, en muchos casos, se sostienen sobre la deshumanización de los individuos o las comunidades humanas2.

Si por un lado, la investigación ha permitido fundamentar mejor las demandas que son realizadas a los Estados, gobiernos o instituciones públicas, sirviendo así como herramienta del enfoque dominante de los derechos humanos; también resulta cierto que es gracias a la investigación misma que se han abierto fuertes críticas a tal enfoque dominante, aun cuando dichas críticas no se hayan generalizado y tengan un camino largo aún por recorrer en materia de fundamentación.

En efecto, ha sido gracias a la investigación que ha podido tomarse una distancia crítica con respecto a las dinámicas sociales y a las gestiones sociales estatales, problematizando y planteando mejor los procesos para la garantía de los derechos humanos, lo cual incluso se ha realizado en algunos casos mediante procesos desarrollados al interior del Estado mismo. Así, puede decirse que la investigación puede coadyuvar a una mejor comprensión de las dinámicas humanas que son lesivas de los derechos, posibilitando su abordaje y transformación.

La investigación social, que engloba muchísimos campos, variadas disciplinas y enfoques teóricos no siempre coincidentes al interior de una misma disciplina, aún dista de una tradición epistemológica que haya tratado de forma sistemática los derechos humanos. Situación similar ocurre en humanidades como la filosofía en donde, salvo por la filosofía del derecho, son aún contados los abordajes desde la antropología filosófica, la filosofía política, la ética o la epistemología, de temas propios del estudio de los derechos humanos, sobre todo a un nivel propiamente filosófico3.

Pese a ello, la investigación en el campo de los derechos humanos ha resultado ser uno de los más promisorios no sólo por las posibilidades que abre para una comunicación entre las distintas ciencias sociales y humanidades, sino también por sus consecuencias políticas. Respecto al primero de estos aspectos, los derechos humanos han abierto la posibilidad de comunicación –no siempre inmediata, pero sí muy fructífera- entre disciplinas tan diversas como la antropología filosófica, la teoría democrática y la psicología social4, o entre la economía y el derecho5, solo por poner dos ejemplos.

En el plano de las consecuencias políticas, difícilmente puede objetarse el hecho de que, en el marco de la lucha por los derechos civiles, políticos, sociales, económicos, culturales y ambientales, pueblos de todo el mundo han logrado avances significativos en sus estructuras y dinámicas sociales, estatales y/o comunitarias. Es innegable que el enfoque de derechos, pese a sus limitaciones intrínsecas y a la incapacidad del Estado burgués liberal de asumirlo totalmente, ha logrado situar en un primer plano de la movilización social el respeto de la dignidad humana6.

Si el enfoque de derechos humanos, a pesar de sus taras, ha tenido una influencia sobre los procesos políticos, la vinculación –aunque no inmediata- entre investigación y práctica política resulta indudable. Sin embargo, la forma en que la investigación se traduce en prácticas políticas de menor o mayor alcance depende del contexto social en que se desarrolla y de los sujetos que asumen una agenda investigativa, la traducen en una agenda política determinada y la logran impulsar a un nivel social e institucional.

Pragmatización de las ciencias sociales

De la mano del espíritu mercantil del capitalismo, el poder hegemónico ha subsumido la mayoría de esfuerzos científicos a las necesidades del mercado. En el ámbito del conocimiento científico-social ha ocurrido, como ya denunciaban Adorno y Horkheimer para el caso del arte y la cultura7, la configuración de una industria y un mercado cuyo norte de operación es fundamentalmente la tasa de ganancia del capital, fenómeno que cada vez va ganando mayores espacios en los recintos universitarios que, pese a todas las dificultades que sufren hoy en día, aún ha logrado mantener alguna autonomía en relación al mercado8.

De hecho, esta tendencia hacia la subsunción de la ciencia al mercado no es exclusiva de las instancias de acumulación capitalista por antonomasia, es decir, de las empresas privadas, sino que además engloba a otros actores presentes en las dinámicas sociales, como pueden ser las organizaciones de la sociedad civil (ONG), las ya mencionadas universidades o las instituciones mismas del Estado, actores que tradicionalmente se han regido por reglas distintas a las de la acumulación del capital y cuya vocación es social y no privada.

La pragmatización de las ciencias hace referencia a esta orientación utilitaria de la ciencia que busca dar respuestas inmediatas, las más de las veces superficiales y sin postura crítica, a problemas sociales complejos, sin profundizar –y por esto es que puede considerarse superficial- en sus causas últimas y determinantes y sin profundizar tampoco –y por esto es que se dice que es acrítica- en las implicaciones epistemológicas, políticas y éticas de ese hacer parcializado, superficial y avocado hacia el mercado. La pragmatización no se refiere a una instrumentalización de la ciencia en general, pues la ciencia es siempre un medio; sino su instrumentalización por y para los fines del mercado (en un sentido global) y la creciente brecha entre el hacer científico y el desarrollo humano, entre el hacer teórico crítico y el hacer teórico fetichizado.

La concentración en tareas inmediatas, utilitarias, escasamente reflexivas, lleva a una parálisis de la crítica, para decirlo en la fórmula con que Herbert Marcuse abre El hombre unidimensional9, parálisis en este caso específicamente científico-social y que hace mella no sólo en la posibilidad de “avanzar” en términos de aprehensión de la realidad, sino en la contrastación de postulaciones teóricas aún en discusión. Esto quiere decir que además de que la ciencia pragmática se vuelve incapaz de conocer la realidad, también deshecha el debate teórico, situándose apriorísticamente en una opción teórica y relegando otras; las más de las veces (y esto es incluso intencional) la ciencia social se sitúa en el plano de la corriente hegemónica. Ejemplo de ello son la economía y la sociología, que cada vez parecen estar más avocadas a la formación de proyectistas y administradores que de científicos y teóricos10.

Cabe mencionar que en muchos casos esta pragmatización de las ciencias sociales es promovida por agentes no siempre identificados inmediatamente con la acumulación capitalista (es decir, con las empresas privadas), como pueden ser las organizaciones multilaterales de cooperación, las agencias de asistencia técnica y acreditación, los gobiernos de los países centrales e incluso por organizaciones políticas de dichos países en sus lazos de “cooperación” con los partidos políticos (muchos, de izquierda) o movimientos sociales de los países subdesarrollados.

Resulta notorio por ejemplo como la mayoría de estudios de las ONG carecen cada vez más de aparato crítico o de fundamentación teórica, concentrándose en las evaluaciones de impacto o en los informes de ejecución de proyectos, que al final de cuentas tiene una utilidad financiera más que social y política. Cabría también mencionar que estas organizaciones, consideradas en su conjunto, no sólo ejecutan un tipo de investigación pragmática, sino que con su funcionamiento coadyuvan al mantenimiento de las relaciones sociales de producción vigentes11.

Por otro lado, la pragmatización de la ciencia no se reduce a una praxis científica superficial o repetitiva (contraponiéndola en este último sentido a una ciencia creativa), sino que tiene la particular característica de que es una postura científica que ha renunciado a plantearse como horizonte de su realización la transformación de las realidades que estudia, al menos para el caso de las ciencias sociales que son las que aquí nos importan.

Minimización de la problemática de los derechos humanos

Con la pragmatización de las ciencias sociales ocurren, en el ámbito de los derechos humanos, dos fenómenos: por un lado, la creación de barreras a las grandes posibilidades del enfoque de derechos para desarrollarse en la teoría y en la práctica; y por otro lado, la minimización de las problemáticas propias de la lucha por los derechos humanos, pues estos pasan a un segundo plano con respecto a otros fenómenos como la rentabilidad de la inversión empresarial, la gestión presupuestaria estatal o el cumplimiento de metas con cooperantes, entre otros.

Al respecto del primer fenómeno, ya se ha mencionado que la priorización de estudios inmediatos y pragmáticos supone rebajar los parámetros teóricos y epistemológicos de la investigación; con esto el enfoque de derechos –que es un terreno todavía en disputa- se ve cercenado de poder desarrollarse a través del diálogo o la confrontación de distintas posturas teóricas, de visibilizar nuevas problemáticas dentro de las posturas ya existentes o de formular nuevos posicionamientos teóricos12. Por ejemplo, el enfoque de derechos predominante hoy es de ascendencia liberal, apegado a la institucionalidad propia de una democracia representativa y burguesa, pero la sola posibilidad de confrontarlo teóricamente con un enfoque materialista histórico es de suyo deslegitimado por el “sistema científico” y jurídico.

En relación al segundo fenómeno mencionado, es importante destacar la tergiversación que se efectúa cuando las problemáticas de los derechos humanos pasan a convertirse en una pura y llana evaluación de políticas o programas, normalmente concebidas como monitoreo o medición de impacto. En estas, la concepción crítica de la ciencia caracterizada por un fuerte ejercicio teórico, da paso a una instrumentalización del conocimiento que sólo busca aplicar una serie de herramientas de medición e informar a partir de los datos obtenidos sobre una situación particular y desvinculada de otros fenómenos sociales.

Con ello, es claro que se pierde la visión de “totalidad”, reivindicada por algunas ramas de la filosofía y la ciencia social crítica13. Por el contrario, la realidad se parcelariza, se escinde en ámbitos desconectados entre sí. La parcelarización de la realidad es además realizada desde una orientación positivista, demostrativa, por lo que las investigaciones correspondientes siguen más una línea empirista que crítico-reflexiva. La pragmatización de la ciencia, unida a estas dos características, influye también en que la investigación lejos de ser un proceso novedoso sea una mera reproducción de formatos preestablecidos, una praxis repetitiva antes que una creadora y creativa.

Al perder la visión de conjunto, la ciencia pragmatizada se vuelve incapaz de poder visualizar que las problemáticas propias de los derechos humanos –esto es: tanto su vulneración como su garantía- también poseen un carácter estructural y que no pueden ser comprendidas por la segmentación de lo social, creando parcelas autárquicas y auto explicadas, sino antes bien por la concepción de que todos los ámbitos de la praxis humana se encuentran estrechamente vinculados y recíprocamente influidos, en tanto pertenecientes a una misma etapa histórica.

De esta forma, la garantía de los derechos humanos pasa a concebirse únicamente como el logro de ciertos indicadores. En el plano de lo político, tal visión apunta hacia la consolidación de taras internas al enfoque de derechos humanos, que hacen inasequible el logro de su garantía para las grandes mayorías populares pues se asienta sobre una concepción reducida y pobre de la realidad, que no logra remover o conmover las dinámicas estructurales, sistémicas, que reproducen la explotación, la miseria, la discriminación y la dominación de unos seres humanos sobre otros.

Conclusiones

La investigación social es hoy uno de los pilares para la defensa de los derechos humanos, situación que ha sido poco a poco reconocida por los diferentes involucrados en la garantía de estos derechos, pero que aún dista de desarrollarse en la práctica. La investigación permite no sólo conocer la realidad inmediata sino también posicionarse críticamente frente a ella. Por eso mismo, un impulso a las tareas de investigación fortalecería la defensa de los derechos humanos siempre que, claro está, la investigación logre mantenerse fuera de la órbita de valorización del capital.

Sin embargo, la tendencia general de las ciencias sociales es a estar cada día más opacadas por la lógica del capitalismo, dedicándose al estudio, las más de las veces superficial, de aquellas facetas de la realidad que no sean incomodas para el capital o que, siendo incomodas, puedan abordarse desde posturas acordes a dicho sistema. La ciencia se convierte así en un instrumento de y para la valorización del capital que, en el caso del ámbito de los derechos humanos, implica reducir su capacidad crítica a la mera medición de algunos aspectos de la realidad, aspectos que cada vez son más parcializados. Este fenómeno se conoce como la pragmatización de las ciencias.

Hay que destacar el hecho de que las problemáticas en materia de derechos humanos se minimizan o trivializan como consecuencia de la pragmatización de las ciencias sociales que las estudian. Esto quiere decir que, en función de hacer potable el conocimiento de los derechos humanos para un enfoque epistemológico con grandes limitantes, las problemáticas de derechos se ven paulatinamente reducidas al marco que dicho enfoque epistemológico hace asequible.

La pragmatización de la ciencia que está detrás de esta problemática que convierte al conocimiento científico en tributario directo de la acumulación del capital o de las conveniencias de la planificación operativa de la administración pública; por ello, no puede entenderse sin referencia a los grandes procesos de la acumulación capitalista a nivel global que, cada día más, gana y subsume esferas de valorización (como la academia o las instituciones públicas). Cabe recordar que el carácter parcializado e instrumental son notas características de la “ciencia burguesa”, para decirlo en términos luckasianos.

Por ello, la lucha en el plano epistemológico no está desvinculada de la lucha política, real, en contra del capitalismo y de sus manifestaciones intelectuales. La construcción de un nuevo enfoque sobre derechos humanos es una tarea crítica que debe asumirse desde la academia y desde la defensa militante de los derechos; ambos son brazos de un mismo esfuerzo reivindicativo que en el futuro próximo debe consolidar sus miras políticas y radicalizarlas. Además de aportar en el diagnóstico de la ciencia social actual, el materialismo histórico tiene mucho que decir en la construcción de un enfoque nuevo sobre los derechos de los seres humanos.

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  • Sánchez Rubio, D. Filosofía, derecho y liberación en América Latina. Editorial Desclée de Brouwer. Bilbao, España. 1999.

Notas:

1 Ver: PROVEA. La investigación, una herramienta para defender los derechos humanos. PROVEA. Caracas, Venezuela. 2011.

2 En efecto, PROVEA señala que “la investigación surge de la necesidad de saber que hay más allá de lo que tenemos a simple vista, de indagar sobre todo lo que nos rodea, sus causas y consecuencias […] Aprender a investigar nos fortalece a la hora de hacer contraloría social en las oficinas públicas, […] sustentar las denuncias frente a las instancias de gobierno […]”. PROVEA. Ibíd. Pág. 7; estos son algunos de los elementos que forman parte de la argumentación que busca defender, en el marco de las relaciones sociales prevalentes en la actualidad, la dignidad de los seres humanos.

3 Con las excepciones del caso, el abordaje de los derechos humanos en la filosofía sólo se ha dado principalmente a nivel de las ramas “aplicadas”, como la bioética, campo en donde ha habido una amplia producción en los últimos años, producción cuyos hallazgos más radicales aún faltan por sistematizar. Pese a ello pueden citarse los siguientes trabajos: Hinkelammert, F. La religión neoliberal del mercado y los derechos humanos. Editorial Arlekín. San José, Costa Rica. 2017. Herrera Flores, J. El vuelo de Anteo: derechos humanos y crítica de la razón liberal. Editorial Desclée de Brouwer. Bilbao, España. 2000. Sánchez Rubio, D. Filosofía, derecho y liberación en América Latina. Editorial Desclée de Brouwer. Bilbao, España. 1999.

4 Cfr.: Beristain, C. Manual sobre perspectiva psicosocial en la investigación de derechos humanos. HEGOA. Bilbao, España. 2007.

5 Cfr.: Cárdenas Rivera, M. “Economía social y derechos humanos”. En: Derecho y realidad. No 23, I semestre 2014. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, UPTC.

6 En efecto, los genes liberales que dan origen al enfoque de los derechos humanos y la traslación de nociones propias de la teología cristiana a la filosofía política de la ilustración, hacen que el paradigma de los derechos humanos actualmente vigente tenga limitaciones ingénitas. Parte de ello ya ha sido denunciado incluso por Habermas, muy afín a la democracia deliberativa del Estado de bienestar europeo, pero muy alejado de la utopía de la transformación radical de la sociedad.

7 Adorno, T. y Horkheimer, M. Dialéctica de la Ilustración. Trotta. Madrid, 1998.

8 Cfr.: De Sousa, B. La universidad en el siglo XXI. CIDES-UMSA. La Paz, Bolivia. 2007; De Sousa, B. (Coord.) Conhecimento prudente para uma vida decente. Edições Afrontamento. Lisboa, Portugal. 2003; Follari, R. La selva académica . Homo Sapiens Ediciones. Santa Fe, Argentina. 2008.

9 Marcuse, H. El hombre unidimensional. Editorial Planeta. México. 1993.

10 Aunque el punto de partida de este escrito es la defensa de una postura científica crítica y políticamente situada, que busca la transformación revolucionaria de la realidad, lo cierto es que hoy la academia ni siquiera produce científicos y teóricos en un sentido positivista y neutro.

11 En otros momentos he sostenido el hecho de que los fondos de cooperación que sustentan a las ONG forman parte de un “capital inorgánico”, que en un sentido marxista significaría la vinculación funcional pero no inmediata de estos fondos con el mantenimiento del sistema mundial de producción y dominación. Cfr.: Quiñónez, A. “Sobre el capital inorgánico. Apuntes para el debate”. Mimeo. San Salvador, El Salvador. 2011.

12 Esto es claramente distinto del posicionamiento doctrinario o jurídico, pues implica una fundamentación filosófica o científica más que un mero cambio de términos, como muchas veces sucede en la adecuación política de los instrumentos legales. Por ejemplo, en el enfoque de derechos dominante se denomina “personas de escasos recursos” a las clases empobrecidas y explotadas o “países en vías de desarrollo” a los países subdesarrollados y dependientes, en ambos casos se argumenta que los segundos términos son peyorativos. La posibilidad crítica de las categorías marxistas o estructuralistas es sustituida por una adecuación terminológica que, cabe aclarar, es factible de contrarrestar con un análisis científico pero éste mismo es a priori desechado por la “ciencia social oficial”.

13 En el marxismo, es Lukács uno de los principales autores que pone el énfasis en la categoría de “totalidad”, hasta el punto de considerarla como uno de los puntos irrenunciables del “marxismo ortodoxo”. Ver: Lukács, G. Historia y conciencia de clase. Quimantú. Chile, 2008.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=244425

 

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