Por: coe.int.
El diálogo: elemento clave para el futuro de Europa La gestión democrática de la creciente diversidad cultural en
Europa – arraigada en la historia de nuestro continente y amplificada por la globalización–se ha convertido en una prioridad en los últimos años. ¿Cómo podemos responder a la diversidad?, ¿Cuál es nuestra visión de la sociedad del futuro? ¿Se trata de una sociedad integrada por comunidades separadas, caracterizada en el mejor de los casos por la coexistencia de mayorías y minorías con derechos y obligaciones diferenciados, vinculadas vagamente entre sí por la ignorancia mutua y los estereotipos? ¿O, por el contrario, es una sociedad dinámica y abierta, libre de toda discriminación y beneficiosa para todos, caracterizada por la integración de las personas en el pleno respeto de sus derechos humanos? El Consejo de Europa está convencido de que el respeto y la promoción de la diversidad cultural con arreglo a los valores en los que se apoya la Organización son condiciones esenciales para el desarrollo de unas sociedades basadas en la solidaridad.
En el “Libro Blanco sobre el Diálogo Intercultural” aquí presentado se sostiene firmemente en nombre de los gobiernos de los 47 Estados miembros del Consejo de Europa que nuestro futuro común depende de nuestra capacidad para proteger e impulsar el respeto de los derechos humanos, tal y como están consagrados en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, la democracia y el Estado de derecho, y para promover el entendimiento mutuo. Se
defiende asimismo que el enfoque intercultural ofrece un modelo con visión de futuro para gestionar la diversidad cultural. Se propone también una concepción basada en la dignidad humana de cada persona (y en la idea de una humanidad y un destino comunes). Si ha de crearse una identidad europea, ésta se basará en los valores fundamentales compartidos, en el respeto de nuestro patrimonio común y la diversidad cultural, así como en el respeto de la dignidad de cada persona.
El diálogo intercultural tiene una importante función que desempeñar a este respecto. Por una parte, nos permite evitar las divisiones étnicas, religiosas, lingüísticas y culturales. Por otra, nos permite avanzar juntos y reconocer nuestras diferentes identidades de manera constructiva y democrática conforme a valores universales comunes.
Fuente del documento: https://www.coe.int/t/dg4/intercultural/Source/Pub_White_Paper/WhitePaper_ID_SpanishVersion.pdf