Mejor sociedad pero con un futuro incierto: así vemos el cambio generacional

Maria Zuil

Condiciones laborales precarias, vivienda por las nubes y ocio variado y barato. Así ven los lectores de El Confidencial la situación actual comparada con la de generaciones anteriores, según las conclusiones de la encuesta publicada en el reportaje ‘Soy mileurista, ¿pero realmente vivo mejor que mis padres?’. En total 2.923 personas de todas las edades han aportado sus respuestas durante esta semana.

Precariedad, el mal laboral de nuestro tiempo

De los nacidos antes de 1945 –la llamada generación silenciosa– a los que solo conocen el mundo a partir de 1995 –los Z–, predomina un gran consenso en la mayoría de las cuestiones. Es el caso de la situación laboral actual, sobre la que el 69% de los lectores considera que es ahora más precaria que en su generación o en la de sus padres, aunque son sobre todo son los ‘babyboomers’ los que más se decantan por esta valoración (73%). Los más jóvenes, los que tienen ahora menos de 22 años, se dividen más entre la precariedad y el paro como principales problemas.

“La retribución y condiciones de trabajo son mucho peores que en los tiempos con sindicatos más fuertes, convenios con subidas reales, gente movilizada….” considera un zaragozano de la generación X (nacidos del 65 al 80). “Los empresarios han aprovechado la crisis para bajar los salarios y hay menos oportunidades para los que están empezando: el bucle infinito de prácticas”, razona una millennial de Madrid.

Muchos lectores señalan también que la precariedad se da más en trabajos cualificados y que el mantra “si no eres tú, ya vendrá otro” sirve de excusa para empobrecer las condiciones laborales. Según algunas respuestas, la inmigración o la incorporación de la mujer al trabajo han empeorado las condiciones por el incremento de la demanda de puestos de trabajo.

El 16,4% considera que el paro es ahora más alto que en generaciones anteriores, pero sobre todo son los más jóvenes los que tienen esta percepción (el 39% de los nacidos después de 1995). En el otro lado, también hay quien piensa que en la actualidad hay más puestos de trabajo –el 5,1% de la generación X– sobre todo por la creación de nuevas profesiones, y que hay menos precariedad –el 9,6% también de los X–. “Hay más variedad y se puede optar por trabajar en toda Europa”, explica un ‘babyboomer’ de Ciudad Real que considera que “la situación es mucho mejor que hace 40 años, falta un poco de visión positiva en los jóvenes”.

La situación es mucho mejor que hace 40 años, falta un poco de visión positiva

Pero también hay quien cree que la situación no ha cambiado, como este alicantino del Baby Boom: “En 1986 en España el paro era del 21% y en mi primer trabajo me pagaron el sueldo mínimo más 500 pelas (3 euros que ahora serían más o menos 20)”. Según el último dato, el desempleo actual se sitúa en el 17%.

Vivienda inaccesible

En el aspecto en el que más unanimidad hay entre generaciones es en el encarecimiento de la vivienda, tanto de alquiler como de compra. Sobre todo los de la generación X y Millenial –aquellos en edad de comprar o alquilar actualmente– creen que es más alta en la actualidad que en la de sus padres.

“Actualmente el mercado siente que la crisis ha pasado y 2017 es el año en el que los precios de la vivienda vuelven a subir, por consiguiente, los alquileres también”, opina una madrileña ‘millennial’ que se volverá a casa de sus padres para poder ahorrar, y añade en este sentido: “El problema está en que la oferta variada [de ocio] ha provocado que los jóvenes tengamos un ritmo de vida desenfrenado, así que no ahorramos. A ver en qué estamos en 20 años, no quiero ni pensarlo…”.

La gran mayoría de las respuestas apuntan a la especulación y al ‘boom’ inmobiliario como causantes de la situación actual pero también a Airbnb o a la concentración de la población en las ciudades. Además creen que la subida del alquiler se debe al descenso de la oferta de pisos y a lo innacesible de las hipotecas.

Actualmente el mercado siente que la crisis ha pasado, y 2017 es el año en el que los precios de la vivienda vuelven a subir

Sin embargo, también hay quien piensa que el alquiler no ha variado (7,7% de los encuestados) o que ha bajado la venta (3,3%), como este barcelonés nacido antes de 1945: “A igualdad de precio –incluido el efecto de la inflación– los pisos de 1950 eran de pésima calidad respecto a los actuales: mal aislamiento térmico y acústico, calidad de materiales, falta de ascensor…“

Avances sociales con riesgo de retroceder

A nivel social, es llamativo que cuánto más joven es el encuestado, más mejoría a nivel social percibe. Mientras que los nacidos antes de 1945 consideran que se ha avanzado mucho en un 64%, esta cifra aumenta al 77% o al 85% en ‘millennials’ y ‘postmillennials’. De igual manera un 11% de la generación silenciosa, criada entre dos guerras mundiales y una gran depresión, cree que “seguimos igual” frente a solo el 3% de los nacidos a partir del 2000.

Son numerosos también los comentarios que apuntan a que, a pesar de los grandes logros sociales que se consiguieron en las últimas décadas, últimamente se está retrocediendo en algunas cuestiones: “Se ha avanzado si lo comparamos con el 86, pero en cuanto a derechos sociales estamos retrocediendo y esa pérdida afectara a nuestro futuro y el de nuestros hijos…”, apunta esta ‘millennial’ de Madrid.

“En los años 70/80 había una generosidad que se ha perdido, la gente pensaba más en los demás. Salías en pandilla sin un duro, y si alguien llevaba 100 pesetas TODOS teníamos 100 pesetas”, cuenta un ‘babyboomer’ de Valencia. “Cuando alguno se enteraba de un curro nos avisábamos unos a otros: ‘Oye, que en tal sitio necesitan gente para descargar, 15 pesetas la hora…’ Y allá que íbamos todos. Ahora es una guerra sin cuartel ni piedad, todo de tapadillo y que no se enteren, no vayan a chafártelo… Teníamos carencias, pero la alegría que se respiraba y la confianza que teníamos en nosotros mismos y en el futuro se ha quedado por el camino”.

Ocio: más opciones gracias a internet

En cuanto al ocio, casi la mitad de los lectores considera que ahora es más variado, y el 33% que es más barato, frente al 16% que opina que se ha encarecido. Entre los motivos, la tecnología en general e internet en particular, pero también el abaratamiento de los viajes y el aumento de la oferta, que incrementa la competitividad.

Los nacidos a partir de 1995 son los que más creen que la diversión se ha encarecido comparado con sus progenitores. “Antes la gente se relacionaba socialmente mucho menos desde el consumismo. Ahora el ocio está muy mercantilizado y dirigido a ese consumismo que podríamos llamar materialista”, dice este ‘millenial’ de Badajoz, que se incluye dentro de esa manera de disfrutar del ocio.

Teníamos carencias, pero la alegría que se respiraba y la confianza en nosotros mismos y en el futuro se ha quedado por el camino

Futuro incierto

De cara a lo que está por venir, el 80% de los lectores cree que el futuro de la generación actual es menos halagüeño que el que tuvieron otras generaciones, otra percepción que aumenta a medida que más joven es el encuestado. Los nacidos a partir de 1995 ven difícil su futuro en un 82% frente al 75% de la generación silenciosa.

“La economía no va a mejorar porque la hipoteca estrangula la economía familiar y anula el gasto”, considera este madrileño de la generación X. Otros apuntan además al fin de las pensiones o a la pérdida de valores como causas de un porvenir difícil, sobre todo para los que tengan menor formación. “Se puede vivir mejor o peor según cada circunstancia, pero ahora tenemos un futuro mucho más incierto. Antes tenían décadas de crecimiento por delante y un país sin deuda y en expansión. Todo eso ahora ha desaparecido, menos la deuda”, señala otro lector. Desde un lado más crítico con el pesimismo reinante, algunos apuntan a que es una cuestión de perspectiva, como este ‘millenial’ de Madrid: “Como hijos de la abundancia tenemos un rasero mucho más exigente, pero las perspectivas son parecidas”.

Fuente del articulo: https://www.elconfidencial.com/espana/2017-07-29/encuesta-generaciones-millennial_1422391/

Fuente de la imagen: https://www.ecestaticos.com/imagestatic/clipping/657/290/6572900741ae25b4153b6405bbc097f9/mejo

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Once profesiones nuevas que van a dar mucho que hablar

Por. Silvia Leal

Aasesora de la Comisión Europea en competencias digitales, selecciona las disciplinas laborales que surgirán con los avances tecnológicos

Las cifras hablan por sí solas: con la llegada del tsunami digital, el 47% del empleo actual desaparecerá dentro de una o, como mucho, dos décadas, según calcula la Universidad de Oxford y otras instituciones. Por si fuera poco, el 90% de las profesiones que permanezcan sufrirán alguna transformación y requerirán la incorporación de nuevas competencias. Sin embargo, no todo es negativo. Llegan oportunidades sin precedentes para quienes apuesten por e-renovarse, por lanzarse a explorar y liderar el cambio. No importa cuál sea nuestro presente o pasado, la clave es apostar por sumarse al futuro…

Para los que quieran saber cuáles serán las nuevas profesiones, o cómo adaptar la suya, recogemos, a continuación, una selección con 11 tipos de empleos que van a dar mucho que hablar. La formación en la mayoría de estos nuevos trabajos no responde a una carrera en concreto, aún no existe un plan universitario para ellas. Existen varios caminos que suelen partir de una carrera tradicional y completarse con cursos o posgrados. Plataformas como Coursera o MiríadaXofrecen multitud de programas MOOCs gratuitos y completos para seguir aprendiendo.

1. Analistas y programadores de Internet de las cosas (IoT)

Proyección realizada por VisionMobile y recogida en un estudio de la Universidad de Richmond.

Los números que rodean al sector del Internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés) lo muestran con claridad: esta tecnología, que en 2014 ocupaba a 300.000 profesionales especializados, necesitará multiplicar por 15 su fuerza laboral para el año 2020, según las proyecciones de VisionMobile recogidas por la Universidad de Richmond. Cualquier cosa es susceptible de tener un sensor que nos aporte datos o nos permita interactuar con ella, todo se puede monitorizar. Y sobre esa máxima van a construirse las ciudades y los hogares del futuro.

Van a hacer falta profesionales con conocimientos analíticos, de programación y lógica, que sean capaces de sacar partido a la llegada de estas tecnologías. Serán trabajadores formados en ingeniería informática, pero también del resto de las ingenierías con amplios conocimientos de programación, sobre el Internet de las cosas y, por supuesto, big data.

2. Arquitecto de nuevas realidades

Se espera que la realidad aumentada traiga consigo 110.000 millones de euros en 2020, según los pronósticos de la consultora especializada Digi-Capital frente a los 4.500 millones que se prevén para el 2016. Ese mismo año, la realidad virtual generará más de 25.000 millones y, detrás, hay mucho empleo que no podemos dejar escapar en ámbitos como el militar, la educación y, sobre todo, la empresa.

Las HoloLens de Microsoft mezclan realidad virtual y aumentada.

Por todo ello, necesitamos personas con conocimiento de desarrollo de videojuegos, sociología y psicología. Su formación debe incluir programación, gamificación, realidad virtual y aumentada, complementados con nociones de humanidades. Esto abre una puerta para quienes empiecen por la programación y decidan avanzar hacia las humanidades, pero también para quienes desde la psicología o la sociología deseen avanzar hacia su aplicación a las nuevas tecnologías.

Es importante añadir que, puesto que esta tecnología tendrá impacto en áreas específicas como la arquitectura “tradicional”, ahí también supondrá nuevas oportunidades laborales para personas que, desde esas disciplinas, quieran rentabilizar el desarrollo de la realidad virtual y la aumentada.

3. Científico de datos

El big data no pertenece al futuro sino que es ya una realidad del presente. Es una tecnología que en 2015 ya generó un negocio global de más de 115.000 millones de euros y los próximos años seguirá creciendo. La aplican empresas y administraciones de mayor y menor tamaño, y su futuro está ligado al desarrollo del Internet de las cosas.

En este ámbito trabajan profesionales con conocimientos analíticos, de programación y lógica. Son personas formadas en matemáticas o estadística, especializados en aplicar sus disciplinas a las nuevas tecnologías.

4. Diseñador de órganos

En torno a 70.000 personas están en lista de espera en Europa para un trasplante, según la Comisión Europea, y, desafortunadamente, muchas mueren antes de llegar a recibirlo. Sin embargo, ya se está utilizando la impresión 3Dpara los órganos sencillos (como las vejigas) y pronto se hará para los más complejos. Por ello, hacen falta profesionales del mundo de la medicina que ayuden a consolidar esta tecnología y, sobre todo, que logren que se convierta en algo al alcance de todos.

Proceso de impresión de tejidos vivos. WAKE FOREST INSTITUTE FOR REGENERATIVE MEDICINE

Necesitaremos sanitarios con conocimientos de impresión de órganos en 3D para trasplantes y experimentación médica. Estamos frente a una evolución del médico “tradicional”, cuyo perfil será complementado con amplios conocimientos en impresión 3D y, por supuesto, de bioimpresión, lo que implica estar al día o investigar en el desarrollo de nuevos materiales y técnicas para lograr órganos cada vez más parecidos a los humanos.

5. Robotista

El negocio de la robótica moverá en 2020 un volumen global de 75.000 millonesde euros, según Merrill Lynch. Es el resultado de la evolución del coste de la robótica, que ha bajado la última década un 27% y se espera un 22% adicional en la próxima, y de los avances provocados por las mejoras tecnológicas en los chips de silicio, sensores y computación.

Entrevista a Hiroshi Ishiguro realizada por Beatriz Guillén. FÉLIX CORCHADO/EPV

En este ámbito se desarrollará un tipo de profesional con conocimientos de ingeniería y ciencias de la computación que profundice en el desarrollo de robots con estabilidad dinámica, inteligencia y capaces de empatizar con quienes los necesitan. A su formación de base en ingeniería e informática tendrían que sumar una permanente revisión de los avances en áreas como el Internet de las cosas, la inteligencia artificial o la impresión 3D. Su éxito depende en buena parte del diseño de sus creaciones, con lo cual deberán estar atentos a los progresos en esa área y, cuanto más quieran que se parezcan sus robots a un ser humano, más familiarizados con el cuerpo y su mecánica tendrán que estar.

6. Diseñador de redes neuronales robóticas e inteligencia artificial

La inteligencia artificial moverá en 2020 un volumen global de 65.000 millones de euros, según datos de la consultora especializada IDC, siete veces más que en la actualidad. Este crecimiento exponencial generará mucho empleo. Para que esa industria se desarrolle tendrá que haber personas especializadas en el funcionamiento de nuestro cerebro y en la tecnología necesaria para replicarlo de forma artificial y que semejante avance tenga aplicaciones concretas y útiles.

El diseñador de redes neuronales ha de tener conocimientos lógico-matemáticos, de programación y, a ser posible, de filosofía para el desarrollo de nuevas aplicaciones sobre esta tecnología. Esta profesión abre una doble oportunidad: en primer lugar, para quienes estudiaron (o estudiarán) humanidades y se atrevan a formarse en programación de aplicaciones de inteligencia artificial, pero también para los que apostaron por la ingeniería informática (y las disciplinas técnicas) y deseen seguir el camino que empezaron. En este caso, para lograr crear un robot que piense como una persona, necesitarán apoyarse en determinadas ramas de las humanidades.

7. Terapeuta de empatía artificial

Se espera que uno de los campos en los que avance más la robotización sea el de la formación y el apoyo a personas con necesidades especiales (cognitivas, motoras o sensoriales). Aquí no se convierten en un competidor frente al profesor o el terapeuta, sino en una herramienta de ayuda para que este pueda alcanzar sus objetivos.

La llegada de los robots a las terapias hará necesarias personas con conocimientos de psicología, sociología, psiquiatría y, por supuesto, las nociones necesarias de programación y tecnología.

8. Impresor 3-D

La impresión 3D ofrece oportunidades emprendedoras que, hasta hace muy poco, hubieran sido impensables. Sin embargo, lo que más llama la atención es su capacidad para transformar muchos modelos de negocio tradicionales completamente consolidados.

Impresora 3D en funcionamiento.
Impresora 3D en funcionamiento. IZABELA HABUR GETTY

Por todo ello, necesitamos profesionales de todos los sectores de actividad, con conocimiento sobre las herramientas de impresión 3D, capaces de imaginar (e inventar) qué más podemos hacer con ellas. A medida que se desarrolle la impresión 3D se combinará con otros avances, por lo que será necesario saber también de robótica o Internet de las cosas.

9. Protésico robótico

Cada año entre 250.000 y 500.000 personas sufren una lesión medular, quedando, en muchas ocasiones “condenadas” para siempre a una silla de ruedas. Hace tan solo una década leer algo así nos hubiera llevado a pensar: es la vida, ¿no es cierto? Afortunadamente, eran otros tiempos y gracias a la llegada de los exoesqueletos mecánicos ya no hay por qué resignarse. Las prótesis robóticas también proporcionan ya la posibilidad de devolver miembros con todas sus funciones y controlados por la mente a quienes los perdieron

Esto significa que serán necesarios profesionales con conocimientos de robótica, impresión 3D, biología y, aunque parezca mentira, los avances en telepatía y telequinesis con tecnologías informáticas. El perfil será el de un médico o profesional de la salud familiarizado con esa tecnología.

10. Ingeniero de nanorobots médicos

La aplicación de la nanotecnología a la práctica médica recibe el nombre de nanomedicina, disciplina que está experimentando con el empleo de nanorobots para, entre otros usos, transportar fármacos por dentro del cuerpo. A modo de ejemplo, se estima que dentro cinco años podremos recurrir a nanobots cerebrales para prevenir ataques epilépticos. Por si fuera poco, ya se ha logrado curar el cáncer de colon en ratones con nanorobots.

Recreación de un nanorobot destruyendo células cancerígenas.ampliar foto
Recreación de un nanorobot destruyendo células cancerígenas. DAVID GIFFORD GETTY

Harán falta trabajadores del mundo médico con conocimientos multidisciplinares que abarquen tanto la ingeniería y la computación, como la biología y el conocimiento tradicional de la práctica médica. Estamos frente a otra evolución de profesiones como la de médico y biólogo, que tendrán que complementar sus conocimientos con otros de robótica, y saber qué efectos puede tener la nanotecnología dentro del cuerpo humano.

11. Abogado especializado en drones y ciberseguridad

El potencial de tecnologías como los drones o el Internet de las cosas es enorme. Sin embargo, llegan con muchos retos y riesgos sobre nuestra seguridad y la de nuestras empresas. Por ello, hace falta un marco regulador y profesionales que permitan su expansión, pero que también controlen y limiten lo que las personas sin escrúpulos podrían llegar a hacer con ellas.

Para desarrollar y actuar en ese nuevo marco legal necesitamos abogados con conocimientos de tecnología y su marco regulador, que sean conscientes del impacto de estos avances sobre nuestras vidas y negocios.

Unirse a ellas es fácil, aunque, por supuesto, hace falta un cambio de actitud y cierto esfuerzo. No obstante, no lo dudes, merece la pena y hay espacio también para ti. El futuro está cargado de oportunidades que no debes dejar escapar.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/10/26/talento_digital/1477502097_899751.html

Imagen: ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2016/10/26/talento_digital/1477502097_899751_1478029198_noticia_normal_recorte1.jpg

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