Las escuelas secundarias iniciaron su reapertura este sábado en Afganistán sin niñas ni profesoras.
El Talibán ordenó en un comunicado que solo los niños regresen a las aulas, excluyendo a todas las niñas y a las mujeres que ejercen como maestras en el país.
Además, el viernes fue clausurado el Ministerio para Asuntos de la Mujer, encargado de velar por los derechos de las mujeres afganas desde 2001.
Fue reemplazado por el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, un organismo para hacer cumplir estrictas doctrinas religiosas.
Es el mismo departamento que entre 1996 y 2001 desplegó la llamada «policía de la moralidad» en las calles para hacer cumplir la estricta interpretación de los talibanes de la ley religiosa islámica, conocida como sharía.
Estas normativas son señales de que Afganistán está regresando al severo régimen talibán de la década de 1990, pese a las promesas de los nuevos mandatarios de ejercer un gobierno más inclusivo.
«Estoy muy preocupada por mi futuro»
El comunicado emitido el viernes, ante la reapertura de las escuelas afganas este sábado, decía lo siguiente: «Todos los profesores y estudiantes varones deben asistir a sus instituciones educativas».
Las escuelas secundarias suelen ser para estudiantes de entre 13 y 18 años. La mayoría de ellas están segregadas en Afganistán, lo que facilitaría a los talibanes el cierre de escuelas para niñas.
Algunas alumnas y sus padres dicen que las perspectivas para el futuro son sombrías.
«Estoy muy preocupada por mi futuro», le dijo a la BBC una estudiante afgana, que soñaba con ser abogada.
«Todo se ve muy oscuro. Todos los días me despierto y me pregunto: ¿Por qué estoy viva? ¿Debería quedarme en casa y esperar a que alguien toque a la puerta y me pida que me case con él? ¿Es este el propósito de ser mujer?«
Su padre dijo: «Mi mamá era analfabeta y mi papá la intimidaba constantemente y la llamaba idiota. No quiero que mi hija se vuelva como mi madre».
Otra colegiala, una joven de 16 años de Kabul, dijo que fue un «día triste».
«¡Quería ser médica! Y ese sueño se ha desvanecido. No creo que nos dejen volver a la escuela. Incluso si abren las escuelas secundarias nuevamente, no quieren que las mujeres se eduquen».
A principios de esta semana, los talibanes anunciaron que a las mujeres se les permitiría estudiar en las universidades, pero no podrían hacerlo junto con los hombres y enfrentarían un nuevo código de vestimenta.
Algunos sugirieron que las nuevas reglas excluyen a las mujeres de la educación universitaria porque las universidades no tienen los recursos suficientes para proporcionar clases separadas para hombres y mujeres.
«Un retroceso»
Desde que el Talibán fue destituido en 2001, se han logrado enormes avances en la mejora de las tasas de escolarización y alfabetización de Afganistán, especialmente para las niñas y las mujeres.
El número de niñas en las escuelas primarias aumentó de casi cero a 2,5 millones, mientras que la tasa de alfabetización femenina casi se duplicó en una década al 30%. No obstante, muchos de los avances se lograron solo en las ciudades.
«Este es un retroceso en la educación de las mujeres y niñas afganas», dijo Nororya Nizhat, exvocera del Ministerio de Educación de Afganistán.
«Esto recuerda a todo el mundo lo que hicieron los talibanes en los años 90. Terminamos teniendo una generación de mujeres analfabetas y sin educación».
Poco después de tomar el poder, los talibanes dijeron que los derechos de las mujeres en Afganistán serían respetados «dentro del marco de la ley islámica».
Los egresados del colegio San Mateo Apóstol han manifestado su indignación porque la institución envió un correo en el que, además, aseguraba que allí no se aprende sobre “ideología de género”. El grupo al que pertenece ya ofreció disculpas.
“Creemos firmemente que esta publicación va en contra del derecho a la educación y el libre desarrollo de la personalidad y dignidad humana”, afirman los exalumnos.
El colegio San Mateo está ubicado al norte de Bogotá. Es privado, de calendario B y bilingüe. Como se lee en un página web, desde hace 35 años inculca a sus estudiantes “valores morales formados por la fe católica”. “Hemos estado trabajando para preparar a futuros líderes que puedan analizar problemas, apoyar sus argumentos y transformar el mundo que los rodea”, señalan. Sin embargo, varios egresados han manifestado su desacuerdo con varias afirmaciones que esa institución ha hecho en las últimas semanas y que, a sus ojos, “no reflejan una educación de calidad”. (Lea Tradición, tabús y religión: así fracasó la educación sexual en Colombia)
Su descontento, que hicieron público a través de una carta, tiene que ver con un mensaje que llegó a sus correos electrónicos desde el colegio. En él les aseguraban que en “el colegio no se aprende sobre sexo, ideología de género o activismo LGTB”. Tampoco sobre “comunismo, izquierdismo o socialismo”. Más adelante añadían que los profesores deben enseñar “matemáticas, español, historia, geografía, lengua extranjera, ciencias, química, física, biología, filosofía, sociología, educación física y artes”.
Esta es la parte del comunicado que generó indignación entre los exalumnos.
Tomado de Twitter
La comunicación cayó muy mal entre algunos exalumnos. “La afirmación sobre el ‘no aprendizaje sobre comunismo, izquierdismo o socialismo’ trunca una educación integral, especialmente en áreas del conocimiento como historia y filosofía”, apuntan en la carta en la que respondieron al colegio San Mateo. “Si bien cada quien tiene derecho a tener una ideología política, más allá de las tendencias, es un derecho y un deber como institución educativa enseñar aquello en clave histórica y social. Están privando a los estudiantes la posibilidad de debatir y pensar críticamente al vetar la discusión de dichos temas en las aulas de clase”, añaden.
En otro punto le recuerdan al colegio la importancia de hablar de educación para la sexualidad. “Es inadmisible que el colegio se ufane de no hablar de sexo. Desarrollar proyectos pedagógicos de educación para la sexualidad es indispensable para una educación integral, que responda a los retos actuales. Además, la educación sexual en Colombia es obligatoria en todas las instituciones educativas del país (…) Pretender cargar únicamente sobre los hombros de la familia la educación en derechos reproductivos y sexuales es completamente irresponsable”.
“Es inaudito que el colegio pretenda invisibilizar y estigmatizar a la población LGBTIQ+”, anotan en otro párrafo. “Esto es desconocer que el colegio debe ser un entorno seguro para todas las personas en todas sus diversidades. Afirmaciones como las presentes en el Newsletter parecen promover la homofobia y discriminación (…). Hay que recordar que el colegio debe ser un espacio libre de discriminación de toda índole en especial la sexual”.
Además, el grupo de exalumnos también cree que al asegurar que “los profesores deben enseñar”, el colegio limita la educación a “sólo unas áreas del conocimiento”.
“Creemos firmemente que esta publicación va en contra del derecho a la educación y el libre desarrollo de la personalidad y dignidad humana”, afirman.
El Espectador se comunicó con el colegio San Mateo para conocer sus razones detrás del boletín (Newsletter) que enviaron por correo electrónico. Aseguraron que se encontraban redactando un comunicado de prensa que pronto sería compartido a los medios de comunicación. Allí, dijeron, aclararían lo que sucedió.
Aunque en el momento en que este artículo se publica el colegio San Mateo no nos había compartido aún su respuesta, en Twitter circuló un boletín hecho por el grupo “Inspired”, del cual hace parte la institución educativa. En él aseguran que los comentarios que fueron enviados por e-mail son “inconsistentes con nuestros valores como comunidad escolar y como grupo educativo” e “incorrectos (…) Deseamos disculparnos por el contenido de dicha comunicación”.
“Concretamente, queremos excusarnos por el malestar que ese boletín haya causado a cualquier persona dentro o fuera de nuestra comunidad”, añaden en el documento, firmado por Matt Harbison, de la junta directiva del colegio y CEO de Inspired Group. “Inspired es una organización que se nutre de la diversidad y que enseña a todos los estudiantes de nuestros colegios a abrazar su individualidad, pues justamente eso es lo que los hace especiales. Nuestro objetivo como educadores es ayudar a cada alumno a encontrar y adoptar su propia identidad y realizar su potencial”.
También aseguran que ellos inculcan a sus estudiantes que todas las personas, “independientemente de su raza, género, etnia, orientación sexual, creencias religiosas o ideología política, son iguales y deben ser tratadas como tales”.
Finalmente, aclaran que no es cierto que no se enseñen temas como el comunismo o el socialismo. “Enseñamos sobre estos asuntos en las asignaturas de historia y filosofía; y como cualquier colegio de gran calidad no defendemos una única filosofía política (…) Nos esforzamos por ser un lugar de discusión e ideas abiertas”.
En conversación con La Tercera, la activista admite que, pese a que en 2015 Irlanda se convirtió en el primer país del mundo en aprobar el matrimonio homosexual mediante un referendo, aún existen desafíos al respecto.
En momentos en que Irlanda cumple seis años de la aprobación del matrimonio homosexual mediante un referendo, la activista irlandesa Moninne Griffith es una pieza clave del movimiento. No solo participó activamente de la campaña sino que también ahora sigue trabajando como directora general de BeLonGTo, una organización nacional irlandesa que entrega apoyo a jóvenes lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI+).
También es una de las protagonistas del documental La 34ª: La historia del matrimonio igualitario en Irlanda (que desde el viernes y hasta mañana está siendo transmitido en la plataforma digital del Centro Arte Alameda), que narra, a través de entrevistas y archivos, la campaña que desembocó en el referendo del 22 de mayo de 2015, donde más del 62% de los irlandeses votó a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. Irlanda se convirtió así en el primer país del mundo que autoriza por voluntad popular este tipo de uniones.
Griffith, quien el jueves participó de un conversatorio organizado por la Embajada de Irlanda junto con Isabel Amor, directora de Fundación Iguales, se refiere en esta entrevista con La Tercera a la campaña para el referendo sobre el matrimonio gay y los desafíos que aún enfrenta la comunidad LGTBI en su país.
Usted trabajó por años en llevar adelante una campaña para lograr la legalización del matrimonio homosexual. ¿Cómo describiría este proceso considerando lo conservadora que puede ser la sociedad irlandesa, por el factor religioso, al igual que la chilena?
Creo que hay muchas similitudes entre los irlandeses y la experiencia en Chile también, aunque de alguna manera ustedes están a la delantera de nosotros en relación con algunos derechos LGTBI como, por ejemplo, el reconocimiento de género. Pero en cuanto a matrimonio igualitario, logramos esa ley en 2015 después de una larga campaña que duró unos 10 años, previo al referendo de 2015. Había una pareja irlandesa que se casó en Canadá y llevó el caso a los tribunales de Irlanda para intentar ayudar al reconocimiento de su matrimonio canadiense. Y en muchos sentidos, ese fue el nacimiento del movimiento por la igualdad en el matrimonio en Irlanda, porque ciertamente dio visibilidad a las parejas del mismo sexo de una manera que nunca antes había ocurrido en el país. Hay que tener en cuenta que la homosexualidad fue despenalizada en 1993 y las cosas han mejorado porque somos parte de la Unión Europea. Así que había muchas directivas, reglamentos y leyes de la Unión Europea que se habían introducido y obligado a Irlanda a actualizar nuestras leyes en términos de igualdad y discriminación. Y así, las personas LGTBI estuvieron protegidas de la discriminación en el lugar de trabajo. Las cosas estaban empezando a mejorar, pero de una manera muy calmada. Había muy poca visibilidad de las personas LGTBI en lugares públicos, en cargos públicos, en los medios de comunicación. Entonces, cuando vimos a la pareja de mujeres que llevó el caso a los tribunales, de repente aparecieron en los medios de comunicación y en las noticias hablando sobre su caso judicial. Creo que esta fue la primera vez que el público en general en Irlanda realmente comenzó a pensar en las personas gay y lesbianas que querían casarse. Creo que muchos de ellos probablemente ni siquiera habían considerado esto antes. El caso no tuvo éxito y no cambió la ley. Pero creo que hizo comenzar la lucha por la igualdad en el matrimonio. La campaña en sí misma se construyó en torno a una estrategia de comunicación y de humanización del debate, haciéndolo sobre personas y su familia y su comunidad, en su vecindario, sus amigos, y no en un debate teórico junto con una campaña política. Hicimos una estrategia de movilización y hablamos con los sindicatos, con organizaciones de niños, organizaciones de jóvenes, organizaciones de mujeres y muchas organizaciones diferentes que estaban trabajando por los derechos de diferentes grupos de personas para construir solidaridad, generar un impulso y construir un movimiento. Cuando llegó el referendo todos nuestros aliados ya estaban informados. Estaban a bordo.
¿Qué ocurría con los sectores más conservadores y qué hicieron para conseguir apoyo?
Al principio habían varias personas que no apoyaban el matrimonio homosexual, ellas pueden haber pensado, bueno, el matrimonio es una institución patriarcal. Y entonces tuvimos que construir apoyo y la capacidad entre la comunidad LGTBI para abogar y ver cómo compartir sus historias, ya sea entrando y hablando con su político local o teniendo conversaciones con amigos o con la familia o en el lugar de trabajo. La idea era mover a la comunidad por todo el país. Así que no fue solo en el momento del referendo y no fue solo un grupo de activistas en Dublín quienes pidieron (una ley de matrimonio homosexual). Había personas en todas las ciudades pequeñas y grandes de toda Irlanda que se movilizaron, activaron, sabían cómo llevar a cabo la campaña local, sabían cómo hablar con los medios locales y había que hablar con los residentes locales en los barrios, en las comunidades y los representantes electos locales. Entonces tomó tiempo. Tomó mucho tiempo. Y, ya sabes, cuando comenzamos en 2007, mucha gente pensó que nunca sucedería en nuestra vida. Pero hicimos muchas encuestas e investigaciones y sabíamos que realmente se trataba de educación, concientización y luego de responder a algunos de los miedos y preocupaciones que la gente tenía en torno a las personas LGTBI, el matrimonio y tener hijos y qué significaría eso para la sociedad en grande. Entonces respondimos esas preguntas. Por ejemplo, les pedimos a los jóvenes que habían crecido con padres gays y lesbianas que contaran sobre cómo fue crecer con padres gays y lesbianas. Las personas hablaban de sus miedos y se dieron cuenta de que esos miedos eran infundados.
¿Ustedes pensaban legalizar el matrimonio homosexual mediante referendo o querían hacerlo con una ley en el Parlamento?
No, al principio esperábamos que fuera a través de los tribunales o de nuestro Parlamento. En el referendo tuvimos una gran victoria, ni siquiera fue una victoria estrecha, fue de un 62%. Y fue lo más afirmativo para mí como lesbiana y también para otras personas LGTBI, el hecho de poder entrar en una tienda o estar en público e incluso si experimentas algo de homofobia, porque no ha desaparecido, sabíamos que no desaparecería de la noche a la mañana. Pero en todo caso puedes sentirte bien, por el hecho de que la mayoría de las personas piensa que merezco la igualdad y piensa que soy un igual. Y eso te da más resiliencia y más sentido de pertenencia y que estás seguro y apoyado. Entonces es una afirmación increíblemente poderosa. Pero creo que no habría sido nuestra primera opción, si era posible hacerlo en el Parlamento y en los tribunales, esa siempre sería nuestra preferencia. Pero el fiscal general de Irlanda le dio un consejo al gobierno y le dijo que no sería posible debido a la posición única de la familia casada en la Constitución irlandesa.
Después de cinco años en que hay una ley de matrimonio homosexual en Irlanda, ¿cuáles son los desafíos que aún enfrentan?
Desafortunadamente hay tantos desafíos. Yo como mujer lesbiana blanca, de clase media y sin discapacidad, la vida es mucho mejor. Puedo decir que lo es y me siento mucho más segura de estar en público y cuando uso los servicios, cuando voy al médico, al hospital o cualquier otra cosa, ya sabes, me siento más segura. Pero para las personas LGTBI más jóvenes y para las personas LGTBI que tal vez sean solicitantes de asilo o que sean miembros de la comunidad romaní que viaja aquí, la vida todavía puede ser muy, muy difícil. Trabajamos con jóvenes LGTBI de 14 a 23 años y la gran mayoría es gente joven y el 73% de ellos no se siente seguro en la escuela.
Eso iba a preguntarle, sobre el acoso, la burla que pueden enfrentar algunos jóvenes LGTBI en el colegio…
Depende de la escuela. Entonces, algunas que son muy duras frente al acoso escolar. No aceptan ni toleran la intimidación de ningún tipo. Y son realmente buenos en eso. Pero muchas escuelas no lo son. Y a veces es porque no se sienten cómodos o confiados. Los profesores no se sienten seguros de cómo abordar esto, o si un joven se les acerca, no saben cómo apoyarlos. Y es por eso que es tan importante que continuemos con nuestro trabajo y capacitemos a los maestros y apoyemos realmente a los estudiantes LGTBI. Así que sí, sigue siendo un problema. Todavía hay enormes niveles de intimidación, aislamiento y exclusión. Y la repercusión de eso es que las personas LGTBI tienen un riesgo mucho mayor de problemas de salud mental, autolesiones, ideación suicida y uso indebido de drogas y alcohol, y también un mayor riesgo de faltar a la escuela y abandonarla antes. Así que todavía queda mucho trabajo por hacer para que la escuela sea un lugar y un hogar más seguros. Por tanto, tomará tiempo hacer algo porque está profundamente arraigado en la cultura y tradición irlandesas y en la forma en que pensamos. Y luego, en el otro lado, está el ascenso de la extrema derecha, a quienes se les han dado plataformas para hablar especialmente sobre personas trans y cuestionar su existencia misma. Es una narrativa realmente muy dañina y peligrosa, y está provocando mucho miedo.
¿Qué deberían hacer los países para proteger los derechos de las personas LGTBI?
El Estado tiene el deber de garantizar que los estudiantes LGTBI estén seguros cuando están en la escuela, en sus comunidades y en sus hogares. Y parte del trabajo en torno a eso es la educación, a reducir los estigmas, los prejuicios, el miedo, que a veces es inconsciente.
La investigadora presenta un estudio con historias de adolescentes que piden que se acompañe también a las familias en el proceso
La profesora asociada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Noemí Parra presentó ayer en la biblioteca universitaria los resultados del proyecto ‘Adolescencias trans*: historias y acompañamiento’ una investigación aplicada en la que reúne las historias de vida de seis jóvenes trans. Según Parra, la iniciativa pretendía conocer a través de su propia voz su periplo vital, y una de las cuestiones que distingue a las chicas trans de los chicos es que ellas «hacen más relato de violencia escolar» que ellos. «Una de las chicas abandonó los estudios» y aunque este no es un trabajo cuantitativo, explicó Parra, si refleja lo que se recoge en otros «que es relacional el abandono escolar con la violencia en la escuela y que ellas están más en riesgo, ahí hay diferencia entre chicas y chicos».
Parra inició este estudio «que trata básicamente de qué que nos puede aportar las biografías personas trans para mejorar la práctica de acompañamiento», cree que es importante escuchar a la adolescencia trans «es su propia voz, no mediada por voces adultas», y con ellas ha elaborado lo que llama «cartografías de los planos principales del acompañamiento» en ámbitos como el social, el familiar o el educativo, entre otros.
«El acceso a las historias contadas en primera persona permiten una mirada cercana, al detalle, que se centra en la textura de las vidas de las personas tras», abunda. La investigación, financiada por el Cabildo grancanario también contó con un grupo «focal», que estuvo compuesto por otras cinco personas jóvenes trans. Todo ello, añadió, será recogido en una publicación «que saldrá próximamente», afirmó.
Noemí Parra: «Este tipo de investigación permite huir de los grandes relatos (…) Cada trayectoria es particular y necesitaban ser atendidos desde esa particularidad»,
Este tipo de investigaciones, añade Parra, «permite huir de los grandes relatos y particularizar las historias» y «esa es una de las cosas que reclamaban» estas personas jóvenes. «Insistían en que cada trayectoria es particular y que necesitaban ser atendidos desde esa particularidad», añadió.
Otro de los temas que se abordaron fue el de la familia «como espacio de soporte, de reconocimiento y también de cuidado de la vulnerabilidad y la dependencia, que es un hecho consustancias a la infancia», explicó la investigadora. Puede que en la familia no de ese «reconocimiento de la identidad» o responda con «violencia y de hasta con la expulsión». La familia, en las conversaciones con estos adolescentes, «se configuraba como un espacio muy importante vinculado al apoyo y al bienestar y una de las cosas que destacaban era que además de acompañarlos a ellos era importante que sus familias fueses acompañadas y que les ayudaran a entender las cosas que les pasaban», algo que a Noemí Parra le pareció un resultado «interesante».
«Otro de los espacios es la escuela, al que algunos ven como un lugar de mucha rigidez, de reproducción de normas de género y de vigilancia y también un espacio que posibilita el acompañamiento» pues no en vano, recordó, «es donde pasan muchas horas de su vida», añadió.
La también investigadora del Centro de Estudios y Difusión del Atlántico, habla también del «acompañamiento afectado» en referencia a «estar junto a, es decir, a caminar al lado, aprender del proceso» en el que también se movilizan emociones».
Multa a mujer transexual genera reacción de activistas e instituciones involucradas en el trabajo por la diversidad sexual y de género.
Los derechos de las personas trans a expresar libremente su identidad de género volvieron a la palestra pública en Cuba, en momentos en que el país se prepara para iniciar la consulta popular del nuevo Código de las Familias y en vísperas de la celebración el 31 de marzo del Día Internacional de la Visibilidad Trans.
“Merlìa tiene el derecho a expresar su identidad de género, tal y como es: una persona trans, protegida constitucionalmente en #Cuba. Sin embargo, aún persisten prejuicios discriminatorios en nuestra sociedad”, aseguró un texto publicado en la página en la red social Facebook por el estatal Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
“Desde que conocimos del caso, el #Cenesex se ha ocupado de la coordinación con las autoridades pertinentes y del asesoramiento legal, de conjunto con la Red Nacional TransCuba –asociada a nuestro centro–, para reivindicar los derechos de Merlìa”, añadió la nota, junto al mensaje “(trans)mitimos igualdad, vacúnate contra el prejuicio”.
Tras compartir el caso de Merlìa Somers el pasado día 23 de marzo, el activista por los derechos de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, trans e instersexuales (LGBTI) en Cuba, Alberto Roque Guerra, alertó sobre la necesidad de “una respuesta inmediata, además de la queja que la persona afectada hará por las vías formales”.
Horas después, en la central provincia de Sancti Spíritus, a casi 400 kilómetros de La Habana, la coordinadora del Servicio de Orientación Jurídica del Cenesex, Lisette Fernández Gutiérrez, informó que junto a las partes involucradas en el proceso se están dando todos los pasos legales para apelar la multa ascendente a 1.000 pesos cubanos.
Merlìa Sommers cuenta la historia
Residente en el municipio espirituano de Cabaiguán, Sommers fue interceptada por un oficial en uniforme verde olivo el pasado sábado 20 de marzo, cuando se disponía a hacer una cola para comprar artículos de aseo personal en una tienda de venta en moneda libremente convertible.
“Me preguntó que yo hacía vestido así allí y llamó a un policía de los que estaban controlando la cola y el policía me dijo que yo les estaba faltando el respeto, al yo aparecerme vestida así allí (de mujer) que eso era desacato a la ley y que yo estaba violando un artículo…”, asegura Sommers en el relato compartido por Roque.
Según Sommers, tras intentar defender sus derechos, fue conducida a una unidad de la policía y multada por uso incorrecto del nasobuco en el contexto de la pandemia por la covid-19. “Cuando yo uso dos nadsobucos porque tengo problemas en el corazón y de respiración y mi cuerpo no aguantaría la pandemia”, explicó la mujer trans.
La joven trans, que se presenta en Facebook como transformista y bailarina, reconoció que ha tenido el apoyo del Cenesex desde el inicio y, en estos momentos, se encuentra en proceso de apelación de la multa. Adicionalmente, ha recibido manifestaciones de solidaridad de cientos de personas y activistas de diferentes tendencias y causas.
Protección legal
Los derechos de las personas trans quedaron consagrados en el artículo 42 de la nueva Constitución de la República de Cuba, que establece que “todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades, y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades”.
El texto constitucional garantiza la no discriminación “por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana”.
Varias investigaciones realizadas a nivel nacional identifican a la población trans como la más vulnerable ante diversas formas de discriminación y violencias.
Desde hace más de una década, el Cenesex ha trabajado en un proyecto de ley de identidad de género que, entre otros derechos, debería garantizar el cambio de identidad para las personas trans. El nuevo Código de las Familias, esperado durante más de dos décadas, puede traer también novedades para la comunidad LGBTI cubana.
Pero, en ausencia de una ley, avances como la realización gratuita de operaciones de reasignación sexual en instalaciones de salud, cambios puntuales de nombres en el carnet de identidad, el trabajo sistemático de la Red TransCuba y el aumento de la visibilidad y el activismo trans chocan con prejuicios asociados a la sociedad patriarcal.
“Son inadmisibles las manifestaciones de homofobia y transfobia. Tenemos muchos desafíos para cambiar estereotipos y patrones culturales, lo cual lleva tiempo. Seguiremos trabajando en la sensibilización sobre los derechos sexuales y reproductivos para evitar que ocurran actos discriminatorios como este”, afirmó Fernández.
La demanda de un trabajador social de Hong Kong en China que impugna un libro de texto ampliamente utilizado que llama a la homosexualidad un trastorno mental ha sido rechazada por segunda vez.
Un tribunal chino ha confirmado un fallo de que una descripción de libro de texto de la homosexualidad como “un trastorno psicológico” no era un error de hecho, sino simplemente una “opinión académica”.
La comunidad LGBT china, y la mujer de 24 años que presentó la demanda, han expresado su decepción por la decisión, dictada la semana pasada por el Tribunal Popular Intermedio de Suqian en la provincia oriental de Jiangsu.
Ou Jiayong, quien también usa el nombre Xixi, dijo que la decisión del tribunal sobre lo que constituía un “error de hecho” fue “aleatoria y sin fundamento”.
En 2016, durante su primer año de estudios en la Universidad Agrícola del Sur de China en Guangzhou, provincia de Guangdong, Xixi encontró un libro de texto de psicología que describía ser gay como un trastorno mental.
Xixi y sus amigos protestaron contra el libro de texto frente a la oficina de su editor en Guangzhou, provincia de Guangdong en julio de 2016.
La edición de 2013 de Educación en salud mental para estudiantes universitarios , publicada por Jinan University Press, enumeró la homosexualidad como “trastornos psicosexuales comunes”, junto con el travestismo y el fetichismo. Afirmó que la homosexualidad “se creía que era una alteración del amor y el sexo o una perversión de la pareja sexual”.
Varias universidades chinas utilizan el libro de texto y a Xixi le preocupaba que perpetuara la creencia de que ser gay estaba mal.
En 2017, Xixi demandó al editor del libro de texto y al minorista en línea. JD.com que lo almacena, exigiendo que elimine la referencia y se disculpe públicamente. Ella dijo que el libro era un “trabajo de mala calidad”, ya que la declaración era incorrecta, sin una base científica que lo respaldara.
A fines del año pasado, el Tribunal Popular del Distrito de Suyu en Suqian falló a favor de la editorial, diciendo que las opiniones opuestas de Xixi y el editor se debían a diferencias de opinión más que a un error de hecho.
En noviembre, Xixi, ahora trabajadora social en Hong Kong, apeló contra el fallo, pero no fue suficiente para influir en el tribunal de apelaciones, que la semana pasada dictó su decisión de mantener el fallo anterior.
“El editor del libro de texto aparentemente utilizó puntos de vista que no coinciden con la percepción que tiene la sociedad de las minorías sexuales en la actualidad”
Dijo que creía que la evidencia que había proporcionado era suficiente para probar que la descripción de la homosexualidad como un trastorno mental era incorrecta.
“Quizás este fallo sea para reducir la controversia”, dijo. “Pero también ha permitido que sigan circulando libros de texto que patologizan la homosexualidad, lo cual es una lástima”.
La demanda de Xixi atrajo una oleada de apoyo de la comunidad LGBT de China, que expresó públicamente su decepción por el resultado del caso.
China despenalizó la homosexualidad en 1997 y fue eliminada de una lista de trastornos mentales en 2001. Pero en 2021, un tribunal confirmó un fallo de que un libro de texto que califica a la homosexualidad como un trastorno mental no es incorrecto.
Ah Qiang, portavoz de la organización no gubernamental PFLAG con sede en Guangzhou, un grupo local de apoyo de pares para familias y amigos de la comunidad queer, comparó la descripción de la homosexualidad en los libros de texto con personas que creían que el sol giraba alrededor de la tierra en su inexactitud.
“El editor del libro de texto aparentemente utilizó puntos de vista que no coinciden con la percepción que tiene la sociedad de las minorías sexuales de hoy”, dijo Ah Qiang.
China despenalizó la homosexualidad en 1997 y fue eliminada de una lista de enfermedades mentales en 2001. Pero los homosexuales que son “discordantes consigo mismos” o que se sienten ansiosos o deprimidos debido a su sexualidad todavía figuran en la Clasificación oficial china de trastornos mentales.
La Organización Mundial de la Salud desclasificó la homosexualidad como un trastorno mental en 1990.
Xixi dijo que si bien había agotado todas las vías legales disponibles para revocar el fallo, todavía queda mucho trabajo por hacer y un largo camino por recorrer para abordar la situación.
“Mi abogado y yo tendremos algunas sesiones de intercambio público, escribiremos notas con otros miembros de la comunidad y veremos si hay algo más que podamos seguir”, dijo.
Gran polémica se vive en Italia luego de que las autoridades consideraran a la comunidad homosexual como “categoría de riesgo Covid-19”, junto con drogadictos y prostitutas.
Esta noticia se volvió viral, causando indignación en la sociedad italiana, luego de que se difundiera la foto de un formulario de salud donde se considera a los homosexuales como estegrupo de riesgo.
El centro de salud de La Spezia, localidad portuaria de Liguria (noroeste), señaló en un documento oficial que “los sujetos con conductas de riesgo: drogadictos, prostitutas, homosexuales”, debían ser incluidos en la campaña de vacunación.
El caso fue denunciado y generó indignación por parte de funcionarios locales y nacionales, tanto de izquierda como de derecha, así como de las asociaciones de defensa de los derechos de los homosexuales. “Es un error inaceptable y discriminatorio”, reconoció en un comunicado el presidente de la región Liguria, Giovanni Toti, quien ordenó una investigación inmediata sobre elcaso.
El error fue cometido por un funcionario del centro de salud, que copió y pegó la fórmula empleada por el ministerio de Salud para las vacunaciones.
La AFP consultó el manual para las vacunas en la página internet del ministerio de Salud, actualizada en febrero del 2021 y efectivamente se considera a los homosexuales como categoríade riesgo, al igual que los drogadictos o las prostitutas.
El ministerio precisó que se trata “de conductas que determinan riesgos y no de la orientación sexual”.
El ministerio aseguró que el formulario copiado por el centro de salud de La Spezia proviene de “un documento antiguo, utilizado para las donaciones de sangre” y adelantó que la costumbre de basarse en viejos formularios será corregida.
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Fuente: https://www.latercera.com/la-tercera-sabado/noticia/moninne-griffith-activista-irlandesa-por-los-derechos-de-la-comunidad-lgtbi-todavia-hay-enormes-niveles-de-intimidacion-hacia-las-personas-lgtbi-en-irlanda/KM2GHK5BSVGTBBY6ZXZIPSSKM4/