Educación al aire libre: cómo beneficia a los niños

En las últimas décadas, la sociedad ha sufrido una transformación en su modo de vivir pasando a un modo prácticamente condicionado entre paredes “para protegerse de los peligros del exterior”. Y es que el urbanismo y la llamada “colonización de entornos naturales” ha creado una auténtica generación la cual podría catalogarse perfectamente como “de asiento trasero”.

Actualmente los niños tienen cada vez menos contacto con el medio ambiente, afectándoles no solo su salud física sino su desarrollo integral. Es por ello que se requiere de un cambio en el modelo educativo tradicional donde se pase de la mera asimilación y memorización de información a un modelo donde se valore los efectos del humano sobre el medio ambiente. Afortunadamente en varios países está comenzando a extenderse la llamada “educación al aire libre” la cual se basa en dos pilares fundamentales: la naturaleza como entorno educativo y la libertad que se le da al alumno para que investigue y experimente por sí mismo.

Beneficios que ofrece el modelo de educación al aire libre

¿Te imaginas que el aula de clases sea en medio de un agradable parque natural, playa o zona forestal? ¿Que en lugar de que los alumnos repitan y asimilen por horas información dictada por un docente, aprendan mediante su curiosidad y exploración nata? Esos son algunos de los métodos que se utilizan en la educación al aire libre. Por ende, se evita que el niño sea tratado como un sujeto pasivo subordinado a la autoridad encarnada en el maestro.

Este modelo educativo indudablemente ofrece numerosos beneficios a los niños. Algunos de estos son:

  • Al estar en contacto constante con el medio ambiente, el sistema inmunitario de los niños se verá fortalecido. Además, se evitará el padecimiento de la obesidad ya que los niños estarán en constante actividad física.
  • Se estimula el desarrollo de habilidades motoras tales como el equilibrio, agilidad y coordinación, al estar en un entorno natural.
  • Al basarse en la investigación y experiencia por parte del niño, se fomenta la capacidad de razonamiento, toma de decisiones y emprendimiento.
  • Se fomentan las relaciones sociales.
  • Se reduce drásticamente el comportamiento violento, ya que los niños no sufren de estrés ni ansiedad. También desarrollan un fuerte sentido de defensa hacia el medio ambiente.

Casos exitosos en cuanto a la implementación de la educación al aire libre

Las escuelas al aire libre o bosques escuelas son bastantes conocidas sobre todo hacia el centro y norte de Europa. Un caso de éxito lo encontramos en el colegio Baleares International College, ubicado en Mallorca, debido a la calidad de educación que ofrecen en sus diferentes centros. ¿Qué hace del Baleares International College todo un ejemplo? Entre sus metodologías de estudios ofrecen al alumno:

  • Los niños pasan mucho tiempo al aire libre, permitiéndoles así disfrutar al máximo de la naturaleza.
  • En los espacios exteriores de las instituciones disponen de elementos que estimulan el desarrollo y la educación del niño.

Se fomenta la exploración y la realización de actividades propias de acuerdo al entorno en montañas y playas. También permiten que los niños disfruten de deportes como la práctica de vela.

Fuente de la información e imagen: https://educacion2.com

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Educar fuera del aula, una oportunidad para combatir el coronavirus

Por: Educación 3.0

La voluntad del profesorado y la implicación de equipos directivos y familias es clave para que la educación al aire libre se convierta en una opción segura para los estudiantes en plena pandemia. Darío Pérez-Brunicardi, docente de la Facultad de Educación de Segovia (UVa) y coordinador de la Red Estatal de Educación Física en la Naturaleza, explica las ventajas de este tipo de educación para toda la comunidad educativa.

Sin apenas haber podido recargar las pilas tras el confinamiento y la pandemia (que sigue activa), en los centros educativos nos hemos enfrentado durante los últimos meses a una secuencia de ajustes y reajustes para hacer frente al virus. Entre todos (equipos directivos, profesorado, familias y estudiantes) hemos logrado convertir estos centros educativos en espacios seguros. También hemos ido anticipándonos a las exigencias de una educación a distancia, por cuarentenas o por confinamiento, con formación en tecnologías de comunicación en línea. Cada vez estamos mejor preparados.

¿Para qué ventilar las aulas si fuera tenemos el aire libre?

Sin embargo, hemos olvidado las ventanas y balcones y pasamos por alto que los espacios al aire libre son los más seguros. El arranque de este complicado curso nos ha maniatado. En pocas ocasiones se ha tenido la visión y la capacidad para darse cuenta de la oportunidad que nos ofrecen los espacios al aire libre como espacios educativos. ¡No, no! No se trata de sacar los pupitres al patio o a los porches; se trata de aprovechar las posibilidades educativas de los espacios a cielo abierto. Y no sólo los del centro, sino también los parques y otros espacios más allá de los colegios.

Las posibilidades de movimiento y de mirar lejos, la amplitud para mantener las distancias o el aire extraordinariamente ventilado se suman a las ventajas del aprendizaje auténtico, en la realidad, en tres dimensiones, más allá de las pantallas y los pupitres inmóviles.

educar fuera del aula

A pesar de la gran oportunidad que nos ofrecen los espacios al aire libre, también son muchas las incertidumbres sobre cómo hacer viable una educación sin techo ni paredes; sin el cobijo de un edificio que ahora hay que ventilar constantemente. ¿Para qué ventilar las aulas si fuera tenemos el aire libre?

Ejemplos sobre cómo hacer viable una educación sin techo ni paredes

A principio de curso, una docente de Latín de un instituto en Cartagena (Murcia), se planteó dar sus clases fuera del aula. Con decisión, creatividad e ilusión lo está logrando. Porque no es necesario ser docente de Educación Física para dar clase en el patio. Los nombres científicos de los árboles o las posibilidades de educar en un ‘ágora natural’ pueden ser nuestros aliados.

«No se trata de sacar los pupitres al patio o a los porches; se trata de aprovechar las posibilidades educativas de los espacios a cielo abierto»

Por otro lado, una amiga segoviana, maestra de Infantil en un colegio rural, lleva todos los viernes del curso a sus estudiantes de 3 a 6 años al campo más cercano, donde pasan casi toda la mañana con sus pequeñas mochilas, sus rollos de colchoneta, sus botas y abrigos. En ocasiones, buscando lo que todos llamaríamos ‘mal tiempo’, dedican más tiempo a abrigarse y prepararse en el aula que a jugar en la nieve, para luego volver a clase y dedicar otros 20 minutos a ponerse cómodos, secos y calentitos. El tiempo y esfuerzo invertido ha merecido la pena, y las familias se han dado cuenta de ello poco a poco, curso a curso. Ahora van mejor preparados a clase, porque el cole también está en la calle.

educar fuera del aula

Otra maestra de Infantil de un cole urbano ha implicado a toda la comunidad educativa para transformar el patio y reconquistar los terraplenes y esos espacios que antes se consideraban un peligro, cubiertos de ‘malas hierbas’. Ahora es todo el centro el que está inmerso en una transformación del patio que se presenta como una oportunidad para educar fuera del aula. Y ahora, esta decisión está más justificada que nunca.

Asimismo, podemos apreciar que existen ciertos ‘denominadores comunes’ en estas iniciativas:

  • Una voluntad del profesorado por buscar alternativas a la educación confinada, donde el alumnado está aislado e inmóvil en su pupitre.
  • Un esfuerzo por invertir tiempo y trabajo para lograr hacer viable el aula al aire libre.
  • Un compromiso de los compañeros y del equipo directivo para que apoyen o, al menos, permitan esta posibilidad.
  • Un proceso progresivo de convencimiento e implicación de las familias para entender las posibilidades educativas y de seguridad que ofrecen estos espacios.

Consejos para educar fuera del aula en tiempos de pandemia

El protocolo es sencillo y fácil de cumplir cuando estamos fuera:

  • Mascarilla. Salvo los menores de 6 años, empleamos mascarilla en todo momento para que si nos acercamos a menos de un metro y medio de distancia esto no sea un problema.
  • Se puede mantener la distancia de seguridad. Podemos realizar multitud de actividades que no pierden el sentido manteniendo la distancia de seguridad, aunque al aire libre, esta distancia es más laxa si se utiliza mascarilla.
  • Respetar los hábitos de higiene. Manteniendo los nuevos hábitos de higiene de manos, antes y después, podemos realizar múltiples actividades con materiales naturales o con materiales de uso individual.
educar fuera del aula
  • Actividades que no necesitan del contacto físico con los demás estudiantes. El senderismo, la orientación o el ciclismo no requieren de interacción ni contacto entre los estudiantes. No es necesario forzar un distanciamiento físico, sin perder la proximidad social.
  • Extremar las precauciones en algunas situaciones. Existen algunas excepciones al uso de mascarilla, como en el caso de ejercicio intenso o cuando se come o bebe. En estas situaciones, la clave está en asegurar la distancia.
  • Sostenibilidad. Educar al aire libre implica hacerlo de manera sostenible. Se ha de poner especial énfasis en sensibilizar al alumnado acerca del uso de mascarillas reutilizables o de la importancia de tirarlas a la basura, con los cordeles cortados.

A pesar de todo, nos podemos preguntar: ‘sí, ya, pero ¿si no me dejan?’ Una paradoja que no sé si seremos capaces de comprender algún día es la consigna, más o menos generalizada, de desaconsejar o prohibir las salidas, actividades complementarias y otras actividades educativas que se salgan del protocolo de accesos, circulaciones, agrupamientos y uso de aulas.

Existe la idea de que fuera se relajarán las medidas o que salir fuera es sinónimo de recreo y distracción. Sin embargo, los que usamos habitualmente los espacios al aire libre para educar sabemos que no tiene por qué ser así. Necesitamos convencer a los equipos directivos y éstos, a su vez, a las Consejerías de Educación de que tienen que permitir y favorecer estas actividades educativas al aire libre. Una vez nos quiten el ‘palo en la rueda’, podremos dar el paso con más seguridad.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/educar-fuera-del-aula/
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