Documento: Derecho a la educación de jóvenes y adultos

Se impulsan la difusión y el debate de los Acuerdos de la CONFINTEA VI realizada en SUWON. Se adjunta un documento para ser utilizado en procesos de formación que promuevan el derecho a la educación de jóvenes y adultos.

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DERECHO A LA EDUCACION Jóvenes y Adultos CONFINTEA

Esta publicación busca impulsar avances en materia de Políticas, Gobernanza, Financiación, Participación inclusión y equidad, y; Calidad para lo cual presenta algunas de las propuestas que se vieron en la reunión de balance a Medio Término de la Conferencia Internacional de Educación de Adultos (CONFINTEA) y que pueden ayudar a planificar los próximos 4 años que faltan para el balance final de la CONFINTEA VI. La reunión de balance se realizó del 27 al 29 de octubre, en la ciudad de Suwon, República de Corea.

FUENTE: https://tarea.org.pe/digitalizaciones

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¿Qué es educación de jóvenes y adultos, hoy?

Por: Rosa Maria Torres
En un evento reciente realizado en Quito con participación de especialistas en educación y personas provenientes de diversas organizaciones sociales del Ecuador, fui la única que mencionó la educación de jóvenes y adultos.
El objetivo del evento era (re)pensar, colectivamente, una agenda educativa nacional pertinente, en momentos en que el país se apresta a elegir un nuevo gobierno.

Con aportes de todos, a lo largo del día, la pared se fue llenando de tarjetas de colores referidas a todos los temas imaginables y a todas los niveles del sistema educativo. Pero no apareció la educación de jóvenes y adultos. Tampoco tuvo destaque la educación inicial (0 a 6 años), que es también y sobre todo educación de adultos, pues implica informar y educar a madres y padres de familia y a cuidadores en la crianza de los niños. Ya es sabido que quienes se ubican en los extremos del sistema educativo – niños pequeños y personas adultas – tienen generalmente escasa visibilidad e importancia en el panorama educativo.

No sucede solo en el Ecuador. El hecho es que, a nivel mundial, la educación de jóvenes y adultos sigue siendo la Cenicienta de las políticas educativas y sigue no estando en la cabeza de la mayoría de personas. Esto, pese a que la expresión ‘aprendizaje a lo largo de la vida’ ha pasado a integrarse de lleno a la retórica educativa contemporánea. Esto, incluso entre los organismos internacionales que promueven el ‘aprendizaje a lo largo de la vida’, y pese a que el objetivo referido a la educación en el marco de los flamantes Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030) habla de «Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos».

Como especialista internacional en el campo de la educación de jóvenes y adultos, y en el paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida, sigue asombrándome:

a) la persistente reducción de educación a infancia, de educación a sistema educativo, de educación a escolarización.

b) la continuada comprensión de la educación de jóvenes y adultos como educación compensatoria, de segunda oportunidad, destinada solamente a personas analfabetas, con poca escolaridad y, en general, afectadas por algún tipo de ‘rezago educativo‘.

c) la continuada asociación de educación de jóvenes y adultos con educación no-formal.

d) la ausencia de políticas y estrategias de educación familiar, educación comunitaria, educación ciudadana, que por su propia naturaleza transcienden las edades y suponen, justamente, enfoques trans-generacionales.

e) el uso de la expresión ‘aprendizaje a lo largo de la vida‘ sin entender y asumir cabalmente sus denotaciones y connotaciones, y sin un compromiso real con el cambio paradigmático que esto implicaría al mundo de la educación.

Aprendizaje a lo largo de la vida significa, literalmente, aprendizaje desde el nacimiento (e incluso desde la gestación) hasta la muerte. Adoptar el Aprendizaje a lo Largo de la Vida como paradigma para la educación en el siglo XXI – como viene proponiendo la UNESCO – implica aceptar y entender que el aprendizaje se inicia en el hogar y en la primera infancia, que la infancia no es la única edad para aprender, que la educación es mucho más amplia que la escolarización, que hay aprendizajes formales, no-formales e informales y que todos ellos son necesarios y se complementan a lo largo de la vida de las personas, que la vida se alarga y con ella la edad adulta, que la educación de jóvenes y adultos es, hoy, elemento fundamental e ineludible de cualquier moderna política educativa.

*Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/
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