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Argentina: Hugo Pardo Kuklinski: «En las escuelas rurales los profes son mentores»

Notica / 30 de mayo de 2016 / Por: Bernardita Ponce Mora. El Tribuno

 

Hugo Pardo Kuklinski es doctor en Comunicación Audiovisual de la Universidad de Barcelona. Es argentino y vive hace 15 años en esa ciudad española. Es director deOutliers School, una consultora en temas de EDUCACIÓN y comunicación digital. Ha estado en Salta para realizar el proyecto Circópolis Escuelas Rurales Argentinas en la escuela de San Pedro de Yacochuya durante el mes de abril. Además, el 19, 20 y 21 de mayo coordinó en la Ucasal el Digithon 2016, el primer hackathon universitario de comunicación digital en Salta.
¿Cómo nació la idea de Circópolis?
Desde Outliers School trabajamos en educación hace mucho tiempo. Somos unos convencidos de que la experiencia pedagógica no se da en un aula, sino en un ecosistema, en una comunidad y que el más inteligente no es el profe sino lo que sucede en el aula. Queríamos siempre trabajar en una escuela rural en la Argentina porque consideramos que estas instituciones, cuando han superado el tema de la infraestructura, como en este caso, son ecosistemas ideales para entrar y fortalecer los aspectos en los que quizás estén más débiles como innovación pedagógica con uso de TIC (tecnología de la información y la comunicación). Son lugares donde los chicos y chicas se divierten, hay mucho sentido de pertenencia a la comunidad y no hay bullying. Los profes no dan contenidos sino que son mentores.
Yo soy un resultado de la educación pública argentina y estoy orgulloso de lo que ofrece. Me formé en escuelas públicas desde los 6 años hasta los 25, en que me recibí de la Universidad de Buenos Aires. Lo menos que puedo hacer es devolver algo de lo que me dieron. La escuela pública me dio una conciencia de mundo y también cierto amor al estudio que luego fortalecí en mi vida profesional en Estados Unidos y en España. Probablemente lo que más me dio es intentar ser un ciudadano de bien.
¿Cómo le parece que debería adaptarse la escuela a lo que se viene?
Me parece que la escuela debería ser más esto que vemos en Yacochuya. Más comunidad, menos contenidos y más experiencias. Yo digo que los profes tienen que ser diseñadores de experiencias. En el mundo digital en el que vivimos es irrelevante memorizar los ríos de la Argentina o en qué año nació Sarmiento. Son datos triviales que están en la Wikipedia. Los chicos tienen que saber comportarse como comunidad, saber ser compañeros, enseñarse mutuamente y ser buenos ciudadanos en el futuro. Los profes deben fomentar que sucedan todas estas cosas. Para mí en el siglo XXI un docente tiene que ser menos un divulgador de contenidos y más un mentor de experiencias.
La escuela creo que tiene que ser un espacio para que sucedan cosas, para que haya diseño de experiencias, para que los chicos formen una comunidad. Esa es la educación del siglo XXI. En Circópolis trabajamos con pedagógicas que fomentan estas lógicas: pensamiento de diseño, clase invertida, Scratch -para enseñar a los chicos a programar código-, juegos matemáticos y mucha cultura audiovisual. Que sepan narrar historias, hacer storytelling y expresarse. En estas escuelas rurales quizás la debilidad más grande de los chicos es la capacidad de comunicarse. Me parece que es fundamental para vivir en esta sociedad-red la capacidad de comunicarse y mostrar al mundo lo que se está haciendo.
¿En qué consiste la clase invertida?
Es invertir la lógica de la clase. Antes se enseñaban los contenidos teóricos y en tu casa hacías los ejercicios prácticos. La clase invertida es al revés. Todo lo que requiera una experiencia uno a uno, una interacción fuerte entre tú y yo va al aula porque ese es el espacio natural de interacción. Todo lo que implique contenidos teóricos, que incluso son experiencias más individuales, va a la casa porque antes tú no tenías la red. No podías leer un libro, ver una conferencia TED ni hacer muchas cosas por internet. Pero ahora sí que puedes. Me parece que el aula es un concepto más de interacción, de trabajo en grupo y todo lo que es estudiar o concentrarse o hacer aprendizaje individual va al hogar.
¿A qué se refiere con pensamiento de diseño?
El pensamiento de diseño es una metodología de trabajo con la idea de que todos seamos diseñadores. A un arquitecto o a un ingeniero no tienes que explicarle que piense de manera lógica y por pasos. Pero los que venimos de las Ciencias Sociales, por ejemplo, no tenemos ese pensamiento de diseño más formal o esquematizado. La idea es llevarlo a otros entornos. La metodología viene de Silicon Valley y nosotros con Outliers School trabajamos con pensamiento de diseño. Partís de desafíos y, a partir de una metodología que tiene fase de divergencia, generación de ideas, fase de convergencia, fase de prototipado, llegas a resolver esos desafíos. La idea es que sea de rápida ejecución, de bajo presupuesto, escalable e innovador para el entorno en el que estás trabajando.
¿Cuáles son los próximos pasos con Circópolis?
La idea es que Circópolis, que nació en Cafayate, se convierta en un proyecto más global. Vamos a hacerlo en Colombia en agosto. Pero la idea es seguir haciéndolo en la Argentina y en Salta. Estamos buscando una segunda fase que no sea ad honorem. Para que un proyecto así sea escalable, tiene que tener una dimensión económica porque la gente puede trabajar un mes así pero no toda la vida. Estos proyectos, hechos a partir de pensamiento de diseño, nacen pequeños y la idea es escalarlos. En el camino vas aprendiendo. Yo no soy docente de primaria, soy profesor universitario. Aprendo la lógica de los chicos, los tiempos de ejecución, la atención que tienen, que es mucho más acotada.
Fuente: http://www.eltribuno.info/hugo-pardo-kuklinski-en-las-escuelas-rurales-los-profes-son-mentores-n718123
Foto: Javier Corbalán
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España: Pedagogía Robots y reciclaje en la competición internacional de LEGO en Tenerife

España/8 mayo 2016/Autor: Enrique Sacristán/Fuente:

Vidrio fabricado con excrementos de ciervo, botellas vacías para no ahogarse en la piscina, plantillas de cáscara de naranja, escarabajos comedores de plástico y dispositivos que premian la entrega de colillas. Estas ideas no han salido de sesudos científicos, sino de los chavales que este mes han participado en Tenerife en la FIRST LEGO League, un encuentro donde niños y jóvenes de 40 países han demostrado su capacidad para dirigir robots de LEGO y proyectos científicos.

Este sábado un equipo alemán formado por ocho chicos y chicas de Heidelberg ha batido en Canarias el récord mundial de puntuación en programación de robots de FIRST LEGO League (FLL), una competición internacional para menores de 16 años. Entre el 4 y 7 de mayo se ha celebrado en Santa Cruz de Tenerife una de las finales, organizada por la Fundación Scientia y el Cabildo de la isla, a la que han acudido 116 equipos de 40 países.

El objetivo de FLL es despertar las vocaciones científicas y tecnológicas entre los más jóvenes mediante un desafío temático anual –el de este año es cómo gestionar los residuos–, que hay que resolver en tres partes. La primera y más popular es el ‘juego del robot’, donde los participantes enfrentan a sus máquinas armadas con piezas, motores y sensores de LEGO a varias misiones (demoler un edificio, limpiar, reciclar material) durante 2 minutos y medio. Para ello se preparan meses antes, en los que programan y ponen a prueba sus robots.

Las otras dos partes, que hay que explicar en inglés ante un jurado internacional, son demostrar cómo se han integrado valores esenciales en la competición (trabajo en equipo, creatividad, resolución de problemas) y la presentación de un proyecto científico. Después se consideran las tres puntuaciones y se establecen diversos premios.

En esta edición, por ejemplo, el vencedor general ha sido el equipo brasileño Sesi Robotics School, pero uno de los valores de FLL recalca: «Lo que descubrimos es más importante que lo que ganamos». Esto se hace patente en la multitud de proyectos de ciencia que han desarrollado los chavales, una faceta mucho más desconocida del concurso.

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El equipo Robocoons mexicano ha conseguido degradar la espuma de poliestireno con escarabajos. / SINC

“En nuestro caso no hemos llegado hasta aquí por los robots, sino por nuestro proyecto científico”, explica Ericka, del equipo Robocoons mexicano: “A partir de un artículo de un profesor de la Universidad de Stanford, donde se explicaba que las larvas de un escarabajo eran capaces de biodegradar plásticos de poliestireno, hemos realizado experimentos y descubierto que también los escarabajos adultos lo pueden hacer. Además hemos cuantificado, según distintas condiciones, el plástico que se transforma en excrementos biodegradables y sus posibles usos”.

Las ideas de otros equipos de América Latina también han llamado la atención del jurado, como la del equipo Lego Field Brasil que ha desarrollado un modelo de termodigestor anaerobio para convertir los residuos orgánicos en energía de un modo rentable. La propuesta cuenta con el apoyo de ingenieros de la Universidad de Brasilia y un diputo ha mostrado interés en hacerla realidad. También el equipo de Perú ha conseguido promover un proyecto de ley en su país gracias a sus iniciativas para reducir las bolsas de plástico de los supermercados, muchas de las cuales acaban contaminando el medio ambiente.

“Al final el objetivo es que todas las personas tengamos un lugar limpio y sano donde vivir”, apunta Carlos, del equipo boliviano, orgulloso de la maqueta que han montado “para separar la tierra menuda de la más gruesa –destinada al cemento– y de las piedras”.

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Los ‘soldados del reciclaje’ brasileños están orgullosos de su modelo de termodigestor. / SINC

Al otro lado del Atlántico, España es el país europeo que más equipos aporta a FLL, y uno de los proyectos más innovadores llega desde el País Vasco: estropajos y plantillas para zapatos elaborados con piel de la naranja. “Para elaborar el material mezclamos vinagre de alcohol, agua, almidón y glicerina, que se calientan hasta espesar. Después añadimos las pieles de naranja triturada y obtenemos la lámina de polímero biodegradable final”, explican Iker e Irati, cuyo equipo estudia ahora aplicar la mezcla mediante impresoras 3D para conseguir las figuras deseadas de forma más fácil.

Por su parte, el experimento de los alumnos de Betania-Patmos, en Barcelona, consiste en reaprovechar las botellas de vidrio cortándolas con una curiosa técnica: “Marcamos la botella con un instrumento propio por el lugar donde la queremos cortar. Luego la calentamos seis segundos en agua hirviendo y la enfriamos en agua con hielos. Así dividimos la botella sin problemas en dos partes, que se pueden aprovechar como lámparas u objetos de decoración”, explica Arnau. “A mí la tecnología no era algo que me llamara la atención, y ahora me encanta”, comenta su compañera Yulieta.

Otras catalanas, del colegio La Vall, también destacan en su eslogan: “Nosotras somos chicas y nos encanta la robótica”. Este grupo ha creado una aplicación para el móvil, mediante códigos QR, que ofrece información al consumidor cuando se deshace de un smartphone, un ordenador, un microondas o un frigorífico. Su programa ofrece datos sobre dónde llevar estos aparatos, qué materiales tienen, su impacto medioambiental y cuáles son los componentes reciclables.

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Los Incredible Squirrels de Murcia exponen su proyecto científico ante un jurado internacional. / SINC

Además del proyecto científico en sí, estas alumnas recuerdan que para participar y viajar a los encuentros de FLL hay que luchar por la financiación y buscarse patrocinadores: “En nuestro caso necesitábamos 7.000 euros y pico para venir nueve personas, y al final, tras mandar cientos de mails, lo conseguimos gracias a la ayuda de HP y otras empresas e instituciones”, dicen Paula y Montse.

Aunque muchos de los jóvenes llegan desde centros educativos, a veces los trabajadores de una empresa forman un grupo FLL entre sus hijos. Es el caso del equipo Incredible Squirrels de Murcia, que ha conseguido el premio ‘estrella naciente’ de la competición. “Nunca hubiera imaginado que podrían presentar ante un jurado internacional y en inglés su proyecto –en este caso sobre la implantación de figuras geométricas en los productos para que las personas ciegas o daltónicas los puedan reciclar mejor–”, comenta uno de los padres.

En el tema del idioma no han tenido problemas Aaron y sus compañeros del equipo británico Rubbish Runners, cuyo reto es reducir la gran cantidad de colillas del suelo: “En Londres se lanzan cada año 6 millones de estos restos de cigarrillo y cuesta 3,8 millones de libras recogerlos, así que hemos diseñado un contenedor que reconoce cuando se introduce una colilla dentro, de tal forma que esta ‘buena’ acción se puede bonificar en próximas compras de billetes de metro o tren. Sale más barato que recogerlas”. De momento ya han diseñado un prototipo con sensores y piezas de LEGO para probar la viabilidad de su dispositivo, además de presentar su proyecto a la Red Ferroviaria del Reino Unido.

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Aaron muestra como se introduce una colilla en el prototipo que ha desarrollado el equipo de Reino Unido. / SINC

También el equipo de Francia ha ofrecido su propuesta a una empresa, Michelin, porque se trata de un tema que les puede interesar: usar materiales biodegradables en los neumáticos. En concreto, el butadieno orgánico de plantas como la remolacha o el heno, bioplásticos obtenidos del caparazón de las gambas y cáñamo o lino trenzado, para sustituir a los componentes no biodegradables de esta parte de la rueda.

Para el equipo de Japón, sin embargo, se le ha presentado otro reto diferente: “Los ciervos que viven en el Parque Nara, cerca de nuestro colegio, son muy bonitos pero sueltan excrementos por todas partes”, explica Kyoka, miembro del equipo Tezukayama, que enseguida añade su solución: “Estas cacas contienen mucho silicio y si las calentamos se convierten en ceniza. Luego esta se puede transformar en vidrio mediante la adición de carbonato sódico y un nuevo calentamiento en un horno”.

Sin salir de Asia, las chicas de Jordania –todas con su pañuelo en la cabeza– han conseguido fabricar una envoltura comestible de alginato de calcio para el chocolate, un recubrimiento que aunque se arrojara a la tierra no contaminaría, si no que actuaría de fertilizante. Y el equipo de Pakistán ha mostrado al jurado que con botellas vacías de plástico e imaginación se pueden crear multitud de juguetes, algo esencial para muchos de sus compatriotas con pocos recursos.

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U Kyoka enseña el vidrio de colores que ha obtenido su equipo con excrementos de ciervo en Japón. / SINC

El mismo material, botellas de agua vacías, pero cerradas con tapón e insertadas en una red semirígida, es el que ha utilizado el equipo de Sudáfrica para fabricar una especie de flotador con múltiples ventajas: “Con este sistema tan sencillo se previenen ahogamientos en piscinas –algo que ocurre a veces en nuestro país porque mucha gente no sabe nadar–, se evita la acumulación de hojas en la superficie, se reduce la evaporación y se puede calentar un poco el agua”, señalan los creadores.

Es otro ejemplo de los más de cien proyectos presentados por los 900 participantes que han acudido a la competición FLL en Tenerife, donde también se han presentado estudios teóricos, como la misión del equipo ucraniano para mandar basura al espacio de forma controlada; y la forma de organizar campañas de concienciación sobre la importancia del reciclaje, como la que ha hecho en escuelas, empresas, administraciones públicas y medios de comunicación el grupo de Australia.

“Aquí ganar no es lo importante, sino aprender y pasarlo bien”, comenta un chaval antes de sumarse a un partidillo de fútbol improvisado, pero totalmente internacional, en medio del recinto ferial donde se ha celebrado el encuentro. Al final todos los participantes cantan y bailan juntos en la fiesta de despedida, como cualquier chico de su edad, y se despiden emocionados llevando el contacto de nuevos compañeros en los cinco continentes.

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Los cinco miembros del equipo australiano se han convertido en unos expertos en comunicar la importancia del reciclaje. / SINC

La historia de FIRST LEGO League

En 1989 el inventor estadounidense Dean Kamen, creador del patinete giroscópico Segway, fundó FIRST (For Inspiration and Recognition of Science and Technology), una fundación sin ánimo de lucro para fomentar el interés por la ciencia y tecnología en los jóvenes. Después, en 1998, se une al gigante de juegos educativos LEGO para crear FIRST LEGO League (FLL), en la que participan ahora más de 233.000 jóvenes de 80 países. Los chavales o sus instituciones deben comprar los componentes para poder participar.

Los seleccionados para el encuentro de este mes en Tenerife, denominado oficialmente FIRST LEGO League Open European Championship (FLL OEC 2016) han sido 90 equipos con miembros de 10 a 16 años, más 16 equipos junior con niños y niñas de 6 a 9 años que durante un día también han explicado sus pequeños proyectos científicos. La lista de ganadores de este año está encabezada por Sesi Robotics School de Brasil, el país del que han llegado más equipos (nueve), aunque ganar no sea lo más importante en esta competición.

FLL está impulsada en España por la Fundación Scientia, una organización sin ánimo de lucro creada en 2006 y presidida por Ricard Haguet, quien destaca el talento, la actitud y los valores de los chavales, “que para nada hay que considerar raritos porque les guste la ciencia, ya que se lo pasan bien y tienen inquietudes artísticas o deportivas como los demás”.

El Cabildo de Tenerife es la institución que ha facilitado que el evento se haya celebrado en la Santa Cruz. “Este tipo de iniciativas pone en valor a la isla como foco de atracción de la innovación y fomenta la implementación de competencias tecnológicas en la escuela, lo que nos lleva a impulsar una economía basada en el conocimiento”, señala Carlos Alonso, el presidente insular.

Por su parte, Coqui García, codirectora del evento, recuerda el reto que supone gestionar a más de 1400 personas cada día y subraya la labor de los 200 voluntarios. ”Es muy gratificante saber que muchos de los participantes han mejorado su rendimiento en clase”, comenta la también matemática, que añade: «Me encanta que se enseñe a programar desde edades tan tempranas, y que se ayude a los chicos a estructurar un problema para que encuentren una solución por ellos mismos”.

Información de la Fotografía Principal:
Las chicas del equipo de Jordania preparan sus robots para enfrentarse a una misión de reciclado de piezas. / SINC
Fuente de la Noticia:
http://www.agenciasinc.es/Noticias/Robots-y-reciclaje-en-la-competicion-internacional-de-LEGO-en-Tenerife
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