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El libro para niños en el que la «abuela de Frankenstein» defendía la educación femenina

Redacción: Yorokobu

La escritora Mary Wollstonecraft publicó a finales del siglo XVIII un libro infantil ilustrado por el pintor William Blake que ya adelantaba algunas de sus posiciones feministas y defendía la necesidad de que las niñas recibieran educación.

Relatos originales de la vida real fue el único libro dedicado al público infantil escrito por Mary Wollstonecraft, filósofa inglesa y madre de Mary Shelley, la autora de Frankenstein, que, en pleno siglo XVIII, fue capaz de vivir de su trabajo y sus escritos sin depender de los recursos de sus padres, de sus parejas, de su esposo ni estar sometida a la autoridad de alguno de ellos.

Entre las enseñanzas de Mrs. Mason se encontraban asuntos cotidianos como la puntualidad, el control de los instintos, la lealtad, el egoísmo, el respeto a los animales, pero también planteamientos feministas que Wollstonecraft desarrollaría después en trabajos como Vindicación de los derechos de la mujer.

Por ejemplo, que las mujeres debían recibir una buena educación, a pesar de la oposición de los políticos del siglo XVIII. De hecho, Wollstonecraft defendía esa educación femenina no solo por el beneficio individual de la mujer, sino como un objetivo valioso de la sociedad en su conjunto: si las mujeres eran las que educaban a los hijos, era imprescindible que estuvieran bien educadas, algo en lo que esos obtusos políticos no habían reparado.

Lo original de los planteamientos de Wollstonecraft hizo que la primera edición de Relatos originales de la vida real apareciera como libro anónimo para evitar represalias. Sin embargo, el éxito de la publicación de Vindicación de los derechos de la mujer en 1792 hizo que la autora se convirtiera en un personaje famoso, razón por la cual el editor decidió capitalizar esa popularidad en beneficio de Relatos originales de la vida real. Para ello, además de publicar una segunda edición en la que sí que aparecía el nombre de la autora, decidió que fuera ilustrada, lo que, por otra parte, también permitía aumentar el precio de venta.

El elegido para llevar a cabo esas ilustraciones fue el escritor y pintor William Blake, un personaje que también resultaba peculiar para la Inglaterra del XVIII. De fuertes creencias religiosas, Blake tampoco le hacía ascos al ocultismo, al gnosticismo y a la magia. Además, era contrario a la esclavitud, partidario de la igualdad entre hombres y mujeres y defensor de ideologías revolucionarias. Tanto es así que llegó a ser procesado por una declaraciones incendiarias contrarias a la monarquía inglesa.

El trabajo de Blake se concretó en cinco grabados que encajaban perfectamente en el espíritu del libro de Wollstonecraft, que no había dudado en incluir en sus narraciones morales temas como la pobreza, la muerte, el abandono y la miseria, tanto económica como emocional, con la intención de que las niñas aprendieran, madurasen, tuvieran herramientas con las que enfrentarse a la vida adulta y no idealizasen la infancia como una época utópica o un paraíso perdido.

A pesar de que Relatos originales de la vida real fue un éxito y se estuvo reeditando con frecuencia hasta entrado el siglo XIX, Mary Wollstonecraft pasó muchos años estigmatizada y considerada lo más alejado de un ejemplo educativo. La razón fueron las memorias que escribió su esposo William Godwin cuando Wollstonecraft falleció durante el parto de su hija Mary.

Aunque se suponía que las memorias eran un sincero homenaje a su esposa fallecida, la revelación de que su primera hija había sido extramatrimonial, que había protagonizado varios intentos de suicidio, que había tenido relaciones amorosas fuera de la pareja y otras intimidades semejantes, provocó que Wollstonecraft no saliera especialmente bien parada, al menos a los ojos de la sociedad británica del XVIII.

Entre los pocos que la valoraron y se acordaron de ella tras su muerte estaba William Blake, que realizó en su honor un grabado en el que aparecía la pequeña Mary junto a su madre muerta.

Fuente: https://www.yorokobu.es/mary-wollstonecraft-pedagoga/
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Chile: Por una nueva educación pública, democrática y feminista

Por: eldesconcierto.cl/ Daniela Lopez-Izquierda Autónoma/ 23-05-2018

La educación feminista implica una redistribución del poder y de la riqueza en el sistema educativo y por tanto en la sociedad. Necesitamos, desde todas y todos los actores sociales de la educación un nuevo pacto social por una nueva educación pública, democrática y feminista. En este contexto, esperamos que el gobierno esté a la altura de estos desafíos y que las medidas que el presidente Sebastián Piñera anunciará hoy recojan estos puntos.

Las movilizaciones estudiantiles han situado la lucha feminista al centro de la construcción de una nueva educación pública. A partir de la rebelión a los acosos y abusos que expresan la dimensión más violenta de las desigualdades de género, se ha abierto la posibilidad de avanzar hacia una educación no sexista.

Cualquier propuesta que pretenda hacerse cargo de la profundidad del conflicto debe recoger las demandas de las estudiantes, profesoras y trabajadoras movilizadas para avanzar con perspectiva feminista hacia una transformación de la educación desde la raíz.

En la educación superior, esto requiere impulsar reformas para todas las instituciones, tanto públicas como privadas, realizando los cambios jurídicos o estatutarios que garanticen:

1. Perspectiva teórica feminista que cuestione de manera general el concepto de educación y de universidad, desde las disciplinas de estudios hasta las jerarquías institucionales.

2. Democratización de las instituciones educativas con trabajo triestamental para llevar adelante la transformación de las universidades desde una perspectiva feminista.

3. Educación sexual integral en todas las instituciones para educar en el ejercicio informado e igualitario de los derechos sexuales y reproductivos.

4. Igualdad sustantiva en la contratación de académicas/os y funcionarias/os y en el gobierno institucional, lo que requiere, entre otras medidas, procedimientos de paridad e igualdad salarial.

5. Protocolos eficaces contra el acoso y violencia sexual, que regulen de manera efectiva las relaciones de la comunidad universitaria.

Estas transformaciones requieren la ampliación de la educación pública como un derecho social, garantizando financiamiento basal y directo a las universidades públicas, que permita materializar un proyecto educativo transformador, democrático y no sexista; y el fin efectivo al lucro en todo el sistema educativo. Por el contrario, mientras la educación se siga rigiendo por las lógicas del mercado, continuará la reproducción de los roles de género, donde las carreras feminizadas asociadas a las labores de cuidado, servicios y crianza son las más precarizadas, mientras las carreras típicamente masculinas asociadas al poder, son las más valoradas socialmente, las más exitosas en el mercado y las que cuentan con mayores recursos.

La educación feminista implica una redistribución del poder y de la riqueza en el sistema educativo y por tanto en la sociedad. Necesitamos, desde todas y todos los actores sociales de la educación un nuevo pacto social por una nueva educación pública, democrática y feminista. En este contexto, esperamos que el gobierno esté a la altura de estos desafíos y que las medidas que el presidente Sebastián Piñera anunciará hoy recojan estos puntos.

*Fuente: http://www.eldesconcierto.cl/2018/05/23/por-una-nueva-educacion-publica-democratica-y-feminista/

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