A una semana de que finalicen las elecciones FECh el futuro del movimiento estudiantil en Chile se encuentra en juego. Contra la derecha y crítica a la lista de las juventudes del gobierno, la lista «Por una Fech desde abajo» se propone ser una alternativa por izquierda que levante las demandas históricas del movimiento estudiantil y se proponga realmente conquistarlas. En esta ocasión te presentamos el eje educativo de su programa.
Nos encontramos a una semana de que se decidan las elecciones FECh. En un escenario en el que la ultraderecha y la derecha se fortalecen mientras Boric invita a Piñera a su avión presidencial, las elecciones de Federación en la Universidad de Chile abren la oportunidad de que otra alternativa se presente.
Así nace el proyecto de la Lista B: “Por una Fech desde abajo”. Para enfrentar a la derecha, pero también como una alternativa a la lista de las juventudes del gobierno, que ahora con la presencia de Cataldo (PC) en el ministerio de educación quieren convertir a la FECh en un apéndice del Mineduc.
Esta alternativa política se propone que la FECh vuelva a hacer historia, que impulse un proyecto educativo que luche por poner la Universidad y el conocimiento al servicio del pueblo y la clase trabajadora. A continuación te presentamos la primera parte de su programa, referida al aspecto educativo.
Contra el mercado de la educación: ¡Por una educación pública gratuita, de calidad, democrática y no sexista!
El sistema educativo subsistente en Chile se caracteriza por ser esencialmente un negocio para un puñado de empresarios/as y multinacionales, que se han beneficiado por décadas de este modelo mercantil.
Esta realidad se expresa en que, desde la sala cuna a la educación superior, el acceso está marcado por cuánto puedes pagar, y dependiendo de ello tu formación será muy distinta en términos de infraestructura, alimentación, calefacción, técnicas pedagógicas que miren las distintas necesidades de les estudiantes, espacios para la reflexión crítica, etc.
Sin embargo, producto de los cuestionamientos abiertos por las movilizaciones estudiantiles y docentes, se ha dejado al descubierto esta realidad. Esto ha generado el apoyo de sectores obreros y populares, que exigen que la educación pase a ser un derecho garantizado por el Estado, para terminar con una educación para ricos y otra para pobres.
Sabemos que terminar con el negocio educativo, implica afectar las ganancias de grupos empresariales, quienes como siempre defenderán sus bolsillos, haciendo política a través de sus partidos como Renovación Nacional, la UDI, Evópoli y el Partido Republicano. En este punto, cabe preguntarse cuál ha sido el rol de los partidos de la ex-Concertación, el Partido Comunista y el Frente Amplio, tanto en el gobierno como a la cabeza de organismos estudiantiles y sindicales. El conglomerado de la ex-Concertación, en el gobierno de la Nueva Mayoría, tuvo una política que se anunció como progresiva, pero que en los hechos se limitó a entregar una beca a la que llamaron “gratuidad”. Una beca que mantuvo la lógica subsidiaria, entregando millones de pesos del Estado a empresarios de la educación y sin tocar las bases de un sistema educativo segregador y elitista.
Por su parte, el gobierno Apruebo Dignidad no ha hecho más que rebajar su programa, administrando la reforma educativa de Michelle Bachelet. Se negaron a condonar el CAE y al pago de la deuda histórica docente, promesas de su propia campaña que quedaron fuera de la propuesta de Pacto Fiscal. En última instancia, se subordinan a la supuesta “responsabilidad fiscal», que no es otra cosa que “responsabilidad con el bolsillo de los empresarios».
Entonces… ¿Cómo proponemos terminar con el negocio educativo?
Sabemos que ese objetivo no se ganará en una negociación con la derecha, pues ellos jamás van a transar sus ganancias para mejorar las condiciones de vida de los sectores obreros y populares.
Por lo tanto, nuestra confianza no está en mesas de negociación por arriba. No queremos que las federaciones estudiantiles sean sucursales del Ministerio de Educación. En este escenario, donde nuestros derechos han sido postergados, cobra especial relevancia que organismos como la FECH y la CONFECH, se propongan ser organizadores activos de espacios de discusión política en asambleas, donde las decisiones se tomen bajo democracia directa, con delegadxs mandatadxs y revocables.
En ese sentido, consideramos clave la articulación con les estudiantes secundaries, con profesores/as, trabajadoras de educación inicial, funcionarios/as de nuestras casas de estudios, organizaciones de mujeres, convocando a sindicatos y centrales sindicales a organizarse por terminar con el negocio educativo.
¡Terminar con el mercado de la educación no sólo es necesario, también es posible con nuestra fuerza organizada!
Creemos que es fundamental volver a impulsar la lucha por educación gratuita, de calidad, democrática y no sexista, financiada 100% por el Estado mediante aportes basales directos, que provengan de impuestos progresivos a los grandes empresarios y la nacionalización de los recursos naturales como el cobre y el litio.
- Peleamos por ponerle fin al CAE y a toda la deuda educativa estudiantil, sin indemnización a los bancos.
- Luchamos por el acceso irrestricto a la educación, para que nadie quede fuera: fin a las pruebas de selección; por una universidad abierta a les trabajadores y el pueblo.
- Para que todes puedan estudiar: es necesario que el Estado garantice la movilidad y alimentación de les estudiantes y trabajadores de la educación. Comedores y hogares universitarios gratuitos, de libre acceso y de calidad, bajo gestión de la comunidad educativa.
- Vamos por un sistema único de educación pública, que termine con el autofinanciamiento y administrado por todos los actores educativos.
https://www.laizquierdadiario.cl/Por-una-FECh-desde-abajo-La-lista-que-se-propone-retomar-la-lucha-por-la-educacion-publica-gratuita