La mitad de las mujeres africanas no saben leer ni escribir

África/31 Mayo 2018/Fuente: Europa Press

Ellas son la columna vertebral de la familia

Cerca del 50% de las mujeres de África no saben leer ni escribir y son las encargadas de mantener a su familia, las que van en busca del agua, las que cosechan, preparan la comida, cuidan de los menores y los ancianos, según indica Misiones Salesianas, que quiere destacar el papel de la mujer africana como «columna vertebral» de la familia y «motor de desarrollo», con motivo de la celebración del Día de África este viernes 25 de mayo.

Nacer mujer en África es, según precisa la entidad religiosa, «tener muchas posibilidades de no ir a la escuela, de ser pobre y de ser madre muy joven». «Los hombres cuando llegan a casa quieren que los niños estén acostados y la cena puesta», explica Moukpe, que vive en Atchangbade (Togo). Esta mujer de gran sonrisa y alguna arruga, saca adelante a su familia con un pequeño huerto del que vende lo que cosecha. «Soy una mujer con suerte. Ahora, en el mercado no me engañan», puntualiza.

Cursos de alfabetización

Moukpe fue una de las 50 primeras mujeres que empezaron los cursos de alfabetización para la mujer rural puestos en marcha desde el Centro Don Bosco de Kara. A día de hoy, más de 1.000 mujeres reciben una educación elemental gracias a este proyecto. «Desde entonces somos muchas las mujeres que participamos en las asambleas comunitarias, porque también tenemos cosas que decir», añade.

La portavoz de Misiones Salesianas, Ana Muñoz, precisa que educar a una mujer es educar a un pueblo. «Las mujeres son muy trabajadoras y debido a las cargas familiares muy responsables. Así, la ayuda que reciben va a mejorar no sólo su vida, también la de sus hijos y la de su pueblo», explica.

Sobre la «cabeza» de las mujeres africanas está el peso familiar, pero también en sus manos se encuentra el desarrollo de sus comunidades y la lucha contra la pobreza. «Fortalecer el papel de la mujer en África es uno de los trabajos que estamos llevando a cabo, sobre todo, a través de la alfabetización y la formación profesional de las jóvenes», afirma Muñoz.

Fuente: https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20180523/mujer-africa-alfabetizacion-desigualdad-6834958

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Uno de los galardonados con el Premio UNESCO de Educación de las Niñas y las Mujeres proporciona educación y capacidades para toda la vida a las niñas apátridas

Asia/Tailandia/02 Diciembre 2017/UNESCO

“Las niñas tienen derecho a la educación”, afirmó Sompop Jantraka, fundador del Programa de Desarrollo y Educación para las Niñas y Centros Comunitarios de la subregión del Gran Mekong (DEPDC), en el norte de Tailandia, uno de los galardonados de la edición 2017 del Premio UNESCO de Educación de las Niñas y Mujeres.

El premio, auspiciado por el gobierno de China y dotado de 50,000 dólares estadounidenses para cada galardonado, recompensa las contribuciones relevantes en favor de la educación de las niñas y mujeres en el todo el mundo

La prevención mediante la educación

En el norte de Tailandia, el Triángulo de Oro es una región limítrofe con la República Democrática Popular Lao y el Estado de Shan, incorporado a Myanmar, donde muchas personas apátridas luchan por su supervivencia. “No podemos esperar a que un país se vuelva seguro”, afirmó Sompop. Centenares de miles de niños, en su mayoría niñas, no asisten a la escuela. Muchos de ellos comienzan a trabajar desde los 10 años de edad.

“La prevención es importante ya que puede significar un cambio radical en la vida de las niñas”, explicó Sompop. El DEPCD se basa en la prevención y brinda a los niños apátridas, en particular a las niñas, un entorno seguro y un acceso a la educación. “Somos un internado. Disponemos de edificios. Tenemos una casa, un aula, un terreno deportivo”.  Gracias a esta iniciativa, las familias han entendido que el hecho de poner a trabajar a sus hijos a una edad muy temprana no era una solución. Sompop descubrió que muchas de las niñas y los niños que recibieron el respaldo del DEPDC se convirtieron luego en docentes o en jefes de sus aldeas.

Un aprendizaje flexible, una educación para la supervivencia

Habida cuenta de la situación a la que deben hacer frente los niños apátridas en la región, el DEPDC ha elaborado métodos de enseñanza flexibles que pueden ayudar con más eficacia para que los niños adquieran capacidades para toda la vida. Basado en las Flexible Learning Strategies for Out of School Children and Youth (Estrategias de Aprendizaje Flexibles para Niños y Jóvenes no Escolarizados), elaboradas por la Oficina Regional de la UNESCO en Bangkok, el DEPDC proporciona diferentes formas de enseñanza no formal y formaciones profesionales adaptadas a cada situación y a las necesidades de los niños. Además de enseñar lectura, escritura, matemáticas y ciencias, “el plan de estudios se pone énfasis en la seguridad, como salvar su propia vida, como identificar situaciones de riesgo, como vivir su vida en una situación difícil. Es educación para la supervivencia.”

El proyecto proporciona también servicios de asistencia, así como programas de reinserción. Sompop explicó que “los niños [apátridas] necesitan algo más que una educación. Necesitan atención, amor y apoyo”.

Superar las fronteras

La colaboración con el Gobierno y el poder público es fundamental para llevar a cabo las actividades del DEPDC. El Centro trabaja con el poder público y los servicios de inmigración con miras a garantizar que los niños puedan entrar en el Estado y asistir a la escuela. También ha establecido alianzas con las organizaciones nacionales e internacionales.

Recibir este premio ayudará al DEPDC a ser reconocido por su labor y a brindar una plataforma para debatir cuestiones sensibles. Cada día, numerosos niños del otro lado de la frontera trabajan en la calle o atraviesan la frontera para encontrar un trabajo. El premio respaldará la ampliación del proyecto con miras a llegar a estos niños y facilitar su adaptación a otras comunidades, así como también del otro lado de la frontera.

Al comienzo del proyecto, Sompop prestó ayuda y reinsertó a 19 niñas menores expuestas a la explotación sexual. Hoy día, más de 7,000 niñas a lo largo de la frontera de Tailandia han sido inscritas en el Centro, en la Half Day School y en el programa de formación de jóvenes en liderazgo, y más de 100,000 niños y mujeres se benefician indirectamente de los programas y actividades de formación llevados a cabo por el Centro. Casi todos los niños y jóvenes (un 90%) que participan en el proyecto han adquirido capacidades prácticas y sociales sólidas, y se encuentran protegidos de todas las formas de explotación. El DEPCD lleva a cabo también actividades de sensibilización a escala mundial al acoger a 10 grupos de estudiantes internacionales especializados en desarrollo social, derecho y psicología, que colaboran en el proyecto como voluntarios.

Sompop está convencido de que “si cada vez mayor cantidad de personas reconoce la importancia de la educación y de la igualdad de derechos de las niñas, la generación siguiente podrá beneficiarse del desarrollo económico y social de manera sostenible”.

El Programa de Desarrollo y Educación para las Niñas y Centros Comunitarios de la subregión del Gran Mekong (DEPDC)(link is external) ha sido galardonado por su “Proyecto de educación y formación para adquirir capacidades para toda la vida a fin de ayudar a las niñas y mujeres apátridas migrantes del Estado de Shan hacia Tailandia”. Este proyecto innovador utiliza la educación y la formación para adquirir competencias para la vida cotidiana para proteger a las niñas y mujeres migrantes contra los riesgos de la trata humana, la explotación sexual o la explotación laboral. También trabaja en favor de la reinserción de las niñas y mujeres que han sido víctimas de abusos de esta índole.

Fuente: https://es.unesco.org/news/galardonados-premio-unesco-educacion-ninas-y-mujeres-proporciona-educacion-y-capacidades-toda

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La Educación de las mujeres

Por: Miguel de Castilla Urbina

La pobreza es un sistema en movimiento integrado por diferentes eslabones que se mueven en círculos y se retroalimentan entre sí permanentemente, y en los cuales la educación (o no educación) es un factor decisivo para frenar o cortar su proceso de crecimiento y desarrollo, o caso contrario, para profundizarlo y dinamizarlo. Un eslabón fundamental en este proceso es la educación (o no educación) de las mujeres, y en un sentido más amplio, la educación (o no educación) de mujeres y hombres como un todo.
El tema mujer es central cuando se trata de debatir sobre desarrollo económico y social y más aún, cuando lo que está en discusión son las políticas públicas de un país determinado. La centralidad del mismo se debe fundamentalmente al papel que esta juega en el proceso de reproducción social, particularmente en el de la familia, tal  como conocemos a esta en la mayoría de los países y culturas en la actualidad.  No obstante, esta importancia no se ha visto reflejada en el lugar y cuido que las mujeres han recibido históricamente y reciben en el interior de la estructura familiar y de las organizaciones jurídicas y civiles de las sociedades en general.
Numerosos estudios demuestran que en los países del subdesarrollo en África, Asia y América Latina, un alto porcentaje de mujeres no solo realizan los trabajos más pesados, obteniendo menores salarios que los hombres por un mismo tipo de labor, pero contradictoriamente contribuyendo más a los ingresos que los hombres en el seno familiar. Esta situación de desigualdad entre mujeres y hombres es una de las causas de la pobreza, debido a que la misma es un obstáculo para que millones de mujeres en todo el mundo, puedan acceder a la educación, lo que les abriría las puertas a puestos de trabajo dignos y decentemente remunerados.
La pobreza de la mujer tiene consecuencias devastadoras no solo para ellas en su realidad actual, sino que para su descendencia en su realidad futura.  En este sentido, la Comisión Delors de Unesco, en la obra La educación encierra un tesoro, se refiere a este aspecto citando a Jacobson J. L. y Gender Bias, así: “Cuando ya no le es posible aumentar aún más  su carga de trabajo, la mujer apela en gran parte a sus hijos, sobre todo a sus hijas, para que la liberen de una parte de sus tareas.  La creciente tendencia en numerosas regiones y países a no escolarizar a las hijas a fin de que puedan ayudar a la madre en su trabajo, tendrá como consecuencia casi segura de limitar las perspectivas de futuro de una nueva generación de niñas, que se encontrarán en desventaja en relación con sus hermanos”.
No obstante, este panorama sombrío, de desigualdad entre los sexos en el terreno educativo, poco a poco, principalmente en América Latina y el Caribe, ha venido evolucionando positivamente, especialmente en la educación primaria.  “La disparidad entre los sexos en la escolarización de la enseñanza primaria, dice el Informe de seguimiento de la educación para todos 2015, se ha reducido considerablemente desde 1999, pero no se ha eliminado.  Entre los 161 países sobre los que se disponía datos relativos entre 1999 y 2012, el número de países en los que había logrado la paridad avanzó de 83 a 104”.   Teniendo a la pobreza como antecedente y dirigiendo la mirada hacia el futuro, el informe mencionado expresa que según proyecciones, “alrededor de un 43 por ciento de los niños no escolarizados del mundo nunca asistirá a la escuela: es probable que no se escolarice un 48 por ciento de las niñas, en comparación con un 37 por ciento de los niños”.
En Nicaragua, la lucha frontal en contra de la pobreza incluye no solamente la decisión de política pública de la paridad de género en los principales órganos del gobierno y el Estado nicaragüense, sino que también la decisión acerca de que los principales protagonistas, participantes y beneficiarios de los programas sociales del Gobierno en los campos de la salud, la educación, el trabajo, la propiedad de la tierra y en contra de la usura, el hambre, la desnutrición y el analfabetismo sean las mujeres.
Fuente: http://migueldecastilla.blogspot.com/2016/11/la-educacion-de-las-mujeres.html
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Las mujeres de EE.UU. deben dos tercios de los préstamos universitarios de todo el país

Por: Michelle Chen

Detrás del la supuesta igualdad a la hora de acceder a las universidades entre mujeres y hombres se esconde un nuevo obstáculo: los préstamos universitarios. Para las mujeres es más complicado saldar esta deuda que para los hombres, entre otras cosas por la brecha salarial con la que se encuentran nada más terminar sus estudios

Las mujeres acumulan cerca de dos tercios del monto de la deuda total del país que asciende hasta los 1,3 billones de dólares

En muchos aspectos, las mujeres han adelantado a los hombres en la enseñanza superior. Hoy en día hay más mujeres matriculadas en universidades y muchas más logran graduarse. En muchos campus, los programas de estudios sobre mujeres y género han proliferado en toda la nación. Pero el avance educativo de las mujeres no es barato.

Según un nuevo análisis realizado por la American Association of University Women, existe un coste oculto detrás de la igualdad de género en la educación y es que las deudas estudiantiles contraídas por el alumnado son completamente desproporcionadas. Las mujeres piden más préstamos que los hombres para «salir adelante» en sus carreras profesionales solo para encontrarse con que sus futuros dependen completamente del peso de sus deudas.

Las mujeres acumulan cerca de dos tercios del monto de la deuda total del país que asciende hasta los 1,3 billones de dólares –todas juntas suman más o menos 833.000 millones de dólares en deuda en comparación con los 477.000 millones de los hombres. Las razones por las que esta deuda es mayor son variadas, pero esta tendencia revela que el problema relacionado con el sexismo en los campus quizá no solo es producto de una discriminación flagrante sino más bien una crisis lenta que erosiona sus oportunidades económicas cuando ellas entran en el mercado laboral.

Graduarse endeudado hasta las cejas no solo significa empezar una nueva etapa de tu vida con un agujero financiero, sino que también hace cada vez más complicado conseguir una estabilidad económica con el paso del tiempo. Complica la posibilidad de comprar una casa, formar una familia o ahorrar para la jubilación. Las deudas limitan el poder de elección de las personas a la hora de decidir dónde vivir e incluso de cuándo casarse. Y, especialmente para las mujeres, la ilusión de estar en «igualdad de condiciones» con los hombres termina enmascarando dificultades ocultas que ellas siguen soportando desproporcionadamente.

Sobre el papel, la diferencia puede parecer bastante pequeña. La media de deuda que acumulan las mujeres en la universidad era de unos 20.900 dólares en el año 2012. Los hombres, por su parte, acumulaban una deuda de 19.500. Pero, al sumar la deuda contraída en cada curso, la diferencia es aplastante: las mujeres hacen frente a una deuda un 14% más alta que los hombres cada año. Así que, tras cuatro años de estudios, las mujeres quedan muy por detrás a la hora de devolver sus préstamos estudiantiles.

El año pasado, alrededor de un tercio de alumnas con préstamos aseguraron que tenían problemas para afrontar sus gastos del día a día por culpa de los préstamos. También existen diferencias según la raza. Cuatro de cada diez mujeres latinas y seis de cada diez mujeres negras admiten que les ha costado muchísimo cubrir sus gastos básicos y que han hecho malabarismos para pagar los préstamos universitarios.

La desigualdad relativa a la deuda de las mujeres se ve agravada por la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres. Las mujeres con estudios universitarios que trabajan a tiempo completo ganan un 26% menos que los hombres, y la brecha va en aumento.

Que haya desigualdad en cuanto ingresos tiene diferentes motivos. Desde la discriminación laboral hasta el hecho de tener que interrumpir la vida laboral al tener hijos. Sea cual sea la causa, los expertos lo tienen claro: «Cuando se combina una deuda mayor con menores ingresos después de la graduación, obtienes la receta para tener problemas financieros».

Las mujeres también corren un riesgo mayor de impago de préstamos estudiantiles. Esto podría llevar a familias jóvenes a pasar de tener un contratiempo a corto plazo a una vida entera en crisis. Además de los bajos salarios, las mujeres también acumulan menos riqueza que los hombres en activos financieros, por ejemplo en cuanto a vivienda. La brecha de riqueza es todavía más evidente entre las mujeres negras y latinas, muchas de ellas terminan sus vidas endeudadas.

En general, tanto hombres y mujeres propietarios de casas –graduados y con préstamos educativos sin pagar– también siguen contrayendo deudas por sus tarjetas de crédito y para comprarse coches. No es de extrañar que las encuestas hayan mostrado que la gente joven que acarrea deudas estudiantiles es más propensa a tener problemas de ansiedad, depresión, y el consiguiente riesgo social y la inestabilidad económica que ello conlleva.

Estas barreras financieras limitan las oportunidades para todos los estudiantes universitarios, pero son especialmente dañinas para una generación de mujeres jóvenes que ha crecido con la ilusión de un potencial académico sin límites. Para ellas, los riegos frente a las recompensas que dan sus préstamos universitarios ponen en tela de juicio la valía de sus estudios.

En general, hay un incremento económico real cuando tienes un grado universitario, la mayoría de los puestos profesionales requieren al menos un título de licenciatura. Pero en una época de incipiente feminismo, las barreras que se entrelazan a la raza, al género y a las deudas tejen un tamiz invisible pero que aprieta cada vez más sobre una generación de mujeres que esperaba «tenerlo todo».

La administración Trump, mientras tanto, ha propuesto que la universidad sea todavía más cara, recortando ayudas para los universitarios y eliminado los programas que perdonan deudas universitarias. Estas políticas harán que aumenten las deudas estudiantiles para todos, y potencialmente podrían acentuar más la brecha de género en torno a la deuda en los próximos años. Al mismo tiempo, los millenials apuestan por una educación superior gratuita.

A corto plazo, hacer que el acceso a la universidad sea gratis para todos los aspirantes; de manera inmediata, llevar a cabo medidas sencillas que puedan solucionar los errores institucionales y hacer que las universidades sean más asequibles para las mujeres, proporcionar servicios de guardería y otros modos de apoyo financiero mientras cursan estudios puede servir para asegurar que, al menos, se gradúan a tiempo.

Durante el siglo pasado, las puertas de la enseñanza se han abierto a muchos niveles para las mujeres. Los profesores ya no hablan de la inferioridad intelectual «natural» de ellas. Pero las puertas todavía están entrecerradas a la igualdad real de género. Tanto los hombres como las mujeres merecen un mejor acceso a la educación, se trata de un derecho humano. Pero la brecha de género seguirá en aumento mientras que las mujeres deban invertir más solo para pagar una igualdad de oportunidades que se lleva esperando tanto tiempo.

Traducido por Cristina Armunia Berges

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=228839

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Rusia: El país en el que las mujeres son las mejores en Matemáticas

Europa/Rusia/30 Abril 2017/Fuente: semana/Autor:BBC

Esta potencia se ha caracterizado por alentar a las mujeres a dedicarse a la ciencia y la tecnología. Le explicamos el porqué.

Irina Khoroshko, de la ciudad de Zelenograd, muy cerca de Moscú, aprendió las tablas de multiplicar a la edad de cinco años.

Su talento precoz, alentado por una familia fanática por las matemáticas y una profesora que transformaba cada lección en un gigantesco juego de resolución de problemas, la llevó a obtener un diploma en matemática económica en la prestigiosa Universidad de Economía de Plekhanov, en Rusia.

«Mi tutor me enseñó el poder de los números y los cálculos y cómo te dan la capacidad de predecir las cosas. En ese sentido, la matemática siempre se sentía como algo mágico», dice.

Ahora, Irina, de 26 años, es una científica de datos en un sitio ruso de préstamos por internet, ID Finance.

Disfruta de una lucrativa carrera diseñando modelos analíticos para determinar la elegibilidad del préstamo.

Esta no es una historia inusual en Rusia, pero sí lo es en muchos otros países del mundo.

Varios estudios confirman que es muy frecuente que muchachas que muestran interés temprano por ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas llegan a un punto en el que abandonan esa afición y nunca la recuperan.

Por ello son relativamente pocas las mujeres que eligen ingeniería o tecnología como una carrera.

¿Por qué?

Las dificultades

Un nuevo estudio de Microsoft arroja algo de luz.

Basándose en entrevistas con 11.500 niñas y mujeres jóvenes de toda Europa, se establece que el interés por estos temas disminuye drásticamente a los 15 años en la mayoría de ellas.

Este cambio repentino obedece a estereotipos de género, pocas mujeres que den ejemplo, presión de los compañeros y falta de aliento de los padres y maestros.

Sin embargo, esto no sucede en Rusia.

Según la Unesco, mientras que el 29% de las personas en la investigación científica en todo el mundo son mujeres, en Rusia el margen se amplía hasta el 41%.

En Reino Unido alrededor del 4% de los inventores son mujeres, mientras que la cifra es del 15% en Rusia.

Las chicas rusas ven las áreas como ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas mucho más positivamente, su interés comienza más temprano y dura más tiempo, señala Julian Lambertin, directora de KRC Research, la empresa que supervisó las entrevistas de Microsoft.

«La mayoría de las chicas con las que conversamos de otros países tenían un enfoque ligeramente lúdico hacia la ciencia y la tecnología, mientras que en Rusia, incluso las más jóvenes estaban muy concentradas en el hecho de que sus oportunidades de empleo en el futuro muy probablemente estarán relacionadas con estas áreas», afirmó la investigadora.

Estas chicas citan el estímulo de los padres y los modelos femeninos como elementos clave.

Las oportunidades

Las diferencias no se detienen ahí.

Cuando el Departamento de Educación pidió a un grupo representativo de las adolescentes británicas sus puntos de vista sobre las matemáticas y la física, cinco palabras resumieron los «problemas de imagen» de esas materias: masculinas, ecuaciones, aburridas, fórmulas, irrelevante.

Pero no existen tales estigmas en Rusia, según Lambertin.

«Realmente han ido más allá de eso», dice.

«La sociedad espera que la gente tenga un buen desempeño en estos temas sin importar el género», añade.

Alina Bezuglova es la jefa de la sección rusa de Abogados de Tecnología de Londres, una organización que aprovecha el talento ruso con las oportunidades de empleo en Reino Unido.

Ella regularmente es anfitriona de eventos tecnológicos exclusivamente para mujeres en Reino Unido para promover su uso.

Esta clase de encuentros no se realizan en Rusia. ¿Por qué?

«Se podría decir que es porque estamos descuidando el problema o que no hay ningún problema en absoluto, y estoy mucho más inclinada a pensar en esto último», dice.

«Comparado con el resto de Europa, simplemente no hacemos hincapié en las ‘cuestiones de la mujer‘ (en Rusia)».

Según Bezuglova, el punto de partida del éxito de las mujeres rusas en matemática y tecnología se remonta a la era soviética, cuando el avance de la ciencia se convirtió en una prioridad nacional.

Junto con el crecimiento de institutos de investigación especializados, la educación técnica se puso a disposición de todos y se alentó a las mujeres a seguir carreras en este campo.

«Nunca se me ocurrió en la escuela que porque soy una chica no debería elegir ciencia o tecnología, y en el lugar de trabajo no veo mucho sexismo, sólo eres juzgado por tus habilidades», dice.

Frontales y directas

Pero, ¿podría la psique nacional jugar también un papel?

Con su característica naturaleza directa y frontal, ¿las mujeres rusas simplemente encuentran más fácil hablar por sí mismas en ambientes dominados por hombres?

Emeli Dral, profesora asistente del Instituto de Física y Tecnología de Moscú, así lo cree.

Ella recuerda cómo fue precisamente este espíritu el que la impulsó al éxito como una de las dos únicas chicas de su grupo de matemáticas avanzadas en la escuela.

«Realmente nos hizo aún más competitivas y más decididas a probarnos a nosotras mismas y ser mejores que los muchachos», dice.

«Creo que las mujeres rusas están bastante confiadas acerca de estar en una minoría, principalmente debido al apoyo que han tenido de sus padres desde una edad temprana», añade.

Dral recuerda que su padre nunca le preguntó por qué le interesaba la matemática y la ingeniería en particular.

«Él consideró que era muy natural», afirma.

Aspirar a lo más alto

Olga Reznikova, cuyo método en gran parte autodidacta en ciencia y matemáticas la llevó a su papel actual como jefa en ingeniería de software, es un buen ejemplo.

Creciendo en una pequeña ciudad costera poblada por mineros y pescadores, su amor por las computadoras comenzó cuando tenía apenas cuatro años, pero desde entonces para ella era una lucha para convertir su pasión en una carrera.

A través de tutoriales en línea dominó los conceptos básicos de diseño de algoritmos, programación y cómo hacer dinero programando sitios web sencillos.

Luego se dirigió a San Petersburgo para estudiar más y aspirar a cargos más grandes.

«Durante un tiempo fui la única programadora femenina en mi empresa», señala Reznikova.

«Encontré algunos problemas con ser tomada en serio, pero me quedé con el trabajo y ahora estoy ganando un salario que es 30% más alto que antes.»

Si bien Rusia está haciendo algo bien, todavía no alcanzó la paridad de género total.

«No hay duda de que Rusia está disparando la imaginación de las niñas», dice Lambertin.

«Traer la creatividad al aula con experimentos y aplicación práctica podría ser el camino a seguir para aquellos países donde las niñas están actualmente muy desvinculadas (de la ciencia y la tecnología)», concluye Lambertin.

 

Fuente de la noticia: http://www.semana.com/educacion/articulo/la-educacion-en-rusia-las-mujeres-son-buenas-en-matematicas/523378

Fuente de la imagen: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2014/11/29/410631_17118_1.jpg

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India: Cómo superar la brecha educativa a través de la tecnología

Asia/India/29 Abril 2017/Fuente: 20minutos

En el mundo actual, la alfabetización digital se está convirtiendo en algo tan importante como la alfabetización tradicional. Más del 90% de los empleos en todo el mundo tienen un componente digital según la UIT, Unión Internacional de Telecomunicaciones. No obstante, las mujeres y las niñas siguen enfrentándose a barreras diarias que impiden su acceso y uso de la tecnología y las herramientas digitales al mismo nivel que los hombres y los niños.

En India, aproximadamente el 50% de las escuelas no dispone de baños para las niñas y el 46% de las niñas abandona la escuela antes de cumplir 15 años. Por cada año que una niña permanece en la escuela, en el futuro, sus ingresos aumentarán entre un 10-20%, y si llega a terminar la escuela secundaria, su matrimonio se retrasará 4,4 años.

Los Centros de Aprendizaje Digital de Plan International en India, creados en colaboración con Ericsson, utilizan soluciones tecnológicas para proporcionar una educación de calidad a adolescentes y mujeres de entre 15 y 25 años dentro de sus propias comunidades, para ayudarles a superar el problema que supone la movilidad para las mujeres en Nueva Delhi.

Una de las muchas razones por las que las niñas abandonan su educación es porque las escuelas están ubicadas muy lejos de sus hogares y deben recorrer largas distancias en las que se exponen a violencia, lo que lleva a los padres a temer por la seguridad de sus hijas.

Desde 2015, se han establecido 12 Centros de Aprendizaje Digital en las comunidades marginadas de Dwarka, Holambi Kalan y Rangpuri Pahadi en Nueva Delhi, en zonas de fácil acceso y seguras.

De lunes a viernes, las niñas dan clases de Inglés, Matemáticas, Ciencias, Derechos humanos y Género, desarrollo de la personalidad y salud reproductiva y sexual y también reciben orientación laboral y asesoramiento.

Los centros han sido muy beneficiosos, especialmente para las niñas como Jhanvi, que sufrió una lesión cerebral en un accidente y no pudo continuar con su educación durante un largo período de tiempo porque temía volver al colegio. Gracias a los Centros de Aprendizaje Digital, Jhanvi pudo aprender a leer y a escribir de nuevo.

Es sólo una de las muchas chicas que ha conseguido mejorar su situación después de unirse a los Centros de Aprendizaje Digital. Hasta el momento, 517 niñas asisten activamente a los 12 centros que ha instalado Plan International en India. El proyecto tiene un alcance total de más de 10.000 niñas y mujeres a través de sus diversas actividades.

El proyecto tiene como objetivo beneficiar a más de 15.000 niñas y mujeres durante los próximos tres años, haciendo que el aprendizaje y el desarrollo de sus habilidades sea asequible, en un ambiente seguro y adecuado para ellas.

El uso innovador de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en las escuelas, garantiza que las niñas, sin importar su lugar de residencia, tengan acceso a una educación de calidad.

Fuente: http://blogs.20minutos.es/blog-solidario-cooperantes/2017/04/27/como-superar-la-brecha-educativa-a-traves-de-la-tecnologia/

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