BID: “Solo el 15% de personas se forma en su centro de trabajo”

En países de la OCDE cifra llega al 50%, dice Carmen Pagés, jefa de División de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID. La funcionaria del BID lamentó que el 45% de los empleadores no encuentre la mano de obra que se necesita.(Foto: Difusión)

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) considera a la educación para el trabajo como un motor para el desarrollo económico, pero dice que en los países de la Alianza del Pacífico (Perú, México, Chile y Colombia) no ha podido darse su despegue.

“En Latinoamérica uno se educa primero y trabaja después. Eso estaría bien si solo tiene un trabajo en su vida, pero hoy en promedio una persona tiene 10 trabajos en su vida y constantemente debe estar formándose”, dijo Carmen Pagés, jefa de División de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID, durante su participación en el Foro de Educación de la Alianza del Pacífico.

Páges dijo que en la Alianza del Pacífico las tasas de rotación son altísimas y en un ambiente en el que la tecnología avanza a pasos agigantados ese es un problema. “Mucha gente no tiene habilidades básicas para sobrevivir en el mercado laboral. Solo en la Alianza del Pacífico hay 7.6 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan (Ninis)”, añadió.

La funcionaria sostuvo que hoy solo el 15% de trabajadores de los países de la alianza se forman en su trabajo, mientras que en las naciones que integran la OCDE la cifra alcanza el 50%. “No solo se imparten conocimientos, sino que se refrescan”.

TRES CLAVES PARA MEJORAR
La funcionaria del BID lamentó que el 45% de los empleadores no encuentre la mano de obra que se necesita. En gran medida, sostuvo, se debe a la baja calidad de formación en las instituciones educativas. “No tenemos medida de calidad ni si se alcanzan los aprendizajes”.

Páges dijo que los países de la Alianza del Pacífico deben trabajar en tres grandes temas: la identificación de requerimiento de los empleadores, una currícula basada en competencias y el aseguramiento de la calidad.

“Los sistemas formativos deben mirar al mercado y tener involucramiento de los empresarios. También se deben tener un mapa de competencias para saber cuáles son los niveles que se deben ir alcanzando con la formación, y por último se debe priorizar la calidad educativa, los jóvenes no solo deben llegar al mercado; sino que al llegar deben hacerlo muy bien capacitados”, finalizó.

Fuente: http://elcomercio.pe/economia/peru/bid-solo-15-personas-se-forma-su-centro-trabajo-noticia-1902555

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¿Cómo hacer que los jóvenes “ninis” transicionen a la fuerza laboral?

Claudia Uribe

En América Latina y el Caribe, aproximadamente 1 de cada 5 jóvenes entre 15 y 24 años ni estudia ni trabaja. Es decir, son los que conocemos como “ninis” y equivalen a unos 25 millones de jóvenes cuya situación afecta no solo sus ingresos (presentes y futuros), su motivación y  autoestima individual, sino también las perspectivas económicas y el bienestar de su sociedad.

Entonces, ¿Serán estos jóvenes, como algunos dicen, una “generación perdida”? Nos negamos a pensar que esto sea cierto. Creemos firmemente en que la responsabilidad de enseñarles las habilidades y oportunidades necesarias para una vida productiva está en nuestras manos y en las de nuestros gobiernos. Aunque la evidencia admite que existen muchos desafíos para ayudar a los jóvenes de manera eficaz, también dice que los programas que desarrollan habilidades para el trabajo y para la vida con pasantías y capacitación, que le dan importancia al desarrollo individual y a la autoestima y que tienen un componente de tutoría están mejor posicionados para hacerlo.

El programa de desarrollo para los “ninis” (jóvenes que ni estudian ni trabajan) de Jamaica es un caso de estudio interesante, porque ofrece diferentes modalidades de atención y porque ha sido evaluado rigurosamente. Durante la última década más o menos, el Servicio Nacional de la Juventud (NYS, por sus siglas en inglés) en Jamaica, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo le ha dado a los “ninis” una segunda oportunidad para triunfar a través de diferentes iniciativas: el programa residencial CORPs, el programa no residencial CORPs y el Programa de Desarrollo Profesional (CAPS, por sus siglas en inglés). Los programas CORPs proporcionan a los jóvenes una formación en habilidades específicas del sector, así como habilidades interpersonales y generales para el trabajo, tales como la comunicación, la gestión de conflictos y la empleabilidad, complementados por las opciones de pasantías bajo  la guía de un supervisor. El programa CAP ofrece a los jóvenes dos años adicionales de educación en los que, aparte de lo académico, reciben entrenamiento en habilidades para el mercado laboral.

La evaluación de los programas se llevó a cabo por un equipo de las universidades de North Texas y de West Indies que, con el apoyo del BID, produjo algunos resultados y lecciones interesantes:

  •  Existen programas que pueden ser eficaces en el desarrollo de habilidades necesarias para el trabajo: Los participantes en todas las modalidades mejoraron su rendimiento académico, la autoeficacia y las habilidades para el trabajo con relación a los que no participaron. También se observaron aumentos en las capacidades para resolver problemas, auto-evaluarse y para reunir información ocupacional.
  • Los efectos de los programas disminuyen si no se proporcionan más oportunidades o seguimiento: De acuerdo con casi todas las maneras de medir los resultados, los efectos de los programas disminuyen después de la participación. Esto sugiere que, a fin de mantener las habilidades básicas necesarias para el éxito en el trabajo y una formación continua, los jóvenes necesitan oportunidades de formación, así como motivación y asistencia para encontrarlas (es decir, un mentor).
  • Aumentar las tasas de empleo para la juventud no es un resultado automático de la formación: El hecho de que existan niveles similares de empleo a tiempo completo tanto en el grupo experimental como en el control luego de la participación en el programa, revela la necesidad de aumentar el apoyo y seguimiento de la transición al empleo.
  •  El desarrollo socio-emocional requiere de estrategias diferentes a la formación: No hubo impacto en las escalas de riesgo y resistencia, y efectos muy bajos en el desarrollo socio-emocional. Claramente, esta es un área que necesita más atención.

Si sabes de programas destinados a ayudar a los “ninis” o tiene buenas ideas, compártelas con nosotros y únete a nuestra discusión sobre cómo construir programas más efectivos.

Fuente del artículo: http://blogs.iadb.org/educacion/2015/02/12/como-podemos-ayudar-sin-ataduras-la-transicion-de-los-jovenes-la-fuerza-laboral/

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